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El Solitario Rey Lobo

El solitario Rey

La vida de los Zenda ya está escrita incluso antes de que nacemos, seres poderosos que llegaron a este mundo para ser justicieros, su juicio honesto y filantropía hacen que todos vivamos en paz.

Hoy quiero contar mi historia, nací producto del amor de dos seres maravillosos así como poderosos, Beca y Nazil.

Como sabrán mi madre es un híbrido entre Loba y Vampiro, mi padre con Sangre Elfa y lobo por matrimonio. Ya se imaginarán la mezcla que corre por mi sangre.

Tengo dos hermanas menores, Becky y Nesly, son unas muñecas hermosas y poderosas, su sangre vampiro fue la que predominó, ellas encontraron el amor en dos buenos hombres y su descendencia no tiene límite.

Yo aunque tengo sangre de múltiples criaturas la de lobo es más fuerte, fue tanto que mi vida se definirá por la búsqueda de mi compañera de vida, se supone que sería como mis demás familiares pero la conexión animal funcionó diferente en mi.

Para los Zenda es fácil decir que solo es encontrar una mujer que te mueva las vibras, no importa la especie que sea, siempre y cuando tu corazón se acelere solo con verla.

Pensé que sería fácil encontrarla pero llevo 100 años esperándola, he tenido parejas, algunas me atrajeron pero jamás me conecte con ellas.

Una vez tome una mujer virgen, yo creía que la amaba, era una joven hermosa y de nobles sentimientos, pero la conexión no ocurrió, teníamos relaciones como las parejas normales pero nunca entramos a una temporada de celo o apareamiento, solo sucede con tu pareja destinada, tampoco decidí marcarla, algo en mi me decía que no era para mí.

Pase 5 años junto a Camille hasta que ella un día decidió acabar con la relación, mientras estuvimos juntos vivimos tiempos buenos pero siempre me sentí solo aún cuando ella dormía a mi lado.

No negaré que era una mujer hermosa, ella irradiaba paz, estar en su compañía me daba tranquilidad pero seguía faltándome algo.

Eso ocurrió hace 50 años, desde entonces no volví a involucrarme con una mujer de manera tan personal.

Por un lado está el tema amoroso pero por el otro he venido liderando el clan Kill por más de 70 años, me conocen como el Rey Lobo, un inmortal que no tiene piedad ante sus enemigos.

He liderado cientos de batallas por el bienestar de mi clan pero solo una por poco me cuesta la vida.

El clan Ugui liderado por el Alfa Raúl y su Luna Jenny quería apoderarse de mi tierra sin importar las vidas que se perderían por el camino.

La batalla fue la más sangrienta de la historia, dos clanes peleando a muerte, yo tenía razón, las muertes fueron dolorosas para nuestra gente.

Pudimos ganar pero el costo fue muy grande, desde ese momento vivimos en paz, aunque siempre pienso que alguien vendrá a cobrar venganza por el clan Ugui.

Las tierras que lideró son tan extensas que jamás he podido recorrer con profundidad, me gusta pensar que aquí todos pueden ser felices.

Hoy comienza el tiempo de apareamiento, como todo lobo tengo mi instinto animal, las mujeres del clan se ofrecen para que las tome como pareja pero ninguna llama mi atención.

La soledad me está consumiendo a tal punto que me he vuelto frío y arrogante, no me gusta el contacto con otros seres, me han llamado el rey solitario, el rey frío y sin corazón.

Sé que me tildan de jugar con las mujeres pues a ninguna he tomado en serio, pero lo cierto es que nadie ha logrado llenar el vacío.

Creo que es algo que no le deseo a nadie, sentir los labios de otro ser sin que tu piel se te eriza, el tacto áspero y soso de unas manos, pero lo peor es un acto íntimo sin emociones ni sensaciones.

Cuando la temporada llega me piden tomar una mujer para que me acompañe durante ese tiempo, pero siempre rechazó hacerlo.

Un día Camille volvió a mi vida, ella seguía siendo hermosa, se había convertido en una loba poderosa, ella mencionó que uniéramos nuestros pueblos, era consciente que no la amaba pero sabía que tenía un sentimiento de cariño por ella.

La acepté como mi luna, lo mejor era casarnos, sé que la conocía a profundidad, quizás su regreso significaba que ella era mi destinada, los dioses me estaban dando una oportunidad.

La vida era buena pero un día un intruso llegó a mis tierras, alguien que venía a cobrar venganza por el clan Ugui.

Mientras dormía trataron de asesinarme, bueno creyó que podía hacerlo, yo quise seguirle el juego permitiendo que lo intentara pero algo extraño sucedió.

Su daga me causó una herida, jamás el metal o el hierro había podido atravesar mi piel, abrí los ojos para encontrarme con una mujer de ojos enigmáticos quien me veía con furia.

La tome con fuerza de las manos haciendo que cayera al suelo, ella solo quería venganza, algo que me parece justo por la muerte de su gente.

El concejo decidió encerrarla, ella sería entregada a uno de los alfas de la manada, aquel que pudiera dominarla, como sabrán una vez sea marcada no podrá huir.

El día de mi boda llegó, todos querían ver a los reyes contraer nupcias, mientras Camille caminaba hacia el altar me imaginaba una vida buena a su lado, la ceremonia inició y los dos dijimos acepto, un beso delicado y casto nos dimos para sellar esa unión pero algo extraño sucedió.

Un inmenso calor recorría mi cuerpo, sentía la necesidad de calmarlo de la manera más salvaje posible; el problema es que quien lo provocaba no estaba entre los presentes.

Corrí olfateando su olor, mi sorpresa llegó cuando vi que la mujer encadenada era quien emanaba ese aroma.

Ella estaba en celo, sus feromonas estaban haciendo estragos, detrás de mí llegaron más lobos, todos estaban locos por poseerla, pero yo no lo iba a permitir, era la primera vez que sentía algo así.

Estaba en un dilema, la mujer que veia me odiaba pero no podíamos evitar sentir la conexión, la otra mujer que me esperaba en el altar me amaba.

¿Que debo elegir? La decisión está entre una vida con amor y una solo de pasión.

¿Acaso el instinto animal es más fuerte que el corazón?

Mi instinto animal se activó con su llegada, ¿ es mi elegida? ¿Por qué los dioses juegan conmigo?

La mujer que duerme a mi lado, la que le jure fidelidad, está en mi corazón, ¿podré desafiar a los dioses y luchar por lo que considero el verdadero amor?

Soy Lenox de Zenda, el Solitario Rey Lobo y esta es mi historia.

Yo soy el Alfa

Todo comienza con una despedida, era momento de salir y aventurarme a vivir mis propias experiencias,

Beca: ¿Estás seguro mi amor?

Lenox: Madre tengo 20 años, es hora que haga mi vida.

Beca: Sabes que jamás podré superar que ya no estés aquí.

Lenox: Te quedas con mis hermanas, sé que ellas te mantendrán ocupada.

Nazil: Te entiendo hijo, ve y busca tu camino, eso sí te digo jamás olvides a tu familia.

Lenox: Nunca lo haría.

Esa noche me hicieron una cena de despedida, hace meses que había decidido emprender mi camino, siento que mi hogar me quedó pequeño.

Muy temprano en la mañana tomé mi caballo y me marché, no tenía un rumbo fijo, solo pasaba de pueblo en pueblo.

Lideré batallas personales, siempre existían reinos donde necesitaban mi ayuda.

La búsqueda de mi destino tardó al rededor de 10 años cuando llegué al clan Kill, ellos me aceptaron como parte de su comunidad.

Todo estaba bien, era una cultura diferente a la mía, me sentía en el lugar correcto, la comunidad era amable y muy sobreprotectora.

Mi sangre es real pero jamás lo revelé, el alfa de la manada gobernaba con justicia, yo me convertí en su mano derecha, Rony era quien llevaba las riendas, quise aprender de él.

Él tenía su luna, una loba excepcional, los dos eran admirados por todos. Las temporadas de apareamiento eran mi tortura pues jamás sentí el calor en mi cuerpo.

Las mujeres se acercaban las cuales no despreciaba, pasaba las noches con una y otra mujer, no me aprovechaba de ellas, todo era de mutuo acuerdo.

Los lobos tienen algo particular, no envejecen como los humanos, pero yo dejé de hacerlo definitivamente a los 30, algunos cuestionan mi mortalidad pues me han visto batallar sin llegar a herirme, jamás me he enfermado.

Un día el Alfa abandonaría su trono, lo ideal era entregarlo a su hijo Tyron, el también nació para ser líder pero algo inesperado pasó.

Alfa: Hoy es un día muy triste para mí, he decidido retirarme junto con mi luna, como verán ya nos hacemos viejos y no somos aptos para estar en la cabeza del clan, sé que pensarán que los abandonaremos pero no es así, mi bella esposa y yo pertenecemos al concejo simplemente creemos que alguien joven deberá liderar.

Todo el mundo estaba expectante, si bien su hijo es el heredero, en la mandada existen más alfas, todos piden una oportunidad.

Alfa: Ahora bien se preguntarán quién será mi sucesor, solo tengo un nombre en mente, Lenox.

Ya se podrán imaginar el gran escándalo que hubo, si bien es cierto no existe alguien mejor que yo en este clan y no sea presumido, es solo que mi sangre Zenda me hace único, pero esto último ellos no lo saben.

Tyron: ¿Qué estás diciendo padre? Yo debo ser tu sucesor.

Todo el mundo me veía mientras yo simplemente bebía un poco de licor, nada de esto me lo esperaba pero sabía que llegaría el momento donde tomaría el poder.

Alfa: Hijo mío sabes que te amo tanto como a tus hermanos, si bien es cierto tú eres el mayor mi sucesor hoy debo pensar en el clan.

Felicia (Luna): Esposo debes reconsiderar la elección, lo correcto es que sea nuestro hijo.

Alfa: Ya hice la elección y no hay nada que hacer.

Tyron: ¡Un reto! Exijo que se haga una prueba, el que gane será el líder.

El Alfa me miro, yo simplemente asentí.

Alfa: Está bien, se hará una batalla por el trono, solo me duele saber que mi hijo morirá.

Felicia: ¿Cómo te atreves a decir eso? Parece que le deseas la muerte a Tyron.

Alfa: Jamás lo haría, pero él se lo buscó.

Tyron dejó salir su lobo, era gris muy impresionante, veía como trataba de dominar al clan, él necesitaba que todos bajaran la cabeza ante el.

Los más débiles lo hacían, nada mejor que infundar el miedo, este lobo sí que lo sabía. Yo seguía observando y bebiendo.

El Alfa llegó a mi lado, luego me habló.

Alfa: Te suplico que no lo asesines.

Lenox: No lo haré, lo juro

Alfa: Te veo en mi casa una vez termine la batalla para darte algunas instrucciones.

Lenox: Allí estaré.

Tyron: ¿No te quedas padre? ¿Acaso no quieres ver cómo tu hijo destroza al extraño?

Alfa: Me dolería ver cómo te lastiman.

Vi como abandonó el lugar, la luna Felicia se quedó ella estaba indignada por la actitud de su esposo.

Tyron: ¡Qué comience! Ya quiero romperte los huesos.

Me levanté de mi puesto, solo el Alfa conocía mi lobo, en las batallas lo hacía como un humano, en una ocasión tuve que mostrarme, él quedó tan impresionado que desde ese día me nombró su sucesor.

Lancé mi abrigo al suelo, me quité los zapatos, poco a poco me iba despojando de la ropa, podía sentir como las lobas liberaban sus feromonas, como sabrán los lobos estaban furiosos.

Me quedé en ropa interior, respiré profundo y me transformé.

Yo no era un lobo tradicional, no poseía un pelaje, mi piel se tornaba dura como una roca, mi cuerpo emanaba fuego y mi sed de sangre aumentaba.

Tyron: ¿Qué cosa eres?

Yo me fui acercando a él, podía escuchar a los demás hablar, algunos tenían miedo, otros estaban asombrados, jamás habían visto un lobo celestial.

Algo que debo controlar es que cuando me convierto en animal es el quien predomina, por años he tratado de dominarlo pero es imposible.

Todos tienen un nombre para su lobo, yo solo soy yo en dos expresiones, hombre o animal, lo único extraño es que siento que el instinto salvaje es más fuerte.

Tyron no se rendiría, él prefiere morir antes de perder su dignidad, lo vi como se lanzó al ataque, yo simplente los esquivaba, los demás lobos se lanzaron, ellos eran del círculo más cercano, supongo que querían apoyarlo o reclamar el poder.

La mordida de Tyron llegó a mi cuello, la gente gritó victoriosa, pero depronto vieron como él se retiró, parte de sus dientes se habían partido, mi piel lo lastimó.

Me bastó con levantar mi mano para darle un golpe, Tyron voló por el aire hasta que se estrelló contra un árbol, el crujir de sus huesos se escuchó por todo el lugar.

Caminé hacia el, lo escuchaba aullar, él estaba teniendo un hemorragia interna. Puse mi pie sobre su costillas.

El dio un grito tan fuerte que por poco me rompe los tímpanos, solo tenía un par de palabras para el.

Lenox: ¿Te rindes?

Sus ojos aún me desafiaban pero sé que estaba maltrecho.

Escuché como susurro “Si”

Quité mi pie, él podía respirar un poco más.

Lenox: Que lo lleven a su casa, pueden sanarlo.

“Si gran Alfa” respondieron

Me alejé de la manada, necesitaba un momento para pensar, ahora yo era el líder de esta comunidad, era una gran responsabilidad.

En ese momento aullé con toda mi alma, era el inicio de mi reinado.

A punto de morir

Al caer la noche volví a mi casa, afuera me esperaba una docena de lobas, todas pretendían pasar la noche con el nuevo Alfa.

Lenox: ¡Largo! No quiero a nadie aquí.

La escuchaba reclamar, algunas afirmaban que era su obligación tomarlas.

A lo lejos escuchaba el lamento de Tyson, creo que lo dejé muy mal herido.

Deje a las lobas en celo abandonadas y fui por el maltrecho, lo encontré en la casa de sus padres.

Lenox: Buenas noches.

Felicia: ¿Qué haces aquí? ¿Vienes a terminar con su vida?

Alfa: Cállate felicia, debes respetar al nuevo líder.

Felicia: El no es nadie.

Alfa: Alfa Lenox perdona a mi esposa.

Lenox: ¿Dónde está tu hijo?

Me mostraron el camino hacia su habitación, Tyson gritaba de dolor, por lo visto sus costillas perforaron algunos órganos.

Tyron: Vete.

Decía en susurros…

Los médicos trataban de ayudarlo pero eso no tendría cura, no me quedó de otra que acercarme a él.

Felicia: ¡No lo asesines!

Yo puse mi mano sobre su pecho, todos fueron testigos de como sus costillas volvían a su sitio, poco a poco Tyson recuperó su semblante.

Lenox: Me retiro.

Sé que todos quedaron asombrado pues Tyson se puso de pie inmediatamente.

Volví a mi casa, las lobas seguían ahí, simplemente las ignoré y seguí mi camino.

Tome una ducha rápida y me recosté en mi cama, solo me concentré en las pequeñas figuras de mi techo, símbolos antiguos que habían sido tallados.

Esta es la vida que elegí, solo me queda esperar si el destino me tiene preparado una pareja.

Un nuevo día llegó, el concejo se reunió, ya todos estaban más que de acuerdo que sería el nuevo líder, comenzaron a entregarme mis responsabilidades, nuevos clanes amenazaban con atacarnos, ellos escucharon que un lobo joven y extranjero era quien estaba al mando así que les pareció conveniente en venir atacarnos.

Cómo sabrán, no pudieron con nosotros.

El tiempo transcurría en medio de batallas y alianzas, la comunidad por fin aceptaron mi mandato, las lobas insistía que las eligiera.

En las temporadas de apareamiento todos se encerraban a cumplir con el llamado, yo simplemente me introducía en el bosque y pasaba lo días allí.

Tuvo que pasar muchos años para que decidiera iniciar una relación estable, una loba que llegó a la manada despertó curiosidad en mi.

Camille: Alfa Lenox me presentó ante ti pidiendo asilo, el clan Vall ha caído a manos del clan Ugui.

Sé muy bien quién era, ella era hija del Alfa del clan Vall, una loba extraordinaria que nació para gobernar.

Lenox: ¿Solo quedaste tú?

Camille: Así es, he perdido a mi familia y mi tierra.

Conocí a sus padres, eran unos líderes justos que no merecían lo que les pasó.

Lenox: Puedes quedarte, te buscarán un lugar en nuestra manada.

Camille: Gracias.

Ramona mi mano derecha fue quien se la llevó, ella era una loba que había perdido a su pareja en una batalla, tenía dos hijos que estaban locos pero en el fondo eran buenos chicos.

Aprendí a confiar en ella, no fue fácil pero descubrí que de cierta manera era como mi madre.

Los siguientes días llegaban las refugiados, el Clan Ugui seguía haciendo estragos por donde pasaban.

Bernie (beta): Alfa debemos hacer algo, están cerca.

Lenox: Debemos atacar, no voy a permitir que lleguen aquí, es posible que el pueblo sufra.

Bernie: Lo mejor es atacarlos en el puente York, es una zona peligrosa para aquellos que no la conozcan.

Lenox: Prepara a los hombres.

Bernie: ¿Y Tyson?

Lenox: También irá.

Vi como Bernie hizo una expresión de disgusto.

Lenox: Sabes que es bueno en pelea.

Bernie: Lo es, pero jamás obedece.

Lenox: Si no lo hace morirá en batalla.

Vi como Bernie se marchó, yo comencé alistar mis armas para la pelea, seguía usando lo forma humana la mayor parte del tiempo.

Camille: ¿Alfa?

Yo solo miré de reojo, Camille estaba detrás de mí.

Camille: Disculpa mi atrevimiento pero quisiera acompañarlos.

Lenox: Es peligroso.

Camille: No tengo nada que perder, por favor quiero vengar la muerte de mi familia y mi pueblo.

Era más que obvio que no podía negarme, ella estaba en todo su derecho.

Lenox: Esta bien, irás con nosotros.

Camille: ¡Gracias!

Sentí como me abrazo, yo simple te quedé inmóvil, no soy bueno con eso del afecto.

Camille: Disculpa Alfa.

Antes de que dijera algo la vi salir huyendo.

Ramona: Por lo visto tendemos una luna muy pronto.

Lenox: ¿Qué estas diciendo?

Ramona: Mi señor nadie ha podido abrazarlo y esa mujer lo logró, debe ser especial.

Lenox: Solo me tomo de sorpresa.

Ramona: Claro lo mismo dije que cuando me enteré que estaba embarazada. ¿Cómo es posible eso? Luego recordé que hacía el aloe todos los días.

Lenox: No quiero saber eso, sabes que te veo como una madre, es por eso que me aterra saber sobre tu sexualidad.

Ramona: Está bien no diré nada más, solo te pido que abras tu corazón, la chica es linda, podría ser una buena compañera.

Por ahora solo me concentraría en la batalla, los hombres y mujeres que pelearíamos estábamos listos, a lo lejos vi a Camille, en verdad era una chica linda, ella vestía de una manera elegante aún para ir a luchar.

Le diré que duramos 3 días en el campo de batalla, no fue para nada fácil acabar con la cuadrilla que nos atacaba, por obvias razones no me quedaría así, debía ir a erradicar el problema de raíz.

Decidido atacar el pueblo de Ugui, solo iríamos por los monarcas, pero como en toda guerra cayeron inocentes.

El Alfa y su Luna fueron derrotados pero algo extraño pasó, desde las montañas lanzaron una flecha, se incrustó en mi pecho, siempre pensé que era inmune a cualquier tipo de arma pero no fue así.

Podía ver como la sangre salía mientras un dolor intenso me invadía.

Camille me subió a su lomo y me sacó del lugar, sentía que la respiración se me dificultaba.

Una vez lejos del peligro ella sacó la flecha, sus manos estaban en mi herida, tratada de sanarla, dos días duré inconsciente, llegué a pensar que me habían impactado con algún tipo de veneno,

Camille siempre estuvo a mi lado, ella me ayudó a recuperarme por completo.

Habíamos ganado la batalla pero por poco y pierdo la vida, me dijeron que nadie había quedado vivo, pero sé que siempre alguien queda para cobrar venganza.

Al volver a casa todos estaban de fiesta, celebraban que no había un clan más poderoso que el nuestro.

El tiempo pasaba, la compañía de Camille se hizo más agradable, ella era muy buena para la batalla así que siempre iba a mi lado.

Nos hicimos amigos, después ella me confesó que sentía algo por mí a lo que yo le mencione que no podía corresponderle.

Una noche mientras revisaba mis pendientes la vi entrar a mi despacho, traía solo una bata que dejaba ver su cuerpo.

Volvió a insistir que tenía sentimiento hacia mí, pidió que la tomara como su mujer, yo esa noche lo hice.

Ella era una mujer virgen que le arrebate la pureza, una vez lo hice salí de mi casa, fui a la montaña más alta y descargué un aullido.

El vacío seguía en mi, yo no nací para tener compañera.

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