Dos Meses después.
Jimena y henry ya había regreso de haber disfrutado de su luna de miel, Loaiza y Germán disfrutaban cada segundo en familia junto a Saimarej, quien nunca se despegaba de su hermano.
Aura lloraba de saber que su vida ya no sería igual cuando su madre llegara, solo le pedía a Dios que no la castigara con un padrastro malo.
Julieta aprendió a convivir con todos, al ver que todos amaban a su hija, sabiendo ya la verdad entre ellos, le dolía verlos triste al llevarse a Nastya, pero no podía simplemente dejarla como si no le importara, su corazón sufría si la tenía lejos, aunque no le demostraba su amor.
En esos meses, sentían tristeza, el saber que alguien importante se marchaba por mucho tiempo, hacía que muchos corazones sufrieran, que quisieran alargar el tiempo y no verla marcharse.
El día más especial para Nastya había llegado y todos dejaron ese sentimiento de tristeza a un lado y disfrutar de la gran fiesta, esa donde las jóvenes dejan de ser niñas, para convertirse en mujer, dejar de usar zapatillas y empezar con tacón, conocer sobre el amor y el desamor y muchas cosas más.
_Ya eres toda una mujer, pero para mí, siempre serás mi niña._
Hablo Henry acariciando la mejilla de Nastya.
_Papá, me harás llorar._
Nastya abrazo a Henry con amor, ambos listo para ir donde ya todos los invitados esperaban con ansias de ver lo preciosa que estaba.
Joaquín sentía un nudo en la garganta, no solo por querer verla tan bella, era por qué sabía que en unos días, se iría y no la volvería haber por un largo tiempo.
_Ya deja de pensar en eso, por qué no disfrutas._
Le reprochó Louis a Joaquín, quien tenía cara de tristeza.
_Le diré a papá que mandé a Saimarej lejos, para ver si opinas lo mismo_
Louis volteó los ojos con una sonrisa de burla, no pasó mucho tiempo cuando se anunció la llegaba de la cumpleañera, dejando a todos con la boca abierta, observando todos los pasos, la coronación, el anillo y hasta llegar el momento del cambio de zapatilla.
_Gracias por el apoyo y el cariño a mi princesa, Quiero otorgarle el honor a quien ha soportado a esta hermosa niña vuelta mujer en este poco tiempo._
Henry señaló a Joaquín, quien se acercó con el corazón a mil, con un nudo en la garganta, aguantando las ganas de llorar.
_Gracias, Henry._
Joaquín se acercó a Nastya, viendo sus lindos ojos, observando su sonrisa, se puso sobre su rodilla y bajo su mirada a sus pies.
_Hoy cumples quince años, dejas de ser una niña y te conviertes en una mujer, que sepas aprovechar esta nueva etapa de tu vida y que todos tus sueños se hagan realidad y._
Joaquín cambió la zapatilla por un tacón, no salía lo que quería decir._
_¿Y qué?_
Pregunto Nastya con una sonrisa._
_Te quiero¡¡Felices Quince¡!_
Joaquín se levantó dejando a nastya sin responder, pero la música empezó a sonar y henry le hizo señas para que fuera el primero en bailar.
_Si sabes que no son hermanos de sangre, ¿verdad?_
Comento Julieta, eso Henry lo tomo como si lo dijera para molestar, pero solo ella sabía el sentido de sus palabras.
_No empieces._
Henry se acercó a la pista para bailar con su princesa también, mientras que Jimena se quedó con las palabras de Julieta.
_No me veas así._
Hablo Julieta al ver qué Jimena solo la observaba en silencio.
_No he dicho nada._
Jimena sonrió burlona, pero pensó que una madre nunca se equivoca y aunque Julieta no era la mejor de las madres, era quien mejor conocía a su hija, la quería a su manera y se preocupaba por ella de igual manera.
La noche pasó entre baile y juegos con la quinceañera, más que eso también era una despedida.
_Te voy a extrañar mucho._
Le hablo Aura entre lágrimas.
_Nos escribiremos siempre y trataré de volver pronto._
Nastya trataba de hablar serena, observando como Joaquín se contenía, de no llorar y no se acercaba a ella.
_No olvides que también soy tu hermano._
Bromeó Louis para calmar el ambiente, aunque eso no cambiaba el sentimiento que sentía Joaquín, las horas pasaban y los invitados se marchaban, dejando solo la familia.
_Ya quiten esas caras, volveré pronto._
Grito Nastya quitando su ostentoso vestido, quedando en una prenda ligera, para poder bailar y disfrutar gran parte de la noche junto a todos, Louis se acercó a su hermana al verla tallar sus pies.
_¿Estás cansada?_
_Sí._
Respondió Saimarej con un puchero.
_Te dije que usarás algo más cómodo, pero como siempre creyéndote una mujer._
Hablaba Louis mientras tallaba sus pies.
_Pero así me quieres, ¿verdad?_
Louis levantó la mirada y se quedó sin saber qué decir, perdido en su sonrisa.
_Claro, eres mi hermana._
Respondió algo nervioso, coloco sus zapatillas de mini tacón y se retiró, dejando a Saimarej confundida.
La fiesta acabó y cada uno fue a descansar, a tratar de no pensar en que ya en un par de días o semana se marchaba Nastya dejando un vacío en sus corazones.
_¿Qué pasa mi amor?_
Pregunto Loaiza a Germán que observaba en silencio.
_Joaquín, ¿crees que le guste Nastya o veo cosas que no son?_
Loaiza suspiró.
_No lo sé mi amor, solo espero que no le afecte mucho cuando se marche._
Germán sonrió y decidió no pensar más en eso, pensaba que tal vez solo era cariño de jóvenes, tal como Louis quería a Saimarej, protegiéndola en cada minuto y segundo.
Una semana después.
Todos reunidos en el aeropuerto, con nudos en la garganta, Nastya con su mejor sonrisa fingida, esa que fácil se notaba que solo era para cubrir el dolor que sentía de tener que separarse de quienes ama con locura, pero no se podía hacer nada, lo había prometido a su madre, solo deseaba que el tiempo pasará en un abrir y cerrar de ojos y que ese momento fuera donde la tuvieran recibiendo de regreso.
Julieta tenía sus gafas puestas, esas tapaban sus ojos aguados del sentimiento que sentía al ver a todos llorar por la ida de su hija, Jimena con su embarazo ya avanzado se acercó primero a ella, beso su frente y le dio un abrazo.
_Cuídate mucho y no olvides escribirme todos los días._
Nastya acarició su vientre.
_Tú tampoco lo olvides, estaré esperando muchas fotos de mis hermanos._
Jimena sonrió y se separó de ella, para así acercarse Henry.
_Princesa._
Hablo casi sin poder hacerlo.
_Papá, sabes que te amo y te voy a extrañar todos los días, te escribiré todos los días._
Henry sonrió y la abrazo, llorando como un niño, no le gustaba tenerla lejos, así se fueron acercándose, Aura, Louis, Loaiza y Germán, deseando que regresara pronto para seguir teniendo las mejores fiestas donde ella era siempre el centro de atención, la que más gritaba, hacía berrinche y hostigaba a Joaquín.
_Regresa rápido, la fiesta de los gemelos no sería igual sin ti._
Le grito Germán.
_Que tratas de decir Germán, que soy un payaso._
Pregunto Nastya de brazos cruzados.
_Digamos que tú eres el dueño del circo y nosotros los payasos._
Hablo Germán como si lo pensará un poco , haciendo reír a todos.
_Ya vamos Nastya._
Interrumpió Julieta, Joaquín estaba en silencio con la maleta de Nastya, al escuchar a Julieta camino junto a ella hasta la entrada.
_Cuídate mucho._
Le dijo Joaquín viéndola a los ojos.
_¿Puedes prometer algo?_
Nastya tomo su mano y unió su dedo meñique al de él.
_¿Es una pregunta o una orden?_
Le dijo en vos baja y viéndola con sus ojos entrecerrados.
_Prométeme que no tendrás novia hasta que yo vuelva, no quiero que tengas novias malas._
Joaquín no esperaba escuchar esas palabras que lo sonrojaron.
_Lo prometo solo si tú también lo prometes._
Nastya sonrió y se acercó a su mejilla dejando un beso.
_Te extrañaré todos los días, cada minuto, cada segundo, Joaquín._
Le hablaba Nastya mientras caminaba de espalda a la entrada donde ya no lo vería más, Joaquín solo formó un corazón con sus dedos hasta no verla más.
El regreso a casa fue en total silencio, Aura debía ir a casa de su abuela a esperar a su madre, ya que no podía vivir más sola, aunque no le gustará la idea de ir a vivir con personas ricas, no tenía opción, hasta cumplir su mayoría de edad.
Horas después
Louis se encontraba jugando con su amigo, tratando de animarlo para que ya no pensará tanto en Nastya, pero eso era imposible, hasta que le llegó un mensaje que no le gustó para nada.
📩 Hijo, estoy en la ciudad, xxx, esa es mi dirección para que vengas a conocer a tu hermano.
_¿Qué pasa? No tienes buena cara._
Pregunto Joaquín al verlo con el ceño fruncido.
_Mi Padre regresó o al país y ya quiere verme o más bien presentarme a su amado hijo._
Louis dijo esas palabras sin ganas, Joaquín se sorprendió y rápido se acercó.
_¿Pero no te alegra?_
Louis negó, de él no recibía nada bueno.
_Bueno, ve y dile a Loaiza y luego vas._
_Está bien, nos vemos luego._
Louis salió y fue donde se encontraba su madre junto a su hermana Saimarej, ambas riendo de una serie muy divertida.
_Quiero reír también._
Hablo cerca del oído de ambas.
_¡Hermano!_
Saimarej salto a sus brazos.
_La niña viendo esas cosas que no debe._
_No seas anticuado mi vida, ven y siéntate con nosotras._
Le hablo Loaiza riendo.
_Vine a decirte algo mama._
Louis se acercó a ella.
_Llego Lester y me mandó a llamar._
Germán que entraba escucho y Loaiza se puso rígida.
_Quieres que te acompañe._
Hablo Germán después de unos segundos de silencio, tratando de cambiar el ambiente.
_No te preocupes, seguro trae a su hijo y lo quiere presentar._
Respondió Louis sin interés.
_De todas maneras te llevo, así tu madre está más tranquila._
Louis asintió a la propuesta de Germán.
_¿Yo puedo ir hermano?_
Louis se acercó a Saimarej.
_No, no es un lugar para una princesa._
Louis besó su cabeza y salió seguido de Germán, que le dio un beso a Loaiza en los labios antes de salir a Saimarej en la coronilla de la cabeza.
Aura llegó a una gran mansión, no podía creer que viviría en ese lugar, llegó a pensar que su madre se había casado con un mafioso, al entrar guiada por una chica, vio a su madre sentada sin expresión de alegría junto a un hombre que si mostraba una sonrisa.
_Bienvenida, hija._
Hablo el hombre con vos firme, cuando Aura pensó hablar, una señora interrumpió.
_Disculpe señor, el joven ya llegó._
_Hazlo pasar._
Respondió con mucha alegría, la cara de sorpresa al entrar fue mucha para todos.
_Hijo mío._
Abrazo Lester a Louis con mucha alegría.
_Padre, como ha estado._
_Deja de hablarme formal, qué grande estás._
_¿Louis?_
Le hablo Aura sorprendida.
_¿Aura?_
Louis se acercó y la abrazo.
_¿Se conocen hijo?_
Pregunto al ver tanta confianza.
_Si papá, estudiamos juntos._
Respondió Louis feliz.
_Qué bueno hijo, ella es mi hijastra, hija de mi esposa._
La mujer saludó con una sonrisa hipócrita a Louis.
_Y él es mi hijo, Levis._
El chico solo levantó las cejas, Louis hizo lo mismo.
_¿Qué pasa acaso no llevan la misma sangre?_
Reprochó Lester molesto.
_No toda, padre._
Respondió arrogante Levis.
_Padre, solo vine a saludar, ya tenía planes con mi familia, mi padrastro espera afuera._
Lester levantó una ceja, eso le había molesto mucho, pensó que se alegraría tanto que pediría quedarse.
_ Tenemos tiempo sin vernos, ¿acaso no soy importante.?
_Lo es, para eso tenemos mucho tiempo, tengo entendido que se queda definitivamente._
Lester bajo la guardia, aunque seguía molesto, Levis no dejaba de ver a Aura, buscando las maneras para molestarla, al ver que salió acompañar a Louis decidió seguirlos
Qué sorpresa tan grande._
Mencionó Aura emocionada.
_Sin duda, Espero que mi padre no te moleste._
_Tranquilo, no me dejaré._
Sonrió Aura.
_Miren los tortolitos._
Aura y Louis no prestaron atención a sus palabras, solo siguieron su camino siendo seguidos por levis.
_No crean que recibirán mucho de mi padre, no solo unos recogidos._
Dijo Levis con arrogancia y burla.
_Mejor ve con Germán rápido, yo voy a mi habitación, creo que un mosquito nos quiere picar._
Aura hablo con expresión preocupada, casi empujando a Louis, no permitiría que Levis la molestara cuantas veces quisiera.
Lester Pinto era un actor de películas y novelas, empresario, padre de Levis y Louis de la misma edad, sin mencionar los supuestos hijos que le han salido, pero él no los reconoció.
Manipulador, egoísta y envidioso, exesposo de Loaiza y el peor enemigo de Henry Styles.
Cuatro meses después
Colegio, juego de tenis y el internet, eran los lugares favoritos de los chicos, nuevas experiencias, nueva familia, seguir sintiendo la ausencia de esa vos que era inigualable, quien sacaba las mejores sonrisas.
Despertar por sus gritos y risas, lo soñaba Joaquín a diario, tener que verla y escucharla solo por una pantalla, no era suficiente para él, aunque no tenía de otra, estaba en una edad donde no podía cometer locuras.
📲_ No seas así, Quin, mándame un beso._
Joaquín volteaba la pantalla al sentir su cara sonrojada por las palabras de Nastya.
📲_ Si te escuchan hablar así, lo malinterpretan._
📲_ Los hermanos se demuestran cariño también._
Hablo con una sonrisa.
📲_ No Somos._
_Joaquín, ya vienen, llama a Nastya._
Grito Henry interrumpiendo lo que estaba por decir Joaquín.
_¿Quién viene?_
Pregunto Joaquín confundido, aunque abrió los ojos al ver a su madre caminar con dolor y las piernas abiertas.
📲_¿Mis hermanos?_
Joaquín solo asintió de los nervios que tenía al ver a su madre sufrir.
📲_ Oye, ve y ayuda y no olvides grabar cada momento._
Nastya tranco la videollamada, emocionada, se puso a llorar, deseando tanto estar junto a todos ellos celebrando la llegada de los niños.
Tal como ella lo pidió, todos grababan en vivo el momento más esperado de todos, como la gran familia que eran, reunidos para la esperada de los gemelos.
Fueron eternas las horas donde cada uno pasó a ver a los nuevos integrantes de la familia, ya para después darle espacio a sus padres, Henry sonreía al verlos, tan pequeños, pero tan parecidos a él.
_Jime, gracias de verdad por todo lo que me has brindado, por todo lo que me has dado, eres fabulosa, no sabes cuanto te amo._
Henry habló con lágrimas en los ojos.
_Gracias a ti, por cuidarnos siempre mi amor._
Henry besó sus labios y su frente, lo mismo con sus dos pequeños.
Louis descansaba un poco de un día muy feliz y cansado al mismo tiempo, ver feliz a su amigo, también lo hacía feliz a él, al salir a la sala, veía como su hermana subía muy contenta a su habitación.
_¿A dónde va Sai?_
_Quiere salir con una amiga y está feliz por qué Germán le comprará un teléfono, cariño._
Loaiza habló con la mirada en su computador.
_¿Por qué? ¿Para qué necesita un teléfono si tiene su laptop para hacer sus tareas? Solo tiene 12 años, mama,aún no está en edad para eso, sabes las cosas que pasan hoy en día por el mal manejo de esos aparatos._
Hablo en tono molesto y preocupado a la vez.
_Cariño._
Trato de hablar Loaiza.
_¿No creen que la volverán muy caprichosa? Todo tiene su tiempo y edad, mamá._
Louis habló molesto, sin darse cuenta de que ya Saimarej lo estaba escuchando.
_Eres malo Louis, tú tienes teléfono desde niño, ¿por qué tú si puedes? Por qué no quieres que me regalen cosas a mí, No te quiero como hermano._
Grito Saimarej corriendo a su habitación, Loaiza no sabía qué hacer, si ir por Saimarej o consolar a Louis.
_Cariño, lo siento._
Se acercó a Louis.
_No te preocupes mamá, tal vez tenga razón, iré a ver a mi padre, vuelvo más tarde._
Hablo Louis dejando a Loaiza triste, Louis salió y no para donde le dijo a su madre, necesitaba a su amigo en esos momentos, sentía ganas de llorar de culpa, tal vez juzgaba mal a Saimarej, no podía ser igual a él.
_No era mejor decirle el porqué no quieres que tenga teléfono, tu miedo de que le digan cosas sobre tu familia y no lo quiera, no todos son tan maduros como nosotros._
Bromeó Joaquín para hacerlo sentir bien.
_Tienes razón, mejor la dejo ser ella, que pida lo que quiera._
Louis le agradeció a Joaquín por dejar de estar con sus hermanitos y escucharlo un rato, saco su teléfono y envío a su madre un mensaje que se quedaría con su padre esa noche.
_Sai._
Loaiza llamó a la puerta de la chica, ella abrió con la cabeza agachada.
_¿Quieres hablar un momento cariño?_
Saimarej asintió.
_Mamá, no quise decir esas cosas, es qué._
Loaiza le tomo las manos.
_Mi niña, no lo culpes, yo me separé de su padre cuando solo era un niño y por esa razón tuvo teléfono, su papá lo llamaba seguido y yo no quería tener comunicación con él, lo enfermo mentalmente, metiéndole cosas en la cabeza sobre mí que eran mentiras, eso provoco que él tuviera una mala actitud hacia mí, hasta que vio como su papá casi me mata, su miedo es que salgas lastimada, que te metan cosas en la cabeza que no son, él te quiere mucho._
Saimarej se sintió mal al escuchar eso, ahora no sabía cómo hablar con él.
_Voy a hablar con él, mamá._
Se levantó Saimarej de la cama.
_Él no está cariño, viene mañana, descansa y mañana hablas con él._
La chica asintió con un puchero, esperar al día siguiente era mucho, pero igual debía esperar, Loaiza le dio un beso en la frente y salió a su habitación, donde Germán la esperaba.
_¿Qué trae mi esposa? Por qué tan callada._
Hablo Germán mientras se quitaba la ropa de trabajo.
_Louis y Saimarej discutieron, no dormirá esta noche aquí, ese chico no quiere que le compres un teléfono a Sai._
Hablo muy cabizbaja Loaiza, Germán termino de quitar su ropa y se acercó.
_Mi amor, yo pienso lo mismo, pero siento miedo en negarme, que piense que no le queremos dar nada por no llevar nuestra sangre._
Loaiza suspiró, aunque sonaba fácil, no lo era, tomar decisiones que, aunque dolieran, eran la mejor forma de cuidar a quien amas.
_Por qué no me ayudas a limpiar mi cuerpo y así dejas de pensar._
Hablo coqueto, Loaiza formó una sonrisa de sorpresa, su esposo seguía siendo atrevido.
Louis llegó y su padre no estaba, eso le agradaba, tener a Aura para hablar y no pensar tanto en que hacer para no lastimar a Saimarej, pero también para protegerla, era bueno.
_Que bueno que viniste, estaba aburrida._
_Busca un novio, así no te aburres._
Bromeó Louis con Aura.
_¿Oye, solo tengo 15 años y por qué no me cuentas que tienes?_
_Estoy._
Louis no terminó de hablar cuando alguien interrumpió.
_Hola, hermanos, oh, me equivoqué, solo es hermano._
Interrumpió Levis a Louis, ambos solo voltearon los ojos, sin decir una palabra, solo escuchando como el chico les decía que solo él, era el heredero de su padre, quien si era como él, solo él vivía feliz en esa burbuja que explotaría tarde o temprano y donde solo él, sufriría las consecuencias.
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