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El Héroe Sin Destino.

Capítulo 1 Escape.

POV Creim Belet. (Líder del pueblo.)

—¡Esa es la verdad, te lo juro…! Hip...

—¡No seas tonto, Creim estás borracho hasta los pies! Ja, ja —El cantinero que había escuchado mi historia ya un montón de veces, se rió una vez más de mis palabras. —¡La Leyenda Del Cuarto Mundo ya se ha cumplido! Bueno... Aún no, pero el héroe ya apareció.

Sin poder soportar más lo que decía, tomé el cuello de su camisa amarillenta y lo sacudí para ver si las ideas se le aclaraban.

—¡Imposible, deja de escupir tonterías cabrón!

—Ese cantinero dice la verdad. —Mientras discutíamos, un viejo que por su vestimenta seguro acababa de llegar al pueblo, interrumpió.

A estos tipos les gusta meterse en la plática de los demás...

—La leyenda es el rumor que la Diosa de la Tierra esparció por los oídos de los seres vivos en los últimos años. 

—¡¿Ah?! ¿Qué dices viejo? 

—¡Somos de la misma edad idiota! —Aclarándose la garganta y retomando la postura seria, el monje anciano volvió a levantar la voz.

—¡De todos modos! Debido a que la bestia del odio, ha comenzado a ganar cada vez más poder últimamente, la única opción que tenía la Diosa para calmar los corazones de todos y de no darle más poder a la bestia era con el susurro.

Ahí va otra vez, estos tipos siempre hacen lo mismo, se meten en la plática y cuando no saben que decir argumentan con esa estúpida historia pasada de boca en boca.

—"CUANDO LLEGUE EL MOMENTO EL HÉROE CON LA MAGIA DE CORAZÓN APARECERÁ Y JUNTO CON AQUELLOS DESTINADOS A VIAJAR CON ÉL DERROTARÁ A LA BESTIA DEL ODIO SALVANDO ASÍ EL CUARTO MUNDO."

Así es, ya he escuchado esa farsa millones de veces...

—Eso fue lo que dio paz a los corazones de todos, aunque el rumor no tuviera fundamentos, aunque no lo hubiera dicho alguien imponente o alguien visible, yo que estuve en las iglesias lo confirme, las esperanzas de todos en vez de morir por la fiereza de la bestia lograron hacerse más fuertes y sobrevivir.

Entonces la razón por la que peleaba a las tres de la mañana en una cantina como siempre, volvió a salir de otra boca...

—No, el héroe aún no a apareci... —Con los párpados desnivelados por el sueño y mi cuerpo cansado, mis huesos viejos ya no eran los mismos que cuando tenía veinte y estos idiotas solo hacían sentirme peor.

Sin siquiera terminar de responderle al tipo raro me recargue en la barra.

—¡Ah! Eso sí que no Creim, ¡ya te dije que no te dejaría dormir de nuevo aquí!

Con unas pisadas que me decían que ya estaba cansado de mi, fui llevado a jalones directo a la nieve de la calle.

—¡Ack! ¡Desgraciado te aprovechas de que eres la única cantina en el pueblo! ¡Si no ya te hubiera cerrado! 

—Sí, sí, ¡lo que digas Creim! ¡La cuenta la pagas mañana!

—Fu... Hug... Qué frío... —Sacudiendo la nieve de mi cara me puse en camino con mis piernas temblorosas—. A esta hora es muy peligroso estar fuera con este frío y ese malnacido me saca así como así...

Renegando un poco sobre todo seguí mi camino, así es la vida... En un momento estás caliente tomando con un viejo amigo, y al otro te traiciona y te lanza al frío de cara contra un montón de nieve, eso es normal, no hay nada de raro, el cambio es brusco, pero es aceptable, algo que puede ocurrir... Aún asi... Por muy grandes que sean los giros de la vida...

—¿Cómo llegamos a esto? —Susurre para mí al ver el color amarillo y rojo de las llamas sobre mi propia mansión.

Mientras veía hipnotizado el fuego, unos pequeños ruidos de chapoteo me regresaron a mis cabales.

—¡¿Qué mierdas están haciendo?! —Corrí hacia uno de los estúpidos magos que no tenía idea de quién era y le di un jalón de hombros tan fuerte que lo tumbe al piso—. ¿No ven que su magia no es suficiente? ¡Vallan por agua al pozo!

—Ah- ¡sí señor!

El montón de estúpidos magos dejaron de utilizar su pobre magia de agua y corrieron conmigo detrás para tratar el incendio de mi maldita mansión.

¿Quién?

Esa pregunta me llegó a la cabeza.

Acaso algún mercader de los que me he aprovechado... ¿O es que alguien me quiere muerto?

Una tos por el hollín en el aire corto mis pensamientos de raíz y me detuve junto al montón de tontos de nuevo para descansar.

—Kuf- Que... ¿Por qué demonios no avanzan?

—S-señor, el pozo está bloqueado... Con magia... De barreras...

Entonces, al escucharlo ya tenía la respuesta a mi pregunta.

Me he descuidado.

Una increíble sensación de incomodidad me erizo los bellos y me deshice de la tos para poder gritarle a todos los imbéciles.

—¡¡¡Escuchen!!! —Con el grito que lance, todos, magos y combatientes voltearon a verme—. ¡Todos los combatientes aquí vayan a las celdas! ¡Y todos los magos por el amor de Dios usen su maldita magia y el agua del pozo para apagar el incendio!

Al momento siguiente corrí a toda velocidad tratando de mantener la calma mientras intentaba engañarme sobre lo que ya sabía que había pasado.

Espero que no sea demasiado tarde... No puedo perder todo ese oro así como así...

Mis fuerzas comenzaron a ceder ante mis ojos y mis ojos ante la maldita cadena rota de la puerta que lo resguardaba.

—No puede ser... —Con cada paso en el calabozo, mi corazón y mis ojos temblaban al ver los cuerpos inconscientes de los guardias de menor rango que había dejado atrás esta vez.

Entonces con una cara de incomodidad y preocupación uno de los combatientes que había llegado primero me planto cara.

—Señor, todas las celdas con los presos están bien —dijo con una voz impropia de un soldado.

Entonces una calma increíble se dibujó en mi rostro y mi equilibrio me hizo descansar sobre la pared del pasillo.

—Aah... —me salió un suspiro natural de la garganta sin esfuerzo—. Esa es la mejor noticia que he podido obtener en todo el día.

Mi mareo pasó y al fin pude verle la cara al capitán que próximamente obtendría un aumento de salario de mi parte, o... Eso creí que debería hacer.

Una mueca increíblemente perturbada se mostraba en su cara.

—Todos menos él.

¿Eh?

—Lo único que encontramos fue ésto —dijo el soldado extendiendo un pedazo de papel añejo.

—Que...

—Al parecer ha dejado una carta...

—Carta... ¡Dame eso! —De un tirón me puse a leerla.

...****************...

PARA EL JEFE DE ALDEA.

DESPUÉS DE TODO, PARECE QUE NO QUIERO SER EL HÉROE.

                                                                                  EYPRIL.

PD: EL FUEGO FALSO QUE QUERIA PRENDER SE SALIO DE CONTROL, ENTONCES... CREO QUE LO SIENTO.

...****************...

—Capitán reúna a todos los combatientes disponibles ahora mismo y búsquenlo...

—Señor... Pero el fuego... ¡Y hoy hay una tormenta de nieve seguro!

Mirando directamente a los ojos al inútil frente a mí le dije todo lo que quería saber.

—Me importa una mierda la casa... Ya está echas cenizas... Pero él.... En cada casa, en cada establecimiento, a los alrededores... No importa si la gangrena les jode los dedos de los pies... ¡No descansen hasta traerme a ese bastardo!

—¡¡¡Si!!!

Un rotunda respuesta resonó en lo más profundo del calabozo.

......................

POV Eypril Eros.  (?????)

Corriendo colina arriba con todo lo que daban mis piernas, el aire de la noche helada me cortaba la garganta.

Mi respiración estaba entrecortada por la agitación de todo mi cuerpo y mis ojos no podían dejar de mirar repetidamente hacia mi espalda.

En cualquier momento pueden llegar... Tengo que correr lo más rápido posible...

Lo estuve esperando mucho tiempo... Una ventisca de esta magnitud... Solo yo podría sobrevivir dentro de ella.

Solo un poco más y...

Terminando de subir la colina un escalofrío me recorrió la espalda.

—Aún puedo escuchar su grito desde acá... Mejor me doy prisa y por si acaso piensan en alcanzarme...

—Shiuu...

La creatura a mi lado que parecía un enjambre de mosquitos sabía lo que yo quería hacer.

—Centir, ayúdame... —Con un gesto de mi cabeza y volteándome hacia donde estaba el pueblo donde practique magia por unos años, levanté uno de mis brazos.

Sin más, una clase de pared traslúcida comenzó a salir de la tierra frente a mí haciendo que se formaran varias barreras mágicas una tras otra.

Eran simples barreras de mi magia que impedían el paso de la materia física a través de ellas, a los tipos con los que entrenaba, romper una de mis barreras les tomaba un gran esfuerzo.

—Con esta ventisca endemoniada deberían bastar cinco barreras de estas...

No, ¿en verdad bastará solo con eso?, están los aprendices de reforzamiento corporal, si ellos vinieran, fácilmente saltarían estás barreras de cuatro metros...  Pero tampoco puedo hacerlas demasiado grandes o delataría mi paradero al instante.

Bueno, supongo que tan altas como los pinos estarían bien.

Con la ayuda de Centir abrí mis brazos como si fuera abrazar a alguien y la barrera se alargó lo suficiente como para abarcar la mitad del pueblo.

Con ésta anchura, sería suficiente para que caminarán por un día... Aunque son bastante delgadas para poder mantenerlas activas, al menos los retrasare.

Modificando la barrera con unos pocos movimientos de mis dedos una pequeña puerta se abrió ante mi.

—¡Listo!, ahora sí.

Dejando atrás mis cinco barreras anaranjadas que mantendría activas, seguí el camino hacia mi primera gran ciudad.

Mirando con detenimiento, el bosque era tenebroso, todo era blanco por la nieve, oscuro por la noche y quién sabe si podría llegar a toparme con monstruos, pero todo eso era mucho mejor a seguir encerrado en ese lugar.

—Esta es la primera vez que estoy completamente solo... —La saliva paso por mi garganta que, aunque no estaba reseca, era claramente un signo de impotencia para mí—. Es hora...

Es hora de dar el paso, es hora de escapar de este lugar... Y aun así... ¿Qué es lo que me detiene?, ¿qué es esta fuerza que no me deja caminar?, que es e...

—Shiu~ [No estás solo]

Entonces un pequeño ruido familiar me trajo de vuelta de mi cabeza, la pequeña cinta de luz traslúcida en forma de "~" que hizo el sonido (mi amigo) revoloteó un poco frente a mis ojos.

—Shiu... Shiu...]

—¿Centir?, ¿Qué te...? —Confundido por su comportamiento agitado, parecía querer señalarme algo sobre mi cara.— Sangre... Mi sangre...

La sangre que llevo en este cuerpo no me deja avanzar...

—Entonces es eso... —Mi mano se volvió a cerrar, pero esta vez en vez de apretarla con desesperación, lo hacía con decisión—. Centir, cambio de planes, haré lo que llevo aplazando por años...

Iré a ver a mis padres.

Capítulo 2 Oscuridad y fuego.

En el capítulo anterior pude al fin, escapar de ese maldito lugar.

[En algún lugar del bosque del sur]

POV Eypril Eros. (Candidato a Héroe elegido por el mundo)

Definitivamente este mundo es un lugar solo para los fuertes.

El bosque en la noche es tenebroso, no podría haber peor momento como la noche para viajar, si no tienes cuidado de caminar solo por dónde hay árboles jóvenes que aún no son monstruos o (Treants) podrías pasarla horrible.

Las copas de los árboles tapan la poca luz de luna y con una ventisca la visibilidad es nula.

Solo con una pequeña magia de luz encerrada dentro de la palma de mi mano, es la cantidad límite para usar, debes guiarte solo con los pocos rayos de luz que se escapan de entre tus dedos.

La dificultad de esta acción solo demuestra lo increíble que es mi compañero.

Mis pasos por la nieve eran cuidadosos y tratando de hacer el menor ruido posible para no molestar a los malditos árboles dormidos fui guiado, no por la insípida luz que sale de entre mis dedos, si no por Centir. 

Aunque nadie lo conoce y aunque nadie lo vea, estoy seguro de que es real, después de todo sin su conocimiento estaría vagando hacia mi muerte de hielo.

Caminando entre lugares con piedras es inevitable tratar de sostenerse de un árbol para no caerte y sobre todo, cuando el hielo las hace parecer aceitadas de lo resbaladizas que están.

¡¡Shiu!! [Ese no.]

—Ah… Entiendo… —Susurré en respuesta a Centir.

Redirigiendo mi agarre hacia otro árbol diferente pude sostenerme de él y al fin pasar este pequeño tramo de escombro.

Centir no puede hablar, aunque yo vea sus movimientos, y el cree un tipo de sonido cuando mueve su cuerpo, ese pequeño “Shiu” no significa nada, solo mirando como se agita puedo suponer lo que dice.

Gracias a sus habilidades, puedo evitar tocar los árboles que ya son Treants y evitar despertarles, pero en caso de que alguno se despertase y me viera, claramente sería mi fin, lo he escuchado en los cuentos que venían de las rendijas sobre mi celda, aunque ese cuento lo escuché ya hace mucho tiempo, no pude dormir varios días por el miedo.

"Los Treants son una basura, en el día, si te ven, sus raíces se mueven con la intención de atraparte, no obstante son tan lentos que hasta un niño podría esquivarlos.

Sin embargo, de noche o en el bosque más profundo, la historia es diferente. Las raíces de los Treants más listos son mortales. Moviéndose como serpientes debajo de la tierra, ponen trampas y cuando una presa distraída camina frente a ellos; ese es su final, las raíces te atrapan una pierna, entonces un chillido desgarrador de oídos suena por todo el lugar indicándole a sus compañeros que una presa ha caído, si entras en pánico date por muerto. Luego la otra pierna también es sujetada con una fuerza descomunal, estando ya inmóvil debes tratar de cortar las raíces o quitarte lo que más haga bulto de tu ropa para tratar de quitar sus brazos de tu cuerpo y si lo logras pon atención al piso y camina rápidamente fuera de su alcance. Pero, si no has logrado sacarte sus brazos... Lo único que te espera es ver como las raíces de ellos caminan lentamente hacia ti para enrollarse en tu cuerpo y si no encajan sus raíces en tu estómago, prepárate para la muerte más desgraciada y sentir como tus extremidades son arrancadas una por una."

—Espero poder dormir bien hoy... —dije mientras miraba al piso y caminaba por donde Centir me indicaba.

Después de unas cuantas horas de caminata el humor de Centir parecía empezar a cambiar, ahora los árboles en el bosque eran menos y tenían mucha más distancia entre ellos que antes.

Pero aunque el peligro por ser descubierto por algún treant ahora fuese menor, un latido constante apretaba mi corazón sin parar.

Shiu... [Hemos llegado.]

Lo sabía aunque no me lo dijera, entre la nieve que ahora caía más lenta, la silueta de lo que parecía ser una cabaña se distinguía a lo lejos.

Esa es...

Entonces como si hubiera cambiado mi presente el paisaje frente a mi cambió.

Lo que ya casi había olvidado, lo que hace más de 10 años no veía.

La casa de mis padres, la casa en donde yo había nacido, mi casa estaba frente a mí en medio del bosque, justo como lo recordaba, hecha de madera, con un pequeño porche frente a ella, donde una mecedora, también de madera, nos cargaba a mi madre y a mí mientras mirábamos como mi padre cortaba los troncos para el fuego con una gran hacha.

Un sentimiento de dicha y felicidad me atravesó el cuerpo como una corriente de energia y al dar el siguiente paso, con el sonido de una rama rota, el aullido de un búho espantado me hizo volver del pasado.

La madera café de mi antigua casa era ahora carbón, las paredes estaban inclinadas en el desastre y no había señal alguna de la mecedora donde disfrutaba sentarme con mi mamá, todo estaba en ruinas...

Aunque yo no estaba seguro de como llegar a mi casa ni como encontrarla, lo único que hice fue darle una descripción a Centir de todo lo que sabía y desde ya hace años la había encontrado, no dude de Centir en ningún momento porque, aun con todo chamuscado, aun sin siquiera ser capaz de reconocer mi casa, dos lapidas forradas de nieve y hielo se alzaban frente a mí.

Dejando la mochila que llevaba a un lado, me senté de forma recta frente a ellos.

—Con que así fue como termino nuestra familia...

Talle un poco las piedras cuadradas con la manga de mi gabardina y al terminar, ambos nombres tallados eran apenas visibles, eran irreconocibles, lo único que podía verse era un apellido.

—"Eros..." Así que ese es mi apellido.

Sin saber que decir, las lágrimas comenzaron a brotar de mis ojos y mi nariz irritada por el frío se puso aún más roja.

Shiu...

Centir, acercándose a mí como si estuviera preocupado me pico un poco la mejilla tratando de animarme y aunque normalmente esto era suficiente, ahora era inevitable que mis lágrimas dejaran de caer.

Deshaciendome de muchas de las emociones guardadas dentro de mí estos diez años, comencé a hablar con ellos.

—Hola... Puede ser que ni siquiera me reconozcan, después de todo han pasado más de 10 años... Pero de todos modos quería verlos...

Hablándole a lapidas me presenté.

—Soy Eypril... Mamá, papá... —Sintiendo un nudo en el pecho y garganta no pude evitar apretar mis puños sobre mis piernas vacilantes.

Teniendo años deseando verlos de cualquier manera, justo ahora teniéndolos frente a mí las palabras que quería decirles no salieron.

—Mamá, papá, les presento a Centir —Con mi mano, quite los pocos restos de hielo grandes encima de mamá y acaricie la piedra como si fuera el cabello rubio hermoso de mi madre que aún recordaba, mientras con la otra mano hacía lo mismo con la de papá—. Él ha sido mi único amigo después de que nos separamos.

—Yo... Yo quería presentarlos y quería hablar con ustedes... —Gotas empezaron a chorrear por mi barbilla—. Yo quería que ustedes vieran todo lo que he aprendido y quería que vieran cuan fuerte me he vuelto...

Entonces, sin poder siquiera llorar con todas mis fuerzas, ni con todo el volumen de mi voz en medio del bosque, los abracé a ambos como si aun estuvieran aquí.

Shiuuu...

—Lo sabemos Eypril.

¿Eh?

Una fuerza que no me pertenecia me empujo hacia el frente y una agradable luz azul me envolvió en una forma nostálgica para mí.

¿Qué está pasando...?

Una fragancia que no recordaba...

¿Qué es esto...?

Una voz que había olvidado.

Sin comprender nada, mis sentidos hicieron el trabajo por mí.

Rodeandome con un cálido abrazo, algo me envolvía.

—M-Ma... Ma...

Sin saber cómo y aunque fuera alguna treta de alguna creatura, no me importo en lo absoluto, mis brazos se cerraron en su espalda y mi cara empapada se dejó caer en su pecho mientras me deshacía en llanto.

—Mamá, mamá, mamá, mamá... Te extrañé… Te he extrañado...

Revolviendo mi cara en el hombro de mi madre una y otra vez no lo podía creer. Teniendo miedo de abrir mis ojos y encontrarme con una mentira no podría soportarlo, queriendo que ese momento durase para siempre no podía cerrar mis ojos más fuerte mientras me aferraba a ella.

—Mira cuanto has crecido...

Escuche la bella voz de mi madre una vez más.

—Seguramente ahora eres igual de alto que yo.

Una mano me paso por el cabello y me acaricio suavemente.

—Ah, y ahora, tienes un hermoso pelo rosado... —mientras hablaba, sus dedos jugueteaban con mi cabello justo como recordaba de ella—. Yo también te he extrañado Epi.

¿Eh...? ¿Que es esto...? ¿Que es esto...? ¿Qué demonios es esto...?

Sin poder mantener mis ojos cerrados más tiempo, la incertidumbre me ganó y mis dudas se fueron por completo.

Solo hay una persona que me ha llamado Epi en todo el mundo.

Tomando al ser de los hombros lentamente lo alejé de mí mientras lo miraba.

Aunque el cuerpo sin duda alguna se sentía, olía y sonaba como recordaba a mamá, lo que tenía en frente era una llama azul flotando sin forma humana a mi vista.

—¿Mamá? —Las palabras apenas me salieron.

Cuando la llamé mamá sentí su sonrisa, sin poder verla, sabía que ella me estaba sonriendo.

—Sí.

—E-¿eh? —La increíble llama comenzó a tomar forma.

Desde la mano que tenía presionada contra mi mejilla, hasta las hermosas puntas de su cabellera rubia.

Finalmente, su expresión facial y sonrisa surgieron, y gradualmente, su tono de piel y la pigmentación de su cuerpo, originalmente azul como la llama, se transformaron hasta alcanzar el tono puro y blanco de su hermosa piel.

La llama no me quemaba, por el contrario, si no fuera por esa calidez, nunca podría haber recordado su suave temperamento.

—Ma... —Justo cuando iba a comenzar a hablar, ella me interrumpió.

—Epi... ¿Por qué estás aquí?

—¿Eh?...

—Creo recordar claramente lo que te dijimos aquel día.

—Lo que me dijeron... lo… lo... —Mi cabeza se nubló, y mis pensamientos comenzaron a moverse—. Lo que ustedes...

Imágenes comenzaron a correr por toda mi cabeza y el fuego empezó a consumirlo todo.

Mi habitación quemada, los muebles quemados, las paredes en llamas, unas llamas blancas consumiéndolo todo y llamas negras...

Blanco y negro.

Al recordarlas y verlas sentí como si mi cuerpo se partiera en dos.

—¡Aaagg! —Mis ojos me devolvieron al presente y un cálido confort me dejo entre sus brazos.

—Epi... No hace falta que veas eso, pero si no recuerdas, para eso estoy aquí, para decirte las palabras de papá y mamá.

Mamá me sostuvo la cabeza y me miro a los ojos.

Las llamas del cabello de mamá comenzaron a desvanecerse.

—M-

—Eypril... —El calor de sus manos comenzó a desaparecer—. Encuéntrala —La forma de mamá empezó a reducirse— Tu felicidad —Una esfera de fuego (mi madre) había comenzado a desaparecer.

—Te amamos Eypril; siempre te amaremos.

—¡Mamá!

—Y también gracias... Centir... Te encargamos a Eypril. —El fuego azul comenzó a hundirse en la tierra.

—Ah- ¡Mamá! —Tratando de alcanzarla, mi mano se hundió en la nieve. Ella ya había desaparecido.

Tan fugaz como había aparecido se había ido, tal milagro...

Entonces una pequeña chispa de fuego azul de repente salto de la tierra y su forma cambió a un pequeño enjambre de mosquitos o un listón transparente, Centir.

En el instante en que ya no había fuego, Centir como si estuviera agotado, floto a un bolsillo de mi mochila de provisiones.

Sin saber que decir, mi boca se selló para dejar descansar a mi amigo.

¿Acaso Centir hizo todo esto?

Zhiu~...

—... Ah-.

Entonces volví a mirar de nuevo la tumba de mamá y recordé claramente las palabras de ellos aquel día y de ahora.

En este mismo instante y con la compañía de mi mejor amigo, estoy decidido.

—Mi objetivo se ha decidido... Padre... Madre... ¡Yo la encontraré! ¡Encontraré mi felicidad!

Después de hacer una oración a la diosa Gaia y limpiar un poco las tumbas de ambos, me despedí de mis padres y volví a mi camino comenzando con el pie derecho, ahora ese sentimiento de freno que sentía al salir del pueblo frío había desaparecido.

...****************...

POV Eypril Eros. (?????????????????????????????????????????????)

—En aquel entonces ese primer paso solitario fue el comienzo para mí, el comienzo de mi vida.

Mirando de cerca a los tres seguí hablando.

—Sin saber nada de lo que se avecinaba y siendo ignorante del mundo frente a mis ojos llenos de posibilidades, fue ridículo, demasiado cómico, pensar que podría vivir de manera feliz sin ningún problema…

Ahora que lo pienso, El Cuarto Mundo y la diosa Gaia debieron reírse de mí.

Levantando la mirada hacia los ojos del chico trate de buscar dudas en su mirada pero al instante me di cuenta que era inútil buscar fuego bajo el agua.

Esa mirada se parece a la mía cuando hablé con mis padres en aquel entonces… No… Es imposible compararme con otro ser humano, todos somos diferentes.

—Entonces no desistiras verdad…

Le pregunté por última vez solo por si alguna duda llegase a asomarse de su perfecta mirada segura, pero solo me sonrió.

—Bien, sin embargo, esta historia es larga, y comienza con el yo que empezó con el viaje para cumplir el sueño de sus padres y el sueño de sí mismo, no con el yo que les está hablando ahora.

Mire a mi viejo pequeño amigo, mi nuevo amigo y mi próximo favorecido mientras acariciaba mi barba larga entre los dedos de mis manos viejas.

—Mmm, veamos, para responder a la pregunta que me haces, creo que una de las cualidades u objetivo a poseer sería sin duda la selección susurrante de la Diosa, La Leyenda, en mi opinión, esa es una de las cosas que debes de obtener para convertirte en Héroe como yo…

Capítulo 3 Revolcarse en la nieve

En el capítulo anterior me reencontré con mi familia.

[¡Nueva imagen! Hago lo que puedo con mis habilidades y las de la IA]

[En algún lugar del bosque del sur]

Pov Eypril Eros (Candidato a héroe elegido por el Mundo)

¿El sonido de la nieve aplastada por mis botas y el viento que soplaba en el bosque estaban haciendo que la ventisca se sintiera más fría de lo normal? o ¿era mi imaginación?

—Uwaaa... ¡QUE FRÍO! —Protegiendome del viento con ambos brazos, mire a mi amigo—. Oye, ¿seguro que vamos por el camino correcto?

Centir que parecía muy distraído con el bosque, retomó la compostura y creando un sonido parecido al de una espada que cortaba el aire acompañado por una fina cinta formada por imperceptibles hilos de luz, (su cuerpo), paso cerca de mi oído derecho.

—Normalmente... Esto lo miro de manera más increíble, pero con todo este ambiente de bosque pareces un enjambre de mosquitos...

¡¡Shiuuuuu!! [¿Que dices idiota?]

—¡Aaah, ya perdón, perdón!

Centir empezó a revolotear sobre mi cabeza haciendo su sonido increíblemente molesto.

— ¡Solo era una broma!

¡Shiuuuuuuuuu! ¡Shiu! [¡Si no fuera por mi estarías más que muerto entre las raíces de un treant![¡Hump!]

...----------------...

 [[[En realidad todos los diálogos de Centir están en la imaginación de Eypril]]]

...----------------...

Chistando la lengua le contesté a sus quejas infundadas.

—¡Para creerte la energía más importante del mundo te comportas como un niño! —le dije mientras destapaba mis oidos.

Entonces esperando su respuesta me detuve.

—¿Centir?

No contesto.

—Oye, deja de bromear, ¿dónde estás?

No dijo nada.

—Ahh, está bien, dejaré de bromear, pero ten por seguro que el viaje será más aburrido sin hablar.

Ese maldito se hizo indetectable para no responderme de nuevo...

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[En alguna parte del bosque del sur]

Pov Antell Trynk (El incorregible peleador)

En estos días de tormenta de nieve el bosque es un cementerio helado.

Las criaturas que no encuentran refugio en sus madrigueras o aquellos que no la tienen, terminan enterrados bajo el hielo.

Caminando por el bosque se pueden ver pequeñas protuberancias de nieve, sin duda puedes pensar que cada una de ellas es una bonita tumba de la madre naturaleza para sus víctimas.

Por eso, es importante seguir el camino de ruta comercial que une a los pueblos o podrías quedar atorado en un hoyo con todo y carretón a esperar ser comido por alguna creatura...

—¿Por qué tuve que venir aún estando retirado?

Sintiendo fría la nariz de tan asquerosa tormenta, lamente mi conexión con el gremio.

—Porque somos los únicos capaces de aniquilar a esos desgraciados.

La chica con boca sucia de pueblerino que me contestó era nada más que mi hermosa esposa...

—No veo rastro de ellos... ¿Por qué no volvemos a reagruparnos? —Pateé el bulto de nieve frente a mi dejado al descubierto el cadáver de un pequeño roedor tieso.

—No seas idiota, no estoy dispuesta a dejar que esos malnacidos sigan libres, y seguro que vuelven para cazarnos con más si llegamos a retroceder de esta persecución —Caminando hacia mi derecha volteó para mirarme a la cara.— Tu sabes cómo son los lobos.

—Lo entiendo, ¡lo entiendo! —me queje como si mi madre me estuviera regañando.

—Además, sabes que podremos aligerar un poco la carga de ella.

—¡Ja! —Me reí ante su pobre intento de convencerme para seguir.— ¿Tú crees que podremos aligerar la carga de Felicia cazando unos perros de monte?

—Antell, tú sabes que hasta el mínimo esfuerzo en la decisión correcta puede cambiar algo en el futuro, ¿verdad?

—Ah... ¿Viniste para recordar viejos tiempos? Y yo que pensé que mi esposa era una santa... Resultó ser todo lo contrario...

Tratando de abrazarla, me apartó.

—Y yo pensé que aún tenías buena vista, pero ahora veo que no.

Siguiendo su dedo con la mirada, lo que había frente a mi era la huella de un lobo del tamaño de mi cara.

—Como demonios se me escapó...

—Tantos golpes te han dejado estupido.

—Eso es seguro, pero no pregunte eso...

—Démonos prisa, no deben estar muy lejos...

Siguiendo la larga cabellera negra y lacia de mi esposa me adentré en el bosque aún más.

¿Pero por qué no he aprendido de mis errores?

Desde el momento que la conocí, seguir su cabellera embriagante nunca ha sido una buena decisión...

Pov Eypril Eros (Candidato a héroe elegido por el Mundo)

Después de un rato caminando en la dirección que me había señalado Centir antes de desviarnos a mi antigua casa, seguí hacia adelante por el camino rodeado de pinos altos donde empezaba a vislumbrarse la luz del sol.

Con cada paso en el piso frío y con el aire helado recorriendo mis mejillas, lo único que podía desear en ese momento era algo más cálido, haciéndome recordar lo que ahora parece mi cómoda habitación "celda" en el pueblo frío.

Sé que mi decisión repentina puede causarle contratiempos a ese viejo, pero... Si seguía estando en ese lugar mi destino era uno... Un destino desagradable.

Y un destino un poco imposible...

—Héroe... Bueno... Para empezar, ¿qué se supone que es un héroe? ¿Ah?, ¿Tú lo sabes? —le pregunté a Centir aún sabiendo ya la respuesta que me daría, (la misma de siempre).

[Shiu~ shiu~ shiu~ shiuuu~ shiuuuu~ shiu~.]

Si, la misma respuesta, algo completamente incomprensible.

Sin embargo, si me preguntaran por qué hago esta pregunta a alguien que ya sé lo que va a decir es obviamente solo por una razón.

¿¡Acaso ese sonido no es lindo!?

[Shiuu~ Shiuuushiu~]

¡Y no solo eso! Pareciera que cada vez que lo oigo, el estrés se va de mi cuerpo, estoy seguro que por mi amigo podría jugarme la vida en el bosque más peligroso en la zona más peligrosa, del mundo más salvaje de todos, lleno de monstruos, Yokais o cualquier otra cosa, así de fuerte es mi relación con él.

Shi-.

Entonces, interrumpiendo lo que fuese que estuviera diciendo y como si hubiera leído mis pensamientos, Centir comenzó a moverse de manera irregular frente a mí para llamar mi atención, "Peligro" eso era claramente lo que me quería decir.

¡Shiuuuuu! [¡PELIGRO!]

Por lo inquieto que estaba vi claramente que no era algo pequeño y este bosque ya había sido transitado por los demás chicos en el pueblo, quienes seguido llegaban con mordidas y arañazos de garras por todo el cuerpo.

—Bueno, tranquilo Centir, si son solo lobos no podrán hacerme nada.

Como si me hubieran escuchado decir eso, un aullido perturbadoramente fuerte recorrió todo el bosque.

—Pero que... ¡Oye!, ¡¿por qué no te diste cuenta antes?! ¡Eso se escuchó como demasiado cerca!

Mirando a mi alrededor y entre los árboles me puse en posición.

—¡Prepárate, me pondré en forma para...!

Sin previo aviso, los sonidos de las pisadas de los lobos comenzaron a resonar en la nieve del suelo, desplazándose entre los árboles y los treants en un intento de despistar mi atención.

Me están cazando...

Tratando de concentrarme con todo ese ruido que hacían al correr, logre captar sus intenciones como si de agujas se tratase, sus miradas me atravesaban con todo su instinto asesino.

—Un instinto asesino puro desde catorce direcciones...

E-esto... Es casi una manada entera...

Mientras los miraba sin perderles la pista, de pronto dejaron de moverse, unos detrás de árboles y otros mostrándose completamente, pero después de formar su círculo a mi alrededor dos de los más grandes salieron de la emboscada y se pararon en medio del camino que seguía.

¿¡Esas son llamas?!

Después de mostrarse y mirarlos bien, en vez de colas peludas y sucias, lo que había eran colas en llamas, pero no era un fuego normal... Las llamas en sus colas se movían de manera furiosa con un fuego blanco.

Están infectados con misma...

—Ja, ja... No creo que pueda salir de esta ileso...

¡Pero aunque no soy experto en batalla, aún sé lo que debo hacer al enfrentarme a una bestia!

—¡Centir!

Con un grito rompí el hielo antes de que las bestias estuvieran en completo orden y recordé las enseñanzas de los entrenamientos. "¡No debes dejar que te tiendan la emboscada completa o serás cazado!"

Ante mi repentino grito, los dos lobos frente a mí retrocedieron tres metros de un salto y emitieron un aullido desgarrador hacia sus compañeros que aún merodeaban a mi alrededor, indicandoles el ataque.

Moviendo las orejas en respuesta al aullido,

dos de los lobos negros a mi alrededor comenzaron su carrera hacia mí tan rápido que parecían dejar sombra residuales tras se ellos.

Entonces no pude contener mi sonrisa.

Cayeron fácilmente...

¡Saltando tan rápido y de manera tan directa aún siendo lobos no podrían cambiar de dirección si lo quisiesen y menos de esta forma!

—¡Barrera!

¡Con el sonido de mis palabras, la facilidad de imaginar y dar forma y orden al Centir aún en momentos de desesperación es mucho más sencillo!

Dos segundos después, pequeñas paredes traslucidas salieron del piso haciendo que ambos proyectiles vivientes quedarán como papilla frente a mis barreras, o eso es lo que debería haber pasado...

Por el contrario, el sonido de mis barreras era lo que se había escuchado, teniendo cada una un agujero en ellas hechos por la cabeza de los lobos al haberlos detenido en seco de su carrera definitiva.

—¿Pero qué...? ¡Ni los estudiantes del pueblo eran capaces de atravesar mis barreras de esta forma!

Las colas de los lobos seguían moviéndose con un color blanco que comenzaba a avivar como una flama en la madera.

—Mis... Mis Barreras se están rompiendo...

Un segundo rugido hizo retumbar la tierra en mis pies y otras dos sombras negras comenzaron a saltar directamente hacia mí.

—¡Barrera!

Dándole de nuevo la misma orden al centir en mi interior, aparecieron otras dos paredes en los flancos de mi cuerpo, haciendo que chocarán una vez más y haciendo agujeros en ellas.

—¿Pero qué clase de fuerza tienen estos monstruos?

Una vez más el sonido de quiebre de mis barreras me erizo la piel.

Aunque debieron haberse roto el cuello, solo de estrellarse a esa velocidad, los lobos seguían moviendo sus mandibulas sin parar en mi dirección haciendo gruñidos como si estuvieran hambrientos.

Un chorro de sudor frío bajo por mi espalda.

Estos lobos son más fuertes de lo que pensé... Y no solo eso, el miasma ha empezado a mutarlos, prueba de eso es que esos dos lideres miden un metro más que los normales. Aparte de eso... No retroceden, alargan sus cuellos y tratan de alcanzarme con sus mandíbulas pero no los estoy reteniendo, si pensasen bien, ya se hubieran escapado como si fuese el agarre de alguien, pero solo siguen hacia adelante, es obvio que el miasma les ha podrido los pensamientos para aumentar su fuerza natural.

—Lo único que agradezco es la idiotez de estas criaturas... Pero esos dos...

Mire al par de ojos pensantes y brillantes que me miraban lejos.

Esos dos claramente están esperando algo...

Entonces lo noté, un solo reflejo, de mis amigas "las barreras" me dio la respuesta.

La noche se avecina.

Esto es malo... Si se hace de noche podría comenzar a pasarla mal...

Shiuuu shiuuu.

Mientras me distraía con el sol, Centir me llamó.

Moviéndose desesperadamente me di cuenta de lo que señalaba.

El lobo de la derecha dejo de estar sentado y hasta pude escuchar cuando tomo aire.

—¡Ese maldito...!

Un aullido más fuerte que los anteriores resonó de su putrefacto hocico y sin jugar más con su comida, los ocho lobos restantes comenzaron la embestida.

Una canción de patadas, gruñidos y ladridos me envolvió.

Las pisadas de los lobos eran demasiado rápidas.

¡Mierda, si estos me muerden sin duda quedaré hecho picadillo! Pero al menos... Aunque no pueda detenerlos, debo evitar eso...

Levantando las manos y concentrándome en las ocho sombras negras que corrían, enlacé una dirección en cada uno de mis dedos y comencé a controlar el centir.

Primero los dos más veloces...

Concentre mis oídos en el sonido de sus patadas.

—¡Ahora!

¡Si no puedo salir de su camino, entonces haré que me saquen de él!

Moviendo un poco los dos dedos que tenía dedicados a cada lobo, paredes aparecieron frente a ellos, pero no paredes para detenerlos, sino para redireccionar.

—¡Aguanten por favor!

Habiendo rosado un poco los muros que cree los lobos más veloces, terminaron cambiando un poco su dirección, lo suficiente para que me pasaran de largo, por un lado, y eso es justo lo que quería.

Teniendo tan cerca sus ojos de mis manos, lo único que necesitaba era que no me vieran.

—¡Destello!

Ambos lobos siguieron su camino tan rápido como venían hacia mí, pero terminaron estrellándose con un par de árboles que a su vez soltaron un chillido.

—¡Pero ustedes no serán los únicos!

Con la velocidad de mi magia de muros al maximo cada lobo cambiaba de dirección a mi placer.

—Tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho, nueve, diez y...

¿Blanco?

Cómo si hubiera comenzado a volar el peso de mi cuerpo ya no lo sentía en mis pies adoloridos, en cambio, el sonido del aire y ramas siendo destrozadas me envolvía de la misma forma que envuelven a cualquier proyectil camino a su destino.

Escuché como se me rompian los huesos.

—Ahg...

Un quejido involuntario me salió del aire de los pulmones que ahora trataba de rellenar y era lo único que se podía escuchar entre el silencio del bosque nevado.

Sentí como mi cuerpo se empezaba a calentar por toda la espalda y escuché como los montones de nieve juntados en las copas de los árboles comenzaban a caer; un líquido caliente empezó a surgir de mi garganta lo que me hizo sentir asco y una bocanada de vómito se me salió para quemarme la garganta.

—Grubb... Ah... —La nieve se manchó de rojo y el árbol que me detuvo del golpe parecía estar agradecido empezando a mover sus raíces cerca de dónde había escupido.

Uno de los lobos que había estado atrás, solo mirando, me había golpeado tan fuerte que termine volando.

Peligro... Sabía que era inevitable cuando salí del pueblo...

El mismo lobo cambio lentamente hacia mi haciendo escuchar sus pisadas.

Necesito... Necesito mi centir... Pero sigo manteniendo los muros que hice en el bosque alrededor del pueblo y si no los mantengo seguro llegarán aquí en un santiamén, me meterán en la prisión de nuevo.

Otro aullido salió del hocico del lobo alfa que se encontraba aún lejos indicandoles al lobo grande que me había golpeado y a los otros que aún se podían mover, comenzaran su arremetida.

—Mierda...

Arrastrandome sobre el Treant en el que había chocado, recargue mi cuerpo contra su tronco y sintiendo mi espalda destrozada levanté una barrera entre nosotros...

Los lobos más recuperados de su ceguera comenzaron a golpear mi pared protectora mientras el lider que me había golpeado se preparaba para cuando esta se rompiera.

Un pequeño sonido de quiebre sonó y mi barrera empezó a destrozarse por agujeros.

Shiuuu shiu shiuu. [No te duermas Eypril...]

Centir con miedo y desesperación comenzó a jalar mi capucha sin lograr nada más que aliviarme con sus pequeños sonidos, mientras que el lobo grande que me pateo perdió la paciencia y comenzó a acercarse lentamente mirándome a través del muro transparente pareciendo confiado de su clara victoria, o más bien, no tenía la capacidad para desconfiar.

Mi centir está por terminarse...

Al lobo grande frente a mi barrera no le costó más que un paso para destrozarla, haciendo que el sonido de una ventana rota perturbara a todo los lobos que ya estaban incrustados en ella y dejándolos libres para correr y destrozarme.

Ocho metros... Seis Metros... Cuatro.

Entonces el único que detecto mi plan estaba a lo lejos inquietado por mi sonrisa clara, el lobo líder que estaba calmado y sereno por fin se puso de pie oliendo la trampa pero con el pisar del lobo grande que había entrado en batalla dentro de mi rango junto a los otros lobos, un sonido de quiebre bajo la tierra volvió a sonar.

La tierra y nieve bajo las patas de los lobos se agrietaron en un segundo y piedras comenzaron a salir de entre la nieve golpeando las cabezas de los lobos que venían rodeando al lobo grande dejándoles un agujero en la frente y cayendo al piso haciendo tropezar a los demás en una increíble carambola.

Los chillidos de perro no tardaron en salir de sus hocicos.

—¡Ahora!

Alzando mi brazo con la mano abierta, libere el centir de mi magia dejando explotar el cubo de aire que había comprimido bajo la tierra desde hace rato.

—¡DESAPARE...!

...****************...

Sh...-Shi... Shiu...

Mirando a Centir revoloteando a mi lado recobre un poco de la conciencia que había perdido en la explosión.

Un pitido se extendía por mis oídos mientras escupía la nieve mugrosa que se me había metido a la boca sin sorprenderme por su color rojizo.

Shiu shiuuuu. (Eypril, Eypril...)

Comencé a mirar a mi alrededor para ver lo que pasaba...

Los lobos estaban colgados de las ramas, balanceándose sin vida y encajados en ellas, también había otros desparramados en el piso con las tripas de fuera inconscientes y otros teniendo espasmos por la falta de "algo".

Me limpié la boca con la manga de mi túnica y la sostuve un poco para no vomitar más con la escena.

Me falta el aire... necesito descansar...

Solté un respiro de cansancio para relajar un poco mi cuerpo y estómagos retorcidos...

Aún teniendo los oídos desechos por todo lo sucedido, no podía ignorar el movimiento de mi compañero claramente desesperado por mi vida.

Pero aun así no era necesario el sonido para que mi cuerpo se pusiera a temblar, después de todo el maldito lobo ya estaba frente a mi.

La luz rojiza del atardecer que iluminaba el bosque se había ido y solo era iluminado por la llama blanca del lobo líder que parecía estar disfrutando el momento antes de hacerme su cena.

Dejando caer mi cabeza comencé a resignarme por mis propias tonterías fallidas.

Hasta aquí llegué... Qué lamentable final... Sin siquiera poder llegar a una ciudad... En medio del primer bosque al que entro...

—Haah...—suspiré de nuevo—. Me encantaría terminar mi viaje aquí...

Pero si no quiero morir... Si quiero cumplir esa promesa... Al menos debo sobrevivir...

El lobo que había empezado a chuparse los dientes se acercaba lentamente.

No creo tener otra oportunidad como está para poder escapar si me atrapan de nuevo... En esa celda...

—Centir... ¿Piensas que podamos escapar una vez más?

No me respondió.

Las pesadas pisadas sobre la nieve resonaban fuerte mientras levantaba mi mano para lanzar mi última magia.

Solo me queda...

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