-Suspiro-
Digamos que mi vida en cierto modo es normal, eso es lo que yo quiero creer, o realmente es lo que me metí en la cabeza, soy una chica de 29 años, con un futuro prometedor, ja... Si claro…
Mi nombre: Renata Aguilar
Publicista profesionalmente hablando
Soy una chica normal, hasta donde lo creo, mi cabello negro como la noche, llega un poco más abajo de mi cintura, me considero una chica sería, para muchos, he llegado a ser aburrida en cierto punto, pero tampoco era algo que me importara, pues ya estaba acostumbrada a una vida sin sentido.
Soy acreedora de 3 carreras universitarias, con planes de una licenciatura e incluso un posgrado, amante de las artes y una mente bastante creativa, mis ojos ligeramente achinados de un negro tan intenso como se pone el cielo cuando llega la noche, me considero sexy, mido 1;70, lindas piernas y visto entre elegante y sexy, con una personalidad un tanto, como explicarlo, a si! Arrolladora, soy del tipo de personas, muy expresiva y segura de mi, la mayoría de las veces!!, suelo aguantar mucha tontería, pero cuando llega mi límite, es triste por muchas cosas y personas, pues soy insensible, del resto hablo con muchos y pocos son mis amigos...
Un buen whisky, siempre calma la ansiedad que me provoca mi esposo, por cada mosquita muerta que se lleva a la cama y según él, nunca me doy cuenta, ja. Es hasta patético que insulte mi inteligencia, pero ya me cansé de perder mi valioso tiempo.
Me casé por... Bueno como él lo mencionó en una ocasión, por qué me pareció buena idea en su momento, -levanta las manos- como en toda relación hubo altas y bajas... ⟨⟨ No manches, ¿es en serio?⟩⟩ -piensa y niega varias veces con la cabeza, resulta que me ha dado una vida genial, una linda casa, algunos hijos y según yo, la tranquilidad más grande del mundo, estaba muy alejada de la realidad…
Su meta, era alcanzar a comerse a todas sus amigas, ¿y cuántas amigas tenía?, muchas más que la ropa interior que se cambiaba a diario, -suena chistoso- pero en cierta forma así era, yo me cree una historia de fantasía a su lado, que solo yo pensé que era verdad, -ahora que lo pienso, yo fui la estúpida de sus zorras, la ciega de sus culpas, patética a mi vista, aunque no tanto desde que ella se mudó justo al frente de mi departamento...
He llegado a pensar que es hermosa, (bueno es algo evidente que no se puede ocultar) no piensen que me gusta, pero si considero que es una mujer sexy, a la que me encantaría conocer, charlar e incluso invitarle un café y quizás ser su amiga, claro, si ella me acepta.
Hoy nuevamente llegué a casa, luego un estresante día de trabajo, esos viejos patéticos, no dejan de mirar mis piernas, «lo mismo de todos los días» tiro la cartera en el sofá, tomo el teléfono, necesito ordenar un delicioso coctel de camarones muy picantes, mientras llegan, tomaré una ducha fría, -quito mi ropa, quedando en una sexy lencería color blanco, abro un poco la cortina de mi habitación, la veo a ella salir del baño, envuelta en una toalla muy corta, la cual deja caer, mostrándome su divino cuerpo, no puedo evitar tocar mi pecho y morder mi labio inferior, lamo mis labios y no puedo evitar tocarme, estoy en un maldito trance provocado por ella. La puerta suena, me saca del éxtasis que ella ocasionó, entre cierro la ventana y corro a la ducha.
¡mientras el agua enjuaga mi piel, sigo pensando en ella, pero No! ¡Sencillamente no puedo creer que una mujer me ocasione esto! Lo mío son los hombres, que estén bien dotados y me hagan gritar bien rico, pero, hoy es diferente, ella... ¡Ya basta! ¡Una mujer no te pudo excitar más que tu propio esposo, salgo de la ducha, envuelvo mi piel en una toalla, pero lo que sonó no era la puerta, era mi cartera la que se había caído del sofá! Suena el timbre...
...Tilín tolón...
La cena llega, le pago al repartidor, quién al verme en toalla, un ojo me guiño, «hombres… Son tan básicos que dan pena ajena» abro nuevamente la cortina, en busca de ella, pero ya no estaba, supongo que simplemente el sueño le ganó, así que solo pongo mi pijama y me siento a comer, no sin olvidar un buen whisky a las rocas, mientras busco que ver en la tele, no es el mejor plan, pero como vivo más sola que acompañada, no hay nada mejor que hacer...
Un vago pensamiento se aloja en mi cabeza, llevo varios días observándola a través de la ventana, la tengo que conocer.
Rato después, la puerta se abre, el llega con un ligero olor a mujersuela barata ligado con alcohol, «vaya perfume tan exquisito el que usa usted el día de hoy», -le digo en tono un tanto sarcastico-
Yo también te amo mi reina hermosa, -lo dice mientras, ve mi cuerpo ligeramente desnudo y lame su labio inferior.
-Vaya- hasta que por fin despierto un mal pensamiento en ti mi vida!!, -le digo- ¿por qué tan sarcástica mi amor?, -pregunta- ¿sarcástica yo? No cariño, solo te recuerdo que soy más del tipo tu hermana, que tú esposa, creo que sí me llegarás a encontrar en la cama con el repartidor, no le reclamarias y mucho menos lo matarías... Le darías la llave de la casa, para que te haga el favor de atenderme ya que tú tienes quien te atienda a ti, -le digo mientras tomo un sorbo de mi whisky-
Estás borracha mi amor!! Nadie puede tocar a mi mujer más que yo, -lo digo con autoridad- ay pero qué miedo, el señor habló fuerte, ¿que debo hacer, llorar o reír?, no había terminado de hablar, cuando solo sentí que su mano me toma del cuello y me hace suya a las malas, -eso me encanta- que les puedo decir, el muy maldito lo hace rico, pero mientras el se divertía con mi cuerpo, yo solo pensaba en ella, con cada nalgada y cada jalón de pelo, solo la veía a ella y mi éxtasis crecía... Ella había provocado que mi éxtasis fuera mucho más grande de lo normal y el lo estaba disfrutando, pues, por alguna razón, sintió que estaba así de caliente por el, ja... Pobre pendejo!!
después de un rato, el muy inútil, se quedó dormido! Ni termino... ¡¡Patético!! Son exactamente las 2am, supongo que nadie estará asomado en la ventana, así que salí en lencería al balcón, miro a su ventana, y logro verla despierta, haciendo lo que al parecer, era leer un libro, sonrió y muerdo mi labio inferior, ella está en ropa interior, no lo voy a negar, muchos pensamientos impuros pasaron por mi cabeza, solo tome asiento y mientras la observaba, solo podía sonreír como idiota, -¿pero qué carajos me está pasando con ella?- es una pregunta que aún no le tengo respuesta, solo se que no me la puedo sacar de la cabeza, incluso hasta cuando el imbécil me toca, pienso que es ella quien lo hace y me provoca el placer más delicioso del mundo, No, no me puede gustar esta mujer, no puede ser que tenga fuertes deseos de estar con ella, es básicamente imposible, me gustan los hombres no las mujeres...
Vuelvo la mirada y lo veo a él, un chico lindo de unos 25 años, de tes blanca, ojos marrones y lindo cabello negro lasio, de un temperamento llamativo, donde el esta, siempre hay mujeres ofrecidas, el muy idiota, sabe malgastar en ellas, pues no tiene tan mal gusto, «que babosa soy! El único buen gusto de este... Soy yo!»
no se le niega que es bastante trabajador, tiene lo que quiere, en cuanto a cosas materiales se refiere, nuestra relación era increíble, al principio, siempre supe que era del tipo popular avanzado, más nunca le presté mucha atención, hasta que la primera zorra ofrecida se me acercó y me dijo, "hola, ¿eres la esposa Ricardo verdad?", ¿que te importa, le respondo?, si, admito que pude ser más amable con ella al inicio, pero no me encontró de buen humor! -triste- por ella- si, bueno solo quería notificarte, que soy su novia y ya no quiero verte con el! -me dice con mucha confianza- no puede evitar reir con mucha frialdad! eres muy divertida, ¿lo sabías?, -le digo entre risas- ¿de que te ríes estúpida?, -responde molesta- me da igual que te comas a la basura de mi marido, por mi quédatelo, al fin y al cabo, es el quien siempre llega a mi casa, yo ni lo espero y por cierto querida, estás despedida, por hablarle de esa manera a la dueña de la empresa, para la cual trabajas, -rio de lado y le aviento mi cabello en la cara, mientras la dejo en medio de la cafetería-
Al rato estoy de vuelta en casa, justo a la misma hora, en la que ella se ducho ayer, quería comprobar algo, así que llegué, tiré la cartera en el sofá y mientras subía a mi habitación, fui quitando mi ropa y mis tacones, serví una copa de whisky y me dispuse a mirar atravez de la ventana, solo en ropa interior, segundos después, ella sale del baño, completamente desnuda, muerdo mi labio inferior y volvió a pasar, mientras ella secaba su piel, y colocaba la fragancia de esa crema citrica en su piel, no pude evitar volver a tocarme, cayendo en un trance tan divino, que no puedo ni quiero, ni voy a explicar! así que al llegar al cielo o al infierno, donde ella me trasladó, solo dije entre jadeos, «La tengo que conocer»
Mi día inicio, luego de la ducha y de que mi esposo me dijera que para hoy no lo esperara en ropa interior, por qué sencillamente, no me tocaba hoy, pues debía quedarse en la cena familiar, ja… Y me vio cara de tonta, sé perfectamente, que la cena familiar, tenía nombre de mujer y era "Daniela"
Coloque un top en puntas color blanco y una falta de tubo muy ajustada, que dejaba mucho a la imaginación de todos los babosos que me miraban, el prominente escote en el top, era tan delicado y sensual, que solo mi largo cabello, logra tapar, un rojo sangre muy intenso en mis labios y una loción que podría atrapar a cualquiera, si así lo quisiera, tomo mi cartera, las llaves y salgo en busca del coche, durante el camino, no pude evitar pensar en ella, esa lencería negra, no salía de mi mente, ¿pero qué demonios me pasa? No sé por qué no puedo dejar de pensar en ella.
¡Despierta Renata! Tú eres una chica a la que le gustan los hombres, no puede ser que estés deslumbrada por la lencería que muy sensualmente luce una chica tan hermosa, atacar, -grita y se detiene- hundo la cabeza en el volante de mi coche, aún no puedo creer que me haya tocado pensando en ella, llevo varios años casada y ni estando de novia con el imbécil, nunca me toque pensando en él, ¿qué es lo que ella provoca en mí? -vuelvo a golpear mi cara con el volante- y lo peor es que me encantó el orgasmo que me dejó la faena~
...-Al rato-...
Llegué al trabajo y todo estaba en calma, -raro y aburrido- minutos después, llegó una llama anónima, ...
...Riiimmm...
-suena el teléfono y atiendo la llamada- ¡si diga! Eres la reina de las estúpidas, -me dice- ja… Otra zorra más! -respondo- antes de que cuelgues, anota mi nombre cariño, ¡por qué tu reinado con ese hombre, se te termina hoy! ¡Me acaba de pedir matrimonio, -me dice- pobre chica! ¡No eres ni la primera ni la última zorra a la que mi esposo le propone matrimonio a otra, así que bájate de la nube en la que vives, "cariño" solo quiere coger contigo y cuando se aburra de tu cu***, te pateara el trasero al igual que a las otras, a mí ni me importa con cuántas se acuesta! En muy imbécil coge delicioso, así que cuando me aburra de él, te lo mandaré envuelto en papel periódico, con un gran lazo rojo y en la misma bicicleta en la que lo conocí, pues todo lo que tiene, es mío, así que disfruta mi vida y ruégale al cielo que yo no consiga a alguien que lo haga mejor qué el, besitos, bien, -cuelgo la llamada y sonrió- patéticas que son todas esas zorras, no tienen ni clase, la rabia se apoderó de mí, necesitaba hacer algo fuera de lo común, el muy maldito, diario le pedía matrimonio a una de sus "amiguitas" tiro al piso todo lo que estaba en el escritorio, tomo la cartera, mis llaves, voy a mi auto y marcho vía a un bar nocturno, necesitaba olvidarme de todo.
Quería una noche loca, algo diferente, básicamente, quería comerme a alguien y sentir lo que él sentía cada vez que me engañaba con sus amigas, llegué a la barra, pedí un whisky a las rocas, -lo todo de un solo sorbo- mientras las lágrimas salían de mis ojos negros, y no me molesta que se acueste con ellas, lo que realmente me molesta, que se tenga tan malos gustos, como para fijarse en cada plasta de miel... ¡Que no le llegaban ni a la tapita del tacón de aguja que tienen mis zapatos! Es tan poca cosa que se fija en cada basura, que solo vienen a molestar cada maldito día, diciendo que les pidió matrimonio, enciendo un cigarro y sigo tomando el whisky, mezclado con mis lágrimas.
El bartman, solo me miraba y me decía, eres una mujer muy hermosa y culta, como para estar llorando por alguien, no lloro por el, -le digo mientras me voy quitando el anillo del dedo- si yo tuviera la oportunidad de reparte el mundo, te haría entender, que a las mujeres como tú, no se les hace llorar, se les hace el amor!, -me dice confiado- no bebe, yo no se que es hacer el amor! Si quieres un encuentro de una noche me le mido, pero no estoy para relaciones, -le digo- ¿y que sabes hacer? -pregunta algo curioso- eso no se pregunta, se hace, -le digo mientras me levanto- doy la vuelta, el intenta darme un beso, aún estando en la barra, lo esquivo y me agacho, quedando bajo la barra, bajo la cremallera de su pantalón y le hago ver el infierno con mi boca, pero... Maldita sea, no logro concentrarme, cierro los ojos mientras tengo a su amiguito en la boca, me dejó llevar por el momento y solo pienso en ella, solo así lo pude lograr.
Al terminar, limpio mi boca, el sirve un trago de whisky y lo coloca en mi lugar, mientras me siento y como si nada hubiese pasado, tomo un sorbo de mi trago, volteo a la esquina, y allí estaba ella....
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