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La Princesa Y Su Escolta

La corona lleva mi nombre

El reino de Hana es una ciudad religiosa que ha prosperado gracias a la bendición de la Diosa del espacio y la prosperidad.

Es imposible no conocer su historia, quienes tienen el poder saben que es poder prestado por nuestra Diosa para gobernar estas tierras que prosperan bajo su cuidado.

Desgraciadamente, no soy creyente, no puedo creer en un Dios que nunca he visto y que me quita todo mérito por mis logros.

Pero si dijera algo como eso... No es agradable lo que me esperaría.

Soy la tercera hija del rey y quién tomará el trono, soy superior en todos los aspectos sobre mi hermana y hermano mayor.

Deberían estar contentos de que las tierras que tanto amamos están en buenas manos pero... Me han llegado informes de que no es así.

Planean matarme, convencen a todos de que planeo entrar en guerra con los países vecinos y el miedo fue propagado como una endemia.

No puedo controlar esta locura.

Debería darles una lección a mis hermanos cortando sus cabezas y llevarlas como trofeo... Pero no será fácil.

No tengo poder ahora mismo.

Mis seguidores han Sido envenenados por el miedo creyendo los rumores que luego de ascender al poder planeo declarar la guerra a países vecinos.

Que tonterías.

No tenemos ni los recursos ni las intenciones, tenemos buenas relaciones con nuestros reinos vecinos, el comercio y las negociaciones diplomáticas van bien.

Ambos ganamos en esta relación.

Es claro el por qué estarían en contra.

Primero debo pensar un plan de acción, poseo una cantidad aceptable de dinero en este momento, trescientas monedas de oro en total, son suficientes para comprar unas tierras lejos de aquí.

Escapar y esperar a que las aguas se calmen no es mala idea, volver y desmentir todo sería mi prioridad, demostrar que es un complot.

Pero... ¿Huir? ¿Cómo?

No es que pueda salir caminando de aquí.

Mi cabeza rodaría por el suelo si cometiera tal estupidez.

Solo basta con que uno de ellos sea parte del complot o un compinche y estoy arruinada.

Piensa...

Mientras me hundía en mis pensamientos unos ligeros golpes suenan a través de la puerta.

—Adelante—. Dije sin pensar.

—Con su permiso princesa—.

Amy... Mi más fiel caballero, verlo es un golpe de confianza para mí en este momento.

Me hace sentir que puedo conquistar el mundo no importa que problemas aparezcan.

Carga su pesada armadura con el casco metálico en una de sus manos, su piel morena con algunas cicatrices, sus ojos y sus cabellos oscuro como la noche me hace recordar quien soy.

Tan contraria, yo tan colorida y ella tan oscura.

Criada desde niña para combatir y yo para gobernar.

Tenemos nuestro lugar tal y como está.

—El pueblo se encuentra en las puertas del castillo armados y alterados, desean su exilio mientras que sus hermanos pretenden tener un encuentro con usted en la sala del trono, los caballeros reales los acompañan y el mismo rey espera su presencia—. Exclama con una mano en el corazón.

Siento un golpe en mi pecho como, es el sentimiento de una traición que no esperaba.

Tan intimidante como siempre, su cuerpo es tan fornido como para llevar esa pesada pieza metálica, a pesar de competir contra los mejores del reino ella puede considerarse la mejor guerra de enfrentamientos de magia y espada.

Si así lo quisiera podría obligarme y llevarme ante mi padre con mucha facilidad.

No me resistiría si ella así lo desea.

—Ya dejaste de confiar en mi juicio ¿Verdad? ¿O tal vez te han pagado una obscena cantidad oro? Me pregunto ¿Cómo lograron convencerte?—. Con una mano en el corazón.

Imposible... Esta es la única traición que no podría hacer frente jamás.

No estoy preparada.

Nunca lo estaría.

— Se equivoca, jamás traicionaria a mi amada princesa y claro que confio en su juicio mucho más que sus hermanos, es muy superior incluso que su padre... No hay cantidad de oro en el mundo que pueda ocultar ese hecho—. Con una sonrisa honesta.

Un enorme alivio corre por mi cuerpo, puedo volver a respirar nuevamente.

Por su puesto, no debí dudar ni un segundo.

Amy a pesar de tales talentos no podía ser un caballero real, por qué padre solo admite hombres confiables sin tener en cuenta el sexo opuesto.

Claro que estuve en contra, quería a la persona más hábil a mi lado, no me importa si se trataba de una mujer o un monstruo, siempre que me jure lealtad será bienvenido.

Camy G. Melmillon es su nombre real, pero esa persona ya está muerta, bajo tierra ¿A quién le importa? Gracias a esa mentira Amy goza de estar a mi lado, siempre y cuando nadie sepa que es una mujer... Razón por la que carga esa cosa y su pelo es corto, su voz es más grabe.

voz fingida por supuesto.

Esto la ha llenado de un sentimiento de gratitud y respeto, de otra forma debería casarse con algún obeso terrateniente para entregar honor, orgullo y posición a su familia.

Pero ahora que eso no existe, no debe casarse y puede estar bien aquí.

Planeo explotar esos sentimientos que tanto posees mi querida Amy.

No permitiré que me devuelvas el favor, seguiré aumentando tu sentimiento de gratitud siempre que pueda.

Y espera... Dijiste ¿Amada princesa? Nunca me habías dicho así... Pero hubieron señales de esto antes.

¿Es posible que te hayas enamorado de mí?

Puede ser un gran error para ti.

Rumbo a un lugar seguro

Punto de vista de Amy.

Mi princesa mantiene la calma incluso cuando el reino está en su contra, quieren separar su cabeza de su cuello y ella tan. Tranquila.

Solo siento respeto hacia esta mujer.

Tan hermosa, sus hebras doradas, sus ojos brillantes y como su vestido decora ese cuerpo esbelto.

Ni que hablar de esos pechos.

La forma de su vestido y como aprietan justo en el busto hace de sus pechos más grandes, redondos y son... Tan blandos.

Siempre pienso en cosas sin sentido jajaja.

No soy ni una pizca igual a ella, mi color de piel y... Mi cuerpo lleno de cicatrices.

Me gustaría por lo menos un poco más de cercanía...

—Amy... Amy...—.

—Ah lo siento ¿Me decía mi princesa?—. Respondo avergonzada.

—Tomemos la ruta secreta, usemos un caballo y nos vamos—.

Esa es mi princesa, siempre tan decidida.

Respondo afirmativamente y cumplo con mi deber.

Con fuerza muevo la gárgola de concreto para mostrar la ruta secreta de escape.

La conozco bien, entrene para este día, sé lo que debo hacer.

—Tome mi mano, la llevaré hacia la salida—. Respondo alegre.

Ella me regala una sonrisa tierna que acelera mi corazón y toma mi mano.

La llevo lento hacia donde alcanza la luz del sol, la salida.

Luego tomamos uno de los caballos, la ayudo a subir y puedo sentir como ella aprieta mi abdomen.

Lástima que llevo está armadura, me estoy perdiendo una oportunidad de oro.

Puedo sentir como este acercamiento es extraño, la forma en que se apoya en mi.

Soy su soporte emocional en este momento.

Juro que no te voy a defraudar, sé que detrás de esa máscara de princesa perfecta aún está aquella niña que solía jugar en el patio, en el jardín de flores.

Quiero protegerte.

Maldita sea.

Rey de mierda.

Muere rápido, la corona es de mi princesa ya está escrito en piedra.

Comienzo a cabalgar mientras me hundo en mis pensamientos, el caballo es rápido y mi princesa se tapa con una capa todo su cuerpo pero estoy seguro que seríamos reconocidos de todas formas.

Debo moverme rápido, de esta forma aunque nos reconozcan no podrán hacernos nada.

Les daré poco tiempo de reaccion.

—Amy ¿No vas a preguntar a dónde vamos?—.

Ah, claro.

Solo me concentré en escapar del reino a un lugar seguro.

—Lo siento, me deje llevar ¿Dónde deberíamos ir princesa?—.

—Vayamos a "Fin del mundo"—.

—¿EEEHHH? ¿Enserio?—.

No puedo evitar reaccionar con un grito.

Además de ser algo alejado, es el peor lugar para escapar, es el lugar más peligroso del continente.

Y hay una razón.

Está llena de mazmorras.

Los monstruos que no consiguen sobrevivir dentro de las mazmorras salen a la superficie.

Y asesinan humanos.

Aunque hay muchos de esos en el continente, es controlable, de hecho, las sustancias, las pieles, los huesos son buenas para diferentes tipos de usos y se venden bien.

Pero cuando son grandes y tienen habilidades mágicas estás bestias se vuelven imparables.

Por eso no hay ciudades en ese lugar.

Ella quiere... ¿Que vivamos en una cueva?

¿Solo los dos?

Mmm...

Si, espero estar a la altura, estoy emocionada.

Quiero llegar.

—La razón es simple, ahora mismo estamos escapando del reino pero volveremos cuando mi padre muera, recuerda que está viejo y débil, no se tardará en morir—.

Dice eso, pero su padre le tiene mucha estima, ese viejo sabe quién es más conveniente y no tiene reparos en decir "Futura reina" a Hal.

Incluso frente de sus hijos.

La culpa de todo esto es de él, eso me queda claro.

—Escuche de dos aventureros que conquistan laberintos, y a pareja de novios, revelaron que por falta de dinero ellos debían conseguirlo de forma apresurada... Si esa información es verdad, 300 monedas de oro podrían ser de mucho interés para ellos, una vez tengamos apoyo de este grupo volveremos armados, tenemos que atraerlos a nuestro lado prometiendoles más dinero o lo que ellos deseen—.

—¿Es confiable esa información?—.

—Lo es, era un grupo de 4, pero parece ser que se separaron, no sé el motivo, pero esto es perfecto, aprovechar cuando están nerviosos por la ruptura del equipo y ofrecerles grandes beneficios los hará pensar que es una bendición vestida de desgracia—.

—¿Mmm? Dices que... ¿Están tristes por sus amigos?—.

—¿Te sentirías bien si te traicionara?—.

—NO PRINCESA POR FAVOR NO—.

Quedaría devastada, lloraría como un bebé.

preferiría la muerte.

Aunque... Ella es una princesa y yo soy alguien reemplazable.

Esto me pone de mal humor.

—Tranquila, no te traicionaria, te necesito a mi lado ahora más que nunca—. Declara mientras manosea mis nalgas a través de las partes flexibles de mi armadura.

—Voy a hacer lo que me ordene que haga—.

¿Por qué se puso cariñosa? No

Ella no es así...

Debe sentirse muy mal para que comience a manosearme.

No me quejo, quisiera hacerle lo mismo.

Pero esto lejos de contentarme... Me pone triste.

Y mi culo tiene sudor, mil disculpas princesa es solo que mi armadura me da calor.

—Entiendo, buscaremos a estos tipos y los reclutamos a golpes —.

—¡No!—. Golpea me cabeza. —Con el poder del dinero—.

No tengo problemas en pelear contra dos, pero es cierto que mi especialidad es el combate uno contra uno.

Espero no esté dudando de mis habilidades, le mostraré que soy confiable en cualquier situación.

—Busquemos a Kendall y Shayna, deben ser nuestros aliados como sea—.

—De acuerdo princesa—.

Masajes

Los aventureros Kendall y Shayna.

El hombre es un versado espadachín mágico tan versátil que es capaz de contrarrestar cualquier estilo mágico de su adversario, esto le ha ayudado a derrotar a los monstruos más grandes y temibles.

Ha alcanzado el rango A y es perteneciente al gremio Goliat, se especializa en cacería de monstruos Titanes y en la magia oscura, agua y viento.

Shayna es una entusiasta de la botánica y la química, es una versada maga de agua, además se dice que se especializa en el combate de daño en área y ha congelado una ciudad entera solo por una discusión entre compañeros.

El descontrol es una amenaza para quienes le rodean.

Pero significa que es sentimental y, por lo tanto, manipulable.

Sus compañeros faltantes son el lanzador y arquero Ciel y el tanque guerrera Estrella.

Mientras montamos a caballo perdemos velocidad, la noche hace presencia con un cielo estrellado, iluminado por una luna llena que parece vigilar nuestro camino.

—Acampemos en este lugar—. Declaro.

—De acuerdo princesa, voy a encender el fuego, necesito buscar algo con que hacerlo—.

Me siento bajo el árbol más próximo mientras observo como Amy se ocupa de atar al caballo no sin antes acariciarlo un momento.

Ella es muy trabajadora aunque pude sentir ese calor emanar de ella, su armadura y la Luz del sol que subían su temperatura, nunca oí quejas ni detuvo su camino.

Si le doy órdenes ella las sigue sin más.

Definitivamente, el mejor aliado posible, fuerte y fiel.

...

Una vez encendida la hoguera Amy me ataca con una sonrisa esperando algo de mí.

¿Acaso pretende una ronda de historias? No somos aventureras.

¿Lo sabes verdad?

Pero voy a darte un regalo por ser tan trabajadora.

Levanto mi falda apuntando a la hoguera y dejo a la vista mis muslos y mi ropa interior que cubre la zona más privada de mi cuerpo.

—Mis piernas no pueden seguir, el viento frío de la noche golpeaba mis piernas y ahora están congeladas—. Declaro cansada.

Amy no dice nada, parece como si viera un fantasma.

Su boca entreabierta y sus ojos claramente fijados en mis piernas, ni siquiera intenta mantener las apariencias.

Ella es tan sincera con ella misma, deja ver lo que realmente le gusta.

—Po... Po—.

Deja salir unos balbuceos sin sentido, parece como si estuviera en shock.

Su reacción es tan honesta y tierna que siento tantos deseos de abrazarla.

Acabo de darte un premio por tu trabajo, esto no me hace sentir mal, espero no digas cosas como que debería cubrir mis piernas por qué las damas deben mostrar gracia no importa el lugar.

Soy una princesa pervertida.

¿O acaso mis piernas no son de tu agrado?

—Podría darle un masaje... Si así lo desea—.

Sus palabras dejan ver cierto nerviosismo, tal vez sea el temor de ser rechazada o que la agreda por tener tal idea.

No voy a lastimarte.

¿Eso es lo que quieres? ¿Manosear mis piernas?

Déjame pensarlo.

Es cierto que me siento cansada y que mis piernas duelen.

¿No eres tú la que más trabajo realiza?

Hasta me haces sentir culpa por hacerte trabajar tanto.

—Has hecho un excelente trabajo este día, creo que debería ser yo quien te agradezca—. Mientras señalo al suelo con mi dedo índice.

—¿Quiere que me arrodille mi princesa?—.

—No, quiero que te acuestes y te quites esa armadura aquí no hay nadie que pueda verte, estamos solos—.

—Entiendo... Cumpliré esa orden—.

¿Cuándo dije yo que era una orden? Solo intento enseñar gratitud.

Es algo honesto, pero tampoco voy a negar que deseo estrechar un poco está relación.

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