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¡Estás Contratada, Sé Mi Esposa!

CAPÍTULO 1

A las seis de la mañana se despertó Anne al escuchar a su hermana gritar, corrió a su habitación y la encontró echa un ovillo mientras abrazaba el peluche que su madre le había regalado a sus cinco años.

Anne suspiró. -Gracie, tranquila es una pesadilla. - dijo tocando levemente el brazo de su hermana, la niña abrió los ojos somnolientos y se apresuró a abrazar a su hermana mayor.

-¡La extraño tanto, no hay día en el que no piense en ella! -dijo la niña mientras se tallaba la cara con repudio para arrancarse las lágrimas que brotaban de sus ojos.

Anne optó por abrazarla. -También la extraño, pero debemos seguir adelante... apuesto que a ella le hubiera encantado que hiciéramos eso. -la niña asintió y se levantó de la cama para dirigirse al baño a lavarse la cara.

-Lo sé, pero no puedo evitar tener los sueños que tengo todos los días... Es como si ella quisiera decirme algo, Anne. -Anne negó y se acercó a ella para recoger su cabello y comenzar a cepillarlo.

Decidió dejar el tema al aire, no quería que su hermana siguiera atormentándose con el tema. Ambas se alistaron para salir al frío invierno de Chicago, Anne a su trabajo en esa horrible cafetería y Gracie al colegio.

Anne paso rápidamente al colegio a dejar a Gracie y después tomo un bus para dirigirse a su trabajo, una vez llegó ahí, se puso a bajar las sillas de las mesas, limpiar todo y acomodar la panadería que recién llegaba, hoy tendría que hacer horas extras, eso significaba tener que trabajar diez horas, saldría a las cinco de la tarde. Esto lo hacía tres veces por semana pues solamente así podrían llegar a finales de mes. Aunque su madre le había dejado el pequeño y viejo departamento que compro con crédito del banco y que hasta el día de su muerte debía. Aun así debía de pagar servicio, alimentos y demás. Realmente no alcanzaba.

Había ido a varias empresas a dejar solicitud para puestos de recepcionista, secretaria e incluso limpieza pero nunca la llamaban, lo único viable era seguir en esa cafetería con ese miserable sueldo.

§§§§§

Isaac Harris era un hombre con posición social y muy respetado en todo Chicago, dueño del 80% de la empresa textil "Harris & Hill" el otro 20% estaba en manos de su mejor amigo, Joshua Hill.

Sus ojos color miel y largas pestañas hipnotizan a cualquier mujer que le pase por enfrente, pero él es un hombre reservado y apenas habla en público, su familia lo describe con una palabra: Ogro.

Y si, pudiera ser, Isaac había sufrido tanto en su primer matrimonio que no quiere saber nada de mujeres, no le interesa tener contacto con ellas, piensa que todos son como Kate, interesadas, soberbias y sin sentimientos.

Pero llega su padre, Gregory Harris quien no pide, exige que Isaac se case y tenga un hijo pues está desahuciado, el doctor mencionó que como máximo le quedan de 12 a 18 meses de vida. Isaac se vino abajo, ¿cómo encontrar esposa y tener un hijo en menos de 12 meses?

-¡Es una estupidez, Joshua!, ¿cómo carajo encontraré esposa y más qué nada ¡un hijo?! -Isaac pasó sus largos dedos por su cabellera castaña y miro a su colega sentado en el sillón con una sonrisa burlona. -¿de que te ríes, imbécil?

-Me tratas como si yo te hubiera pedido que te casarás. -dijo su amigo riendo mientras bebía de su whisky. -tranquilo hermano.

-No sé cómo lidiar con esto, apenas estaba aceptando el diagnóstico que el doctor dio de mi padre y ahora sale con esta noticia. -Isaac toma lo que le quedaba del whisky e inmediatamente se sirve otro.

-Fuiste tú el que le dijo que tenía novia, no lo olvides. -Isaac entrecierra los ojos y mira con enojo a su amigo. -Bien, bien, ya entendí... necesitamos una solución.

-Dije eso porque no me quedó otra opción, no pensé que me pediría que le propusiera matrimonio... ¡A una novia que no tengo! -grito.

Era extraño, Isaac jamás gritaba, siempre mantenía la postura, pero esto lo sobrepasaba y era más desesperante que estaba fuera de sus manos. Los siguientes veinte minutos los hombres se quedaron a discutir el tema, dando opciones viables o otras no tanto.

-¡Ya sé, trae todos los currículums de mujeres que han venido a entrevistas el último mes! -Joshua mira sin entender a su amigo e Isaac lo mira levantando la cejas.

-Digo, tienes una asistente... levanta el teléfono y pídelo. -dijo Joshua negandose a cooperar.

-Si pudiera ya te hubiera despedido. -Isaac menciono entre dientes levantando el teléfono para dar la orden. -¿Alicia...?

-Lástima, la empresa también es mía. -rio Joshua.

Diez minutos después la asistente de Isaac llegó con una carpeta llena de currículums, por lo menos eran 30.-No se que idea tienes en mente, pero necesitas buscar una esposa, no contratar personal... Además , de eso se encargan en Recursos Humanos. -Isaac se tocó la frente mientras negaba.

-¿Eres idiota?, ¡aquí estoy buscando a mi próxima novia, genio! -Joshua abrió la boca de asombro.

-¿Vas a contratar una novia? -dijo sin poder creerlo.

CAPITULO 2

Anne

Su reloj marcaba las 9:02 pm de aquel viernes invernal, la nieve caía y se acumulaba en la cera, las luces de navidad de los demás locales estaban encendidas y daba una vibra hermosa y reconfortante. Si bien es cierto de que saldría a las cinco de la tarde, su compañera Lilly le pidió de favor cubrirle el turno, ya que tenía un evento familiar, llamo a Gracie quien ya estaba en casa hacía unas horas y le comentó.

Agotada dejó su mandil en el pechero de la cocina y comenzó a ponerse las tres capas de ropa para poder salir a tomar el bus. Camino a la puerta del local pero estaba el Señor Donovan mirándola.

-¿Quién te dijo que te podías ir? -pregunto mientras se acercaba a ella lentamente.

-Sali desde la una de la tarde, únicamente que me quede a hacer horas extras cubriendo a Lilly, usted ya sabe eso. -menciono la chica un poco inquieta, pues el último bus pasaba a las 9:15pm y ya eran las 9:09pm y todavía tenía que caminar dos calles hacia el sur. -Discúlpame la verdad tengo que retirarme, además la cafetería ya cerró... No lo entiendo. -menciono.

El señor Donovan se acercó a la chica y la tomo del brazo bruscamente. -no te hagas la que no sabe, porque tienes meses provocándome con esas blusas tan escotadas que usas a diario. -dijo el hombre a centímetros de su cara.

Anne recibió todo el asqueroso aliento de aquel hombre calvo y regordete y comenzó a forcejear con él. -¡No sé a qué se refiere, por Dios déjeme ir! -los ojos de la rubia se cristalizaron y la primera lágrima rodó.

El hombre con la mano que tenía desocupada le dió una bofetada y la chica cayó al suelo con un hilo de sangre en su mejilla. -si te sigues resistiendo es más exitante para mí. -dijo Donovan quien con dificultad llegó hasta el piso y comenzó a besar el cuello de la chica, arrancando cada capa de ropa.

Anne solo gritaba y lloraba, no podía creerse que le estuviera pasando esto. Las blusas escotadas que el hombre mencionaba eran el uniforme del lugar y las usaba únicamente porque dentro había calefacción, ella en su vida diaria jamás utilizaría ropa así. Jamás.

-¡Le dije que me suelte, asqueroso! -chillo Anne entre dientes mientras sentía el miembro erecto de su jefe en su pierna, con un movimiento de rodilla logro golpear las partes íntimas del hombre que cayó rápidamente al piso quejándose.

La chica se levantó rápidamente del suelo y lo miro. -¡está me la pagas maldita zorr*! -grito el hombre mientras se tocaba sus partes íntimas.

Anne salió corriendo del lugar, estaba sin ropa de invierno con la blusa de su trabajo rota y se le veía su ropa interior, salía sangre de su boca y tenía chupetes en el cuerpo, tenía mucho frío y se sentía utilizada, ultrajada. No sabía cómo llegar a su casa pues quedaba a quince kilómetros de su trabajo y el último bus ya había pasado. Únicamente corría sin mirar atrás, las pocas personas que estaban en la calle la miraban como si fuera una vagabunda, como si no valiera nada, pero Anne no se percataba de eso, sus ojos llenos de lágrimas le nublaban la vista.

Anne cruzó la calle sin percatarse de que una camioneta negra pasaba a toda velocidad pues el semáforo marcaba el verde y sin pensarlo Anne quedó tirada a unos metros de distancia, inconsciente y sangrando.

§§§§

Isaac

Todo ese día Isaac y Joshua se dedicaron a buscar en los currículums a las chicas adecuadas, apartaron unos cuantos y se los entregaron a Alicia pidiendo que las citarán para dentro de 3 días pues Isaac tenía juntas con algunos inversionistas y con su abogado de confianza para realizar un contrato adecuado para la chica elegida. Agotada salió a tomar su auto para dirigirse a casa y recién eran las 9:00 pm.

Broddy su chófer ya lo estaba esperando, una vez arriba el auto se puso en marcha. Isaac se dedicó a escribirle a su madre mensajes de texto para saber sobre la salud de su padre pues ciertamente quería estar al pendiente estos meses, su salud decaía más cada día y él no estaba preparado para dejar partir a su padre únicamente que no lo demostraba pues él no era el tipo de persona que demostraba sus sentimientos frente a las personas, menos su familia.

-¡Cuidado! -grito Broddy sacándolo de sus pensamientos, Isaac miro hacia enfrente y vio a una chica frente al auto para después frenar en seco. Isaac sin pensarlo bajo del auto corriendo.

-¡Llama a emergencias! -grito Isaac a Broddy, este nervioso y tomándose la cabeza asintió sacando su celular.

-Señor, la chica apareció de la nada ¡se lo juro! -aseguro Broddy nervioso. -¡de verdad yo no quería...!

-¡Eso no importa ahora, llama a emergencias! -Isaac se acercó a la chica que estaba inconsciente, noto su vestimenta y frunció el ceño ¿quién utilizaría este tipo de ropa cuando en Chicago hace -3°? Pensó.

La chica estaba tirada en el frío asfalto, se notaba golpeada y tenía marcas en el cuerpo, esto ciertamente no es normal. Isaac se quitó su gabardina y cubrió su delgado cuerpo con la misma. La ambulancia llegó diez minutos después e Isaac se alejó para que hicieran su trabajo.

-Tenemos que llevarla al hospital, sus signos vitales están bien, pero presenta inicios de hipotermia y quizá tenga quebrada una costilla. -dijo el paramédico. -¿sabe si la chica tiene seguro médico?

-No. Llévenla al Saint Anthony Hospital, yo me encargo desde ahí. -dijo Isaac inquieto sin dejar de ver cómo subían a aquella hermosa mujer a la ambulancia.

-Bien, estás son sus pertenencias. -Isaac miro aquella desgastada y remendada mochila y la tomó.

Subió a su auto y le indico a Broddy que lo llevará al hospital, en el camino tomo la mochila y la abrió encontrándose con una pequeña cartera, un bálsamo de labios, un espejo y unas llaves. En la cartera busco su identificación y leyó su nombre: Anne Williams.

Tomo su celular y realizó una llamada a su hombre de confianza: Joshua. -Investiga todo sobre Anne Williams, tiene veintiséis años, nació aquí en Chicago y su número de seguridad social es 26129802 -dijo, y sin esperar respuesta colgó.

CAPITULO 3

Broddy se notaba inquieto en la sala de aquel hospital mientras Isaac estaba sentado cruzado de piernas tomando café. -Siéntate Broddy, me estás ocasionando jaqueca.

El chico se sentó y preocupado mirando a su jefe. -Señor, ¿y si muere?

-El paramédico dijo que estaba bien, solo tiene hipotermia y la costilla rota, basta con eso. -dijo Isaac de manera brusca.

El médico salió de la sala mirando a ciertos lados. -Familiares de Anne Williams.

-Es tu chica. -Aviso Isaac y Broddy sin esperar ni un segundo se acercó al doctor. -¿está todo bien con la chica?

-La paciente está estable, tiene hipotermia, pero su costilla no está rota, solamente tiene muchos hematomas en su cuerpo. -el doctor hizo una pausa para ver unas hojas que tenía en su mano y prosiguió. -considero que se quede está noche, está recibiendo analgésicos y quiero tenerla en observación, la hipotermia ya se está tratando. -Isaac por fin se levantó de su asiento y se dirigió hasta ambos hombres.

-¿La reviso bien? Cuando la encontré tenía poca ropa y estaba muy lastimada, no sé si fue a causa del accidente o si ya estaba así. -el doctor lo miró a los ojos y se sorprendió.

-¿Es usted Isaac Harris?

-Eso no importa ahora, le hice una pregunta. -dijo el rubio insistente y a punto de perder la poca paciencia que tenía.

-Si, si, disculpe. -menciono el doctor apenado. -Ademas de los hematomas que dejó el accidente, la joven sufrió lesiones anteriores. -dudo en hablar, pero al final lo hizo. -es muy probable que la joven haya sufrido abuso sex*al, tiene marcas en el cuerpo y deliraba.

Isaac tragó duro pero se inmutó y quedó en silencio, así que el doctor siguió hablando. -eso lo confirmaremos, ya que despierte, ahora se encuentra en recuperación, pero pueden estar tranquilos. -Broddy suspiro de alivió y miro a su jefe.

-¿Ahora que hacemos? -Interrogó, Isaac lo miró.

-Gracias Doctor y le agradecería que no divulgue que estuve aquí. -el doctor asintió y se retiró, el rubio miro a su chófer. -Y tú, mañana vendrás por ella a primera hora, pagarás la cuenta con la tarjeta de la empresa y la llevarás a su casa.

-Señor pero, ¿y usted? -cuestionó el moreno.

-¿Qué no entendiste lo que le dije al médico? No quiero que me relacionen en esto, no dirás una palabra sobre mí, ¿quedó claro? -el moreno asintió y ambos se retiraron.

§§§§

Anne

La voz de una mujer ocasionó que poco a poco abriera los ojos, los entrecerró, ya que la molestia de la luz llegó a ella, miro detenidamente a su alrededor ¿dónde estaba? Hasta que su vista llegó a aquella mujer vestida de blanco lo comprendió, estaba en un hospital. Y fue cuando todos los recuerdos de la noche anterior comenzaron a llegar, su jefe intentando abusar de ella y se veía corriendo en el medio del frío hasta que no supo más.

-Bella durmiente, despertaste. -Una señora que no pasaba de los cuarenta años con una sonrisa cálida se acercó a ella. -¿cómo te sientes?

-No muy bien, me duele el cuerpo y tengo mucho frío. -se quejó la chica. -¿qué hora es? Tengo que ir a mi casa, mi hermana me espera.

Antes de que la enfermera le respondiera la puerta se abrió y se dejó ver un hombre alto, corpulento y de tez morena, quien se acercó a ella con un ramo de rosas blancas, sus favoritas. La enfermera se retiro. -Hola, ¿cómo estás?

-¿Quién eres tú? Tengo que irme ahora mismo. -Insistió Anne inquieta, estaba muy preocupada por su hermana, ya que había pasado la noche sola.

-Soy Broddy, vine a disculparme por lo de anoche, de verdad no fue mi intención atropellarte, mi jefe te envía estás flores como manera de disculpa. -Anne las recibió y vio una nota.

"Te pido una sincera disculpa por los inconvenientes que tuvimos anoche, la cuesta está pagada y te puedes ir a casa."

-No necesito flores, necesito irme a casa. -dijo la chica terca. Broddy asintió.

-Claro, el médico dijo que ya podías irte, estos analgésicos tendrás que tomarlos los siguientes días para el dolor. -Anne tomo la bolsa plástica y miro el perchero, vio una gabardina negra, pero no le dio importancia, lo que necesitaba era llegar a su casa ya. Estaba muy preocupada por Gracie.

El chico desconocido salió de la habitación y ella se cambió con un pantalón y una camisa que también trajo Broddy, no le quedó otra opción más que ponerse aquella gabardina negra que seguro era del chico, se la entregaría cuando llegara a casa. Tuvo dificultades para ponerse la ropa pues le dolía el cuerpo con cada movimiento que hacía, maldecía mil veces al estupid* de su jefe. Una vez ya lista salió y Broddy le ofreció llevarla a casa, su madre siempre le enseño a no subirse a autos de desconocidos, pero era tanta su urgencia por llegar a casa que aceptó.

Cuando llegaron al departamento había dos autos de policía en el primer piso, apenas se bajó del auto la interceptaron dos oficiales. -¿Señorita Anne Williams? -ella asintió. -necesitamos que nos acompañé, recibimos un reporte de una menor de edad a su cargo que estaba sola en casa.

El mundo se le cayó encima a la chica, Broddy la miro con lastima y ella quedó en shock, ¿dónde estaba Gracie?

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