Después de la muerte había otra vida, una dónde no tenía voz, no tenía nada, después de todo ya había una historia detrás de la persona que ocupaba su cuerpo y al parecer no podía cambiar su destino porque ya estaba escrito por su hermano y tenía que volver a morir de una forma miserable.

Escapar parece la única salida para Aria Grandwell y aunque ese no es su nombre era con el nombre que debía vivir y el cuerpo de esa persona al igual que su pasado le pertenecían, porque todo el mundo la apuntaba y aceptaba ese pasado, aun así, a ella no le importaba, no le importaba si la persona que estuvo antes sufrió o hizo algo malo, no tenía nada que ver con ella, pero escapar de las manos de su supuesto hermano parecía imposible, porque algo lo arrastraba hacía él todo el tiempo más allá de que él no la dejaba ir.

En ese mundo la magia existía para algunos pocos y se consideraba una bendición para muchos.

La familia Grandwell, una familia de duques en el reino de Eridion poseía la espada de Grandwell, una leyenda y una bendición que al final se convirtió en una maldición y arruinó la vida de los integrantes de esa familia por completo, ya que la profecía no se cumplió y aunque la familia hizo su parte, la espada nunca apareció en Alexander Grandwell, el hermano menor de Aria.

Se dice que los dioses abandonaron a la familia, aunque no perdieron su título nobiliario fueron castigados por las personas y parecía que debían sufrir por perder la bendición, una que debía obtener el primogénito baron de la familia.

Aunque la historia de ese lunático no era fácil y el de la dueña de ese cuerpo tampoco lo era, no le importaba, porque ella no tenía nada que ver con todo eso, no tenía recuerdos y tampoco entendía sus sentimientos, no entendía porque los loqueros no existían en esa época o ese mundo. Pero ella no era muy diferente a ese hombre, Aria no le dejo sus recuerdos, le dejó su locura y su obsesión por un objeto sin vida y en el fondo sentía que lo necesitaba tanto como respirar, porque sentía que era parte de ella.

Luchar con ese mundo y su mundo interno a la vez para poder ser libre solo se transforma en una lucha constante y sin descanso... un infierno.

Palabras del Autor

Espero disfrutes esta historia, llevo mucho tiempo y dedicación, fue una de las historias más difíciles que escribí hasta ahora, ya que hay muchos temas delicados.

No soy de las personas que escriben una historia de la noche a la mañana, pero más allá del esfuerzo me gusta escribir como seguramente a muchos en esta plataforma, espero les guste la historia y lo disfruten leyendo tanto como yo disfrute escribiendola.

Si les gusta la historia espero me apoyen con sus me gusta y votos para que llegué a más personas, porque esto es algo que hacemos entre todos, incluso sus comentarios para poder saber sobre sus dudas, etc. Todo eso me va a servir para mejorar y crecer como escritora, desde ya muchas gracias por todo ❤️

"Creó que... acabó de morir"

Lo último que recordaba es que estaba manejando y otro auto se cruzó en su camino, todo sucedió en cuestión de segundos, un impactó y después todo se hizo negro.

No estaba segura de lo que acaba de suceder y la cabeza aun le daba vueltas por el accidente, ¿quería decir que aún no había muerto?, después de todo estaba recuperando el conocimiento y el dolor en todo su cuerpo... ya no lo sentía, solo se sentía pesada y con el estómago revuelto, pero aún resonaba en sus oídos ese chillido constante de los frenos de auto sobre la acera, era lo único que quedaba cuándo todo se volvía negro y la tensión estába jugando con mantenerla en su mundo.

Gradualmente comenzó a recuperar la vista y ser conciente de su cuerpo. Pudo ver qué delante de ella había un anciano que la sujetaba de los hombros para no dejarla caer, decía algo, estaba arrodillado y la imagen se volvió más clara después de unos segundos, pero lo que estaba viendo la confundió aún más y empezaba a darse cuenta que delante de ella había un hombre de unos 50 años de cabello blanco que llevaba un traje con una armadura de otra época y parecía herido.

!¿Estaba sangrando?¡.

En su rostro había terror y esa imagen la despertó por completo, sintiendo nuevamente la adrenalina recorrer todo su cuerpo advirtiéndole que algo estaba mal y aún estaba en peligro.

Estaba aturdida y el silbido que aún resonaba en su cabeza por el accidente comenzó a desaparecer, podía escuchar las palabras de ese hombre que parecía la estaban llamando para que entrara en razón, estaba delante de ella pero su voz parecía aumentar gradualmente como si fuera acercándose desde la distancia.

_... !Señorita¡... !Señorita reaccioné!... tiene que escucharme. Se que no lo entiende pero tenemos que salir de aquí o su hermano nos alcanzara, ya ha ingresado a la mansión_

¿Qué estaba sucediendo y quién era este hombre tan extraño?, no tenía hermanos o por lo menos no uno del cual debería huir como parecía señalar ese hombre y lo más importante.

_... ¿Quién eres?_

Apenas pudo decir eso en medio de esa confusión, su voz sonaba diferente, como si alguien más hubiera hablado en su lugar, otra persona, pero sabía que esas palabras salieron del interior de su garganta. Se trataba de una voz suave y demasiado agradable para lo que recordaba, quizás fué por el accidente pero en ese momento ya no tenía importancia, el viejo la soltó y tomó de su brazo para apoyarla en su hombro.

_ Si no quiere morir tiene que salir de esta habitación_ No tenía tiempo para las explicaciones, tenían que escapar si es que aún tenían una posibilidad de vivir.

"¿Morir?"

¿No había muerto ya?, aún así, la situación era alarmante y esas palabras parecían ciertas.

No, no quería morir, quería vivir y el deseo era más fuerte que tratar de entender algo más, aunque todo a su alrededor era completamente extraño y estaba desconcertada trató de levantarse pero apenas y lo conseguía, se sentía débil.

Apenas pudo ver por encima del hombro de ese anciano y se dió cuenta que estaba en una habitación antigua bastante lujosa que parecía de otro siglo, todo en ese lugar era elegante y el blanco predominaba en todo, pero era algo más que debía pasar por alto antes de obtener respuestas, tenía que levantarse y ese hombre le gritó que se levantara nuevamente para que reaccionara.

Después de un accidente se supone que hay que reconocer la situación y tratar de actuar de inmediato, pero estaba completamente desconcertada y ese hombre le estaba diciendo cosas que no tenían sentido, ni siquiera sabía de quien estaban escapando.

La piel de su brazo era demasiada blanca, no recordaba ese color en su cuerpo y esas manos de dedos finos y largos no le pertenecían, absolutamente nada era como recordaba, si todo era una pesadilla ¿por qué se sentía tan real?.

Levantarse de esa forma solo hizo que se sintiera más descompuesta y con ganas de vomitar, aún así, avanzaron hacía la salida y cuando estaban por salir de la habitación, otro hombre extraño se interpuso en su camino mientras sujetaba una espada.

Era asombrosa la belleza de ese hombre y a la vez aterradora.

Llevaba un traje oscuro y un extraño emblema en el pecho con una capa negra, ojos celestes claros afilados y cabello azabache que enmarcaba sus ojos cristalinos, un hombre de rasgos finos y elegantes que parecía de unos 27 años o más. Lo aterrador era que estaba cubierto de sangré y llevaba una espada en la mano que goteaba como si recién la hubiera usado en alguien más.

Sus ojos se cruzaron con los de ese extraño y el aire a su alrededor se volvió demasiado denso y asfixiante de inmediato, su mirada cambió completamente y se torno oscuros llenos de odio y hostilidad hacía ella.

Estaba segura que ni siquiera conocía a ese hombre, no era alguien fácil de olvidar o alguien que pasaría desapercibido incluso si pasara por casualidad cerca de ella, y lejos de su belleza, mucho menos le apartaría la vista con esa extraña ropa de otro siglo, entonces... ¿por qué la estaba observando de esa forma?.

Sentír el olor a sangre tan intenso provenir de esa persona hizo que todo fuera aún más difícil, claramente ese hombre que era un desconocido y él parecía tener algún resentimiento personal con ella, podía verlo y sentirlo.

Un sudor frío recorrió su espalda amenazando con quitarle las fuerzas en sus pies, pero trato de soportarlo.

Otro hombre se aproximó por detrás de la persona que había llegado antes y se paró bajo el marco de la puerta, solo se mantuvo detrás él y no dijo nada, parecía alguien que estaba demasiado calmado con la situación, ojos castaños y cabello de igual color, no llamaba tanto la atención y su rostro sin expresión no la tranquilizaba en lo absoluto.

Ojalá alguien tratara de llamar a la policía o una ambulancia, pero algo le gritaba por dentro que era de ellos de quién debían escapar.

Todo parecía mentira, esas extrañas ropas y el lugar, pero el olor a sangre era real y le dejaba en claro que a pesar de lo que ella quisiera creer todo lo que estaba sucediendo era real.

Detrás de todos esos sentimientos de pánico e incertidumbre aún se preguntaba que estaba sucediendo, pero si esestaba en una carnicería de personas la idea de preguntar con amabilidad había desaparecido por completo, era casi un instinto querer alejarse de ese hombre de ojos claros y el anciano que la estaban sujetando sintió lo mismo porque retrocedió un paso al darse cuenta de la presencia de esas personas.

El hombre de ojos celestes regreso la vista al anciano y elevó la comisura de sus labios _Ya estoy aquí Felder_

El viejo palidecio_ Se... señor... Alexander..._

_Te daré una oportunidad maldito traidor para que corras_

Estaba aterrado, aún así, el viejo tomó fuerzas y volvió a hablar con ese hombre.

_ Su hermana... no tiene nada que ver con lo que hizo su padre_

Esas palabras claramente le disgustaron porqué perdió la sonrisa que había hecho cuando los encontró en esa habitación y volvió a hablar mostrando su disgusto.

_ Dije una oportunidad y veo que vas a desperdiciarla_ adelanto su espada que goteaba sangre apuntando en su dirección.

Estaba dejando en claro que no habría una segunda oportunidad para que hiciera algo. Estaban en un cuarto y ese hombre llamado Alexander estaba en la puerta evitando que escaparán, ¿a dónde se suponía que corrieran?.

Además, parecía que solo le estaba dando lugar a ese anciano de correr no parecía que fuera lo mismo para ella y si la dejaban seguramente no podría defenderse en la situación en la que se encontraba.

Como si no tuviera otra opción el anciano la pecho para que regresará al piso y aún así, ella lo siguió con la mirada desesperada para que no la dejara, quería que la llevará con él, no se sentía segura cerca de ese extraño que sostenía una espada, pero lo que vió después de que la abandonaron fué aún más aterrador, el anciano se regresó rápidamente y saltó por la ventana, después de eso, se sintió un grito desgarrador a través de la ventana y luego de eso un absoluto silencio.

"¿Se... se suicidó?"

No sabía si estaban en una habitación de un primer, segundo o tercer piso pero el silencio después de escuchar los cristales romperse y ese grito fue lo que hizo que su corazón estuviera a punto de detenerse con esa idea.

El hombre que estaba detrás de Alexander se asomo por la ventana para observar hacía abajo, no solo su rostro o sus movimientos eran tranquilos, su voz era igual, sonaba apagada y como si se tratara de algo casual.

_ Murió con la caída_ Se regresó para observar a la jóven que aún permanecía en el piso sentada, parecía impactada con lo que acababa de suceder, no le dió importancia y después repasó con la mirada la habítacion para ver sobre la mesa a su lado una pequeña taza de té con los restos de un liquido azul.

El frio de esa hoja de metal hizo que regresara la mirada a ese hombre de ojos celestes, como si quisiera su atención de regreso y fácilmente lo consiguió con ese gesto.

Una sonrisa cínica se dibujo en su rostro como si esperara esa situación por mucho tiempo.

_ ¿Algo que decir hermana?_

¿A qué se refería con hermana?

_...¿Hermana?_

Solo pudo repetir esa palabra sin siquiera entenderlo, ese hombre no era su hermano, quería decírselo pero estaba entrando en pánico y no podía pronunciar más que esas palabras por el miedo. Apenas y podía sujetarse del piso mientras trataba de controlar el temblor que recorría por todo su cuerpo.

Esa sensación de desesperación terminó quitándole las fuerzas para continua, después de todo era mejor estar inconsciente si estaba a punto de morir de nuevo.

Perdió la fuerza en todo el cuerpo y cayó contra el piso, sus sentidos se estaban volviendo a nublar y la adrenalina ya no estaba ahí para ella, apenas pudo escuchar una palabra tranquilas antes de perder el conocimiento por completo.

_ Dinimia_

Sin quitarle los ojos a su hermana que estaba inconsciente en el piso le pregunto a su asistente_ ¿Qué mierda es eso?_

Lauren paso el dedo por la pequeña taza y observó el color del líquido que se escurría por su dedo_ Una droga lo suficientemente fuerte como para perder la memoria. Por el color puedo darme cuenta que esta concentrado, me sorprende que no la haya matado, incluso la cantidad parece algo excesiva_

Nada estaba saliendo como lo había planeado, quería matarla en ese mismo lugar pero su hermana decidió perder el conocimiento y sus recuerdos antes de que pudiera atravesarla con la espada

_ ¿Cuánto crees que ha olvidado?_

Lauren dejó la taza y sacó un pañuelo para limpiarse la mano.

_ No creo que se acuerde de nada por como reacciono, ni siquiera parece que lo haya reconocido_

Se disgusto al escucharlo, tenía que darle la razón a su secretario, vió expresiones de terror fácilmente en el rostro de su hermana, no parecía que fuera la mujer fría y orgullosa que recordaba, enfundó su espada mientras se disgustaba con su suerte.

_ Despues de todo, ella gano_

Ellos habían ganado los territorios del duque de Grandwell, ya habían ganado esa guerra, así que decidió preguntar

_¿A que se refiere?_

_ Solo será un envase vacío si la mato_

Se acercó a ella y la levantó del piso, no pesaba mucho y su rostro se veía más maduro pero aún parecía frágil e inocente como en el pasado.

Muchas cosas cambiaron después de muchos años, menos su deseó de venganza.

Lauren sabía que su señor tenía un fuerte rencor por su hermana y parecía que quería no solo matarla si no hacerla sufrir antes de eso, probablemente solo tendría más trabajo si la mantenían con vida.

_ Dudo que el antídoto de esta droga sea fácil de encontrar, la flor de la cual se produce se encuentra en el reino vecino y estamos en guerra con ellos como para importarla de inmediato ¿la llevo al calabozo?_

Alexander lo negó con la cabeza _ ¿Y crees que voy a dejarla encerrada hasta que consiga la cura para matarla?_

_..._ ¿entonces que quería hacer con ella?.

Una sonrisa llena de odio apareció en el rostro de su señor mientras observaba a su hermana entre sus brazos

_ Para cuando recupere sus recuerdos se arrodillara y me suplicará que la mate_