El sol de la tarde se reflejaba en las

cristalinas aguas de la piscina olímpica de la secundaria Güemes. Damián, un muchacho

blanco de cabello negro brilloso con su estatura imponente y ojos verde esmeralda, se deslizaba con

elegancia a través del agua, dejando tras de sí una estela de fuerza y

determinación. Era el nadador número uno del colegio, conocido por su destreza

física y su carácter totalmente frío, antisocial.

Mientras tanto, en el patio principal de la

escuela, resonaban acordes melódicos que fluían de una guitarra. Era Mike, un

joven cantautor con una sonrisa radiante y un aura dulce siempre sonriendo su presencia  atraía a

todos a su alrededor. Su voz era como un bálsamo para el alma, y su música

transmitía alegría y tranquilidad.

Damián y Mike habían sido amigos

inseparables desde la infancia. Juntos habían compartido risas, aventuras y

sueños en aquel pequeño pueblo en el que crecieron juntos. Pero algo cambió después de

que terminaran la primaria. La vida los llevó por caminos distintos y se

separaron, perdiendo el contacto.

El destino que una vez los separó  quiso que se volvieran a

encontrar durante su tercer año de secundaria. Sin embargo, el reencuentro no fue

como ninguno de los dos había esperado. En lugar de abrazos y risas, había

miradas llenas de rencor y palabras hirientes. Por alguna razón desconocida,

ahora se odiaban y no podían soportarse mutuamente.

El conflicto entre Damián y Mike era un

misterio para todos. Los demás estudiantes se preguntaban qué había sucedido

entre esos dos amigos inseparables para que se convirtieran en enemigos

jurados. Pero ni siquiera los rumores más persistentes podían dar una respuesta

clara.

El amor y la amistad parecían haberse

convertido en cenizas en el corazón de ambos adolescentes. Ahora, sus caminos

se cruzaban continuamente en el aula, los pasillos y el patio de la escuela,

generando una tensión palpable que afectaba a todos los que los rodeaban.

Nadie podía prever el giro que tomaría la

historia de Damián y Mike. El destino tenía reservadas sorpresas inesperadas y

secretos ocultos que, tarde o temprano, saldrían a la luz. A medida que los

días pasaban, el amor y la amistad luchaban por abrirse paso entre el odio y el

resentimiento, desafiando todas las barreras que se habían formado entre ellos.

¿Cuál era la razón detrás de su odio mutuo?

¿Podrían superar sus diferencias y reconciliarse, o están condenados

a desvanecerse en la oscuridad?

Esta es la historia de dos adolescentes, un

enfrentamiento que desafiara los límites del amor y la amistad. Descubre cómo

el destino entrelazara sus vidas en una trama llena de amor, emociones

encontradas y segundas oportunidades.

Damián caminaba por los pasillos de la secundaria tranquilo cuando de repente con una

expresión indescifrable en su rostro acelero su paso. Sus ojos verdes,

generalmente llenos de vida, reflejaban de repente una profunda tristeza. Él era

conocido por su altura imponente y su apariencia atlética, se movía con una cautela

casi invisible, como si quisiera pasar desapercibido.

El sonido de las risas y las conversaciones alegres resonaba a su alrededor, pero Damián

parecía inmune a todo ello. Era conocido por ser el nadador estrella y el

número uno de la secundaria, pero su éxito deportivo no parecía haberle otorgado

la felicidad que todos esperan.

En ese momento, un grupo de chicas pasó junto a él, riendo y susurrando entre sí.

Damián las ignoró por completo, su atención estaba fija en algo más importante.

Su mirada se fijó hacia el otro extremo del pasillo, donde se encontraba parado

un chico rodeado de gente lo miro fijo y susurro con duda ¿Mike?, si era Mike.

El chico nuevo Mike, con su cabello castaño despeinado y su guitarra colgada en la

espalda, irradiaba una energía positiva que contrastaba fuertemente con la

actitud de Damián. Mike Era conocido por su talento musical y su personalidad alegre,

tenía en su haber varios premios intercolegiales, la mayoría de los adolescentes

lo conocían él siempre se encontraba rodeado de amigos y admiradores.

Damián y Mike crecieron juntos en un pueblo a 300 km de la ciudad eran amigos de

infancia, inseparables, llenos de sueños y con mil aventuras vividas.

El encuentro entre los dos antiguos amigos fue inesperado y tenso. Sus ojos se

encontraron brevemente, y en ese instante, la tristeza en el rostro de Damián

se mezcló con una expresión de odio. Parecía que todo el amor y la amistad que

compartieron en la infancia se habían desvanecido por completo.

Sin mediar palabra, Damián desvió la mirada y siguió su camino, pero el daño ya estaba

hecho. Mike se quedó paralizado, confundido por la actitud de su antiguo amigo.

Intentó acercarse, pero Damián se perdió entre la multitud antes de que pudiera

decir una palabra.

La tristeza invadió el corazón de Mike mientras observaba a Damián alejarse. No comprendía

qué había sucedido entre ellos. ¿Cómo habían pasado de ser inseparables a ni

siquiera saludarse? La incertidumbre y la nostalgia se apoderaron de él, y se

vio sumido en un mar de preguntas sin ninguna respuesta.

Desde aquel encuentro inesperado, Damián y Mike evitaban cruzarse en los pasillos de la

secundaria. El odio dominaba en sus corazones, parecía crecer más con cada día

que pasaba. La amistad que una vez floreció entre ellos se había convertido en

un espejismo distante, una sombra de lo que solía ser.

Al transcurrir los días el corazón de Mike se volvía mas confuso no lograba saber por qué, la

angustia se apoderaba poco a poco de él y su sonrisa alegre se transformaba en

una débil sonrisa fingida.

Damián lo evitaba constantemente, empezó a entrenar el doble y solicito a su familia que

lo cambiaran de secundaria a lo cual no accedieron. Su actitud con Mike era

como si fueran enemigos jurados y no dos personas que habían crecidos juntas

llenas de buenas memorias.

El corazón de Mike seguía pesado por la  tristeza que había experimentado durante su encuentro con Damián. No podía entender cómo habían llegado a ese punto, y su mente comenzó a buscar

respuestas en los recuerdos del pasado.

Recordó los días de su infancia, cuando eran inseparables. Juntos, exploraban el vecindario, construían castillos de arena en la playa y pasaban tardes enteras en el parque riendo y compartiendo

confidencias. Eran más que amigos más que hermanos, y nada parecía poder separarlos.

Pero todo cambió al finalizar la primaria. Damián recibió una oferta para entrenar en un prestigioso equipo de natación en otra ciudad, una oportunidad que no podía dejar pasar. A pesar que tendría que dejar

atrás a sus amigos su ciudad era la oportunidad de ir tras su sueño, entre lágrimas y la promesa de mantener el contacto, Damián se fue con su familia y su amistad se vio amenazada por la distancia.

Los primeros meses fueron muy duros para Mike. Extrañaba a su amigo y se sentía abandonado. Sin embargo, poco a poco, comenzó a hacer nuevos amigos y a explorar su pasión por la música. La guitarra se convirtió en su mejor compañera, y encontró consuelo en las melodías que componía.

Luego de irse aún ambos seguían en contacto Damián y Mike hablaban largas horas por teléfono e intercambiaban fotos por correo. al transcurriendo el tiempo esas llamadas eran cada vez más cortas y

sus correos ya no existían.

A medida que los años pasaban, Mike se sumergió en su mundo musical y construyó una nueva identidad. Se convirtió en el cantautor alegre y sociable que era ahora. Las nuevas amistades y los éxitos

musicales le brindaron una sensación de pertenencia y confianza que llenó el vacío dejado por la partida de Damián.

Pero ahora, con el reencuentro inesperado, toda esa felicidad parecía desvanecerse. Mike se preguntaba si su éxito y su nueva vida habían causado un resentimiento en Damián. ¿Se había sentido reemplazado o abandonado por su amigo?

Por otro lado, Damián había experimentado una vida completamente diferente en la nueva ciudad. Si bien se destacó como nadador y obtuvo numerosos logros deportivos, su vida social se volvió solitaria. Era el chico blanco, de pelo negro alto de ojos verdes que se consideraba el número uno, lo que despertó la envidia de mucho y lo aisló casi de todos Damián evitaba las conexiones emocionales, solo estaba a su lado Jack el hijo del entrenador de natación quien se volvió en su único ¨amigo¨ en este nuevo mundo.

La distancia y el enfoque en su carrera deportiva habían endurecido a Damián. Se sentía abandonado por Mike, quien parecía haber seguido adelante sin él. La tristeza y el resentimiento se habían

arraigado en su corazón, y el encuentro con su antiguo amigo solo avivó esas emociones negativas.

Ambos chicos llevaban consigo un peso de sentimientos dolorosos y recuerdos olvidados. Lo que parecía ser un encuentro casual se había convertido en un enfrentamiento lleno de odio y tristeza. Pero,

a pesar de ello, había una chispa de esperanza en el corazón de Mike. No podía aceptar que su amistad se hubiera desvanecido por completo. Decidió que era hora de enfrentar la situación y buscar respuestas, aun sin saber con qué se podría encontrar.