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La Villana Quiere Evitar Su Trágico Final

CAPITULO 1. ¿Estás Despierta?

"En donde la protagonista era amada por todos y en especial por los jóvenes herederos de las casas más importantes del imperio, gozaba de una vida perfecta gracias a sus amigos y pretendientes, pero, era odiada por la única princesa del imperio, quién más adelante se convertiría en la villana de la historia por sus celos hacia la protagonista.

La princesa no podía entender cómo Florence era tan amada cuando ella y su familia se encontraban en el último puesto de los rangos de la nobleza, tampoco cuando podía notar esa falsedad e hipocresía que emanaba de la hermosa joven, o tal vez, solo era su imaginación haciéndole una mala jugada para convencerse de que su odio era justificado.

Todo empeoró cuando se enteró del compromiso que había oficializado con el duque de Crawford, el primer y único amor de la princesa, el hombre a quien había escogido ella para casarse en el futuro.

Hizo de todo para intentar separarlos, incluso tendió una trampa de infidelidad, mas nunca dio resultados, su último recurso fue el asesinato, quería deshacerse de aquella joven para así poder ella ocupar su puesto en el corazón del duque.

Claro que, fue el duque quien la detuvo y rescató a su prometida antes de que pudiera salir dañada, no sin antes advertirle que lo dejara en paz y dejándole en claro que aún si su novia no existiera, él jamás se fijaría en ella, nunca la aceptaría en su vida.

Acabada por la culpa, el rechazo de su familia y las duras palabras del duque, la princesa no podía seguir con su vida, se aisló por un tiempo hasta caer en la desesperación, así fue como terminó quitándose la vida, sin echar culpas a nadie ni despedirse de nadie.

Aquel sería el final de la villana que hizo de todo para tener a su amado y que nunca logró ser correspondida por éste."

Pero eso sería demasiado dramático y estúpido, ¿Quién muere por amor? — me pregunté mientras escribía el desarrollo de la villana de mi nuevo libro.

Había preparado ya todos los desarrollos de mis otros personajes principales y secundarios, mas, aún no podía decidir por cómo sería la villana, aunque ya tenía una idea principal y algunos cuantos borradores.

Escribir historias de fantasía y nobles era un pasatiempo para desestresarme y olvidar por un momento del mundo real.

Luego de pensarlo por un rato decidí dejar mi computadora en su lugar y arreglar mis cosas para el día siguiente.

(...)

- Hola, buenos días, Ari — se acercó Leah, mi amiga.

- Hola Leah, buenos días — sonreí.

- Estás lista? Bueno, eso es algo obvio, siempre lo estás, pero, me refiero a si no estás nerviosa, ya sabes, hoy compites contra él... - reí levemente.

- Respira, sé a qué te refieres. Y sí, estoy lista, no daré lugar a los nervios.

Desde que era una niña estoy encerrada en un internado, o un "proyecto", para crear a los humanos perfectos que liderarán la nación o el mundo en un futuro no muy lejano, mi padre es uno de los profesores de este lugar y quien voluntariamente me trajo a este infierno.

He sido limitada desde una edad temprana, nunca pude hacer cosas tan mundanas como ir a jugar en un parque o salir a jugar con mis amigos, ni hablar de la escuela, el amor de una familia fue algo que nunca pude conocer ni el de gente al rededor, lo más cercano que tengo a ello es Leah, mi única amiga en este lugar.

(...)

- Bien chicos, ambos tomen asiento, comenzaremos con las pruebas de hoy. — anunció el profesor Lawrence, padre de Alexander.

Los exámenes escritos pesados y desafiantes que servían para otorgar habilidades y destreza mental no se hicieron esperar, siendo tan complejos como siempre.

Después de ello las pruebas físicas en donde ponen a prueba nuestras habilidades físicas extremas y capacidades de analizar y formar estrategias en el campo dieron inicio.

Deportes como la arquería, esgrima, equitación, atletismo, baloncesto, béisbol entre otros considerados deportes olímpicos.

Por último, iban los juegos de mesa como Damas, Scrabble, Póker, Bridge y por supuesto, Ajedrez.

- Maldición — susurré.

- Se acabó Aria.

- ¡No! No puede acabar así — la ansiedad comenzaba a presentarse. Hice un último movimiento arriesgando todo.

- Jaque mate.

Era imposible ganarle a él, ni siquiera el mejor jugador de ajedrez pudo vencerlo, así es él, siempre destacando en todo.

(...)

- ¡Esto es una completa vergüenza! — dijo mi padre mientras dejaba con fuerza algunos libros en la mesa delante mío.

- Lo lamento padre.

- No, quién lamenta haber tenido una hija tan ineficiente soy yo.

Ya debería estar acostumbrada a este tipo de situaciones porque me enseñaron a nunca dejar ver mis emociones, sin embargo, cuando se trata de mi padre todos esos comportamientos se van por el caño. Las lágrimas comenzaban a acumularse nublando así mi vista.

- Me esforcé — dije en un intento de defenderme.

- No fue suficiente, nunca lo haces como para alcanzarlo, siempre viviendo a su sombra, eres una inútil. Lárgate a tu habitación y sigue estudiando.

Lo último que vi fue su espalda, para luego retirarme a mi habitación.

(...)

Todo había ido relativamente bien, en la mayoría de los exámenes estábamos igualados y algunos otros él tenía mejor nota sin llegar a ser grande la diferencia, pero, definitivamente lo que estalló a mi padre fue como siempre, el resultado del Ajedrez.

Me siento increíblemente mal, desganada y adolorida, simplemente quería dormir y olvidar todo esto.

Es en estos momentos cuando la inspiración llega a mí y con ello, el deseo de poder vivir todo lo que escribo; aun cuando sé que es imposible me gusta fantasear una vida en una novela, luego me arrepentiría de tener pensamientos tan estúpidos, pero por ahora disfruto de ellos.

Así fue como poco a poco fui cerrando mis ojos mientras seguía sosteniendo el libro que estudiaba.

El ruido de la puerta del dormitorio siendo abierta con bastante cuidado se hizo presente, casi como si no quisieran que sea percibido.

- Aria... ¿Estás despierta? — hubo silencio.

¿Qué hace Leah en mi habitación? 

Decidí quedarme quieta y no responder, no tengo ganas de hablar, será mejor si se va ahora, ya mañana le preguntaré la razón de su visita.

La puerta se cerró, pero, al contrario de lo que creí, pasos se escuchaban acercarse.

.......

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^^^Continuará....^^^

CAPITULO 2. ¿Quién es ella?

Rápidamente sentí cómo ponía algo sobre mi nariz impidiéndome respirar, abrí los ojos en grande llenos de sorpresa y comencé a forcejear con ella, pero había alguien más, era un chico, él me atrapó y estampó mis muñecas contra el colchón sin dejarme mover, ni siquiera pude distinguir su rostro, pero pude ver con claridad ese brillo morado en su iris.

- ¡MMPH! ¡MGH! — forcejeé hasta el último momento mientras veía suplicante a Leah por una explicación.

¿Por... por qué tú estás...?

Una lagrima fue lo último que descendió por mi rostro justo antes de perder la consciencia.

De pronto, todo fue negro y cada vez más lejano, dejé de sentir y escuchar por un tiempo hasta que tras perder la noción del tiempo escuché una voz femenina al rededor.

- Princesa, es hora de levantarse hoy tiene el desayuno semanal con su majestad el emperador.

¿Emperador? ¿De qué está hablando?

Abrí mis ojos y me encontré con una enorme y lujosa habitación a la que no recordaba haber visto nunca, y al frente, abriendo las cortinas se encontraba una mujer.

Me quedé paralizada por un momento hasta que ella volteó a verme y sonrió.

- Su alteza, se le hará tarde y no puede dejar esperando a la familia real.

No entiendo nada, se supone que estoy muerta o, ¿Acaso esto solo es un sueño antes de irme? Pff ya ni siquiera sé en lo que estoy pensando, pero si esto no es más que una ilusión (que es lo que seriamente creo), continuemos.

- Ahm sí, sí tiene razón.

Al levantarme otras mujeres entraron y me guiaron al baño para luego comenzar a arreglarme para el dichoso desayuno.

Al sentarme frente al espejo y ver mi rostro, la sorpresa fue evidente, no podía creer lo que estaba viendo.

¿Quién es ella? ¿Por qué tengo esta apariencia?... Espera...

Comencé a ver con más detalle el cabello rubio casi como oro, la piel pálida y tersa, los rasgos finos y delicados, y los ojos de un precioso color púrpura.

Esto, esto tiene que ser una jodida BROMA, no puede ser, esto solo lo leía en los manhwas y novelas, es imposible que algo así me haya pasado.

Solté una leve risa con burla mientras me veía fija en el espejo y algunas de las sirvientas no evitaron verme de reojo para luego seguir con lo suyo.

Es que es hasta gracioso el cómo pudo pasar esto, ya en serio, envíame al más allá, no puedo creer que esto sea un tipo de realidad, quiero decir, ni siquiera terminé de escribir la novela, a lo mucho tenía la sinopsis y algunos borradores, ¿Cómo se supone que trabaje con eso aquí?

Al terminar fui acompañada hasta el comedor y realmente nunca imaginé que tardaría tanto en desplazarme de una habitación a otra, este lugar es enorme.

- Buenos días — saludé y di una reverencia.

Allí mi realidad se hizo mucho más clara,  al sentarme pude ver claramente a la persona frente a mi y gracias a ese distintivo aspecto me fue fácil saber que se trataba de Christian Westdall, el príncipe heredero, aún bastante joven he de decir, pero era él.

Ahora que lo pienso, ¿Qué edad tengo? Me veo bastante joven, pero, sí lo pregunto sería realmente extraño.

Decidí continuar con mi comida en silencio, solo podía escuchar a mi padre y hermano intercambiar algunas palabras entre sí, todas relacionadas a las tareas del imperio.

(...)

- Su alteza, es hora de su clase de etiqueta — entró Merry, mi nana, la misma mujer que tocó mi puerta esta mañana.

- Bien, estoy lista señora Merry.

Ella se quedó desconcertada por uno instante antes de retomar la compostura y guiarme al salón.

¿Quién diablos se supone que me da clases? Pasaré esta noche en vela para estudiar al menos lo básico de esta vida, claramente hay muchos detalles que no tengo en cuenta ahora.

Y es que, ¡Vamos! Estamos hablando de la villana, es claro que no profundice en su vida o me preocupé en describir cada detalle de su día a día.

- Princesa, puedo ver que hoy su desempeño es impecable, debo preguntar ¿A qué se debe este hecho?

- Bueno, Madame Heston, creí que era momento de tomar mis clases en serio, así que decidí practicar por mi cuenta, ¿Le parece que ha dado resultados?

- Así fue princesa, y debo decirle que me llena de orgullo ver este cambio en usted, algo repentino, pero satisfactorio definitivamente.

- Me halaga escucharlo de usted.

- Veo que incluso su manera de expresarse está más refinada que nunca.

Así continuó la clase con varios elogios por parte de la institutriz.

Eso es raro ja

Luego de ello, al dirigirme de vuelta a mi habitación me encontré en uno de los pasillos con Christian, mi hermano mayor.

- Hermano — di una reverencia y él asintió.

- ¿Has terminado ya con tus lecciones de etiqueta?

- Así es, dentro de unos minutos tengo la clase de arte.

- Ya veo, continúa así — sin más, él se fue y yo seguí mi camino.

Así continuó el día entre algunas otras clases y prácticas de instrumentos.

Hoy no he parado de recibir elogios — sin querer, ante mis pensamientos suspiré.

- ¿Se encuentra bien, princesa? — preguntó mi nana.

- Sí, no es nada — sonreí.

- Hoy ha sido un buen día para su alteza, parece que de pronto ha despertado con todas esas habilidades — volteé a verla — debo preguntar, ¿A qué se debe tan drástico cambio?

Ella sí que lo notó, después de todo es mi nana, supongo

- En realidad, nana, es que anoche tuve un sueño algo extraño, no quisiera entrar en detalles, pero, fue eso lo que me hizo comprender mi posición en este momento, y, como la única princesa del reino no puedo decepcionar a mi familia y al pueblo con un comportamiento y rendimiento tan deficiente, así que, terminé con mi terquedad y he decidido ser alguien diligente de ahora en adelante — exclamé todo aquello con la mirada más lastimera y llena de pesar posible.

- ¡Oh princesa! — se veía al borde de las lágrimas por la conmoción — sabía que este día llegaría, pero, no creí que sería de la noche a la mañana, sin embargo, me siento tan feliz — sacó un pañuelo y limpió las lágrimas en los costados de sus ojos.

Yo reía apenada mientras la consolaba en medio del pasillo.

- Nana, ya casi es hora de la cena, que te parece si vamos a ello.

- ¡Por supuesto! Prepararé el baño inmediatamente.

.

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.

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Continuará...

CAPITULO 3. El emperador y la emperatriz

Han pasado cuatro días desde que llegué a este lugar, al final tuve que escabullirme por las noches hacia la biblioteca y estudiar sobre este mundo, al menos mi consciencia es igual a la del mundo real y pude aprenderlo todo en poco tiempo.

Me pregunto si mis habilidades en las otras áreas siguen siendo iguales.

Tomé un sorbo de té con tranquilidad, por hoy solo tendría clases de historia y literatura por la tarde, y aún es bastante temprano.

A lo lejos pude ver una silueta de un chico -de quien desconozco su identidad-, estaba hablando con Christian, aunque, en realidad parecía molesto y estaba alzando la voz.

- Su alteza el segundo príncipe parece estar discutiendo de nuevo con el príncipe heredero.

- ¿Te refieres a Raon, nana? — estaba asombrada, no esperaba ver tan pronto al segundo príncipe del imperio y a mi otro hermano mayor.

- ¿Eh? Pues sí, me refiero al príncipe Raon, su alteza.

Raon Westdall, segundo príncipe del reino, hijo de la reina consorte, normalmente se encuentra en el palacio de la reina y vive alejado de sus hermanos. Recuerdo haber escrito un poco de él, será un espadachín formidable, su madre es exigente respecto a sus estudios y siempre le ha tenido cierto odio a la familia real, es un personaje neutro de cierta manera, no es bueno, ni malo, claro, para los protagonistas, pero, para el primer príncipe sí que es un enemigo, jamás se han llevado bien y con Victoria, bueno, ella es ignorada por ambos hermanos.

Un poco más por Raon que por Christian, he de aclarar.

- Mm

- ¿Sucede algo princesa?

No sé por cuánto tiempo estaré aquí, pero, si al menos puedo evitar que ese par se odie, creo que todo estará bien.

- No, no es nada, simplemente estaba pensando en que quiero ir a comprar unas cosas mañana.

- Así que se trataba de eso — sonrió — le avisaré a uno de los cocheros para que tengan listo con anticipación un carruaje — asentí.

Ahora que lo pienso, por mi apariencia física no soy mayor aún, así que, creyendo en eso, aún no he conocido al hijo del archiduque Crawford, mi futuro gran amor, o bueno, el de Victoria; como sea, si tan solo pudiera evitar cualquier contacto con él, estoy segura de que mi vida en este lugar no correría riesgo.

Pienso todo esto desde una perspectiva en la que tal vez esto no sea para siempre, en algún momento la verdadera Victoria va a recobrar su conciencia y cuerpo, luego tendré que seguir mi camino como Aria de nuevo.

Pero, si tan solo tuviera la certeza de que esta realmente será mi nueva vida de ahora en adelante, estoy segura de que puedo hacer las cosas bien, jamás haría algo como el personaje que originalmente había creado.

Sin embargo, por ahora es mejor ser precavida.

Más tarde, me dirigí a mi habitación después de terminar con las lecciones del día.

Al pasar por una de las habitaciones pude escuchar una voz desconocida y la de mi madre, la curiosidad fue más fuerte y me asomé.

- Kugh

Cuando lo vi no podía creerlo, era la emperatriz, acababa de darle una bofetada al joven delante de ella.

- ¡Madre ¿Qué haces?! ¡¿Por qué golpeas al hermano Raon?! — corrí hacia ellos y me interpuse.

- ¿Victoria? ¿Qué haces aquí? ¿Por qué defiendes a este bastardo? — cuestionó con enfado.

- Apartarte niña — me empujó.

- Ugh — perdí el equilibrio y caí.

- ¡Eres un insolente, ¿Cómo te atreves a golpear a la única princesa de este imperio y mi hija?! — se veía más enojada.

- Madre, yo estoy bien, por favor no casti-

- Déjeme llamar a un médico para que atienda a mi madre — me interrumpió Raon.

- ¿Crees que tras tu manera de actuar tendré piedad con un bastardo como tú? La consorte definitivamente no pudo con tu educación, al final del día el origen no se puede cambiar — fue lo último que le dijo con indiferencia antes de retirarse.

- Tsk — veía la impotencia en él, luego de eso dio media vuelta para irse, no sin antes dirigirme una mirada llena de odio — ¿Quién es tu hermano eh? — dijo con desprecio y luego se fue.

¿Qué fue todo esto? ¿Por qué la emperatriz se portó tan mal con Raon? ¿Por qué no se ha llamado al doctor para atender a la reina consorte?

De pronto, a mi mente llegó un recuerdo.

"El emperador y la emperatriz sí eran un matrimonio con amor, sin embargo, los doctores les indicaron que había altas probabilidades de que madre no pudiera concebir nunca más, al ser así, el único posible heredero sería Christian.

Al principio ambos estaban bien con ello, pero cuando el primer príncipe tenía cinco años, sufrió un intento de envenenamiento, luego de eso se le exigió a padre un heredero suplente, otro príncipe, pero, como la emperatriz era incapaz de aquello tuvieron que recurrir a una consorte.

Así fue como la hija mayor del Vizconde de Saax se unió a la familia imperial como la reina consorte del emperador, lo que causó una grieta en la relación de padre y madre, poco tiempo después la reina quedó en cinta, así la distancia entre ambos era mayor, finalmente el bebé nació y resultó ser un príncipe, eso había terminado por destrozar el amor del emperador y la emperatriz separándolos por completo.

Pero, antes de que la relación terminase yo fui concebida, así que sí, Raon y yo no nos llevamos más que ocho meses de diferencia.

Y es más que claro el por qué la emperatriz tiene tanto odio y rencor hacia la consorte y su hijo."

¿Qué fue eso? ¿Yo escribí todo eso? Pero, lo más importante... Esta situación sí que es un problema.

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^^^Continuará...^^^

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