Nota Del Autor: Tentación Prohibida es una historia independiente que está conectada con Peligrosa Atracción.

Aviso: La siguiente historia tendrá contenido delicado con extremo tabú entre dos hermanos con lazos sanguíneos. Si no te sientes cómodo/a con el tema tratado, te invito a dejar la lectura ahora.

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^^^Catherine Howland.^^^

[14 años]

Mi corazón se rompió por segunda vez aquella tarde de otoño, viendo las hojas del árbol frente a mi ventana caer. Mis ojos se fijaron en ellas, en su color anaranjado y en sus puntas secas.

Prefería verlas a ellas y no la mirada de mi hermano, una mirada que no estaba dirigida para mí, sino para nuestra nueva vecina.

Amy se había mudado junto a sus padres el día anterior y al igual que hoy, lo vi suceder a través de la ventana de mi habitación.

Ella había bajado del coche plateado, luciendo una camiseta junto a una camisa de mezclilla y una falda que le llegaba a la altura de los muslos.

Su cabello negro, con preciosas ondas fueron lo primero en llamar mi atención, pero entonces no era la única.

Landon también la estaba viendo.

¿Por qué justamente ahora debía estar en casa?

Después de entrar en la universidad, el contacto con él había disminuido, aunque era de esperarse que lo hiciera. Había entrado en una nueva etapa de su vida, conociendo nuestras personas y aceptando nuevas responsabilidades.

Le extrañaba tanto que dolía, pero estaba feliz con los breves mensajes que compartíamos por las noches, justo antes de mi hora de dormir, y sí, tengo una hora para dormir.

Papá y mamá pueden ser un poco exigentes al respecto con seguir las reglas de la casa.

Ella también notó la presencia de mi hermano y entonces fui testigo en primera fila de la conexión que hubo entre ambos.

¿Creo en el amor a primera vista?

Yo diría que sí, porque lo sea que hubo en ese intercambio de miradas fue el detonante para que ambos se enamoraran perdidamente del otro.

Fue así de sencillo, solo basto un segundo para encontrarse y saber que se pertenecían mutuamente.

Algo que yo nunca tendría.

Landon nunca me vería como lo hizo con ella cuando le vio por primera vez, ni siquiera lo hará cuando sea lo suficientemente mayor porque somos hermanos, siempre lo seremos.

Siempre seré su hermana menor.

Y él siempre será mi hermano mayor.

—¿Qué estás viendo?.—Mi madre irrumpe en mi habitación sin llamar a la puerta, nunca lo hace y se enoja conmigo cuando coloco el seguro.

Aparto la mirada de la ventana, dejando las hojas caer tranquilas en un movimiento casi hermoso, desviando mi atención de Lan y Amy, quiénes han estado hablando por la última hora en nuestro jardín delantero de algún tema que los ha mantenido muy entretenidos.

Mi corazón se retuerce en el pecho, suplicando un minuto de descanso, es una lástima que esto no vaya a parar pronto.

—Las hojas en otoño adquieren un color hermoso, estaba pensando en conservar algunas.

Ella no parece feliz con mi respuesta, pero es mamá, ella nunca es feliz cuando se trata de mí.

—Haz algo mejor con tu tiempo y limpia el desastre que han hecho tus preciadas hojas.—Ordena, dándome la espalda cuando sale de la habitación murmurando.—Haré que corten ese estúpido árbol.

Quiero decirle que ese árbol ha estado mucho antes que nuestra propia casa, debe tener al menos unos 150 años, pero otra vez y como siempre, no tengo el valor de contradecir a mamá.

Bajo a la primera planta luego de recoger una bolsa y un rastrillo para juntar las hojas caídas del árbol.

Cuando salgo por la puerta principal consigo la atención de Amy y Lan, algo que no hace más que hacerme sonrojar.

—¿Es tu hermana?.—Pregunta Amy.—Es tan linda y pequeña ¿Cuántos años tiene?

—Tiene 14 años.—Responde Lan, viéndome, dándome una sus cálidas sonrisas de hermano mayor.

A diferencia de mis padres, Lan siempre ha estado orgulloso de mí.

Tal vez lo hace porque sabe que no tengo la atención de papá y mamá, por lo que ha optado por ser un buen hermano mayor, el mejor que alguien podría desear.

No soy merecedora de su amor.

He ensuciado su amor puro y bondadoso con mi amor equivocado.

No resisto la opresión en mi pecho cuando soy consciente de la enfermedad que atormenta a mi corazón.

Estoy enferma y tengo miedo, tengo miedo de no poder encontrar una cura para mi enfermedad, tengo miedo de vivir con este dolor hasta que sea demasiado tarde, tarde para salvarme de la oscuridad.

No hay una luz que guíe mi camino cuando sigo aferrada a este amor imposible.

Un amor enfermizo.

Si pudiera arrancarlo de mi pecho lo haría, lo haría sin dudar, no porque es difícil de sobrellevar, sino porque traería horror y repulsión en su mirada si algún día lo descubre.

Landon no puedo saberlo nunca, no puede saber que llevo soportando este amor más tiempo del que puedo recordar.

No quiero que su imagen de mí se vea dañada por mi enfermedad, quiero seguir siendo su adorada hermana, aunque solo sea eso todo lo que obtendré de mi hermano mayor.

^^^Catherine Howland.^^^

La primera vez que mi corazón se rompió no fue por enamorarme precisamente de mi hermano, fue más bien porque Landon había decidido mudarse a los dormitorios de la universidad y ya no podría verle diariamente.

Desde entonces siento que la herida en mi pecho no ha cerrado adecuadamente, abriéndose en cada ocasión cuando escucho su voz, o cuando siento sus manos sobre mi cabeza, acariciándome cuando viene de visita y me hace sentir querida.

Me acurruco en mi cama, viendo mi celular cuando leo un mensaje de él.

No pude verlo antes porque mi madre me castigó después de la cena, no tenía apetito, así que no comí mucho, por lo que me hizo lavar y secar los trastes, luego tuve que hacer mi tarea y solo ahora tuve la oportunidad de recoger el móvil.

Lan: Tu cumpleaños se acerca. Sé buena y dime que quieres de regalo.

Mi corazón se acelera como un tonto emocionado, haciéndome sonreír y chillar contra mi almohada.

Le amo tanto, tanto, tanto.

Mi amor se desborda de mi pequeño corazón, infringiendo pequeños cortes que dolerán a largo plazo.

Yo: Hola :)

Yo: Acabo de leer tu mensaje.

Yo: Respondiendo a tu pregunta, no necesito nada realmente, pero habrá una firma de libros de mi autor favorito. Si puedes llevarme estaré agradecida hasta el último día de mi vida.

Lan: ¿Cuándo es la firma?

Mi corazón recibe un ataque al verle conectado, no esperaba que respondiera pronto. Habitualmente, hablamos entre las diez de la noche y ahora es cerca de media noche.

Yo: ¡Hola! Es en mi cumpleaños, ¿no es perfecto? Mi autor favorito tiene una gira de firmas en la ciudad y estará por la zona cuando cumpla los 15. Siempre deseé conocerle en persona, ha escrito más de 30 ejemplares que han alcanzado el récord en ventas. Es el mejor en su género, aunque la mayoría de sus otros libros son considerados para público adulto, por lo que no he tenido la oportunidad de leerlos todavía. ¿Crees que nuestros padres me descubran si los leo de todos modos? Solo escribe de temas más sensibles para tratar, como la violencia y tráfico de personas ¡No es sexo! Lo entendería si lo tuviera, pero no lo tienen. De todos modos papá y mamá no lo entenderían.

Lan: Te llevaré.

Lan: Y Cath, puedes leer todo lo que quieras. No pueden dictar cada segundo de tu vida, no lo permitas o estarás acabada.

Yo: Lo sé. ♡

Yo: Papá y mamá pueden ser algo intensos.

Lan: Intensos es un eufemismo.

Lo es, pero siguen siendo nuestros padres.

Papá y mamá no pueden ser perfectos.

Yo: ¿Puedo preguntar por Amy?

Quiero borrar el mensaje un segundo después de haberlo enviado. Nunca le he preguntado por sus parejas anteriores, pero en aquel entonces nunca le había visto tan interesado en una persona en específico.

Lan: Ya lo estás haciendo.

Yo: Sabes lo que intento preguntar.

Lan: ¿Qué hay con ella?

Lan: ¿No te agrada?

Yo: ¡Imposible! Es maravillosa, muy amable y gentil. Me ayudó con las bolsas de las compras cuando nos encontramos en el supermercado.

Lan: Es bueno saber que ustedes dos se llevan bien, hubiera sido incómodo de otra forma.

Yo: ¿Por qué lo dices?

Lan: Comenzamos a salir hace unas semanas.

Mi corazón se detiene, al igual como mi respiración y mi flujo sanguíneo.

Lan: Vamos a decírselo a nuestros padres después de confirmar como van las cosas entre los dos. Así que no le digas nada a papá ni a mamá.

Era natural que ocurriera, me lo había dicho muchas veces desde su primer encuentro. Ellos tenían esa química, esa conexión que tienen los amantes que terminan pasando una vida junto a su enamorado.

Mis ojos se cristalizan con lágrimas no derramadas, llevando mi celular al pecho porque leer su mensaje ha abierto una grieta en mi corazón.

Necesito encontrar una manera para unir los pedazos desprendidos de mi débil e iluso corazón.

¿Algún día dejará de doler?

Vuelvo a la pantalla de mi móvil cuando escucho llegar otro mensaje.

Lan: ¿Cath?

Yo: ¡Me alegro por ustedes!

Yo: Lo siento, tengo que irme. Mañana hay escuela y le prometí a Fanny pasar por su casa para irnos juntas. ♡

Yo: Buenas noches, Lan :)

Lan: Buenas noches, dolly.

Dolly \= Muñequita. Es su apodo para mí, porque dice que soy demasiado pequeña y adorable, al igual como todas las muñecas que alguna vez tuve cuando era una niña.

Dejo el móvil a un lado de mi almohada, ahogando un grito en ella para no despertar a papá y a mamá.

Me duele el corazón, me duele tanto que haría cualquier cosa para detenerlo.

Tal vez sería menos doloroso teniendo el apoyo de alguien, alguien como Fanny, quien es mi mejor amiga, la única verdadera amiga que tengo, pero...

¿Cómo le dices a una amiga que estás irremediablemente enamorada de tu hermano?

Es enfermizo y es asqueroso, algo que jamás debió ocurrir, pero que alguna manera lo hizo.

Este es un castigo de la vida para mí, porque soy una asquerosa que ha profanado el amor fraternal y los cuidados de Lan con mis sucios deseos de algo más.

^^^Catherine Howland.^^^

La relación de Landon y Amy es un secreto para ambas familias, se supone que lo dirán luego de salir por una temporada, descubriendo como resultan las cosas entres ellos.

Yo digo que estarán bien.

Lan y Amy parecen almas gemelas, estaban destinados a encontrarse, puedo verlo en sus ojos, en el tono de voz que utilizan solo entre sí, como si estuvieran hablando con su otra mitad.

Amy es dulce y gentil, una chica extrovertida con un corazón enorme. Siempre es amable cuando viene a casa en compañía de su madre, quien se ha vuelto una gran amiga de mamá.

Mamá también cree que Amy es perfecta.

Escuche una conversación entre ella y nuestra vecina, ambas de acuerdo con unir a su hija con mi hermano.

Saltarán de alegría cuando sepan que Lan y Amy se adelantaron y ya se encuentran en una relación.

Todos parecen muy contentos con ellos como posible pareja, incluso yo estoy contenta, lo estoy, estoy muy contenta.

Estoy feliz porque mi hermano es feliz, pero entonces un feo sollozo se escapa de mis labios, no puedo detenerlo, no puedo detener el dolor.

Llevo mis uñas hacia mi pecho, arañando mi piel en búsqueda de alivio, pero el dolor interno es aún más intenso, tanto que le suplicó por ayuda a nadie en particular.

Mi corazón sangra por Landon y me duele tanto no poder encontrar consuelo en él.

Ha sido así desde que supe sobre ellos, desde aquel mensaje en aquella noche hace una semana.

Mi mente no ayuda cuando me entrega la imagen de ellos dos juntos, felices y enamorados, algo que jamás podré tener porque tuve que enamorarme del hombre equivocado.

Duele, duelen los sueños que sigo guardando en lo más profundo de mi roto corazón.

Duele la ilusión de un tal vez que nunca ocurrirá.

He llorado todas las noches desde aquel mensaje, llorando hasta el dolor, con mis ojos hinchados y enrojecidos.

Entonces la puerta de mi habitación se abre sin previo aviso, mostrando a mamá en el marco de esta, con un cinturón en sus manos y con el rostro ensombrecido.

La única luz que ilumina mi dormitorio es la que se filtra a través del pasillo.

Me siento en mi cama, limpiando mis lágrimas y sintiendo mis labios secos cuando le hablo.

—¿Mamá?.—Digo casi en un susurro.

—Vi el resultado de tu examen, Catherine.

—Sí, yo... saqué un 8, lo siento.

La nota máxima es un 10, pero mamá no tolera una nota menor que 9.

—¿Lo siento?.—Está molesta.

—No estudié lo suficiente, no volverá a ocurrir.

Normalmente, siempre saco 10 en la escuela, me esfuerzo mucho en hacerlo para cumplir con sus expectativas, pero no me he sentido bien en estos días y no podido concentrarme mucho en las clases.

—No, no volverá a ocurrir. Me aseguraré de que esta sea la primera y última vez que me decepcionas de esta manera.—Sus palabras son frías y sin una gota de calidez.

Mamá se acerca a mi cama, quitándome las mantas que cubren mi cuerpo y golpeando mis piernas con el cinturón.

El dolor lo siento en el segundo golpe, cuando vuelve a golpearme. Llevo mis manos hacia mis piernas, justo donde había golpeado para aliviar la piel maltratada, pero entonces vuelve a golpearme y en esta ocasión mis manos son las lastimadas.

Estoy llorando y diciendo que pare, que me esforzaré más en la escuela, pero ella no escucha. Nunca lo hace, nunca me escucha y me siento tan frustrada.

—Estás castigada hasta nuevo aviso.—Vuelve a golpearme.—Olvídate de salir de casa, no lo harás.—Otro golpe.—Irás a la escuela y luego regresarás a casa.—Otro golpe más.—¡¿Estás escuchando?! No tienes permitido ir a otra parte, le diré a tu hermano que no podrá salir contigo.

—Pero será mi cumpleaños.—No debí quejarme, no debí hacerlo cuando sé que ella lo odia, odia escucharme cuando está molesta.

Tira el cinturón al suelo para darme una cachetada en el rostro, arañando la piel de mi mejilla con sus largas y rojas uñas.

—Estás castigada, Catherine. A las niñas malas no se les premia celebrando sus cumpleaños.

Nunca lo ha hecho, nunca lo ha celebrado.

Es la familia de Fanny quien lo ha hecho, es la familia de mi amiga quien ha celebrado todos mis cumpleaños desde que me hice amiga de ella.

Mamá se marcha de la habitación, cerrando la puerta y dejando el dormitorio consumiendo en la oscuridad.

Me duelen las piernas, las manos y el rostro, pero me duele aún más saber que no podré ver a Fanny en mi cumpleaños y que ya no podré tener esa salida con mi hermano.

Esa salida hacia la firma del autor que me gusta era lo único que podía luchar contra los demonios que atormentan en mi interior.

Ahora estoy desprotegida para ellos, soy una presa fácil para esos pensamientos que han empezado aumentar con demasiada rapidez.