**** Vivían ****
¿Qué es lo que está bien o mal?, es una incógnita que parece no tener respuesta. La sociedad a veces puede ser muy dura y estricta con los estereotipos; si estás flaca es porque eres holgazana y descuidada, pero si estás todo lo contrario, es porque eres una cerda, traga todo que no puede detener su boca. A veces los mismos seres humanos somos el enemigo del otro, ¿porque destruirnos y dañarnos de esta manera?, cuando ningún conoce el demonio interior del otro. ¡Qué tan egoísta debemos llegar a ser!.
Tarde, pero muy a tiempo entendí que estas críticas no me deben importar, estar un poco pasada del peso que según es "normal" no significa nada, ser saludable es sentirme bien conmigo mismas y con lo que veo en el espejo. Una mujer segura de sí y de su curvilínea figura, con una larga cabellera pelirroja, con pecas en el rostro y con atributos un poco más proporcionada que a la mayoría, con ojos verdes claros, con tez clara, estatura de 1,65 casi la de un minion y con una lengua afilada. Lo que todos dirían, un desperdicio de belleza en este cuerpo defectuoso.
Llena de muchas expectativas, recorro los alegres y bulliciosos pasillos de mi nuevo lugar de enseñanza, quien diría que después de mucho trabajo y sudor pudiese ingresar a la universidad de mis sueños y estudiar lo que tanto me apasiona "idiomas", es todo una meta cumplida, solo espero que este sea el inicio de un brillante camino por recorrer, le traeré satisfacción a mi madre, haré que se sienta orgullosa de mi y olvide sus dolores.
No obstante, susurros maliciosos rompen mi burbuja, dejándome ver que siempre será lo mismo. Sin interés en molestarme por pequeñeces me coloco mis audífonos y busco mi salón, lo último que quiero es perder el tiempo en niños de papi y mami con falta de atención, que para llenar sus vacíos existenciales deben convertir a alguien en menos para sentirse superior. Un tanto irritada por la situación apresuro mi andar, lo que provoca que choque con un desconocido y tumbe sus pertenencias.
Un tanto apenada, lo ayudó a recogerlas. Me prometí mantener un perfil bajo y es lo primero que no hago, lo último que necesito es hacerme un enemigo por mi estupidez. Sumergidas en mis lamentaciones no lo reparo bien y sigo mi rumbo, no si antes pedir las disculpas correspondientes por mi torpeza, a simple vista se puede notar que le cause molestias.
Como cereza a mi pastel de desgracia, mi mal sentido de orientación juega en mi contra, causando que no pueda encontrar mi aula a tiempo y me pierda, pero pensándolo bien, no todo es mi culpa, quien no se extraviaría en este inmenso lugar, aquí podrían vivir fácilmente una ciudad completa. Después de obligarme a centrar y coordinar mis pies con mi cerebro, logro hallarla. Conteniendo el aliento y con mucha vergüenza entro silenciosamente a ella y tomo mi lugar, rezando no causar conmoción, cosa que no ocurre, todo pasa por desapercibido, como todo en mi vida, supongo que está es otra ventaja de ser casi un fantasma.
Enfocada en dar lo mejor de mí, empiezo a escuchar la lección, apuntando cualquiera cosa por más relativa que sea. Luego de dos horas de pura explicación, la clase termina; permitiéndome descansar un rato y poder escuchar música favorita, la cual me relaja y me hace grande antes mis miedos. No obstante, esta vez no lo consigo, ya que unas manos desconocidas se posan frente a mi escritorio, provocando que regrese al mundo real y sus locuras.
De mala gana me quito mis auriculares, solo para escuchar la estupidez que se encuentra por salir de su boca, pero es mayor mi sorpresa cuando eso no ocurre, al contrario recibo un llamado de atención.
- Señorita, ahora si me escucha. Es de mala educación ignorar a su semejantes cuando le esta hablando y mas cuando se trata de su profesor. Pero por el día de hoy lo dejaré pasar.- me dirige una mirada fría, haciéndome temblar, podría jurar que vi hielo en esos ojos azules, son como glaciales que arrasarían con todo a su paso.
- ¿Perdón?.- respondo aun si entender, recuperando el aliento.
Siento que estoy frente a una presencia que no podría manejar, su aura expresa poder y control, en definitiva, el no es alguien fácil de tratar.
- Nada, solo que me gusta la puntualidad, acuérdese de eso para la próxima sesión, no pierda el tiempo causando destrozo en el pasillo.- afirma, antes de salir del auditorio, dejándome helado.
¿Qué se referencia con destrozos?, luego de meditarlo mucho y comprender a lo que se referia, golpeo mi frente, no puedo creer que haya sido tan torpe, que hasta el final no me entere que era él, ahora como se supone que conviva con mi profesor de manera natural, si de entrada ya cause problemas y una mala impresión, lo mas posible es que desde hoy este en su radar, creo que tendre que esforzarme el triple si quiero pasar su asignatura, porque una muerte anunciada ya tengo.
Abatida, finalizo mi jornada académica. Realmente aquí la gente está loca, a todos le faltan un tornillo, cada quien está en su mundo o destruyendo del otro, son personas podridas, contaminando a los inocentes y frágiles. Ahora entiendo, porque el mundo es catalogado como una selva, donde sólo vive y predomina el fuerte.
Cansada, me dirijo a mi hogar, donde encuentro a mi madre en la cocina, preparando supuestamente su comida saludable. Frustrada y sabiendo como terminará esto, la saludo brevemente y subo a mi cuarto dejándola con la palabra en la boca.
No es que mi progenitora sea mala, solo con el tema de comida es un tanto estricta por mi peso, debido a la temprana separación que hubo con mi padre me tomo como su salvavidas, supongo que no quiere volver a sentir esa emoción de ansiedad y desosiego, no quiere volver a ver ese espejismo de la típica mujer enfocada en algo sin valor. Sin embargo, yo no puedo decir lo mismo, siento que su inquietud me ahoga, su amor y sobre proteccion me esta consumiendo, volviendo la palabra normalidad anhelada y lejana, una hermosa ilusión que desaparece con el tiempo.
Exhausta por todo, me recuesto en la cama y cierro los ojos, de verdad ha sido un día ajetreado, pero mejor de lo pensado. Solo espero que no se vuelva un infierno, solo quiero respirar con tranquilidad. Ese es mi único deseo y aspiración.
**** Thomas ****
"El diablo huele tus miedos y te reta con ellos, te coloca al frente tu pesadilla hecha realidad, recordándote lo miserable que eres y seguirás siendo, supongo que está es la manera de ser condenado y consumirte poco a poco en las llamas de la desesperación". Aún adormilado, me masajeo el rostro, es maldita frase aun se repite una y otra vez en mi cabeza, es como si fuera una promesa de mi futuro, no debe adentrarme tanto en ese maldito libro; aún con el cuerpo pesado y con poca energía, me levanto, aunque me sienta como una mierda fue uno de esos días, donde pude descansar casi sin interrupciones.
Sabiendo que me espera un ajetreado atiendo a mi hijo perruno y confidente 《Zeus》creo que sin él ya me hubiese vuelto loco en esta soledad, que envuelve mi ser como las oscuras aguas del mar. Luego de mimarlo un rato y comprobar que todo está en orden, me dirijo al baño y me meto en la regadera. Sentir como el agua recorre mi cuerpo e intenta borrar mis tatuajes es una sensación sin igual, es como si tuviera el poder de eliminar todo y regresarlo a la originalidad, pero es algo que jamas podra ser, el destino se encargo de forjar a esta persona, con cada golpe y obstaculos me volvió alguien fuerte, casi inmune al dolor y a las críticas de los demás, creo que después de tanto cambias, que llegas a un punto que ya no te reconoces.
Como si se tratase de un tipo malo, empiezo a vestirme contemplando mi anatomía, aunque tenga un físico bastante trabajado y con facciones muy marcadas, creo que siempre se puede elevarlo más. Obligándome a concentrar y que no me apremie el tiempo, me termino de colocar mi pantalón clásico negro acompañado con unos zapatos negros bajos tipo ejecutivo y una camisa blanca, la cual decido remangar hasta mis antebrazos, dejando así un look más juvenil y fresco.
Con todo preparado y asegurándome que no le faltase nada a mi fiel compañero lo llevo a su guardería, donde lo atenderán y mimaran, haría cualquiera cosa para que esté bien, una vez comprobado su estado me despido de él para después ir a la universidad, a veces ser profesor de lenguas no es tan fácil como piensas, no es sentarte en un escritorio y hablar como si nada, tengo que trasmitir de manera sencilla y coherente a mis estudiantes mis conocimientos y por lo general no es una tarea sencilla y más cuando tienes una diversidad cultural en tu salón.
Revisando el reloj y observando que en definitiva voy luchando contra el tiempo, conduzco rápidamente atravesando el infernal tráfico de mi ciudad Alemania. Todo acelerado, me estacionó rápidamente y tomo mis cosas mientras me reprendo, mi deber como tutor es organizar y adecuar todo ante la llegada de mis alumnos, cosa que logro hacer bien todos los semestres, excepto este, hoy el tiempo me devoro.
Un tanto estresado empiezo apresurar mi andar, el cual es interrumpido por una nube roja, que provoca que todas mis cosas caigan al suelo y se forme un desastre. Molesto fijo mi mirada en el culpable con la clara intención de reprenderlo, hay que ser muy estúpido en esta vida para andar por ahí sin fijarse, cuando de la nada me encuentro con la chica singular, es como si fuera una hada salida de un cuento de hadas, simplemente es hermosa y hasta irreal.
Forzándome a esconder mi rostro de embelesamiento, acepto sus disculpas y permito que se retire, no si antes repararla bien, definitivamente ese conjunto coral le queda de maravilla, pero lo que me tiene encantando son sus ojos y cabello. No creo poder ver otra belleza igual. Quizás algún día nos volvamos a encontrar.
Retomando mis antiguos pensamientos me encamino hacia el aula y empiezo a preparar la lección, observando como mis estudiantes entran y colocan un rostro de asombro, creo que deben sentirse confundido al ver un hombre no tan mayor siendo su tutor.
- Cof, cof.- carrasco mi garganta para atraer su atención.- Buenos días, me llamo Thomas Adams y seré su profesor de lenguas, de antemano les comunico que me gusta la puntualidad y la responsabilidad, que les queda claro que sin estudiar no lograrán pasar mi curso, ¿Entienden?.- doy las indicaciones como todo profesor estricto, no por ser joven, voy a ser un alcauta.
- Yo.- veo a una chica de cabellera negra muy bonita alza su mano, lo cual me hace desconfiar de sus intenciones.
Estos mocosos son maldadosos e inmaduros cuando se lo proponen, lo sabré yo que llevo tres años en la docencia y en esta universidad.
- Si, dígame Señorita?.- hago gesto con mis manos, para averiguar su nombre.
- Laura o Lau, como usted guste.- dice maliciosamente, a simple vista se puede ver lo que quiere.
- La escucho SEÑORITA Laura.- hago incapie en lo señorita, creando un muro, no quiero malinterpretaciones.
- ¿Está casado?, sé que la pregunta no tiene lugar, pero creo que más de una nos interesa saber.- sonríe, como si fuera un gran mérito.
No sé por qué, pero ya me lo esperaba. Cuando estoy por darle una respuesta contundente para calmar su curiosidad, la veo entrar, su rojizo abruma mis sentidos, no puedo creer que el mundo tenga tal coincidencia. En otras palabras, yo seré su profesor, que irónica es la vida.
Detallando cuidadosamente sus movimientos, la veo tomar su asiento y sumergirse en su mundo, creyendo que ha pasado por desapercibida. Con una sonrisa en mis labios hago como si nada hubiese pasado y empiezo mi discurso, dejando de lado cualquiera cosa trivial.
Entre palabras y palabras el tiempo pasa, llegando el momento de la salida. Donde observo a todos los presentes salir, menos a ella, lo cual me genera desconfianza y me hace creer que algo trama. Con intenciones de averiguar que hay detrás de su comportamiento, me acerco a ella y empiezo a hablarle.
- Señorita, ¿le ocurre algo?.- pregunto, para ser ignorado.
Aspecto que me esta llegando a ofender. Al ver que las palabras no bastarán, toco levemente su escritorio para hacer notar mi presencia, truco que funciona, ya que se vuelve consciente de mi presencia.
Al observar la resistencia que muestra para querer hablar conmigo, mi mente se nubla, no sé quién sea, pero esta acabando con mi paciencia, así que no lo pienso dos veces y le doy vía libre a mi molestia, diciéndole un par de verdades y aclarándole firmemente que ya comenzó mal conmigo, desde hoy tendré los ojos encima, al mínimo error habrá consecuencias graves. Nunca he sido el payaso o esclavo de nadie y esta no será la excepción.
Con todo ya dicho me retiro, dejando entre ver mi descontento; no puedo creer que esa chica sea tan buena para sacarme de quicio, lo mejor es mantenerme alejado, porque lo último que quiero es desatar toda mi furia sobre ella. Un tanto más relajado, término mi jornada para dirigirme a recoger a Zeus y luego a nuestro hogar, donde me dejo caer en el sofá y acaricio a mi amigo, sus muestras de cariño evapora mis males, él es mi mejor medicina
- Sabes... conocí a alguien, es muy bonita, es como un brote de primavera, tan brillante y única, pero su carácter es horrible y prepotente, digamos que comenzamos con el pie izquierdo.- murmuro, como si el pudiese entenderme.- y creo que el sentimiento es mutuo, sus afilados ojos son testigos de eso... pero cambiando de tema, porque no hacemos algo de ejercicio.- le propongo, como si el pudiese hacerlo, creo que estar solo por mucho tiempo, me esta comenzando a pulverizar la cabeza.
...ΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩ...
**** Vivían ****
Realmente me choca mi madre, no entiendo esa necesidad de meterse en mi vida, por Dios tengo 21 años, ya sé diferenciar lo que está bien y mal, cuando entenderá que ya deje de ser niña hace mucho tiempo.
- Solo quiero saber como te fue, ¿es mucho pedir?- se empieza a victimizar y es algo que odio.
Sabe que no podré negarme a nada si lo coloca de esa manera, sabe como aprovecharse de mis debilidades.
- No es eso, ¿solo que podría cambiar?, todos me ignoran por ser como soy, y la verdad no me importa, así soy feliz.- afirmó, centrándome en la comida, la cual es poco apetecible.
Lechuga con tomate y aderezo es todo menos comible, siento que estoy muriendo de hambre.
- Ufff.- suspira, es como si estuviera cansada.- Por eso te lo digo que debes bajar de peso, esta sociedad es cruel Vivían, todo te juzgarán por todo.- Suelta sus duras palabras como siempre.
Molesta me levanto de la mesa y la miro fijamente, no puedo creer que me diga tales cosas, cuando notarán que sus palabras son las únicas que me afectan.
- Pero tú lo eres más mamá, a veces no sé si eres mi enemiga, se supone que debes velar por mi bienestar y felicidad, pero solo me mortificas, cuando entenderás que me siento cómoda como soy, me amo así, como me gustaría que tú también lo hicieras.- digo con tristeza, dejando ver mis sentimientos.
- Lo siento, lo siento, solo me dejé llevar, perdóname hija mía, solo que a veces me cuesta entenderte, sabes que quiero lo mejor para ti, eres mi mundo, lo unico que ne queda.- se retracta inmediatamente, lo que me conmueve, pero me irrita.
Esto es como un juego de tire y afloje, no sé por cuanto tiempo la cuerda pueda soportar y nuestra relación se vea salpicada.
- It does not seem (no lo parece).- afirmo antes de marcharme y encerrarme de nuevo en mi cuarto, ignorando sus palabras de molestia por hablar otro idioma.
Sé que eso la fastidia y por eso lo hago, quiero que sienta un poco como me siento con sus afilados comentarios, aún no pierdo las esperanzas de que sea esa madre comprensiva y motivadora que quiero, quizás con tiempo cambie.
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Agotada por todo lo de ayer, voy a paso lento y pausado por el recinto universitario, meditando sobre las dificultades de la vida, no sé por qué el mundo no puede ser armonioso y feliz. Abatida sacudo mi cabeza, llenarme de pensamientos negativos solo agobiara mi mente y es lo último que quiero, solo quiero ser yo y para hacerlo debo enfrentar la vida con valentía, como siempre lo he hecho.
Determinada, apresuro mi andar hasta llegar al aula, lugar donde lo veo, tan impecable con su camisa negra y un pantalón blanco, a simple vista parece todo menos un tutor, que incógnita es la vida, pero llevándolo al terreno personal me parece un maleducado, desde lejos se ve lo amargado y aburrido que es, creo que será una piedra en mi camino, desde un inicio se pudo ver que no congeniamos. Como si estuviese gritando mis pensamientos, nuestras miradas se cruzan, dejándome expuesta y con un sentimiento de culpabilidad, como quisiera que la tierra me tragase. Solo esto me pasa a mí.
Como si pudiese oler mi vergüenza, reposa el libro sobre su escritorio y se me acerca con mirada penetrante, pasando saliva con dificultad lo miro fijamente, si antes está muerta creo que ahora estoy lo que le sigue, no sé qué esperar.
- On dit que les yeux sont les fenêtres de l'âme, ne croyez pas que les vôtres soient en feu, Mlle Sordi . (Dicen que los ojos son las ventanas del alma, no cree que la suya esta en llamas, señorita Sordi). - sonríe, como si hubiese conseguido su propósito.
- Je ne sais pas, dites-moi, car vous semblez être un expert en la matière et ne vous y trompez pas, parfois même les cristaux peuvent être trompeurs. (No se, digamelo usted, porque parece un experto en el tema y no se equivoque, a veces hasta los cristales engañan.). - lo encaro.
Si pensaba que hablando francés me iba a intimidar o avergonzar, esta muy equivocado.
- Je suis surpris, mademoiselle, je ne savais pas que vous parliez si bien, je pense que je vous ai jugée. (me sorprende Señorita, creo que la juzgue mal, es una cajita de sorpresa).- afirma con leve emoción, mientras se aleja y retoma su anterior postura
Como si lo anterior no hubiese ocurrido empieza a dar la lección, centrándose solo en lo que realmente importa que es aprender. Al principio comienza hablando un poco de inglés, donde nos proporcionas pequeños tips para su mejorar nuestra pronunciación y énfasis, para luego realizarnos un diagnóstico, en la cual tiene como objetivo evaluar nuestro nivel, que por fortuna logró pasar sin complicaciones. En definitiva las noches en vela, viendo películas y series valieron la pena, no puedo estar más satisfecha con el resultado.
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