El imperio Valentino fue fundada por el viejo emperador Valentino, murió de triste después de que su esposa la Emperatriz muriera en un accidente dejando a su pequeña hija Valery de Valentino de 13 años como emperatriz del Imperio.
El emperador solo tuvo una esposa hasta el día de su muerte.
…
Tres años después.
Baile real .
Al baile real fueron invitados todos los nobles del imperio .
La Emperatriz Valery se enamoro del hijo del Duque Anter.
Obligándolo a casarse con ella.
Hall Anter fue enviado al harem imperial .
Hall odiaba a Valery deseaba matarla todos los días.
Pero para su desgracia era la Emperatriz del Imperio Valentino.
…
Mmmm..." se escuchaban ruidos de amor en el palacio de la emperatriz.
La habitación estaba oscura. Todo lo que podía oír era la pesada respiración del hombre.
Cuando terminaron, el cielo ya se había aclarado. Valery abrió los ojos mirando a la habitación. Se sentó de repente, sintió una dolorosa hinchazón en su cuerpo. Saliendo de la cama y viendo la pequeña flor roja que manchaba las sábanas.
No era un sueño era su noche de bodas.
El hombre apretó el puño y se dirigió al baño. Valery pudo notar en los ojos de Hall el asco mientras la hacía suya.
Minutos después la puerta del baño se abrió. Hall salió del baño ya no pudo seguir fingiendo. Viendo la cara de la persona en la cama con una mirada de horror y asco, cómo si verla fuera una monstruosidad ¿cómo podría ser obligado por esta mujer?.
Valery era hermosa cabello rojo y rizado, labios grueso y una cintura perfecta.
El hombre, que estaba bien vestido, le miró y dijo con desdén, "¿satisfecha?"
Valery tragó la saliva, se ponía tensa y luchaba por ponerse de pie: " Hall te amo, desde la primera vez que te vi me enamorado de ti".
Hall se burlo: "Si me doy cuenta, me obligaste a entrar al palacio, ¿ahora eres feliz?,¿no?, por ti deje a Rous Kimer la mujer que amo, escucha bien Valery, eres la Emperatriz podrás tener mi cuerpo, te satisfacere pero nunca te amere”.
Valery bajó los ojos: "No es necesario, que me hables así , yo de verdad te amo”.
Hall se burlo y dijo con odio: “ ¿Amor?, ¿El amor debe ser mutuo ?, ¿no lo cree así su Alteza la luna del imperio?.
Valery estaba impotente sintió como si una flecha le hubiera perforado el corazón, no tubo otra opción que obligarlo, cuando se entero que había pedio la mano de la hija del marques Kimer en matrimonio, que más podía hacer ella, solo quedaba enviar un edicto imperial para que entrara al palacio a servir. ¿Qué más explicación podía dar ahora?
Valery exhaló, levantó la cabeza y miró a Hall: "Hall, estoy muy feliz de que decidas entrar al harem imperial, te aseguro que no habrá mas hombre a mi lado, se que los medios que use fueron injustos para ti pero con el tiempo ojala me puedas amar, ¿podemos intentar ser una pareja real? Prometo no volver a obligarte a que me toques”
De hecho, ella parecía justa, pero la última frase era muy débil..
Hall miro a Valery como si mirara un payaso: "No necesito tus palabras vacías, sólo espero que me llames para servirte por las noches, para eso estoy aquí, no me atrevo a desobedecer una orden de su majestad."
"¿Eso es todo?" Preguntó Hall con impaciencia antes de que Valery pudiera decir algo.
"Sí, comprendo ", ella respondió en serio. levantó sus profundas y hermosas cejas, miró al hermoso hombre que tenia adelante era un erudito con aires de belleza Celestial, finalmente, asintió con un rostro inexpresivo.
Hall se dio la vuelta y regreso al harem.
Valery sonrió con pesar, en su corazón se arrepintió de haber obligado este hombre.
Recordó el dicho que decía; " afuerza ni los zapatos entran"., pero ya era demasiado tarde para el arrepentimiento.
La residencial del marques Kimer.
A la mañana siguiente, cuando Rous se entero que su amado había entrado al palacio para servir a la Emperatriz., cuándo nadie prestaba atención corrió al palacio para suplicar por Hall Anter.
No había ondas en los ojos de Valery. Casi al mismo tiempo cuando la voz de Rous, dijo: "Su alteza por favor se lo suplico deje ir a Hall, el y yo nos amamos."
Valery apretando sus puños al ver la hermosa mujer que lloraba amargamente en el salón del trono.
No esperaba ver esta escena tan temprano en la mañana, ¿no?
Sin pensarlo, dijo: "El edicto imperial a sido enviado y anoche el Duque Anter sirvió en mi habitación."
La respuesta de Valery, sorprendió mucho a Rous su cara estaba blanca sin un rastro de color.
"No, se que el me ama, no serviría a su majestad” dijo Rous con locura mientras se ahogaba en sollozos.
"Si la Señorita Kimer no tiene otro asunto la invito a salir”
Cuando Valery temino de pronunciar estas palabras entró Hall al ver a Rous Kimer en un estado tan lamentable se culpó en su corazón por ser inútil y no poder protegerla.
Rous volvió en sí y dijo: “Comprendo perdone a esta señorita por la falta de respeto hacia su majestad, me iré ahora y no molestare nunca más”.
“ Le deseo a su alteza y al Duque Anter una larga vida de dicha y felicidad”.
Rous Kimer estaba destrozada no podía creer que el hombre que juro amarla se acostó con otra mujer anoche, ella pensó que el se resistiría pero el primer día subió a la cama de la emperatriz.
Ella era tan patética por venir hoy aquí a hacer el ridículo, a perdido su reputación y es imposible que un hombre se case con ella como esposa menos como concubina.
Rous sonrió con amargura.
"Bien, muy bien, estos dos años, les he dado suficiente cara, nunca intervine para separarte de Hall, pero ahora que se iban a casar, no lo pude soportar”
Espero que de ahora en adelante, la señorita Kimer puedas recordar sus palabras y olvidar al Duque Hall"
"Lo haré" dijo Rous mientras sus ojos se llenaban de lágrimas.
Cuando Rous salió del palacio tambaleándose, se dio cuenta de que había llovido mucho afuera sin saber desde cuándo. Se arrojó hacia la cortina de lluvia, corriendo salvajemente en todo el camino. Tenía que apresurarse a salir de este lugar que solo le traía dolor.
Rous había terminado, no podía permitirse esta humillación.
Corriendo a las puertas del palacio, un hombre con túnica de bordado azul corrió a alcanzarla se detuvo a la vista.
"El hombre sostuvo el paraguas para la mujer… Los pasos de Rous se estancaron.
Iba a dar la vuelta y esquivarlo pero Hal la llamó de repente y la detuvo.
"Rous." La chica corrió desde debajo del paraguas, se acercó y le tomó la mano con fuerza. "Rous, lo siento, es mi culpa, pégame y regáñame."
"Detrás de ellas, el hombre se adelantó rápidamente y sostuvo su paraguas sobre las cabezas de Rous. Miró a Rous con una cara llena de culpa, "Rous, realmente no sabía qué pasó ayer, yo…" Mirando a la mujer que amaba profundamente delante de el, no sabía que decir la había decepcionado se subio a la cama de la emperatriz sin resistir. El argumento de la historia era particularmente ridículo. Pensaba que sólo en la ficción increíble existía esta situación. La mujer que amaba era su prometida y la otra era la Emperatriz del Imperio.
Resultó trágicamente que la traicionó haciendo el amor con la Emperatriz.
Rous con cara fría: "Hall Anter, ¿sabes por qué te elegí como mi novio de entre los muchos pretendientes?”.
Hall bajó sus ojos sin decir una palabra con una cara de culpa.
Rous sonrió: "Porque tú dices que me amaras y nunca habrá concubinas en la familia del Duque Anter.”
A lo lejos Valery miraba esta escena con un dolor punzante en el corazón.
Hall dijo con dolor: "Rous, es mi culpa, soy yo quien te falló, soy yo... soy yo quien es desvergonzado, ¿Qué podían hacer esta el edicto imperial?."
Rous trató de mantener la calma, dio una mirada desdeñosa: "Todos dicen que cada uno tiene que pagar por su juventud una vez, y tú, eres probablemente el precio más doloroso que he pagado por mi juventud. Hall Anter ,tengo que agradecerte, fuiste tú quien me enseñó que los hombres no eran tan confiables como parecían, gracias por enseñarme a crecer, ya que el edicto no te obligo a calentar su cama"
"Lo siento, Rous." Hall todavía se disculpó.
Rous suspiró, luego sacudió la cabeza y se rió, "Hall, no tienes que sentir lástima por mí, ahora no nos debemos, gracias a ti, conseguí dolor y sufrimiento, ya no me debes nada."
“Recuerda que desde el momento en que te subiste a la cama de Valery de Valentino, ya no éramos nada solo tengo una petición para ti, es que no pretendas conocerme de ahora en adelante, porque no desperdiciaré mi vida y mi buena voluntad contigo.”
“ Espero no volverte a ver nunca”. Con eso Rous corrió a su carruaje y desapareció dejando a Hall parado bajo la lluvia con el corazón echo pedazos.
Solo podía observar como la mujer que amaba se marchaba sin poder detenerla.
El odio lleno su corazón en este momento solo quería una cosa y era que la Emperatriz del Imperio Valentino muriera dolorosamente.
Para poder escapar de este infierno.
Valery estaba un poco preocupada y miró
al hombre bajo la lluvia con dolor.
Cuando Hall regreso paso como si no la hubiera visto.
...
En la habitación.
Hall miraba por la ventana con confusión en sus ojos.
Pensando en Rous, su corazón se puso muy triste. Él nunca pensó que sabría, lo que hizo anoche con la Emperatriz. El se estaba arrepintiendo ahora, lamentando que no debería haberse apresurada. Ahora, por el contrario, había perdido a Rous y la posibilidad de salir de palacio, había tomado la virginidad de la emperatriz. Ahora que lo pensaba, ¿va a definir el día de ayer como... el día más desafortunado de todos?.
A su lado, Valery entregó una toalla blanca y limpia: "Estás todo mojado, límpiate."
Hall volvió en si y tomó la toalla: "Siento haberle ensuciado los ojos a su alteza en la entrada del palacio”.
Valery viendo al hombre a su lado. Se sorprendió tanto por sus palabras y no pudo hablar.
"¿Su alteza algún día se aburrirá de mi y me dejara ir?"
"Este..."Valery tartamudeó por un momento, "¿Por qué piensas eso?"
"Su alteza, tengo que recordarte que no te amo, desde que entre aquí solo ahí una cosa que deseo y es poder irme de aquí.”
Valery reaccionó inmediatamente, por cierto, ella fue la que lo forzó a entrar al palacio.
"Oh, lo siento, he arruinado tu vida, ¿es lo que piensas verdad?”
“ Hall no me odies” Valery tomo la mano de Hall y dijo: “ me enamorado de ti desde hace dos largos años, espero que algún día puedas amarme solo un poquito y no me odies tanto.”
Hall retiro si mano, con odio en sus ojos, apretó los dientes y dijo: “ Valery de Valentino, escucha bien, tendrás mi cuerpo pero no mi corazón, espero puedas ser feliz con un títere a tu lado”.
“ Lo único que siento por ti es odio”.
“Odio todo de ti”.
“Puedo ser tu juguete sexual, pero nunca seré tú esposo, nunca me oirás decir que te amo”.
Valery tembló no podía soportar estas palabras tan hirientes y menos del hombre que ama.
Valery guardó la calma y oculto su dolor: “ Es hora de volver tengo trabajo, descansa, no es necesario que me sirvas esta noche”.
Después salió con paso firmes pero con un corazón destrozado. De que sirve ser la persona más noble del imperio si no puede obtener la persona que ama.
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