—Isabell Storm tu destino fue escrito desde hace mucho tiempo, tu padre así lo ha decidido, te casarás lo quieras o no, porque es tu deber como hija única, preservar el apellido y expandir el negocio es nuestra prioridad y si no estás dispuesta a tomar las riendas de tu destino, deberás largarte de la casa sin tener derecho a reclamar ni un solo peso de la herencia.
—¡no tienes ningún derecho a elegir como debo vivir! (grito Isabell a todo pulmón) jamás quise esta vida, para que vivir con lujos si nunca he tenido lo más importante, nunca he tenido el amor de mi padre, al parecer él solo me ve como un pedazo de carne que puede vender al mejor postor, pero yo soy mucho más que eso y se los voy a demostrar.
—pequeña insolente, vives de la fortuna de tu padre, sin el dinero que él te da morirás de hambre la primera semana.
—ahh si, eso ya lo veremos
La joven subió los escalones y corrió hasta su habitación, azotó la puerta al entrar en el y decidida a escribir su propio destino, tomo su maleta y la lleno con la poca ropa que ella había comprado, no usaría más el dinero de su padre, le demostraría que ella valía más de lo que ellos pensaban, siempre había echo lo que su padre le pedía por amor a su madre, pero después de que su madre falleciera y su padre contrajera nupcias con Rebeca Wilson una mujer frívola y malvada, Isabell se revelaba y se ponía en contra de el, ella sabía que Rebeca manipulaba a su padre y que lo había convencído de casarla con el multimillonario Demian Tremblay porque lo que más amaba Rebeca era el dinero y posición.
*******
Esa misma noche su padre y ella habían discutido en el despacho, ella salió furiosa de la habitación y subió a su recámara, espero a que su padre y su madrastra se acostaran y en la penumbra de la noche se fue de casa sin dejar rastro.
Isabell tomo su maleta y salió de esa casa, alejándose de la mujer que muchas veces le causó tanto daño y olvidándose de su padre.
Si un lugar en donde quedarse, tomo un taxi hasta la estación de metro más cercana, pasaría la noche ahí y después viajaría a algún lugar lejos de Nueva Jersey, una nueva etapa estaba por empezar.
—porque todas las cosas fatales terminan en una noche o en un día lluvioso. Se preguntó Isabell, ya que al bajar del taxi la lluvia cayó sobre ella empapando su cuerpo de pies a cabeza, al menos podía llorar sin evidenciarlo, las lágrimas caían por sus mejillas, amaba tanto a su padre, pero estaba dispuesta a abandonarlo con tal de no casarse con un completo desconocido, la mujer estaba ensimismada en su mundo que no se dio cuenta cuando chocó con un joven muy atractivo, ella cayó al piso y el joven como todo un caballero la ayudo a ponerse de pie, al tomarle a mano a Isabella una corriente recorrió sus cuerpos, dejando una extraña sensación en ellos, ambos se miraron a los ojos y se quedaron así por un momento.
la lluvia caía sobre ellos, el momento quedó congelado y el amor había flechado sus corazones.
La probabilidad de que unos desconocidos se enamorarán a primera vista era del 1% por cada 10 personas, al menos así lo veía Dylan Tremblay, un hombre acostumbrado a viajar y conocer el mundo, alegre, optimista y muy inteligente.
—¿te encuentras bien?
Isabelle lo seguía mirando a los ojos,, pero como no mirarlo si era absolutamente guapo, alto probablemente de un 1.80 metros, cabello negro azabache, con complexión delgada y rostro definido, ojos color negro y anteojos.
—yo... Estoy bien gracias, disculpa a veces sueño ser un poco torpe.
—bueno, yo no suelo chocar con chicas guapas como tú.
Las mejillas de Isabelle se tornaron rojas, se levantó y se despidió de aquel desconocido.
—bueno me despido, nuevamente te pido una disculpa.
—pero estás bien, mírate estás toda empapada y ahora yo también, el paraguas de Dylan había caído al piso cuando ayudo a Isabelle a levantarse,y ambos terminaron mojados.
—si, ya te dije que estoy bien, debo irme, lo siento.
La joven camino rápidamente hasta adentrarse a la estación Newark, su teléfono estaba muerto y necesitaba cargarlo lo más rápido posible, por las prisas había olvidado su equipaje y se dio cuenta minutos después.
—¡Mierda! dijo la joven al percatarse de que no traía su equipaje y solo traía consigo una vieja mochila.
—¿acaso olvidó algo señorita?
Una voz a su espalda, le hablo, Isabelle giro y nuevamente se encontró con Dylan.
—gracias.—vez te dije que era torpe
—eso veo.
El chico empezó a reír, dejando a Isabelle avergonzada.
—bueno ya que nos encontramos por segunda vez, no crees que debería saber tu nombre
—amm, no suelo darle mi nombre a un desconocido.
—en ese caso dejemos de ser desconocidos.
—bien, pero, no sé cómo sé si no eres un psicópata que luego tratara de acosarme.
—¿es en serio?— ¿Sueles ver películas o leer mucho?
—no le daré detalles de mis gustos, señor.
—¡Diablos!, acabas de llamarme anciano, ¿tan viejo me veo?
— sabes, empezaré yo, mi nombre es Dylan, Dylan Tremblay.
—¡carajo!, de todos los apellidos tenías que tener ese.
—oye, no veo que tenga de malo mi apellido, señorita.
Dylan dijo señorita con un noto interrogativo para que así Isabelle pudiera presentarse.
Isabelle al captar la indirecta respondió:
—me llamo Isabelle storm
—wow vaya nombre, tu apellido significa tormenta en español ¿lo sabías?
—claro, siempre lo he sabido.
El estómago de Isabelle sonó y Dylan se rió de ella.
—no te rías, muero de hambre; no he comido nada desde que me escapé de casa.
—¡asi que tengo conmigo a una prófuga!
—cierra la boca, Isabel rodó los ojos y se enojo.
—bien le haces alego a tu apellido Isabelle, eres una tormenta de emociones. Anda vayamos por algo de comer, aquí cerca hay un pequeño restaurante.
Ambos chicos salieron, Dylan llevaba el equipaje de Isabelle y en el camino ambos platicaban, al otro extremo de la estación había un pequeño restaurante no era elegante, pero la verdad es que Isabelle ya no podría darse el lujo de gastar, los ahorros que tenía eran pocos y el departamento que su abuela le había heredado estaba un poco lejos, sería un largo viaje hasta Brooklyn. Había decidido tomar el metro para así evitar que alguien la siguiera, su padre estaría furioso cuando se enterará de que ella había escapado para no casarse y no tardaría mucho en mandarla a buscar por eso debía llegar ahí lo más rápido posible y cambiar su look por completo, transformarse en otra persona sería pan comido para ella.
Isabelle había estudiado finanzas como su padre quería, pero como no era lo que ella realmente quería a escondidas estudio lo que verdaderamente le apasionaba, la moda era su pasión desde que era niña, su abuela le enseño a diseñar y coser, tiempo después estudio arte y dibujo en la universidad y así pudo graduarse con dos carreras.
La primera la ayudaría a administrar y a levantar su empresa, y la segunda sería a lo que se dedicaría, porque era lo que más amaba.
*********
—cuéntame más sobre ti Isabelle.
—bueno, soy hija unica, mi padre es un hombre muy poderoso que me quería obligar a casarme con un junior de mi misma posición, pero me revele contra el y mi madrastra y escape de casa.
—menuda historia la que te traes, excelente para una película
Isabelle empezó a reírse, Dylan era uno de esos chicos especiales, uno de los que solo existen en un millón, rápidamente se hicieron amigos y al terminar de comer, Dylan acompaño a Isabelle a tomar el metro y los dos se despidieron.
La tercera ley de Newton habla sobre la acción y reacción, y plantea que toda acción genera una reacción de igual intensidad, ¿eso que quiere decir? Bueno, pues siempre que un objeto ejerza fuerza sobre otro, este último devolverá una fuerza de igual magnitud.
Pero si lo aplicamos a una situación de la vida en lugar de a una matemática, sería más o menos así:
hui de casa para no verme obligada a contraer matrimonio con Demian Tremblay, esa sería mi causa y el efecto probablemente y estadísticamente sería que mi padre se verá obligado a buscarme hasta por debajo de las piedras, lo que tengo que hacer es irme lo más lejos posible de América o al menos cambiar de identidad, mi padre siempre ejerció fuerza y autoridad sobre mí, pero hoy me rebeló contra mí padre para poder ser libre, tal vez por el momento no cuente con la fuerza y el poder suficiente para enfrentarlo, pero poco a poco iré ganando poder.
Lo primero que debo hacer al llegar a Brooklyn es conseguir empleo, lo segundo será juntar dinero suficiente para viajar hasta París y lo tercero será triunfar en la vida, y restregarle a mi padre que soy y siempre fui una mujer fuerte y empoderada.
—¿y ese plan es a largo plazo o a corto plazo?
—la verdad es que no lo sé, señora, subí este tren con rumbo a mi primer destino, el cual es Brooklyn, todo lo demás lo iré resolviendo conforme a la marcha.
Isabelle iba en el tren rumbo a Brooklyn y en el camino, una mujer anciana le había hecho platicar, la mujer le había contado que ella solía ser una mujer exactamente igual, pero que cuando estaba por cumplir su sueño un trágico accidente le arrebato todo, al principio quiso acabar con su vida, pero el destino le permitió conocer al amor de su vida y se enamoró perdidamente, tiempo después se casó y tuvo un matrimonio feliz.
Isabelle escuchaba atentamente la historia de la señora, pero ella sabía que si su destino era conocer al hombre de sus sueños, ella ya lo hubiera conocido.
*************
Mansión Tremblay:
el apuesto chico que Isabelle había conocido por fin estaba en casa. La mucama le había abierto la puerta y lo había llevado a la sala en donde sus padres lo esperaban.
— señores, el señorito Dylan ha llegado, dijo la mucama haciendo una reverencia.
— hola madre, Padre que bueno es volver a verlos.
—miren quien llegó, el vago de la familia.
—¡cállate Demian!
— escucha hermanito, es que acaso no has aprendido a respetar a tus mayores, ¿madre nunca te inculcó valores?
—chicos por favor, es temprano para que ustedes empiecen una pelea, comportarte Demian, un caballero no trata así a su propia sangre y tú Dylan decidiste viajar por todo el mundo hasta encontrar algo en lo que seas bueno, la verdad es que ya te estas tardando, tu deber es ayudar en la empresa familiar Tremblay Entertainment no se va a dirigir sola tu hermano te necesita y tu deber es ayudarlo,la mujer hablo y llamo la atención de sus dos hijos
—estoy de acuerdo madre(hablo Demian), mi hermanito necesita autoridad.
—oh, por un demo...
—¡Dylan Philip Tremblay !( grito la mujer)ese vocabulario déjalo para los vagos a los que llamas amigos, ve a tu alcoba y quítate esas prendas, que luces asqueroso, estás todo mojado y ni siquiera nos has contando por qué.
— no hay problema, madre apenas mi hermano contraiga nupcias no me verán, nuevamente, pienso seguir viviendo mi vida a mi manera, sin sus reglas absurdas, tengo 28 madre por lo tanto soy un hombre mayor y tengo derecho a vivir como me plazca.
El joven subió las escaleras que llevaban al segundo piso y se alejó caminando.
Dylan y Demian eran físicamente como dos gotas de agua, y al mismo tiempo como el agua y el aceite, Demian era una persona fría y calculadora, siempre buscando complacer a su padre y a su madre para así ganarse un día el derecho de dirigir la empresa familiar, era exigente,gruñón y arrogante; por otro lado Dylan era un hombre divertido y un poco irresponsable le gustaba vivir la vida a su manera y siempre estaba en contra de su hermano, termino sus estudios y se graduó como ingeniero civil hace ya mucho tiempo, le gustaba el ajedrez ,las matemáticas y física, pero jamás estuvo de acuerdo en dirigir la compañía familiar, es por eso que al cumplir la mayoría de edad decidió conocer el mundo y vivirla a su manera, ya no viviría bajo el yugo de su familia, ahora era libre.
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