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Pasión, Traicion Y Mafia.

Traición.

❌⚠️La siguiente novela no es como las novelas rosas, hay amor sí, pero no el tradicional dónde el hombre es fiel a su amada, el nombre lo dice PASIÓN, TRAICIÓN Y MAFIA, no esperen lo típico, en esta novela habrá de todo, contenido explícito, escenas +21 🔞 esperen de esta novela cualquier cosa, fue la petición de una lectora y me voy a arriesgar a ver qué tal me va, ya que la mayoría de mis protagonistas son un amor, pero a este a veces lo van a querer asesinar, lo pongo para que se eviten el mal rato y me eviten leer comentarios innecesarios, a las que se quieran quedar bienvenidas sean y disfruten mi nueva novela, gracias y besos.⚠️❌

Soy Aurora Parisi soy de estatura 1,68, tengo el cabello castaño claro con rubio hacia las puntas, mis ojos son grises, tengo un buen cuerpo, buenas curvas y buen busto. Estudie administración y negocios, soy una muy buena hacker y aparte sé hablar varios idiomas, vivo con mis padres Agatha Santoro y Nicolo Parisi ellos me adoptaron cuando tenía solo meses de nacida, bueno la verdad fue que mi abuelo me encontró y me trajo a los Parisi, mi madre es muy cariñosa, amable, es dulce y me adora, papá también es otro caramelo ellos siempre me han amado como a una hija de sangre yo me enteré de que era adoptada en mi cumpleaños número quince por mi hermana Perla, ella me odia, me dice bastarda, siempre hacia cosas para dejarme mal y que me castigarán sin poder salir a pasear, ella es frívola, manipuladora y egoísta, ella está en la universidad, pero casi nunca va ella dice que no es necesario por qué ella es hija de una de las familias más importantes y es cierto, pero nunca está de más saber hacer algo. Perla es alta, mide 1,70, tiene un muy bonito cuerpo, su cabello es rojo y sus ojos son azules, es hermosa pero solo por fuera.

Aurora.

Perla siempre me ha tratado mal, me rompía mis juguetes, me pegaba y siempre me gritaba que era una desechada hasta que en mis quince años me grito la verdad llore mucho y mi fiesta se dañó, pero yo siempre le perdono todo, yo la quiero mucho.

Recién salí de la universidad quiero buscar trabajo, pero no en las empresas de la familia, me quiero valer por mí misma, pero mi abuelo quiere que pertenezca a mafia, él junto con papá son jefes de la camorra, pero son cuatro mafias poderosas y el líder es un mafioso poderoso, dicen que frío y cruel él los lidera y cada quien tiene un rol yo por ser hija de los Parisi debo representar a la familia o Perla, pero a ella jamás la obligarían a eso, aparte que no creo que pase de un día.

Yo no sería capaz de entrar a ese mundo, mi madre me ha criado con grandes valores, a pesar de ser la esposa de un mafioso es muy correcta y siempre nos inculca buenos principios.

Bueno yo tengo dos amigas, Gia y Alanna son mis mejores amigas y son muy divertidas, siempre hacemos de todo juntas, las adoro. Alanna tiene 22 años y es una chica divertida, cariñosa, pero muy alocada.

Gia es muy divertida también, pero tiene un carácter, siempre nos está cuidando, yo la adoro.

Perla.

Gia.

Alanna.

Leonel.

También tengo un novio bueno a decir verdad es mi prometido se llama Leonel Santoni lo amo es un príncipe, es alto, mide un metro ochenta, tiene el cabello castaño oscuro y sus ojos son azules grisáceos, tiene una pequeña barba que me vuelve loca y su cuerpo UFF, está muy bien trabajado.

Yo conocí a leo cuando entre a la universidad y desde allí lo ame, pero no fue hasta hace dos años que nos hicimos novios y hace unos meses me habló de matrimonio en mi familia no lo conocen, ya que mi hermana siempre me arruina todo y no quería que me arruinara mi relación con leo, pero hoy hablaré con mis padres y el fin de semana se los presento en una cena.

Agatha. Madre.

Nicolo. Padre.

— Amiga mírate los ojitos se ve que estás muy feliz._ Me dice Alanna sonriendo y tiene razón estoy feliz amo a Leonel sus besos me enloquecen y pronto seré su esposa para poder besar cada parte de su cuerpo y entregarme a él en cuerpo y alma, si aún no he estado con él, pues, mi madre se decepcionaría de mí porque aún no me caso.

— Si Amiga estoy feliz, ahora mismo hablaré con mis padres y ustedes serán mi apoyo, no dejen que me caiga.— digo suplicándoles, ya que estoy nerviosa, aunque soy una adulta, respeto mucho a mis padres, siempre he Sido buena hija es mi manera de pagarles haberme acogido.

Vamos directo a mi habitación y es que no se ve nadie, vamos a bañarnos y a ponernos lindas por el hecho de que iremos a celebrar que les diré a mis padres que me caso.

Empezamos a vestirnos y es que ellas tienen ropa aquí de las tantas veces que se quedan conmigo, nos ponemos muy guapas cada una con un vestido, el de Alana es azul índigo, escote en v y corto, el de Gia es rojo corto y con escote de corazón, el mío es negro es cuatro dedos encima de la rodilla, pegado al cuerpo y con un escote de corazón, estamos listas y nos vemos hermosas.

Bajamos agarradas de manos, ya que le avisé a mis padres esta mañana cuando me vieron con una sonrisa de idiota que les diría el motivo de mi alegría y que tenía una decisión que comentarles.

Al bajar mis padres están frente a la escalera igual que mi abuelo, hay alguien a su lado, pero no le presto atención, no lo vi siquiera, voy abrazo a mi nono y le doy un beso en la mejilla si es un ser despreciable para algunos, pero para mí es mi motita de algodón.

— hay, pero por qué la mia ragazza está tan contenta, me dijeron que hoy nos dirías por qué estás así.— dice abrazándome.

_ Claro que si adorabile nonno, ahora les cuento._ digo correspondiendo el abrazo.

— Pero eso será luego de mi anuncio cierto nonno.— Dice perla a mis espaldas y ruedo los ojos.

— Si pequeña hoy vine porque tu hermana anunciará su compromiso hoy.— Me giro y mi sonrisa se borra de mi rostro, mis amigas rápidamente corren a mi lado y cada una aprieta mi mano, mi corazón se acelera y mis ojos pican, quiero gritar, llorar y morir si es posible.

— Aurora, él es Leonel Santoni y le acaba de pedir matrimonio a tu hermana delante de todos._ dice mi nonno y mis rodillas amenazan con doblarse y dejarme caer.

Maldita arpía, ella se enteró hace poco, por eso apresuré las cosas, lo volvió a hacer y él también es un maldito traidor.

Una diapositiva de nuestros momentos juntos pasa en mi cabeza el primero beso y los dos mil que vinieron después, cada abrazo, cada obsequio de mes y de aniversarios, cada recuerdo, el día que me regaló el maldito anillo que luzco hoy en mi dedo lo miro y siento que me quema.

— No dirás nada hermanita—dice irónicamente esa perra, porque desde hoy mi hermana no es.

— Felicidades, que sean muy felices en su matrimonio.— digo mirándolo fijamente a él, baja la mirada y giro para salir de esa casa.

— Amor a donde vas, espera que era lo que nos ibas a decir._ dice mamá acercándose a mí.

— Si hija, cuál era esa noticia que nos darías — dice mi nonno, le doy una última mirada cargada de odio y dolor a Leonel y les respondo a mis padres y abuelo.

— La noticia es que acepto abuelo, a más tardar mañana me tienes en tus dominios, acepto ser parte del negocio familia, ahora si me disculpo, me debo ir.— Dije y salí casi que corriendo de ese lugar, mi madre y mis padres preguntaban por qué ellos sabían que nunca quise eso.

Una vez en el auto mis amigas me abrazan.

— Llora princesa, llora y aunque no nos gusta tu decisión tienes nuestro apoyo.— Dice Alanna.

— Si amiga de a esas escorias están hechos el uno para el otro._ dice Gia mientras lloro sin control.

— Fuimos directo al apartamento de Alanna, ya que ir a un antro en mi estado era exponerme, allí tome todo lo que nunca había tomado y lloré hasta quedar seca, comenzaría de cero y mis sentimientos estarían enterrados desde hoy y para siempre.

Rompiendo para forjar.

Aurora.

Me levanto con un dolor de cabeza de los mil demonios y me duele todo mi cuerpo, mi garganta está seca, mi cabeza me pesa y todavía creo que estoy mareada, después de ducharme y vestirme bajo para buscar algo para beber la sed me está agobiando.

— Buenas tardes, bella durmiente.— Dice Alana.

— Ya te sientes un poco mejor, sé que duele, pero aquí estamos para ti.— dice Gia y la abrazo.

— Te dejé llorar ayer, pero hoy no voy a permitir tal cosa, ya lo lloraste y te bebiste su recuerdo literal, porque metiste una foto de él en el vaso y te bebiste toda la tinta, ja, ja, ja— Dice Alana sonriente no sé qué haría sin ellas.

— Y que harás amiga... Digo con lo de tu abuelo, eso lo dijiste por impulso cierto, tienes sueños.— Dice Gia, dándome una taza de café.

— Mi sueño era crear mi propia empresa y dejar a ese bastardo de presidente, tener una casa, un perro y un gato, dos niños y hasta un ave, ahora nada de eso me interesa, además se lo debo a mi nonno.— Digo y Alanna, aplaude.

— Señoras y señoritas ha despertado la gran Aurora Parisi.— dice y me río, aunque por dentro me esté muriendo.

Después de estar lista voy por mis cosas a casa de mamá, me iré con el abuelo y luego iré al lugar de entrenamiento, llegó a casa y mis padres están en la sala junto al abuelo.

— Ahora sí, princesa por qué aceptaste, si tú no querías eso, pensé que la noticia era un novio o algo— Dice mi madre confundida y preocupada también.

— Nada que ver con eso, no quiero perder mi tiempo, nos vamos nonno.— pregunté y él asiente, mientras hacía mi equipaje me sentí morir y era como llevar el corazón en mi maleta, todo me dolía.

— Estoy lista, adiós mis amores, los amo, papá, juro que te haré, que te sientas orgulloso llevando muy bien tu legado.— digo y papá me abraza.

— Yo ya estoy orgulloso de ti mi niña no debes hacer esto, solo cuídate sí.— dice y los abrazo. Voy en el auto con mi abuelo, miro la ventana y el solo respirar me duele

— Siempre te he dicho que eres un libro abierto, aunque sospecho no te diré nada, solo recuerda el hombre y la mujer pueden hacer lo mismo, eso no te quita ni te pone.— Dice y lo miro con el seño fruncido y él me abraza.

El tiempo pasa y tomo un jet en poco tiempo estamos en casa de mi nonno, llegó y subo a mi habitación y adivinen qué, si seguí llorando ese día lo pase así al siguiente sería mi entrenamiento, debo concentrarme y ser la mejor doy delgada y hasta pequeña ante esos hombres, pero prometo ser tan fuerte como una rica, que aunque es pequeña si se sabe usar puede llegar a matar. Bajo a cenar con mi abuelo y este ya me espera con dos platos de exquisita lasaña mi favorita, en la comida hablamos de muchas cosas, el abuelo es divertido y lo adoro.

Subo y veo mi teléfono para llamar a mis padres y amigas para avisarle que ya llegué, pero al revisar a muchas llamadas de Leonel, las ignoro y después de hacer las llamadas que quería guardo el teléfono y me dispongo a dormir. No voy a estar tan perdida mañana, ya que mi padre nos pagó defensa personal y lucha, claro la perra de perla nunca entró, pero yo sí y lo agradezco me servirá, siento una ola de emociones invadiéndome, quiero gritar, llorar de todo, voy al gimnasio y comiendo a entrenar estoy enloquecida, mis nudillos ya estás roto y magno el leal guardia de mi abuelo entra.

— Pequeño Ángel, pero que haces te haces daño debes usar protección — dice y caigo al suelo, duele, quema, arde por dentro, es algo horrible y solo quiero tomar pero mañana empiezo no puedo.

— No puedo Magno, quiero esto, necesito esto, dañarme y estar así, eso me calma.— Digo y toma mis manos el auto, dañarte, no resolverá nada.

— Hasta mañana magno, mañana empiezo con el entrenamiento, tú qué me llevarás, no le digas a nadie que soy una Parisi, a fin de cuentas no lo soy realmente.—

— No diga eso pequeño ángel, usted sabe que los Parisi la aman.— Dice y sonrío con sorna.

— No todos, Magno, no todos.— Me retiro a mi habitación y trato de dormir, pero sus besos, sus caricias, su sonrisa, sus chistes y cada momento se hacen presente, parece una pesadilla y se repita una y otra vez.

Al día siguiente me visto con vaqueros negros y una camisa de igual color, me despido de mi abuelo y le advierto.

— Arrivederci nonno— digo y lo abrazo.

— Nonno te informo que nadie sabrá que soy Parisi hasta que esté lista, quiero el entrenamiento normal y no uno a conveniencia por ser tu nieta.

— Eres perfecta, allá no haré nada pero aquí respecto a tu salud mando yo okay, cuando llegues no te podrás quejar, asiento y me voy.

El camino hacia la mansión de la organización fue corto, magno iba dándome aliento y me repetía, Fija un objetivo, alcanzarlo y fija el siguiente. Así lo haría, debía cambiar, sanar y volver a estar bien.

Al llegar bajamos y magno me presenta con todos los presente.

— Ella es Aurora, su nueva aprendiz, deben enseñarle todo lo que saben.— Dice magno y me mira, asiento levemente y continua.

— Y sin contemplación.— camino con los sujetos, uno de llama Zac y el otro Marco, allí empieza mi entrenamiento y si quería morir, pues, lo estoy haciendo.

Conociendolo.

Aurora.

Un golpe tras otro, si bien de defensa estos hombres son unas bestias, si son dos, uno me da de frente y el otro a mi espalda en las costillas, caigo y sigo, trato de poner en práctica lo que sé, pero que va, ellos son profesionales.

— Que pasa niña creíste que venías a jugar, estás riquísima, si nos divertimos contigo no harás nada, no te defenderás— decía el moreno llamado Marco mientras me seguía golpeando.

— Veo que eso no te motiva, llegaste cabizbaja, te amenazan con violarte y no haces nada, ya sé, decepción amorosa.— Dice Zac a mi espalda golpeándome.

— Mírame bien niñita, yo no soy marco ni él es Zac somos las personas que te traicionaron y quiénes te trajeron hasta aquí.— Dice y juro que ya no lo oía a él, oía la voz de Perla, veía a Leonel y a ella riéndose, se repetía en mi cabeza como se besaban y como la agarraba, mi sangre hirvió y tal como Hulk se pone verde de rabia, solo me falto el color.

Golpee tan fuerte al que creía perla que la Vi sangrar y aun así reía, voltee hasta Leonel o al menos así lo veía yo, y le daba golpe tras golpe, cayó y tome su cabeza y la estrelle al suelo seguía riendo, a la segunda vez que intente estrellarlo, me alzaron y al voltear vi a perla la golpee tantas veces como pude hasta que la voz de magno me trajo de regreso a la realidad, al volver, vi el cuerpo de Zac en el suelo se veía mal, pero estaba vivo y a marco está muy desfigurado, ensangrentado, un tercer hombre hacia sentado en el suelo limpiando su sangre.

— Que paso aquí, yo hice esto — digo y magno asiente.— estoy sorprendida cuánto odio tengo señor

_ Ve y vístete, ahora tendrás lección de tiro.— Ese día y todos los demás, durante dos meses, entrene, aprendí técnicas diferentes, aprendí el arte de los cuchillos, aprendí a disparar y parece que nací para esto el primer entrenamiento y a la primera atiné.

Soy lo que se dice una máquina para asesinar, me enseñaron cómo matar solo usando mis manos y no hablo de asfixiar a alguien, aquella chica con sueños murió, pero no murieron, mis sueños solo cambiaron, ahora mi nuevo sueño es ser la más dura de todas en la mafia y hacer que el que escuche mi nombre se orine encima.

Mi abuelo no puede estar más feliz, yo estoy haciendo trabajos como cualquier otro esbirro más, al jefe de todo esto no lo conozco, sé que viene a diario y todos corren a saludarlo, pero está allá en su escritorio y no baja hasta donde están los mortales, no soy la única chica, pero a decir verdad el trabajo de ellas es más de calentar pollas que de otra cosa, lo que hacen es oír que llegó y corren hacia el luego escucho los comentarios de como la batió en fin otro narcisista más.

Salgo del entrenamiento y mi teléfono sigue sonando, maldición dos meses y no se cansa, ya lo bloqueé y llama de muchos teléfonos diferentes, no quiero hablar con él, no me interesa, camino a casa de mi abuelo y este me avisa de una celebración donde ya basta de que no me conozcan, él dice que ha llegado la hora.

— Abuelo debe ser hoy, hay topos y mapaches llevándose la mercancía y hoy hay una trampa esperándolos.— digo y se ríe negando.

— Vamos, te conocen y luego te vas a trabar, no te vayas a convertir en mí.— dice y yo me río, él desde la muerte de la abuela solo trabaja.

Voy a mi armario y saco un vestido, me arreglo y le pregunto digo al espejo.

— Woow, vaya con que allí estabas.— le hablo a la hermosa mujer que no veía hace meses, guiño un ojo y me lanzó un beso a través del espejo, bajo con mi hermoso vestido color negro, tiene escote en v y es a los hombros, ajustado, y su falda es suelta abajo y largo que se arrastra un poco, bajo hasta llegar al lado de mi nonno y este me elogia y nos vamos a la fiesta.

Vestido de Aurora.

Al llegar al lugar me adueñó de la mirada de todos, voy del brazo del Gran Nicola Parisi, algunos se le acercan y hacen mal las conjeturas.

— Buenas noches, Nicola veo que por fin te has abierto a las pasiones de una mujer y vaya que mujer.— dice un hombre como de la edad de mi nonno.

— Piero querido amigo a esta mujer, la amo desde siempre, pero es mi amada nieta y el orgullo de la familia.— Dice y él se sorprende y luego sonríe.

— Siendo así, te quiero presentar a mi hijo y sucesor de todo lo mío, Adriano Picarelli.— dice y un hombre apuesto y alto me saluda, es de piel blanca y sonrisa amable.

La fiesta sigue su curso y entra una mujer hermosa, cabello castaño alto, ojos verdes y con un cuerpo de infarto y de su brazo viene un Dios griego sexual como dice Alanna, mi cuerpo se llena de calor y mi parte baja cosquillea, un escalofrío viaja por mi espalda, lo veo, es guapo, alto como de un metro noventa y muy sexy, tienes unos ojos preciosos color gris, su cabello castaño rojizo, está alborotado y lo hace ver más atractivo, tiene una hermosa y pequeña barba castaña clara es hermoso, también tiene unos labios provocadores, es simplemente perfectos, ese hombre hace que arruine mis bragas, pero qué cosas piensas Aurora.

Veo como se le acercan a saludarlos y él se acerca a mi abuelo o no de seguro, me querrá presentarme y no estoy en condiciones de seguro en vez de darle la mano, lo besé, mejor me voy, pienso y me alejo para calmarme antes de que haga una estupidez, no sé por qué me pasa esto parezco una adolescente alborotada.

Me voy hacia la barra y me tomo unos tragos para calmarme, estoy toda babosa y la verdad esto nunca me había pasado, el Batman me sirve un trago y me suelta, un chiste es muy amable y guapo, es alto moreno claro de ojos miel y tiene buen cuerpo.

— Se nota que la estás pasando muy bien, no quieres mejor que te saque de este lugar y la pasemos bien, no pienses mal, te vas a divertir.— Dice y cuando estoy a punto de decirle que si una voz gruesa, varonil y sexy habla detrás de mí.

— Disculpe, pero la señorita no va a poder salir a ningún lado.— Dice viendo al barman con ganas de aniquilarlo y el chico sigue en su trabajo.

— Buenas noches, señorita, como vi que me está evitando, vine a presentarme, pero no sabía qué las estaba pasando tan mal.— Dice y yo levanto una ceja y estoy visiblemente tranquila, pero el tenerlo cerca causa estragos en mí.

— Y por qué lo evitaría si ni siquiera lo conozco.— digo y estira su mano.

— Mi nombre es Máximo Caruso jefe de toda la organización, o sea tu jefe — dice de manera arrogante.

— Es un placer conocerlo, señor Caruso, soy Aurora parisi.— Digo estirando mi mano para estrechar la de él, pero me la voltea y la besa, Dios que escalofrío y que nada esto es corriente de la más alta recorriendo mi cuerpo muriendo en lo que ahora empapa

mis bragas.

Retiré mi mano disimuladamente para que no note que soy una gelatina en este momento, entonces me pregunta.

— había escuchado de ti y de tu desempeño, pero fue solo hasta hace una semana que te vi supe quién eras, lo que no entiendo es por qué...— la voz de una mujer lo interrumpe.

— Mi amor con que aquí estabas, te estaba buscando mi vida.— Dice ignorándome olímpicamente para luego hacerse la que no me vio.

— Hay lo siento, no te había visto, soy Patricia Caruso la esposa de este caballero.— dice de manera irónica y sus celos se notan a kilómetros.

— Un gusto Aurora parisi.— digo y sonríe para hablar de, pero en eso llega otro sujeto más al que ya he visto en mis entrenamientos es uno de mis jefes.

— Buenas noches, hermana, mi madre acaba de llegar y te quiere ver, dice y la chica trata de jalar a Massimo, pero el este de manera brusca se suelta y recupera su compostura.— El joven es alto, piel clara, cabello castaño y tiene ojos café es guapo también, me mira y habla.

— Tú... Tú no eres zafiro, wow estás preciosa Massimo ella es uno de mis mejores elementos, pero que haces aquí.— dice hablando con Massimo y conmigo intercaladamente.

— Mi nombre es Aurora Parisi y gracias usted también está muy guapo.— digo sonriendo.

— Por qué no dijiste que eras Parisi, sabes que te estaba dando uno de los entrenamientos más fuerte de todos, estoy harto de mujeres que entran y hacen de todo menos trabajar.— Dice y me río.

— Digamos que quiero que sepan que las cosas me las gane y no son un regalo, cuanto al entrenamiento créeme que entonces que a ti te debo lo fuerte que soy.— digo y se cruza de brazos.

— No está bien, yo soy Leandro Rosso y soy líder de la sacra corona Unita, él es el de todos y aparte el de la Ndragueta, ustedes son de la cosa Nostra y otro amigo más es el de la camorra, cada uno debe respeto y ser tratado como líder, me molesta hace un mes fuiste cuatro veces a la clínica de urgencias.— habló casi sin respirar.

— Oye cálmate gracias a esas idas al hospital, en este mes soy yo la que ha mandado a varios para allá, aparte una princesita que iba a saber de liderar, por eso no dije quién era porque sería tratara suave.— le expliqué y asintió.

— A partir de hoy todos te deben respeto, okey no te quiero ver entrenando con los demás, los jefes lo hacemos entre nosotros mismos — asiento sonriendo y al voltear a ver a Massimo está molesto que raro.

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