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Amor Con Sabor A Vino

La universidad

Soy un caos andando, un remolino de cosas corriendo para no llegar tarde por encima vez a la clase de publicidad, creo que el profe ya hasta me odia.

Podría decir que mi despertador no sonó, pero es una excusa muy tonta para alguien en el último semestre, me calce unos jeans, zapatillas deportivas y una playera que tal vez ya me había puesto está semana, pero no me importa era lo que estaba a la mano.

Intenté hacerme un moño alto, pero con los rizos el cabello es muy raro que me haga caso, corro por todo el campus, chocando con uno que otro alumno que sé que me maldice, pero presto atención, tengo no más de 10 min para llegar a la clase.

Entro a trompicones al salón y para mi suerte la clase aún no empieza y aunque me gano la mirada inquisidora del profesor, me siento de inmediato junto a Daniela mi amiga desde la secundaria.

-Gali casi no llegas, ¿no puedes levantarte más temprano?-

-Si lo siento ayer me tocó doblar turno y llegué a hacer la tarea- movió su cabeza con desaprobación y algo de lástima cruzo su mirada.

-Señorita Galilea veo que nos honra con su presencia, favor de presentar la tarea que se les pidió hace una semana, proyecte en la pantalla por favor, para que todos podamos comentar- juro que este señor me odia, tal vez fui su verdugo en alguna vida pasada.

La tarea no era complicada, debíamos diseñar un boceto de propaganda publicitaria para un shampoo, nos dieron las especificaciones y debíamos enfocarnos a un público joven.

Mi trabajo tal vez no era el mejor, pero me sentí muy orgullosa de el, en este había una chica con el cabello como el mío, frente a un espejo, el reflejo se veía con el cabello perfecto, rizos definidos y con muy bonito brillo, muestras que de espaldas se ve a la chica con un cabello lleno de friz, esponjado, en su mano tiene el shampo que se refleja también el espejo, el eslogan que le venía a bien a mi boceto era...

"Dale la oportunidad a tu cabello, shampo D'vanitis"

Recibí algunos aplausos, pero también algunas críticas, especialmente de mi profesor que básicamente ese es su trabajo, pero con mi es su misión, también de Alejandra mi Nemesis desde que entramos a la universidad, es la más popular del salón y tal vez de la escuela, es novia de Esteban el jugador estrella de baloncesto del equipo que representa a la universidad.

En teoría no entiendo por qué es que hasta tiempo y energía en molestarme, yo en realidad no soy nadie relevante, mis padres murieron cuando era pequeña, vivo con mi abuelita Carmen en una casa pequeña en una zona austera de la ciudad, no tengo dinero como ella y su familia, trabajo para pagar mis estudios y recibo el apoyo de una beca para poder estudiar En la universidad Continental, de lo contrario ni siquiera podría estar aquí, no visto con lujos no porque no quiera, pero los gastos me sobrepasan, mi abuelita trabaja vendiendo postes y aunque no es mucho, al menos para comer y servicios nos alcanza, de mis estudios me encargo yo.

La beca cubre el 70% el otro 30% lo tengo que cubrir yo, pero sigue siendo mucho, más transportes, la escuela está a 20 min de mi casa y mi trabajo a una media hora de la escuela y este a una hora de mi casa, también cubro materiales, ahora que comience mis prácticas aún será más gastos que cubrir, por eso acepto los turnos dobles que puedo, para poder juntar un poco.

Las prácticas comienzan en un mes, la escuela me mandó a una de las empresas donde tienen convenio, estere en Vitaly publicidad, una de las empresas internacionales de publicidad, que cubre todos los medios de comunicación más populares, tiene una amplia cartera de clientes, muchos famosos son sus clientes, es uno de mis sueños trabajar ahí, así que de momento daré lo mejor de mi en mis prácticas, ya que hay la posibilidad de quedarse ya de planta.

Vitaly tiene un programa de prácticas con una estadía de 6 meses y quiénes desempeñen su mejor trabajo podrán formar parte de la plantilla de la empresa, espero ser yo realmente lo necesito, mi abuelita merece descansar, mi madre era su única hija, así que no tengo más familia que nos apoye y la familia de mi papá culpa a mi mamá de su muerte, así que no cuento con ellos para nada.

Cuando mis padres fallecieron trataron de quitarnos las casa, pero mi padre cuando la compro la dejo a mi nombre, esto les cabrio tanto que jamás volvieron a vernos, por una parte, está mejor, mi tío Daniel hermano de mi papá quería la casa para el y mis abuelos lo apoyaban alegando que pronto sería padre y necesitaban la casa.

Mi trabajo no es difícil, soy mesera en un restaurante de comida tradicional, trabajo de 3 a 9 todos los días y descanso los domingos, cuando me quedo a doblar turno salgo a las 4 de la mañana, me duermo en el autobús de regreso a casa, aunque a veces me da miedo, el sueño me vence, gracias a Dios nunca me ha pasado nada, llegó a casa y duermo dos horas más antes de ir a la universidad, así ha sido mi vida desde que entre en la universidad, no sé si ya me acostumbré o en realidad no tengo tiempo de sentirme mal.

Cómo cuando puedo y entre mis actividades, creo que los únicos días que como bien son los domingos con mi abuelita, desayunamos algo rápido para ir a comprar sus cosas para la semana, no me gusta que ella haga compras sola y cuando regresamos preparamos un almuerzo sustancioso, pasamos tiempo arreglado y limpiado para después volver a comer y terminamos viendo películas o ellas a nosotras, cenamos té y galletas, para volver a dormir y comenzar la semana caótica nuevamente.

Y si te pago con besos y algo más

Toda esta semana me quedaré a doblar turno, ya que las próximas comenzaré a prepararme para las prácticas, nos llevarán a Vitaly para darnos un recorrido por el lugar, también aremos visitas a todos los departamentos para que nos expliquen que se realiza en casa uno y saber en qué área nos estarán acomodando, así que aunque las prácticas no comienzan oficialmente en 3 semanas, dos semanas antes tendremos que estar asistiendo.

Saliendo de la escuela tomé el autobús y en el camino me comí una baguette que me preparo mi abuelita, Daniela siempre me invita a comer y aunque a veces si acepto no me gusta ser una carga y tampoco me gusta rechazar la comida de mi abuelita, se levanta muy temprano para prepararme los lonches, aunque le he dicho que no es necesario, siempre me regaña diciendo que estoy muy delgada y que debo comer mejor, aparte de que es su gusto y no se lo puedo quitar, a veces suele ser muy tarca y aunque tiene 70 parece de 40 ya quisiera yo su vitalidad y sobre todo su energía, si no fuera por su cabeza blanca y su piel llena de arrugas, todos la creerían muy joven.

Se me salen las lágrimas al ver en la servilleta de la baguette una nota escrita.

"No te rindas cariño,la vida corresponderá tu esfuerzo, te amo"

Ella sabe cómo calentar mi corazón, respiro profundo y limpio las lágrimas, claro que daré lo mejor de mí para darle la vida que se merece, sin que se preocupe por nada.

Llegué al restaurante y entre por la puerta de personal, deje mis cosas en el loker y me puse la ropa de trabajo, el lugar siempre está lleno, Marcos es un amigo del trabajo, el restaurante tiene una área para el público en general y otra con algunos privados, yo siempre estoy en el área para el público en general, Marcos lleva más tiempo trabajando aquí que yo, el me enseño a cargar las charolas y a atender de manera rápida y eficiente, recuerdo que al principio llegué a tirar algunas con trastes sucios llamando la atención de todos los comensales, cada que lo recuerdo mi cara se vuelve roja como tomate.

Ahora ya soy de las más expertas, hay mucha rotación de personal, ya que el trabajo es pesado,

Ya en el segundo turno es más tranquilo, el restaurante está abierto todo el día por eso es uno de los más concurridos y como está cerca de la zona de bares muchos vienen de noche a comer algo cuando salen de fiesta.

Hoy llego un grupo de jóvenes con algunas chicas, venían algo tomados y están muy escandalosos, ya eran casi las 2 de la mañana cuando llegaron, había 2 salas privadas ocupadas de las que Marcos se encarga mientras 5 chicos y yo atendemos el área pública, me tocó la mesa de los escandalosos.

Les tome la orden y trate de no demorar en darles sus alimentos, ya que algunos, comenzales se estaban quejando de su escándalo.

Terminaron de comer, lleve la nota para qué pagarán, en la mesa había un chico que me piropeaba desde que llegaron.

-Y si te pago la cena con besos y otras cosas- mi cara se puso roja, pero no sé si de la vergüenza o de la rabia, a veces me tocaban idiotas como este y aunque quisiera aventarles la charola en la cabeza, sé que no debo, necesito el trabajo.

-¿Entonces que dices hermosa?- con una sonrisa cortes conteste.

-Gracias, pero no es necesario, el pago será en efectivo o con tarjeta-

-No te hagas la mustia, te va a gustar no desprecies a mi amigo- dijo otro de los tipos de la mesa.

-Disculpe Sr. este es un establecimiento respetable así como el personal que labora aquí- antes de que terminara de hablar el primer tipo de paro, rodeo mi cintura con una mano y con la otra apretó mi trasero, todo paso tan rápido que no pude reaccionar.

-Sr suélteme por favor- dije tratando de quitar sus manos de mi cuerpo y alejarme de él, pero este era más fuerte y alto que yo, todos los demás reían mientras que otros clientes comenzaron a reprender sus acciones.

Me retorci hasta que me pude safar de su agarré y estaba por darme la vuelta y salir de ahí cuando otro me tomo por el cabello.

-Como te atreves a rechazar a mi amigo maldita zorra- agarre la mano de mi agresor, ya que comenzaba a doler la zona que jalaba de mi cabello.

Iba a gritar cuando vi al primer hombre caer ante mis pies y antes de que pudiera ver qué pasaba el que me tenía agarrada del cabello también cayó al piso, escuché a las mujeres gritar, gire mi cabeza y había un hombre en un traje hecho a la medida color gris obscuro, una barba tupida cubría su rostro, media tal vez 1,90 al menos y muy corpulento, se acomodó los puños de la camisa.

-¿Estás bien?- pregunto sin quitar la vista de los hombres en el piso, asentí con la cabeza.

-Llama a la policía y arregla todo, pude las grabaciones- dijo el hombre a todo que estaba a su espalda, paso a un lado de mí y se dirigió a el privado, vi a Marcos correr a mi lado.

-Gali estás bien, discúlpame no escuché estaba atendiendo un privado- los privados son insonorizados.

-Estoy bien no te preocupes, necesito acomodar mi cabello, dije caminando al baño del servicio-

Para cuando salí ya la policía se estaba llevando a los muchachos, el hombre de estatura media estaba hablando con mi gerente.

-Gracias por facilitarme las grabaciones, si es necesario que su personal de declaración le avisaré- supongo que es el asistente del hombre que golpeó a los muchachos.

-Claro Sr Cameron lo que ustedes nos indiquen, gracias por el apoyo, dígale a su jefe que la comida corre por cuenta de la casa-

-No será necesario,pero le notificaré a mi jefe de su agradecimiento- me miró y se despido para retirarse al privado donde estaba aquel hombre que me ayudó.

Siéntate

-Gali ven a mi oficina por favor- lo seguí y cuando estábamos sentados me preguntó que fue lo que había pasado, aunque vio la grabación de las cámaras de seguridad quería escuchar mi versión.

Se sintió muy molesto y apenado por no haber salido a apoyarme, sé que tal vez estaba dormido porque luego le gana el sueño, no tengo nada que regalarle, las cosas no fueron a más gracias a aquel Sr.

-Jefe quien es ese hombre-

-Es Dominic de la una de las familias más importantes de la ciudad, es un hijo ilegítimo, tenía muchos años en el extranjero, me sorprendió verlo aquí, casi no habla con nadie, pero cuando llega a venir a la ciudad le gusta comer aquí, de hecho tiene su propio privado, cuando yo era mesero me tocaba atenderlo-

-Entiendo, pues gracias que vino o no sé que me hubiera pasado- dije con una risa nerviosa.

-Voy a ajustar los horarios para que sean más hombres los que atienden estos turnos para no tener incidentes con las chicas- asenti salí del lugar para seguir trabajando, al menos que quedan 2 horas antes de salir.

Me puse a limpiar la mesa donde estaban aquellos muchachos problemáticos, perdida en mis pensamientos tratando de asimilar todo lo que paso, claro que no se lo diré a mi abuelita no quiero preocuparla, Daniela tal vez quiera golpearlos.

Estaba perdida en mis pensamientos cuando alguien tocó mi hombro brinque del susto.

-Discúlpeme señorita no fue mi intención, mi jefe me pidió que la buscará- era el asistente del Sr Dominic seguido de una de mis compañeras.

-El jefe mi pidió que limpiará por ti- dijo ella tomando las cosas de mis manos.

-Acompáñeme- dijo aquel hombre haciendo una seña con la mano.

Lo sé y antes de entrar al privado donde estaba el Sr Dominic trate de acomodarme el cabello y de limpiar mis manos en el delantal, seguro me veo fatal, cuando me tomaron del cabello se rompió la liga que me lo sostenía así que improvise una trenza lo mejor que mis rizos me lo permitieron.

Cuando entramos el privado era diferente a los otros, este estaba en colores obscuros y luces led por toda la orilla del techo, hay una barra de vinos y una sala de piel en color negro, así como una mesa grande de madera para el corte a lo largo de un árbol, en tono natural con sillas de metal con el asisto y respaldo de piel negro, hay algunas plantas y cuadros que cuelgan de la pared, nunca había entrado aquí, llevo 3 años trabajando y no sabía de este lugar.

El la sala estaba aquel hombre alto, tenía el saco abierto y un vaso de vino en la mano, exudaba un aura aterradora, en la esquina detrás de mí había otro hombre, más como cualquier mortal y nada que ver con aquel que me veía con sus ojos penetrantes, las manos me comenzaron a sudar.

-Sr encuentra bien señorita Galilea- su voz era muy ronca, hace un momento no le había prestado atención, asienti con la cabeza.

-Revísala- dijo dirigiendo la mirada al hombre de la esquina.

-Claro Sr Dominic-

-No, no es necesario, estoy bien- dije haciendo un gesto con las manos, mirando a los hombres de la habitación.

-No es una pregunta- dijo dando un trago a su bebida.

Me quedé como una estatua sin saber que hacer.

-Soy el Doctor Angus, por favor tome asiento y permítame revisar su cabeza- me senté donde me indico sin decir nada más, miraba mientras mis manos apretaban el delantal.

-ok señorita, limpiaré la zona es probable que le duela un poco- asenti de nuevo y cuando rocío el área con un spray no pude evitar sisear, ya que realmente ardía, mis manos se apretaron aún más.

Se escuchó algo parecido a un gruñido y el Doctor inmediatamente dijo.

-Lo siento Sr es necesario limpiar el dolor no durará mucho, en realidad hay algunas áreas lastimadas que sangran- pude sentir como le temblaban las manos al doctor.

Termino y me dio una poda, me indico a colocarla al menos durante 4 días y no recoger mi cabello en ese tiempo para no lastimar más mi cuerpo cabelludo.

-Es todo sr, si no requiere nada más me retiro- dijo dirigiéndose al hombre en el sofá. Hizo un gesto con la cabeza como aprobación.

Me sentí muy incómoda y cuando estaba apunto de agradecer y salir del lugar, aquel hombre enigmático volvió a hablar.

-Pide que tapen a todos los cretinos, también a las mujeres- le dijo a su asistente sin dejar de verme, las rodillas casi me fallan.

-No, no, sr no se moleste no es necesario-

-No es una molestia, retírate- me quedé aturdida gire sobre mis pies y salí del lugar, me dirijo a los lokers a dejar la pomada y me jefe el alcanzo.

-Gali, puedes irte a casa, por hoy fue suficiente, el asistente del sr Dominic te llevará a tu casa- pero que demonios está pasando, mi cabeza no acaba de procesar una cosa cuando llega otra.

-Pero, porque, aún faltan 2 horas-

-Es mejor que descanses, el susto de hoy no es para menos- estaba por protestar, pero llegó el asistente de aquel hombre, y aunque no es igual de imponente que su jefe también da miedo.

Tome mis cosas y lo seguí, salimos del restaurante y estaba un carro negro aparcado afuera, me abrió la puerta trasera y me indico que subiera, de repente un pensamiento paranoico cruzó por mi cabeza, ¿y si me secuestra? O algo pero...

-Por favor señora entré- sin reaccionar mi cuerpo siguió las instrucciones, me subí al coche abrazando mi bolsa como si está me protegiera de cualquier peligro.

No le di mi dirección, pero este me llevo a mi casa sin preguntar nada, como es que la sabía, tal vez mi jefe se la había dado, baje del coche, en realidad nos llevó la mitad del tiempo que me lleva a mí llevar en trasporte público.

Mi abuelita estaba dormida, no hice ruido y me fue a mi habitación, después de un baño me recosté y lo que nunca, no tenía sueño mi cabeza recorría todo lo que pasó.

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