Transcurría el año 1550, en un pequeño pueblo situado al sur de Bretaña, Guérande donde comienza está historia. Existía un odio y repudio hacia lo diferente, incluso miedo, tal vez envidia hacia los seres sobrenaturales, en este caso las brujas eran el eje principal de la persecución, cacería y muerte ya que las instituciones religiosas se encargaron de aportar los fundamentos ideológicos basados en su creencia de adoración a Dios y dar caza a aquellas mujeres que no estuvieran en el molde o se salieran del patrón. Estás mujeres tenían un don especial eran curanderas, parteras dominaban la naturaleza y la utilizaban a su favor. Eran brujas.

El fenómeno de las brujas en este pueblo en específico se podía descubrir porque al nacer tenían una pequeña marca en forma de luna en su hombro izquierdo, así que todas las niñas debían ser revisadas al nacer por órdenes del rey para llevar a cabo esta labor esté enviaba un corresponsal el cual debía supervisar todos los nacimientos del pueblo y dar caza a las niñas q tuvieran está marca, si ocultaba información pagaría con su vida.

Las brujas eran un peligro para la corona, ya que eran muy difíciles de dominar, rebeldes por naturaleza, muy pocas tenían el privilegio de vivir, porque una vez detectadas el rey decidía doble perdonaba la vida o no. Si eran personadas sería llevada al castillo hasta alcanzar la mayoría de edad donde debían jurar lealtad a la familia real y usar una cadena plata atada a su pie con cascabeles para saber dónde estaban en todo momento o si se aproximaban, si una bruja desobediente era cazada y sacrificada al instante. Una bruja no tenía derechos, no podía casarse ni tener hijos, su único objetivo era servir a la corona o a cualquier noble que decidiera el rey.

Sonia estaba embarazada de nueve meses, era la hija de un pastor, vivían en el límite del bosque, picas veces eran visitados y ella iba al pueblo con poca frecuencia, desde que supo su embarazo siempre deseo que fuera un chico, no quería pasar por el pesar de una niña. Recuerda como a su amiga le arrebataron a su bebé porque tenía la marca y el rey no le perdonó la vida alegando que no necesitaba otra bruja por ahora, vieron como la ejecutaron en la plaza a los ojos de su madre que nada pudo hacer al respecto, es por eso que ella oculto su embarazo no quería que nadie supiera de este ya que que sí ocurriese lo peor debía entregarla a su suerte al rey.

Llegó el día en que rompió la fuente y comenzó el trabajo de parto se escuchaban gritos de dolor estaba de parto, luego de largas horas y con la ayuda de sus familiares al fin pudo dar a luz. Era una niña preciosa, pelo negro como la noche más oscura y ojos redondos y expresivos igualmente negros. Todos estaban felices hasta que vieron la marca en su hombro. Sus caras palidecieron, sabían lo que ocurriría, no podían ocultar un bebé por siempre, tendrían que reportarlo en algún momento.

Sonia no fue capaz de ver ese final para su linda bebé así que casi sin fuerzas la envolvió en una manta y fue hacia el bosque. Había oído que lo habitaba una antigua bruja que logró escapar del Reino, muchos afirman haberla visto pero nadie se atrevió a darle caza ya que hay una gran maldición sobre el que ose dañarla. Todo el que le ha intentado no ha regresado del bosque con vida, así con el tiempo nadie más lo intento y decidieron ignorarla aunque tiene una recompensa enorme si es vista en el pueblo para darle caza.

Sonia aprovechó la noche, corrió sin ser vista y se adentró en el bosque con su bebé en brazos gritando bruja, bruja ven aquí te entrego. Luego de un tiempo llamando a la bruja, el aire comenzó a cambiar y Sonia sintió una enorme corriente recorrer todo su cuerpo alzó su mirada sobre un arbusto y pudo ver una enorme sombra negra levitaba hacia ella, quedándose de piedra. Tanto fue su miedo que corrió sin mirar atrás dejando ahí a la pequeña.

- Qué tenemos aquí, observó la bruja

Tomando a la pequeña en brazos, pero qué preciosa eres, cómo fue capaz de dejarte así.

La pequeña comienza a llorar desconsolada y la bruja la arropa en su pecho.

- No temas pequeña estás en buenas manos, cuidaré de ti.

Toma a la niña y la lleva en sus brazos hacia su hogar.

La bruja vivía en el centro del bosque, el camino hacia su hogar era angosto y lleno de trampas, debían recorrer miles de kilómetros hasta llegar a una cascada en ella había un pasaje encantado que su túnel daba a un árbol gigante y es allí en la cima del árbol tenía si hogar. Una enorme casa yacía en la copa, era tan enorme como el mismo árbol. Para acceder había una puerta oculta en el tronco estaba en encantada y solo ella podía entrar. El camino hacia su casa estaba lleno de trampas, un paso en falso representaba la muerte.

Su hogar era sencillo, pero tenía todas las comodidades que una persona podría aspirar, lejos de ser la clásica casa de una bruja con telarañas y descuidada, era todo lo contrario limpia y ordenada, con colores alegres muchas plantas, también los pájaros del bosque venían de vez en cuando regalando hermosas melodías, la luz del sol iluminada todo el hogar.

Al llegar a casa colocó a la niña sobre una hamaca y se dispuso a calentar leche.

- tendrás hambre pequeña, no llores.

Cogió una vieja tetera he improviso un biberón, tomó a la niña en brazos y le dio de comer, la pequeña comió con gusto y durmió en sus luego la bruja con una pequeña caja de madera le improviso una cuna.

- Te llamaré Hope. Dijo besando su frente mientras la ponía en su cunita.a descansar

Cada día la bruja veía crecer a Hope, esto la llevaba de alegría y gozo, vivía tan sola, que la llegada de Hope a su vida le doy un motivo más por vivir, el contacto con otras personas está casi nulo para ella, solo iba algunas veces al pueblo cuando necesitaba buscar algo que necesitara. Lo hacía con mucho cuidado ya que sabía que era buscada y su cabeza tenía precio.

 La bruja se esforzaba por educar a Hope y darle una buena crianza rodeada de amor y sabiduría. Con ella dio sus primeros pasos, sus primeras caídas, fue ella quién curó sus heridas. Hope ya tenía tres años y era capaz de controlar el agua, movía objetivo con su mente, aunque no sabía controlar su irá, de vez en cuando hacía una rabieta cómo niña al fin, cuando ocurría la bruja debía hacer uso todo su poder para calmarla, ya que podía destrozar toda una habitación al instante. Gracias a esto la bruja supo que tendría el poder de la Telequinesis o psicoquinesis que es la capacidad de poder mover objetos con la mente. Esto hacía de Hope una bruja muy especial y con dedicación podría ser muy grande si lograba dominarlo correctamente.

Con el paso del tiempo Hope se fue convirtiendo en una joven bella, tenía estatura mediana 1,50 tal vez, cabello largo y negro el cual siempre lo Lucía con una enorme trenza. La bruja le enseñó el arte de las posiciones y sus diferentes usos. Hope conocía las propiedades de cada planta del bosque y sus usos. También le enseñó anatomía, a leer y escribir. Ha valerse de por ella en el bosque,buscar comida, agua,cazar. A Hope solo le faltaba conocer el mundo, socializar ella no sabía nada más allá del bosque.

La bruja cuando Hope cumplió los diecisiete años supo que estaba lista para insertarse al mundo exterior, para eso le explicó su origen, lo que era y el peligro que tendría si era descubierta. Le explicó que nunca debía mostrar sus poderes a nadie así como su marca de nacimiento. La bruja quería que ella fuera feliz y no condenada a vivir el exilio cómo ella.

Fue así como un día ambas fueron al pueblo, haciéndose pasar por una anciana y su nieta. La bruja era de aspecto tosco, se podía ver él sufrí y el paso de los años en su mirada. Tenía el cabello blanco y largo, corpulenta. Hope se puso un lindo vestido blanco e hizo dos trenzas que coloco sobre sus hombros llegando a su cadera, con un pañuelo negro en la cabeza mientras que la bruja un vestido negro con capucha bien largo, usaba un bastón que a la vez era su báculo fuente de gran poder en caso de necesitar ayuda para defenderse si eran descubiertas.

Emprendieron el camino hasta el pueblo, saliendo al amanecer y no fue hasta el anochecer que llegaron. Fueron directo a la única posada que existía, siempre albergaba a desconocidos así que podían pasar desapercibidas. Si llegar ala posadas estaba llena de guardias reales que eran atraídos por la bebida y las mujeres, pasaron por su lado y aunque uno miro a Hope porque le sobraba belleza, no corrieron riesgo alguno.

Para su fortuna quedaba una habitación disponible que reservaron hasta el día siguiente, pidieron de comer y fueron a sentarse al final de la salón, Hope estaba maravillada con todo lo que veía, fue un gran cambio, jamás había visto gente más que a la bruja.

Esa noche durmieron en la posada, la bruja pretendía entregarla como dama de compañia del príncipe Alberto, el cual tomaría el lugar de su padre al cumplir los veintiun años de edad, luego podría elegir a su esposa. Al escuchar a dos guardias mientras bebían hablar de ello. Para eso deberían ir al castillo era la única manera de que ella se insertará entre los demás.

Al amanecer se dispusieron ir hacia el castillo, Hope estaba nerviosa, temía ser descubierta y tenía apartarse de la bruja, la quería en demasía.

- No hay lugar más seguro para esconderse que en sus propias nariz. Decía la bruja. Sé prudente y lo lograrás.

No tardaron mucho en llegar de la posada hasta el castillo. Habían varios guardias que las inspeccionaron pero no notaron nada extraño, buscaban armas ocultas más que brujas, era muy extraño que alguna lograse llegar a la edad de ambas sin ser descubiertas tras lo cual no se fijaban en eso. Una vez listas fueron llevadas ante el rey y su familia. El castillo era maravilloso, derrochaba lujos y poderío. Hope miraba todo con emoción. Al llegar al salón los guardias le indicaron el lugar que debería tomar. El rey era un señor mayor de mirada severa, ya se le notaba el cansancios de los años,a su lado la reina glamurosa, mucho más joven que el l, luego al costado de la reina estaban sus hijos, ambos eran rubios de ojos azules, tenían parecido a su padre. Hope al ver al príncipe no pudo dejar de apartar su mirada de él, nunca había visto tanta belleza.

Miles de muchachas jóvenes estaban ahí dispuestas a tomar ese puesto, pero Hope destacaba por su belleza y conocimientos, la bruja la educó muy bien. Luego de varias pruebas fue seleccionada, ocuparía el puesto como dama de compañía, debería mudarse al castillo lo más pronto posible porque viviría allí por todo un año y si hacía bien su labor podría quedarse de manera permanente incluso se le buscaba un pretendiente de buena cuna.

La bruja se emocionó mucho al saber que había sido seleccionada.

- estoy muy orgullosa de ti pequeña.

Hope solo la abrazaba, quería decirle lo mucho que la amaba y la extrañaría.

La despedida de Hope y la bruja fue muy triste, ya estaban adaptadas la una a la otra, se querían mucho. Pero era necesario, la bruja no estaba dispuesta a que ella viviese una vida de exilio, era joven merecía conocer el mundo, amar y ser amada.

- Recuerda debes cubrir tu marca de nacimiento, nadie debe verla, tampoco debes mostrar tu poder a nadie. Le decía la bruja mientras la abrazaba y besaba su frente.

- Así lo haré, respondió Hope, mientras la abrazaba con fuerza llorando, prometo ir a verte cada vez que pueda.

- Está bien siempre ten cuidado de que no te sigan, recuerda si quieres regresar puedes hacerlo cuando gustes.

- Está bien muchas gracias por todo, le dio un gran abrazo a la bruja y camino hacia donde estaba el amo de llaves que esperaba por ella para llevarla a su habitación.

Hope siguió aquel hombre con el corazón hecho pedazos, jamás había estado sola lo cual le causaba temor, al llegar a la habitación la estaba esperando una mujer mayor. Era bajita y gordita, su cara era amable, transmitía seguridad.

- Bienvenida al castillo, dijo con una sonrisa, mi nombre es Jimena, seré tu supervisora, te mostraré tus funciones y el lugar, siéntete libre de acudir a mí cuando lo necesites.

- Muchas gracias soy Hope.

- Trajiste equipaje Hope

- No solo poseo lo que llevo encima, dijo apenada.

- no hay problema, aquí tendrás todo lo que necesites ven te mostraré.

La llevó hacia un enorme clóset donde habían varios vestidos, zapatos y accesorios. Hope estaba asombrada nunca había visto tantas cosas para solo una persona.

- Toda está ropa es tuya, siempre debes estar presentable y aseada en presencia del príncipe. Aquí en esta habitación abrió una puerta que daba a una especie de baño, en el centro había una bañera. Podrás tomar un baño cada vez que necesites, el agua será cambiada diariamente.

Hope miraba todo y asentía con la cabeza en señal de que comprendía.

Volvieron a la habitación.

- Tus funciones son de acompañar al príncipe en todo momento, decía Jimena mientas Hope la miraba atentamente, deberás suplir todas sus necesidades y pedidos. Ahora toma un baño y cambiate. Regresaré por ti dentro de un rato para mostrarte el lugar y comas algo seguro tienes hambre.

- Está bien muchas gracias, dijo Hope expectante.

La acompañó hacia la salida, cerro la puerta y una vez que se quedó sola inspeccionó el lugar, revisó nuevamente los vestidos eran muy bellos, la habitación era inmensa, del tamaño de una casa, tenía una cama enorme justo en el medio, en un rincón cerca de la ventana había una pequeña cómoda, tenía un gran espejo en el cual se podía ver todo el cuerpo de Hope.

Ella fue hasta la ventana y susurro unas palabras a los pocos segundos un búho blanco llegó ante ella, cogió un trozo de papel que había sobre la cómoda y le envío un mensaje a la bruja diciendo que estaba bien, lo colocó en una pata y está hecho a volar.

Luego tomó un baño y se vistió con un hermoso vestido azul marino, peinó su cabello y se sentó en la cama a espera a Jimena. Luego de unos minutos llegó.

- Ven te mostraré el lugar.

En la planta baja están el comedor, el recibidor, la cocina, el área de reuniones, la biblioteca, la sala al final el área de lavado y en la segunda planta las habitaciones, en el sótano están las mazmorras, la zona de las torres es para los guardias y para la bruja del castillo.

Jimena fue llevado a Hope para que se fuera familiarizando con el castillo.

- Solo puedes entrar a las áreas comunes, tardarás un poco en adaptarte dijo si ver cómo Hope la miraba, ah la segunda torre a la izquierda es donde está la bruja de este palacio solo acudirás a ella si te lo pide el príncipe. No es buen visto hablarle puede hacerte daño.

Hope prestaba mucha atención a cada explicación de Jimena, memorizada el lugar.

Por hoy puedes descansar, dijo Jimena, comienzas mañana, la comida de los empleados se come en la cocina cuando gustes te atenderá la jefa de servicio siempre está ahí. Alguna duda.

- De momento no, gracias por todo. Dijo entusiasmada.

Jimena se marchó y Hope dio un recorrido por el lugar era demasiado grande para aprenderlo todo, aunque se perdió varias veces se fue guiando por la ayuda de los guardias, fue a la cocina era inmensa y tenía innumerables platillos, no sabía cuál tomar, probó un poco de todo y una vez satisfecha subió a su cuarto a descansar para estar lista para un nuevo día.

Se dejó caer en el corchon en cuanto entro a la habitación, solo quito sus zapatos, era demasiado suave, se sentía que flotaba, repaso su día en imaginó futuros escenario de cómo sería su día mañana, estaba un poco nerviosa por su encuentro con el príncipe, nunca había hablado con un chico antes y este le resultaba demasiado bello. Solo esperada poder estar a la altura de sus necesidades. Poco a poco sus palpados fueron más pesados y su cuerpo se fue relajando hasta quedar profundamente dormida.