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CASADA En Lugar De Mi GEMELA

I - EL DIA DE LA BODA

Muriel Véneto estaba nerviosa mirándose en el espejo con el vestido de novia puesto, parecía una muñeca de porcelana, sus enormes ojos color miel recorrían cada detalle del vestido, sus manos se deslizaban con delicadeza sobre la seda blanca. Contemplo su rostro, delicadamente maquillado, sus labios carnosos tenían un brillo color melocotón, sus mejillas en rosa pálido, sus pestañas pobladas formaban una curva delicada, la maquillaron como para que no la dejen de mirar a los ojos, pero su escote revelaban unas circunferencias aterciopeladas. Se mordía los labios de los nervios.

"¿Por qué me dejé convencer?". Se preguntaba y revisaba su móvil tratando de ubicar a su hermana gemela, faltaba poco para que se desarrolle la boda y no aparecía a tomar su lugar como le prometió, era Mariel la que debía casarse, a ella la habían educado para ese momento, como ser la esposa ideal, tanto en actitud, como intelectualmente, según el perfil que le gustaba a su futuro esposo, que quería una mujer que sea sensual, pero a la vez recatada, que tenga actitudes delicadas y educadas, que solo con la mirada pueda cautivar, que sepa idiomas en especial el inglés. Mariel era la favorita al ser considerada la mas buena de las dos que seguia las reglas, en cambio, Muriel al tener una mentalidad más libre era la oveja negra de la familia, pero no por andar de fiesta en fiesta, todo lo contrario consideraba el matrimonio una cárcel y ella quería seguir sus sueños. Pero su hermana no aparecía, únicamente dijo que se despediría de su enamorado, y le pidió ese favor como tantos que se cubrían entre ellas.

Sentía que le daba vueltas el estómago, quería escapar de ahí, pero no podía. Tomo la falda de su vestido y salió de esa habitación donde el encierro la ahogaba, solo rogaba no cruzarse con su padre, que era el único que la diferenciaba de Mariel, y más en el tono de voz y por una marca de nacimiento que tenía en la mano izquierda, el cual cubrió con un guante de encaje. Recorrió un pasillo largo con varias habitaciones. Se encontraba en la hacienda, en el campo que pertenecía a la familia Piamonte. Miro su móvil la foto que le había enseñado su hermana, de quien era Marcos, sentía que ya no había posibilidad de dar marcha atrás, si su padre se enteraba sería su perdición.

"No es mi tipo" Pensó. "Es de la clase que le gusta a Mariel". "Por Dios Mariel si no apareces te mato". "Todo esto porque descubrió que participe en una audición para bailar y nuestro padre no lo aprueba".

Al cruzar por una de las habitaciones escucha murmullos y risas de una pareja intimando.

"Esa es la voz de Sandra" "Esta primi... ¿Quién cayo en sus redes?. Pensó y decidió curiosear para después tener de que reír al menos ese día. Y porque la curiosidad la invadió por completo.

Ingreso de manera delicada como se deslizaba en su andar, la luz era tenue solo la figura de los amantes de pie se divisaba hacia un ricon contra la pared. Sandra tenía la falda levantada y su amante la sostenía de atrás por las caderas, vestía un traje gris plateado con los pantalones por las rodillas. Arremetía con ímpetu a Sandra sacándole gemidos, la escena la acaloro haciendo que se sonrojara. Pero la charla de los amantes encendieron sus alarmas.

— Asi Marcos... Si asi.

-Si nena... Muévete... No pares.

-¿Por qué te casas?. Solo te quiero para mi.

-Siempre me tendras chiquita... Solo lo hago por la familia.

Muriel al oírlo casi se cae de espaldas, no podía creer lo que oía.

"Pobre Mariel" "Ella rechazaba a su enamorado de Antoni al creer en las promesas de Marcos". Pensaba.

Ahora más que nunca debía contactarla para contarle. Salió como alma que lleva el diablo corriendo con el corazón a mil mirando su móvil para llamar a Mariel, chocando abruptamente con alguien en la entrada. Al levantar la mirada se encontró con unos ojos negros profundos y un semblante serio. Los gemidos de la pareja gozando en la habitación llegaron a sus oídos. Él levantó su dedo índice haciéndole el gesto de silencio.

-Espera aqui. Le susurro ingresando a la habitación.

Muriel con el corazón a mil sentía sus mejillas arder, estaba asustada por todo lo que sucedía, pensaba si decirle a su padre o no, no podía dejar que Marcos se case con su hermana, por cierto, ¿Dónde está Mariel? Se acordó.

-MARCOS. Se escuchó con fuerza. - NUESTRO PADRE TE ESPERA EN EL DESPACHO.

-Gustavo... Sí... Ya voy. Respondió nervioso Marcos.

Gustavo salió nuevamente mirando con pena a Muriel que se le notaba la agonía que sentía. La tomo del brazo llevándola con él a una habitación que era como un estudio.

"¿Dónde estás Mariel?... Dijiste que solo un momento te reemplace", Pensaba Muriel. "Debo contarle lo que paso".

-MARCOS... SUELE SER UN IDIOTA. Le dijo Gustavo pasándole un vaso con agua, sacándole de sus pensamientos. Muriel lo agarro con las manos temblorosas. Gustavo la miro fijo, notaba lo mal que se sentía la joven.

"Parece una muñeca" Pensaba Gustavo. Suspiro pesado.

-QUEDATE AQUI. Le dijo con la voz grave. Ella solo asintio sin poder responder.

"Esta vez Mariel si que la hizo". No le respondía. La dejaba sola en esa situación.

Gustavo se dirigió hacia el despacho de su padre, ingreso enérgico con bronca, al ver a su hermano menor lo encaro encajándole un puñetazo que lo tiro al piso.

-¡¿QUÉ SUCEDE GUSTAVO?!. Pregunto sorprendido su padre al ver su reacción.

-ÉL INMADURO ESTE... ESTABA COG*END* CON UNA DE LAS EMPLEADAS... Y SU FUTURA ESPOSA LO VIO. Le cuenta enojado Gustavo.

-¡¿¿ CÓMO ES POSIBLE??!... CREI QUE CON TODAS LAS LIBERTADES QUE TE DISTE POR FIN SENTARIAS CABEZA... ELLA ES LA HIJA DE UNO DE LOS SOCIOS MAS ACADAULADOS... LA FORMARON SEGUN NUESTRAS EXIGENCIAS... PARA QUE SEA LA ESPOSA IDEAL... Y AHORA QUE LE DIGO A TODOS... ESTAN TODOS PRESENTES... NOS LLEVARA A LA RUINA TU OSADIA. Le grito su padre desaforado.

-No era una empleada... Era Sandra. Fue lo que respondió Marcos ante lo que dijo su padre.

-IMBÉCIL... ¿CÓMO PUEDES SER TAN IDIOTA?. Masculla enojado su padre.

- HAY QUE PENSAR UNA SOLUCIÓN. Dice Gustavo.

*En ese momento Muriel desesperada sin saber que hacer, mira la hora y decide salir para encontrar a su hermana, encontrándose de frente con su padre.

-Mi niña que bella estas... Me siento orgulloso que consideraste casarte... Es importante la unión de las familias para fortalecer los lazos y que la empresa despegue... Sé que fue difícil para ti... Pero te prometo que todo saldrá muy bien... Yo también me casé con tu madre así... Y míranos aún seguimos unidos. Le cuenta su padre.

"Sí... Pero ni se pueden ver... Solo el dinero los mantiene unidos... Todo es negocio en esta familia". Piensa Mariel.

-Es una lástima que tu hermana no se quiera casar... Ella es la primera de ustedes dos... Pero siempre fue rebelde... En cambio, tú eres nuestro mayor tesoro... Ojalá algún día ella siga tus pasos... Y valore todo lo que luchamos por el bien de la familia. Le dice su padre y ella solo asiente escondiendo las manos atrás.

"Como siempre el ejemplo a seguir es Mariel... Si supieras padre las mil y una que cubrí a Mariel". Pensaba Muriel.

-Bueno querida... Te dejo que termines de arreglarte... Aún te falta el velo... Solo quería entregarte esta medalla... Le daría a Muriel... Pero como eres tú la que se casa... Te la entrego a vos. Le dice su padre colocándole una medalla con la M grabado en oro. Ella sonrió en agradecimiento y le dio un beso a su padre en la mejilla, actitud que tendría Mariel porque por su parte no era muy afectuosa. Al ver que su padre se marchaba, suelta el aire que retenía sus pulmones, retomando su marcha, al salir al patio ve hacia un lado el arreglo floral donde dirían los votos matrimoniales. Suspiro profundo divisando el vehículo para salir. En eso siente que la toman del brazo girándola y ve que es el hombre de ojos oscuros llamado Gustavo.

-ACOMPAÑAME... TENGO UNA PROPUESTA QUE FAVORECERÁ A LAS FAMILIAS. Le dice y ella asiente nerviosa.

La llevo al despacho de su padre indicándole que se siente. Gustavo la miro directo a esos ojos color miel y suspiro pesado tratando de encontrar las palabras adecuadas.

— DEBIDO A LA ACCION DE MI HERMANO... CONCIDERO QUE YA NO TE QUIERES CASAR CON ÉL. Le dice Gustavo y ella niega.

-PERO SI NO HAY CASAMIENTO... ESO NO FAVORECERÁ A NINGUNA PARTE DE LA FAMILIAS... ¿SABES COMO FUNCIONAN LOS NEGOCIOS?. Le pregunta y ella asiente.

-TE PROPONGO LO SIGUIENTE... QUE ACEPTES CASARTE CONMIGO... POR UN AÑO... Y UNA VEZ QUE LAS ACCIONES... TENGAN EL CRECIMIENTO ESPERADO... BRINDANDO LAS GANANCIAS PERTINENTES... QUE EVITARA QUE LAS EMPRESAS QUIEBREN... PODRAS DIVOCIARTE. Le dice mirandola directo. Por primera vez Muriel sintio la necesidad de hablar, ya no lo soportaba más. Y con la voz sensual que la caracterizaba le comenta.

-Conozco la situación de cada empresa... La de ustedes tienen la necesidad de que se realice esta unión... Y lo comprendo... Pero debo confesarte algo. Le decía Muriel.

"Que voz... No solo es bella... Creí que Marcos habia dicho que era muy ensordecedora y alegre... Pero no la escucho así". Pensó Gustavo, sin dejar de mirarla serio.

-Yo soy... Muriel Véneto... La hermana gemela de Mariel... Mi padre no sabe que reemplace a mi hermana un momento... Pero no aparece y ya me siento muy afligida... Se supone que estoy en el internado de señoritas. Le comenta Muriel ante la sorpresa de Gustavo por lo que escuchaba.

-Jamás escuche que tenga una gemela. Le dice Gustavo.

-No acostumbran a hablar de mí... Esperaban a que me enderece... Segun sus terminos... Antes de presentarme ante la sociedad... Y mi padre sabe diferenciarnos. Le cuenta Muriel.

-NO PUEDO CREER. Dice Gustavo creyendo que es una táctica de la chica para zafar. Muriel toma su móvil y le enseña una foto.

-La de la derecha soy yo. Le dice seria.

Gustavo mira sorprendido la imagen que le enseña.

-Tú pareces más joven. Le observa regresándole el móvil.

-No quiero casarme... Pero si mi padre se entera... Me obligara a regresar y tomar el lugar en la empresa... Eligira la manera de castigarme segun lo que odie... La amenaza de no heredarme nada no me afecta... Nunca necesite mucho... No soy capitalista... Aunque se como hacer dinero... Tengo ese don... Por lo que creo que me castigara de ese modo... Y solo quiero poder hacer lo que mas me gusta. Le cuenta afligida Muriel.

-Y ¿Por qué reemplazaste a tu hermana? ¿Dónde esta?. Le pregunta Gustavo.

-Se queria despedir de un amigo que viaja al extranjero para estudiar las arquitecturas mas antiguas... Y no me quedo otra... Porque me descubrio en algo... Y si no la ayudaba... Le contaba a mi padre. Le dice Muriel y Gustavo con una mueca imaginaba que tenia que ver con algun chico. Ella interpreta su gesto y se apresura a aclarar.

-No es nada de lo que piensas... Solo ayude a una amiga... Para una demostración de baile. Le comenta Muriel. Gustavo se friega la frente y mira la hora ya no hay tiempo de esperar a que aparezca Mariel, por lo que prosigue a decir.

-De todos modos... Te propongo que nos casemos... No te preocupes puedes hacer lo que te guste... Si quieres seguir... Solo por un año, despues nos divorciamos... La única condición es que... No tengas relaciones fuera del matrimonio... Hay que guardar las apariencias... Te conviene tanto a ti como a mi que esto siga segun lo previsto. Le comunica serio. Muriel se mordio los labios y lo miro seria.

-Lo puedes asentar en un contrato... Las palabras se las lleva el viento. Le asegura mirandolo fijo.

-Soy un hombre de palabra... Y de negocios... A ninguno nos favorece en este momento que se produzca lo contrario. Le comunica y sonríe por dentro, se notaba que tenía capacidad para los negocios.

-Antes debes saber que soy alérgica a las fresas y según tengo entendido el pastel está hecho de eso. Le cuenta Muriel.

-Entonces es un trato. Le dice Gustavo al escuchar lo que dijo. - Por cierto... ¿Quién nació primera?. Le pregunto.

— Yo... Por dos minutos. Le responde Muriel. -¿Por qué preguntas?. Le consulta.

-Al ser la mayor te corresponde la mayor cantidad de acciones. Le dice Gustavo.

-Aja... No lo pense... Le responde ella seria.

-¿Por qué no te interesa el dinero? ¿El poder hacer crecer tu capital?. Le pregunto Gustavo.

- El dinero es importante para subsistir y cubrir las necesidades básicas... Pero veo como destruye a las personas la ambición... Sin ir más lejos... Mis padres no se aman... Pero siguen juntos por el dinero... Por la empresa que tienen en común... Yo prefiero tener lo justo y lo que no necesito dono... Ayudo a una residencia de adultos mayores. Le comenta Muriel.- Ese es mi secreto... Mi padre creía que tenía una aventura. Le cuenta frunciendo el ceño.

-Y tu hermana ¿Qué piensa?. Le pregunta Gustavo.

-Ella es feliz de compras... Considera que el mundo gira a su alrededor... Está pendiente de lo que dirán... Por lo que trata de ser recta... Aunque tiene sus desvíos... Nada malo... Me tiene a mí para corregirla... Aunque si le pregunta a mi padre... Le dirá que soy la rebelde. Le comenta Muriel.

En eso le vibra el celular de Muriel.

(...)

II- ACUERDO MATRIMONIAL

Muriel leyó el mensaje y las manos le temblaban de los nervios. Al verla en tal conmoción Gustavo le consulta.

-¿Qué sucede Muriel?. Le pregunta serio.

- Mariel... Mariel se fue con Antoni a Roma... ¿Cómo me puede traicionar así?. Se lamenta sollozando.

-Debemos seguir con el plan. La trata de consolar Gustavo, Muriel no viendo otra salida accede.

-Bien... Le diré a mi padre la verdad. Dice decidida.

-No será lo mejor... Por ahora. Le dice Gustavo.

-Él se dará cuenta... Nos conoce muy bien. Le dice Muriel preocupada.

-Cuando suceda... Se lo dices... Pero ahora no es lo indicado. La trata de convencer Gustavo que se daba cuenta lo traicionada que se sentía. - Y si te saca de su herencia... Cuentas con mi apoyo... Sera mi forma de agradecer... Por tu sinceridad y colaboración. Le dice serio.

-Bien... Hagámoslo. Le dice decidida suspirando.

Se incorporaron ella encaminándose hacia el jardín donde le espera su padre.

Gustavo se dirige para pararse junto a su hermano que ahora le va a hacer de padrino.

La ve a Muriel caminando firme y radiante. Que mantiene la entereza ante la adversidad que le depara el futuro, ella jamás imagino casarse, del brazo de su padre y manteniendo su mano izquierda cerca de su falda para ocultar su marca de nacimiento. Él señor Véneto concentrado en caminar al compás de la melodía que sonaba de fondo no se percataba que era Muriel la que se iba a casar.

Al llegar donde estaba el cura su padre se gira a sentarse. La sorpresa de todos fue ver que Marcos sé hizo a un lado y Gustavo se colocó a lado de la novia. Se dieron los votos, sellándose la unión entre ambos. Y como acordaron Muriel y Gustavo se despidieron en ese momento para ir a su destino que tenían reservado, de este modo evitaban el menor contacto posible con la familia que quedo a celebrar.

Estando en el vehículo Muriel le pregunta a Gustavo que ahora es su esposo.

-¿Crees que se dieron cuenta?. Le pregunta Muriel.

-Si fue así... No hablaron porque saben lo que significa la unión de las familias. Le dice pensativo acordándose la charla que tuvo con su padre.

(*El señor Véneto no se opondrá, la unión de las familias nos beneficia en grande. Le dijo su padre. Y en relación con su hermano Marcos se quedaba sin la presidencia de la empresa, como represaría para que tenga una lección.)

Gustavo nunca pensó en casarse, no tenía tiempo para esas frivolidades según él pensaba, y le agrado saber que con Muriel coincidían en ello. Él se dedicaba a trabajar, se ocupaba de las relaciones externas con potenciales socios. En ese momento le llego el informe que solicito para saber de su esposa, no sé sabía mucho de ella, era como le había comentado y en el internado en que asistía demostró habilidad en la danza, tocar el piano y los cálculos matemáticos. Según su evaluación laboral apuntaba que sería buena en los negocios. Era como le dijo, no le había mentido.

Por su parte Muriel averiguo sobre su esposo encontrando que era el primogénito de la familia Piamonte, se lo veía acompañado por hermosas mujeres en reuniónes, pero jamás presento a nadie como novia. En eso le llego una notificación.

-Gustavo... Tengo una presentación... Me puedes llevar por favor. Le dijo Muriel.

-¿Presentación?. Pregunto intrigado.

-No te comente... Debo tocar el piano en el teatro... Me contactan cuando me necesitan. Le comenta.

-Sí... Por supuesto. Le responde pensativo. Al llegar puede apreciar que hay muchas personas de edad avanzada que al ver a Muriel la reciben de manera afectuosa.

-Te ves hermosa. Le comenta la señora Blas.

-Es muy amable... Le presento a mi esposo. Le dice llamando a Gustavo.

-En serio... Es un gusto... Por fin alguien se ganó la aprobación de Muriel. Le dijo la señora Blas entre sonrisas.

-Eres un joven afortunado... Ella nunca deja que nadie se le aproxime lo suficiente. Le dijo el señor Toledo saludándolo y viendo como Muriel se acomodaba en el piano.

Gustavo se sentó en una de las butacas al frente observando como los abuelos y abuelas se acomodaban para cantar. Mientras Muriel en el piano inicio tocando una melodía delicada al ritmo de la música que interpretarían el coro de las personas de la tercera edad, llamada "Un millón de amigos".

La vio tan radiante y su sonrisa deslumbraba. " Tiene una forma de ser fuerte y decidida", pensaba. "¿Cómo la puede considerar rebelde?. "Solo por no querer seguir la corriente".

Al terminar de tocar Muriel se despidió de sus amigos y se le aproximó a Gustavo con una sonrisa.

-Gracias por la paciencia... Ahora si podemos irnos. Le dice Muriel.

-Fue un gusto... Ahora te tocará acompañarme a una cena. Le dijo Gustavo.

-Es lo justo. Le respondió Muriel.

Se dirigieron a tomar el jet que los esperaba para su viaje.

-¿Dónde es la cena?. Le pregunta Muriel al ver que tomarian un vuelo privado.

-Tengo una reunión con unos empresarios en Río. Le responde. - No te preocupes... Tendrás la ropa indicada para ponerte. Le dice observando que tenía el vestido de novia puesto.

-Claro... No estaré todo el tiempo así. Le responde con una sonrisa.

-Cuéntame... A que te dedicas... Además de tocar el piano para el coro de personas de la tercera edad. Le consulta Gustavo queriendo saber más de ella. Muriel suspira sonriendo nerviosa.

-Realizo danza aérea. Le comenta Muriel, pero evita decirle que hay veces que reemplaza a su amiga danzando de manera aérea o con un tubo de metal en reuniones de acaudalados.

-Es interesante... Ahora entiendo el porqué tu padre te considera rebelde... No es bien visto que sea algo de una señorita de tu estatus social. Le observa Gustavo.

-Sí... Solo debemos ser dignas de nuestro futuro esposo... Comportarnos de manera recatada... Mientras ellos tienen la libertad de hacer lo que se le plazca sin ser mal vistos. Le responde con sarcasmo Muriel.

-Eres muy directa en revelar tu opinión. Le dice Gustavo.

-No me gusta fingir. Prefiero ser sincera y me aprecien por ello... Que fingir ser alguien que no soy... Solo para ganar a las personas... La mentira no dura mucho. Le responde Muriel.

-Por ser así... Me consideran muy estricto... Pero lo soy... No me gusta la hipocresía. Le responde Gustavo pensativo. Al llegar a su destino bajan del jet, los esperan en una limusina, al ingresar ve que hay en una percha un vestido negro brilloso de tiras, como para Muriel y un traje en negro para Gustavo.

-¿Cómo sabías mi medida?. Le pregunta Muriel, mirando el vestido.

-Tengo ojo para saber las medidas. Le responde Gustavo.

Muriel sin tener vergüenza alguna se puso el vestido por arriba y se sacó por abajo el vestido de novia.

-Me ayudas con el cierre. Le pidió Muriel, Gustavo serio asintió.

-Veo que no te dio pena cambiarte delante de mí. Le observo.

-Estoy acostumbrada... Cuando debemos hacer alguna presentación de danza... Somos mujeres y hombres... Y nos cambiamos todos juntos... Pero sé conservar el pudor... Sí lo notaste. Le cuenta Muriel.

-Si... Lo pude ver. Le responde Gustavo. Y ve que Muriel desata la cinta que usaba como vincha y su cabello se suelta completamente cubriéndola la espalda.

-No me gustan los escotes en la espalda. Le comenta. -Esa es otra diferencia con Mariel... Mi cabello es mas largo que el de ella... Y esta marca de nacimiento. Le dice enseñándole su mano izquierda.

-Es un lunar. Le responde Gustavo.

-Si... Ella no lo tiene. Le comenta Muriel, que al recordar a su hermana le regreso ese gustito amargo de la traición.

Llegaron al hotel donde tendria la reunión. Gustavo le deja indicaciones a su chofer y baja junto a Muriel que lucia esplendída en su vestido negro con brillos. Gustavo le ofrece su brazo para encaminarse al interior del edificio.

-Buenas tardes... Señor Piamonte... Lo esperan en la sala de juntas. Le comunica la recepcionista que mira de reojo a Muriel, le resultaba extraño que llegara acompañado. Él asintió y se encaminaron hacia donde le indico.

-Espero no te canse... Solo me llevará un momento y luego iremos a cenar. Le cuenta Gustavo.

-Eso espero... Hace horas que no consumí nada... Y suelo marearme por falta de dulce. Le comenta Muriel.

-Solo debo verificar... Nada más. Le comenta.

Ingresan a la sala de reuniones. Los presentes saludan ante la llegada de Piamonte. Muriel de manera educada hace un gesto cordial de saludo, permanece callada escuchando lo que decían en portugués. Le trajeron café y jugo. Ella solo toma el jugo.

"Piamonte... De donde sacaste la muñequita que te acompaña". Pregunto en un momento uno de los presentes.

"Es mi esposa". Le respondió serio y todos quedaron sorprendidos al oírlo.

"¿Cuándo te casaste?. Siempre estás trabajando". Le dice uno entre risas.(...)

Muriel que escuchaba la conversación se reía por dentro. Tomo una de las carpetas donde tenía la presentación del proyecto, lo leyó mientras los demás se salían del tema hablando sobre ella. Le saco la lapicera a Gustavo, él la miro de reojo sin decir nada, ella le hizo unas notas en el costado de las copias y le entrego a Gustavo sentándose en su lugar nuevamente. Los demás seguían hablando sin quitarle la mirada, su manera sigilosa y sensual de deslizarse llamaba la atención.

Cuando Gustavo leyó lo que ella le anoto y vio los cambios de cifras para las inversiones y los posibles costos. El punto de vista de ella era interesante. Por lo que les dijo a todos.

-Muy bien señores... Leeré con detenimiento y les avisaré de mi decisión. Les comunico despidiéndose. Muriel se incorpora siguiéndolo.

-Asi que entiendes este idioma... Tú visión es interesante. Le dijo Gustavo a Muriel que solo le respondio con una sonrisa.

Fueron al restaurante, Gustavo eligío el plato del día y vino para celebrar su unión.

-Espero te guste. Le dijo Gustavo observando con que delicadeza ella apenas corto un poco la carne y lo comio junto con las verduras que le acompañaban.

-La carne es suave y se deshace en el paladar. Está muy buena. Le comenta Muriel.

-Me alegro de que te guste... Tomas vino. Le ofrece Gustavo.

-Solo un sorbo para brindar... No soporto el alcohol... Enseguida me afecta. Le comenta Muriel.

-Comprendo... Es bueno saberlo. Le responde Gustavo.- ¿Tienes algún vicio?. Le pregunta.

-Sí... Me encantan las pastillitas mentoladas frutales. Le comenta.

-Ha... Debes tener cuidado... Son muy adictivos... Por mi parte... A las pastillas de eucalipto. Le dice con una mueca de sonrisa.

-Además de la alergia a fresas... ¿Tienes otro problema de salud?. Le pregunta Gustavo.

-No... Tengo todas las vacunas. Le responde Muriel.

- Soy muy meticuloso con el orden y la higiene. Le comenta Gustavo.

-No te preocupes... No invadiré tu espacio... Me pasa lo mismo... Por lo que en casa no uso ropa... Es decir que dejo para lavar lo que utilice en la calle... Pero si te incomoda... No me cruzaré en tu camino. Le dice con una mueca.

-Es una broma. Le dice Gustavo.

-Trataré de usar una prenda... Cuando estés presente. Le responde.

- Vas a tener que usar... Cuando yo no este... Te asignaré a mi asistente para que te acompañe y brinde lo que necesites. Le dice Gustavo.

-No será necesario... Siempre me manejé sola. Le responde Muriel.

-No está en discusión... No quisiera que te pase nada. Le comenta Gustavo.

-No salgo mucho... Disfruto del hogar... En el internado me acostumbré a salir solo los fines de semana. Le responde Muriel que detestaba la idea de tener a alguien siguiéndola y más cuando debía salir de noche a cumplir con su trabajo que se turnaba con su amiga.

-No es molestia... Es de confianza... Y más que nada podrá protegerte... No se si te diste cuenta... Pero el modo en que te mueves y el tono en que hablas... Atrae mucho. Le comenta Gustavo.

-No me di cuenta... Soy asi... No voy a dejar de sonreír porque resulte provocador... Y sé poner en su lugar a los que se quieren propasar. Le comenta Muriel. En eso le traen el postre retirándole el plato que tenía en frente.

-Es de dulce de Leche... Era el único que no tenía fresas. Le comenta Gustavo.

-Muy conciderado de tu parte. Le responde Muriel.

- Terminamos de comer y te llevaré a mi casa. Le comenta Gustavo.

-¿Tienes una casa aquí?. Le pregunta Muriel.

-Sí... Es para cuando me debo quedar más tiempo... Y como me diste una idea... Lo estudiaré para después reunirme nuevamente...Después regresaremos al país a la estancia familiar... Tengo mi propio espacio. Le comenta Gustavo.

-Ok... Mientras no este en el mismo lugar que Marcos. Le responde Muriel.

-No... Mi casa esta cerca del lago... Apartado de la mansión familiar... Me gusta tener mi propio espacio. Le cuenta Gustavo.

Al terminar de comer se encaminan para ir a descansar. Gustavo esa vida la hacia solo, y esta vez contaba con la compañia de Muriel que le resultaba agradable hablar con ella de esa manera amena, no sentia la presión que solia pasar con otras que solo pensaban en una cosa en obtener algo de él.

III- DANZA BAJO LA LUZ DE LA LUNA

*Gustavo

Por primera vez sentía que tenía una amiga. Con Muriel conversaba de todo, ella tenía otra manera de ver la vida. Paso la mayor parte de su vida solo, pendiente del trabajo, a nadie le tenía de confidente. En cambio, con Muriel se sentía libre de expresar lo que pensaba y ella le tenía una respuesta. Le había dicho "que como conoció a muchas personas con diferentes estatus sociales, la ayudo a no ser cerrada a la realidad y a tener una visión más amplia de las cosas. Por lo que no limitaba su vida a la idea del matrimonio, ella soñaba en recorrer el mundo conociendo no solo las maravillas de cada lugar".

Llegaron a la casa que tenía en Río, él le enseño la habitación para que ella descanse.

-Puedes dormir en la misma cama... No como. Le dijo Muriel.- Además estoy acostumbrada a compartir.

-Si no te molesta... Pero antes debo verificar unos papeles. Le responde Gustavo.

Muriel se quitó el vestido y fue a refrescarse antes de dormir, se metió entre las sabanas cubriendo su cuerpo con ella, usando solo sus bragas, era su costumbre dormir así.

Gustavo verificó las notas y una vez que cargo todo en su portátil se dirigió para ducharse, se puso una camiseta y un short. Cuando se acomodó para dormir noto que Muriel dormía boca abajo sin nada puesto.

"No puede ser". Pensó. "No mentía cuando dijo que le gustaba estar sin nada puesto".

Se incorporó y busco una remera para darle y que se ponga.

-Muriel despierta... Ponte esta remera. Le dice Gustavo, pero ella dormía como tronco. Por lo que decide tomar una camisa y se lo coloca cubriendo su espalda. Muriel ni se muta de lo que le hacía.

"Así está mejor" Pensó Gustavo suspirando pesado.

Ella dormía sin moverse de su lugar, en cambio, Gustavo casi no durmió, la imagen de Muriel se le presentaba cada rato, tenía una fisonomía increíble, sus piernas bien marcadas y firmes. Después de unas horas logro dormir un poco. Al girar en un momento sintió vacío a su lado por lo que se despierta y nota que no está Muriel. Se incorpora buscándola y la ve afuera a la orilla de la pileta realizando danza bajo la luz de la luna. La camisa que le había puesto se la ato hacia adelante. Después se la quito junto a todo el resto tirándose a la pileta y ahí danzo en el agua con gracia y delicadeza. Estaba mirando la escena sin poder moverse. Parecía una sirena en el agua. Salió y se paró a la orilla a observar cuando ella no salía a la superficie y vio como bajo el agua hacía movimientos y giros. Después salió a la superficie.

-Despertaste... Eres de madrugar. Le observo Muriel manteniéndose a flote.

-¿Qué haces?. Le pregunta Gustavo, sin mostrar emoción alguna, como si verla así no le provocaba nada, siendo que le aceleraba todo.

-Ejército... Sabes que hacer ejercicio en el agua fortalece tus piernas... Por el peso del agua... Pero a la vez es liviana... Es como estar en el aire... Pero aquí no necesito telas que me sostengan. Le responde Muriel.

-Me enseñas. Le dijo Gustavo quitándose la remera y metiéndose en la pileta.

-Trata de mantenerte a flote... Solo moviendo las piernas. Le indica Muriel.

-Se siente el peso. Le responde Gustavo.

-Yo cuento hasta diez... Y así voy aumentando el tiempo en que pataleo y después uso los brazos.

-No te voy a mentir que cansa... Yo suelo nadar a lo largo. Le comenta y suspira pesado teniéndola, así a ella, tan cerca.

-Bien... Ya cumplí mi cuota por hoy. Dijo Muriel al sentir la tensión que se producía en el ambiente. Salió de la pileta y se puso la camisa que le cubría hasta los glúteos. Gustavo realizó unas cuantas brazadas, como queriendo sacar la tensión en el nado. Al salir la ve a Muriel cambiada.

-Encontre ropa... No te molesta que la use. Le consulto Muriel.

- No... Había pedido que te consigan. Le respondio viendola vestida de top y calza.

Se dirigio a la cocina sirviéndose un poco de cafe con tostadas.

-Te dejan todo listo. Le comenta Muriel.

-Sí... Me gusta levantarme temprano. Le responde Gustavo que se dirige hacia el gimnasio. Muriel lo sigue y observa que él se pone en la parte de pesas fortaleciendo los brazos. Ella, en cambio, elige la caminadora y la pone en velocidad para trotar. - Veo que también ejercitas. Le comenta Gustavo.

-Sí... Debo mantenerme fuerte para poder danzar... Las piernas son las que uso mucho. Le comenta Muriel.

-Voy a ir a reunirme... Queda mi asistente Alejandro... Lo que necesites se lo pides... Ni bien termino regreso. Le cometa Gustavo.

-No es necesario... Estoy bien asi. Le responde Muriel, negandose a que este Alejandro. Por lo que Gustavo asiente y sale del gimnasio a bañarse para prepararse e ir a su reunion. Muriel siguió con su trote, al rato sale Gustavo vestido despidiéndose, ella con una sonrisa se despide.

"Esta es la vida de casados" "Uno debe quedarse sin hacer nada" Piensa Muriel sintiéndose acongojada porque no la invito para ir a conocer su trabajo. Aprovechando que estaba sola se quita la calza que sentía la ahogaba y las zapatillas quedando solo en top y en bragas. Después de estar sentada cambiando canales en la televisión sin quedar en uno fijo por como una hora, se puso a leer libros que encontraba en el librero por otro par de hora más. Cansada puso música e inicio a danzar que era lo que más amaba. En ese momento llego Gustavo junto a Alejandro que traía unas cosas como para que ella use, los dos se quedaron viéndola danzar de una manera delicada, parecía flotar en el aire, tenía una pierna totalmente extendida y se posaba en la punta de los dedos de la otra. Tragaron saliva gruesa.

-Señor... Le dejo esto aquí. Le dijo Alejandro sin poder de dejar de mirar y se retira.

-Sí... Te llamo. Le respondio Gustavo que no podia apartar la mirada de Muriel. Sentia que su corazón le palpitaba aceleradamente. Sacudio la cabeza y carraspeo la garganta como para llamar su atención. Pero Muriel siguio su coreografia sin hacer caso a los sonidos que se escuchaban de fondo. Termino la musica suave que se escuchaba y ella paro de danzar. Gustavo se aproximo para hablarle.

-Muriel... Debes cambiarte... Nos vamos. Le dijo Gustavo serio.

-Hola... Bien. Le respondio.

-Por cierto... Estuvo muy bien lo que hacias. Le comenta Gustavo.

-¿Te conmovió?. Trate de transmitir lo que sentia con la musica. Le consulta Muriel.

" Me provoco otras sensaciones", penso Gustavo.

-Me gusto. Fue lo unico que le respondio.

-Voy a tener que practicar mas... Segun la profesora... Se debe conmover con la danza. Le cuenta Muriel.

-Para mi estuvo muy bien. Le responde Gustavo, se muerde el labio y suspira pesado, sentia que le faltaba el aire estando en la misma habitación que Muriel. Por lo que se dirige a su despacho.

" Bueno... Me voy a bañar", piensa Muriel, se sentia apenada al no conseguir conmover con su danza.

Mientras se bañaba le vibro el movil a Muriel, al ver de quien se trataba suspiro pesado antes de atender.

📱HOLA HERMANITA DIVINA. Escucha a Mariel del otro lado, que caradura piensa.

📱MARIEL... ¿QUÉ QUIERES?... SOLO CUANDO ME NECESITAS ME LLAMAS... Y ESTOY ENOJADA CONTIGO. Le responde Muriel.

📱LO SIENTO MUCHO... PERO ME ATERRE... TE JURO QUE IBA A IR... PERO ANTONI ME GUSTA... Y NO QUERIA PERDERLO. Le cuenta Mariel.

📱DEBES DAR LA CARA... YO SOY LA QUE ESTA CASADA... SABES QUE ESTO NO ES LO MIO... ME GUSTA MI INDEPENDENCIA. Le dice enojada Muriel.

📱PARA ESO TE LLAMABA... NUESTRO PADRE... HACE UNA FIESTA FAMILIAR... ME LLAMO... Y... DEBEMOS ASISTIR. Le dice Mariel.

📱MIERDA. Espeta Muriel.

📱DEBEMOS IR LAS DOS. Le dice Mariel.

📱HAY ALGO QUE DEBES SABER... MARCOS TE ENGAÑABA CON SANDRA... ESTABA ESE DIA DE LA BODA CON ELLA. Le comenta Muriel.

📱¿ QUÉ?...¿ Y TE CASASTE CON ÉL?. Le pregunta consternada.

📱NO... SU HERMANO MAYOR TOMO SU LUGAR... YA SABES COMO ES... SOLO NEGOCIOS... PARA QUE LAS FAMILIAS SE UNAN. Le cuenta Muriel suspirando pesado.

📱TE DEBO CONFESAR ALGO... Y NO ME ODIES POR NO DECIRTE... NUESTRO PADRE NECESITABA QUE SE REALICE ESA UNION... TU FUISTE LA PRIMERA EN QUIEN PENSO... PERO COMO NUNCA ACCEDISTE A SUS PETICIONES... ME LO PIDIO A MI. Le comenta Mariel suspirando, sabia como mentir se consideraba buena en ello.

📱¿QUÉ ME QUIERES DECIR?. Le pregunta seria Muriel.

📱CUANDO ESTEMOS EN LA REUNION... TE LO CUENTO... ASISTE... POR FAVOR. Le dice Mariel con un tono de suplica.

📱OK... PERO PROMETEME QUE LO ACLARAS TODO. Le dice Muriel.

📱SI... SI. LO VOY HACER. Le asegura Mariel, solo para que Muriel acceda ir. Y corta.

*Mariel suspiro al cortar, su hermana la mataría si supiera la verdad. Todo fue una estrategia de su parte para hacerla casar en lugar de ella. Si lograba que su gemela la reemplace, esta con tal de que su padre no se enterace seguiría en la farsa. Muriel tenia la habilidad en los negocios, para hacer crecer las ganancias de la empresa. Al casarse favorecía a la empresa con la unión de las dos familias. Esa vida de liberal que llevaba no era buena imagen para la familia. Y Mariel no queria renunciar a su tarjeta negra que le daba acceso a todas las compras que podia hacer, ella a diferencia de Muriel, no podia vivir sin lujos, se moriria si tiene que limitarse en su estilo de vida. Le costo descubrirle el talon de aquiles de Muriel, pero lo logro por casualidad cuando una noche asistio a una fiesta que realizaba su amiga Yael, con tematica de circo. Ahi fue que vio a su gemela Muriel.

(RECUERDO DE MARIEL)

La fiesta era en la casa de su amiga Yael con temática de circo. Había acróbatas, trapecistas, malabaristas e incluso los que danzaban suspendidos en el aire.

En ese momento ella no la reconocio, pero a medida que avanzo la noche, cuando se tomo un descanso Muriel dirigiendose al baño se cruzo con Mariel.

-¿QUÉ HACES AQUI?... ASI QUE ESTO HACES. Espeta Mariel al verla.

-SI... ME GUSTA... PERO NO SE LO DIGAS A NUESTRO PADRE... Y YO NO LE CUENTO QUE ESTAS BEBIENDO ESTO.Le dice Muriel mostrandole el trago que llevaba en la mano siendo que aseguraba jamás haber probado uno.

-DE ACUERDO... PERO ME LA DEBES. Le responde Mariel.

-BIEN... TE CUBRIRE CUANDO LO NECESITES. Le respondio Muriel, sabiendo que no creerían lo que diga de Mariel, que consumió alcohol, a ella no le creerían.

(FIN DEL RECUERDO).

Asi fue que Mariel podia obtener un favor de Muriel sin levantar sospechas. Y cuando su padre le planteo que debia casarse vio la oportunidad de usar el As que tenia bajo la manga. Marcos era lindo, pero ella no lo queria, Muriel seria la indicada para casarse, su hermana lo sabria poner en su lugar. Lo que nunca imagino que en un giro de las cosas tuvo que hacerlo con el hermano mayor, que era considerado el mas serio, del cual poco se sabia, no le gustaba frecuentar fiestas, era recto, su aura daba miedo, todas lo deseaban, pero con ninguna caia. Pobre hermanita penso, mejor ella que yo, río divertida.

*SEÑOR VÉNETO

(Dos meses atras)

Últimamente las cosas no han salido muy bien, he tratado de mantener la empresa a flote, con tantas restricciones e impuestos me ha costado mucho. Y mi esposa e hija Mariel no dejan de gastar, creen que el dinero crece en los árboles, por otro lado Muriel tiene una vida poco ortodoxa, no esta a la altura del estatus que trato de mantener, si sigue así nadie querrá casarse con ella. Por lo que su solución fue enviarla a un internado de señoritas. Mientras desarrollaba la boda de Mariel con Marcos sin que la familia Piamonte sepa de Muriel hasta que la presente una vez graduada de ese internado reformada, de este modo se sintio satisfecho con su plan. Debo hacer que se case Mariel con una de las familias más prestigiosas antes que todo explote y estemos totalmente en quiebra. Pensaba el señor Véneto en su oficina al recibir el informe del mes sobre las ganancias.

Por lo que cuando se reunió con el señor Piamonte y este le informaba que cancelaria su servicio de transporte que le ofrecia el señor Véneto al no poder cubrir el costo de la carga, decidio plantear de una manera discreta la unión de las familias.

-SEÑOR VENETO... BUENOS DIAS.Lo saludo al ingresar... LAMENTO INFORMARLE... QUE DEBO CANCELAR SU SERVICIO... NO PODEMOS CUBRIR POR EL MOMENTO EL COSTO DEL TRANSPORTE. Le dijo serio.

-SEÑOR PIAMONTE... SABE QUE LA CANCELACIÓN TIENE UN COSTO...POR OTRO LADO HA PENSADO EN QUE UNA UNION DE NUESTRAS EMPRESAS NOS FAVORECERÍA... IMAGINE EL CRECIMIENTO EN LAS GANANCIAS QUE GENERARÍA. Le comenta el señor Véneto.

-SUENA INTERESANTE... Y COMO SUGIERE QUE ESO SUCEDA. Le consulta el señor Piamonte.

-TENGO ENTENDIDO QUE TIENE DOS HIJOS. ¿CIERTO?. Le consulta.

-ASI ES... GUSTAVO EL MAYOR Y MARCOS EL MENOR. Le responde.

-MI HIJA MARIEL PODRIA SER PARTE DE SU FAMILIA... CON UN DEBIDO ACUERDO. Le dice el señor Véneto.

-EL CANDIDATO PODRIA SER MARCOS. Le respondio pensando que de esa manera su hijo al fin sentaría cabeza por el bien de la familia.- COORDINEMOS EL ACUERDO. Acepto Piamonte.

-MUY BIEN. Le respondio Véneto.

De este modo fue que se fueron desarrollando los hechos para que la empresa familiar siga a flote. Ambas partes ocultaban su situación actual.

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