Las luces brillantes de una lujosa mansión, iluminaban por completo cada rincón de ese hermoso lugar.
Sin duda era una de las mansiones más hermosas que pudiera existir en el mundo. Cada pequeño detalle, dentro y fuera de la Mansión, había sido cuidadosamente escogido por anfitriones.
La fiesta, que se llevaba a cabo esa noche, era en honor al compromiso de su hija mayor, Perla Mendoza, y el gran magnate, Fernando Escobedo.
Fernando era un hombre de 38 años de edad, era el mejor de los negocios, legales como ilegales. Era bien conocido por su temperamento ambicioso, dominante, frío, y sin Piedad.
Sin embargo, necesitaba una esposa hermosa, la cual lo pudiera darle la imagen femenina que necesitaba en cada una de sus fiestas familiares.
Aunque, Fernando siempre estado rodeado de hermosas mujeres, ninguna era lo que buscaba para llevarla delante a sus padres y familiares.
A pesar de que un hombre exitoso y que podía tener a la mujer más hermosa. Su familia tenía unas costumbres muy exigentes.
La madre de Fernando era muy especial, una mujer de élite, educada y criada en una familia de altos valores.
Elizabeth Gutiérrez de Escobedo. Mentalmente, tenía ya a la mujer que se iba a convertir a mi esposa de su hijo mayor.
La chica tenía que tener varias cosas, específicamente, para que fuera escogida para ser la esposa de su hijo mayor.
Una de ellas era ser hija de un hombre muy importante. Educada, sencilla, y que sepa comportarse frente a la gente importante.
No, quería a una mujer por debajo de su hijo. Después de ver varias fotos de las candidatas para esposa de su hijo, Elizabeth se decidió por Perla, la hija mayor de Javier Mendoza.
La chica era hermosa, piel blanca como la nieve, caballo rubio largo, con rasgos hermosos. Lo mejor era que venia de una familia de alta sociedad.
Javier Mendoza, era el patriarcado de la familia, sin embargo, había caído en la desgracia, y por ser un adicto al juego, comenzó a perder demasiado dinero, no solo eso, sino que su empresa está pasando por el peor momento.
Todo estaba cayendo cada vez más al abismo. Javier tenía que pensar en algo rápido si no quería que su familia se enterará de los malos negocios que ha hecho hasta el momento.
Su esposa, Lourdes, era una mujer ambiciosa, la cual siempre he estado acostumbrada a llevar una vida de lujos, sin importarle nada.
A ella le gustaba viajar, comprar las joyas más exclusivas y caras del momento, bolsos de lujo, te marcas muy reconocidas.
Encantaba salir a comer con sus amigas a los mejores restaurantes, ser atendida como toda una reina, ella nunca le importó gastar millones en una sola noche.
Pensó que al casarse con Javier Mendoza, su vida estaba totalmente resuelta. Perla, al igual que su madre, está acostumbrada a lo mejor.
Una noche, mientras caía una fuerte tormenta en la ciudad, Javier fue arrastrado por los hombres de Fernando, hasta el club, las tinieblas.
Lugar en donde hacía sus negocios ilegales. Javier fue llevado hasta la oficina de Fernando. Sentado como un rey en un trono, Fernando miró a Javier ser arrastrado hasta sus pies.
El hombre tenía una apariencia patética, tu rostro estaba masacrado por los golpes que los hombres le habían dado, tu ropa estaba rasgada, y solo trae un zapato entre sus pies.
Nada quedaba del GRAN HOMBRE DE NEGOCIOS Javier Mendoza. Ahora parece un mendigo más suplicando por su vida.
______ ¡Piedra, Señor Escobedo! Fueron las primeras palabras que suplicó Javier al estar a los pies de Fernando.
De inmediato una sonrisa burlona apareció en los labios de Fernando. Javier se miraba patético arrastrandose a sus pies.
______ ¡¿Han escuchado?! ¡Él muy miserable, me pide piedad cuando me debe una deuda millonaria!
Inmediatamente, los hombres de Fernando comenzaron a burlarse de Javier. Javier no tenía escapatoria, rogaba por su vida o sería asesinado ahí mismo.
Así que se arrastró a los pies de Fernando y se abrazó a ellos con súplica.
_______ Deme unos días, Señor. ¡Solo eso le pido unos días!
______ Te di hasta esta noche para pagarme todo lo que me debes. ______ Fueron las palabras de Fernando.
El hombre no tenía todo ese dinero para dárselo a Fernando esa noche, ya que si lo hacía, el día siguiente estaría durmiendo con toda su familia en la calle.
______ ¡Piedad!
_____ ¡Solo te ruego unos meses de plazo, mi empresa no está pasando por el mejor momento! Debo hasta la camiseta que llevó puesta.
Fernando miró como a un gusano a Javier. Se sacudió las el nombre de sus pies.
_______ Eso debiste haberlo pensado antes de endeudarte del cuello, yo no soy un hombre con el que puedas jugar. Te di unas horas de plazo y ya se cumplieron, me pagas o te mato aquí mismo.
Fernando no estaba jugando, estiró su mano al lado derecho, y tomó la pistola que se encontraba a su lado, le quitó el seguro y le apuntó en la cabeza a Javier.
El hombre no pudo evitar hacer sus necesidades en su pantalón, el susto que le ha causado tener la pistola en sobre su cabeza lo hecho hacer tontería de su vida.
______ ¡No me mate, por piedad! ¡Le puedo ofrecer algo que le conviene a usted!
_______ ¡Mi hija Perla es muy hermosa, fue educada las mejores escuelas de señoritas, sabe perfectamente cómo debe comportarse delante de las personas importantes, es mejor candidato para hacer su esposa! _______ Javier soltó rápidamente su oferta.
Fernando lentamente la pistola de la cabeza del hombre, había visto a la hija mayor de Javier Mendoza, no podía negar que la chica era hermosa, y era perfecto para llevarla a las fiestas familiares.
Fernando había conocido a Perla en una fiesta, al principio le pareció una mujer hermosa, sin embargo, por dentro era igual que todos los demás mujeres que había conocido antes.
Pero la hija menor de Javier, fue la que más le llamó la atención, chica distinta en todos los sentidos, pero Javier como su hermana me trataba muy mal.
________ Acepto a tu hija con mi pago _____ Dijo Fernando, complacido de hacer negocios con Javier.
Por un momento, Javier fuerte alivio, sin embargo, había condenado a su hija mayor a una vida de Infierno al lado de Fernando Escobedo.
______ Es por demás decir que debes enviar las fotos de tu hija a mi madre. Haré lo que está en mis manos para que ella sea mi esposa. Será un placer para mí torturar esta belleza.
Fernando se burló cruelmente de la decisión de Javier al entregarle a su hija mayor. Luego de eso, Javier fue sacado de la oficina de Fernando.
Después de aquellas palabras, los días comenzaron a pasar rápidamente. La fiesta de compromiso entre Fernando Escobedo, Perla Mendoza, se publicó en los periódicos y revistas más importantes de la ciudad.
Periodistas, paparazzi, y todo tipo de personas, estaban atentas al acontecimiento del año. Muy temprano, Fernando llegó a la mansión Mendoza, quería ser él quien se asegurará de que todos iba a salir tal y como lo había planeado.
Como siempre a su lado iban dos hombres, uno de ellos era su asistente personal, Armando, el cual tenía por trabajo ejecutar cada una de las órdenes de Fernando Escobedo.
A su lado izquierdo, iba, Francesco, hombre que trabajaba como escolta personal de Fernando. La primera en recibir a Fernando al llegar a la mansión fue Nathalie, la hija menor y bastarda de Javier.
_______ Buenas noches, señor Escobedo. ______ La chica inclinó un poco su cabeza evitando ver al futuro esposo de su hermana los ojos.
La mirada de Fernando cayó sobre la chica, se miraba realmente hermosa, aunque usara un uniforme de sirvienta.
Nathalie no era nada parecida a Perla ni a su otra hermana Sara, mucho menos a Javier. Tal vez por eso, estaba delante del vestido de sirvienta.
Fernando estaba enterado de todos los secretos de la familia Mendoza. Sabía, perfectamente, que Javier Mendoza tuvo una hija bastarda con su sirvienta personal. Cuando nació la niña, la mujer le regaló a Nathalie a Javier.
Desde entonces Javier cuido de ella, pero al crecer, prefirió hacer que trabajara como sirvienta de la mansión.
Además, ya tenía dos hijas más, Perla, al ser la mayor, nunca soportó a Nathalie. Odiaba a la chica por ser morena y tener la misma sangre que ella.
_______ Buenas noches, señorita Mendoza. ______ respondió Fernando con una voz fría, como si hubiera salido del infierno.
Inmediatamente, Nathalie levantó la mirada. Nerviosa volteó a ver a todas partes, tenía miedo de qué Lourdes o otra persona de la familia haya escuchado a Fernando llamarla señorita Mendoza.
_____ Se ha equivocado, señor Escobedo. Aquí solo soy una sirvienta más. _______ Enseguida Nathalie aclaro las cosas.
______ ¿Sirvienta? ______ Una sonrisa extraña parecía en los labios de Fernando.
Al sentirse nerviosa por la mirada penetrante de Fernando. Nathalie bajo la cabeza, y se hizo a un lado para permitirle a Fernando ingresar a la mansión.
Todo aquello fue observado por una bella mujer rubia. Lourdes llevaba demasiado tiempo mirando aquella escena.
Lourdes se quedó parada en la parte de arriba de la mansión, miro con odio, la mirada que Fernando le estaba obsequiando a la hija bastarda de su marido.
Al ver a Fernando alejarse de la chica, Lourdes comenzó a bajar las escaleras con delicadeza. Al llegar a la mitad, la hermosa mujer mayor se detuvo.
_____ ¡Joven Escobedo, llegó demasiado temprano! _______ La voz de Lourdes se escuchó por todo el vestíbulo.
Fernando, que se encontraba a unos pasos de las escaleras, desvió su mirada hacia arriba. Mirando a Lourdes bajar suavemente hasta llegar a donde estaba él.
________ Señora Mendoza, se mira hermosa. _____ Mencionó Fernando, siendo todo un caballero.
Lourdes sintió satisfecha con las palabras de Fernando, era lo menos que esperaba de su futuro yerno.
_______ Vamos al salón. Me imagino que tienes sed, señor Escobedo. _____ Lourdes colocó su mano en el brazo de Fernando.
______ Se imagina mal, señora Mendoza, de lo que en verdad tengo sed es que todo esto se acabe en un segundo. _______ La sonrisa se borró de los labios de Lourdes al escuchar la respuesta de Fernando.
______ No solo es un hombre guapo, Sr. Escobedo. Si no que también tiene sentido del humor, Je, je, je.
Fernando se detuvo, dibujando una sonrisa entre esos labios, volteó ligeramente a ver a Lourdes, y dijo.
______ Señora Mendoza, ¿Cree usted que tengo la cara de payaso?
El cuerpo de Lourdes quedó helado. La mujer no sabía que contestar, al parecer, Fernando, únicamente, estaba jugando con ella.
______ Para ser una broma, estoy ha ido demasiado lejos no lo crees ¿Señor?
Fernando sonrío, y continuó caminando hacia el salón donde se llevaría a cabo la fiesta. Lourdes quedó atrás mirando la espalda recta del hombre delante de ella.
Sus manos se empuñaron con fuerza, la mujer sintió una rabia enorme dentro de ella. La manera en que Fernando la estaba tratando era humillante.
Furiosa, Lourdes se dio la media vuelta, estaba por volver a su habitación y hablar con su marido, cuando el asistente personal de Fernando la detuvo.
______ Señora Mendoza. El señor Escobedo, quiere beber una copa de champán.
Lourdes apretó sus manos con fuerza, era inaudito lo que el sirviente personal de Fernando me esta pidiendo. Lentamente, fue volteando a ver al asistente de Fernando.
_______ ¡Yo soy la señora de esta casa! ¡No soy una de las sirvientas! Si el señor Escobedo tiene sed, llévale la copa de champán, tú mismo, ¿Para eso te paga una fortuna, no?
Antes de que su esposa dije una cosa más, Javier se apresuró a bajar las escaleras, y se acercó a Lourdes como al asistente personal de Fernando.
_______ En este momento mandaré una de las sirvientas atender al Señor Escobedo. ______ Dijo Javier de prisa.
El asistente no dijo ni una sola palabra más y se alejó de la pareja. Al quedar a solas, Lourdes fulminó a su esposo con una mirada.
Javier siempre había sido un hombre temeroso y cobarde, al ver la mirada de su esposa, de inmediato bajó la cabeza.
_______ Dime ahora mismo ¿Por qué ese hombre me trata como si yo fuera una sirvienta?
______ ¡Está bien que sea el hijo mayor de Elizabeth, pero eso no le da ningún derecho a tratarme de esta manera tan humillante!
Lourdes está furiosa, y no iba a dejar pasar esta humillación de Fernando. Fernando había logrado escuchar cada una de las palabras de Lourdes, y dijo en voz alta y clara.
_______ Señora Mendoza, si no le gusta la manera en que la estoy tratando, ahora mismo puedo cancelar todo este espectáculo y quedarme con esta mansión con todo lo que les pertenece a ustedes.
Lourdes volteó a ver a Fernando, se encontraba parado junto a la puerta del salón.
El hombre traía un montón de papeles entre sus manos. Todo ha sido fríamente calculado por Fernando, por esa razón fue mucho más temprano a la mansión, quería dejarle claro a Lourdes, como a cada miembro de la familia Mendoza, quién es el que tiene el poder ahí.
____ Quedarse con todo lo que tenemos, ¡¿Qué maldita broma es esta?! ______ Susurró la mujer como si hubiera escuchado una broma.
A su lado se encontraba Javier, suplicándole con la mirada a Fernando que guardara silencio. Sin embargo, a Fernando le interesaba quedarse callado.
Se fue acercando a la pareja, como si fuera un cazador. Al estar a unos pasos de la mujer, le arrojó en la cara todos los papeles que llevaba entre sus manos.
Cada uno de los papeles quedó extendido por todo el piso, únicamente, los pagarés quedaron sobre las manos de Lourdes.
______ Lea con mucha atención, mi querida señora Mendoza. ____ Ordenó Fernando con tiranía.
La mujer estaba confundida, su mente no podía aceptar algo tan humillante como lo que estaba sucediendo.
________ ¡Ahora mismo voy a cancelar todo! ¡Tú no puedes ser el esposo de mi hija! _____ Explotó Lourdes.
Fernando dibujó una pequeña línea entre sus labios, luego señaló hacia el suelo. Quería humillar más a la familia Mendoza. Así que dijo con soberbia y superioridad.
_______ Señor Mendoza ¿Qué espera para ponerse de rodillas? Su esposa está ansiosa de ver cada de los documentos que ha firmado.
Con la mirada postrada sobre el suelo, Javier comenzó a doblar las rodillas para recoger cada uno de los documentos, era la humillación más grande que le han hecho pasar en toda su vida, pero si no lo hacía, de nada iban a servir sus esfuerzos.
Después de haberse humillado de la peor manera, le entregó cada uno a su esposa. Lourdes, con las manos temblorosas, tomó cada uno de los documentos.
______ Esto es una pesadilla. _____ Esto es una pesadilla. ______ Repetía la mujer dentro de su cabeza.
Lourdes está volviendo loca. No entendía por qué su marido fue humillado de esa manera tan cruel. Sin embargo, tomó cada uno de los documentos y comenzó a leerlos.
Rápidamente, entendió todo y sus ojos azules se comenzaron a llenar de agua salada.
Era demasiado dinero lo que Javier le debía a Fernando. Haciendo cuentas de lo que ella le debía al banco, y todo lo que se gastaron para la fiesta de compromiso, estaban completamente en la calle.
Fernando cogió los documentos de las manos de Lourdes, y se los entregó a su asistente.
_______ Todo lo que ahora tienes es mío, señora Mendoza. Su cobarde marido no le ha contado, que perdió absolutamente todo en el juego.
Lourdes bajo la mirada para mirar la copia de los pagarés en sus manos. La firma de su marido en cada una de las hojas que estaban en sus manos.
La sangre dentro de cuerpo era como el peor de los venenos, sentía arder su entraña. Por la culpa de su tonto marido estaba a nada de dormir debajo de un puente.
______ ¡Eso no puede ser cierto! ¡Es una mentira! ______ Gritó escandalosamente la mujer.
Fernando divirtió cada vez más con el espectáculo que Lourdes estaba dando. Era lo menos que esperaba viniendo de una familia interesada.
_______ No, es una mentira.
_____ ¿Entonces por qué cree que he aceptado casarme con su hija?
_______ Únicamente, fue porque su esposo me la ofreció como pago. Y yo la acepté. Me encanta torturar a las mujeres hermosas. _______ Respondió Fernando con burla.
Lourdes miró a su esposo sin poder creer lo que estaba escuchando. Su amada hija Perla ha sido un pago, eso era una locura. Por no decir que la peor de las humillaciones.
_______ ¡Eso no puede ser verdad!
______ NO. No, no.
______ Javier es incapaz de hacer algo como eso a su hija mayor. ______ Dijo la mujer incrédula.
_______ No hay peor ciego que el que no quiere ver, Señora Mendoza.
_____ ¿Usted en verdad cree que yo aceptaría haberme casado con su hija? Solo porque es hermosa.
_____ ¡No sea ingenua, señora Mendoza! Estoy rodeado de mujeres mucho más hermosas, hijas de políticos, artistas reconocidas, todo unas verdaderas diosas en la cama.
_____ ¿Por qué me conformaría con una mujer fría en mi cama? _______ Dijo Fernando.
Fernando era un hombre demasiado cruel, nunca le importó lastimar a las otras personas con tal de llenar ese ego que tenía dentro.
Un par de fuertes bofetadas cayeron sobre el rostro de Javier. Lourdes estaba furiosa, su esposo fue capaz de vender a su propia hija, a un hombre tan miserable como lo era Fernando.
______ ¡Desgraciado! ¿Cómo pudiste vender nuestra hija?
Con el poco valor que le quedaba a Javier, agarró las manos de su esposa, y la arrastro lejos de Fernando.
Javier llevó a Lourdes a una de las habitaciones de servicio. Eran las habitaciones más cercanas... Al estar completamente a solas, Javier dijo.
_______ ¡No solo yo tengo la culpa de lo que está sucediendo!
______¿Has olvidado los millones que gastas en una sola noche?
____ ¿Crees que una empresa pequeña, puede mantener gastos tan elevados? Desde que te casaste conmigo te acostumbraste a una vida llena de lujos. Me obligaste a comprar esta enorme mansión que valía una fortuna, a gastar millones en viajes.
______ ¡No es así! Cada día fuimos cayendo en la desgracia.
______ Les he dado la vida de lujos a tú y a mis dos hijas, sin importarme las deudas. _____ Aclaró Javier.
_______ ¿Crees qué a mí me importa las deudas tuyas?
____ ¡No!
____ Tú querías una esposa, ahora debes mantenerme. ______ Respondió Lourdes cegada por la ambición.
Palabras de Lourdes se enfurecieron a Javier, tomó los brazos de su esposa y la arrojó sobre el sofá blanco.
_______ ¡No!
_______ La empresa está pasando por el peor momento, muchos inversionistas han retirado sus capitales y se han ido con la competencia.
Javier no había terminado de hablar cuando Lourdes lo interrumpió.
______ ¿Y?
______ ¡Eso lo debe solucionar tú! Para eso eres el hombre de esta casa. ______ Gritó furiosa.
_______ ¡¿No entiendes o no quieres entender?! No tardamos nada en irnos a dormir a la calle.
El solo imaginarse dormir en otro lugar que no fuera esa mansión. Lourdes se quería morir, ¿qué pensarían sus amigas? ¿Las Damas de las organizaciones de beneficencia a las que pertenecía?
Download MangaToon APP on App Store and Google Play