El día era soleado, los rayos del sol iluminaban mi cabello castaño reflejando en él, el arcoíris. Lo veía cada vez que pasaba por mis ojos, el viento lo traía y lo llevaba como en un baile
Sonreí muy pronto yo sería la que estaría en ese movimiento, tenía catorce años y próxima a tener quince y para una joven de mi edad era bastante linda. Mi cabello castaño contrastaba con mi piel trigueña y ojos oscuros
Por eso mi padre siempre decía que era mejor asegurar su tesoro y siempre me enviaba con guardaespaldas a donde sea que fuera. Aveces era algo extremista pero que podía hacer era hija de un mafioso y tenía que aceptarlo con lo venía y eso era la sobreprotección de mi famila y por supuesto los enemigos que no faltaban.
Así que como decía, era bastante llamativa. No era por ser arrogante, pero lo aceptaba era hermosa y ya tenía una lista de chicos esperando que escogiera a alguno de ellos para ser mi acompañante en mi fiesta de quince.
Los cumpliría en tres meses y aunque estaba ansiosa porque pasará pronto, tenía que aprovechar cada momento para que fuera perfecto
Así que el vestido, los arreglos, la decoración y por supuesto mi acompañante debía ser escogido con sumo cuidado.
Me detuve en mis pensamientos porque senti mi sien retumbar por la posición en la que estaba acostada. Mi cabeza estaba sobresaliendo de la entrada de la casa, asi que me levanté del piso, ya era suficiente o me volvería una gallina.
Senti un poco de mareo pero se calmó y me enfoque en el interior de la casa. Observé con una sonrisa amplia el lugar, me encantaba subir cada vez que tenia tiempo. Este lugar era especial , mi padre me lo regaló e hizo de esta casa del árbol, un castillo de princesa.
Todo era en tonos pasteles y aunque ya había dejado de jugar con muñecas, había unas apoyadas en estantes de madera. Tambien había un juego de té que use hace siglos, entre otras cosas.
Tenia que deshacerme de eso pero por alguna razón no lo hacía. Él hecho es que la otra decoracion que tenía la casa del árbol era una pared llena de afiches de bandas de chicos que me gustaban y también de mujeres que quería llegar a imitar.
Vi el afiche más cercano, mi favorito y me quedé un rato observándolo. Era una mujer de fuego que estaba encendida de pies a cabeza, no era nadie en particular, pero transmitía mucho en su mirada y en todo su ser.
Se veía la fortaleza y la tenacidad en su postura, quería ser como ella, ser imparable, vencer a mis enemigos. Claro sí los llegará a tener
Suspire sintiéndome triste, papá nunca me dejaría usar jamás un arma, porque las mujeres en la familia no podían era una tradición. Solo los hombres Moretti podían pertenecer a la mafia
Dejando ese pensamiento atrás estaba dispuesta a bajar, pero vi a mi hermano acercarse. Nuevamente me recosté en el suelo poniendo mi cabeza por fuera de la entrada de la casa y mi cabello cayendo hacia abajo.
Me reí, me gustaba molestarlo y sobornarlo.
Pensando en la mujer fénix, ya sabía que le pediría
--- Margaret baja, mi madre te ha estado buscando hace media hora --- dijo mi hermano Gabriel sonando molesto
--- No quiero --- dije y sonreí, para tener catorce era bastante inmadura, pero no me importaba algún día crecería y no tenía que ser hoy
--- Baja o le diré a papá y no te comprará ese juego de maquillaje que quieres --- dijo él
Alce un poco la cabeza y lo vi cruzarse de brazos y darme esa sonrisa engreída. Gabriel era hermoso, compartía las facciones de mi padre ojos azules y cabello negro como las plumas de un cuervo. Su porte era una mezcla entre un modelo de pasarela y un hombre temerario, así que era obvio que a sus veintitrés años ya tuviera una lista de corazones rotos.
...Gabriel Moretti...
Él era el mayor de los hombres, por eso sería el próximo heredero de mi padre. Él entraría al negocio de la mafia
Aunque ese derecho le pertenecía a mi hermana Katerina de treinta años, ella era la primera de todos mis hermanos, pero como dije a las mujeres no se les permitía tener un lugar en la mafia.
Volviendo al momento presente me volví a acostar y le dije a Gabriel con voz confiada --- no creo que mi padre te escuche, además siempre atiende a mis caprichos ---
Mi hermano resopló --- algún día dejarás de ser la consentida y no podrás sobornarlo --- dijo con voz irritada, pero cuando lo observé nuevamente, pude ver en sus ojos que se estaba divirtiendo con la situación
--- Sí esa es tu última oferta, puedes irte --- dije en voz alta y me levante para salir de la casa y subir más alto en el árbol. Volteé a ver a Gabriel y vi el miedo en sus ojos, ya no le parecía gracioso
Le sonreí, mis padres lo matarían si me rompía una pierna, creo que sobre todo a mi madre le molestaría, no quería a su hija enyesada para el baile y por supuesto mi hermano tampoco quería que me hiciera daño por las razones que fueran
--- Por Dios Margaret--- gritó mi hermano molesto y solo sonreí. --- Baja o te bajaré a la fuerza --- dijo él empezando a subir y yo también lo hice para evitar que me alcanzara
Cuando mi hermano vio que no podía ganar esta batalla, se rindió diciendo --- qué quieres maggie, te lo daré, pero baja ahora--- dijo Gabriel suplicante
Sentí satisfacción por lo que había logrado. Mi padre siempre decía que era buena para sobornar y esta era la evidencia. Los hombres Moretti estaban a pies.
Con Gabriel siempre buscaba la manera de que hiciera lo que yo quería. Paolo mí otro hermano de dieciocho años no era la excepción. Ni siquiera mi hermano mellizo Mateo era inmune a mí, incluido mi padre. Así que sí, los tenía a mis pies
Aunque no sumemos a la lista a mi hermana mayor Katerina, ni tampoco a mi madre, ellas no era tan fáciles de manipular y no caían en mi encanto.
Empecé a bajar del árbol y miré a mi hermano a los ojos mientras lo hacía --- quiero aprender a disparar un arma --- dije
Gabriel me miró como si fuera la niña más rara ---¿estás loca?, mi padre nos mataría a ambos ---
Hum, así que esas tenemos --- ¿a no lo harás?--- pregunté subiendo de nuevo.
Mi hermano suspiró irritado --- Margaret espera--- dijo y me detuve. Él continuo con voz suave ---hermana sabes que no puedo hacer eso. Pídeme cualquier otra cosa --- él término con voz paciente
--- Siempre he querido disparar Gabriel, por favor solo una vez ---- supliqué y mi hermano volvió a negar. Eso me enfureció --- entonces le diré a mí padre que ya me has dado un arma ---
Gabriel estrechó su mirada hacia mí --- No te atreverías --- dijo desafiándome
Dado que mi padre creía todo lo que decía le dije ---pruebame ---
Mi hermano se tensó y me observó enojado. No era la primera vez que le hacía esto --- Te juro Maggie podrías hacer que Roma arda por segunda vez --- dijo frustrado --- baja hermana tendrás lo que quieres --- dijo
Aun así no lo hice, esperaba su juramento que después de Dios era lo más importante. Sí, ya sé ¿mafiosos católicos?, a quien se le ocurriría, pero lo que sea cada quien tenía derecho a creer en lo que le apeteciera
Mi hermano se arrodilló y no le importó ensuciar sus pantalones caros y poniendo una mano en su pecho dijo --- Lo prometo por mi familia y mi legado Moretti ---
Sonreí, talvez algún dia sí sería una mafiosa, tenía todas las de ganar.
--- Mi pequeña Margarita --- dijo mi padre Antonio cuando llegué a la casa.
...Antonio Moretti ...
Corrí a abrazarlo y él hizo lo mismo con mucho cariño. Luego se separo y me observó detalladamente y sabía lo que vería. Estaba todo menos limpia tenía pasto en mi cabello y también barro en mi ropa.
Sí, cuando baje del árbol, no esperaba quedar indemne del enojo de mi hermano, aunque corrí me alcanzó.
Comenzó a hacerme cosquillas hasta dejarme en el suelo. Luego como un buen hermano, agregó algunas espigas a mi peinado y dijo también que mi vestido blanco necesitaba más color así que me empujo en un charco de barro.
Mi padre frunció su ceño y luego miró a mi hermano --- qué pasó ---
Gabriel observó aburrido a mi padre --- la encontré así padre a mi no me culpes --- dijo él lavándose las manos
--- ¿Es cierto eso margaret? --- dijo mi padre irritado. No había castigado a Gabriel en mucho tiempo, pero por mi lo haría.
--- Querido padre --- le dije con mi mejor carita de niña buena --- me caí y Gabriel me salvó de ser comida por insectos --- dije con gracia.
Si quería conseguir lo que mi hermano me prometió tendría que callarme por esta vez. Aunque si volvía a suceder talvez le contaría a mi padre y Gabriel lo sabía. Les sonreí dulcemente a los dos
--- Esta bien lo dejaré pasar --- dijo mi padre serio pero él conocía mejor la situación. Se agachó y me besó en la mejilla luego dijo en un susurro cerca de mi oído --- espero que hayas conseguido un buen trato --- dijo y asentí
--- Claro padre, él quedo peor que yo --- dije en voz baja y mi padre río revolviendome el cabello
--- Esa es mi Margarita --- me dijo él y luego observó a mi hermano --- que no se vuelva a repetir Gabriel --- dijo con seriedad. Después de esto se alejó para talvez llamar a mi madre o lo que sea
El silencio volvió reinar y me quedé mirando a mi hermano y él a mí. Gabriel parecía enojado pero luego me sacó la lengua y yo hice lo mismo.
Gabriel me hizo una mueca más grotesca y no me quedé atrás
--- Margaret --- dijo mi madre interrumpiendo la guerra de muecas que teníamos yo y Gabriel --- pero que...-- dijo horrorizada viendo mi vestido blanco.
...Aurora, madre de Maggie ...
Mi madre Aurora continuó --- Dame paciencia señor. Ve a ducharte y te quiero en quince minutos en el salón, la diseñadora esta esperandote --- su voz sonando enojada
Asentí y escuche a Gabriel reírse, pero mi mamá lo observó más enojada --- ¡y tu que haces aquí!, mejor ve ayudar a tu padre --- dijo ella y fue mi turno de reír y salí corriendo a vestirme
Quince minutos después me encontraba en el salón con ropa deportiva mi mamá no lo vio con buen agrado, pero que más le daba solo iba a volverme a desvestir para medirme el vestido y eso fue justo lo que pasó
Todo el asunto era muy surreal parecía como si me fuera a casar. Las invitaciones para mi cumpleaños número quince fueron enviadas con anticipación, habría un pastel, invitados, regalos y un vestido, solo que no era blanco era rojo y no habría un novio a excepción de mi chaperon que seria como dije escogido como mucho cuidado.
Pero como dije no iba a casarme, este día era solo para mi Margaret Moretti, alias Maggie o Margarita como aveces me llamaba papá, así que cumpliría quince y pasaría por esa transición tan especial de ser niña a mujer.
Aunque eso no fuera del todo cierto, me tardaría unos años madurar, pero igual era mi fiesta de trasformación.
Mi mamá se cubrió su boca con sus manos cuando sali con el vestido y no pudo emitir palabra solo sus lágrimas decían mucho.
Papá sonrió y me observaba como si hubiese visto lo más hermoso del mundo
---- Estas preciosa mi Margarita --- dijo él abrazandome y dandome un beso. Mi madre hizo lo mismo.
Luego de este momento tan emotivo en que yo también me senti conmovida. Me alejé de ellos y me observé en el espejo. El rojo del vestido contrastaba con mi piel y mi cabello, solo esto hacia resaltar más mi belleza.
Escogí el rojo porque representaba la vida, la pasión, y tal vez la fuerza, era lo que más quería ser esa mujer empoderada. El tema de la fiesta era el fenix, quería justo verme así, ardiente y la vez temeraria o bueno al menos lo intentaría.
--- El vestido está algo suelto, pero lo tendré listo para la fecha --- aseguró Angelina mi diseñadora de vestuario, sacándome de mi ensoñación
Mi madre se recuperó de su ataque de llanto --- haz lo que tengas que hacer, Margaret debe verse hermosa --- dijo ella, apesar de su regaño anterior quería hacer este día especial para mi
En ese momento papá dijo --- ¿Maggie, quieres añadir algo al vestido? --- preguntó con cariño ---sabes que puedes pedirme lo que quieras ---
Sonreí halagada y en ese momento se me ocurrió una idea --- quisiera que el vestido tuviera fuego --- dije y todos se quedaron viéndome sorprendidos
--- Cariño --- dijo mi madre ---- no creo que sea lo mejor, tal vez te refieres a más brillantina --- dijo mirando a mi diseñadora personal--- ¿puedes agregar eso?--- preguntó ella a Angelina
Pero yo negué y las interrumpi --- no quiero brillantina, quiero que del borde del vestido salgan llamas --- dije y rodé mis ojos por las miradas que me estaban dando --- no llamas reales Mamá --- dije para tranquilizarla, aunque seria interesante verme en llamas y renacer de las cenizas, pero solo era una metáfora
--- ¿Es lo que quieres? --- pregunto papá
--- Sí, lo había estado pensando y quiero añadir eso al vestido --- dije mirando a mi padre luego a Angelina --- ¿puedes hacerlo? ---
Mí padre intervino primero --- Por supuesto mi Margarita, no hay nada que Angelina no pueda hacer ¿cierto? --- pregunto él con amabilidad pero habia un desafío en su mirada, aveces mi padre Antonio podía ser así, ya era constumbre por ser un mafioso
Angelina le dio una sonrisa nerviosa --- por supuesto Señor Moretti, es un gran reto, pero lo lograré --- dijo mirando de mi padre a mamá y luego a mi --- haré un nuevo diseño y te lo enviaré, me dices si te gusta y que puedo agregar --- dijo y asentí emocionada
--- Estoy segura de que lo lograras --- dije con seguridad y le sonreí a papá
--- No sabes cuando adoró ver ese brillo en tus ojos --- dijo él y se acercó para abrazarme, incluso mi madre lo hizo.
--- Haríamos lo que sea por ti hija y lo sabes --- dijo ella. Los dos me observaron nuevamente y vi en sus ojos la certeza de esa promesa.
Una semana despues...
Como cualquier día llegué a mi colegio y el chófer de mi padre se detuvo en la puerta de esté
--- Gracias José te veré en la tarde --- dije.
Hoy me quedaría a almorzar en en el instituto por motivos de estudio
Jose me dio una sonrisa por el espejo retrovisor ---Que este bien señorita Moretti, no olvide tener cuidado o llamarme si pasa algo --- dijo
Asentí apesar de que no era necesario. Los gorilas de mi padre o más bien mis guardaespaldas estaban repartidos con sigilo a lo largo del Instituto. No podía verlos pero sabía que estaban ahí, vigilandome y protegiéndome.
Ser hija de un mafioso tenía sus desventajas y una de ellas eran los ataques de otras familias.
Salí del auto y me encamine al interior de las instalaciones. Vi a mi amigas esperarme en la puerta como siempre lo hacían.
Cuando llegué juntas empezaron a contarme los chismes de la semana.
--- Maggi a que no imaginas cuál fue el chico que llegó de intercambio --- dijo Cristina tomando mi brazo
...Cristina ...
Negué --- no me interesa --- dije despreocupada
Cada mitad de año enviaban a un estudiante del extranjero a nuestra institución y la verdad ninguno me había parecido tan impresionante
--- Es ruso --- dijo Pamela casi gritando --- y perfecto, puede ser tu acompañante en la fiesta ---
...Pamela ...
Me detuve en el camino --- chicas pueden no hacer pública mi desgracia --- dije mirándolas mal y me adelante. Estaba siendo dramática, lo sabía pero era algo importante para mí
Nadie podía saber que no tenía acompañante para la fiesta. Sí, tenía muchos interesados en mi pero no quería ser grosera y pasar por vanidosa. Solo no habia encontrado el chico correcto.
Mis amigas se adelantaron --- lo siento --- dijo Pamela en un susurro y me ofreció una chocolatina grande, luego la siguió Cristina con otra.
Las observé a las dos y se veían apenadas. Suspiré, esta bien ellas eran las dos únicas mujeres que junto con los hombres Moretti me complacían en mis caprichos.
--- Perdonanos --- dijo Cristina con sus ojitos azules revelando una tristeza momentánea
Rode los ojos y escogí entre las dos chocales que me ofrecían, tomé el blanco que venia de Pamela y ella sonrio, pero Cristina se puso algo triste.
--- Tontita --- dije abrazandola --- este es para ti --- dije dándole el chocolate blanco y a Pamela el negro.
Sabiendo que ya las había perdonado, ellas me arrastraron al baño de chicas y cerraron con llave. Era como el único lugar privado para hablar en estos momentos.
--- Así que estoy aquí, porque... --- dije pacientemente y cruzándome de brazos. Papá estaría orgulloso por imitar a la perfección su postura habitual
Pamela sacó rápidamente su móvil y me lo pegó casi a la cara. ---- es el ruso y es perfecto, ¿no lo creés? --- pregunto ella
Tomé su celular y lo alejé a una vista moderada. Lo primero que vi fueron sus ojos. Dos cristalinas azules, jamás me llamo la atención ese color, pero justo ahora me cautivó, quería nadar en esa mirada y muy profundo.
Lo siguiente que vi, fue su cabello dorado y su piel trigueña, era perfecto como un dios griego --- qué edad tiene --- pregunté sin dejar de verlo, por el grosor se musculos tenia que tener...
---- Quince, casi dieciséis..---- dijo Cristina y lanzó un grito --- te dijimos que te gustaría ---.
Sí que me gustó no podía negarlo pero a la vez pensaba que se veía un poco mayor
Negué y deje de ver su pecho musculoso sin camisa. No sabia como hizo Pamela para sacarle una foto en el vestier del gimnasio, pero la conocía tenía sus trucos.
--- Mí padre no lo aprobara --- dije --- es mayor y se le nota ---. Pero a mi mente traicionera llegaron esos ojos azules y suspire frustrada
--- No tiene que saberlo --- dijo Pamela
---... y sabes que es el correcto --- dijo Cristina terminando
Las dos me miraban como acorralandome contra la pared. Sonríe interiormente eran tan buenas amigas
Las observé evaluadoramente --- déjame ver de nuevo --- dije. Pamela me dio su móvil y cuando vi denuevo a este chico tan sexi, casi suspiré como una boba pero lo evité y en cambio continué ---debe ser gay --- dije a la defensiva buscando excusas
---- Maggi no lo es, solo hasta hoy llegó y ya tiene una fila de chicas esperando que las note, él es el indicado --- dijo Cristina --- todas se morirán de envidia cuando lo vean a tu lado en la fiesta. No puedes dejar pasar esto ---
---- Además ya te interesa y te gusta --- dijo Pamela
Negué --- no es así, lo acabo se conocer --- dije a la defensiva
Pamela me miró escéptica --- esos ojitos no mienten Maggie, ese chico ya te flecho y haremos lo que sea con tal de que se fije en ti --- dijo con voz confiada
Me rendí, ellas tenían razón --- la verdad es muy sexi --- dije con una sonrisa y mis amigas gritaron y me abrazaron.
---- No te preocupes por tu papá, él no se enterará--- dijo Cristina y confié en ella.
...****************...
A eso de las cinco ya iba saliendo de hacer mi trabajo en grupo y caminé un poco decepcionada a la salida. No había visto al chico que mis amigas me prometieron.
Aunque ya todo el mundo en el Instituto lo conocía su nombre era Leonardo Mazza, era ruso y tenía dieciséis años de edad o por lo menos estaba próximo a cumplirlos. Tenia un excelente promedio y fue transferido aquí por motivos familiares.
La chicas más populares incluida yo estábamos interesadas en él y no podía esperar para afirmar mi territorio. Él seria mío a toda costa.
Mis amigas se despidieron en la salida y yo me quedé sola esperando a José mi chófer en eso. Una motocicleta se detuvo en el andén, el conductor iba todo vestido de negro.
Jeans negros chaqueta negra y casco del mismo color, todo era negro hasta su moto. Él se me quedó viendo un segundo o eso parecía.
Eso despertó mi curiosidad, quería ver de quien se trataba, esperaba ver un cabello igual de negro.
El tipo se bajó y luego se quitó el casco pero no fue negro lo que vi en su cabello, fue rubio y era nada más y nada menos que Leonardo Mazza en persona aquí cerca de mi.
Sonreí y él pareció hacer lo mismo, haría mi jugada justo ahora.
...Leonardo Mazza ...
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