Me da rabia verla así, y por mi culpa: ¡Traje a Lourdes, la amante del novio de mi amiga, de mi compañera, de mi vecina de toda mi vida a la excursión de fin de curso!. ¡Que ingenuo soy! Pero que, yo también soy víctima. Me pareció raro que me pidiera que la acompañara.
¡ Y tu! -me interpelo Lourdes –¿con quien vas ahora que Abigail tiene novio?
-¡Es solo un paseo al río! La note raro, - esa casi ni me hablaba, era de la sección “A”. Hermosa, inteligente y creída -No se necesita pareja, solo una carpa.
-Hay que subir veinte o más kilómetros cuesta arriba -comentaba-.al nacimiento del río y sería buena idea andar con alguien tu sabes, por si me resbaló, o caigo ya ves mis amigos no van a venir y a mi fascina el rio. ¿podemos andar juntos, todos llevan pareja?
No me engaña, algo se trae en mano. Pero al final lo que haga no me hace mella, ya tengo costra gracias a ellos, por eso desde la primaria Abigail y yo nos tuvimos que defender juntos. Mi papa nos enseño karate, recogimiento y meditación. Hicimos un frente ante compañeros como ellos y cada vez más y mas chocaban contra el muro y nosotros sonreíamos.
Abigail y Yo somos los Nerd, los raros, los cerebritos. Finalizando el curso se enamoro mi amiga de Sandro, el no es buen muchacho, pero si bien parecido, deportista y de buena familia y puso sus ojos en ella con mala intención. Casi todas las chicas del último año habían tenido ya su primera vez. Abigaíl era virgen y se derritió por Sandro y se sentía tan amada que en este paseo le entregaría a su novio su primera vez. Yo, su amigo y confidente hasta me alegre, la vi tan feliz, como nunca antes la había visto, ni cuando nos anunciaron como los primeros de la promoción de esa corte . Ciento cincuenta y tres Bachilleres en ciencia, humanidades y Educación. Entre los quince y dieciocho años. Deportistas unos. Artistas otros. Estudiantes
Todos los años graduaban entre cien y doscientos bachilleres y técnicos medios en ese claustro de tres pisos, un kilómetros de área y cien años de construido por los mediados del siglo xx.
Hace unos tres años atrás tuvimos problemas, unos de los mariscales le hacía conversación y malicie su intención y nunca la dejaba sola con el. Monto en cólera.
-Que se supone que haces -me acuso- cuando voy a tener novio yo, contigo merodeando como un centinelas ¿Quién te mando, mi padre?
-Sabes tonta -me defendí – Victor nunca ha sido serio y se jacta hablando de sus conquistas y con detalles. ¿Quieres hacer fila en el montón de amantes que el dice tener? Y no, no me mando tu padre, pero si me ves en problemas: ¿me advertirías?
-Claro -respondió- eres mi amigo
-¿Ah y te he dicho centinela?
-Es diferente -toda petulante -ya tengo trece años y estamos en bachillerato, es normal que tenga novio.
-Si novio -recargue – ¿novio? Jajajaja ese nunca ha tenido novia, usa las chicas y las desecha. Voy a preguntarle que número te toca.
- Metiche, celoso y envidioso -me insulto - así nunca tendré novio y por eso no tenemos amigos. Porque eres melindroso
Hasta que el mancebo la acorralo por allá en las canchas y claro que estaba cerca pero la deje un rato que el “novio” le metiera mano. Cuando la vi furiosa y defendiéndose hasta con los dientes me hice el caballero de capa y espada y la rescate; y por los pasillos del liceo corrió la noticia. La nerd de 2do.C Se le resistió a Víctor y perdió la apuesta . Hasta fotos le sacaron y navegaron por la red. Y que me gane:
-Sabias verdad, mal amigo – me grito – ¡Sabias que era una apuesta!
-¿Qué? que no te advertí y me dejaste hablar, no claro que no, porque andabas de culo caliente y sabes porque no hizo antes porque yo el metiche, el celoso y todo melindroso lo observaba y el sabía que yo no lo iba a dejar.
-¡Sabes como se dice: gracias amigo tenias razón. Pero no, eso eran cosas de una amiga que tenia cuando pequeño, que me quería me respetaba y me hacía caso. Que te cargue un burro. ¡Tonta! cada día eres más tonta. Igual que todas las otras.
Anduvo molesta conmigo por varias semanas.
Cuando sus padres me preguntaron el porque de la enemistad les di la verdad a media:
-Su hija es ingenua - le explique -y no distingue las intenciones de los muchachos y cuando la prevengo me acusa de celoso, envidioso y profeta del mal. ¿Como hizo una hija tan malcriada?
La pelea duro hasta un día que la vi trepando un árbol, tal como lo habíamos practicado: lento y segura pero la rama no aguanto y se vinieron las tres locas en caída libre por tres metros y con la rama aterrizaron maltrechas. Corrí asustado, ella quedó bajo sus compañeras y la rama.
Estaba inconsciente y las niñas lloraban. La levante y no sentí los 50 kilos que pesa corrí a la sala de enfermería. Ayude a la enfermera Beatriz a desvestirla, buscando una herida. Todo el liceo está afuera. Era lunes de jardinería y todos los cinco secciones de 2do. Año estábamos en el bosque escolar o en los jardines. No tenía nada solo estaba muerta y le rogué que no se muriera. La enfermera me sacó cuando vio que frenético buscaba una fractura.
Al final nos fuimos en la ambulancia tenia el corazón chiquito y con una sensación de dolor en la garganta como así como cuando uno tiene ganas de gritar, de llorar. Y abrió sus ojos, me miró y se guindo en mi cuello
-Bobo tranquilo, estoy bien.
Desde entonces, más nunca me enemiste con ella, hiciera lo que hiciera, me insultara o me maldijera por nada, esa era mi vecina mi amiga, mi hermana desde que tengo memoria jugamos y crecimos juntos. Sus padres son mis padrinos y los míos son padrinos de ella.
Ahora lloro con ella. Sentada en las piedras del río con un diminuto bañador y una botella de ron. Algunas veces tomamos alcohol en reuniones o fiestas que la dejaban sus padres ir porque yo iba. Es que también era la más joven del curso. Hija única y aunque no era hermosa era una monada. Así rellenita, voluptuosa y dulce. De buen carácter. No teníamos muchos amigos pero todos nos conocíamos compartimos con muchos de ellos, nosotros los del mismo barrio, desde la primaria y por toda la preparatoria.
Verla llorar me da dolor, como cuando se le murió su abuela y su mascota. Hemos lloramos juntos, yo adoraba a su abuela y a Copito su mascota. Era difícil verla llorar. Me provoco matar a Sandro.
Llegamos al río temprano para aprovechar todo el fin de semana somos más de ochenta y los que llegarán más tarde. Salimos a pie desde la base de la montaña, íbamos en parejas por el angosto camino y no maliciamos nada, cuando entré los cuatro nos cambiamos de parejas. Era normal que yo siempre la arriara a ella, entre risas y cánticos cubrimos los 20 kms. cerro arriba.
Mientras unos armábamos las carpas y toldos, otros cocinaban muchos salieron a buscar leña. ¿Cuando se desaparecieron? no me di cuenta. Pero Abigail es mujer y es intuitiva, vi sus signos de alarma y la seguí. Allí estaban retozaban amorosos, todos mojados a la orilla del río. Se sintieron observados y con un asomo de asombro nos vieron partir.
Pude ver el rostro de Lourdes triunfal cuando escondía sus senos en la espalda de Sandro y este asombrado vio la trampa. Yo tambien caí en ella. Pero no me importaba porque de ella nunca espere nada. Me moleste por Abigail y si ella no me detiene se hubiese armado un escándalo.
LOS TRES JUNTOS
Abigail es una dama. Soporto con estoicismo la traición, armamos nuestras carpas y ayudamos a preparar los alimentos siempre riendo y bromeando. Pero no, yo la conocía, también se que no esta enamorada solo ilusionada. Pero esta herida y si algo no perdona es la traición.
Cae la tarde, muchos de los intentos de Sandro para justificarse dieron contra el muro de acero de mi amiga. Hasta que intervine y le exigí que la dejara en paz. Algo vio en mi mirada que se alejo molesto.
Agarre una botella de ron, dos vasos de plásticos y me la lleve al río. Me sorprendió su diminuto bikini. No, ya no era una niña Abigail
No hablamos buscamos dos piedras cercanas en el agua y brindamos ron puro, seco y fondo blanco. No éramos grandes bebedores y al caer la tarde ya el alcohol hacía estragos.
-¿Porque hizo esto? ¿porqué no lo dijo?, ¿porque se burlo de mi? Todos ya lo saben y me miran. Se están burlando. Se quejaba
-Nadie esta enterado. Ellos tienen como un mes juntos, el mismo que usamos para preparar el proyecto. No quiero justificar a Sandro pero en realidad la trampa es de Lourdes, el solo cayo en ella y perdóname yo tambien. Todos estábamos muy ocupados, te juro amiga, no me percate.
-¿Tu? ¿Tu me traicionaste? -me miró extrañada
-No, no yo no, la traje porque se me quindo, pero no sabia sus planes. No soy de esos Aby
La abrace, la dejé llorar y gritar lo que quisiera si con él ello calmaba su rabia por todo lo que le habia pasado solo quedaba la borrachera. Serví dos vasos más.
¡La quieres matar! -grito el hombre- no tomen más alcohol, a dormir. ¡Están borrachos!
-¡No! Solo ahogo su rabia -contesto el amigo-
Aun así me lleve nuestra ropa, la botella, los dos vasos y la metí en mi carpa. Busque su mochila y cuando regrese la encontré desnuda hincada y triste. No me intimide, me arrodille ante ella y le cubrí el cuerpo con mi toalla. Ya no lloraba.
Me miró, sus ojos rojos de llorar, sus labios hinchada y su melena alborotada.
-Soy muy fea, repulsiva o mala -pregunto-
-¡NO! ¡NO¡ le respondí ansioso- Eres un sol, mi amiga hermosa, bella y santa. Eres una chica encantadora. ¡Voy a matar a ese desgraciado!
Cayó la tarde. Unos débiles crepúsculos morían con la tarde y entraron en la carpa vi su desnudez y su herida. Y nada me preparo para su propuesta
-¿Tu cree?
¡Mi bella Abigail! Y la abrace
-¿Me quieres?
-¡Con toda mi alma! le conteste
¡Hazme el amor! – Exigió-
-Vamos Aby no digas cosas que mañana te vas a arrepentir.- Apartandola la reprendió el hombre-
-concéntrate en el ahora- y se abalanzó sobre mi, que arrodillado ante ella a duras penas la contenía- sus voluminosos senos cálidos se estrellaron en mi pecho.
--¡Hazme el amor! – continuo- y sus brazos rodearon mi cuello.
-¡No!. ¡ estas borracha!
Ella insistió y busco mi boca procurando un beso.
-NO, grito el hombre
-No, soy tu amigo.
-Por eso, a un enemigo se invita a la guerra.
Jajajaja Jajajaja buen punto Abigail la aplaudí.
-Además, estamos borrachos, desnudos, abrazados, sólitos los dos y quiero hacer el amor.
-Un punto más.
Mientras, sentía toda su piel y su húmeda feminidad frotarse en mi muslo. Sus labios insistían y el traidor amante ebrio de amor, atrapo esos labios hinchados, suaves y húmedos y los saboreo, invadió su boca lentamente y apuro ese beso, exigiendo deslizo sus manos lasciva por su cuerpo virgen, besos, mas besos largos hondos, al cuello y las manos traviesas que no se quedan quietas, suben, bajan, invaden sus senos grandes; tibios y con sabor a mujer bonita. Besos, sorbos, un mordiscos aquí y más allá. Ella responde… Ella se entrega al disfrute de las caricias. Mi ser exige a grito posesión…Y ella se abre como una flor.
-me tengo que contener -gimió el amigo.
-¡Sueltala¡ - exigió el hombre.
-Yo , el amante no oí, no la voy a defraudar, que se sintiera amada, y tampoco la razón ayudaba, ella no ayudaba y enterré suavemente en esa cavidad húmeda, ardiente; apurando el beso recibí el último grito virginal de la amada. Y nos perdimos en ese mar de sensaciones que dispararon los corazones y anestesiaron la razón. Suave, sin prisa. con vehemencia siento sus primeros espasmos y los dejo crecer hasta que se vuelve lujuriosa, impudica exigiendo más con su boca, su vientre y sus uñas que hacían surcos en mi espalda y mis glúteos y solo así descargue mi pasión. Quedándonos febriles, cansados y abrazados fuertemente como pidiendo que no fuera tan breve.
-¿ te hice daño? -pregunto el hombre.
-¿Te duele? -pregunto el amigo.
-¡ERES FELIZ AMADA! -celebro el amante
-Amante -llamo la amada- Dile al amigo que estoy feliz y que le diga al hombre que el dolor fue placentero.
Amada, - los tres ya lo sabemos.
Amante, ¿no serán muchos? ¿porque tres?
Amada, solo no fui capaz. Eres demasiado.
La amada ahondó el beso y apretó el abrazo para abarcar a los tres y se quedó dormida.
Se cerró la noche oscura misteriosa cuajadas de nubarrones propios de las noches de julio, fresca brisa ondeando sobre las crestas cristalinas del rio; música, baile y gran algarabía. Mis compañeros a la luz de las fogatas, en pequeños grupos se divertían. Yo no la estaba pasando mal. Suavemente me rodé a un lado y deje mi brazo que le sirviera de cabecera. Ya los efectos del alcohol se evaporaban y su cuerpo desnudo cobro vida, su torso me invadió igual a su pierna derecha y quede aprisionado, solo sintiendo su corazón alocado.
AMANTES
Y se quedó dormida. Normalmente los hombres nos dormimos primero. ¿Pero como? si aquí está el hombre recriminado.
-¡Te aprovechaste! -me acusa. – estaba borracha, herida y se te olvido que es amiga casi hermana. Con que cara la miro ahora. ¡Eres sádico, pedófilo ¡ ¡Te aprovecharte de Abigail!
-¡Borracho irresponsable ¡ -me ataco el amigo - ella confío en ti. Tus padrinos confían en ti. Mis padres confían en ti. Jajajaja Jajajaja te vieran como realmente eres. No es tu primera vez. Te acuerdas cuando te perdiste con Mariana a buscar leña, se cayeron juntos en el Rio y ella puso a secar su ropa en las piedras al sol y se quedaron desnudos verdad y no pudiste evitar tocarle el busto grande y voluptuoso de la joven señora y no te avergonzarte cuando te excitaste tocándola.
-Y que es normal que las mujeres adultas seduzca niños. Así aprendemos. No fue ella nuestra maestra todos los viernes en la tarde. Crees que mi papá no sabía. Creo que la contrato para eso. Nunca me dijo nada pero sabía. Ella me enseñó a amar el cuerpo de una mujer. Cada movimiento de ella era una lección hasta el tono de la voz para seducir me enseño. Y tu de que te quejas. No eres un santo:
-Te olvidaste de Marcela, no era una niña ok. Pero estaba enamorada y que la tuviste de amante toda la temporada de vacaciones en tercer año. Ah y Maria… continuo
-Pero todas y cada una de ellas sabían el juego y nunca les mentí. La pasamos bien y nadie se quejo. Siempre que voy de vacaciones al pueblo las veo allá, ahora están casada, con hijos y yo las veo felices. Nadie nunca se entero que las ame y ellas me amaron. No es un crimen. Ahora las respeto. Para mí son sagradas.
-Tu problema – me atacaba el hombre -es ese que se está despertando, porque no te puedes quedar tranquilo. Estas inquieto, no la dejas dormir. Te mata la conciencia verdad.
-jajajaja Jajajaja la conciencia si hubiera quedado mal. Mírala relajada, satisfecha.
-Te engañas aprendiz de amante esta borracha y violada por su ti. Bastante te lo advertimos. Atente a las consecuencias.
-Amante -la voz le vibraba.
No movía un músculo solo hablaba
-Dime amada -yo temblaba. Dios la perdí.
- Dile al hombre que lo respeto y al amigo que lo quiero, que se vayan al río y tu quédate conmigo y ámame como sabes amar.
Siento húmedo y calientes mis ojos mis lagrimas queman. Es de esperar: salen del horno del corazón ; y los veo partir despechados. La abrazo, huelo su cabello que aún conserva el fuerte olor a azucena, ondulados, negro azabache y con adoración los beso.
De inmediato reacciona, busca mis labios y nos decimos todo lo que había que decir en ese abrazo y en ese largo beso. Estaba sobre mi y con mucho cuidado para no romper el beso ni el encanto la voltee y la ttreo. Sus labios succionan mi cuello …mi pecho.
Amada, vamos al río, tenemos que lavarnos. Te vas a quemar y te necesito bella y sana. Se deja vestir con el bañador y aun tambaleante en las orillas del río a la sombra del gigante árbol de grandes raíces, se hinca, el agua llega escasamente a su cintura, se deja lavar cada pedacito de su cuerpo con el agua que entibio en mi boca. El cielo se despejo y la luna plateo con su fulgor, las copas de los arboles y el cuerpo de Aby brillan con gotitas de agua y el reflejo de la luna que atrapan. Esta hermosa. Siento ruido, la estampo en el fuerte tronco y el árbol cómplice bajo su rama para que nadie más viera el cuerpo de mi amada.
Asi permanecemos abrazados absorbiendo la fortaleza que gentilmente nos brinda el noble arbol. Estaba enfriando y el batió su rama la tomé en brazos y la llevo a mi tienda y veo a las tres muchachas.
-¡Sigue mala Abigail a! – preocupadas y alarmadas se acercan - ¡No debieron tomar tanto! Ella no está acostumbrada. ¿te ayudamos?
-¡No tranquilas! - conteste - . Jajajaja Jajajaja solo esta borracha y ¿ustedes que hacen por aquí?
-La Verdad Alejandro -contesto Lorena, la chica rubia y bella se 5to B- nos estamos escondiendo, llegaron los mariscales borrachos, drogados y están acosando a todas, me molestan, la estamos pasando mal, Berenice y Amalia me acompañan.
¿Y tu carpa? -Pregunte-
-En todo el frente a las fogatas - se reian-
-Aja. -Las mire-. Quédense en la tienda de Abigail, yo me quedo con ella en mi carpa y como es más grande si quiere una de uds. venga con nosotros. Ella solo va a dormir esta muy borracha.
Y Abro la tienda de Abigail con el reflector del celular entre y agarre su mochila y las invite a entrar.
-Es temprano, pero algún problema estamos aquí al lado. Solo hala este hilo y vendré. Esta equipado con hornilla, luz y agua. También hay frazada
-¡ahhh! -se reia Amaría- gracias Alejandro te debemos una y con sus mochilas entraron.
Entre, tiene frío, la abrigo con la frazada. Me quite el calzón mojado y me halo. Me dejé llevar y nos encontramos otra vez desnudos. Estaba muy oscuro.
-No estoy borracha – me informo acostada - y no te hagas el tímido que yo se tus andanzas. Eres mi amante. Ámame.
Si un amante tiene que hacer algo es hacer que la pareja se sienta confiada y obedecer. Se lo que quería y era justo lo que le iba a dar. Bese su frente, sus ojos sus pómulos, mi lengua escondidas en los labios esperaban la oportunidad de romper barrera y penetrar, no había ninguna prisa y ávida continuo su recorrido por los oídos, respire en ellos antes de besarlos profundamente y mis manos obedientes amasaron los senos inmensos y suaves. Y su cintura se removía inquieta suplicando el alivio de la caricia y baje mis manos por el vientre plano. Control, pleno control, solo amar y disfrutar cada una de las reacciones a las sensaciones de mis actos. No sucumbo, hasta el momento en que se que esta lista, que gime por mutuo alivio. Cegado la pasión arrastra y solo ella es mi ancla en el tumulto y me aferro como a un puerto seguro sostengo y soy sostenido y cuando pasa la vorágine me doy cuenta que somos uno. Un par. Un par de amantes temblorosos y felices amándonos.
Y así nos quedamos. El hombre y el amigo entraron.
-Duerme – ordenaron
Pero no la solté, cubrí nuestros cuerpos y posesivo la abrace.
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