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SEÑORITA TENTACIÓN.

Una Familia.

(Leo)

Aquí estoy de nuevo, viviendo el dolor de la perdida por segunda vez...

Es en estas situaciones, cuando podemos darnos cuenta de que el dinero, no lo es todo en la vida.

De que sirve tenerlo en abundancia, cuando no se puede comprar unos cuantos días más de vida, para alguien que amas o comprar tiempo para disfrutar mas de su presencia a nuestro lado, cuando esta persona solo está esperando el día, en el que dejará de respirar...

Y estoy perdiendo por segunda vez a una Madre...

Es cierto que soy muy joven, tengo 24 años y muchos pudieran decir que soy afortunado; pues herede una inmensa fortuna al morir mi Madre Lucianna Lombardo, una fortuna que puedo manejar a mi antojo, desde que cumplí la mayoría de edad.

Pero de que me sirve tener tanto dinero; de que me sirve ser accionista de un corporativo multimillonario, que es el más importante fabricante y exportador de vinos de Italia; de que me sirve, tener el 35% de las acciones en la empresa naviera de mi Padre, la mas grande de Europa y América.

Tener todo eso y más, no sirve de nada, Yo daría cada una de mis pertenencias, si con eso pudiera lograr que Anna, la mujer que es como mi segunda Madre, se sanara del cáncer que padece.

Me duele mucho ver a Anna sufrir, pues la amo, tambien me duele mucho por Matt, quien es mi mejor amigo y hermano, y me duele mucho por Mi traviesa, la niña de mis ojos, la persona más preciosa que puede existir y la persona por la que yo daría la vida misma.

¡¡Me duele mucho por mi pequeña Bri!!

Ver a mi mejor amigo Matías con tanta tristeza e impotencia es difícil, pero aún así, estoy aquí con Él, tratando de que esta situación tan difícil, no nos quite la paz y el amor que nos une.

Porque a pesar de todo, estamos unidos, ante una lucha perdida, pues hemos perdimos la batalla contra una maldita enfermedad, que no le deseo a nadie.

Pero aunque nos sentimos derrotados, seguimos juntos como la familia que somos...

Si, Anna, Matías, Brianna y Yo, somos una familia y éramos muy felices hasta que el cáncer llegó a robarnos la tranquilidad.

Quiero pensar, que aún podemos hacer algo para que Anna mejore y por eso le digo a Matt.

—¿Y si cambiamos a Anna de Hospital Matías?, Quizá logremos que mejore, podemos traer al mejor especialista oncológo del mundo, paguemos lo que pida, pero que venga a atender a Anna.—Le digo tratando de retener una esperanza.

—Mira Leonardo, ya hemos oído muchas veces, que no hay nada que hacer, este es el mejor hospital del pais, le has pagado todo el tratamiento a mi Madre, y sé que no ha sido poco; pero no sé trata de dinero, el cáncer ya invadió todo el cuerpo de Mamá, ya no hay nada que hacer, solamente esperar a que llegue el fin.

Yo, jamas podre dejar de agradecerte por todo lo que haces, Leonardo gracias por estar con nosotros.

Gracias hermano.

Ahora me voy, nos vemos en casa mas tarde.—Son las palabras de Matt, mi mejor amigo, quien se está despidiendo de mi, pues va para el hospital a ver a su Madre; que esta en la fase terminal de cáncer de pulmón.

El, es como un hermano para mí.

Está sufriendo y Yo también, me duele en el alma.

Ellos se convirtieron en mi familia, en la familia que necesitaba, cuando más solo me encontré, ellos aparecieron en mi vida y llenaron de color mis días grises.

Los conozco desde hace 10 años cuando, Matias y Yo, teníamos 14.

Yo venía de Italia, con el corazón destrozado, había muerto mi Madre Lucianna, la persona que hasta ese entonces era la más importante para mí; su extraña y repentina muerte, nos dejó a todos partidos en mil pedazos.

Yo, amaba a mi Madre como a nadie en el mundo, y su muerte me dejó vacío y sumergido en un abismo de dolor.

Mi Padre buscó una ruta de escape, y decidió venirse a New York.

Tratando de comenzar una nueva vida ingresé a la escuela, un prestigioso colegio de gente adinerada, ¿y a donde más podría ir?, si Papá es el dueño de la naviera más importante de EE.UU y Europa, tiene tantos barcos de carga y de turismo, que ha acaparado todo el mercado.

Después que mi Madre murió, Papá y Yo, nos dimos cuenta de que, se nos fue, la felicidad de nuestras vidas.

"A nosotros no nos faltaba nada, nada más que la felicidad."

Papá es un buen tipo y amaba a mi madre, pero la soledad se apoderó de Él y el desespero lo hizo tomar malas decisiones.

Y la peor de sus decisiones fue, casarse de nuevo.

Se caso con la mujer, que había sido su secretaria por muchos años.

Ella es una mujer ambiciosa, egoísta, cruel y calculadora, se llama Aura, y junto a sus dos hijos Melvin y Marlon, me hacían la vida imposible, tanto que yo deseaba morir, pues sin Mamá y con la falta de atención de mi Padre, me quedé viviendo en la oscuridad.

Pero, Bendita vida y bendita decisión que yo mismo tome, decidí ir al colegio más alejado de la ciudad, pues Papá me dio a escoger el colegio al que quería ir, allí a pesar de que solo iban hijos de millonarios, también estaban becados algunos que otros alumnos y uno de ellos es mi Mejor amigo Matías, que recibió una beca por tener altas calificaciones.

Desde el primer día, nos hicimos amigos, él me dio la bienvenida y en el receso estuvo a mi lado, después del colegio me invito a su casa jugar videojuegos y alli conocí a Anna su madre, quien me invito a la más deliciosa comida, y también allí conocí a la criatura más hermosa que jamás había visto, una preciosa y diminuta personita llamada Brianna, que en esa época solamente tenía 4 años y era la más adorable criatura, jamás vi algo tan bello como ese pedacito de gente y le digo así por que en ese momento era pequeña.

Brianna la niña más extrovertida, carismática inteligente y divertida, se convirtió junto a su Madre y su hermano en el arcoiris que lleno de colores mi vida oscura.

Después de ese primer día, ya han pasado 10 años.

La Familia De la Torre se convirtió en mi familia, 10 años en los que he vivido con ellos.

Al principio solo me quedaba unos dos o tres días a la semana en casa de Matt, pero después de unos meses me quedé prácticamente a vivir, ya no iba a la casa de mi Padre, ni siquiera en fin de semana y tal parecía que a Papá no le importaba, ya ni siquiera lo veía y para mí era lo mejor, porque el infierno que viví, a causa de Aura y sus hijos, no quería volverlo a vivir.

Cuando por algún motivo, yo necesitaba de Papá o él quería decirme algo, era a través de Lorenzo, el hombre que trabajo con Mamá y que se vino a EE. UU. junto a nosotros.

Cuando cumplí 18 años y pude hacer adquisición de todos los vienes que Mamá me dejó, compre una lujosa casa, muy grande y hermosa y se la regale a Anna, me costó mucho trabajo convencerla de que la aceptara; pero al final la convencí diciéndole que yo tenía demasiado dinero y que si ella me quería como a un hijo, y yo como si fuera mi segunda madre, debía hacerlo.

Así es como Anna, Matías, Bri y Yo vivimos en la misma casa desde hace 6 años.

Ahora, voy de vez en cuando a visitar a Papá, aunque sus hijastros son unos patanes sin sentimientos y su mujer la más detestable persona que conozco, ya estoy grande y ya no se pueden meter conmigo, pues los ignoro por completo.

No entiendo como un hombre como mi Padre, se convirtió en un títere en las manos de Aura y sus demonios.

Papá es bueno, recuerdo que al enterarse de que compre una casa y la puse a nombre de Anna, me dijo que era una buena decisión, pues Anna y a sus hijos eran la familia que el no pudo darme y que si yo estaba feliz con esa familia, Él estaría siempre tranquilo.

Comprar una casa, en la zona más exclusiva de New York, fue una muy buena inversión, pues Anna, Matt y Bri, merecen lo mejor; Mamá me dejó una cuantiosa fortuna, que aunque viviera 1000 años no se acabaría, aún viviendo sin trabajar.

Sin embargo, trabajo, pues me gusta hacerlo, Matías y Yo lo hacemos juntos, yo invierto dinero, pero la inteligencia de Matias y su amor a lo que hace, junto a nuestra disciplina, nos están llevando al Éxito.

Tenemos una empresa de ensamblaje de barcos y venta de repuestos para barcos y aviones.

Los dos estudiamos ingeniería industrial y aeronautica, nos convertimos en apasionados amantes de los motores, los creamos y los vendemos.

El éxito está alcanzándonos, sé que yo no necesitó dinero, lo tengo todo; pero para Matías y para mi, es importante el trabajo.

Matías es un genio en la creación de motores y lo mejor es que le apasiona hacerlos...

Brianna, mi bella Brianna; Ella es lo mas hermoso del universo.

Ahora sus bellos ojos, no tienen la misma chispa de alegría, a causa de la enfermedad que padece su Madre, y eso me duele, jamás vi a Bri tan triste como ahora.

Recuerdo que hasta hace unos años, siempre quería ir con Matt y conmigo a a donde nosotros fueramos y por mí siempre me la llevaba, pero Matías siempre decía que no.

Brianna que ahora tiene 14 años, sigue siendo adorable y más extrovertida, tiene los ojos más preciosos que jamás he visto; pero ella ahora vive en otro mundo, junto a sus amigos y junto a su dis que novio un adolescente de 16 años que no la deja ni a sol ni a sombra.

La verdad no sé por qué carajos me molesta tanto; pero aunque me moleste no puedo interferir en las decisiones de Bri, aunque yo vivo más cerca de ellos como familia; que de mi propia familia, no tengo derecho de decirle que me molesta el tal Jonh, Ella sabe lo que quiere y lo que hace, además no conozco persona más inteligente que ella, sé que sabe como cuidarse.

Lo que si quisiera es quitarle esa tristeza de sus bellos ojos, ojalá pudiera...

Yo haría todo porque mi hermano Matt y Brianna, no estuvieran pasando por esta situación.

Yo ya viví una perdida y es un dolor indescriptible.

Daría todo cuanto tengo por quitarle ese dolor a Bri y a mi mejor amigo, y más aún daría todo lo que tengo por devolverle la Salud a la mujer que me abrazo cuando necesite el abrazo de una madre, pero no puedo hacer nada.

No puedo hacer nada por Anna.

Ella, que no me conocía y sin saber quien era me dejó entrar en su hogar, me dio las sonrisas y el amor, que mi supuesta familia me negó.

Anna, Matías y mi Adorada Bri no merecen lo que está pasando; sin embargo, la vida es así...y debemos ser valientes.

Promesa

(Leo)

Antes de irme a casa, decido pasar a saludar a mi Padre.

Llego, y como siempre los buenos para nada, hijos de Aura, están como holgazanes en la piscina, junto a varias mujeres, Yo la verdad no entiendo como mi Padre, llego a permitir este tipo de conducta.

No es que no tengan derecho a divertirse, claro que lo tienen, como todo el mundo, pero ellos no hacen nada en lo absoluto, son hombres mayores que yo y se la pasan de bar en bar, y cuando están en la casa, no hacen nada más que hacer bulto, no tienen oficio ni beneficio.

Pero bien, es la vida de Papá, y Él es un hombre lo suficientemente coherente, para darse cuenta de la conducta de sus hijastros.

Entro a la casa y Papá está en su despacho.

—Hola Papá.—Lo saludo y veo en sus ojos la alegría al verme.

—Hijo mío que alegría verte.

por fin te acordaste de pasar a ver a este viejo, que cada vez te extraña más.—Me dice dándome un caluroso abrazo.

—Papá Tú sabes donde encontrarme, puedes ir Tú a buscarme, y no digas que eres un viejo, que tener 60 años no es ser viejo, además ya quisiera yo verme así cuando tenga tú edad.—Le digo para animarlo.

—Leonardo Hijo, gracias por animarme, tús palabras son importantes para mí. —Me dice poniendo su mano sobre mi hombro y nos sentamos a platicar anemamente por varios minutos, hasta que Aura ingresa sin previo aviso.

—Leonardo querido, es raro verte por aquí, parece que te olvidaste de tú verdadera familia y te has dedicado a sacar de la miseria a gente muerta de hambre, que no tiene nada que ver contigo.

Me entere que la tal Anna esta enferma, por lo menos, cuando se muera sera una menos.—Me dice y solo oírla es detestable y me enfurece.

—Mira Aura, jamás me olvido de mi Familia, y por eso estoy aquí visitando a mi Padre, Él es mi única familia en esta casa; pues ni tú y tus holgazanes hijos son algo mío.—Le digo furioso, mientras Papá se queda callado.

—Deberias dar gracias por tener hermanos y porque la vida te premió con dos Madres, pues aunque no lo reconozcas soy tu madre.—Me dice.

— Por fortuna, tú no eres nada mío y mucho menos tus hijos, eres una escoria...

Y si tienes razón en algo debo estar agradecido con la vida, por qué me dio a una verdadera familia y me aman como yo a ellos y si tienes razón en algo, debo estar agradecido por haber tenido la bendición de tener dos Madres, Lucianna y Anna.

Tenerlas a ellas es una Bendición, si Anna de la Torre. Ella es la segunda Madre que la vida me dio; me voy Papá, aquí cada vez, es más insoportable estar.—Le digo a mi Padre que como siempre guarda silencio.

—Jajajajajajajaja, que te aman, que te aman, hay pobre inocente, Leonardo esa familia ama tú dinero, querido, aman tus millones.—dice carcajeándose.

—Crees, que toda la gente tiene el alma tan negra como Tú, estás podrida por dentro. —Le digo dando la vuelta.

—Respétame Leonardo...—Me grita furiosa.

—Mi respeto se lo doy a quien se lo merece, pues el respeto se gana, y tú jamás lo tendrás.

Nos vemos otro día Papá.—Digo saliendo del despacho.

Y yo sigo en mi mismo pensamiento, esta mujer tiene adormecido a mi Padre y espero que algún día pueda abrir los ojos.

Salgo directo a mi casa, a mi refugio, a mi hogar, ese que encontré hace 10 años, cuando la vida, se apiadó de mí, dándome la oportunidad de conocer a Matt.

Cuando compre esta casa me aseguré que fuera lo suficientemente grande y cómoda para que cada quien tuviera su espacio, es una preciosa casa con 6 habitaciones completas y una amplia y elegante terraza hubicadas en el segundo nivel; en la parte baja está el salón, 2 estudios, el comedor y la enorme cocina; que es donde más hemos disfrutado a Anna.

Yo tengo mi espacio, que son mi habitación y mi estudio, Matías también tiene su propio estudio, y aunque siempre me he sentido como parte de la Familia siempre nos respetamos y damos la privacidad que cada quien necesita.

Cuando la compre y la puse a nombre de Anna, le pedí a Ella y a Matt, que nunca le dijeren a Brianna que yo se las había regalado, pues mi deseo es que Mi Pequeña traviesa, jamás se sienta en la obligación de tener que agradecerme por algo.

Llego a mi hogar, entro pensando que no hay nadie, más me doy cuenta que Brianna está en casa.

Ella viene bajando por las escaleras y su hermoso rostro está triste, y me duele, me duele el alma verla así.

—Leo, te estaba esperando.—Me dice mientras se lanza en mis brazos.

—Que Pasa Bri y esas lágrimas. Sabes que odio verte llorar.—Le digo quitando las lágrimas con mis dedos.

—Llamó Matt y dice que Mamá quiere vernos, Él piensa que se está despidiendo, me dice que debo prepararme; pero no quiero, no quiero. Leo por favor, has algo, por favor.—Me dice con sus hermosos ojos de esmeraldas fijos en mí.

—Mi niña, sabes que daría mi vida por no verte así; si con mi vida te devolviera a tu Madre y así no verte llorar, yo la diera, pero no puedo.

Ven vámonos, tenemos que Ver a tu Mamá, ¡sabes yo hubiera dado todo por ver sonreír a mi Madre solo una vez más! ahora quiero ver sonreír a Anna.

Sabes que ella sonríe al verte, tú eres la razón de su sonrisa, eres su sol, y debes ser fuerte por ella, sabes justo tenía tú edad cuando mi Madre murió.

Mamá no estaba enferma, ese dia se levantó muy temprano y se fue a la empresa con Papá, 2 horas después un empleado, llegó a buscarme al colegio y me dio la noticia.

Mi Madre jamás había padecido de nada, hacía deporte y comía saludable y eso no impidió que le diera un paro cardíaco fulminante.

Yo, hubiera querido decirle cuanto la amaba y no tuve esa oportunidad.

Tú la tienes preciosa, vamos al hospital y quiero que le digas a Anna cuanto la amas, quiero que le digas, que serás fuerte por ella, quiero que le digas que estás segura que desde el cielo te cuidara y que jamás la vas a olvidar...

Vamos Bri, y por favor tienes que saber que yo siempre estaré contigo... es una promesa.

Un triste atardecer.

(Leo)

El camino al hospital, se me hace difícil.

Brianna, va en total silencio, sin decir ni una sola palabra, de sus ojos salen lágrimas sin cesar y eso me causa una impotencia desmedida.

Se lo duro que es esto, sé que no hay un algo para remediar la situación, pero estoy aquí, y siempre lo estaré.

Llegamos... Matías viene directo a abrazarnos, después de eso le dice a Brianna, que debe ser fuerte.

Anna quiere verla.

La pequeña traviesa, pasa a la habitación y yo me quedo con mi mejor amigo.

—Se lo duro que es esto, pero debes ser fuerte por tu Madre y por Bri.—Le digo poniendo mi mano en su hombro, mientras el asiente.

Después de varios minutos, Bri abre la puerta y nos llama.

Al entrar veo a la Mujer que por 10 años me trato como a uno más de sus hijos, al vernos sus ojos se iluminan, ella extiende su mano y me dice.

—Te quiero mucho Leo, y sé que no tengo necesidad de pedirte que te quedes con mis hijos, pues estoy segura de que lo harás.

Podríamos pensar, que estar juntos es casualidad; pero yo estoy segura que ya estabas destinado para nosotros.

Jamás, pensé conocer a alguien como tú, eres noble, es bueno, tu corazón es inmenso y agradezco a Dios por mandarte a nuestras vidas ¡¡cuida de Bri!!—Fueron las ultimas palabras que me dice la mujer que se a convertido en mi segunda Madre.

—Te quiero Anna y te querré por siempre, y debes saber que yo estoy más que agradecido por haberte conocido, gracias por amarme, como si fuera tu hijo, y no te preocupes, yo siempre estaré con ellos, yo siempre cuidare de Bri. Descansa Anna, descansa. —Le digo a Anna y es como si eso estaba esperando, la vimos suspirar y expirar su aliento de vida.

Ese fue el más triste atardecer.

Anna murio...

Me encargué de todos los trámites, le pedí a Matias se quedara con Bri todo el tiempo, pues se que es estar solo en ese momento, aunque no quieres hablar, se que hace bien sentir a alguien serca.

Es duro ver a mi Bri y a Matias así de tristes.

Al siguiente dia, nos despedimos de ella en un funeral, donde dejamos su cuerpo; Anna descansa para siempre.

Las siguientes semanas fueron muy duras, Matías y Yo tratamos de volver a la normalidad, y aunque el dolor no se acaba, sabemos que debemos seguir por qué eso quería ella.

Yo sé que Anna no era mi Madre, pero es igual difícil para mí.

El tiempo sigue pasando y tal parece, que las cosas se van acomodando aún más.

Ya van 7 meses de la muerte de Anna, Matías y Yo estamos más sumergidos en el trabajo, nos hemos esforzado mas que nunca y también estamos pendiente, de la traviesa.

Brianna, está aprendiendo a sobrellevar las cosas, sus amigos vienen a verla a casa, hacen sus tareas y disfrutan de la piscina.

Ella, es muy madura e inteligente y sé, que hace un esfuerzo por volver a la normalidad, aunque los primeros meses fueron muy difíciles, veo que se está adaptando.

Yo espero que lo logre pronto.

Pues aunque nos duela, la vida debe continuar y eso es justo lo que le dijeron a Matías.

El recibió hace unos días a una trabajadora social, que le hizo una evaluación Psicológica a Él y a Brianna, además vino a visitarnos, pues quería conocer la casa y como vive la traviesa, también nos dijeron que habían investigado a Matías y a Mí, y que estaban seguros de que Brianna estará bien con nosotros, que cada 3 meses evaluarán a Bri, pues desean que su vida sea normal.

Ademas que la traviesa, estudie en la mejor escuela de New York, ayuda bastante, fue así como le dieron la tutela legal de Brianna a mi amigo.

Hablando de Traviesas y ella que corre...con un papel en la mano.

—Matt, necesito que firmes este permiso.—Matías se queda viéndola, pues se le ve emocionada y sonriente.

—Y para que es ese permiso que al pareser te emociona mucho.— le dice El.

Yo solo observo pues, se que no debo meterme.

—En mi clase iremos a un campamento a la orilla de un lago, nos iremos el día sábado por la mañana y regresamos el domingo en la tarde.—Le dice Feliz.

—Bri mira, no estoy seguro de que debas ir, Tu nunca has dormido fuera de casa. —Le dice mi amigo.

—Yo estoy de acuerdo con Matt, Tú no debes ir.— le digo espontáneamente, ella me voltea a ver, seria con sus manos cruzadas, como niña berrinchuda.

–Tú... no te metas, además todos mis compañeros van a ir, y no sería justo que yo no vaya, porque ustedes dos piensen como abuelos del siglo 19.—dice enojada, y yo me quedo en silencio.

—Mira Bri, yo lo que quiero es que estés bien. —Le dice Matt.

—Yo igual.—Le digo.

—Ya te dije que tú no te metas Leo, entiendes o eres retrasado.—Me grita.

—¿Me acabas de llamar retrasado?—le pregunto haciéndome el enojado aunque la verdad, esta niña lo que me da es risa.

—No te llame retrasado, te pregunte si lo eras, pues tal parece que no entiendes que no debes meterte y si te quieres meter, hazlo pero ayúdame a mí y no solo a Matt.—me dice enojada.

Yo trato de no reírme, es mejor que de nuevo me quede cayado.

Observo a Matt, realmente deseo que no firme, pero sé que si no lo hace esta niña, hará el berrinche que jamás la he visto hacer.

Así que, solo aguardo por saber cual es la decisión de Matt.

—Bueno hagamos algo, voy a firmar; pero nos mandarás la ubicación del lugar, y llegaremos a verte el sábado en la noche.

—Si, llegaremos—Le digo.

Ella me voltea y me vuelve a gritar.

—Te lo voy a volver a repetir, No te metas, porqué no me ayudas.

Tú no me apoyas a mí, solo lo haces con Matías y no es justo.

Y tú firma el permiso, esta bien te voy a mandar la ubicación, pero si me avergüenzas delante de mis amigos, no te lo voy a perdonar nunca.—Dice extendiendo la hoja del permiso, con cara enojada.

Matt, firmo el permiso y sé que fue difícil para Él.

Pero, lo que no comprendo, es por qué es tan difícil para mí.

No quiero que duerma fuera de casa, no quiero que le pase algo malo.

Bri es una niña, es buena, es inocente, y aunque yo siempre me he dado a la tarea de estar pendiente de ella y sé quienes son sus amigos y el dis que novio, me preocupa que duerma fuera de casa.

Solo espero que ella siempre esté bien, por qué solo de imaginar que pueda ocurrir algo me desespero...

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