______ AVISO. Esta novela tiene un poco de violencia, odio y venganza. Si no le gusta este tipo de temática lee bajo aviso. Gracias____
...ΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩ...
— que se vaya a la hoguera por usar brujería. No merece vivir si es una bruja.
Habló aquel hombre sentado en el trono del Rey. Uno joven, apuesto y sobretodo malvado.
Una mujer rubia lo miraba. Estaba arrodillada, golpeada y maltratada. Su mirada llena de confusión y dolor al ver que su propio esposo la mando a ejecutar frente a sus ministros.
— ¿Por qué?— preguntó ella. Con dolor.
— ¿Por qué?... Ha, Elaisa. Usaste brujería frente de mí. Y te preguntas el porqué hago esto.
— ¡La usé para salvar tú vida!... ¡Ese asesino iba tras de tí y lo detuve porque te amaba!...— rompe en llanto— no quería que te lastimaran...
El suelo donde estaba ella, poco a poco se congelaba. Las lagrimas de Elaisa se convertían en cristales de hielo. Los presentes se asustan al ver esta magia tan sobrenatural. Algo que en este mundo no está acostumbrado a presenciar, la magia. Cualquiera que tuviera o usará algo así, se le consideraba pagano o de brujería.
Frente de ella, ese hombre se arrodilló, tomó la barbilla y le levantó la cara.
— jamás te pedí que hicieras tal cosa. Pero pude descubrir que tengo a una maldita bruja como esposa.
Elaisa deja caer su cabeza. Su corazón por un momento dejó de latir por el gran dolor que estaba sintiendo. La persona que una vez amó, no le importó nada enviarla a la hoguera.
Horas después. La mujer estaba rodeado de madera, atada de manos y pies. Ya no tenía una pizca de vida en sus ojos. Estaba prácticamente muerta en vida.
«era una reina amada por su pueblo. Y he aquí. Siendo repudiada por el mismo por proteger a alguien que no lo merecía. Use mi magia para proteger a Andrés de un asesino... Y fue mi mayor error... »
— ¡Muerte a la reina de hielo!
— ¡Maten a la bruja!
«mi magia no hería a nadie al menos que yo quisiera, pero no me gustaba causarle daño a los demás. La mantuve oculta para protegerme de la sociedad, ya que sabía que si mostraba mi verdadero ser no iban a aceptarme. Y pude comprobar que era verdad»
Un hombre cualquiera llevaban entre su mano una antorcha encendida. La lanza a los pies de Elaisa y los trozos de madera comienza a arder de una forma uniforme y rápida.
Desde una posición alta, Andrés ve a su esposa ser consumida por las llamas del fuego abrazador. Él no sentía ni una pizca de dolor o de remordimiento. Al contrario, sentía que se había quitado un peso de encima.
Una mujer albina abraza por detrás al rey.
— mi Lord... ¿Se siente triste?
— ja. Por alguien como Elaisa, nunca... Pero— se voltea y besa suavemente a esa doncella— por tí movería cielo y tierra si algo te llegará a ocurrir. Susana.
Los últimos momentos de Elaisa eran dolorosos, entre el sentimental y lo físico. Y todo por amar a la persona equivocada. Pero no, su corazón por un momento latía con fuerza aún agonizando, y solo por el sentimiento del odio y la venganza.
«si no hubiera sacado mi magia para proteger a Andrés, si lo hubiera dejado que lo asesinaran. ¿Todo esto sería diferente?... Pues claro, por ley yo sería la encargada del reino, no sería acusada de brujería y no estuviera aquí. En este mundo donde el poder es considerada peligrosa, yo aprendí en secreto como usarla. De libros antiguos que relataban su existencia y que en la actualidad es tratada como fantasía. No, yo le haré saber que es muy poderosa»
— bien. Si quieren que sea su reina del hielo, lo seré...— susurró para ella misma antes que las llamas la consumieran por completo.
Una hora después, cuando el fuego se había extinguido, dieron por hecho que la reina Elaisa había muerto. Andrés ríe, al fin se había deshecho de su patética esposa. Lo que no sabe es que su mundo se acabará ahí o mejor dicho en el pasado.
_____________
Una criada abre las cortinas de una habitación muy refinada. Los rayos del sol entra alumbrando una parte del lugar, específicamente en la cama. Una mujer rubia, hermosa y elegante, abre sus ojos al sentir la calidez tocar su rostro.
— buenos días, su alteza.
Esa criada ofrece su saludo con su habitual tono de seriedad.
Estupefacta, la rubia se levanta hasta quedar sentada. Veía su alrededor con gran detalle.
— ¿En qué fecha estamos?
La criada se sorprende un poco, pero se retiene y le responde la pregunta con detalle
—19 de mayo, del año 1409, su alteza.
—...
«lo... Lo logré. pude devolver el tiempo. No fue lo que planeé con exactitud pero devolví el tiempo una semana antes de salvar a Andrés»
Ríe despacio, como si estuviera conteniendo las ganas de hacerlo más fuerte. A esto, la criada le pregunta algo preocupada.
— ¿Se siente bien, su alteza?
— mejor que nunca...
«esta vez. No salvaré a Andrés. Con su muerte, puedo tener a cargo el reino. No sería cruelmente quemada. Con la diferencia que volveré mi sentimiento frío, mi amor por él fue mi mayor debilidad, ahora no siento nada»
— Nina. Prepara mi baño. Échale esencias de rosa y no la calientes.
— pero su alteza... Podría darle un resfriado por la baja temperatura.
— no te preocupes... Solo no quiero sentir lo caliente del agua.
Dándole una reverencia. Nina se va a cumplir lo pedido. Mientras que Elaisa queda aún en su cama. Pensando todo, desde que conoció a Andrés hasta el momento en que murió.
Tras luego de despertar. Elaisa tiene los recuerdos que vivió con su esposo en un tiempo fuera de éste en el baño.
« conocí a Andrés cuando era muy joven. Una adolescente enamorada al verlo la primera vez. Nuestra familia era muy unida por el hecho del estatus que cargaba mi padre. Y nuestro matrimonio fue arreglado por ese simple hecho, sin embargo, yo ya le había tomado mucho aprecio y con el paso del tiempo, mientras más periodo la pasaba a su lado, más lo amaba y quería...»
Apretado la mano, Elaisa se levanta de la tina. Su vista estaba sin alguna emoción.
— ahora lo quiero ahorcar con mis propias manos. Pero...
« alguien más lo hará por mí y no seré culpada de nada está vez»
— Nina. Entra.
La criada que esperaba afuera, entra de inmediato.
— ¿Me mandó a llamar, su alteza?
— si, por favor, prepara mi atuendo, pienso ver a su majestad el rey.
«no me gustaría pedir el divorcio. Sería una mala reputación para mí familia y solo recibiría un título mediocre, no merezco menos luego de haber pasado por tanto dolor»
— ¿Quiere que le avisé de su visita?— preguntó Nina, a la vez que terminaba de arreglar a la rubia.
— no. No hará falta.
Llegando a la oficina. Sin tocar o anunciarse. Elaisa entra a la habitación del rey.
— Elaisa... ¿Que haces aquí?
— su alteza. Sólo vengo a decirle que tomaré mi puesto en el trono más enserio. Quiero trabajar en él ya que formo parte de la corona.
Asombrado, Andrés se pone serio y pregunta.
— ¿Por qué el repentino interés?... Antes preferías que yo tuviera todo en orden. Además...
«no llamó por mi nombre como de costumbre»
— solo quiero ser parte de mi propio reino. Y...— Con una sonrisa, Elaisa dice.— puedo ser tu remplazo si algo llega a pasarte. Si te enfermas yo podía tomar tu lugar para ayudarte.
Viendo dudoso. Andre acepta al pensarlo más. Sin embargo, le inquieta un poco al ver a su esposa más diferente.
— está bien. Le diré a Cristopher que te oriente. Elaisa. Una cosa más. No estaré en el palacio hoy. Vendré mañana, así que no me esperes.
Elaisa le da la espalda y se marcha, pero antes, le dice a su alteza lo siguiente.
— no se preocupe. Estaré tan ocupada que no me habré dado cuenta que te fuiste.
Andrés frunce el ceño. Le molesta esta indiferencia de su esposa, cuando recuerda que ella era una dulce mujer que lo quería mucho.
— Elaisa... ¿Que te pasa?... Esta actuando fríamente conmigo...— levantadose. Andrés camina hasta ella e intenta abrazarla.
— lo siento. Ahora no me siento bien...— apartándose, la rubia le da la espalda nuevamente.
«tengo náuseas de verte y oírte ahora que vivir una pesadilla por ti»
La reina siguió sus pasos y salió de la habitación. Pero Andrés se queda pensativo, tal vez, Elaisa descubrió algo de él y que por eso está molesta. Asi que va tras de ella para hablar.
Elaisa caminaba en el pasillo. Para ella, ver nuevamente al hombre que la mando a ejecutar, le causaba repulsión. No obstante, está vez no intervendrá en salvarle la vida y estará preparada para lo que sea.
— su alteza...— susurro la voz dulce de una mujer detrás de Elaisa.
Ella se volteó y vio a una hermosa doncella albina sonreírle.
— lady Susana.
— su alteza. Es un placer volverla a ver.
«esta mujer. Había escuchado rumores sobre que Andrés tenía una amante, una muy hermosa, con cabellos blancos y ojos azules. No quería creerlo en aquel tiempo por lo enamorada que estaba. Pero ahora...»
— ¿Puedo acompañarla?... Me agrada mucho hablar con usted. Y-...
— no. Ahora quiero desayunar a sola y de una manera tranquila.
Dándole la espalda, Elaisa sigue su camino. Es cuando la albina la detiene tomando su mano.
— por favor. Se nota que está molesta, déjeme ayudarla a calmar su humor. Somos amigas ¿No?
Susana se queda inmóvil al ver el rostro de frío de Elaisa.
— ¿Te atreves a tocar a la reina deliberadamente?
— yo... Yo-...
Lady Susana comienza a llorar sin hacerle hecho algo. Es cuando una voz masculina llama a la lejanía.
— ¡Susana!
Era Andrés. Como cuál héroe llega a salvar a la víctima.
— Elaisa. ¿Que crees haces?
— su alteza...— Susana se arroga a los brazos del rey cuál confianza tenían ya que el la abraza sin dudar—... Yo solo quería acompañar a la reina... Pero ella me rechazó cruelmente.
Molesto, Andrés le reclama a Elaisa.
— no entiendo que te ocurre hoy. Pero no tienes que pagar tus molestias con los demás.
— estas equivocado, Andrés. Yo solo quería paz y soledad, pero tú amante es la del problema.
El rey mira muy sorprendido.
— ¿Amante?... Elaisa, eso no es-...
Dejándole con la palabra en la boca. Elaisa sigue su camino.
«aún teniéndola en tus brazos ibas a negarme que ella era tú amante... Ya no espero el día que te vea en agonía»
Tras pasar varios días. Elaisa la mayor parte del tiempo se la pasaba en la oficina. Andrés ni siquiera fue a disculparse o a tratar de remediar lo que Elaisa entendió con Susana. Pero mejor para ella, ya que así no tiene molestias a su alrededor.
Desde que despertó, tuvo una decisión firmemente. No intervenir en el asesinato de su esposo.
«la razón del porque no intervendré contra el asesinato de Andrés es porque pienso culpar al sicario. Recuerdo perfectamente la hora y el lugar. Solamente tengo que dejarlo atrapado con un poco de magia sin que me vean. Ese hombre únicamente aparecerá hoy, a las 8 de la noche, ya que no lo he visto por ningún lado en los últimos días»
Tocando la puerta. Se anuncia un hombre con la voz pasible.
— disculpe, su alteza. Le he traído los documentos del canciller.
— ha, Cristopher, te lo agradezco. ¿Ha habido algún problema con lo que ya envié?
— para nada, su alteza. El canciller está maravillado con su trabajo. Dice que se le entiende mejor que al mismo rey...— sorprendiendo por el comentario, Cristopher se tapa la boca— lo siento... He dicho algo contra su alteza, pido disculpas.
Elaisa solo ríe. Cristopher era un joven hombre muy atento que prefería la compañía de la reina aunque trabajará por igual con el rey.
— no te preocupes, has dicho la verdad. Antes no podía ver quién era realmente por el amor que sentía por él. Por eso preferí concentrarme en mi deber de soberana...
El joven rubio sonríe. Y termina de comentar.
— la dejaré para que siga. No dude en llamarme si necesita algo. Su alteza.
— está bien. Espero no haberte molestado mucho. Eres el asistente del rey y no quisiera que te regañaran por mi culpa.
— es un placer ayudarla primero, su alteza. Si me disculpa.
— adelante. Puedes retirarte.
Elaisa saca un suspiro, pero luego una sonrisa. Todo le estaba yendo de maravilla.
«colocar a los aliados del rey a mi lado sería lo más conveniente a la hora de tomar el trono. Al saber que tengo lo necesario para gobernar no habrá problema en el momento de que me lo den»
Mirando el reloj. Susurra la hora.
— 4:59 pm... Faltan tres horas para el suceso.
Alguien entra a la oficina de Elaisa sin anunciarse. Ella piensa que era Cristopher.
— oh, Cristopher... ¿Que se te ha...— mira a Andrés con un gesto muy serio— quedado... Su alteza. Que sorpresa tenerlo aquí.
— has estado muy distante últimamente. Ya no duermes o comes conmigo... ¿Que pasa, Elaisa?... ¿Que fue lo que te hice para merecer esta distancia?... Si fue por lo de Susana te pido disculpas, déjame explicarte lo que realmente es.
Elaisa tenía la mirada sumamente sin emoción. El ambiente se había vuelto frío. Andrés no sé explicaba de donde venía esa temperatura tan baja. Aún así, presta atención a lo que dice la reina.
— está bien, Andrés... Aceptaré tus disculpas— fingió una sonrisa—... Si quieres hablar sobre eso podría ser cuando estemos cenando, los dos juntos.
Suspirando de alivió. Andrés saca una pequeña risa.
— me alegra saber que aún me quieres. Te esperaré en la cena entonces.
Al irse. Elaisa comenta igual de entusiasmada.
— sí. Yo también lo esperaré... Ya que será la última vez que nos veamos.
Aunque Elaisa seguía con su plan, aún sentía ese dolor que en aquel tiempo Andrés causó.
«no habrá disculpa que valga todo el daño que me hiciste. Yo te salvé esa vez y me pagaste acusándome de ser una bruja. Esta vez no seré ciega en el amor y ya no pienso caer en ese sentimiento manipulable»
__________
El sonar del reloj anunciar las 8:00, en el comedor esperaba el rey por la llegada de su esposa. Elaisa llega y en ese momento Andrés saca una sonrisa de satisfacción, y con un solo pensamiento, ayuda a la reina a tomar asiento.
«te necesito a mi lado, te quiero a mi lado. Sólo por el hecho de que me eres muy útil, Elaisa. Antes, con solo tu estatus y presencia me daba toda las ventajas y ahora más que está ayudandome en el trono»
— te ves más hermosa está noche...
— quise arreglarme solo para tí. En esta noche, arreglaremos nuestras indiferencia... ¿No?
Y mientras que servían la cena. Elaisa no dejaban de ver el reloj, pero deja de hacerlo cuando escucha al rey comentar lo siguiente.
— Elaisa, hay algo que me gustaría confesarte...
«sé lo que me vas a pedir»
— como vamos a arreglar los problemas que tenemos. Quisiera formar ya una familia contigo.
Andrés tomaba la mano de ella lentamente. Elaisa la primera vez que escuchó eso, se emocionó de tal manera que juró cumplir esa promesa, sin saber que después de eso, Andrés demostraría su verdadero ser.
Ahora, ella siente una pulsada en su corazón. No sabía lo que era, si más dolor o tristeza. Cuál sea la razón ella le responde.
— Andrés yo...— el rey la observaba con atención, a la vez que bebía su vino.
Inesperadamente, el rey comienza a toser de una manera desesperante luego de haber bebido la copa. Elaisa observaba con asombro. Jamás esperó este tipo de reacción.
«¿Que está pasando?... Esto no debería estar sucediendo»
Levantándose de su asiento, Elaisa disimula pedir a ayudar para el rey. He ahí donde se da cuenta de lo que pasó. Al ver detalladamente la copa nota una sustancia en polvo muy pequeña pero alarmante.
— es... Veneno. Había veneno en la copa de Andrés.
Los guardias llegaron rápidamente. El rey no dejaba de toser y lo que escupía era algo más rojo que el vino, era sangre. Su piel se volvió pálida y ya no podía respirar. Lo que sea que haya bebido, está causando la muerte de Andrés.
— Ela... Isa... Ayuda... Me...
Aquellas palabras de súplica le causaron varias emociones a Elaisa. Como a la vez que estaba confundida de este suceso.
« esto no debía pasar. En mi primera línea del tiempo, Andrés fue casi atacado por un sirviente que intento asesinarlo por la espalda en este mismo lugar. Yo evité protegiéndolo con mi magia... Pero esta vez, es diferente...»
— ¡Por favor!... ¡Ayuden a mi esposo, se está muriendo!— gritó aquella rubia en desesperación. Pero por dentro, disfrutaba de la agonía de su esposo.
Los minutos de desesperación era muy sofocante para Andrés, había mucha conmoción alrededor. Pero Elaisa abraza su cuerpo en los últimos momentos de él, aprovecha para susurrarle al oído.
— esto te lo mereces por ser un maldito... Andrés.
El rey con su vista perdida piensa que fue su esposa que causó ésto, lo que no entiende el porqué, aún así, Andrés no podía hablar por los efectos del veneno.
Segundos después, Andrés deja de respirar. Al fin había llegado el médico, pero muy tarde de darle el antídoto. Tomando el pulso, él declara lo siguiente.
— su alteza, el rey de Atlatia ha muerto.
.
.
.
.
______________ Nota.
👋 hola mis amores. Espero que estén bien. Bueno, como de costumbre me anuncio al final de los tres primeros capítulos para comunicarles que está historia es muy diferente a las que he hecho, es la primera vez que tomo una temática de este estilo, y solo espero que le esté gustando. Si ese es el caso estaré encantada de leer sus comentarios. Muchas gracias por leer 💮
Download MangaToon APP on App Store and Google Play