Me llamo Chiasa, actualmente tengo 25 años, soy médico, me gradué de una prestigiosa universidad de medicina y fui muy bien recomendada pero decidí trabajar en un hospital civil, ya que, por experiencia sé que hay limitaciones en tratamientos de pacientes debido a que estos no pueden costear los gastos, así que yo trato de ayudar con lo que tengo a mi alcance a estas personas para que salgan adelante.

- Alzo el teléfono del consultorio- Habla Chiasa, por favor envié una enfermera a mi consultorio y preparé una cama en el área de observación.

- Disculpe doctora ¿Me quedaré? no creo que haga falta, me duele tantito la pierna con unas pastillas para el dolor estará bien.. ¿No cree?

- Señor, no creo que le duela "tantito" más bien es un "muchísimo", después de todo se fracturó y no guardo el reposo necesario, hubo fiebre y eso indica una posible infección así que hay que tenerlo en observación hasta saber que hay -dije seria pero sutilmente-

- Pero no creo que sea necesario, además.. suena muy costoso yo creo que mejor-

- Usted solo preocupese por su salud que de lo demás yo me encargo

- Doctora.. siempre es buena con nosotros, me siento muy apenado ¡Gracias en verdad! -extiende su mano-

- Sonrió incómodamente- Discúlpeme no acostumbro a saludar de mano, además el dinero son solo números lo que realmente vale es la salud y la vida

- Entra la enfermera- Buenos días, ya está lista la sala

- Me levantó- Bien, aquí está el historial dele al encargado y llevelo a una radiografía después acompañelo a la sala -volteo hacia el señor- lo veré más tarde cuando tenga un diagnóstico, también se avisará a su familia -le sonrio amable-

Y así transcurrió el día, para mí era algo difícil, pues los pacientes acostumbraban a estrechar la mano como despedida y agradecimiento, pero el solo pensar en corresponder por educación a un hombre sin importar edad me hacía acumular un sentimiento de molestia e incomodidad, reflexionar en los burlones y deshonestos que son por naturaleza solo me genera más y más repudio... simplemente no. Solo debo limitarme a pensar el mal con el que llega un ser humano al hospital y buscar alguna solución, nada más.

- Ahh~ por fin terminó el día -al mirar mi reloj veo que son pasadas las 10pm- creo que podría comer en algún restaurante, después de todo no tengo nada en casa, hmm si, será solo algo rápido - llevaba seis años viviendo por mi cuenta y me resultaba difícil cocinar en casa pues no tengo el tiempo para hacerlo-

~Dos horas después~

- Vaya... realmente comí mucho, pero está bien ¡un buen trabajo requiere mucha energía!, está cerca mi departamento así que puedo caminar, sirve que ayudo a la digestión ^^

Mala Idea

A una cuadra antes de llegar a casa me tope a un hombre tirado “tal vez se embriagó y así terminó" pensé pues respiraba visiblemente, seguí caminando pero mi conciencia no me dejaría en paz, regrese.

-Me incline hacia el- ¿Oye te encuentras bien? - no me contestó así que lo tomé de hombros y lo voltee hacia mí- ¡Dios! -llevaba traje y todo estaba cubierto de sangre, lo tomé como pude y lo lleve a rastras a mi departamento-

Lo puse sobre la alfombra - lo siento pero no quiero que toques nada mío - le quite la ropa con un asco inmenso para ver la gravedad de sus heridas pero inexplicablemente solo había una leve cortada en su hombro izquierdo, y... bueno debo admitir que debajo de ese traje se encontraba un sexy hombre de aproximadamente 30 años? con pecho y brazos cubiertos de tatuajes, se ve que se ejercitaba, si.. el parecía alguien a quien podría llevar a la cama, porque aunque odiaba a los hombres también tenía mis necesidades y a veces cuando estoy de humor suelo contratar a hombres atractivos para estar conmigo unas horas, eso sí yo soy la del control me gusta el SM. De pronto el comenzó a reaccionar

- ¿Hola? Mi nombre es Chiasa, soy médico te encontré a la entrada de un callejón y te traje a mi departamento ¿Sabes que te sucedió? ¿Necesitas que llame a la policía o ambulancia?

- Él me miró con sus rasgados ojos azules por un momento antes de responder- No... si te atreves a llamar a alguien te asesinaré - dijo con frialdad y despotismo-

¿Pero que acaba de decir? ¿Es estúpido?

- ¿Sabes que podría haberte dejado ahí imbécil? - me levanté rápidamente - Si no estás herido ¡Lárgate de mi casa! ¡Ya la has contaminado lo suficiente con tu presencia! - dije furiosa -

No me importaba que me diera las gracias ni nada por el estilo pero ya he tenido suficiente con tener que tocarlo y cargarlo a mi casa como para que me hablara de tal manera

- ¡Calma no grites! Diablos - dijo mientras se levantaba- me quedaré esta noche, mañana te lo recompensaré en una buena cantidad

-¿Dejarte pasar aquí la noche? eso es un rotundo NO

- Oh, ¿Serás capaz de echarme a la calle desprotegido esperando a que me ataquen? soy frágil sabes -me sonrió coquetamente-

- Hmph -pense un momento en como odiaba a estos tipos pero era cierto, ya era tarde y era peligroso estar afuera, aunque parecía elegante en ese momento no parecía tener nada y aún quería saber porque su ropa estaba teñida de sangre- Está bien, pero del piso no pasas, dormirás en esa alfombra y no se te ocurra tocar nada

- ¿Y si necesito ir al baño? - me guiñó un ojo-

- Pues sales afuera y buscas dónde -dije molesta-

- Oh belleza no eres nada hospitalaria, si supieras quien soy, me rogarías dejarte vivir, o rogarías por tenerme - se lamió el labio y me lanzó una mirada de deseo-

- ¿Rogar a un hombre? Jamás -dije mirándolo con desprecio- ¿Dejarme vivir? ahora mismo no estás en posición de decidir y estás a mi Merced, ¿Tenerte? si te quisiera te pagaría para estar en mi cama

- Jajaja vaya.. que eres alguien, señorita, y bueno será mejor que duerma me siento cansado y tú debes estarlo más o quieres que nos cansemos más y juntos -echó una mirada a todo mi cuerpo-

- Imbécil - le dije mientras me iba- ¿Quién es este tipo? bueno mañana preguntaré... dijo recompensarme hmm... a juzgar por su atuendo, debe ser esos adefecios que tienen todo sin esforzarse si quiera, son tan repugnantes... tendré que hacer una buena limpieza mañana..

CONTINUARA

Espero que esté capítulo haya sido de su agrado, en está historia habrá escenas +18, SM (sadomasoquismo) romance por supuesto, pero más allá de lo típico y estandar, deseo plasmar a modo de reflexión (con los relatos de su pasado) los sentimientos de inferioridad, arrepentimiento y más cosas por las que todos hemos pasado alguna vez en la vida

Apenas me animé a empezar, espero su opinión y gracias de nuevo por leer!

Me levanté temprano en la mañana, me arreglé, mi cabello es corto así que lo deje suelto, me puse un pantalón holgado formal negro y una blusa gris de tirantes con zapatillas bajas de igual color, algo así de simple me bastaba de igual manera no pretendía gustarle a nadie y mi único atractivo era mi cintura pues era muy pequeña; terminé y salí de mi habitación, ahí se encontraba ese hombre a quién ni si quiera sabía cómo llamar, en mi cocina tranquilamente preparando un desayuno

- ¡Oh belleza! Si que te levantas temprano -Me miró de pies a cabeza y sonrió- debo decir que ese atuendo te queda muy bien... Me preguntó si una bata te haría ver más sexy -murmuró-

- ¿Porqué no te has ido? ¿Porqué te atreves a tocar las cosas de otros? Maldito mal educado - le dije cruzada de brazos y con el ceño fruncido - Lo que es más, ¿Porqué estabas tirado en aquél callejón y tu ropa estaba llena de sangre?

- Que linda, no pensé que te molestaría que te cocinará como agradecimiento -me sonrió de una manera tan asquerosamente dulce- y bueno, para las otras preguntas, con saber quién soy entenderás

- ¿Quién eres?

- Hmm primero desayuna, ¿Trabajas todo el día verdad? - se acercó hacia mi y me ofreció el plato de comida- ¿Que te parece si--

Fácilmente tiré con mi mano el plato que me ofrecía, cayó y se rompió, no me importaba, no comería algo hecho por alguien más.

De pronto el me tomó bruscamente de mi brazo y me tiró de espalda sobre la mesa que se encontraba detrás de él, se puso sobre mi y tomo mi cuello con fuerza impidiendo que respirara

- No seas tan engreída conmigo, belleza, como puedes ver no soy para nada tolerante aunque intenté ser un caballero contigo, dime, acaso ¿Quieres recibir una buena educación? soy experto en ello - Apretó más mi cuello y con su otra mano tomó mi pierna y la alzó hacia el- ¿Querías saber sobre mí verdad? - se acercó a mi oído - me llamo Alí yo.. sha.. na.. ku

Mis ojos se abrieron como reloj, entonces lo entendí, ese apellido del que todos temen hasta decirlo, conocido en todos lados y temido por todos ¡Es la banda de crimen organizado más grande! y por si fuera poco, Alí... Alí Yoshanaku éste hombre era aquel misterioso líder Yakuza, que al subir como tal conquistó grandes territorios, financia grandes industrias en diferentes campos y tiene máxima influencia en la política, nadie gobierna sin su aprobación, es el más sínico y despiadado que pueda haber, todos lo respetan ¡¿A quién demonios vine a conocer?!

Él soltó mi cuello y tomo mis brazos y se colocó entre mis piernas dejándome sin movimiento alguno y al tratar de recuperar aliento el se apresuró a besarme, ¿Un beso? y yo sin poder hacer nada en cuanto a fuerza, me tenía a su merced, pero aún así no me daría por vencida

Mordí su labio inferior con todas mis fuerzas hasta que sentí su sangre recorrer mi mentón y cuello, finalmente el me soltó y me alejé rápidamente de él

- Hmm vaya que asco, a nadie dejo que me toqué mucho menos que me besé, no permitiré que alguien tan bajo como tú lo vuelva a hacer -Dije mirándolo algo nerviosa- Me da igual quién seas, no me postraré ante nadie

- Hmm realmente me tienes - dijo lamiendo su sangre- mis hombres me esperan, esto será todo por ahora -se aproximó a la puerta- que tengas un buen día belleza - me sonrió-

Reuní todo el valor que encontré en mí y me acerqué a él y tomé su mandíbula entre mi mano y lo acerqué a mi, me sorprendió el hecho de que fuera más alto que yo, -Escucha bien porquería, eso será todo, no habrá más, me tiene sin cuidado lo que puedas llegar a ocasionarme, ten por seguro que no me dejaré intimidar - lo solté bruscamente y me volví a alejar-

Me vió un momento con los ojos bien abiertos y rápidamente volvió en si para dedicarme una leve y burlona sonrisa

- Ya veremos belleza -salió de mi departamento-

- Ahh~ eso fue realmente algo peligroso - me tumbé al suelo- me pudo haber asesinado en un chasquido, morir hmm... ¿Sería una desgracia si muero? -miré al techo- no... más bien un alivio, me otorgaría libertad

~NARRA ALÍ YOSHANAKU~

Al salir de ese departamento bajé a dónde mis hombres se encontraban y subí al auto, puedo decir que me sentía tan feliz de que un grupo de rebeldes me traicionaran, después de todo y debido a ello pude conocer a esa mujer tan peculiar, tal bella como un campo de flores en primavera pero tan violenta como animal salvaje o un erizo..

- Investiguen a la médico llamada Chiasa que vive en esos departamentos

- Si Señor

Me fijo en la ventana y me viene la imagen de aquella mujer, quién visiblemente temblaba y estaba horrorizada cuando la sometí y dije quien era, pero que aún así busco la manera para liberarse e insultarme, es que pareciera que no le importó quién soy, simplemente siguió como un gato callejero a la defensiva... Como un gato callejero que se encuentra siempre a la defensiva por haber sufrido tanto maltrato...

Ella desde el primer instante estuvo en contra mía, con esos ojos de desprecio, pero no parecía que fuera hacia mí en particular, sino más bien... ¿En contra del hombre en general? ¿A caso serán ideas mías?... Pero... Si fuera así, ¿Porqué ese rencor?... Hmm no había sentido tanta intriga como ahora

- Quiero toda la información que haya sobre ella, incluyendo la más insignificante, no pasen nada por alto, y -pensé un segundo- quiero saber cómo ha sido su relación con los hombres

- Si señor

- ¿Qué sucedió con los rebeldes?

- Los capturamos y ahora mismo se encuentran encadenados en el patio, expuestos totalmente y sin comer ni beber como a usted le gusta señor

- Bien, me siento de buen humor hoy, con todas las energías para castigar a unos cuantos perros que no saben obedecer a su amo, los educaré como debió ser, por el resto del día- y tú belleza también serás educada por mi a mi manera - preparen sus ataúdes y reúne a todo el clan

- Señor, ¿Se deshará de ellos?

- Debo hacerlo, en mi familia no permito la traición y ellos se arriesgaron a hacerlo

- Señor entonces lo enterrará en el cemen-

- No, de su paradero se encargarán ustedes, ese cementerio es solo para aquellos que como familia murieron por un bien común, el poder, por su honor, y éstos pequeños inmaduros quisieron morder de la mano que los alimentaba y eso no se puede, ni si quiera pensaron bien con quién atentaron...

~Alí Yoshanaku como líder Yakuza llama familia a todo su clan, a sus seguidores pues considera que la familia es un lazo profundo dónde debe existir lealtad y honor, cualquiera que atente o haga algo deshonesto a espalda de los Yakuza se considera traición y son castigados con azotes, extremidades cortadas o un "castigo" digno y conforme a la gravedad de la traición~

CONTINUARA

Transcurrió una semana desde ese desagradable encuentro, mi trabajo ha ido bien, lo mismo de siempre: horas extras y personas con enfermedades serías que son incapaces de pagar un buen tratamiento, gracias al cielo creé una fundación para tantos casos, eso me tranquiliza mucho.

- Ahh~ me siento tan cansada

Comencé a caminar hacia un restaurante de comida rápida para comprar una buena y económica cena, de pronto, antes de cruzar hacia otra calle, un carro negro frenó frente a mi, bajando la ventana trasera polarizada y descubriendo a aquél hombre, con lentes oscuros y un cigarro en mano

- Sube al auto belleza -dijo en todo frío y serio-

- ¡Ja! mira quién es, aquél hombre inútil incapaz de cuidarse bien, sin duda no subiré -le dije decidida-

Fue entonces que me mostró un arma 22lr demasiado atemorizante con solo enseñarla, y él la portaba con tal naturalidad como si de un juguete se tratara

- Entra ya belleza, te llevaré a cenar

Sínico estúpido, pensé, jamás había visto un arma y el que él líder de la pandilla criminal más grande y poderosa, me lo mostrará me ponía en una situación preocupante sin duda, aún así no me dejaré atemorizar, no debe ser así

- t-tu que acostumbras a hacerlo todo a la fuerza, el que me muestres un arma no significa nada para mí, ¡dispara! no me asusta en absoluto -dije sonriendo tratando de ocultar mi cuerpo tembloroso- jamás subiré a ese maldito carro junto a ti... escoria

Sentía como mi cuerpo temblaba lo único firme era mi voz y eso me bastaba, no cedería por nada

Él me sonrió y eso me hizo saber que algo malo se avecinaba

- Hmm~ tienes razón, hago todo a la fuerza, eso es lo mío -dijo bajándose del coche- ya que eres tan valiente, déjame complacerte -me apuntó con el arma y sentí sus ojos mirarme tan filosos capaces de cortarme-

Escuché un sonido ensordecedor, sentí una punzada en mi brazo izquierdo, aturdida decidí mirar, me había disparado y la sangre recorría sin parar mi brazo y caía gota a gota sobre el piso, eso hizo estremecer todo mi cuerpo, mis piernas temblaron tanto que caí sentada al suelo, lo único que se pudo venir a mi mente fue que traía una blusa blanca y que sería difícil eliminar toda la mancha de sangre

- Hmmm parece que la cena no será posible - se paró frente a mi- realmente desearía que pudieras ver tu rostro en este momento, es tan hermoso, tan excitante -mordió sus labios-

Tiró su cigarro y agarró bruscamente mi cabello llevándome a rastras al carro, jaja... realmente me hizo subir que hombre tan capaz, le indicó al chófer que bajara y cuando lo hizo, Alí se balanceo sobre mí y juntó sus labios con los míos e introdujo su lengua con tal ferocidad como si tratara de descubrir que hay más allá, desabrochó mi pantalón e introdujo sin dudar sus dedos en mi intimidad, provocando un gemido en mi -maldito- le dije y los volvió a introducir más profundo aún, ver la sangre manchar todo mi cuerpo le hizo excitar aún más y mordió mi cuello con fuerza mientras introducía un dedo más, bajo mis pantalones y mordió mi pierna, se acercó a mi para hundir su boca en mi intimidad cuando de un golpe por mi rodilla sobre su cara logré apartarlo, -como si te fuera a dejar hacerlo estúpido- pensé

- Bien, bien, hasta aquí entonces -dijo poniéndome de nuevo mis pantalones e indicando al chófer subir-

Encendió otro cigarro e indicó al chófer ir a su casa, y más que casa era una enorme mansión, al bajar del coche intente darle un golpe bajo para poder huir pero el predijo el movimiento y me alzó en brazos y me llevó adentro, todos lo saludaban con respeto, tanto como si se tratara de un Dios, trataron mi herida y la vendaron

Me llevó a un gran comedor en dónde se encontraba un gran banquete, el se sentó a la cabeza y yo a su derecha, los que servían la mesa mantenían su cabeza abajo ante la presencia de aquél hombre

Era la primera vez que sentía tanto odio, tanto miedo pero tanta incertidumbre hacia un hombre

- Siento lo de el brazo, pero realmente quería ver qué expresión hacías, ahora come -me acercó un gran plato de comida- espero que esta vez no lo tires

- ¿Qué quieres conmigo?

- Me gustaría hacer muchas cosas contigo -se quedó pensando un segundo y se dibujo una sonrisa en su rostro- pero justo ahora solo quiero cenar contigo, así que come

- A pesar de que te has tomado la molestia de traerme hasta aquí, se me quita el apetito al pensar en comer todo esto tan delicioso, en presencia de alguien tan repugnante como tú

- Hmm vaya, no comprendo tal hostilidad hacia mi, será a caso ¿Qué te recuerde a algún mal hombre? -apoyo su brazo sobre la mesa y me sonrió- ¿Quizás alguno de tantos hombres que tu madre prefería en vez de a ti? ¿Esos por los que te desprecio y fue negligente contigo toda la vida? cuántos podrían ser... ¿32?

Me levanté abruptamente, maldito, me investigó, ¿Hasta que punto? ¿Hasta que profundidad?

- Ohh~ no me digas, será tal vez... ese hombre Hirui -sentí mi corazón detenerse, ese nombre- Hirui.. ¿verdad? la relación amorosa más duradera que tuviste también la primera, seis años son algo sin duda, dime ¿A caso te recuerdo a él? -me miró satisfecho ante mi frustración- Aunque, bueno... yo jamás habría dejado ir a tal belleza como tú, Chiasa, vaya tonto, tanto tiempo por nada, tanto esfuerzo y dedicación de parte tuya por nada, y mira que al final el idiota vino a mo-

Antes de darme cuenta le había abofeteado con tal fuerza que sentía mi mano arder, casi podía escuchar el latido de mi corazón, realmente estaba furiosa

- ¡Cállate! ¡No te atrevas si quiera a mencionarlo no debes! ¡¿Quien te da el derecho de indagar en mi vida?! ¡No comprendes, nadie lo hace! -no pude contener las lágrimas- Maldito estúpido, tu-

- Se levantó y me tomó de hombros, y me miró de manera afligida

- Oye.. Cálmate.. mírame, lo siento mucho, lo que todos dicen no es lo que verdaderamente sucedió ¿Verdad? sé que hay algo más y también sé, que tu no tienes la culpa de nada

¿Qué estaba diciendo? Éste hombre trataba de quitar la condena a la que me habían sometido, ¿Porqué? me sentía tan bloqueada, tan confusa, tan desprotegida, solo por mencionar a Hirui, ese nombre que resonaba en mi alma como miles de espinas

- Llévame a casa -le dije con la mirada vacía- te exijo que me lleves, porquería

- Escúchame -levantó mi rostro dulcemente entre sus manos- no soy tan cruel como todos me pintan, conóceme y déjame conocerte, por nosotros mismos, a palabras de nadie, solo... déjame sanar tus heridas -me abrazó-

Después de éstos años en los que me valí por mi misma, enfrentándome a todos, apareció finalmente alguien para tomar el control de todo a la fuerza, obligándome a verlo, a considerarlo

- Esta noche te quedarás aquí, mañana empezaremos de nuevo ¿Bien?

Odio tanto a los hombres, odio tanto a todos, ¿Desde cuándo empezó a ser así? Solo ésta vez.. solo hoy quiero fingir que el pasado desapareció, deseo que me cuiden solo un momento

- Bien

CONTINUARA