Era una tarde lluviosa en la que Alice Smith estaba tratando de resolver un problema legal dentro de la empresa de su familia, estaba tensa por el asunto pero también estaba estresada por que tenía que llegar a casa ya que su abuelo Jeff Smith le había pedido de favor que llegase puntual ya que tenían que tratar un asunto importante, Alice estaba debatiendo con los socios sobre las acciones de la empresa Alice trataba de contener el gran problema pero la reunión se tuvo que posponer ya que no se resolvía nada y solo se estaba postergando más el problema al salir de la sala de juntas se dirigió a su oficina, vió la hora en su reloj e hizo una mueca de asombró y se apresuró a tomar sus cosas para salir de las empresas Smith, llegó al estacionamiento para tomar su coche un Audi A5 sportback dejó su bolsa y portafolio en el asiento trasero después se dirigió al asiento del conductor y se marchó a toda prisa cómo tenía que manejar por largo rato encendio el estereo y empezo a sonar la canción de Midnight train de Sam S. Manejando entre el tráfico pesado de la ciudad de Seattle logró llegar a la mansión.
Estaciono su coche en el hermoso jardín frente a la mansión lleno de árboles y flores dónde solía correr y jugar cuándo era una niña, se dió cuenta que había dos autos que nunca había visto en la mansión se preguntaba si todo estaba bien adentro con su abuelo pero al querer bajarse del coche se dió cuenta que cómo había salido a prisa en la mañana no traía su paraguas, no tuvo más remedio que bajar del coche y entrar a toda prisa a la casa tratando de evitar la lluvía pero esto fue casi imposible.
Al entrar al recibidor Georgine el ama de llaves que le había abierto la puerta rápidamente le dijo mientras recibía sus cosas.
–Alice, mi niña estás empapada vamos sube a cambiarte tú abuelo te espera en el salón.
–Gracias Georgine subire rápido para secarme y vestirme.
Alice dió la vuelta y avanzó a toda prisa tropezando al momento con el torso duro y fornido de un hombre, su aroma varonil invadió sus fosas nasales y al levantar la mirada no podía creer lo que sus ojos veían, era Edward Sackler que la veía de una manera fulminante estaba furioso por la intromisión de esta chica tan distraída.
–Pero que carajos te pasa? Le preguntó Edward a Alice. –¿Por qué no pones atención a lo que haces? La reprendió…
Alice sumergida en sus pensamientos sólo parpadea pero no responde
Edward es alto mide cómo 1.92 de cabello negro y ojos color cafe, es moreno claro y muy fornido su alimentacion al igual que el es impecable no tolera ni una sola arruga sobre su ropa es de temperamento fuerte, soberbio y arrogante.
–Acaso no sabes cómo hablar? Por qué sigues sin responder.
De repente una voz la hizo salir de sus pensamientos.
–Pero qué sucede aquí, Edward? Los sorprendió Susanne.
Jeff y Mark caminaron hacía el recibidor al escuchar el escándalo. Jeff se colocó enseguida de Alice tomándola por la espalda para presentarla, –Ella es Alice mi preciosa nieta. Ellos son Mark, Susanne y Edward Sackler. Dijo Jeff presentandoles a su nieta.
–Mucho gusto Alice eres una chica encantadora, mencionó Mark.
–Eres bellísima Alice, de muy buenos genes debo admitirlo. Tú y mi hijo Edward van a procrear lindos bebés.
El ambiente se puso aún más tenso con éste comentario. De pronto habló Edward con su fría y rasposa voz. –¿Es en serio padre? Pretendes que me case con ella? Por favor no sabe ni hablar! Se le dibujó una sonrisa sarcástica en la cara.
Mark volteó a ver a su hijo con una mirada profunda en señal de desaprobación –Ya basta Edward.
Jeff con la mirada entrecerrada veía las acciones de Edward, lo cuál no le pareció en lo más mínimo que se expresara de esa forma de su hermosa nieta. –Hija, porque no vas a secarte y vestirte para la ocasión, te esperaremos en el salón.
Alice sin saber qué sucedía estaba atónita por toda esta situación y veía a su abuelo con sus grandes ojos color azúl buscando respuestas en la mirada de su abuelo.
–Vamos Alice tenemos que terminar con ésto cuánto antes, suplico su abuelo.
Alice seguía sin comprender qué sucedía pero aún así se dirigió a su habitación cómo su abuelo le ordenó, cuándo pasó frente a Edward le dirigió una mirada cargada de molestia e ironía. –Por supuesto que sé y puedo hablar, no soy tonta cómo tú lo piensas. Sin más que decir Alice se dirigió a su habitación.
Jeff y Mark regresaron de inmediato al salón, Susanne se le acercó a su hijo Edward susurrándole una advertencia por su insolencia. –Más te vale que te comportes cómo el adulto responsable que eres y no eches ésto a perder ya que es importante para la empresa pero sobre todo para la familia Sackler, de esté matrimonio dependen muchas cosas Edward.
Edward que estaba furioso con todo lo que a pasa solamente asintió entrecerrando los ojos para dirigirse al sillón dónde estaba sentado.
Al entrar a su habitación se encontró con un hermoso vestido acomodado en su cama junto con un par de zapatos y joyería a juego que combinaban perfecto Alice solo lograba maldecir en su cabeza pensando que carajos estaban pasando y que era todo esto. Tratando de hacer que el tiempo pase tomó un baño rápido para vestirse y dirigirse hacia el salón dónde ya la esperaban.
Al bajar las escaleras Georgine le indico a Alice que se apresurara. –Vamos Alice, tu abuelo está impaciente ya tienen rato esperando por ti.
Alice reviró los ojos y sin poder hacer más tuvo que entrar al salón.
NARRA EDWARD...
Mi mañana había sido tan tranquila dentro de lo que cabe, estaba lleno de trabajo cómo todos los lunes, pero era la forma en la que me sentía ocupado y hasta cierto punto relajado pues no había nada mejor para mí que estar encerrado en mi oficina con mi cabeza e ideas hundidas en montones de documentos importantes para la empresa que pronto mi padre dejaría a mi total cuidado, estoy inmerso en mis pensamientos cuándo suena mi teléfono celular, respondí de una forma serena al ver qué era mi padre quién llamaba.
–Padre, ¡buen día! ¿En qué puedo ayudarte tan temprano?
–Edward, necesito que dejes todo lo que estás haciendo para después y te presentes en la mansión de inmediato. Mark colgó el teléfono tan rápido cómo terminó de hablar sin darle posibilidad a su hijo siquiera de preguntar que pasaba o recibir alguna explicación.
Edward salió de su oficina para dirigirse a la mansión de sus padres, Leila la asistente de Edward al ver que se marchaba se levantó inmediatamente de su asiento para preguntar por los pendientes, –Leila, reagenda todas mis citas por favor me surgió un imprevisto en la mansión.
–Claro, señor Sackler le informo más tarde de sus citas.
Edward, arrogante cómo siempre se dirigía al ascensor sin decir más ni voltear hacía atrás cuándo observa que se abren las puertas y del ascensor sale Rebecca Thompson la recién prometida de Edward una chica con cabello rubio y ojos claros, vestida de una manera sensual pero muy elegante su perfume inundaba todo el ascensor de una forma embriagante, una mujer habilidosa pero fría y calculadora a la vez, que estaba dispuesta a conseguir lo que quisiera con sólo un chasquido de dedos y que aún no podía creer que había conseguido atrapar entre sus garras a uno de los hombres más ricos de Seattle.
–Rebecca, ¿qué haces aquí? Dijo Edward al verla.
–Vaya Edward ni parece que te da gusto verme, vengo por ti para que vayamos a almorzar y podamos planear una visita con tus padres para decirles de nuestro compromiso.
–Lo siento Rebecca pero hoy no puede ser, algo pasó en la mansión y necesito hablar con mis padres.
–Ah ps te acompaño y sirve que hablamos con ellos de una vez, dijo con una sonrisa macabra dibujada en su rostro porque sabía que aquello no sería del agrado de los padres de Edward.
–Dije que ahora no. Respondió Edward seca y cortantemente
–Te acompañare a tú coche y nos veremos en la noche, yo te llamare.
Rebecca para nada estaba contenta con las respuestas de su prometido ya que ella pretendía confrontar a sus futuros suegros con su compromiso con su hijo. Pero sin quedarle más que hacer se tuvo que marchar.
NARRA EDWARD...
Me apresuro a subirme a mi coche un Maybach clase S, procedo a conducir lo más rápido que puedo ya que está lloviendo a cántaros para poder llegar a la mansión.
Al llegar mis padres me esperan en el salón de la mansión y al verlos no me gusta su semblante, –Que está sucediendo?. Preguntó sin rodeos.
Mi padre me toma del hombro y me indica que me siente él empieza la charla diciendo que ya es hora de que tome las riendas de la empresa pero que tmb debo casarme para poder sentar cabeza y formar mi propia familia, le respondo –No necesito tener un matrimonio para poderme hacer cargo de la empresa. Pero si te quieres sentir tranquilo padre te aviso que estoy comprometido hace un par de días.
–¿Comprometido Edward?? Soltando una sonrisa maliciosa
–Así es padre.
–Y con quién según tú te has comprometido?
–Con Rebecca Thompson
Mark y Susanne se buscan con la mirada y empiezan a reírse burlonamente. –Edward, cielo ese no puede ser un compromiso real, dijo su madre.
–Por supuesto que no. Grita Mark intentando disimular su enojo.
–Esa mujer es una oportunista, una arribista que no te dejará nada bueno, es más no te va a dejar nada ni a ti ni a nosotros, así que lo mejor es que te olvides de ese absurdo compromiso.
–Lo siento padre pero no puedes decirme qué hacer, soy un adulto y las decisiones sobre mi vida personal las tomo yo. Edward estaba dispuesto a marcharse de la mansión cuándo la voz furiosa de su padre resonó en sus oídos.
–Si no haces lo que te digo no te encargas de la empresa y por el contrario tu hermano Alexander se encargará de todo.
Edward no podía creer lo que sus oídos escuchaban así que camino de vuelta al salón para enfrentar a su padre. –¿Qué es lo que acabas de decir? Le respondió de forma retadora.
Mark estaba cansado de lidiar con su hijo cerrado y testarudo. –Justamente lo que acabas de escuchar, vas a tomar a la nieta de la familia Smith cómo esposa para lograr beneficiar a la familia y sobre todo las empresas Sackler, dijo Mark serenamente.
Edward no sabía cómo reaccionar ante los mandatos de su padre, no comprendía qué era lo que tenía de especial esa chica a la que ni siquiera conocía, cómo podría tomarla por esposa sin siquiera conocerla.
–Edward, pensé que eras más sensato y que pensabas sólo en el bienestar de los Sackler y el preservar y hacer nuestra fortuna pero veo que me estoy equivocado, no te educamos de esa manera. Se te educó para que vieras por el bienestar del apellido Sackler como primer objetivo aunque eso significara que tendrías que hacer grandes sacrificios por el apellido inclusive si se trata de tu propia felicidad que siendo honestos no tendrás con esa mujer.
Edward estaba completamente atónito ante las palabras de su padre cuándo éste le dio severo ultimátum.
–Tu compromiso a sido arreglado para está misma tarde, con la nieta de Jeff te deje la dirección y los detalles con tu asistente.
–No entiendo padre cuál es el motivo de está falsa alianza, no es necesario y yo puedo tomar el control de mi vida.
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