Me robaron.
Tantos años en los que perdí mi juventud, todo lo que trabajé, todo lo que sufrí, todas esas cosas que me llevarían a cumplir mi sueño de pequeña, con lo que podría enorgullecer a mis padres... me lo habían quitado así sin más.
Mi corazón aún no podía asimilarlo, seguía latiendo pero con un inmenso dolor que me hacía sentir como si una parte de mi hubiese muerto.
El rostro del CEO siempre quedará en mi mente por dos momentos claves en los que marcó mi vuda: el primer día que llegué y me hizo vivir, y ahora el último día en el que me había sentenciado a morir.
6 años de mi vida, ¡6 malditos años en los que me dedique en cuerpo y alma para debutar. 6 años en los que no vi a mi familia por dejarme consumir en mis ansias de alcanzar mi sueño.
Y lo que más me daba rabia era que estaba tan cerca. Lo sé porque íbamos quedando menos chicas desde que llegué; de 12 pasamos a ser 9, y de 9 pasamos a ser 5 integrantes en tan solo un pestañeo.
La emoción surgió cuando el CEO se reunió conmigo y con mis otras compañeras comunicándonos que era hora de prepararnos para lo que habíamos estado trabajando por tantos años.
Esa fue la llama que encendió la chispa, emocionada pensé que lo había logrado.
Pero celebré antes de tiempo.
—Quedas expulsada de esta empresa, Mia. —Me recalcó el CEO de GY Entertaiment en un tono frívolo.—Nunca vas a debutar, al menos no bajo el nombre de esta empresa...
No me dejó hablarle, no me permitió explicarle o defenderme. Me corrió sin más de su oficina directo a ordenar mis cosas.
—¿Por qué lloras, Mia? —Escuché una voz que estaba al acecho de que saliera de esa oficina. —Parece que no recibiste buenas noticias...
No dije nada, solo me sequé las lágrimas antes de levantar mi mirada hacia Jiwoo, una de mis compañeras con las que debutaría. O bueno, iba a debutar.
Sus palabras mostraban una preocupación tan falsa que de inmediato me hizo sospechar.
—¿T-Tú se lo dijiste, verdad? —Pronuncié como pude, todavía tenía un nudo en la garganta.
—¿Qué cosa? ¿Lo que todos sabían? —Dijo Jiwoo con una sonrisa burlona. —¿Qué andas de cariñosita con Hyung-ho?
Ahora escuchar ese nombre me causaba desprecio. El CEO me había dicho que por culpa de nuestra relación tomaba la decisión de expulsarme.
Esa fue una de las reglas al entrar: no relacionarte sentimentalmente con tus compañeros. Nunca pensé que el precio de romper esa regla fuese tan caro. Ahora detestaba una y mil veces haberme enamorado de Hyung-ho, otro trainee de la empresa. Ahora los dos habíamos sido expulsados.
Pero sentía que había algo más. ¿Por qué Jiwoo me había acusado? ¿Y por qué eso la hacía sentir tan aliviada?
—¿Por qué lo hiciste Jiwoo? ¡Éramos amigas, íbamos a debutar juntas! ¡Nos conocemos desde los 15 años, eres como mi hermana! ¿¡Por qué!? —Le grité al borde de las lágrimas. —¡¿A dónde voy a ir?! ¡No conozco a nadie en Seúl! ¿¡Por qué me hiciste eso!?
En medio de ese ataque de histeria Jiwoo si mostró algo de arrepentimiento.
—Lo lamento, Mia. Pero eras tú, o era yo. —Respondió Jiwoo son seriedad. —Y yo también pasé por mucho para debutar, por esa razón entenderás porqué me elegí a mi.
Sentí tanta impotencia, ¿A qué se refería con eso? ¡¿Cómo iba a justificar mi dolor de esa forma?!
—¡Maldita! —La empujé llena de rabia. —¡Ojalá no logren ser exitosas, que los internautas las odien y sepan quien Kim Jiwoo en realidad: una persona cruel!
—¡Ayuda! —Empezó a gritar ella, haciéndose la víctima. —¡Saquenla de aquí, el CEO la expulsó!
Gracias a los gritos miembros del Staff llegaron y me arrastraron hasta sacarme de ahí, tirándome a la calle como basura.
Me iba a vengar. Me iba a vengar de GY Entertaiment, de su CEO, de sus artistas y de toda la gente que me humilló.
Les demostraría que de una forma u otra yo: Sang Mia, iba a debutar y a convertirme en IDOL.
—Aquí está su café, señorita.
Le extendí su pedido a la mujer y ella me pagó como correspondía. A pesar de que lucía contenta trabajar en una cafetería se había vuelto una rutina bastante aburrida para mí.
Hace como un año que me habían expulsado de GY Entertaiment, y se habrán preguntado ¿Qué he hecho en todo este tiempo? Pues tratar de sobrevivir sola en Seúl.
Por nada del mundo quería volver a mi pueblo natal con mis padres y decirles que la razón por la que me habían expulsado de la empresa fue porque su hija se enamoró de otro aprendiz.
Que por cierto se preguntaran, ¿Qué fue de la vida de mi EX novio Hyung-ho?
Pues la verdad cuando me expulsaron de GY quise buscar refugio con él, porque se suponía que había pasado por la misma injusticia que yo. Peeeeero Hyung-ho no se hizo a esperar para sacar los contactos de papi y pagarle al CEO para que volviese a ser admitido.
Lo peor no fue eso, sino que para rematar el golpe se burló de mí. Después de todo lo que pasamos no me escribió más, me bloqueó en redes sociales y me enteré porque una profesora de la agencia de la que terminé en buenos términos me lo dijo.
Y apenas entró se puso a esparcir rumores negativos sobre mi imagen. Me dolió al principio porque pensé que Hyung-ho era un hombre distinto, pero no, confirmé que todos los hombres son igual de idiotas.
—Deme un café extra helado con mucho, mucho, mucho hielo señorita Sang. —Expresó una chica que llegó de sorpresa al café.
Sonreí cuando la vi, luego saludé con la mano a mi única amiga Yeaji Shin.
—Hola Yeaji. —Suspiré con desánimo.
Conocí a Yeaji en GY Entertaiment, las dos habíamos sido Trainees pero Yeaji descubrió en poco tiempo que el mundo del espectáculo no era lo suyo. Era buena bailarina y cantante, pero no le gustaban los escándalos y la falta de privacidad que teníamos siempre, por lo que se retiró pero siempre nos mantuvimos en contacto.
Y gracias a ella es que pude mantenerme en Seúl, pues de no ser por mi estúpido ex si hubiese llegado a mi pueblo con las manos vacías. Ahora vivo en un pequeño departamento donde si acaso alcanzo a ponerme cómoda, pero prefiero eso a estar de arrinconada en un lugar ajeno.
—¿Qué me cuentas? ¿Qué has hecho con tu vida? —Me preguntó Yeaji.
—4500 wones que cuestan tu pedido. —Contesté en broma. —Por favor Yeaji, me lo preguntas como si mi vida fuese muy interesante.
—Pues si, jaja...—Soltó una risilla. —Oye pero ¿Pensaste lo que te dije?
Me puse a pensar en un momento de qué estaba hablando hasta que de repente lo recordé.
Yeaji me había recomendado que estudiará en la universidad, ese podía ser mi único medio que podía asegurarme un futuro.
—Pues la verdad si me estoy inclinando a esa decisión. —Le dije con sinceridad. —La verdad veo cada vez más lejos mi sueño de debutar, amiga.
—Bueno amiga, es una buena decisión pero si de verdad tu sueño es ser IDOL te tengo un chisme buenísimo. —Inquirió Yeaji con emoción.
—¿Qué cosa?
Yeaji sacó su teléfono y me mostró la foto de un hombre.
—Él es un amigo de primo, Yeong Sun, y está buscando a una niñera que cuide de sus hijos. —Me dijo emocionada pero yo seguia sin entender. —¡Mia! ¿No sabes quién es Yeong Sun? ¡Es el presidente de Sun Entertaiment!
Mis ojos se abrieron de la sorpresa, Sun Entertaiment era una empresa de gran renombre, y el estar en un mismo ambiente con su presidente podía facilitarme el hecho de ser trainee y debutar.
—No lo sé, Yeaji... —Respondí con desánimo a pesar de que por dentro me hacía ilusiones.
—Bueno, piénsalo pero rápido, no querrás que otra te quite el puesto. —Yeaji pagó el café y se despidió. —Adiós cariño.
Pensé bien las palabras de Yeaji, era una oportunidad o también una manera de tener más manchada mi reputación. Además de que no tengo experiencia con niños, pasaría más vergüenza.
Me puse a limpiar las mesas de afuera miembros pensaba y lo primero que veo me hirvió la sangre.
..."EL NUEVO GRUPO FEMENINO DE GY ENTERTAIMENT ES TODO UN ÉXITO EN VENTAS DE COREA DEL SUR CON SU PRIMER ÁLBUM DEBUT"...
Abajo del mensaje incluía una foto de las miembros: Yemi, Rina, Liya y la hipócrita de Jiwoo. Yo debería estar en ese anuncio...
Tenía que debutar de algún modo.
Okey Mia, aquí estamos. Tranquila.
Estamos frente a la casa de Yeong Sun, el Presidente de Sun Entertaiment, buscando un puesto de niñera cuando ni siquiera tienes experiencia con niños. Si, todo tranquilo.
Tomé una gran bocanada de aire y caminé hacia la puerta. La casa en verdad era grande y sofisticada, no sé mucho de mansiones, pero para mí esta casa califica como una, además de que queda lejos de mi sitio residencial. No sería malo que si consiguiese el trabajo me aparten una habitación...
¿Pero qué estoy pensando? ¡Eso ya es mucho pedir! Con tal de que me contraten sin experiencia ya tendría que estar agradecida.
Toqué la puerta y esperé a que me abrieran, de repente un olor muy fuerte a perfume llego a mi nariz antes de que una mujer adulta y bien vestida me abriera la puerta, justo parecía ser la dueña del aroma.
—¡Hola, soy...!
—¿Vienes por el puesto de niñera? —Me interrumpió la mujer.
—Pues yo...
—Pasa niña, pasa. Estaremos más cómodas adentro. —La mujer se hizo a un lado para que pudiese pasar, a mí me extraño, pero no me negué.
Cuando pasé me di cuenta de que el interior de la casa le hacía justicia o incluso más a la decoración de afuera, se veía que esta gente tenía dinero.
—¿Si sabes que no te pagaré, verdad? —Soltó la mujer irónicamente justo después de ese pensamiento. —Lamento la frialdad, pero es mejor ahorrarme un problema que me pueda perjudicar luego.
Pues la verdad el dinero no me vendría mal, pero tampoco podía decir que esa era la razón por la que había venido hoy.
—No se preocupe señorita... ¿Quién es usted?
—Oh, está bien. Yo soy Minhee Park, soy la esposa de Yeong Sun. —La señora me invitó a sentarme en el sofá.
Minhee Park, me sonaba ese nombre de algún lado...
—¿Trabaja con su esposo, señora Park? —Cuestioné para saber de donde la reconocía.
—Eh, ¿Mi nombre te suena, verdad? —La señora Minhee sonrió. —Soy empresaria y diseñadora de una de las marcas de perfumes más famosas de Corea.
En eso ya la reconocí, eso explicaba muchas cosas.
—¿Cuál es tu nombre, querida?
—Mia Sang, señora Park. —Me presenté.
—Mucho gusto Mía, tienes un nombre y una voz muy agradable. ¿Piensas quedarte definitivamente? —Yo asentí de buen humor, sobre todo luego de esos halagos que me dio. —Bueno, te voy a explicar las circunstancias a las que nos enfrentamos. La mayoría de niñeras que han venido desertaron por el pago, y esto es por dos razones: la primera es que el tiempo que cuidarás a Yeong Yuna será muy corto, y el segundo es porque desde que tengo memoria he corrido con el gasto de mis hijas, mientras que Yeong Sun lo único que hace es gastar en fiestas y en pésimas decisiones de su empresa. Así que si necesitas dinero, al que se lo tienes que pedir es a él.
Yo escuchaba todo atentamente y por mi cabeza volaban las ideas de lo que podría decirle al señor Yeong Sun.
"No me pague con dinero, págueme integrándome a su empresa y haciéndome debutar"
—Entiendo señora Minhee, fuerte y claro. —Accedí sin problema.
—Me alegra, tal vez con eso se atreva a abrir los ojos, me cansé de pagar todo en esta casa y en mantener a todos los que viven en ella. —Añadió la señora Minhee sacando un cigarrillo de su bolsillo y encendiendolo. —Te apartaré una habitación, tendrás que mudarte ya que necesito de tus servicios las 24 horas del día. Por la comida no te preocupes, de eso se encarga la señora Nemi, ella era la encargada de cuidar a mi pequeña Yuna pero estará ocupada cuidando de mi otra hija. Las reglas que te pongo es que no salgas con Yuna sin compañía, que debes encargarte de que este puntual para ver sus clases de Ballet y piano, y que no le permitas comer tantos dulces.
—Entendido. —Asentí. —Si me permite preguntar, ¿Qué tiene su otra hija?
—Está enferma. —Contestó Minhee de inmediato, como si intentara evadirme. —Es mi hija mayor, Yeong Soreon, ella no necesitaba cuidado hasta que bueno...
—¿Y de qué está enferma? —Pregunté con curiosidad.
En ese momento me dio mío la reacción de la de Minhee fue tan despectiva que me por un instante me arrepentí de haberle preguntado.
—Otra regla que tengo que añadir señorita Mía, no sea tan entrometida. —Me dijo en tono de amenaza. —Tu concéntrate en Yuna, y por tu bien, aléjate de Soreon.
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