Capítulo 1:

La noche había caído sobre la tranquila ciudad de Willowdale. El viento soplaba suavemente a través de las calles desiertas mientras la luna llena arrojaba una luz plateada sobre las antiguas casas de estilo victoriano que bordeaban la calle Maple. En una de esas casas, en el número 44 de Maple Street, se ocultaba un oscuro secreto que pronto sería revelado.El detective David Miller, un hombre de mediana edad con una mirada penetrante y una larga experiencia en el departamento de policía de Willowdale, estaba sentado en su despacho, examinando una serie de informes sobre casos pendientes. Pero una llamada inesperada rompió el silencio de la noche.El teléfono sonó con insistencia, y David lo levantó de su escritorio, respondiendo con una voz firme: "Detective Miller, ¿en qué puedo ayudarte?"Del otro lado de la línea, una voz agitada respondió: "Detective, necesito que venga de inmediato a la mansión Hamilton. Ha ocurrido algo terrible."David sintió un escalofrío recorrer su espalda. La mansión Hamilton era conocida por ser una de las propiedades más antiguas y misteriosas de Willowdale, pero rara vez había motivo para que la policía visitara el lugar. "¿Qué ha sucedido?" preguntó con preocupación."Es mejor que lo vea por sí mismo, detective. Le daré la dirección", respondió la voz del otro lado de la línea.David anotó la dirección y colgó el teléfono. Se puso el abrigo y tomó las llaves de su auto mientras trataba de imaginar qué podría haber ocurrido en la mansión Hamilton.Al llegar a la dirección proporcionada, David quedó impresionado por la majestuosidad de la mansión. Se alzaba imponente, con sus torres góticas y su fachada cubierta de enredaderas. El jardín delantero estaba cuidadosamente arreglado, pero en ese momento, todo parecía sumido en la oscuridad y el silencio.David subió los escalones de la entrada principal y fue recibido por un mayordomo de edad avanzada que lo condujo al interior de la mansión. El mayordomo parecía nervioso, sus manos temblaban mientras sostenía una bandeja de plata con dos copas de brandy."El señor Hamilton está en el desván, detective. Ha sido un espantoso descubrimiento", dijo el mayordomo en voz baja.David asintió y siguió al mayordomo por un intrincado pasillo hasta llegar a una puerta que daba acceso al desván. Al abrir la puerta, una corriente de aire frío y húmedo los envolvió, y David subió lentamente las escaleras de caracol que conducían al oscuro desván.Lo que vio al llegar al desván lo dejó sin aliento. En el centro de la habitación, bajo la tenue luz de una lámpara colgante, yacía el cuerpo sin vida de un hombre. Estaba tendido boca arriba, con una expresión de horror congelada en su rostro pálido.David se acercó con cuidado al cadáver y observó las heridas visibles. Había marcas de contusión en el cuello y signos de lucha en la habitación. Era evidente que el hombre había luchado por su vida antes de ser brutalmente asesinado.El mayordomo se mantuvo a distancia, visiblemente perturbado. "Detective, no sé cómo esto pudo haber sucedido. La mansión estaba cerrada y el señor Hamilton estaba en su estudio todo el día. No escuché nada fuera de lo común."David se puso de pie y miró al mayordomo. "Necesito que llame a la policía de inmediato. Este es un asesinato y requeriremos a los forenses aquí lo antes posible."Mientras el mayordomo se apresuraba a hacer la llamada, David siguió examinando la escena del crimen, preguntándose quién podría haber perpetrado este horrendo acto y qué oscuros secretos se escondían en la mansión Hamilton.Así comenzaba la investigación del detective David Miller en lo que se convertiría en un caso que lo llevaría a descubrir secretos enterrados en lo más profundo de la historia de Willowdale, secretos que habían permanecido ocultos durante generaciones. La mansión Hamilton, una vez un símbolo de opulencia y prestigio, se había convertido en el escenario de un misterio que sacudiría a la ciudad entera.

Capítulo 2:

El detective David Miller miró una vez más el cadáver en el desván de la mansión Hamilton antes de salir de la habitación. Había llamado a su equipo de investigación y los forenses estaban en camino. La mansión estaba rodeada de cintas de precaución amarillas, y los oficiales comenzaban a establecer un perímetro para asegurarse de que nadie entrara ni saliera sin ser registrado.Mientras descendía las escaleras del desván, David reflexionaba sobre el asesinato. El cadáver yacía en una habitación que había estado sellada por años, y nadie parecía tener acceso a la mansión. ¿Cómo había llegado el asesino hasta aquí? ¿Y qué motivo podría haber llevado a cometer semejante acto?En la planta baja, se encontró con el inspector jefe Barnes, un hombre de cabello canoso y mirada escrutadora. "Miller, esto es un desastre", dijo Barnes con una expresión de preocupación. "La prensa ya está afuera, y los Hamilton son una de las familias más influyentes de la ciudad. Necesitamos resolver esto rápido y sin errores."David asintió. Sabía que el caso sería un desafío, no solo por la atención de los medios, sino también por la complejidad que se escondía en las sombras de la mansión Hamilton. "Tendremos que investigar a fondo, jefe. Empezando por el señor Hamilton."Ambos se dirigieron al estudio del señor Hamilton en la planta baja de la mansión. La puerta estaba cerrada con llave, pero el mayordomo tenía una copia y les permitió el acceso. La habitación estaba decorada con muebles antiguos y estanterías llenas de libros polvorientos. El señor Hamilton, un hombre de edad avanzada con una expresión de preocupación en su rostro, estaba sentado detrás de un imponente escritorio de roble."Señor Hamilton, lamento interrumpirlo en un momento tan difícil, pero necesitamos hacerle algunas preguntas", dijo David.El señor Hamilton asintió, visiblemente afectado por la noticia del asesinato en su propia casa. "Por supuesto, detective. Hagan lo que necesiten."David comenzó la entrevista con preguntas sobre el paradero del señor Hamilton durante el día. El anciano explicó que había estado en su estudio todo el día, ocupado revisando documentos antiguos relacionados con la historia de la mansión y su familia. No había salido ni había recibido visitas, según afirmó."¿Alguien más tenía acceso al desván además de usted?" preguntó David.El señor Hamilton frunció el ceño, como si la pregunta lo hubiera sorprendido. "No, el desván ha estado cerrado y sellado durante años. No sé cómo alguien podría haber entrado."David continuó la entrevista, haciéndole preguntas sobre su familia y posibles enemigos. El señor Hamilton habló de su hijo, Edward, quien había estado viviendo en Europa durante años y rara vez lo visitaba. También mencionó a su sobrina, Emily, quien vivía en la ciudad pero apenas lo veía.Después de obtener toda la información posible del señor Hamilton, David y Barnes salieron del estudio. "Es extraño", comentó David. "El señor Hamilton parece sorprendido de que el desván estuviera sellado, como si no hubiera estado enterado de su estado."Barnes asintió. "Puede ser una pista importante. Vamos a investigar la historia de la mansión y ver si podemos encontrar algún registro de cuándo se selló el desván y quién tenía acceso."Mientras el equipo de investigación continuaba recopilando pruebas en la mansión Hamilton, David decidió visitar a Edward Hamilton en Europa. Tal vez el hijo del señor Hamilton tuviera alguna información relevante sobre la historia de la casa y los eventos recientes. La lluvia caía suavemente cuando David se subió a su auto y se dirigió al aeropuerto. Sabía que esta investigación lo llevaría a enfrentarse a secretos enterrados en el pasado de la familia Hamilton, secretos que se estaban revelando uno por uno en la oscuridad de la mansión.Mientras se alejaba de la mansión Hamilton, David se preguntaba qué más descubriría en su búsqueda de la verdad y cuánto tiempo llevaría resolver el misterio detrás del asesinato en la mansión Hamilton.

Capítulo 3:

El vuelo a Europa fue largo y lleno de pensamientos inquietantes. El detective David Miller no podía quitarse de la cabeza la imagen del cadáver en el desván de la mansión Hamilton. A medida que el avión se acercaba a su destino, se preguntaba qué secretos podrían haber llevado a ese horrible asesinato en una casa que había estado sellada durante años. Aterrizó en el aeropuerto de París y de inmediato alquiló un automóvil para dirigirse a la pequeña villa en la campiña francesa donde Edward Hamilton había estado viviendo. La dirección había sido proporcionada por el señor Hamilton durante la entrevista en la mansión. La villa estaba rodeada de campos verdes y paisajes pintorescos. David llegó justo antes del anochecer y se encontró con una casa de piedra de aspecto antiguo. Llamó a la puerta, y unos momentos después, un hombre de mediana edad con cabello gris y ojos cansados abrió la puerta. Era Edward Hamilton."Detective Miller, supongo que ha venido por lo que ocurrió en la mansión", dijo Edward con una mirada sombría en su rostro.David asintió y extendió la mano. "Así es, señor Hamilton. Lamento la interrupción, pero necesito hacerle algunas preguntas sobre la historia de la casa y su familia."Edward lo invitó a entrar y lo condujo a una acogedora sala de estar con vigas de madera en el techo. Se sentaron frente a una chimenea crepitante mientras David comenzaba su interrogatorio."Señor Hamilton, ¿puede decirme si estaba al tanto de que el desván de la mansión estaba sellado y cerrado durante años?"Edward asintió con tristeza. "Sí, detective. Mi padre ordenó que se sellara el desván cuando yo era solo un niño. Siempre nos dijo que era un lugar peligroso y que debía permanecer cerrado."David frunció el ceño. "¿Puede decirme por qué su padre consideraba peligroso el desván?"Edward suspiró y pareció perderse en sus pensamientos por un momento. "Mi padre siempre fue una persona muy reservada cuando se trataba de la historia de la familia. Pero recuerdo que una vez me contó una historia sobre el desván cuando era niño. Decía que había algo oculto allí, algo que nunca debía ser encontrado."David se inclinó hacia adelante. "¿Puede recordar más detalles sobre esa historia? Cualquier información podría ser útil para nuestra investigación."Edward frunció el ceño mientras intentaba recordar. "Era solo un niño en ese momento, pero lo que más me impactó fue la forma en que hablaba de un antiguo diario de la familia. Dijo que estaba en el desván y que contenía secretos que debían permanecer enterrados."David anotó mentalmente esa información. "Señor Hamilton, ¿alguna vez vio ese diario o supo de alguien que lo haya encontrado?"Edward negó con la cabeza. "Nunca lo vi y, hasta donde sé, nadie más en la familia tampoco. Mi padre siempre fue muy cauteloso con respecto a ese asunto. Después de su muerte, intenté buscar el diario en el desván, pero no pude encontrarlo. La habitación estaba cerrada con llave y nadie más tenía acceso."David reflexionó sobre lo que acababa de escuchar. El misterio del desván parecía estar relacionado con un antiguo diario de la familia Hamilton que podría contener secretos importantes. "Señor Hamilton, ¿sabe si su padre tenía enemigos o alguien que pudiera haber querido hacerle daño?"Edward suspiró nuevamente. "Mi padre era un hombre de negocios exitoso, pero también un hombre muy reservado. No solía hablar de sus asuntos personales con nadie. No puedo pensar en nadie que tuviera motivos para asesinarlo."David continuó con su interrogatorio, obteniendo detalles sobre la vida y los negocios de Edward Hamilton en Europa. Aunque no parecía haber nada inusual, David sabía que tenía que ser minucioso en su investigación.Después de horas de conversación, David se puso de pie para despedirse. "Gracias por su cooperación, señor Hamilton. Estoy seguro de que esta información será útil para nuestra investigación. Si se le ocurre algo más, no dude en ponerse en contacto conmigo."Edward asintió con gratitud. "Espero que puedan resolver este misterio, detective. Mi padre no merecía morir de esta manera."De regreso en su auto, David reflexionó sobre lo que había aprendido. El diario de la familia Hamilton parecía ser la clave para entender los eventos recientes en la mansión. Pero, ¿dónde se encontraba ese diario y quién podría haber estado buscándolo?Mientras conducía de regreso a París para tomar su vuelo de regreso a Willowdale, David sabía que tenía una nueva pieza en el rompecabezas, pero aún quedaban muchas preguntas sin respuesta.