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El Divorcio A Los Cuarenta

Cap 1 Dudas

Mi nombre es Lucía me casé a los veinte años, desde ese momento mi vida ha sido un vaivén de emociones, junto a mi esposo Gabriel tuvimos que pasar días grises, mi familia no apoyó mi decisión de casarme tan joven por lo cual tuve que irme y alejarme de ellos mi más grande anhelo es ser escritora aún no pierdo la fe de llegar muy lejos, quiero ser una mujer reconocida por el poder de sus letras. Debido a que me casé tuve que renunciar a muchas cosas para fortalecer a mi familia estábamos acostumbrados a una vida más o menos lujosa y para él fue muy difícil desprenderse de todo esto por amor, pero nunca maldijo nuestra relación y ahora lo tenemos todo, creo que lo merecemos nos esforzamos demasiado, lo amo y estoy feliz de ser su esposa, mis preciosos hijos son el regalo más bello que me ha dado la vida, David es el mayor tiene veinte años y se encuentra en la universidad, Juan es el menor aún está en la secundaria.

Siempre trato de dar lo mejor de mí, pero como cualquier ser humano cometo errores, es que cuando eres madre la vida parece diferente las prioridades son otras, pronto cumpliré será la celebración de boda de porcelana con mi esposo, estoy muy entusiasmada.

_ ¡Cariño! ¿Puedes venir? - gritó mi esposo, corrí con el corazón en la mano pues pensé que algo malo había ocurrido, pero es todo lo contrario, la sala estaba llena de flores y regalos.

_ ¿Qué es todo esto?

_Tenemos una celebración muy importante en pocos días- sonrío y se acercó a mí tomándome de la cintura, a pesar de llevar tantos años juntos me sentía muy nerviosa por lo que jugando le pregunté: ¿De qué celebración hablas cariño?

_ De mi ascenso ¿lo olvidaste?

_ Pensé que estabas hablando de otra cosa, claro que no lo olvidé.

_ Debes verte perfecta, eres la esposa del director general de la empresa ¿no es sorprendente? Hemos crecido demasiado.

_ Sí, pero ¿por qué elegiste esa fecha para la fiesta?

_ Porque es nuestro aniversario, será un día fantástico, sé que te quedará todo preciosísimo como siempre

_ Está bien, me encargaré de eso

Creí que la celebración sería nuestra, pero entiendo que su trabajo es importante, quiere recordar ese día durante toda la vida, así que lo haré increíblemente bien, la planeación de una fiesta de tal magnitud lleva mucho tiempo y esfuerzo, por lo que empecé a ocuparme en mis tiempos libres y le pedí a la señorita Ana que me ayudase con las tareas del hogar, ella es una chica buena tiene aproximadamente veinte años trabaja de medio tiempo para ayudar a su familia, así que le propuse pagar el doble si se encarga por estos cinco días de hacer todo el trabajo de la casa, ella muy entusiasmada accedió así que pude dedicarme a tiempo completo a organizar todo.

_ ¡Mamá! ¡Mamá! - Gritó David.

_ ¿Qué ocurre hijo?

_ ¿Por qué la comida está así? Sabes que no me gusta el pollo de esta manera.

_ Pues debes comer, estoy muy ocupada en este momento.

_ No quiero, prefiero comer en otro lugar

_ Como quieras, debes aprender a hacer las cosas por ti mismo, en la cocina hay más pollo puedes hacerlo como desees.

_ Me lo paso estudiando ¿crees que es justo que llegue cansado de la universidad a cocinar? ¿Tú no haces nada, solo debes hacer la cena, pero prefieres molestar a Ana?

_ ¡David! ¿Tienes algún problema conmigo? Realmente no comprendo tu comportamiento, no te estoy diciendo que hagas la cena todos los días, solo arregla tu comida como desees no soy tu criada y Ana no está aquí para escuchar tus berrinches, se te olvida que tienes veinte años?

_ Apuesto que desearías tener una hija como Ana ¿no es así? Por eso idólatras a Juan.

_ ¿Qué tiene que ver tu hermano en esto?

_ No lo ves? ninguno ha llegado, mi padre prefiere comerse treinta horas dentro de la oficina que compartir una cena contigo y mi hermano hace todo para evitarnos, soy el único que aunque puede comer en la calle viene a acompañarte para que no tengas que cenar sola, aún así me recibes de esta manera.

_ No es cierto, tu padre ahora está muy ocupado, tiene muchas cosas por hacer y tu hermano nos ama solo come antes de llegar a casa

_ ¿Por qué?Sabes por qué come afuera?

_ No, realmente no lo sé.

_ Madre ¿eres tonta?, ¿mi padre sabe que Ana es quién cocina ahora?

_ No, aún no lo sabe

_ Ya verás como se va a indignar cuando se entere nadie puede tocar a su Ana, se me quitó el apetito, ya recordé que tengo mucha tarea por hacer.

David dejó la cena, de hecho la cena de todos se quedó en la mesa, ninguno comió esa noche, traté de evitar que las palabras de mi hijo hicieran eco en mí cabeza; sin embargo, fracasé en el intento. ¿Qué insinuó? ¿Por qué Gabriel se enojaría? Llegué a un acuerdo con ella ¿acaso está mal lo que hice?

A la mañana siguiente, vi a mi esposo cocinar, estaba haciendo el desayuno.

_¡Te despertaste muy temprano!- dije entusiasmada

_ Sí, me tomé un día libre hoy, quiero pasar más tiempo con mi hermosa esposa y ayudarte en el proceso de la fiesta, fui muy descuidado no noté el trabajo tan extenso que te puse.

_ Te lo agradecería muchísimo, solo queda elegir los colores de la decoración y el tipo de flores que desees

_ Eso no es problema, ya tengo algo en mente.

_ Escucha cariño ¿estás enojado conmigo? Es que le pedí a Ana que hiciera la cena por estos días para tener algo más de tiempo.

_ ¿Que dices? ¿por qué me enojaría por eso? ¿qué estás insinuando?

_ Nada, solo creí que te enojarías.

_ ¿Quién te dijo eso?

_ Nadie solo creí que tal vez te iba a parecer un abuso de mi parte, pero le dije que le pagaría el doble.

_ Sé que eres justa, te conozco muy bien Lucía, por eso sé que me mientes ¿fue David?

_ Sí, pero sabes cómo es, ten un poco de paciencia

_ puedo comprender cada cosa que hace, pero no me gusta que diga cosas con doble sentido, déjame hablar con él, no volverá a hacerlo.

Gabriel siempre ha sido muy tranquilo y comprensivo con nuestros hijos, pero esta vez ha reaccionado de una forma que me inquieta...

cap 2 Fragmentos

Desde ese día Gabriel y David no se hablan, no sé cómo discutieron las cosas, pero no me agrada ver a mi familia así, un padre y un hijo no tienen por qué verse como enemigos solo por un malentendido así que interferí.

_ ¿Qué ocurre? ¿Por qué mi hermoso hijo tiene esa cara larga en la mesa?

_ Madre no comiences, esto me enferma.

_ ¡Respeta a tu madre! - Gritó Gabriel.

_ ¿Hablas de respeto?, ¿acaso te escuchas? Hipócrita.

_¿Qué ocurre David?, ¿por qué eres tan agresivo?, tranquilo hijo ¿pasa algo en la universidad? - pregunté muy angustiada.

_ ¡Déjalo, está loco! - respondió Gabriel.

Creo que esas palabras enfurecieron a David, quién se levantó de la mesa y lanzó el plato de comida hacía su padre.

_ Tú destrozaste esta familia, tú arruinaste este matrimonio... Mi madre no tiene por qué andar contigo.

_ ¡Cállate! - dijo Juan, quién presenció todo en silencio hasta ese momento, fue en ese instante en qué supe que las cosas que saben mis hijos los atormenta, muy tranquila sonreí y los abracé a los dos tratando de calmar el ambiente, me acerqué a mi esposo y con lágrimas en los ojos le pregunté.

_ ¿Qué es lo que tortura a nuestros hijos, que ni siquiera soportan verte?

_ Lucía, por favor escúchame... Todo lo que pasó fue un error te lo juro.

En ese momento David se lanzó contra su padre y lo empujó, tuve que meterme para evitar una pelea que los llevara a los golpes.

_ ¿Es un error acostarte con tu empleada?

Sentí un escalofrío recorriendo mi cuerpo, temblaba por el nerviosismo, no podía ni quería aceptarlo.

_ ¿De qué hablas? eso no es posible...

_ ¿Por qué crees que mi padre es tan generoso con Ana? Los vi, cuando viajaste a visitar a mis abuelos esos descarados salieron juntos de tu habitación.

Juan comenzó a llorar y a pedirme disculpas por no haberme dicho antes, creo que en ese momento una dosis de realidad me devolvió a aquellos días en los que la angustia eran el pan de cada día.

_ Gabriel ¿por qué? ¿Cómo pudiste?

_ Lucía escúchame mi amor, te juro que no fue por amor, cometí un grave error, pero no quiero perderte por algo tan estúpido como eso, te juro que desde ese día jamás volvió a ocurrir ni siquiera pienso en ella.

_ ¿Se supone que eso debe hacerme sentir más tranquila?

_ No, solo permíteme demostrar que te amo, jamás podré perdonarme, si tu me dejas moriré.

Aunque lloró y suplicó, mi corazón estaba roto por completo, me repetí una y otra vez que no merecía esto; sin embargo, el corazón a veces es necio y aún conservaba la esperanza de salvar mi matrimonio, después de todo tengo cuarenta y aunque quisiera rehacer mi vida sería muy difícil, no necesito a un hombre, pero sinceramente en qué soy buena, me he dedicado todo este tiempo a ser una buena esposa y una buena madre, parece que fallé en la primera porque terminó engañándome.

Seguí con mi vida como si nada, dejé que el tema muriera, no iba a permitir que todo mi esfuerzo en esa fiesta fuera en vano ¿irónico no es así? Pero es que para mí esa fiesta no es cualquier cosa, es la punta del iceberg es el momento con el que soñé por muchos años, siempre apoyé a mi esposo y me dije a mi misma una y otra vez, que sí él triunfaba yo también lo haría porque somos un equipo; quise jugar con fuego, pero terminé quemándome, mis hijos no me hablan porque perdoné a su padre.

_ David, hice tu plato favorito ven vamos a cenar - dije entusiasmada.

_ ¿De verdad? No, gracias ya comí

_ Sé que estás enojado, pero quiero proteger a nuestra familia

_ ¿Proteger qué? Papá lo arruinó todo, no puedo verlos ni a la cara ¿no sientes vergüenza?, duermes en esa cama, esa mujer aún trabaja aquí ¿por qué no la corres?

_ Es que... Ana tiene a sus padres muy enfermos

_ Es mi padre ¿no es así? A ese tipo le cuesta dejar a su amante y tú aún lo tratas como a un rey ¿por qué no te respetas ni un poco?

_Sonreí y salí de la habitación, lo sé mi hijo tiene la razón, no me valoro ni un poco, estoy soportando todo porque aún no lo he dejado de amar, pensarán que soy patética, pero veinte años no se recuperan de la noche a la mañana, más cuando nuestra historia está llena de alegrías y malestares, quise ver a mi hijo menor y me ignoró, supongo también está enojado conmigo por todo lo que pasó.

El día de la fiesta al fin llegó, me puse un hermoso vestido negro y mi joyería más fina, había mucha gente importante por lo que Gabriel estaba algo nervioso.

_ ¿Por qué tan preocupado?, has trabajado muy duro por esto

_ Estoy muy nervioso, no me sueltes la mano cariño.

Tomó mi mano toda la noche, me presentó a cada uno de sus socios, por lo que no pude revisar que estaban haciendo mis hijos, y eso en verdad me tenía muy preocupada pues no los veía por ningún lado, finalmente me alejé y los busqué por toda la casa, tenía un mal presentimiento y así fue como mis miedos se hicieron realidad de golpe, afuera en el patio había un escándalo impresionante, David tenía a Ana de rodillas.

_ ¡Mamá! ¡Mamá! Te traje a la zorra

Estaba impactada, por lo que corrí a detenerlo, pero Juan me detuvo.

_ No vale la pena madre, no escuches eso es mejor que no lo hagas.

_ ¿por qué dices eso?

En ese momento David volvió a gritar.

_ ¡Está embarazada! ¿Puedes creerlo mamá? - miró hacía el segundo piso desde donde yo lo veía, esas palabras me dolieron tanto, que entré en una crisis nerviosa, Juan trató de calmarme, pero todo se volvió peor, pues Gabriel perdió la calma y se agarró a los golpes con David, nunca pensé ver algo así, jamás imaginé ver a mi hijo contándole esas cosas a un montón de desconocidos y mucho menos lo imaginé siendo salvajemente golpeado por su padre; en ese momento lo entendí, nuestra familia ya no era feliz, corrí a separarlos.

_ ¿Qué creen que hacen? Son padre e hijo ¿cómo te atreves a lastimarlo? ¿Perdiste la cabeza Gabriel?

_ Lo siento Lucía, no sé que me pasó.

_ Yo sí, encárgate de tu nueva familia, te enviaré los papeles de divorcio, que sea la primera y última vez en la que te atreves a tocar a mis hijos.

_ ¡Lucía, por favor! No puedo, no quiero vivir sin ti.

_ Pues eso fue lo que decidiste, tú fuiste quién eligió tener una aventura, puedo perdonarte todo Gabriel, pero no que te metas con mis hijos, a ellos no puedes lastimarlos jamás ¿entiendes?

Todos se marcharon, solo quedamos nosotros y Ana, quién lloraba desesperada suplicando perdón, su aventura llevaba mucho tiempo, mis hijos solo los vieron de casualidad, pensé que podía soportar todo, pero me derrumbé al ver a Juan llorando desconsolado en mis brazos.

_ Yo solamente quiero que tú seas feliz mamá, has lo que desees para ti, no por nosotros sino por ti ¡por favor!

Abracé a mis niños y entonces me decidí, ya no puedo dudar, es momento de tomar las riendas de mi vida.

_ ¡Quiero el divorcio! No pienso discutirlo más ¡vete Gabriel!

_ ¡Basta no digas tonterías! - Me sujetó el brazo fuertemente, por lo que me asusté un poco.

_ No te estoy pidiendo permiso, te estoy diciendo que nos vamos a divorciar no hay otra opción ¿entendiste?

Hogar

Cuando la casa quedó completamente sola, mi familia se desmoronaba poco a poco, vi a mi esposo tomar sus cosas y llevarse todo lo que tenía en la casa.

_ ¡Estás cometiendo un grave error!

No hice caso a sus palabras y dejé que se marchara sin mucho problema, me guardé mis lágrimas y mi dolor para evitar la humillación, desde ese día mi vida cambió por completo, logré conseguir un trabajo como editora en una gran revista, toda parecía ir mejor, aunque no puedo mentir, en las noches me sentía triste y agotada incluso llegué a culparme porque él me fue infiel, pensé en algún punto que no era una buena mujer

_ ¡David, Juan! Hoy llegaré un poco más temprano ¿vamos a ver una película?

Los dos aceptaron aunque no los vi entusiasmados, pero no los culpo ... Tengo cuarenta, se me dificulta un poco entender lo que le es divertido a ellos, hace unos días los mensajes de Gabriel son demasiado densos, no comprendo lo que desea sí ya tiene una nueva familia, ni siquiera planea firmar los papeles de divorcio.

Llegó la hora de salida, corrí hacia mi casa para poder arreglarme y llevar a mis hijos a cenar, quería darles una noticia muy importante, pero temblé cuando vi que Gabriel me llamó.

_ ¿Qué ocurre?, ¿pasó algo?

_ Te dije que te arrepentirías de separarte de mí.

_ ¡Madura, Gabriel! - Colgué y seguí con mi camino, no permitiré que algo así me afecte, si sigue así lo demandaré, pero hubiese preferido no ver lo que ocurría, Gabriel estaba en la casa sacando las cosas que compramos juntos.

_ ¿Qué estás haciendo?, ¿quién te autorizó a sacar mis cosas? Aquí viven tus hijos, no hagas está bajeza.

_ Todo ese dinero lo invertí yo ¿creíste que te dejaría con mi casa?

_ ¡Nuestra! Yo te ayudé a comprarla, también trabajé por esta familia.

_ Lástima ya la vendí, el banco la aceptó como un acuerdo de pago a un crédito que apliqué, le daré a mis hijos todo lo que merecen, pero a ti no te corresponde ni un peso.

_Estuve contigo por veinte años, te apoyé y cuidé siempre, incluso en los días que no había ni para un huevo ¿cómo puedes tratarme así? Está bien, llévatelo todo... No quiero saber nada de ti.

_ Aún hay una oportunidad para nosotros Lucía, solo debes dejar de lado esa estúpida idea del divorcio .

_ ¿Me culpas por nuestra separación? ¿quién es él que tiene a su amante embarazada? ¡Respeta! - le lancé una bofetada y me marché, quise llamar a mis hijos pero ninguno contestó, lo cierto es que no puedo culparlos por decidir quedarse con su padre, seguramente los amenazó o les ofreció algo que desean, me decepcionó un poco su comportamiento pero entendí que aunque lo dí todo por mi familia, ellos fueron los que me abandonaron en mi momento más difícil, con el corazón roto regresé a mi ciudad, mi madre quién ya es de la tercera edad me esperaba con un hermoso ramo de flores, me abrazó y lloró conmigo toda la tarde.

_ ¡Mi dulce hija, te han pagado mal!, ojalá me hubiera equivocado, nunca confíe en Gabriel, pero no lo creí capaz de semejante humillación.

_ No me arrepiento de nada, pero duele mucho, incluso mis hijos se fueron con él, sé que tiene más dinero y que les puede dar todo lo que quieran, sin embargo, habría agradecido que se despidieran de mí.

Me quedé en la casa de mi madre, llevaba mucho tiempo sin recibir ese cariño y amor que ella se guardó durante mucho tiempo, siempre que venía de visita ni siquiera podía quedarme a dormir aquí porque Gabriel no lo permitía, hoy finalmente estoy de vuelta, pero ahora soy otra mujer... De aquí se marchó una chica de veinte años dispuesta a comerse el mundo para lograr todo lo que deseaba, y ahora aquí está una mujer de cuarenta años que se pregunta ¿qué estuvo haciendo mal todo este tiempo?, ¿por qué parece que a nadie le interesa su bienestar?

Mi padre llegó en la tarde, estaba enfadado, pero también triste, pude notarlo en sus ojos, nos quedamos en silencio un rato y fue cuando él me preguntó.

_ ¿Cómo estás, mi querida hija?

_ No lo sé - Al responder, mis lágrimas comenzaron a salir es difícil mantener la calma.

_ No sabes lo mucho que me duele verte así, el ingrato de tu esposo y los malagradecidos de mis nietos que van al lado del que traicionó a su madre, realmente no lo comprendo... Es cierto soy abuelo, pero también soy padre y me parte el corazón ver a mi hija así ¿cómo puedo perdonar que te hayan humillado de esta forma? Siempre has trabajado tanto por tu familia ¿cómo se atreven a lastimar a mi hija?

No pude sostenerme más, y me derrumbé corrí a los brazos de mi padre como cuando tenía cinco años y me caía siempre he buscado consuelo en mi familia.

_ ¡Me duele mucho! No puedo con esto papá, esa casa fue mi hogar durante quince años, ayudé a comprarla y hoy simplemente ya no está ¿por qué me pasa esto?

_ No te preocupes hija, yo te ayudaré a volver a comenzar, para eso tienes a tus padres que te aman tanto.

Estar en casa me tranquilizó un poco, no me siento tan sola, pero realmente no entiendo por qué ninguno de mis hijos contesta el celular, traté y traté de llamarlos pero ninguno me dió respuesta.

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