Cuatro años atrás.
Entre las llamas, el grito de una niña se escuchaba dentro de un almacén abandonado. Pero nadie iba en su ayuda.
- ¿Por qué? – decía entre llanto. Mientras la ira, hacia aquellas personas que una vez le llamaron amigas, empezaba a crecer con forme las llamas iban quemando su piel, destruyendo célula tras célula.
Las lágrimas dejaron de salir, y el llanto cesó. El poco aire se desvaneció, y de un fuerte tembló el edificio explotó. Las llamas se apagaron de repente y de los escombros la niña salió.
Su piel quemada, en unos cuantos minutos se regeneró. Entre risa, la niña se alejó de los escombros, desapareciendo entre la oscuridad de los callejones.
-que comience el juego.
Luego de aquel incendio, donde solo se hallaron los restos de la ropa quemada; las personas que conocían a la niña, fueron muriendo una por una, con formes su vida se iban sumergiendo en el caos. Pero no solo ellos sufrieron, sino que sus familias y amigos, quedaron atrapados en el caos, que ellos mismos provocaron.
-qué desastre. -camina sigilosamente por el pasillo manchado de sangre. Tratando de no pisar los cadáveres.
- ¡ayuda! -dice una mujer entre llanto, amarrada con candados a la cama. -yo no quería que esto terminara así. Por favor… por favor, alguien…
- ¡Vaya! Así que es aquí donde estabas. -entra a la habitación.
-por favor, no me mates.
-matarte. -se ríe. -no haré eso. -la mira con un semblante inocente. -después de todo. Tu familia quedó en la ruina, tus amigos están muertos y tu pareja… Bueno. Digamos que ya no volverá.
-Entonces a qué has venido. -exclama moviendo las cadenas de sus manos.
-solo hablar. -se sienta frente a ella en una silla. -dime. Que se siente caer de la noche a la mañana en el infierno.
-maldito monstruo. -grita levantándose de la cama, sin poder llegar a la niña debido a las cadenas.
-ja. -la mira con diversión. -ase tiempo que no me divertía tanto.
-que crees que te pasará cuando la MSM se entere de lo que nos hiciste.
-de que hablas. Yo no he hecho nada. Ustedes mismo se mataron entre sí. Yo solo observé el caos que sus mentiras provocaron.
-que rayos eres.
-solo una niña. Una pequeña niña, que fue decepcionada por unos mediocres magos. -se levanta haciendo que esta retrocediera. Dándole una sonrisa dice con alegría. -y bien. Dime… Te arrepientes de lo que has hecho.
-de lo único que me arrepiento es de haber sido piadosa contigo. -exclama, tratando de llegar a su cuello.
- ¡vaya, que divertido! Incluso ahora quieres matarme, si no fuera por las cadenas que tu madre te colocó.
-todo es tu culpa. -murmura apretando sus manos.
-¿mi culpa? -se ríe. -dime quien de las dos usaba a los humanos para los experimentos. Quien de las dos tenía a niños como esclavos. -Suspira. -realmente que eres divertida.
-tú tampoco eres diferente. -la mira por fin. -demonio… A ti te divierte la miseria de otros. Cuando supe que eras realmente debí matarte al instante. Quemarte en ese momento pareció piadoso… Pero debí cortarte la cabeza y usar tu cuerpo como alimento para las bestias.
-que bondadoso de tu parte. Pero serás tú la que termine como alimento.
-de que hablas. -grita al ver qué ella se marchaba de la habitación.
-es toda suya. -le manifiesta a las bestias que habían estado encerrados en la mansión. -dejen algo para la policía…
Presente
La alarma sonó, 6 en punto de la mañana, el cielo estaba nublado y el aire frío. Levantándose de la cama, se mete al baño, y por un largo rato se queda en la bañera.
-ocupado. -dice al escuchar la puerta sonar.
-puedes apurarte. -le responde Ágata del otro lado.
-voy.
Saliendo de la bañera, se envuelve en una toalla, y seca su cabello con otra. Ya en el pasillo camina a su habitación, cuando de pronto escucha a su hermano decir.
-y ese tatuaje. Señorita. -con un tono molesto.
-no es un tatuaje. -le responde Lilith, abriendo la puerta de su habitación. -es la marca del vínculo con Ziel.
Cerrando la puerta detrás de ella, mira dentro del armario. Tomando un conjunto cómodo, (Blusa negra, pantalón corto crema). Unas medias largas que le quedaban a las rodillas y unos zapatos cómodos.
“-sabes que estamos castigados. Verdad.” -dice Ziel, apareciendo en su forma animal.
-lo sé.
“-Entonces porque te arreglas tanto, más que ayer.”
-porque hoy es mi cumpleaños. -dice con alegría.
Luego de lo sucedido en el pueblo, Víctor castigó a Lilith, por dos semanas, al saber lo que ella había provocado solo por diversión. Sus hermanos por otro lado, se hallaban enojados con ella, porque habían quedado en medio de su juego por milésima vez. Pero no podían hacer nada más que ocultar lo sucedido, cuando se abrieron las investigaciones al respecto, ya que seguía siendo su hermana.
Entre tanto, Azael y Gael, tuvieron que pedir a los cazadores y magos, discreción con respecto a Lilith, puesto que seguía siendo una menor de edad en ese momento, cómo precaución debido a su casi inmortalidad.
-Pastel. Pastel. -canta Lilith bajando las escaleras con mucha alegría. -yo quiero pastel.
-feliz cumpleaños. -dice su padre cruzando la sala hacia la cocina.
-y mi pastel. Yo quiero pastel. -le sigue detrás.
-lo sé. Lo sé. -saca de la nevera un pedazo de pastel de chocolate en su recipiente. -aquí está. -se lo entrega con un beso en la frente.
-Gracias. -dice con alegría tomando el dulce.
Sentándose en el comedor se dispone a comerlo. Sin embargo, Erick al ver que estaba por comerse un dulce sin desayunar algo, se lo quita rápidamente.
-primero desayuno, luego dulce.
-pero…
-nada de pero. -se lleva el dulce nuevamente a la cocina.
-Erick, por qué. -exclama con tristeza.
-te va a doler el estómago si comes dulce tan temprano. -le responde Carlos, dándole un beso en la frente.
-mmn. -es lo único que dice apoyando la frente en la mesa.
-eso huele bien. -comenta Ágata entrando al comedor con su padre y Ziel detrás.
Después de que su ama, tuviera una larga plática con su padre, el cual al comienzo no le gustó el tipo de vínculo que había hecho con el zorro. Pero que tampoco podía obligarla a romper la unión del alma, puesto que Ziel mantenía en control, el poder de su hija. No tuvo más remedio que darle la bienvenida al nuevo integrante.
De ese modo fue que el zorro blanco, se convirtió en un miembro más de la familia. Y al ser el guardián de Lilith, también se hallaba castigado con una correa que no le permitía salir de la casa.
Terminando el desayuno, cada uno se marchó a su respectivo trabajo, dejando a Lilith y a Ziel en casa. Mientras el zorro volvía a su forma animal para tomar una siesta, Lilith luego de terminarse su pastel, se dirige al sótano.
Ya en el cuarto, saca varios frascos, con compuestos químicos. Los cuales agrega dentro de un bol, que se encontraba sobre un círculo de transmutación, algo de ADN animal y un cristal blanco. Activando el círculo, moldea la materia hasta formar una masa sólida, que fue tomando la forma de un conejo negro con el cristal en su frente. Ya solo le faltaba un alma que le permitiera al cuerpo moverse con voluntad propia.
Sacando de un recipiente de barro una pequeña alma, que había atrapado en el pueblo. La incrusta en el cristal, el cual le cambia la tonalidad de un blanco a uno morado oscuro. Luego de eso, el recipiente empezó a moverse lentamente, como si fuera una cría recién nacida.
Cuando logró moverse sin problema, empezo a comer carne en vez de las verduras. Sus dientes eran demasiado gruesos y filosos, como cuchillas, capaces de cortar hasta la pata de una mesa de metal. Era agresivo y por alguna razón hacía un extraño sonido escalofriante. Como si intentara hablar en idioma humano. A las pocas horas, el ser dejó de moverse con forme el cristal se iba agrietando. Y cuando por fin se rompió, el alma abandonó el recipiente de un golpe.
-muy bien. -dice suspirando mientras escribía en una libreta. -primer intento fallido. -mira la hora en su reloj de mano y dice: -hora de la muerte 9:59, una hora después de nacer.
Luego de conocer a Sofía, Lilith comenzó a comprar en su tienda material para sus experimentos, sin embargo, ahora que el lugar había sido clausurado, los pocos ingredientes que le quedaban empezaban a escasear en la casa.
Y debido a que aquellos materiales no se encontraban en cualquier parte, le tocaba buscarlos por su cuenta en el bosque, donde se podía conseguir sin problema. Aunque le tocaría esperar hasta que su castigo terminara.
...****************...
Por otro lado, en el pueblo se hallaba Ágata saliendo de su trabajo de medio tiempo, para hacer le un recado a su jefa. Marchando se por la puerta trasera; camina por los callejones cuando de repente empieza a sentir la presencia de alguien siguiéndole. El único problema era que no podía verle.
Girando en un callejón sin salida, expande su sombra, atrapando a la persona que se mantenía invisible. Sus manos de sombra la aprietan hasta que está se rinde y vuelve a ser visible.
-¿Quién eres? Y ¿Qué es lo que quieres? -pregunta la gata mirando a la zorrita rubia que tenía enfrente.
-no eres para nada, como me han contado. -comenta tratando de zafarse de las sombras.
-y que exactamente has escuchado de mí. -aprieta el agarre.
-una dulce niña, de ojos grandes y verdes, con una sonrisa angelical, y una belleza lo suficiente cautivadora, para atrapar el corazón de Cerbero.
-baya. -suspira. -no sé que te hizo mi hermana. - Suaviza el agarre. -pero no sé qué tiene que ver ella con esto.
-¿Hermana? -dice mirándola fijamente, notando que sus ojos no eran de color verde, sino que eran plateados. -acaso no eres Lilith.
-no. -la suelta. -me llamo Ágata.
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