El muérdago de la Antigüedad, Aisttetoe, nace de los deseos de la gente y en ese paraíso en el que viven los pájaros dioses.

Una vez, los dioses y los humanos construyeron un hermoso mundo de coexistencia, sin embargo con el pasar del tiempo, los deseos de las personas van dejando de ser cosas hermosas.

Un día alguien deseo que en la que en la sombra de su felicidad existiera personas infelices y entonces, nació un pajaro de una sola ala, y en la sombra del pajaro que anuncia un amanecer.

Un triste pajaro continúa en una oscura noche....

Recuerdo dichas palabras de aquel juglar donde predecir el futuro del mundo, estatus social, humanos, Imortales, demonios, guerras, muertos y gente sumida en sus pesadillas.Bueno no empecemos por el final, todo tiene un comienzo y esta no es la excepcion. Aqui conviven diferentes razas, a un suspiro de su destruccion; los humanos, los inmortales y los demonios.

Para empezar tenemos el Imperio de los Humanos llamados "Guerreros de la lealtad", por su gran juicio hacia los Inmortales, aunque también son reconocidos por ser los perros de los Inmortales. Dicho Imperio es gobernado por Ruveliss que ascendio al trono recién cumplidos los dieciseis años y segun su pueblo es un emperador de lo mas benevolente. Esta raza no poseen ningun poder, haciendo su vulnerabilidad la mas notable de todas las razas, aunque debiles sean fisicamente son los mas inteligentes para sobrevivir.

Por otro lado se encuentra el Gran Imperio de los Imortales con su gran poder sagrado, han batallado contra los demonios siglos con sus famosas guerras "Santas" ninguna pérdida o ganada siempre en tablas. Con un emperador enfermizo por la enfermedad de la madre, aún desconociendo a su próximo sucesor teniendo una guerra internamente entre los hijos del emperador por ascender al trono. La mayor admiracion de ellos, es ser mejores que los ancestros, que tristemente no se encuentra apenas libros sobre ellos, siendo ellos lo mas cercanos a ellos por su similitud.

En el lado oscuro se encuentra el Reino de las Cenizas, los demonios, seres infernales con apariencias aterradoras se desconoce quien los gobierna, la única ley impuesta es "el que más fuerte gana" bueno supongamos lo que pasa si pierden.Aunque su aspecto no sean lo mas hermoso o atractivos, su fuerza mental y fisica hacen que sean una raza temida por los otros sin ninguna justificacion razonable, nunca son los primeros en alzar sus armas.

Dentro de los demonios hay un pequeño País de las Sombras, ignorado por todos, siendo un pais neutral, unico de los tres reinos, pero a diferencia de los demonios, dichos seres eran diferentes se parecían a los humanos, pero tenían algo que los diferenciaba poderes y algunas cosas de su aspecto que eran típicas de demonios. Esta gobernado por siete generales legendarios por hazañas de las batallas pasadas.

El general más poderoso es Allendis de Verta también llamado como el "Cambia caras", junto a su gran amigo Taisho siendo el segundo general al mando. Yo pertenezco a dicho "Pais neutral", así siendo una de las pocas en tener sangre demoníaca con humana, el gran general al mando, mi padre, se enamoró perdidamente de mi madre que era una simple humana, "¿Supongo que fue algo mutuo?",Ya que mi madre falleció cuando yo vine a este mundo oscuro o de luz "¿Quien lo sabrá?".

Mi madre, una de las últimas siete oráculos de Dios, en pocas palabras, una humana con manos mágicas, iguales a de los dioses, pero solo era una simple bailarina de taberna los fans de sus bailes o de incluso de su belleza la llamaban "La rosa en bruto", aunque por lo poco que no se creo que haya sido tan buena como hablan.

 Ya debes de estar cansado querido lector.

 Mi nombre es Roxana, " Los destellos del alba ", un significado que representa la esperanza, algo perdido en la actualidad, solo soy una hija de un general más bien soy hija ilegítima del general Allendis y mi madre la bailarina la oráculo que mencione antes, Rosella, debería traerme deshonra de haber nacida como ilegítima pero la verdad es todo lo contrario, me siento libre, por que dentro de un cierto periodo de tiempo seré " La Emperatriz del Mundo ", haré que el mundo sea totalmente mío. Y bueno no soy muy alta que digamos, una estatura normal, el pelo siempre va recogido por adornos preciosos, mis ropas son algo ligeras mostrar las piernas en esta sociedad es algo vergonzoso y sin modales, pero lo que piensen de mí me da, igual.

Ahora estoy en un bosque tranquilamente mientras el aire me daba en la cara, dandome una paz que extrañaria por años, para segundos después ser interrumpida por una voz masculina, era su fiel amigo, otro hijo ilegítimo del general Taisho, "¿Por eso esos dos son tan amigos?", Tai sería otro paria más en esta sociedad aristocrática.

-¿Y estos gritos a estas horas?, ¿No crees que es demasiado temprano para que ya estés gritando?- Diría en un tono perezoso mientras se levantaba del suelo.- Ay perdoname su majestad, solo venía ha decirte que tu padre vendría al palacio y como no te vea va a inmovilizar todo el castillo y alrededores como la última vez- Diría en un tono sarcástico para luego echarse una mano a la cabeza.

Suspiraria para empezar a caminar hacia el palacio, en el camino tenian una conversacion con su único amigo, vivían en un palacio apartado de la Capital nuestros padres venían cada mes a ver como íbamos o si necesitábamos algo.

Tai es su único amigo y lo considera como si fuera su hermano mayor, ya que su madre nos cuido a ambos aunque fuera por un favor. Entraría por la parte trasera del palacio para que no supieran de la pequeña escapada del día, en eso los sirvientes abren la gran puerta donde se veía a la madre de Tai abrazando a amado Taisho y más atrás estaba un hombre robusto observando por la ventana.

-¡Papi!-Diría entre gritos de alegría, mientras corría para abrazarlo, era un mes entero sin poder hablar con su primogénito, junto a su hermano mayor el futuro heredero de la fortuna de Allendis, lo único que no era perfecto era que su hermano sufría de la enfermedad de la madre.- Cuando sera el dia que maduraras acorde a tu edad.- Diría a los vientos mientras acariciaba la cabeza de su hija con una pequeña sonrisa, en tanto ella al escuchar esas palabras de su padre hincharia sus mofletes con un poco de enfado, entre tanto se cruzaba de brazos.-¿Hay algun problema con mi forma de ser?- Preguntaría idignada, en eso posaba sus ojos a la mirada del contrario.

El general al ver tal acto se empezó a reír, algo bastante inusual en el, ya que por los rumores era un demonio de pocas palabras. En eso su padre se ajusto su garganta para provocar un sonido ronco, sacándome de mis pensamientos para luego mirarle a los ojos ya que parentaba decir algo serio.

-Ya es momento de presentaros a la sociedad como reprectivos hijos legitimos, por eso a la vuelta vendreis con nosotros.-Diría con su voz grave junto una pequeña sonrisa, para luego volver a su semblante serio.- ¡Vamos a ir a la Capital!, ¡Vamos a poder conocer a gente nueva!- Entre gritos, sacudio a su gran amigo Tai.

 "Pero en ese momento no sabía lo que me iba a esperar en dicha capital tan deseada en ese entonces."

Pasado varios días, la luna alzaba en el cielo alumbrando la triste noche, había un carruaje sencillo en marcha con una chica entusiasmada por la Gran Capital, sin preocupaciones, sin obligaciones, solo pensando en que ver primero.

Al alba llegaron a las afueras de la Capital, aún quedaba un poco de camino hacia su nuevo hogar, para descansar un poco llegaron a una humilde posada en eso se ve en un rincón a un hombre encapuchado rodeado de bellas mujeres. En cuanto se gira y vio a Roxana se aparto de todas esas mujeres, para darle un fuerte abrazo.

"En ese momento creo que fue la única vez que vi a mi hermano tan feliz y lleno de vida no sabia que el daría su vida..."

Pensarán como reconocí a mi hermano en ese entonces pues muy sencillo en su cintura se encontraba un pequeño llavero de peluche rosado que colgaba de una pequeña cuerda enganchada en el mango de su espada. Nuestra pequeña protagonista al reconocer a su hermano salio corriendo para acabar en los brazos del contrario, pero en ese instante note un aura algo extraña como una tensión entre mi hermano y mi padre, pero nunca le di mucha importancia.

-Hermanito, ¿No se suponia que deberias estar en el palacio?.- Diría con sorpresa y curiosidad.-Ahora resulta que no puedo saltarme un poco de mis obligaciones para ser el primero en  ver a mi linda hermana.-Diría en un tono burlon mientras le acariciaba los cabellos a nuestra protagonista.

Mi hermano es el primer hijo de mi padre, así que futuro heredero de todo lo que posee Allendis, así que como el primer protegenitor es el típico protagonista musculoso, alto, guapo, ojos verdosos y su cabello un tono entre anaranjado y rubio. Todos tienen una debilidad y esa es donde yo aparezco, soy la única mujer en su corazón de hielo, en mis pocos años de vida el me ha salvado muchas veces, más bien de las veces que venía a visitarme, aunque siempre me sentía algo envidiosa por sus aventuras, pero no de él si no de su amigo, el podía irse con mi hermano y yo, no idignante. Se me olvidaba la personalidad de mi hermano es un tanto "¿especial?".

Ya cuando todos estaban listos para seguir el camino restante hacia la Capital, sus futuros hogares, el Gran Castillo del General del Engaño.

Luego de unas horas que se hicieron rápidas para nuestra protagonista, que charlaba y daba a crecer su conocimiento gracias a su hermano que le contaba sus aventuras y nuevos lugares que colonizaron o hicieron tratos, fue interrumpido por el cochero diciendo que ya estaban en el ansioso castillo, cosa que a nuestra protagonista salió casi corriendo de su carruaje para luego fijar su vista al gran edificio que tenia delante de sus ojos era el doble o el triple mas grande que su antigua casa. Pero no tardo en ver como la gente veía a nuestra protagonista con asco, desaprobación, vulgar, cosa que la hizo unretroceder un poco.

-Les tienes miedo a un par de sirvientes que no valen ni un mendrugo de pan, tu vales más que todos esos que te miran mal- Decía su hermano detrás de ella y agarrandola de la mano, para adentrarla dentro del castillo.

Dentro del castillo era muy oscuro solo alumbraba un poco gracias a las velas pero no era suficiente, parecía que no le habían dado un buen cuidado a aquel castillo para que iluminara del todo bien, era como los libros que leía la protagonista de un castillo oscuro sin arreglar si nada alegre para luego apareciera un monstruo al recordar esas historias Roxana le dio un leve escalofrío para despues ver como alguien se acercaba a ella y cada vez que se acercaban se iba diferenciando que era un hombre y una mujer de una edad media avanzada pero muy bien vestidos, así también dando un aura de superioridad.

Días habían pasado desde la llegada de nuestra protagonista al castillo real, donde era tratada como una cualquiera, le daban la mínima comida junto a la arreglaban con los ropajes de la misma calidad de un criado, sus joyas desaparecidas, sin un culpable encontrado y donde su dama de compañía tenía más poder sobre ella gracias a su madrastra donde la oprimían, nunca la dejaban salir fuera de su habitación, pero eso a nuestra protagonista no le importaba mucho, era feliz metida en sus libros o fantasías que se imaginaba aunque a veces, se convertían en añoranza, soñando con un día fantástico con su padre e hermano siendo felices.

  -Una dama no debería estar leyendo, deberías estar bordando o refinando sus modales, mestiza.- Le diría en un tono arrogante mientras daba un golpe al suelo con su bastón.

Así es mi dama de compañía era una solterona, dudo que algún hombre pueda soportarla y si no fuera poco tiene una edad un poco avanzada, "(ya se le notaban las arrugas)", su personalidad algo irritante o insoportable y digamos que su voz no ayuda ni un poco. Su pelo siempre estaba recogido con unos peinados algo exagerados, lleno de perlas o joyas, "(siempre me quedará en duda si todo eso no le pesará demasiado)", bueno su maquillaje con colores extravagantes y la forma de sus vestidos son demasiados pomposos, "(Que según escuche se quedó atascada en la puerta del carruaje cuando iba a entrar)".

  -Según mi madre por lo que escuche una mujer debe saber defenderse y ser independiente- Diria en un tono divertido, observando como la mujer estaba para estirarse de los pelos, no iba a negar que disfrutaba ponerla asi.

"En ese entonces, no sabía callarme en el instante y esperar el momento oportuno para dejarla sin nada que pudiera hacer."

Recuerdo como agarró el libro que estaba leyendo, para luego darme un golpe con el en la cabeza, haciéndome una brecha en un lado de mi frente, la sangre salía como un río constante creando un hilo que recorría toda mi cara hasta caer por mi garganta, llegando hasta mi ropa, la señora al ver esto se quedó paralizada con una mirada de angustiada, luego desquitarse su enfado con el libro, despellejando las hojas y tirandolas al fuego para después irse del cuarto con orgullo, haciendo que nada habia pasado.

  -Deberia buscar algo para tapar la herida.-Por el golpe estaba en el suelo, donde se tambladeo por unos instantes donde con la mirada buscaba algo.

Horas pasaron y la sangre no cesaba como así también las telas se acababan y ya estaba usando la última pero menos mal que su hermano entró al cuarto sin llamar algo que hacía normalmente, su sonrisa se desvaneció al ver a la contraria rodeada de paños de sangre y su vestido de rosa palo con manchas de sangre.

-¿Pero, que ha pasado?, ¡Roxana, dime quien es el causante de esto!-Dijo espantado, intentando socorrerla, pero sin éxito. No espero más, la cargo sobre sus hombros hacia las oficinas de los médicos y como su honor no valiera nada, empezó a gritar buscando un médico urgentemente.

Escuchaba tanto escándalo que sólo quería cerrar los ojos y casi fue como también su audición se quedaba nula, pero sabia que estaba en buenas manos donde le dio tranquilidad, seguridad y comodidad. Cuando pensaba que iba a despertar, no fue así, era un "¿sueño?, ¿un recuerdo?" Por qué salía cuando era pequeña, en brazos de mi papá para luego me dejarme en el suelo.

Estaría caminando por el festival conmorativo por la victoria contra los demonios, donde los siete generales vienen a la Capital por bailes, comidas etc.... Y lo más importante orar en el templo en verdad no se que oran ya que no hay una religión fija. Nuestra pequeña protagonista de unos ochos años feliz, sin preocupaciones, hasta que vio a un pelirubio con ojos rojos como el rubí, en ese instante se quedó enamorada de sus ojos. No se lo pensó y corrió hacia el contrario, le cogió la cara para poder observar esos ojos que le parecían lo más hermoso del mundo.

   -¿Creo que eres mayor que yo?, Bueno no importa, mi nombre es Roxana soy la menor de los hijos de Allendis, ¿Y tu?. ¿Quien eres?- Diría dándole una pequeña sonrisa.

Antes de que el contrario pudiera decir algo un hombre de cierta edad cogió en brazos a la pequeña con una sonrisa maliciosa mientras acariciaba el cabello a la pequeña.

-¿Que te he dicho de molestar a la gente que no conoces?- Dijo algo cansado mientras se ponía una mano en la cabeza.-Abuelito, ¿Es que no ves sus ojos?, Son hermosos, aparte de que es un chico muy apuesto.- Le diría con pucheros mientras jugaba con la melena de su abuelo para luego abrazarlo.

En eso su abuelo suspiro, le daba unas palmaditas en la espalda para luego despedirse del otro hombre haciendo una pequeña reverencia, cosa que a la niña le pareció algo inusual ya que su abuelo no hacía reverencias a nadie excepto al demonio supremo .

 -Abuelito, ¿Por qué hiciste una reverencia a ese niño?.- Preguntó con algo de inocencia mientras jugaba a trenzas el pelo del contrario.

"El será el próximo Rey de los Demonios, es decir es el demonio supremo, es mejor que no lo vuelvas a encontrar."

Tras esas palabras nunca más volví a ver esos ojos rubíes que me hechizaron, pero escuchaba los rumores de que el daba miedo, siempre pensé que la gente que lo odiaba, decía tales cosas por que ella recordaba aquel chico alguien amigable. Todo empezó a ponerse negro y se escuchaban susurros en una lengua desconocida mientras unos llantos también haciéndose de notar, para luego empezar a abrir los ojos lentamente, viendo borrosamente un techo blanco hasta poder ver con claridad la luz natural que entraba por las ventanas.

  -Vaya vaya ya se nos despertó la pequeña princesa.-Exclamo mientras ayudaba a la protagonista a sentarse en la cama para poder examinarla completamente y más cómodo para ambos.

Era un señor de la edad de mi padre pero más mayor, la mayor parte de sus cabellos eran blancos y llevaba las gafas a mitad de la nariz así también una bata blanca que le llegaba hasta los pies.

  -Usted ha sido el único que me ha dicho princesa en todo el castillo aparte de mi papá y mi hermano mayor, así que puedes llamarme Roxana solamemte.- Le diría entre pequeñas risas, al mismo tiempo dejaba al contrario que la examinará.

Después de varios minutos, término de examinarla completamente para luego escribir en una hoja los resultados, luego de unos segundos se giró a la chica para hablarle.

-Debes salir a que te de luz solar y caminar, correr, lo que tu quieras pero debes hacer ejercicio, te falta vitaminas que te da únicamente la luz,si no me haces caso lo que te ha ocurrido cada vez ira a peor. Y por último no me digas doctor ni nada por el estilo solo Keig- Dijo en un tono serio para el tratamiento, pero cuando ya dio su todo si discurso su voz se iba relajando a uno amable y algo tierno.

Roxana al escuchar el nombre de Keig, recordó que fue el sexto general que lo apodaban el Doble Filo, ya que podía crear un veneno mortífero como una cura inexistente, salvo muchas vidas en la guerra, pero también arrebato miles de vida por sus experimentos con gente.

En eso nuestra protagonista junto sus manos emocionada mientras veía al medico con entusiasmo de alegría.

  -Por favor Keig conviérteme en tu aprendiz, he sido tú gran fan desde que tengo memoria, tengo todos tus libros de medicina que publicaste.- Estaría haciendo una pequeña súplica al contrario para que la aceptarán.

Los rogos de la protagonista fueron cortados por la entrada repentina de su abuela corriendo a donde estaba Roxana donde la examinaba completamente.

  -Mi pequeña,  ¿Que te paso?- Decía preocupada mientras acariciaba la mejilla de su nieta con dulzura.

Mi abuela es la única que puede controlar a mi abuelo, el antiguo demonio supremo "¿Como se eso?, Ni idea". Mi abuela es algo sencilla pero siempre lleva joyas equivalentes a dos palacios, pero cuando esta con nosotros nos enseña los valores de la vida junto a sus dificultades. Mi abuela es alguien adelantada a su tiempo, siempre prefería saber de matemáticas, lenguas, geografía, estrategias, sobre otras cosas...."(Creo que eso lo saque de ella)", ella parece una diosa un tono rojizo en sus cabellos junto a unos ojos dorados como el oro, tiene la elegancia para hacer de todo "(Ojalá convertirme como ella)".

  -Abuela me agobias, estoy bien soy muy fuerte ¿Y eso que estas aquí?,¿No estabas en el bosque celeste?.-Le diría feliz junto con una pequeña curiosidad que le mataba por dentro.- Eres mi pequeña al enterarme de lo que sucedió vine corriendo hacia aquí.- Dijo algo dramática mientras ayudaba a la protagonista a levantarse de la cama para luego salir con ella de la habitación dejando a tres hombres en el cuarto.- Esa niña no ha salido de su habitación y no lo digo yo, si no los resultados, ese golpe no debería haber sido tan grave, las pruebas sale inicios de deficiencias de vitaminas, así que es urgente que salga.- Dijo en un tono fuerte, dándole los informes que había rellenado anteriormente.- He estado ocupado desde que vino pero según la primera princesa y su madre me confirmaron que salía y se divertía en los alredores del castillo junto en los jardines.- Decía confundido mientras se giraba a su padre el Gran antiguo demonio supremo.- Sabes perfectamente que te han mentido señorito, ellas no quieren a Roxana desde que nacio.-Decia con rabia pero con semblante firme se le notaba el odio que tenía hacia esas dos individuos.- Sabes de sobra que si digo algo le perjudicará el doble a Roxana.- Fue interrumpido por unos fuertes gritos provenientes de una mujer y un hombre.

Salieron al pasillo para ver que sucedía dónde el centro de atención era una madre gritando a su primogénito, donde se notaba el odio y los celos de la mujer, nunca acepto que me quitaran el hombre que tanto le había costado atrapar. El linaje suyo se tambladeaba pada perder el trono contra una mestiza, así que debía defenderlo como de lugar.

  -¡Como se te ocurre encerrarla y ponerle a una abuela como dama de compañia a la segunda princesa!.- Perdió todo el respeto que tenía hacia la mujer que tenía enfrente junto a su paciencia.

  -Da gracias que le puse una, nunca debio venir aqui, debio hacer su vida fuera de las nuestras, nadie le dara nada, ya que no posee nada. Es un objeto sin valor.-Su tono era firme mostrando orgullo entre sus palabras, ya que una mujer de mostraba su valor por lo que poseía y ella no tenía nada.

Este capítulo contiene un poco de gore no muy explícito quedas advertido.

Carraspeo el abuelo mientras hacía la fuerza de no gritar ya que no era lo mejor y por parte temía lo que pudiera hacer su esposa si se enteraba ya que no era la mejor la mejor enfadarla, así es mi abuelo el ser más  temido teniendo miedo de su esposa.

  -No creéis que lo mejor de estas de estos gritos innecesarios fueran en un lugar apartado lejos de los sirvientes cotillas- Dijo en un tono sarcástico mientras su cara se iba a transformando a una de pocos amigos que iba dirigida a los sirvientes que se quedaban a escuchar.

En eso los sirvientes se fueron casi corriendo para luego el abuelo acercarse un poco a los dos que gritaban, pero los dos callaron a escuchar la voz del hombre e hicieron una reverencia ya que era uno de los más influyentes del todo país.

Como sabéis mi abuelo era el antiguo rey de los demonios, o sea el demonio Supremo pero a pesar de su edad su apariencia no le afectaba, (ni una sola arruga) será porque es el último en su especie y es su estilo de enfrentar la vejez, así es mi abuelo es un dragón y no un zorro como el resto de la familia. Ay se me olvidaba el nombre de mi abuelo es Ezarel Von Hon tiene nombre de príncipe de cuento de hadas bueno mi abuelo es serio, estricto pero muy amable, justo lo digo por si alguien hace algo malo lo mejor es huir o que no se  entere pero eso es imposible. Sus ropas son elegantes normalmente es negro todo su vestuario con algunas cosas doradas junto a sus dedos de las manos estaban llenos de anillos sus cabellos eran tan oscuros como la noche y sus ojos rojos como un  rubí (Recuerdo haber dicho algo parecido a alguien).

A lo lejos se lograba apreciar dos figuras femeninas eran Roxana y su abuela cuanto más se acercaban más iban entendiendo la situación, en eso el primer príncipe heredero abrazó fuertemente a la protagonista se notaba su preocupación, Roxana estaba petrificada pero luego con una pequeña sonrisa con una risa acompañada dándole a entender que estaba bien que no hacía falta que se preocupara.

Rato después vi como mi padre se llevaba a su esposa a un cuarto más alejado para luego escuchar gritos proveniente de la mujer en verdad Roxana entendía su enfado con ella, su madre la había robado el corazón a Allendis, hasta tuvo una hija, mi corazón se estremeció y una ola de pesar se posaba en mi cuerpo y alma.

El resto del día estuve con mis abuelos, hermano, Taisho e Izayoe charlando, jugando y tomando tazas de té, lo único que le faltaban le faltaba era su papá era con la persona que más amaba y su ejemplo a seguir. En eso un sirviente no se informa que la cena estaba lista y todos se dispusieron hacia el gran salón donde se establecía una mesa alargada con diferentes platos y algunas velas iluminando la mesa y el salón, cada asiento estaba separado para cada uno de nosotros.

Los hijos se sentaban según su edad, el mayor se sentaba a la derecha de su padre en el primer asiento así sucesivamente hasta el quinto hijo y en la izquierda se sentaba la primera hija en el asiento más cercano al padre y el  segundo asiento era de Roxana la hija menor después en el lado derecho se encontraba el general Taisho con su esposa y sus dos hijos y enfrente de ellos el médico Keig junto a su hijo mayor próximo médico del castillo, ya para finalizar estaba mis abuelos cada uno cada uno enfrente.

Nunca entenderé ese método de de organizar los demonios a la hora de comer con lo felices que seríamos cada uno donde quisiera con las personas que más nos sentimos cómodas, relajadas se haría  mejor ambiente porque nadie está hablando y el ambiente es sombrío da casi miedo.

La cena había transcurrido en un silencio total, ya en el postre unas frutas que ayudaban a la hora de dormir o hacer la digestión mejor, el silencio fue roto por mi tercer hermano Valkyro  donde me apuntaba con el tenedor mientras ponía una cara de pocos amigos.

  -¿Se puede saber que hace está aquí? ¡Has perdido permiso para salir a cenar con nosotros mestiza pulgosa?- Dijo con rabia y con superioridad hacia Roxana mientras clavaba el tenedor en la mesa con todas sus fuerzas.

Así era Valkyro bueno más conocido como Valky es el típico niño musculoso que siempre está entrenando y presumiendo hacia el sexo opuesto, así es, es muy mujeriego, cada noche una diferente es peli negro con ojos oscuros como la noche no hace falta de extrañar que se meta con los débiles a eso me refiero a bajo estatus.

  -¿Debía pedir permiso para cenar? ¡ Muchas gracias hermanito! A la próxima vez lo tendré en cuenta- Le respondió con un tono inocente mientras juntaba las manos agradeciéndolo.

En eso Valky se levanta de la mesa de la cena y daba un monotazo en la mesa, cosa que se escuchó un pequeño chirrillo de parte de mi padre que no tenía muy buena cara y luego daba un pequeño suspiro.

  -¿Quién te crees que eres para dar ese manotazo en la mesa?- Su mirada junto a su voz eran amenazantes haciéndole saber al contrario su error al hacer tal hecho y dándole entender que luego hablarán.

En eso Valky sale del cuarto entre gruñidos y dando un pequeño portazo a la puerta pero más flojo se notaba que no quería enojar más a su progenitor en eso nuestra protagonista en vez de estar sorprendida o triste estaba tranquilamente terminando su postre, sus hermanos y demás estaban sorprendidos ante esa actitud en eso Roxana se percato que todos la observaban pero no entendía el motivo.

  -¿Tengo algo en la cara?- digo con timidez mientras soltaba una pequeña risa nerviosa pero fue interrumpido por el segundo hijo del general Taisho.

-¿Cuánto apostais que no se ha enterado de lo que acaba de pasar y he respondido por decir algo?- Dijo muy confiado mientras acababa su postre.

Al escuchar eso no es el protagonista dejó el tenedor en el plato mientras ponía una cara de inocencia al escuchar a su amigo Tai, por eso se levanta de su asiento para acercarse a él y después ponerse a la altura de él.

  -Sólo escuche algo de fondo y que mi hermano me apuntaba a coger tenedor, ¿Quería mi parte del postre?- Le digo con duda mientras lo miraba con parte de culpa.

En eso Tai se echa la mano a la cabeza por escuchar tal tontería de parte de su amiga, pero no dudó mucho en en esa posición ya que noto unas manos en sus orejas.

  -¡Hay niña quítate!, ¡No me toques ahí!, ¡Idiota!- Decía medio gritando y por eso mientras intentaba quitar a Roxana de sus orejas.

Así es así es mi mejor amigo es mitad perro, es decir tiene más apariencia animal que los puros, por ejemplo sus orejas son como un perrito adorables, suaves me encanta tocarlas aunque a él no le guste y a veces su comportamiento es como si fuera un perro pero va controlándolo poco a poco yo lo apoyo. Su cabellera es larga y demasiada suave pero su color de cabello es plateada es perfecta, sus ojos son como el sol un tono amarillo con amarillo, su anatomía es robusta pero apenas con músculos.

Nuestra protagonista ríe para después dejarle de acariciar sus orejas mientras le hacía un corazón con sus dedos para acercarse a su  padre y abrazarlo con todas sus fuerzas.

  -Papi no seas demasiado duro con mi tercera hermano es entendible su enfado, tu segunda hija es muy fuerte. Así iré a mi cuarto a dormir el sueño me está matando- Le dijo entre bostezos y con una voz feliz mientras se despegaba del abrazo.

Se despidió de todos con la mano ya que una la reverencia lo veía muy formal, aparte todos eran sus amigos y a los amigos no hay que tratarlos tan formalmente pensaba Roxana. Cuando iba a salir vio a una sirviente muy bella entrando a la habitación de Valky en eso le salió una pequeña sonrisa.

Día tras día pasaban sin nada interesante, hasta una noche lluviosa se escuchó gritos, y más gritos provenientes de la habitación del tercer hermano. El escenario era totalmente atroz sangre inundaba toda la habitación, en el lado de la cama se encontraba una mujer salpicada de sangre mientras estaba semidesnuda, sosteniendo una daga en su mano derecha tiene su llena de sangre y en su mano izquierda testículos provenientes del hombre que se quejaba gritando y dando vueltas.

  -Así seré la única ahora y siempre- Decía la mujer amenazante y con una risa que daba miedo mientras tiraba lo que sostenía en su mano izquierda a la cara de Valkyro.

  -¡Qué mierdas dices maldita perra!- le responde entre gritos de dolor mientras alejaba los testículos lejos de él.

  -Pues tendrás que casarte conmigo, ¿Si quería descendencia? Por si acaso las neuronas no te van estoy embarazada de dos meses tonto- Le decía mientras se limpiaba un poco y se vestía sin darle mucha importancia.

Un día atrás estaba aquella doncella, enfrente de alguien totalmente desconocido con nerviosismo, era una joven un año mayor que nuestra protagonista pelimorena sin nada nuevo o sorprendente.

  -Tengo un hijo del tercer hijo de mi Señor y como se entere mis padres y mi Señor, no tiene ningún lugar a donde ir-Le explicaba la señorita con preocupación y desesperación.

Aquella figura desconocida le escribió lo que debía hacer "Antes de que el sol amanezca del día de mañana tú deberás haber cortado los testículos de aquel hombre para si no pueda reproducirse y tu  hijo sea el único en su línea de descendencia." Con esa escritura le dio una daga fácil de esconder para luego desaparecer.

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