NEVE

Puedo ver a varios niños que van caminando por las calles de las manos de sus padres, puedo ver el amor que estos padres le tienen a sus hijos y solo puedo anhelar que mis padres me quieran de esa manera, con tan solo 6 años nunca he recibido amor por parte de mis padres, solo golpes e insultos, solo dolor y más dolor.

Veo que se hace de noche y camino rumbo a mi casa, hoy fue un día productivo para mí, las personas que pasaron no me fueron indiferentes y me dieron una buena cantidad de dinero, talvez hoy mis padres me sonrían y me den algo de comer.

Llego a la entrada de mi casa y todo mi optimismo se esfuma, allí me esperan mis hermanos y sé que va a pasar, siempre es lo mismo.

- Hermana, hermano, por favor hoy no, tengo hambre y aun me duelen los golpes del día de ayer – les ruego con los ojos llenos de lagrimas

- Quien te crees para pedirnos algo estúpida, ahora danos el dinero si no quieres sufrir las consecuencias – me dicen mis hermanos y a pesar de que no quiero no tengo otra opción, ellos son mayores que yo y a veces son aún más crueles que mis padres

- Tomen – les digo mientras les doy lo que conseguí el día de hoy

- Veo que te fue bien, buen trabajo, estúpida – me dicen y mi hermano me da un puñetazo en el estómago que me hace arrodillarme debido al dolor

Me quedo afuera de mi casa con miedo a entrar, ya que se lo que me espera al no llevar dinero a casa, con solo pensarlo lagrimas brotan de mis ojos debido al miedo, pero sé que si no regreso me ira mucho peor.

A la mañana siguiente apenas y me puedo levantar debido al dolor, a mis padres no les hizo mucha gracia que llegara sin nada y me golpearon hasta cansarse para luego encerrarme en la “cueva”, en vedad es un habitación de la casa pero yo la llamo así por lo oscura que es, como odio estar allí.

Solo quiero dormir y no despertar jamás, pero eso no es una opción, dedo salir a pedir dinero y rezar por que esta vez mis hermanos no me lo quiten.

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Hoy cumplo 8 años, o eso creo, la verdad no sé cuándo es mi cumpleaños, ya que nadie lo celebra, mi vida ha mejorado un poco, hermano y hermana se fueron, ya eran mayores y decidieron irse,  así que ya no hay nadie que me quite mi dinero, por lo que si bien mis padres aun me golpean, ya no me encierran en aquella habitación, y ya puedo comer un poco más seguido.

Cuando creía que las cosas estaban mejorando, todo solo empeoro, nuestro reino fue amenazado por un imperio, este quería nuestro territorio pero el rey se negó a entregarlo así que entramos en guerra, lo que causo que aumentara la pobreza, sobre todo en los barrios más bajos, eso significaba que ya no podía llevar tanto dinero a casa y las golpizas empezaron nuevamente.

♣♣♣

Ha pasado un año desde que la guerra inicio y contra todo pronóstico nuestro reino ha resistido bien, pero la situación en los barrios pobres solo ha empeorado, cada vez es más difícil conseguir dinero.

Desde hace una semana mis padres no me han permitido salir de casa para pedir dinero, al contrario me han tratado bien, si bien me siguen ignorando no me han golpeado y he comido todos los días, me siento feliz, ya que siento que mis padres me aprecian un poco más, es una lástima que sea solo yo, ya que siguen siendo igual de crueles con mis hermanos.

- Niña, hoy vendrá alguien muy importante y más te vale tratarlo bien – me dice mi madre mientras me arregla

- Si mami – le contesto

Por la tarde un hombre llego, era ya muy mayor, aún más que mi padre y la forma en que miro no me gusta para nada, instintivamente me oculte detrás de mi madre buscando su protección.

- No seas grosera y saluda al invitado – me dijo mi madre y me empujó hacia el hombre

- Es muy linda, tal y como lo dijeron, me gusta, aquí está su paga – les dijo aquel hombre dándoles una pequeña bolsa seguramente llena de monedas

- Gracias señor, ya preparamos una habitación para usted – le dijo mi madre

Yo no sabía lo que pasaba pero no me gustaba para nada, pero antes de que pudiera huir mi padre me t0mo del brazo y me llevo arrastras a esa habitación, por más que me resistía no podía hacer mucho contra su fuerza.

- Veo que tiene mucha energía, eso me gusta – dijo aquel hombre mientras me veía con aquellos horribles ojos

- Mamá, no quiero, no quiero – le rogaba a mi madre, pero ella no me hacía caso

Mis padres me encerraron en esa habitación con aquel horrible hombre, el cual al verse a solas conmigo se abalanzó sobre mí y me arrojo a la cama para luego intentar quitarme mi ropa, yo gritaba por ayuda y peleaba, pero era una niña, y no había amucho que pudiera hacer, y en el fondo sabía que por mucho que gritara nadie me ayudaría, pero a pesar de eso no me iba a rendir, no pensaba dejar que este horrible hombre abusará de mí.

- ¡suélteme! – le grite a aquel hombre y de mis manos salieron unas ráfagas de aire que lo sacaron volando hasta el otro lado de la habitación, el golpe fue tal que su cuello se rompió y murió en el acto y yo me quede allí intentado procesar lo que había pasado

Mis padres me habían vendido a aquel hombre sin importarles nada más que el dinero, todo ese buen trato era para que luciera lo más presentable posible para aquel monstruo, no porque me quisieran, solo pude llorar por mi desdicha, sino fuera por aquel viento quien sabe lo que habría pasado.

Cuando mis padres llegaron y vieron lo que sucedió me golpearon como antes y me encerraron en la cueva por varios días sin comer, creí que moriría allí, pero no fue así, después de una eternidad mis padres me sacaron de aquel horrible lugar

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Hola a tod@s 👋👋👋, aquí estamos comenzando con una nueva historia, espero que les guste.

Gracias por leer, son los mejores 😘😘😘❤

NEVE

Mis padres entraron después de varios días y me sacaron a rastras de allí y me aventaron frente a uno grupo de hombres, al principio tenía miedo de que ahora mis padres me hubieran vendido a aquellos hombres y no pudiera hacer nada para detenerlos.

- Aquí esta, hace una semana demostró su magia en del elemento viento, espero que sea de utilidad al reino – les dijo mi padre

- ¿Por qué esta en ese estado? – pregunto uno de los hombres

- Es algo peligrosa, por eso la teníamos encerrada, esperemos que con el entrenamiento mejore – dijo mi madre y pude ver que el hombre no le creyó pero no dijo nada

- El rey aprecia su ayuda, aquí esta, es una indemnización por tener que separarse de su hija – les dijo el señor dándoles una bolsa de dinero y yo temblé ante lo que eso podría significar

- Gracias, la verdad nos cuesta mucho separarnos de nuestra pequeña, pero sabemos que es por el bien del reino – dijo mi madre y ella y mi padre me abrazaron – más te vale morir – me dijeron para luego separarse – cuídenla mucho – les dijo mi madre y entre dos hombre me subieron a un carruaje, no me resistí, estaba en shock por las palabras de mis padres

Cuando subí al carruaje pude ver que no estaba sola, había varias personas allí, todos eran mayores que yo, pero no era la única niña allí, solo era la de menor edad.

No dije nada en todo el camino, y creo que todos dentro del carruaje tampoco tenían muchas ganas de hablar, porque nadie hizo por hablar ni conmigo ni con algún otra persona por lo que viajamos en completo silencio.

Cuando llegamos a nuestro destino aquellos hombres nos bajaron del carruaje y nos llevaron por aquel lugar, este era una gran área llena de campos donde podía ver a diferentes personas practicando distintas formas de pelea, el lugar estaba rodeado edificios y podían verse algunas tiendas esparcidas por los grandes campos que había alrededor.

- Señor aquí están los nuevos reclutas – le dijo uno de nuestros guías a un hombre que por su ropa seguramente es un noble

- Perfecto, retírate – le dijo y nuestro guía hizo lo que el hombre le pidió dejándonos solos con aquel hombre

- Un placer conocerlos, soy el General Miguel Ángel Krieger y supervisare su entrenamiento por los siguientes 6 meses, como saben el reino esta guerra y necesitamos de todos para ganar esta guerra, ustedes fueron elegidos por sus habilidades mágicas, así que demuestren de lo que son capaces y hagan sentir orgullosos a su familias, ahora retírense su entrenamiento empieza mañana – nos dijo aquel hombre y todos lo reverenciaron para luego salir de allí, yo solo los imite, ya que no sabía que estaba pasando

Otro hombre, que ahora sabía que era un soldado, nos llevo al comedor donde comí con gusto ya que llevada días sin comer, y ya con el estómago lleno pude pensar con más claridad, yo había matado aquel hombre con magia, algo muy raro e único, y mis padres me habían vendido al ejército, pero si lo pensaba fríamente aquí estaría mejor, comería todos los días y tendría un sitio donde dormir, no podía pedir nada más, ahora tendría que dar lo mejor de mí para no volver con mis padres.

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Me encuentro comiendo con apetito mi cena, a pesar de ya estar en el campo de batalla, la comida nunca falta, hace poco cumplí 12 años y ya llevo dos años en el campo de batalla, desde que fui reclutada destaque entre mis compañeros, el elemento aire no es conocido por tener gran uso cuando se trata de usarlo en batalla, por eso no me tenían mucha fe, pero yo demostré no solo que eso no es cierto, sino que también me convertí en uno de los elementos más destacados a tal punto que fui asignada al grupo del General Krieger, no interactuó con nadie, solo me dedico a mejorar y ser más fuerte, la relaciones son una distracción para mí.

En las primeras semanas que estuve en el campo de batalla entendí por qué mis padres me pidieron morir, si muero en el campo de batalla a mi familia se le dará una indemnización aún más grande que la se les dio cuando me entregaron al ejército, pero no pienso darles el gusto, sobreviviré y cuando regrese les hare pagar por todo lo que me hicieron.

Una vez acabo de comer regreso a mi tienda, mi compañera está de guardia así que estaré sola una parte de la noche, hasta que me toque relevarla, así que decido apurarme y dormir lo más rápido posible, el descanso es valioso y en tiempos de guerra es escaso.

Mientras duermo mis sentidos siempre están alerta y puedo sentir que alguien entra a mi tienda y por la sombra sé que no es mi compañera, por lo que tomo la daga que tengo debajo de mi almohada para atacar al intruso, pero entonces la tierra debajo de mí se mueve y forma unas especies de serpiente de tierra que aprisionan mis manos y mis piernas.

- No intentes nada hermosa, tus poderes de aire son inútiles ante mis cadenas de tierra – me dice el intruso y lo reconozco, es el tercer hijo de un Barón que fue mandado a la guerra debido a que posee magia – ahora se buena niña y pórtate muy bien – me dijo aquel cerdo asqueroso mientras se acercaba a mi e intentaba despojarme de mi ropa

No podía creer lo que estaba pasando, no entendía que había hecho yo para tener tan mala suerte, use todas mis fuerzas para quitármelo de encima, pero mi magia no funcionaba y el muy maldito me había inmovilizado por completo, dejándome a su merced, una vez más ese mismo terror que me recorrió de niña volvió y mis intentos por liberarme aumentaron, si de niña no me rendí, menos lo iba hacer ahora.

De repente sentí como el ambiente se enfrió y supe lo que tenía que hacer, cuando ese hombre intentó besarme lo acepte y use en él la magia que había despertado en mí, y su cuerpo se congelo en el acto, convirtiéndose en una estatua de hielo.

Lo que paso después fue algo confuso para mí, mi compañera de tienda entro y encontró el cadáver de aquel hombre y reporto lo sucedido, óbvieme me defendí y relate lo que había pasado, pero sabía que poco podía hacer, había matado a un noble, y mi castigo seria la muerte, pero no fue así, me dieron 20 latigazos como castigo y me encerraron sin comida por tres días, y después fue el mismo General Krieger quien me saco de mi castigo.

- Tienes suerte, cualquier otro en tu posición ya estaría muerto – me dijo cuándo me saco de mi celda

- ¿Por qué no me mataron? – le pregunté

- Porque eres mucho más útil viva que muerta, señorita…– me dijo y espero a que llenar el hueco

- No tengo nombre, nunca nadie creyó necesario que lo tuviera – le dije

- Pues yo lo creo necesario, así que desde ahora te llamaras, Neve, si Neve, así que señorita Neve desde ahora tu estarás bajo mi mando, y solo bajo mi mando y me encargare de explotar el potencial que sé que tienes – me dijo el General

Ese día nació Neve la Guerra de Hielo, un demonio al que nadie quería enfrentar.

NEVE

Me convertí en la mejor arma del reino, yo sola valía más que 50 hombres, mi magia se hizo tan fuerte que oír mi nombre era sinónimo de muerte, cuando domine mis poderes por completo avanzar fue rápido y lo que no habíamos logrado en años lo logramos en meses con mi ayuda.

La guerra acabo cuando yo apenas cumplía los 20 años, entramos al palacio de aquel emperador ambicioso y lo matamos con toda su familia y así mi rey tomo su lugar como el nuevo emperador de un imperio aún más fuerte.

- Neve ¿A dónde iras? – me pregunto el General Krieger

Durante estos años el General Krieger se convirtió en un padre para mí, y me gustaría pensar que el me considera como una hija, pero sería engañarme, para él solo soy un soldado más, no es que no me aprecie, convivimos mucho en estos años, pero se ver la diferencia, la mirada que le dirige a sus hijos esta de amor y cariño, mientras que a mí me miraba con solo un poco de cariño y mayormente con indiferencia.

- Tengo unos asuntos que arreglar, después probablemente vaya a la capital para continuar mi entrenamiento – le conteste

- Debes de recordar que no todo es pelear, la guerra termino y como todos te mereces unas vacaciones, por que no viajas un poco, talvez encuentres a tu compañero de vida – me dijo mientras me daba unas palmadas en la espalda y se iba de allí para reunirse con sus hijos, con su familia

Pienso en la palabras de mi maestro y creo que no estaría mal tomarme unas vacaciones y viajar, pero de encontrar una pareja, bueno eso no es para mí, y no por qué no lo desee, porque lo hago, me gustaría encontrar un hombre que me ame como yo a él y así a su lado formar la familia que nunca tuve, pero soy realista, tengo 20 años, la mayoría de las señoritas de mi edad ya están casadas o comprometidas, por lo que para muchos jóvenes ya soy algo mayor, otro factor que no ayuda es que soy un soldado, estuve muchos años rodeada de hombres, así que debido a eso la mayoría de los hombres piensan que no soy pura, y nunca se casarían con una mujer que ya estado con otro hombre, aunque nunca haya pasado, y si a eso le agregamos que a la mayoría les parezco un monstruo y me tienen, buen0 las probabilidades de que me case son de lo más bajas, por lo que intento no pensar en eso.

A la mañana siguiente me levanto temprano, tomo mis cosas y me dirijo a mi primera parada, a un lugar al que nunca creí que volvería, pero tengo asuntos pendientes aquí así como muchas deudas que cobrar, mi primera parada es una pequeña casita, de ella veo salir un pequeño niño que tiene moretones por todo el cuerpo y me lleno de ira, al parecer hermano solo supo seguir los pasos de nuestro progenitor.

- Señorita, me da para un poco de pan – me dice el niño al verme, y puedo verme reflejada en él, en sus ojos puedo ver como busca desesperadamente amor, así como yo lo busque por muchos años de parte de mi padres y nunca lo obtuve

- Te daré algo mejor, quiero que vayas a la posada y entregues esto a la encargada, ella te dará mucha comida si lo haces – le dije al pequeño y le di una carta con mi firma, ya había hablado con esta previamente, ella se encargaría de llevar al pequeño a donde puedan cuidarlo

El pequeño tomo el papel con felicidad y corrió hacia donde le había indicado, y yo decidí entrar.

- Hola hermano, me extrañaste – le dije al entrar y pude ver la sorpresa y el horror en sus ojos – veo que ya no eres tan valiente – le dije mientras congelaba sus pies para que no pudiera moverse y escapar

- Hermana piedad tengo un hijo – me dijo el muy sínico

- Te daré la misma que me diste a mi cuando te pedía que no me robaras, y en cuanto a ti hijo, ya está en un mejor lugar, lejos de ti – le dije y luego cree una daga de hielo, esto sería muy divertido

Para cuando salí de la casa de mi hermano ya era de noche y estaba cubierta de sangre, debo decir que resistió más de lo que imaginada, por lo que mi próxima parada tendrá que esperara hasta mañana.

A la mañana siguiente me dirigí a la casa de mi hermana, también tenía asuntos con ella, y la hice sufrir al igual que a mi hermano, la única diferencia fue que ella no duro tanto, murió tan solo con los primeros cortes, patético.

Como no tarde nada decidí seguir y hacer una última parada, a diferencia de las dos paradas anteriores donde llegue a lujares bastantes humildes, esta vez llegue a una gran casa, si bien estaba lejos de ser una mansión noble, si era lujosa, mis padres exigieron que se les tenía que dar algo por mi gran actuación en la guerra y al ser mis padres a ellos les fueron entregadas todas la recompensas que yo gane, pero hace unos días, le pedí al emperador que quería deslindarme de mis padres, por lo que ellos deberán regresar todo, así que yo me encargaría de darles la noticia.

Llego a la entrada y los guardias que pudieron me impiden el paso pero los congelo y sigo mi camino sin que nadie pueda impedirlo.

- Ya llegue padres – les digo entrando a la casa y puedo ver el miedo en sus ojos – acaso no esperaban que viniera – les digo

- Hija querida que bueno que llegaste -  me dice mi padre y se me acerca y cuando quiero tocarme le congelo la mana para luego romperla dejándolo sin ella

- Monstruo – grita mi madre quien corre auxiliar a mi padre

- Es verdad, ustedes lo dijeron, soy demasiado peligrosa, ahora les diré lo que pasara, se irán de aquí sin hacer escándalo, ya que todo esto es mío, y ustedes no son nada, además aquí esta una orden imperial donde deberán devolver todo lo que gastaron ya que me pertenece – le digo con una sonrisa

- Somos tus padres, tu deber es darnos todo – me grita mi madre

- Te equivocas, no son mis padres, a partir de ahora cortamos lazos, así que largo al menos que quieran que yo los saque de aquí – les digo y la temperatura empieza a bajas rápidamente, sé que el peor castigo que les puedo dar es quitarles todo

Pero la ambición es la ambición, y yo cometí un gran error al darles la espalda, contra lo que me esperaba mi madre me ataco así que la tome de la cara para detener su ataque y la congele causándole la muerte, tan concentrada estaba en hacer sufrir a esa mujer que no note que mi padre se había levantado y me apuñalo por la espalda y pude sentir como la vida escapaba de mí, con mi último aliento mande un mensajero hacia el General, él se encargaría de este hombre, ya que se lo que valgo y el emperador no parara hasta hacerlo pagar, ya que por su culpa perdió un bien muy valioso

Y así por un estúpido error perdí mi vida, y en lo único que podía pensar fue en lo tonta que fui para terminar así, de una manera tan patética.