Hola, está es mi historia, soy la mujer que se metió en un matrimonio, pero en mi defensa tengo que decir que me enamore de verdad y que obviamente no soy la única culpable, para que me entiendan un poquito, les voy a contar un poco de mi vida antes de conocer a Esteban.
Mi nombre es Alejandra y tengo 23 años, llevaba menos de 1 año de relación con Jerson cuando nos enteramos de que seríamos padres, y sí, fue exactamente como un balde de agua fría, a mis 19 años Jerson había Sido el único hombre que había tenido en mi vida y enterarme de que sería madre cuando recién estaba comenzando mi vida sexual fue...bueno, solo me resigne, cuando le conté a Jerson que sería padre, no se alegró mucho que digamos, pero al pasar los días solo se resignó al igual que yo, éramos un par de inmaduros incapaces de cuidar de sí mismos y para peor, en unos meses más tendríamos que hacernos cargo de un ser inocente que no pidió venir a este mundo.
A Jerson lo conocí cuando tenía 18 años casi recién cumplidos cuando un día llegó como ingreso nuevo a la empresa donde yo trabajaba, al comienzo me cayó como patada en la guata, ya que Jerson era demasiado egocéntrico, me daba risa porque sin mentirles cada media hora estaba viendo su reflejo dónde podía y comenzaba a arreglarse el pelo, y aunque al comienzo era gracioso con el tiempo se volvió molesto, así que me comenzó a caer mal, pero una amiga que teníamos en común nos comenzó a unir, yo no sé en qué estaba pensando el día que deje que me besara, pero en fin, paso y caí redondita, con el tiempo comenzamos a salir y nos hicimos novios.
Al mes de estar de novios, el comenzó a buscarme en el ámbito sexual, yo era virgen, así que me daba miedo intentar hacer algo de grande con el, pero como yo estaba enamorada y el insistía tanto, finalmente un día lo dejé y el día que cumplí mis 19 años perdí mi virginidad en su casa, ¿pero saben que? fue la primera ves más fome de toda la existencia del mundo, sin mentirles, no me sentí como tantas veces leí en las novelas, incluso llegué a pensar que esas escenas llenas de pasión y lujuria que relataban las novelas que leía ¡eran mentira!, pero como estaba enamorada no le tome mucha importancia y lo dejé pasar no más, aunque cuando el acto termino, dentro de mi pensé que no me había perdido de la gran cosa.
En fin, cómo les había dicho, llevaba unos meses recién incursionando en mi vida sexual cuando un día me entero que estoy embarazada. Durante los primeros meses de mi embarazo tuve unas náuseas horribles, todo lo vomitaba y a Jerson no le gustaba nada, siempre se alejaba de mí cuando sentía la necesitad de vomitar, cómo que le daba vergüenza, pero por más que se lo explicaba Jerson juraba que yo lo hacía a propósito para hacerlo pasar vergüenza, en fin, le dejé pasar todos sus desaires...cuando estaba en el segundo trimestre de mi embarazo, ¡no me aguantaba ni yo!, pasaba de estar feliz, triste, enojada a terminar riendo como loca, les juro que era incapaz de controlar mis emociones y eso a Jerson lo ponía verde del coraje, cada ves me pescaba menos, osea, venía a mi solo cuando tenía ganas de sexo y luego se iba con sus amigos y me dejaba a mi sola tratando de averiguar lo que me estaba pasando.
Cuando por fin llegué al último trimestre del embarazo la guatita comenzó a aparecer, por qué si, aunque no lo crean, con 6 meses aún no tenía nada de guatita, era como si mi bebé se estuviera escondiendo para nadie se de cuenta de que el estaba ahí, pero como decía, cuando por fin me salió la guata de embarazada a Jerson se le ocurrió ponerse histérico, andaba pensando día y noche en el baby shower, decía que quería hacer un asado, pensaba en cuántas cervezas iba a comprar, etc.. creo que fue la única vez que lo vi realmente interesado por nuestro bebé, puedo contar con una mano las veces que se acercó a besar mi vientre o a hablarle a nuestro bebé, de hecho cuando mi guatita apareció ya no quiso tener intimidad conmigo. Al final, cuando el día del baby shower llegó el era el más feliz, andaba de arriba abajo preparando el asado, repartiendo las cervezas y riendo con sus amigos, porque si, durante tooodo lo que duró la celebración el estuvo en la parrilla tomando con sus amigos dejándome a mi sola sentada en un sillón, porque no les dije, en el último mes se me hincharon los pies como sapos y no podía caminar bien, así que el día del baby shower me quedé todo el rato echada en un sillón como vaca con pies de sapo, el único rato que se acercó fue cuando tuvimos que abrir los regalos, y cuando terminamos me moría de sed, estábamos en época de verano y hacia un calor horrible, así que como buena embarazada gordita como vaca y pies de sapo, le pedí de favor si me podría traer un vaso de agua, pero saben que me respondió... me dijo que me parara yo porque el estaba cansado de tener que preparar todo por qué yo era una inútil, me tuve que tragar la pena que me dió, porque los invitados todavía estaban ahí y no quería que me preguntarán qué me pasaba, si les soy sincera, me dió pena que me tratara así, ¿acaso yo no estaba cansada?, ¿mi guata no pesaba?, yo estaba realmente enamorada de él y le perdonaba todas cosas, pero... ¿saben que? en ese momento comencé a recordar todo lo que me había echo pasar en el embarazo y ¡les juro que recordé hasta el más mínimo detalle de todo! así que cuando escuchen por ahí, que las mujeres nunca olvidamos lo que nos hacen cuando estamos embarazadas, ¡creanlo porque es verdad!
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NOTA DE AUTORA
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Cuando el gran día del nacimiento de mi pequeño hijo Alonso llegó ¡fue horrible!, ese día me levanté como a las 5 de la mañana porque ya no aguantaba el hambre que tenía, las que han tenido hijos me encontrarán la razón de que cuando una está embarazada da mucha más hambre que lo normal, o por lo menos eso me pasaba a mi, cómo les decía, ese día me levanté con unas ganas enormes de comer tostadas con palta, pero adivinen que, quedaban solo 2 paltas en mi casa y cuando las abrí, una estaba negra y la otra tenía la mitad negro, pero como a esa hora no iba a conseguir más paltas y el hambre que traía ya no lo podía aguantar decidí prepararlas igual, y no sé si me hicieron mal las platas o solo había llegado el momento, pero me comencé a sentir mal, comencé a sentir un dolor en la espalda súper intenso y luego el dolor se pasó hacia mi guatita, cuando ví la hora eran como las 6 de la mañana así que desperté a mi hermana y le dije que tenía que ir al doctor porque parece que me había intoxicado con palta, mi hermana estaba de buenas, así que se paró y me acompaño a la clínica, y la sorpresa que me lleve fue que el dolor que sentía no era por intoxicación, sino que eran contracciones, ¡mi bebé ya quería nacer!, así que mientras me dejaron hospitalizada en una sala monitoreando los latidos del bebé con una máquina mi hermana llamo a Jerson para qué me acompañará, y al cabo como de 2 horas llegó, cuando lo ví me puse contenta, pero después prefería estar sola que tener que estar aguantando sus malas caras, les cuento por qué, resulta que cuando Jerson llegó a la clínica, yo ya llevaba un buen rato hospitalizada y el doctor me dijo que no podía seguir esperando a que me dilatara porque con las contrataciones que yo tenía ya debía de estar dilatada y que si eso aún no sucedía era porque algo no estaba bien con el bebé y si seguía esperando podría ser fatal, así que yo no lo pensé dos veces, y acepte que el doctor me hiciera cesárea, aunque la cara de Jerson era de 3 metros, hasta el final quería que lo tuviera por parto normal, decía que las verdaderas mamás deberían tener a los bebés con dolor porque así los querían más, yo no sabía que estupidez se le había metido a la cabeza a ese hombre, pero en ese momento decidí no ponerle atención y solo me enfoque en que por fin conocería la carita de mi bebé.
Alonso llegó a este mundo a las 2 de tarde de un verano, y cuando lo ví me puse a llorar, por una parte fue por la emoción que sentía al verlo por primera vez, pero también lloré porque cuando lo ví estaba completamente morado, así literal, era un bebé morado, el doctor me dijo que tenía el cordón umbilical alrededor del cuello y que por eso no se había podido encajar y por eso había nacido de ese color, sin mentirles, cuando me dijo eso me asusté, pero después el doctor dijo que todo estaba bien así que deje de preocuparme y comencé por fin a disfrutar del momento, y creo que la explicación del doctor sirvió también para que Jerson dejara de tener pensamientos estúpidos acerca de la cesárea.
Nuestro Alonso crecía súper bien, estaba sanito y gordito, gracias a Dios yo tenía buena leche y lo alimentaba bastante, pero al pasar los meses Jerson comenzó a estar medio raro, ¿les dije que nosotros no vivíamos juntos?, pues no, nunca lo hicimos, él vivía en su casa con su familia y yo vivía en mi casa con la mía, Jerson venía a mi casa todas las tardes después de su nuevo trabajo, porque si, cuando yo quedé suspendida del trabajo por descanso de embarazo el decidió renunciar al trabajo y se buscó otro, eso quería decir que ya no íbamos a trabajar en el mismo lugar, yo me sentí contenta por el, porque el iba a tener un mejor sueldo y eso le serviría a nuestro bebé para sus gastos, pero cuando comenzó a faltar a las visitas en las tardes comencé a preocuparme, paso de ir a vernos todos los días a ir 2 veces, y lo más raro era que cuando lo llamaba el nunca contestaba, así que algo dentro de mi me decía que algo no estaba bien.
Un día Jerson llegó a visitarnos, le había llevado los pañales del mes a nuestro bebé y me pidió mi teléfono para poder conectarse a redes sociales porque su teléfono se había echado a perder, que por eso no me había podido contestar cuando yo lo llamaba, así que se lo pase un rato mientras estaba en la casa, pero cuando se paró al baño dejo mi telefono sobre la mesa y no me pude aguantar la curiosidad y me puse a espiar su chat, ¡y adivinen lo que encontré!
¡Exacto!, el muy perro estaba hablando con una tipa, por lo que alcance a leer hablaban de las salidas que habían tenido, de la película que planeaban ir a ver al cine y la tipa hasta le preguntaba con cuántas mujeres había tenido sexo, pero saben lo que más me dolió, fue que el se refería a ella como "mi mermelada de frutilla" esa cuestión me emputecio, por qué a mí nunca me decía cosas así, siempre me llamaba por mi nombre y ahora por fin podía entender por qué había dejado de ir a visitarnos y el por qué nunca me contesta el teléfono. Cuando el perro salió del baño y vio que yo tenía el celular en la mano corrió a quitármelo y cuando vio que leí su conversación con la tipa esa comenzó a pedirme perdón en el acto, me juraba que solo habían salido y que nunca había pasado nada con ella, que ni un beso se habían dado, recuerdo que me puse a llorar y todo, de verdad me dolía, porqué yo había tenido hace solo unos meses a nuestro hijo y el muy perro ya andaba moviendo la cola por otra. Para resumir la historia, lo perdoné, porqué me juro y juro que jamás había pasado nada con ella, pero la duda siempre quedo en mí, y me puse celopata, lo llamaba a cada rato, si no me contestaba le gritaba que ya estaba con otra, cuando me decía que tenía que salir con un amigo yo inventaba algo para que no fuera y se quedará conmigo, ya se! se que estuvo mal, que fui súper arrastrada y toda la cosa, pero les juro que en ese momento no lo veía de ese modo, me estaba enfermando emocionalmente sin darme cuenta.
Después de ese episodio de mi vida, comencé a sentirme insegura, después de mi embarazo mi cuerpo cambio, salieron algunas estrías en mi cuerpo y eso me hacía sentir insegura al momento de tener intimidad con Jerson, ya no me sentía bonita, y cuando intentaba arreglarme poniendo un poco de maquillaje en mi rostro Jerson me decía que para qué me pintaba si al final me terminaba viendo igual, entonces con el tiempo deje de arreglarme y comencé a sentirme ahoga de a en el encierro de la maternidad, porque al no vivir con Jerson, era yo la que me llevaba toda la carga de las noches sin dormir por qué Alonso lloraba, y era yo la que había tenido que dejar de trabajar por baja de maternidad, pero Jerson seguía durmiendo plácidamente cada noche en su cama y seguía con su vida social yendo al trabajo igual que siempre y saliendo a divertirse con sus amigos, me van a tener que perdonar pero .. ¡qué injusto es el mundo!. Al final, decidimos con Jerson seguir juntos por el bien de nuestro Alonso, aunqué a esas alturas ya nada era como al principio.
Cuando los meses pasaron y por fin mi baja de maternidad se terminó llegué al trabajo y me encontré con la sorpresa de qué nos cambiamos de edificio, así que recién volviendo tuve que comenzar a recoger todo para poder cambiarnos de edificio, la mudanza duro como 2 semanas, nos fuimos cambiando de apoco, ya que no podíamos dejar el trabajo 100% tirado, asi que mientras unos trabajaban, los otros realizaban la mudanza y luego nos tocaba cambiar, así pasaron las dos últimas semanas. La mañana en la que comenzábamos de lleno en el nuevo edificio nos citaron a todos para una reunión, nos dijeron que la organización había cambiado y que ahora tendríamos nuevos encargados de áreas para tener un trabajo más focalizado y puras cosas así, después de media hora de puro bla bla, mis compañeros comenzaron a especular en quien sería nuestro jefe, algunos decían que seguro sería un viejo con mucha experiencia, mis compañeros por su parte anhelaban que llegará una jefa linda y sexi, pero para mala suerte de ellos eso no ocurrió.
Un día, mientras todos estábamos trabajando en nuestras labores un programa del computador no respondía, por más que lo intente, asi que decidí salir de mi escritorio para pedirle ayuda a mi compañero más cercano...
-Ruben, necesito que me ayudes urgente por favor, el programa del CCR no responde, no sé que le pasa.
-no cacho Ale, tampoco se cómo arreglarlo.
Estábamos en aquella conversación cuando de pronto una voz que provenía detrás de mi hablo:
-señorita, yo la puedo ayudar, sígame.
-ok
Fue todo lo que alcance a responder, ya que aquel hombre misterioso que se había ofrecido a ayudarme ya se había dado la vuelta y estaba de camino a mi escritorio, lo único que hice fue seguirlo para ver si de verdad podía arreglar mi problema. Cuando llegue me quedé de pie justo a la espalda de aquel hombre esperando a que el tomara asiento en mi silla para que así pudiera arreglar el problema en mi computador, pero luego de unos segundos el hombre hablo:
-señorita no piensa sentarse.
-si, claro, le estaba cediendo mi lugar para que tomara asiento usted y así poder reparar el programa.
-jaja, no es necesario, pero muchas gracias, esto lo arreglo en 2 minutos, además quiero enseñarle a repararlo por usted misma en caso de que vuelva a tener el mismo problema.
Así que sin nada más que decir me senté en la silla de mi escritorio, pero cuando iba a moverla para quedar justo en frente de la pantalla siento como unas manos se posan en mis hombros y mi silla comienza a moverse justo donde planeaba hacerlo yo, y sin alcanzar a reaccionar por aquella acción, el hombre se pone de pie detrás de mi, colocando sus brazos sobre los míos en el escritorio dejando su cabeza junto a la mía y comenzó a hablar nuevamente.
Les juro que no entendí ni J de lo que me dijo, ya que el atrevimiento de aquel hombre me dejaron con la boca abierta, mientras me explicaba como reparar el programa él hacía los movimientos tomando mis manos para que yo hiciera lo mismo que iba haciendo él, sentía su aliento muy cerca de mí mientras hablaba, pero yo no me atrevía a voltear, fueron los 2 minutos más largos de mi vida, cuando por fin termino de reparar el programa volteo mi silla con sus manos para que lo pudiera mirar por fin a la cara y fue en ese momento que ví los hermosos ojos verdes que serían mi perdición.
-si no entendió con esta primera explicación puede pedirme ayuda las veces que quiera a mi oficina que está en esa esquina de allá (apuntando la ofina del jefe).
Luego de decir esas palabras sonrió y se fue justo caminando hacia el lugar donde me había apuntado hace un instante. En ese momento lo supe, el hombre con la retaguardia más hermosa que he visto, alto, con una sonrisa encantadora y un par de hermosos ojos verdes era mi nuevo jefe, ¡pero que locura! ¡que hombre!, por fin mis días en la oficina dejarían de ser tan monótonos, ahora tenía una linda vista que admirar mientras trabajaba.
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NOTA DE LA AUTORA
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Continuaré escribiendo esta historia cuando termine los últimos capítulos de mi otra novela "POR CULPA DE SU MIRADA".
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