Prólogo

El imperio del norte es gobernado por Dimitri Romanov él con tan solo 15 años comenzó a gobernar ya que sus padres fueron asesinados.

A sus 17 años lideró varias guerras con el fin de conquistar otras tierras, el imperio del norte se volvió el más grande y próspero en todo el continente

Dimitri ya tenía 24 cuando volvió de su última guerra en contra del imperio del sur resultando ganador él al llegar a las puertas de la capital fue recibido con mucha algarabía

Él saludaba a todos y le daba las gracias por el recibimiento cuando su mirada chocó con unos hermosos ojos rojos, el se quedó mirándolos fijamente hasta que su mano derecha le hablo cuando volvió a mirar ya no estaban y por más que busco con la mirada no los halló, la dueña de estos ojos es Lillian Borneth hija del marqués Diógenes Borneth y Daiana Wilbur

Quería volver a verla pero no sabía cómo hasta que su mano derecha le dijo sobre el baile que estaba organizando la emperatriz madre

Pasaron dos días y ya era el día del baile así que cada familia se presentó en el palacio incluyendo a los Borneth, media hora después de que el salón estuviera repleto Dimitri hizo acto de presencia junto a la emperatriz madre

– Su majestad el emperador Dimitri Romanov y junto a él la emperatriz madre Paulin Romanov

Dimitri dio unas pequeñas palabras de agradecimiento y luego dio lugar al baile se sentó en su trono y comenzó a mirar a las personas que bailaban hasta que su mano derecha le informo que la señorita que él estaba buscando estaba en el baile, así que se levantó enseguida su abuela al ver esto le pregunto que pasó y él le dijo que necesitaba arreglar un asunto

Después de decirle eso a su abuela fue a buscar a Lillian, la cual se encontraba admirando las estrellas en uno de los balcones

Ella al principio se asustó pero luego reaccionó e hizo una reverencia él al verla le dijo que no se preocupara por eso, ella al ser tan tímida no le respondió enseguida a Dimitri

Esa noche Lillian se había enamorado de él lo que ella no sabía es que ese amor le traería mucha desgracia a ella y a su familia, la emperatriz madre no se había quedado satisfecha con lo que le había dicho Dimitri así que lo siguió

Ella al verlo hablando con una Borneth se enojó pero trato de calmarse para no armar un lío, ella odia tanto a los Borneth así que no permitirá que su nieto y esa familia se unan así que con la misma se fue del lugar

Mientras la emperatriz madre pensaba que hacer Lillian y Dimitri hablaban amenamente de las cosas que le gustaba a cada uno de ellos hasta que la fiesta termino, Lillian esa noche no se quería separar de él pero lo tenía que hacer así que le dio un beso en la mejilla y salió corriendo de ahí a lo cual Dimitri sonrió

Pasaron unos días después del baile y la emperatriz madre había mandado a llamar a Dimitri, la emperatriz madre se encontraba en el jardín de su palacio cuando Dimitri llegó y se sentó ella al verlo colocó su taza de té en la mesa y saco un pergamino y se lo entrego a Dimitri en sus manos

El enseguida le quitó la cinta y empezó a leerlo, cuando terminó solo miraba con enojó a su abuela no podía creer que su abuela lo estuviera comprometiendo con alguien así que le pidió una explicación

Ella enseguida le dijo que eso lo había hecho el padre de él un mes antes de su muerte y ella no podía dejar ese acuerdo en el pasado así que si o si él tenía que aceptar ese compromiso ya que nadie excepto el difunto emperador o la contraparte lo podían anular

Dimitri miró a su abuela y le pregunto ¿por que le hacía eso? ella volvió a tomar su taza le dió un sorbo a su té y luego lo miro

Paulin: Por que prefiero verte casado con una mujer que no amas a verte con una Borneth

Dimitri: ¿Por que? si ella no te ha hecho algo a ti

Paulin: Quizás ella no pero su familia si, y ahora vete ya te dije todo lo que tenía que decirte

Dimitri: Pensé que querías lo mejor para mí pero ya veo que no

Dimitri se levantó y se fue del lugar, tenia que pensar en algo para no separarse de Lillian así que llegó a su despacho y se encerró ahí hasta que se le vino algo a la mente ya que no podía convertir a Lillian y en su emperatriz la convertiría en su concubina pero primero tenia que hacer que ella se enamorara de él profundamente para que ella no rechazara la propuesta

Así que tomo el pergamino y lo guardo ya que aún no era el momento de anunciarlo, después de eso pasaron tres meses en donde Lillian y Dimitri se veían a escondidas de todos, un día salieron y ese día Dimitri iba a decirle todo

Dimitri: Mi amada tengo algo que decirte

Lillian: ¿Qué es lo que quieres decirme?

Dimitri: Lo que tengo que decirte es algo muy delicado así que necesito que te sientes

Lillian lo miro y luego hizo lo que el le pidió, después de que ella tomara asiento Dimitri respiro hondo y luego le dijo todo

Mientras ella escuchaba todo lo que Dimitri le decía, las lágrimas se le salían así que Dimitri trató de tomarles las manos pero ella se alejó enseguida de él

Dimitri: No me quiero alejar de ti, así ¿por qué no te conviertes en mi concubina?

Lillian nunca le respondió ya que el dolor era muy fuerte así que se levantó del pasto y enseguida se subió a su caballo para luego irse enseguida de ahí, Dimitri al ver que el caballo de Lillian se alejaba se puso a llorar

Cuando la noche llego la fiesta había empezado, así que cada persona del imperio había asistido al lugar Lillian no quería asistir pero su hermana Charlie le insistió así que fue

Cuando los nobles estuvieron presentes, la familia real apareció pero esta vez no estaban solos por qué con ellos venía una una chica de cabello negro y ojos color avellana está chica era la segunda princesa del imperio Estelar Arielle Kavanaugh

Todos los presentes se preguntaron quien era la persona que estaba con la familia real hasta que todas sus dudas fueran aclaradas cuando Dimitri dijo que ella era Arielle Kavanaugh segunda princesa del imperio Estelar y que era su prometida

Todos estaban estupefactos con la noticia porque nunca nadie pensó que el emperador se comprometería, pero antes de que Dimitri diera por terminado su anuncio Lillian levantó su mano

Sus padres al ver esto intentaron hacer que ella bajará la mano pero no pudieron, Lillian se acercó al trono y le dijo que aceptaba

Dimitri al escuchar eso enseguida bajo de su trono y le dio un abrazo bien fuerte a Lillian, luego volvió a su postura normal y ahí anuncio que Lillian Borneth sería la primera concubina real

El marqués al escuchar eso enseguida se acercó a su hija y le dijo que él no aprobaba nada así que ella no sería la concubina de nadie, y que caminara por qué se iba de ahí

El marqués comenzó a caminar pero ella no se movió, así que él la tomo por la mano y la jalo pero ella no se movió así que esta vez él le hablo fuerte pero ella lo miró y luego le dijo

Lillian: Lo siento padre pero ya elegí lo que quiero y lo que quiero es estar al lado del emperador

El la miró por un momento para ver si era una broma de ella pero al verla tan seria supo que no lo era

Diógenes: Okey si esa es tu decisión entonces solo queda apoyarte espero que asumas las consecuencias de tus decisiones

Su padre la miró y lo único Que hizo fue darle una sonrisa triste, el amaba a su hija y haría lo que fuera para que ella fuera feliz

Tres semanas después ya Lillian estaba casada con Dimitri, el día que se casó había usado un vestido rojo al igual que Dimitri

A Lillian se le había asignado un palacio apartado de todo los otros, y también tres doncellas estaban a su disposición aparte de su nana Mérida

La única que se encargaba de ayudarla a vestir y buscar sus comidas era Mérida mientras que las demás se encargaba de mantener el lugar limpio, las visitas de Dimitri eran tres veces por día así que Lillian se sentía afortunada hasta que pasaron seis meses y ya Dimitri y la princesa Arielle estaban casados

Dimitri ya no la visitaba como antes, de lo único que hablaban cuando el iba era del imperio cosa que a ella no le gustaba mucho pero ella no podía hacer nada, la emperatriz madre al saber que eso ideó un plan junto Arielle para acabar con Lillian

Lo primero que hicieron fue llenarle la cabeza a Dimitri de mentiras sobre Lillian, en donde solo decían que ella se había vuelto su concubina por qué solo quería poder y dinero

Después acusaron a la nana de Lillian de haber robado así que Dimitri ordenó que le dieran cincuenta azotes, lo que él no sabía es que quien lo haría sería la emperatriz madre y que para terminar se haría en frente de Lillian

Lillian al ver que su nana era azotada frente a ella intento meterse pero fue sujetada por las doncellas de la emperatriz madre, cuando por fin todo termino Lillian fue soltada y enseguida ella corrió hacia su doncella

Lillian: Nana te prometo que todo estará bien, le diré al emperador y él les dará un castigo a todas por favor no me dejes te lo pido eres lo único que tengo en este lugar

La doncella estaba muy débil para responderle así que tomo la mano de Lillian y la besó luego murió en los brazos de ella, Lillian al ver que su doncella había muerto lloro

Desde ese día Lillian no salia de su habitación ni siquiera para ver el jardín que junto a Mérida habían hecho, se preguntaba si esas eran las consecuencias de las que le hablo su padre

Cuando por fin salió de la habitación ya casi nadie la reconocía, su hermosa figura había desaparecido y sus ojos ya no brillaban con la misma intensidad con la que alguna vez brillaron, su piel ya no era tan suave y su cabello parecía un nido de aves

Estaba sentada frente a lo que alguna vez fue un jardín hermoso, cuando una doncella del palacio principal le informo que el emperador solicitaba verla ella miró a la doncella y luego se levantó de la silla y le dijo a la doncella que la llevara

La chica guió a Lillian hasta el jardín del palacio principal, ahí se encontraba Arielle, Dimitri y la emperatriz madre tomando el te tranquilamente

Ella se acercó a ellos e hizo una reverencia y luego pregunto para que habían solicitado su presencia

Dimitri: Te mandé a llamar por qué quiero decirte que Arielle está embarazada y que no quiero que te acerques a ella

Esas palabras para Lillian fueron como un puñal atravesando su corazón, ella que había dejado su casa a su familia solo por amor a él y él la trataba de esa forma

Quería llorar, gritar o correr si era posible pero lo único que hizo fue decir lo entiendo y luego pregunto si se podía retirar pero antes de que Dimitri dijera que si la emperatriz madre hablo

Paulin: Otra cosa mañana será la ejecución de todo los Borneth así que tienes que estar presente en el lugar, ¿de que son culpables? así ya me acordé de traición a la corona

Lillian desde que había llegado tenía la mirada puesta en el suelo pero al escuchar que su familia serían ejecutados levantó la mirada enseguida y miró con odio a Paulin como se atrevía a decir eso de su familia, su familia era lo más fieles a la corona como podía decir eso

Dijo que eso era mentira, que sus padres siempre le fueron leales a la corona que debían investigar a lo mejor era una trampa de alguien que quisiera dañar a su familia, ante todo esto Dimitri le ordenó a dos guardias que se llevarán a Lillian y la encerraran en su palacio

Los guardias al llegar con Lillian a su habitación la tiraron como si fuera una muñeca de trapo ella intentó levantarse del suelo pero estaba muy débil para poder hacerlo los guardias salieron y cerraron la puerta con llave

Lillian se quedó ahí en suelo llorando por todo lo que estaba pasando, primero había sido su Nana ahora su familia que más le quitarían ya no le quedaba nada ella se arrepentía una y mil veces de haber amado a Dimitri si ella le hubiera hecho caso a su padre nada de eso estuviera pasando pero el hubiera no existe así que se quedó en el suelo llorando

Al otro día se levantó y con la poca fuerza que tenía fue al baño y se lavo la cara, luego busco entre sus cosas un peine y se empezó a peinar cuando terminó se recogió el cabello en una trenza luego busco su mejor vestido y se lo coloco luego se sentó en la cama y espero que alguien entrará

Ella ya no tenía nada que perder sus padres serían asesinados ese día y ella por más que le suplicara a Dimitri el no haría nada por ella, ese amor que le había profesado ya no existía

La puerta fue abierta y enseguida una doncella entro ella traía una bandeja con dos pedazos de pan un poco de sopa y un vaso con agua se lo coloco a Lillian en la mesa y luego se retiró del lugar

Lillian se acercó a la mesa y vio el plato de comida, sintió tristeza al recordar cómo era tratada en su casa nunca en su vida le habían dado de comer algo asi pero tenía tanta hambre que enseguida se lo comió todo

A medio día la puerta fue abierta dejando ver la imponente figura de Dimitri, Lillian se encontraba en la ventana de su habitación viendo el cielo que no se percató de que Dimitri estaba ahí hasta que él le hablo

Dimitri: Que falta de respeto la tuya al no hacer una reverencia frente a mi

Ella vio a Dimitri y luego hizo una reverencia, él le dijo que había venido por ella para la ejecución de su familia así que se moviera ella le dijo que no quería ir pero el la agarro por la mano y la saco

Dimitri odiaba que le llevarán la contraria así que cuando llegó al carruaje donde se iría Lillian la tiró tan fuerte contra el piso del carruaje que hizo que su nariz y su rodilla se llenarán de sangre

Ella como pudo se levantó y se sentó en la silla del carruaje, luego saco de su vestido un pañuelo y se lo coloco en la nariz, después de que Dimitri cerró la puerta del carruaje ella lloro no podía creer que el hombre que amaba la tratara de esa forma

El carruaje se detuvo frente a la plaza de la ciudad el cochero se bajó y luego la ayudó a ella a bajar, ella camino hasta donde estaba Dimitri y los demas y se sentó a esperar

Cuando su familia fue traída por el verdugo, ella lloro y le dijo a Dimitri que le permitiera hablar con ellos

Él la miró por un momento y luego asintió, ella se levantó y enseguida fue hasta donde estaba su familia, ella se acercó a ellos y le dio un abrazo

Lillian: ¿Qué fue lo que les pasó?, ¿ por qué están aquí?

Su padre le acarició el cabello por un momento, luego unió su frente con la suya

Diógenes: Yo también quisiera saberlo mi niña

Lillian:¿Por qué no se liberan? y se van lejos de aquí

Su hermana Charlie enseguida le mostró su mano, ella al ver que le habían colocado pulseras para impedir que usarán sus poderes lloro no podía creer qué le hubiera hecho eso a su familia a la familia más respetable de todo el imperio del norte

Su familia las únicas personas que la amaban estaban ahí frente a ella siendo juzgadas por un delito que no habían cometido, Dimitri al ver que Lillian seguía ahí le ordenó a uno de sus guardias sacar a Lillian de ahí

Ella forcejeo con el guardia pero no logro nada, así que fue llevada hasta donde debía estar ella como concubina real, Dimitri ordenó la ejecución de ellos de inmediato así que le colocaron la cabeza encima de un tronco

El verdugo saco una espada grande y le cortó la cabeza al padre de Lillian, ella al ver esto pego un grito luego cuando su madre y sus tres hermanos pasaron ella se desmayó

Cuando despertó se encontraba en su habitación y al recordar cómo sus padres eran asesinados lloro tanto que no hubo nada en el mundo que la pudiera consolar

Los días fueron pasando y nada que Lillian salía de su habitación, ella sentía que no había ningún motivo para seguir viviendo su familia ya no estaba y el hombre que alguna vez amo ya no era importante para ella

Cuando por fin salió de la habitación estaba peor que la última vez, iba caminando por un pasillo de su palacio cuando se encontró con Arielle

Ella saludo a Arielle con una reverencia y cuando estaba por seguir su camino Arielle la detuvo

Lillian: Me puede soltar su majestad

Arielle la miró de arriba abajo como escaneando la y luego puso una cara de asco

Arielle: No se como Dimitri se pudo fijar en una mujer como tú

Lillian: Yo tampoco sé su majestad ahora por favor suelteme que me lastima

Arielle: Acabe con el amor que te tuvo Dimitri acabe con tu familia y ahora acabare contigo

Lillian: ¿Qué fue lo que le hice para que usted me hiciera tanto daño?

Arielle: Haberte metido en la vida de Dimitri

Lillian: Pero si usted ya lo tiene, él emperador a mi nunca me perteneció

Arielle sabía que Dimitri iba a pasar por ahí así que hizo como si Lillian la empujara, Lillian al ver esto trató de ayudarla pero Dimitri llegó rápido ya que escucho los gritos de Arielle

Dimitri: Si algo le llegó a pasar a mi hijo o a mi mujer lo pagarás muy caro

Antes de que Lillian dijera algo ya unos guardias habían llegado y se la habían llevado a su palacio, Dimitri tomo a Arielle en sus brazos y se la llevó al palacio de él

Media hora después la puerta de la habitación de Lillian se abre dejando ver a la emperatriz madre, Paulin se acercó a Lillian y le dio una bofetada tan fuerte que le rompió el labio .

Paulin: Por tu culpa maldita acabo de perder a mi bisnieto

Lillian: Pero su Alteza Real yo nunca toque a la emperatriz

Paulin: Cállate que no te quiero escuchar, ahora mismo aprenderás a no meterte con los demás entre y denle 30 latigazos como castigo

Unos guardias entraron y la tomaron por los brazos, el que tenía el látigo le descubrió la espalda a Lillian y empezó a azotar la

Durante todo ese tiempo Lillian no emitió ningún sonido ella ya no tenía fuerza, al terminar Paulin le ordenó a una doncella que curará a Lillian

Paulin y los guardias salieron de la habitación mientras que la doncella se quedó atendiendo a Lillian, pasaron dos días y ya Lillian se encontraba mejor de salud

Los miembros de la corte al saber que el heredero al trono había fallecido en el vientre de su madre pidieron la cabeza de Lillian, Dimitri no sabía qué hacer porque él todavía seguía amando a Lillian pero también amaba a su hijo

Fue tanta la presión qué término accediendo a la petición de la corte, todas las personas estaban reunidas en la plaza principal esperando por la ejecución de Lillian

Ella desde un principio sabía que después de lo que pasó con la emperatriz ella sería ejecutada pero no tenía miedo ella había aceptado su destino, cuando llegó a la plaza ella tenía la frente en alto

Dimitri la miró a la cara y le dijo que dijera sus últimas palabras, ella lo miró a la cara y luego hablo

Lillian: Yo Lillian Zair Borneth le desea a usted emperador del Norte una gran prosperidad también espero que la emperatriz pueda tener otro hijo y no lo vuelva asesinar como al primero eso es todo lo que tengo que decir

Después de eso hubo un silencio hasta que Dimitri ordenó que bajarán la palanca, hasta ese momento Lillian dio su último respiro

Narra Lillian

Sentía que me ahogaba y no encontraba una salida para salir de ahí hasta que vi una pequeña luz que cada vez se hacía grande hasta que esa luz me cubrió por completo

Cuando esa luz me cubrió escuche una voz que me decía que abriera los ojos que todo estaba bien, que todo ya había pasado que estaba en un lugar seguro que nadie me haría daño

Cuando por fin abrí los ojos me di cuenta que estaba en mi habitación en mi antigua habitación no lo podía creer hasta que mis pies tocaron el piso frío de mi habitación, vi mis manos y me di cuenta que eran más pequeñas de lo normal

así que me acerque al espejo ahí descubrí que ya no tenía 20 años ahora tenía 8, es decir, que había regresado en el tiempo y que podía impedir que pasará todo lo que pasó así que empecé a saltar de la emoción por toda la habitación

Estaba tan emocionada que no me di cuenta que alguien había entrado a la habitación, cuando por fin vi a la persona que entro se me salieron las lágrimas ya que me di cuenta quien era

Lillian: ¿Nana tú también estás viva?

Mérida me miró como si estuviera loca luego se me acercó y me tocó como si tuviera fiebre

Mérida: ¿Mi lady usted se encuentra bien?

Lillian: Claro que me encuentro bien, ¿pero tú te encuentras bien?

Mérida: Claro que estoy bien, ahora a bañarse que se le hará tarde para el desayuno

Lillian: Primero tengo que hacer algo

Antes de que Mérida me agarrara salí corriendo en dirección a la habitación de mis padres, ellos siempre acostumbraban a levantarse después que nosotros

Entre a su habitación y enseguida me tiré a la cama, la primera en despertarse fue mi madre

Daiana: Lillian todavía es muy temprano por qué no mejor regresas a tu habitación

Diógenes: Daiana deja a la niña

Me metí entre los brazos de mi padre y al recordar lo que les pasó comencé a llorar mis padres al ver que estaba llorando se preocuparon y mi madre fue la primera en preguntarme

Daiana: ¿Qué es lo que te pasa mi vida?

Yo solo negué con la cabeza, ya que el llanto no me dejaba responderle

Diógenes: Dime si alguien te a hecho daño y te prometo que lo pagará con su vida

Volví a hacer lo mismo con la cabeza, así que mis padres al ver mis negativas dejaron de preguntar pero cuando me calme levanté mi rostro y me limpie las lágrimas luego los mire

Lillian: A mi nadie me a hecho daño, lo que pasó fue que tuve una pesadilla en donde los perdías a todos ustedes

Daiana: Mi pequeña eso fue solo una pesadilla

Diógenes: Tú madre tiene razón mi niña eso fue sólo una pesadilla, además ahora es el momento de regresar a su habitación y darse un baño por qué ya es hora del desayuno

Lillian: pero yo no me quiero bañar yo me quiero quedar aquí con ustedes, además ni siquiera e saludado a mi hermanito

Daiana: Deja que ella saludé al bebé y después se irá a bañarse ¿verdad señorita?

Lillian: Si mamá

Daiana: Okay entonces ven y acércate

Me acerque a la panza de mi madre y comencé a hablar con mi hermanito

Lillian: Hola bebé, se que me estás escuchando desde ahí adentro y por eso te quiero decir que no lastimes mucho a mamá tienes que tener mucho cuidado con ella por que ella es el ser más lindo de aquí ella es nuestra luz en el camino y bueno creo ya no tengo más nada que decir

Daiana: Eso fue muy lindo mi niña

Lillian: Gracias madre y ahora que le dije eso al bebé me quedaré a dormir aquí con ustedes

Tomé la sábana y me acomodé en el medio de la cama, mi madre me quedó mirando por un momento y luego se hecho a reír pero mi padre me quedo mirando muy serio

Diógenes: Okay entonces asume las consecuencias de tus desiciones

De pronto mi padre me comenzó a hacer cosquillas en el estómago y yo no paraba de reír hasta que le dije que esta bien que regresaría a mi habitación

Diógenes: Eso es lo que pasa cuando tomas una mala desición

Lillian: Eso lo sé de sobra lo aprendí a las malas

Y antes de que mi padre dijera algo más salí rápido de la habitación, llegue rápido a la puerta de mi habitación pero sabía muy bien que mi Nana estaba molesta así que entre con mucho cuidado pero ella igual me sorprendió

Mérida: Te tengo

Lillian: Nana por favor bajame

Mérida: No, ahora usted señorita se dará un baño

A veces me pregunto dónde saca tanta fuerza está mujer, cuando por fin me metió a la bañera el agua estaba fría

Lillian: El agua está muy fría

Mérida: Eso pasa por no bañarse temprano

Lillian: Eres muy mala conmigo

Mérida: Si si ahora vamos a quitarle el vestido para que no se enfermé

Después de bañarme ni nana me ayudó a vestirme y a peinarme y al estar lista salí de mi habitación y fui corriendo al comedor para ver a mis hermanos al llegar vi que Charlie estaba por tomar asiento pero antes de que lo hiciera me lancé a sus brazos

Charlie: ¿Pero que pasó?

Lillian: Nada solo que les quería demostrar un poco de amor a mis hermanos ¿y dime dónde está Alexander?

Charlie: Debe estar por bajar de su habitación no te preocupes que le podrás demostrar todo tu amor a ese “ser”

Lillian: Oye no digas eso que es tú hermano

Charlie: Si y por qué es mi hermano puedo decirlo

Estaba por responderle a Charlie cuando escuché unos pasos detrás de mí así que volteé y ahí lo vi acomodándose la camisa por qué la tenía un poco desordenada

Cuando por fin nos vio no le di tiempo de decir los buenos días cuando ya me le había lanzado a sus brazos

Alexander: Hoy mi pequeña monstrua amaneció afectuosa ¿no?

Lillian: Quien sabe y si algún día ya no le pueda dar estos abrazos

Alexander: Entonces encárgate de darnos muchos abrazos al ogro de tú hermana y a mi

Charlie: Oye deja de decirme ogro simio

Alexander: Si tú dejas de decirme simio quizás pero como se que no lo harás te diré como yo quiera ogro

Charlie: Huy te voy a matar Alexander

De pronto Charlie empezó a corretear a Alexander por todo el comedor hasta que mis padres bajaron

Daiana: Por dios chicos no se pueden comporta, ya ustedes están muy grandes para estar corriendo por toda la casa eso dejenlo para su hermana menor

Charlie: Madre pero es que él comenzó

Daiana: No quiero saber quién fue el que empezó lo que quiero es que se comporten, ustedes ya no tienen 8 años ahora tu Alexander tienes 16 y tú Charlie 10 así que comporten se

Diógenes: Su madre tiene razón ahora por favor tomemos asiento

Charlie miró a Alexander y le saco la lengua mientras que él se hecho a reír y luego se sentó al igual que ella

Narradora

Lillian estaba en su habitación cuando de pronto su nana la fue a buscar por qué había llegado una carta y al parecer involucraba a toda la familia

Así que ella cerró su libro y lo dejo en la cama, luego salió junto a su nana de la habitación al llegar a la sala ya todos estaban reunidos su madre que estaba sentada junto a su padre en uno de los muebles le dijo que se sentará con ella

Alexander: Como todos saben yo estaba esperando que me llegará una carta del imperio de Nastia y el día de hoy me acaba de llegar

Charlie: ¿Y que es lo que dice esa carta?

Alexander: Bueno esa carta dice que aprobaron mi solicitud para entrar en el ejército y que el día de mañana debo partir hacia Nastia

El marqués al escuchar eso se levantó y le dio un abrazo a su hijo, él estaba feliz de que por fin su hijo pueda cumplir su sueños

Charlie: ¿Qué?, ¿cómo que te tienes que ir mañana?

Alexander: Bueno eso es lo que dice en la carta

Charlie: ¿Pero como te vas a ir? sin enseñarme todo lo que sabes

Alexander: Lo siento pequeño ogro pero este siempre ha sido mi sueño y no pienso dejar pasar esta oportunidad

Daiana: Si te vas no podrás estar presente para el nacimiento de tu hermano

Alexander se acercó a su madre y le dio un beso en la frente

Alexander: Eso lo sé pero sabes muy bien que siempre ha sido mi sueño pertenecer al ejército de Nastia, además ustedes pueden viajar

Lillian después de haber escuchado se le vino ese mismo recuerdo a la mente pero esa vez ella le hizo un berrinche a su hermano y el por amor a ella no se fue y eso era algo que a ella le mortificaba así que se levantó del sofá y se acercó a su hermano para luego darle un abrazo bien fuerte

Lillian: Se que este siempre ha sido tu sueño y ni yo ni nadie de lo que están aquí presentes te impedirá cumplirla ¿cierto familia?

Su madre y su hermana todavía estaban un poco reacias pero si ese era el sueño de Alexander ellas no serían las culpables de que él no lo pueda realizar así que dijeron que si

Diógenes: De mi parte sabes que tienes todo mi apoyo

Alexander: Bueno familia esté no es un momento de tristeza si no de felicidad así que a celebrar

Ese día la familia estuvo más unida que nunca, ya que era el último día que Alexander estaría en esa casa

Cuando llegó la noche Alexander estaba en su habitación preparando sus cosas hasta que escucho que alguien tocaba la puerta así que dio la orden de pasar

Lillian: Veo que ya estás empacando

Alexander: Mmm si mañana es el viaje así que quiero que todo esté listo

Lillian se acercó a la cama y comenzó a ayudar a Alexander

Alexander: No es necesario que hagas eso mi pequeña monstrua se que a ti también te duele que me vaya

Lillian: Si me duele pero me dolería más que tú te quedarás aquí, quiero lo mejor para ti Alex y eso solo está en Nastia

Alexander: ¿Desde cuando mi pequeña es tan madura?

Lillian: Desde hoy que se que mi hermano mayor se va y no te digo esto para que te sientas mal y te quedes te lo digo para que sepas que aprendí a no aferrarme

Alexander: Te quiero mucho mi pequeña

Lillian: Y yo a ti ahora déjame ayudarte

Alexander: Claro

Mientras Lillian y Alexander arreglaban las cosas de él, Charlie estaba en su habitación llorando por qué su hermano al otro día se iría de la casa y ella no sabía si lo volvería a ver de nuevo su padre que iba pasando por enfrente de su habitación la escucho así que abrió la puerta y asomo su cabeza

Diógenes: ¿Puedo pasar?

Charlie al ver a su padre se limpio las lágrimas enseguida y le dijo que pasará

Diógenes: ¿Por que lloras mi princesa?

Charlie: Yo no estaba llorando es que se me metió una basura en el ojo por eso es que tengo los ojos llorosos

Diógenes: Sabes que te conozco tan bien que se cuando mientes ¿así que dime por que lloras?

Charlie: Bueno esta bien te diré, yo estaba llorando por qué Alexander se va

Diógenes al ver que su hija iba a volver a llorar se acercó a ella y le dio un abrazo

Diógenes: Se que te duele mucho la partida de tu hermano, pero tienes que entender que este siempre ha sido su sueño

Charlie: ¿Pero quién me entiende a mi?

Diógenes: Yo te entiendo princesa, pero no puedo poner tus deseos por encima de los sueños de Alexander porque no mejor vas a la habitación de tu hermano y te despides de él como debe ser

Charlie: Okay, pero conste que lo hago porque tú me lo pediste no porque yo quiero

Diógenes: Como tú quieras, pero ve

Diógenes se levantó de la cama de Charlie y le dio un beso en la frente luego salió de la habitación, y Charlie después de pensarlo por un momento se paró y fue al baño primero antes de ir a ver a su hermano

Después de haberse lavado la cara fue a la habitación de su hermano y toco la puerta dos veces hasta que esté le dio el pase, ahí ella le dio un abrazo a Alexander y le dijo que lo extrañara demasiado él esa noche también le dijo que la iba a extrañar demasiado

Después de eso ambos bajaron a cenar y aunque había mucha tristeza en el aire esa noche ninguno de ellos soltaron una lágrima después de que cenaran en familia cada quien se fue a su habitación a dormir

Lillian estaba sentada en su cama mientras que su nana le buscaba un camisón para dormir

Lillian: ¿Nana tú crees que estoy haciendo lo correcto al dejar ir a mi hermano?

Mérida: Si ese es el sueño del joven Alexander entonces usted está haciendo lo correcto

Lillian: ¿Nana por qué nunca te casaste o tuviste un hijo?

Mérida: ¿Y ahora a que viene esa pregunta?

Lillian: Es por qué siempre has estado con nosotros

Mérida: Es hora de dormir así que deja de estar haciendo preguntas

Lillian: Eso no es justo nunca me respondiste la pregunta

Mérida: Si no le digo es porque usted todavía es una niña para comprender los problemas de los adultos

Lillian: Puede que sea una niña, pero entiendo muy bien las cosas

Mérida: Lo encontré

Lillian: ¿Que encontraste?

Mérida: El camisón que usarás

Mérida se acercó a Lillian y le ayudo a quitarse el vestido y luego la ayudó a colocarse el camisón

Lillian iba a seguir preguntando, pero decidió callarse porque sabía que su nana no le diría más nada así que se acomodó en la cama y luego se despidió de su nana