Luchas interminablemente por conseguir tus sueños, desde niño te enseñan a fijar objetivos.
Muchas veces a sacrificar tus deseos por esas metas.
Muchos jugadores alcanzan a ir a varios mundiales de fútbol, eso depende de sus selecciones, algunos nunca lo logran.
Mi país lleva sin participar en 5, son 20 años.
Se celebran cada 4 años y las eliminatorias comenzarán en 6 meses.
Confío en mis habilidades en mi equipo, en ser un buen líder, en que la próxima copa mundo estará en casa, en que seremos campeones.
Ironías de la vida, juego con el mejor Club a nivel internacional y no he podido participar en un mundial de mayores, es mi objetivo, pero "la ruleta de la vida que no se detiene". Logra dar giros inesperados, cuando crees que tienes todo programado, que ya tienes escrito tu futuro.
Aparece una mulata que te hace desfallecer con solo mirarla.
¿Qué eliges el amor o, por lo contrario, seguir con tus metas para alcanzar el tan anhelado trofeo?
¿Estarías dispuesto a pagar el precio de tus decisiones?
El juego del destino te podría enseñar que estabas viviendo sin vivir, que el karma existe y la factura que te cobra podría ser impagable.
Que las oportunidades de volver al mismo escenario quizás no existan.
Que el arrepentimiento suele destrozar.
Que para volver a iniciar y poder salir de la oscuridad necesitas perdonarte.
Sander Scott
Sander Scott
Beso, sus labios y los devoro, deseando que se fundan junto a los míos, siendo unos solo.
Vuelvo a recorrer su cuerpo, es una mujer hermosa. Su piel canela, sus lindas curvas, sus enormes senos que no puedo dejar de desear y aprisionar, es un manjar. Voy bajando y jugueteando con mis labios, mi lengua y mis manos en conjunto desde su cuello; pasando por esos pecaminosos pechos, erguidos y duros, atravesando su ombligo, dirigiéndome a su monte, el cual venero. Donde me detengo dedicándole un especial tiempo.
Acariciando sus pequeños pliegues, empalagándome de su olor y de su sabor, mientras ella emite gemidos incontrolables. Miro cómo se contrae, sus piernas tiemblan, entierra sus uñas y araña mi espalda, es excitante. Así que continúo pasando por sus hermosas piernas, es mi Mulata, ¿cómo no saborearla, de pies a cabeza?
Ella es la imagen de la lujuria y la pasión viva. Esos ojos verdes esmeralda, hechiceros que desde el primer momento, en que los vi, me embrujaron y me convirtieron en su esclavo. Mi Mulata supo encadenar mi alma a la suya.
Sus gemidos, su voz gritando mi nombre, son música para mis oídos.
— ¡Ay! ¡Ahhh!, Sander, no te detengas— Veo como su respiración se acelera, su pecho sube y baja, su piel es impregnada por pequeñas gotas de sudor que la hacen ver más sexy. Toma en sus manos mi miembro, lo acaricia y lo lleva a su boca. Siento mi glande chocando contra su paladar, su saliva lubricándome. Lo saca para darle pequeñas lamidas con su lengua, vuelve y repite cada paso. Trato de controlarme, mientras por mi cuerpo pasan escalofríos de placer, es tanta mi necesidad de ella que no quiero que termine.
Mi hermosa hechicera levanta su vista hacia mí, nuestras miradas se conectan y no existe nada más. Tomo su cabello y lo envuelvo en mi mano, quiero mirar su rostro mientras me devora.
—¡aahhh! Mulata —grito alcanzando la cúspide. Voy poco a poco, tratando de apaciguar mi respiración y calmar el ritmo acelerado de mi corazón.
Cuando por fin lo logro la llevo a la cama, me recuesto para recuperarme. Mi Hechicera es un volcán de deseos, se sube sobre mí, me posiciona en su monte. Me empuja contra ella, sin pensarlo me dejo guiar. La penetro y continuó su ritmo. Gozo cada segundo en el que ella pierde el control, donde el mundo no importa. Solo somos dos amantes, disfrutando de los placeres.
El sudor nos cubre, solo se escuchan el vaivén de nuestros cuerpos desnudos frotándose y los gemidos que emanan de nuestras bocas. Esparcimos caricias por cada centímetro de nuestras pieles, ese roce que nos lleva al cielo.
El teléfono suena,
Miro mi reloj, marca las 8:50 PM
Me levanto del sofá, dejo mi copa de vino sobre la mesa, agarro mi teléfono y contesto
📱—Hola—
📱— Hola, Sander, estamos llegando, ¿Ya estás listo?—
📱 —Stefano, dame 5 minutos, nos vemos en frente del edificio—
📱—Ok amigo apenas, ahí te esperamos—
Tomo mi abrigo, mis guantes y la bufanda, ya que el clima es espantoso en esta época del año.
Verificó que en el abrigo lleve la invitación "Aniversario del Centenario del Club Deportivo de Futbol Ingloss".
Salgo de mi departamento, tomo el ascensor hacia el primer piso y al salir está cómo siempre Alfred.
—Buenas Noches, Alfred—
—Buenas Noches, señor Scott — me devuelve el saludo, nos dirigimos a la salida, él abre la puerta, mira hacia el firmamento —esta noche será muy fría, no ha dejado de nevar, menos mal que va bien abrigado. —dice.
—Eso parece, que hará bastante frío —respondo, mientras avanzo.
—¿No he visto venir estos días a la señorita Socorro? ¿Es posible que venga hoy? —interroga Alfred.
—Ella no vendrá, está junto a mis padres. —pronuncio—. Creo que esta noche tampoco vendré, por si no me ves, no te afanes mi viejo.
—Gracias por avisar, señor. Ahí llegaron sus amigos —dice Alfred señalando la limusina. Me despido y al salir, el chófer abre la puerta para que ingresé.
—Hola, Stefano. — lo saludo
— Hola, Sander, —dice, mientras nos saludamos con un apretón de manos.
—Hola, Sol, qué hermosa estás — le expreso y le doy un beso en la mejilla.
—Hola, Sander, tú no te quedas atrás, estás guapísimo— conozco el juego de Soledad, al alabarme busca que su flamante esposo le diga algo hermoso. Escuchamos un pequeño carraspeo.
—Recuerdas que eres mi esposa, una mujer comprometida y que próximamente reafirmaremos nuestros votos, señora Martin y al único que puedes decir que está guapísimo es a mí. —Stefano sonríe de lado, hace una pequeña mirada de hombre herido, que Soledad con un beso logra desaparecer.
–Deja tus celos hermano y no me digas que esta hermosa rubia logró por fin que le cumplieras la promesa. —Digo y ella estira su mano mostrando y exhibiendo un nuevo anillo de compromiso, muy delicado, con un pequeño y muy fino diamante.
—Sander, es el momento, ya nada nos lo impide —dice Sol, mientras acaricia a Stefano
—Déjenme felicitarlos, —le doy un emotivo abrazo a Stefano y otro a ella. —Saben que seré uno de los padrinos del matrimonio.
—Eso no se pregunta, tendré nuevamente tres padrinos, mis mejores amigos y hermanos. —Contesta Stefano muy orgulloso.
—Además, las mujeres morirán de envidia, ese día estaré rodeada de cuatro de los hombres más codiciados de la ciudad —la Rubia siempre tan espontánea.
—Creo que me pondré muy celoso y no será suficiente un beso para contentarme si sigues alabando a otro hombre— Stefano dice y finge estar enfadado.
—Ja, ja, ja, ja – reímos todos. La Rubia se lanza con un beso pasional sobre su esposo.
—Ya dejen de contar plata delante de los pobres, ja, ja, ja, que el papel de violinista no me gusta —expreso.
—Sander, deja de ser malo, pronto te veré.— Dice la rubia, cruzando sus brazos.
—Extraño al anterior Sander, te has vuelto un amargado, ya no sonríes —Me recrimina Stefano, hago una pequeña mueca de fastidio. Mi mayor motivo para sonreír, está lejos y se niega a verme.
—¿Soledad, confirmaste qué todo esté en orden? y ¿qué no falte nada? —indago.
—Todo quedó como lo pediste, Royer Valmet, me debía un favor y se lo cobré, ahora el que me lo debe, eres tú, así que prepárate amigo
Soledad Massin "Sol"
Stefano Martín
5 años atrás
Milagros Sarmiento Suárez,
— Buenos días — saludo al personal de seguridad que se encuentra en la recepción.
— Señorita, Buenos días, ¿En qué le puedo colaborar? —
— Señor vengo para una entrevista laboral con el Doctor Paul Sommer—
— Permítame su identificación —
— Aquí la Tiene — El verifica en el computador,
— Milagros Sarmiento — Dice mi nombre y procede a darme las indicaciones. —Tome esta escarapela de visitantes y colóquela en un sitio visible. Stella, por favor, acompaña a la señorita a las oficinas de Talento Humano — Ella me escanea de arriba abajo y hace una mueca de desagrado.
— Carlos es necesario que vaya —dice la mujer y se queja por tener que guiarme.
Sí, el Doctor pidió que la llevaran — contesta el jefe de seguridad que ahora sé que se llama Carlos. Ella mueve su cabeza en forma de desaprobación, con un gesto de disgusto, toma su gorra y se la coloca.
— Si no queda de otra, sígame por favor — Dice Stella de muy mala gana. Llegamos a uno de los edificios dentro de la sede. — Buenas tardes, Margaret, mira aquí traigo a la negra — Esa mujer muestra en su tono de voz el desagrado que le produzco.
— Stella deja de ser ofensiva — Ella levanta sus hombros y se va ignorando el reclamo de la secretaria.
—Buenas tardes, señora Margaret, no se preocupe me he acostumbrado —Le digo de manera honesta.
— Eso no debería ser así —dice la secretaria mostrando su rostro apenado. —Por favor pase por aquí el doctor Sommer la está esperando —Ella toca la puerta ¡Toc! ¡Toc!
—Adelante.
— Buenas tardes, Doctor— él hace señas con su mano para qué ingresé, al estar frente a él, se levanta de su silla, estira su mano, yo alcanzo la mía, él me da un leve apretón.
—Mucho gusto Benjamín Sommer, director de Recursos Humanos. Dice su nombre–.
— Milagros Sarmiento — Me presento
— Por favor, tome asiento— me indica la silla con su mano.
— Gracias — Abre su computadora
— Me recuerdas por favor el número de identificación —
— Sí señor es 101000391— Asumo que abre el formulario que tuve que llenar con los datos muy minuciosos, comienza a leerlos en voz alta
—Milagros Sarmiento Suárez
Edad: 24 años.
Profesión: Médico fisiatra y fisioterapeuta del deporte.
Idiomas: Español, Inglés
Estado civil: soltera
Ocupación: Estudiante Doctorado Psicología y Rehabilitación del deporte Universidad de Engloss City, Beca del 50 por ciento,
Padre: Raúl Sarmiento cazatalentos del deporte, 52 años, Club Deportivo Mérida
Madre: Evangelina Suárez, secretaria de la presidencia de Nell Corporación, 48 años
Hermanos: Emanuel Sarmiento Suárez, 21 años, estudiante de estadística y Thomas de 17 años Estudiante de Idiomas.-
Experiencia: Club Deportivo Mérida.
Tiempo de servicio: 2 años — El termina de leer mi información personal. Háblame —por favor de usted, ¿qué es lo que espera de la vida?—
—Soy una mujer que le gusta superarse día a día, que acepta retos, quiero crecer intelectualmente e ir adquiriendo experiencia, para poder ayudar tanto físicamente como mentalmente a los jugadores que por motivos del deporte han tenido accidentes los cuales los alejan de las canchas bien sea por temporadas cortas o largas —.
— ¡Vaya! Me agrada su respuesta. ¿Qué expectativas le despierta poder ingresar a trabajar a este club?—
—Ingresar a este club para mí es una gran oportunidad, estar trabajando con los jugadores más importantes y cotizados a nivel mundial es una experiencia única, además del aprendizaje que obtendré — Expreso mis razones, veo que esta le ha agradado.
—Bien, me gusta ¿Por qué venir a estudiar a esta ciudad, cuando usted sabe que la convivencia no será fácil? — Él realiza una de las preguntas que es mi talón de Aquiles en esta ciudad.
— Conocer diferentes culturas me atrae, la ciudad es muy hermosa y segura, me agrada, he ido de poco en poco recorriéndola durante el mes que llevo aquí, he visitado sus sitios más emblemáticos, la catedral, el museo, la biblioteca, el mirador, en fin. Mi acento latino es muy arraigado hay veces siento que no me entienden, aunque mi inglés es perfecto, sé que la gran barrera que tendré será el racismo y la discriminación geográfica — Él me interrumpe.
—Lo siento—
—No tiene por qué pedirme disculpas usted no me ha discriminado — Le digo sinceramente.
—Pero es mi ciudad, prosiga—
— No dejaré de hacer lo que quiero por los prejuicios de otros — Levanto mis hombros en señal de que no me importa lo que piensen. —Yo vine a estudiar, es lo que haré, si ellos se incomodan por el color de mi piel, por mi origen latino lo siento, pero no tengo pensado renunciar.— Dejo en claro mis objetivos.
—Me agrada Milagros, háblame de sus padres—
—Mi padre es un hombre que desde que tengo memoria siempre lo he visto trabajando, reclutando nuevos jugadores, él va a los lugares menos esperados, mi madre dice que rescata almas, ja, ja, ja, es un hombre de carácter fuerte, ha sido nuestro pilar, nos enseñó amar el deporte, a no juzgar a las personas por su apariencia y a buscar en ellas su mejor habilidad y destreza —
— ¿Físicamente como es?—
— Es un hombre de color negro, robusto de aproximadamente 1.93 de estatura, no se le notan los años se conserva muy bien, ja, ja, ja — Sonrió al recordar que mi papá se ve menor que mamá.
—¿Y su madre?—
—Ella es una mujer cálida, la que siempre ha estado de nuestro lado cubriéndonos, aunque tiene su temperamento ja, ja, ja antes de que me pregunte su piel es de color blanco, ojos verdes como los míos, y como ve, mi piel es la combinación de los dos —
—¿Con quién vive aquí? —
— Con la sobrina del jefe de mi padre, ella estudia bellas artes, en mi universidad, Mauri Barren. El señor Smith, fue quien me ayudó a conseguir el departamento, al igual que me recomendó aquí. —
— Señorita Milagros seré muy directo el formulario demuestra que tiene experiencia, le voy a ser sincero ingresar a este club deportivo de fútbol el cual es el más grande e importante del mundo es muy difícil, pero usted viene recomendada, de alguien que siempre nos ha proporcionado excelentes jugadores, así que solo es cuestión de continuar con el protocolo de contratación, no lo puedo saltar. —
—Gracias Doctor —
— Milagros tendrás una visita domiciliaria, unas pruebas psicotécnicas, una entrevista con la psicóloga, y los exámenes médicos de rutina si todo sale como esperamos firmaras el contrato junto a una cláusula de confidencialidad, lo que pase aquí se queda aquí, bien sabes ellos son figuras públicas y nuestra prioridad es sobre guardar su privacidad —
—Entiendo—
—Así que no me queda más que decirte que bienvenida, en mí encontrarás un amigo, se me olvidaba que eres la única mujer que trabajará en esa área cerca de los jugadores, no sobra decir que confío en ti, me has dado buena impresión—.
—Gracias, señor no lo defraudaré. —
—¿Recuerdas el camino de salida? —
—Sinceramente no — con tantos edificios dentro de esta manzana y siendo la primera vez que ingresó, además del nerviosismo, no me fije en el camino.
— Es un poco confuso con tantos edificios en un lugar, pero ven te acompaño, voy hacia la presidencia, así que te puedo orientar. Te parece Milagros.— El jefe de personal es un hombre de unos 50 años, muy educado, cordial, sin rastros de discriminación, me trato muy bien.
—Gracias — Salimos de su oficina.
—Margaret ya regresó voy a presidencia y de paso acompaño a la señorita — Ella levanta la vista de su computadora, con una sonrisa
– Bien señor — Dice ella.
— Señorita Margaret muchas Gracias — Me despido, ella es una mujer de unos 35 años aproximadamente, asumo que es soltera y que no observe ninguna argolla de matrimonio.
—-Hasta pronto Milagros – me despido con una sonrisa.
En el trayecto a medida que avanzamos él señala los edificios y las distintas áreas a que pertenecen.
— Bueno señorita Sarmiento creo que aquí ya no se pierde, siga derecho y encontrara la portería, pronto nos veremos para la inducción. — Extiende su mano, acerco la mía y nos despedimos.
- Gracias, hasta pronto. - Le digo al doctor Sommer.
Como me dijo a 200 metros aproximadamente estaba la portería. Llegue y entregue la tarjeta de visitante, di las gracias y Sali.
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