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Finjamos Amarnos

Ironías de la vida

SI SOS MAYOR DE 21 AÑOS Y NO TE GUSTAN LAS DESCRIPCIONES DE SEX@ EXPLICIT@ NO LEAS ESTA NOVELA, YA QUE TIENE MUCHO CONTENIDO INAPROPIADO Y HA SIDO DENUNCIADA VARIAS VECES

¡Muchas gracias!

¡Fin del aviso!

El sonido de las ambulancias ingresando se escuchó en la entrada de la guardia, faltaban solamente veinte minutos para las doce, horario en el que los enfermeros terminarían su turno.

El altoparlante de la guardia sonó advirtiendo al personal sobre los nuevos pacientes y explicando la condición de los mismos

> dos alertas rojas, ambos pediátricos, un masculino herido de bala en tórax izquierdo con posible neumotórax, el segundo femenino posible shock anafiláctico _ Volvió a sonar

>1 alerta amarilla mujer joven herida de bala en muslo izquierdo con hemorragia por posible compromiso de arteria femoral

_ ¡Preparen tubo de drenaje pleural y mascará de oxígeno!_ Menciono Miriam, la pediatra a cargo del menor con lesión de arma de fuego. Perla y Maria, las enfermeras de pediatría, la obedecieron _ solícito una radiografía de tórax _ gritó nuevamente.

Después de 30 minutos lograron estabilizar al paciente menor de edad con herida de bala. Las tres salen del shock room y se lavan las manos, encontrándose a las otras dos enfermeras que asistieron a la paciente de shock anafiláctico

Las cuatro enfermeras de la guardia siguiente ya están en el sector, Perla y Maria les mencionan las novedades antes de retirarse. Maria, es la primera en terminar y camina hacia los vestuarios, en cambio, Perla se queda a realizar unas últimas anotaciones que le faltaron y no logro completar por la emergencia

_ Susana, como te fue con el shock anafiláctico _ pregunta Miriam, la pediatra, a su colega.

_ ¡Bien! Por suerte pudimos controlarlo _ responde, y se sorprenden al ver al el cirujano de guardia de adultos llegar corriendo al sector pediátrico

_ Perla, necesito hablar contigo _ menciona aún agitado el doctor Manuel, cuando ella está por irse

_ yo puedo ayudarlo doctor ella ya terminó su guardia hace casi media hora _ interviene Rosmery, quien tomaría su lugar en el turno entrante.

_ sí, doctor, además mi hija debe estar esperándome. Hoy salió temprano de la facultad y venía a buscarme

_ ¡Perla, es importante que me acompañes!_ exclamó el doctor nuevamente con algo de nerviosismo, mirando a Miriam, quien ató cabos y comprendió lo que pasaba

_ vamos Perla _ espeto, la tomo de la mano y siguió a Manuel, al sector de guardia de adultos.

La pediatra era más alta y delgada a diferencia de Perla, quien era pequeña y curvilínea, prácticamente fue arrastrada por su mejor amiga y compañera

Perla, la enfermera, la siguió sin entender mucho las acciones de Miriam hasta que por su mente cruzo el anuncio del altoparlante “mujer joven herida de bala en muslo izquierdo con hemorragia por posible compromiso de arteria femoral” Un escalofrío recorrió el cuerpo de la enfermera. El doctor Manuel detuvo sus pasos, tomó una planilla de autorización para cirugía y giro a mirarla

_ La otra paciente que ingreso por una herida de bala tiene una rotura de arteria femoral, se logró estabilizarla, pero necesita una cirugía para evaluar el estado de su arteria _ suspiro para antes de continuar

_ está con una hipotensión por la perdida de sangre, también necesitará transfusión _ volvió a suspirar.

Han sido compañeros de guardia por años y esto era lo más difícil que le diría a la enfermera con la cual salvo infinidad de vidas, ya que Perla antes de quedarse definí hace tres años en pediatra fue enfermera en guardia de adultos

_ Perla, la paciente es tu hija Sofía _ ella palideció y se tambaleó un poco siendo sostenida por ambos médicos.

_ Perla _ exclamo Miriam.

_ ¡Estoy bien! _ dijo tomando el formulario.

Firmo las tres hojas, sabía de memoria lo que decían llevaba años explicándole muchas veces a los pacientes o sus familiares el contenido

_ mi hija está en tus manos Manuel, sé que eres un excelente cirujano cardiovascular y torácico _ remarcó lo último innecesariamente solo para darse tranquilidad a ella misma.

_ ¡lo soy! ¡Ve a verla antes de que entre a quirófano! Ya está sedada, con la transfusión puesta _ exclamó y fue a prepararse para la cirugía

Perla entró al lugar acompañada de Miriam, quien aprovechando que el caos en la guardia había mermado, para apoyar a su amiga. Maria, su compañera de guardia y mejor amiga, había llegado minutos después. La morena supo de la noticia por la enfermera de adultos cuando se cambiaban en el vestuario para retirarse.

Ambas la miraban por si necesitaba asistencia, en cambio, ella observó el pálido rostro de su hija. Sus brillantes ojos verdes estaban cerrados, su cabello rubio y corto de estilo pixie estaba cubierto por una cofia trasparente, llevaba únicamente un camisolín descartable puesto.

Le acaricio la mejilla, mientras sus lágrimas caían sin control. Siempre fue una niña saludable, nunca cayó internada ni sufrió una fractura. Quizás porque fue muy sobreprotectora con ella.

_ ¡si sales de esto prometo ayudarte para que te compres esa moto de carrera que tanto té gusta! _ le susurro al oído _ ¡para eso necesitas estar bien!

_ ¡es hora! _ menciona Lucia, la enfermera de quirófano. Ella asiente y sale a esperar en el pasillo

_ Maria, Miriam. Pueden irse, yo estaré bien, ¡no es nada grave! ¡Ella es muy fuerte!

_ ¿estás segura?_ pregunta Miriam ella asiente.

> ¡Doctora Miriam Insaurralde se le solicita en la guardia pediátrica!_ suena el altoparlante.

_ cuando me desocupe, vuelvo _ menciona la pediatra, al retirarse, quien a diferencia de las enfermeras hace guardias de 24 hs.

_ ¿necesitas algo?_ pregunta Maria esta vez

_ ¡no vete! Tú debes retirar a tu hija _ la joven morena la abraza, para después irse.

Perla esperaba sentada en un banco frente a las puertas de cirugía. Su uniforme blanco se confundía con las paredes del mismo color. Se quitó el barbijo para respirar mejor y también la cofia blanca que encerraba sus bucles cobrizos, los cuales cayeron sobre sus hombros. De vez en cuando secabas las lágrimas que caían de sus ojos marrones.

Después de unos minutos, Perla decide ir a buscar su celular para informarle a su exesposo de la situación. Lo había dejado en el sector de enfermería. Se colocó el barbijo, no podían entrar en la guardia sin usarlos, era una reglamentación que quedo fija luego de la pandemia. Al acercarse escucha un gran alboroto.

_ porque mi hijo estaba solo?_ grita un hombre castaño, vestido con un traje azul marino, muy enojado, mientras el personal de seguridad intenta calmarlo _ ¿¡porque no dejaron entrar a mi hermano!? ¡Mi hijo estaba solo! ¡Por eso empeoro! ¡Todos son unos ineptos, los voy a demandar por abandono de persona! ¿Acaso no tienen humanidad?

_ Señor _ interviene Perla. Al ver que ninguno se atrevía a enfrentarse al furioso familiar.

Había hecho muchos cursos de como tratar a un familiar alterado. Era común ver que por la preocupación, los allegados a los pacientes no reaccionaban de la mejor forma. Es más, tendían a ser más violentos

_ sus gritos no solucionarán nada. Permita que los médicos realicen su trabajo. Si no se permitió el ingreso a su hermano, seguramente fue porque no era el momento.

_ ¿Cuándo va a ser el momento? ¡Tuve que entrar a escondidas y a los minutos, esa cosa empezó a sonar y nadie estaba con él! ¡Nadie! ¡No les importa porque no es su hijo!

_ ¡señor nos preparamos para estar aquí con años de formación! ¡Todas las vidas son importantes, pero ahora es necesario que se calme!_ todos sus compañeros de trabajo quedaron expectantes mirando las acciones de Perla, conocían su situación actual

Ella siempre fue la mejor dominando este tipo de circunstancias. El hombre enfureció más al ver como personas entraban y salían de la habitación de su hijo

_ ¡que estén preparados no quiere decir que sepan lo que yo siento! ¡Ojalá usted sepa lo que es tener a su hijo al borde de la muerte!_ gritó y una bofetada sonó contra su mejilla. Esas palabras liberaron la angustia que ella reprimió

_ ¡PERLA ROMINA LÓPEZ MATRÍCULA 367890 PUEDE DEMANDARME POR VIOLENCIA SI ASÍ LO DESEA! _ gritó, por primera vez en años, sin poder aguantar esas palabras.

_ ¡Por supuesto que lo haré! ¡La denunciaré!_ exclamó el hombre. Miriam abrazó a la pelirroja, dándole la espalda al hombre.

_ lo siento yo no debí inmiscuirme

_ Yo me encargo, ve a esperar a tu hija _ le dijo. Perla asintió. Fue en busca de su celular, para luego volver a esperar frente a cirugía.

_ ¡Doctora! ¿Cómo está mi hijo?_ Mencionó el hombre exaltado, al reconocer que era la misma doctora que entró a la habitación de su hijo minutos antes

_ ¡su hijo ya se estabilizó!

¡Si no dejamos que nadie entre, fue para evitar justamente lo que le ocurrió a su hijo!

_ ¿qué quiere decir?

_ ¡si no me equivoco, usted, entró sin permiso y abrazo a su hijo! Al hacerlo, casi desprende el drenaje pleural _ el hombre la miró sorprendido [ Justo después de abrazarlo las alarmas comenzaron a sonar, yo no vi el tubo. Estaba cubierto con una sabana hasta los hombros. Dios, ¿qué hice?] pensó cubriendo su rostro y se recostó en la pared.

_ lo siento yo.. Yo.. ¡No sabía!

_ lo entiendo, no es personal de salud para saber el riesgo y no tuvimos oportunidad de explicarle. ¡Espero que comprenda que su proceder no fue apropiado! _ Miriam mira a los guardias de seguridad _ ¡sin mencionar que fue un error del personal de seguridad dejarlo pasar!

_ ¿él, se recuperará?_ le preguntó Emiliano, el padre del pequeño

_ sí. La bala perforó el pulmón, y rompió dos costillas, por eso su pulmón colapso, pero logramos evitar un riesgo mayor. Lo más probable es que permanezca aquí por dos semanas como mucho.

_ ¡gracias!_ respondió esperanzado. Observo a su alrededor _ todos disculpen por las molestias, es que yo…_ Miriam lo miró con una sonrisa irónica

_ dígame una cosa, ¿usted sabe qué le paso a su hijo?

_ ¡sí! Intentaron robar el auto de mi hermano. Eran tres personas armadas, dos lo golpearon para bajarlo. Les dijo que un niño estaba detrás, antes de que lo desmayaran de un culatazo. Uno subió al asiento del conductor _ sus ojos negros estaban empañados por las lágrimas, en tanto hablaba _ Su cinturón de seguridad se trabó, gracias a Dios, la mujer, que le dijo todo a la policía, lo ocurrido entró, a la parte trasera del auto, corto el cinturón de seguridad y bajo a mi hijo. Corrieron, pero.. Ella también termina herida, ya que al verla el ladrón detrás del volante le disparo. Se llevaron el auto, ella es quien llamó a la ambulancia.

_ ¡qué bueno que lograron bajar a su hijo! La enfermera a la que le grito terminaba su guardia a las 12, sin embargo, se quedó conmigo hasta lograr estabilizar a su hijo

_ lo siento, me disculparé con ella yo.._ removía su cabello corto y castaño con frustración.

_ ¡no he terminado!_

La delgada mujer vestida de blanco con su cabello largo y negro trenzado se acercó a él. No disimulo, la furia en sus ojos marrones lo mataría si pudiera. Era más alto y fornido, pero para ella eso no era una dificultad, siendo exmilitar ya se imaginó varias formas de hacerlo sufrir, pero al detectar que tiene moral decidió usar algo más efectivo, su consciencia.

_ ¡mientras ella asistía a su hijo! _ apunto su pecho con el índice, mientras Emiliano la miró con vergüenza _ su única hija ingresaba a la guardia por una herida de bala, que le provoco una hemorragia y ahora está en quirófano con una probabilidad de sobrevivir del 50% _ El hombre palideció al entender la indirecta y ella le sonrió _ la joven que salvo a su hijo, se llama Sofía y es la única hija de la mujer a la que acaba desearle, que sienta su dolor. ¡Pues ella lo está sintiendo!_ el hombre se dejó caer al suelo. Miriam miró al personal de seguridad _ sáquenlo. Ingresará cuando trasladen a su hijo a una habitación, en internación _ lo miró con furia una vez más, antes de dirigirse a su sector

Los hombres de seguridad se acercaron a él para sacarlo del lugar hasta el pasillo de la guardia, donde esperan los familiares y los pacientes por ingresar.

Se sienta en una silla en sala de espera. Un hombre delgado y más alto que él, con traje negro y de cabellos castaños desordenados que llegan a sus hombros, con barba candado y de ojos marrones, se acerca al verlo salir

_ ¿y qué te dijeron? ¿Demian está bien?_ lo interroga preocupado.

Recién volvía de ser atendido por el golpe que recibió. No estaba herido de gravedad, por lo que no requería internación. Su hermano mayor no le respondió, en cambio, preguntó.

_ Michael ¿cómo se llamaba la chica que los ayudo?_ lo miró en espera de sus palabras

_ Sofía Sanabria me dijeron que está en quirófano, ¿por qué?

_ ¡acabo de insultar a su madre!

_ ¿qué? ¿Y eso que.._ bufo acariciando su cabellera _ maldita sea Emiliano, ¿mi sobrino está bien o no lo viste?

_ ¡si está bien! Solo estará dos semanas internado. Tú ¿cómo estás?

_ estoy bien, solo fue un golpe insignificante. ¿Cuándo podemos verlo?

_ cuando lo trasladen a una habitación.

Dos horas habían pasado y Manuel salió de quirófano, Perla quien estaba sentada en la puerta se acercó, el médico le regalo una sonrisa tranquilizadora

_ ¡ella está bien, estará internada unos días como ya sabes!_ le guiño un ojo _ ¡aunque le indique otra transfusión!

_ ¡gracias!_ ella suspiró mientras él la abrazaba.

_ tranquila, ya paso. Ella es fuerte, como su madre

Durante la noche Sofía despertó pidiendo agua, su madre le acercó un vaso y la abrazó y beso con mucho cuidado

_ ¿te asustaste mamá?_ le preguntó secando sus lágrimas!

_ ¡si mucho! Te amo cachetes

_ ma.. _ Perla se rio

En otro sector del hospital, la mañana siguiente, una mujer rubia, de cabello largo, de ojos ámbar, esbelta y elegantemente vestida, entraba a la habitación del Demian muy preocupada. Acompañada de un castaño un poco más bajo que su exesposo

_ ¿cómo está mi hijo?_ exclamó mirando a Emiliano, mientras se aproximaba a su hijo y le tomaba la mano

_ ¡buenos días!_ saludo, la actual pareja de su exmujer, Emiliano, solo asintió en respuesta

_ esta fuera de peligro _ mencionó y salió de la habitación.

No podía soportar ver a la persona que considero su mejor amigo por años. Quien ahora era la pareja de la mujer que aún amaba, además ya le había explicado la situación por celular.

En internación general, después de ayudar a su hija a higienizarse, ambas se dispusieron a desayunar.

_ Maaa _ dijo Sofía devorando una medialuna

_ ¿debo faltar a la facultad?

_ solo unos días

_ Maaa

_ ¿sí?

_ Ahora con esto menos me vas a dejar comprarme la moto ¿no?

_ pues de hecho. Esto me enseñó que por más que te proteja.. Hay cosas que se escapan de mis manos.. Y ..

_ ¿Y? _ respondió ella con expectativa

_ ¿cuánto tienes ahorrado?

_ 350000, solo necesito un recibo de sueldo _ le guiña un ojo emocionada.

_ ¡bueno, ya lo tienes!_ ella pegó grititos de emoción _ ¡quieta!_ la reprendió _ todavía tienes unos dos días de internación por adelante _ la puerta se abrió y dos oficiales entraron

_ Buenos días, señorita, debemos entrevistarla _ Mencionó la uniformada

_ ¡Los dejaré solos! _ se levantó de la silla _ Hija iré a buscar la ropa que siempre dejo en mi locker me baño y vuelvo _ seguía con el uniforme blanco del hospital, aunque sin cofia y barbijo _ tu tia y los mellizos vendran en treinta minutos, les avise hace un momento porque anoche trabajaron en el bar y no quería preocuparlos.

_ OK ma _ respondió en el ínterin que su madre salía.

Perla caminaba a los vestuarios, Emiliano la reconoció al volver con unos cafés y facturas en la mano. Camino a pasos rápidos para alcanzarla, no podía correr o se quemaría con el líquido caliente y dulce que llevaba. Debía disculparse.

Antes de alcanzarla, ella se perdió detrás de una puerta que decía (solo personal de la institución no pasar)

_ ¿qué haces aquí, hermano? ¿Y el niño? _ preguntó Michael, su hermano menor, al verlo. Había ido a dormir a su domicilio y regresaba en ese momento con un traje marrón, mientras su hermano mayor seguía con la misma ropa

_ está con su madre

_ voy al baño _ dijo Michael

_ estaré en el patio trasero.

_ ¡de acuerdo!

Salió, y una vez encontró un asiento libre, se sentó a comer. El día anterior no había probado bocado y estaba famélico. Levantó su vista observando el lugar, a las personas esperando en su misma situación, se sintió agradecido con Dios porque su hijo seguía con él.

Siguió observando hasta que reconoció a Perla quién venía en su dirección.

Emiliano y Perla ( la imagen no es mia) así es como me los imaginé "es un aproximado" ¡obviamente! que cada quien puede imaginarselos como quiera

última esperanza

Emiliano consideró que sería la oportunidad para disculparse, no conocía su rostro, aunque sí sus ojos y eso, cabello. Se levantó para acercarse, hacia ella, sin embargo, notó que un hombre rubio la acompañaba y decidió esconderse detrás del muro a observar

El individuo era notoriamente más alto que Perla, delgado, de ojos verdes, vestía un traje de lujo. No uno común como Emiliano, no porque no tuviera el dinero para comprarse uno igual o más caro, simplemente nunca le gusto presumir del dinero.

_ ¿cuántos días más se quedará?_ le pregunto a Perla.

_ ¡solo dos días más! Se está recuperando bien _ le respondió ella.

Emiliano no pudo evitar mirar a la mujer con más detenimiento. Tenía puesto unos jeans azules y una manga larga gris, que se ajustaban a sus pronunciadas curvas. No era una mujer delgada, en cambio, si pequeña, quizás no llegaba al metro sesenta. Su cabello suelto lució sus rulos cobrizos que colgaban hasta su diminuta cintura [Es hermosa, su cuerpo es, no debería estar pensando eso]

_ ¡Cuando Sofía reciba el alta quiero que vuelvan a casa!_ exclamó el rubio llamando su atención

_ ¡no!_ contesto ella cruzando sus brazos _ ¡Tenemos nuestra propia casa!

_ ¡Obedece Perla! ¡Si están lejos no puedo protegerlas!

_ ¡por favor! ¡Aunque ella viva contigo no podías evitar que pase esto! Además, recién hoy decidiste contestar el teléfono ¡Seguramente estabas muy ocupado!

_ ¿estás celosa? _ le pregunta sonriente aproximándose ella, quien dio un paso hacia atrás

_ ¡No!

_ si vuelves conmigo _ toma de su mano _ esto no va a ocurrir de nuevo _ Perla se suelta

_ ¡tienes que entender que no voy a volver contigo! Si viniste a ver a nuestra hija, quédate con ella, así voy a dormir unas horas a casa...

_ yo la cuido, ve a descansar, hablaremos después _ Ella gira para irse, pero el hombre la toma del brazo y estampa su boca sobre los labios de Perla. Emiliano decide intervenir, sin embargo, antes de que lo haga, ella reacciona golpeando con la rodilla su entrepierna

_ ¡quién sabe que vagin@ lamiste ayer y ahora vienes a besarme! Eres un asco _ el rubio sostiene su mano, deteniéndola y se endereza con dificultad a pesar del dolor no dará su brazo a torcer

_ ¡Soy!... ¡Fui!...¡y seré! ¡El único hombre en tu vida, nunca pudiste acostarte con otro, solo yo puedo hacerte el amor!

_ hace 4 años que nos divorciamos, ¿acaso crees que no me he acostado con nadie en todo este tiempo?

_ ¡no lo creo! ¡Lo sé!_ exclama confiado, mientras ella se suelta con fuerza de su agarre

_ Osvaldo, ve con nuestra hija, me iré a casa con mi hermana a las ocho de la noche regresaré otra vez _ dice y se va

_ preciosa siempre fuiste mía, solo mía _ murmura mientras la ve alejarse. No sabe que alguien está escuchando todo _ vas a volver conmigo, no importa como mi amor _ menciona ese hombre, antes de perderse por los pasillos, caminando con incomodidad

Emiliano se sintió aún más culpable. Al parecer esa mujer ya tenía muchos problemas, y él había empeorado todo. La próxima vez que la encuentre se disculparía.

Volvió a la habitación de su hijo, se sentó a un lado de la cama. Su exesposa Sara salió a despedir a su pareja y regreso minutos después con unos oficiales de policía. Debían interrogar al niño, pero lo harían cuando se recupere, por eso le dejaron la dirección de la comisaría a sus padres. Al salir saludaron a Michael, quien entraba, él ya había declarado la noche anterior.

Tres días después, Sofía ya había recibido el alta, y le pidió a su madre visitar al niño antes de irse

_ buenos días, Spider-Man _ dijo Sofía al ingresar a la habitación.

El día del accidente para tranquilizarlo le hablo sobre sus superhéroes favoritos, mientras esperaban la ambulancia y su tío seguía desmayado. Cuando Michael despertó, camino hacia ellos, estaban rodeados de personas que observaban con curiosidad, pero no intervenían para ayudar. Sofía y Demian estaban abrazados en el suelo, perdiendo el conocimiento y la policía llegaba juntos con la ambulancia para asistirlos

_ buenos días _ saludo también a los padres y volvió su mirada al niño. A diferencia de su madre, era delgada y media un metro setenta y ocho de altura

Perla ingresó detrás saludando también. Ambas vestían unos jeans negros, la joven rubia de cabello corto, tenía una camiseta negra holgada y su madre una blusa mangas largas, ajustada, de color rojo.

_ Hola _ respondió el pequeño, con una sonrisa. Su salvadora se sentó a su lado y comenzaron a charlar, aunque muy poco, ya que Demian aún tenía el drenaje.

Emiliano aprovechó el momento y se acercó a Perla para hablarle, ella asintió y ambos salieron. Él vestía su acostumbrado traje, negro esta vez sin corbata y con una camisa blanca. Era más alto que ella, pero no llegaba al metro ochenta, la miro con sus ojos negros , acariciando su cabello castaño y corto sin saber como empezar.

_ yo lamento como me comporte con usted el otro día. Sé que no es justificación, pero mi hijo es ¡mi todo! Y yo no sé qué haría sin él _ la miró expectante

_ Lo entiendo, me pasa lo mismo con mi hija, ¡no se preocupe! Yo también me disculpo por la cachetada _ dijo sonriendo y ambos se miraron por unos segundos. [Es un hombre muy guapo. Dios Perla que estás pensando está casado, tú no eres así] se reprendió mentalmente

_ ¡Muchas gracias! _ suspiró _ sé que me merecía la bofetada _ ella sonrió, mientras Emiliano le extendió su mano con una tarjeta de presentación _ mucho gusto soy Emiliano Villanueva, ella tomó la tarjeta y la guardo en el bolsillo de su cartera

_ soy Perla López _ extendió su mano

_ ¡Gracias por educar a una superheroína!_ contesto tomando su saludo muy sonriente

_ ¡De nada! Y a usted, gracias por educar a ese caramelito _ Emiliano sonrió aún más. Es un padre amoroso y que le digan algo lindo sobre su hijo era ganarse su aprecio por completo.

_ ¡suele ser demasiado dulce a veces!

_ ¡me parece excelente! Mi superheroína roza la amargura, le viene bien un poco de dulzura.

Sus labios seguían curvados y sus manos entrelazadas, ambos se miraron a los ojos y luego a sus manos. Perla tenía la piel muy blanca, mientras que Emiliano era de tez más bronceada, volvieron a mirarse, sin separar sus manos. Emiliano una vez más estaba admirando su belleza sin poder disimularlo hasta que un carraspeo los trajo a la realidad y se alejaron

_ Hermano ¿Quién es? _ preguntó Michael, mirando a la mujer frente a su hermano mayor

_ Eh.. Ella es Perla, la madre de Sofía, la joven que defendió a Demian

_ mucho gusto _ dijo ella, mirando al pelilargo que vestía igual que su hermano _ volveré a buscar a mi hija _ Los tres entraron y Sofía abrazaba con cuidado al niño despidiéndose. Después los dos hicieron señas con sus manos como si expulsaran telas de araña.

_ muchas gracias señorita por ayudar a mi hijo _ le hablo Sara. Sofía la escucho, pero se distrajo al ver a Michael, quien ingresaba. Asintieron al mismo tiempo, en forma de saludo, y luego miro a la mujer

_ ¡de nada fue un gusto conocerlo!_ volvió a mirar a Demian, guiñándole un ojo

_ hija debemos irnos _ hablo Perla, se acercó a saludar al niño, en tanto Sara la miraba intrigada

_ ¡muy pronto saldrás de aquí! ¡Cuídate y obedece a las enfermeras!_ le dijo al pequeño de 7 años. Emiliano esbozó una amplia sonrisa al ver la interacción, lo cual notaron Michael y Sara

_ ¡lo haré! _ contesto el pequeño _ gracias por venir

_ de nada hombre araña _ miró a su hija _ vamos cachetes.

_ gracias a usted también _ exclamo Sara, llamando la atención nuevamente _ parece que son los ángeles de mi hijo, escuche que fue quien lo atendió al llegar

_ de nada _ volvieron a repetir ambas

_ es mi trabajo _ completo, Perla

_ las acompaño _ dijo Michael caminando hacia la puerta

_ perdón la indiscreción, pero ¿cuántos años tiene? _ pregunta Sara _ parece muy joven para ser su madre

_ 36 ¿por qué?_ Respondió la pelirroja.

Siempre le hacían la misma pregunta cuando sabían de su hija. Perla era consciente que ser madre a los 16 años no era motivo de orgullo, pero amaba su hija más que a nada en el mundo.

_ Fue madre muy joven, ¿cuántos años tiene ella?

_ tengo 20. Vámonos mamá _ dijo y la saco del lugar.

Sabía a qué estaba jugando esa mujer, ya que su esposo miro a su madre con ojos de hombre y eso le habrá molestado [Esta loca está celosa] pensó.

Michael las acompaño hasta afuera de la habitación y no pudo evitar mirar a la menor hasta perderla de vista, luego regreso a la habitación de su sobrino

_ ¡no tenías por qué hablarle así!_ exclamó Emiliano entre murmullos. Cuando las mujeres ya no estaban

_ ¿acaso te gusta esa mujer?_ gruño Sara en tono muy bajo en respuesta para que el niño no los escuchara.

Emiliano la miró anonadado, lo engaño, le pidió el divorcio para irse con su amigo y ahora ¿le reclamaba por mirar a otra mujer? [Es el colmo] Pensó, esa semana se había prometido alejarse de ella, definitivamente, no quería seguir cayendo en sus juegos.

_ ¡Si me gusta, es hermosa!

_ ¿hermosa?_ bufo y sonrió _ se nota que apenas camina con ese cuerpo enorme y ese trasero

_ ¡pues esas nalgas me tienen que gustar a mí, no a ti, yo soy quien las tocara, no tú!_ susurró en su oído, antes de salir topándose con Michael en la puerta

Un mes había pasado desde el accidente. Perla tenía cada vez más problemas. Fue demandada por la supuesta dueña de la casa que ella obtuvo por el divorcio hace 4 años, sumado al hecho de que le compró la moto a su hija.

No tenía mucho dinero para pagar otro abogado sin obtener una solución. Por ello sintió un gran alivio al encontrar la tarjeta de presentación de Emiliano y decidió intentar hablar con él.

¡Era su última opción! Todos los abogados a los que fue, le cobraron la consulta y después de unos días le decían que no podían hacer nada. Sabía por qué ocurría, siempre fue así con cualquier abogado que contrataba, desde que busco divorciarse. Ella no recibió nada de los millones que le correspondían de su exesposo, solo el divorcio y la casa que ahora estaba por perder

Luego de que Sofía estacionara la moto. Madre e hija bajaron, con sus cascos en la mano, entraron a la oficina. La secretaria, una hermosa mujer castaña de cabello largo y ondulado, les pidió que esperen, en un sillón de tres cuerpos color negro que estaba frente a su cubículo

Se sentaron a esperar. Perla llevaba unos pantalones azules y camiseta del mismo color debajo de un saco blanco y su hija vestía de negro, como de costumbre con un Jersey holgado y un jean ajustado

Michael venía furioso de un juicio muy complicado en el cual llevaba las de perder, porque su cliente le había mentido y decidió dejarlo. Odiaba las personas mentirosas. Solía presentir ese tipo de personas, había ignorado su instinto y estaba furioso consigo mismo. Ingresó al bufete que compartía con su hermano, no encontró a la secretaria, pero reconoció a las mujeres.

Con la furia que aún cargaba y recordar esa incomodidad que le provocaba la forma en que la menor lo miraba, malinterpreto la presencia de ambas, dando por sentado que tenían malas intenciones. Después de todo no era la primera vez que intentaban sacarle dinero y no se dejaría engañar, ni manipular. Se detuvo a mirarlas

_ buenas tardes, si buscan una compensación por lo ocurrido. Les recuerdo que ella se intervino voluntariamente, y por ley no les debemos nada. Los superhéroes no reciben pagos

Perla era una mujer dócil y razonable, no explotaba fácilmente, pero su hija ¡no! Ella era dinamita que ante la más pequeña chispa incendiaba todo

_ ¿Qué paso ricachón? ¿Está tan acostumbrado a que le pidan dinero? ¿Andar con tantas modelos te quemo el cerebro?

_ ¡qué niñita maleducada! ¿Por qué estarían aquí si no fuese por interés?_ Sofía se pone de pie y lo toma del cuello de su camisa. Tienen casi la misma altura y quedan enfrentados a menos de 50 cm

_ ¡yo si soy muy interesada! ¡Amo el dinero! Aunque tengo la capacidad de ganármelo, no como las zorras que acostumbras _ Michael toma las muñecas de la joven y la empuja, intentando liberarse con las manos temblorosas, a punto de colapsar. Perla se para frente a su hija alejándola del hombre

_ ¡basta! Sofía ¡por favor! ¿Cuándo vas a dejar de reaccionar así? ¡Es nuestra última opción, si no nos ayudan ellos, nadie podrá hacerlo!

Emiliano, quien estaba reunido con un cliente, se apresuró en terminar la charla para recibir a Perla. ¡La tenía en un muy buen concepto, y si venía a buscarlo cuando recién se conocían seguramente era muy importante! Iba llegando a la puerta de entrada acompañado de su cliente, cuando vio como su hermano empujaba a Sofía.

_ Michael. ¿Se puede saber qué haces? Eres un abogado y reaccionas de esa forma. ¡Pareces un niño ya tienes 29 años!

_ ¡ella me tomó de la camisa!_ se justificó apuntándola

_ ¡tú nos insultaste!_ gritó Sofía apuntándolo _ y ni siquiera nos conoces.

_ ¡niña malcriada!

_ Michael, cálmate _ mira a las mujeres _ lo lamento, mi hermano es ¡muy temperamental!

_ ¡si se nota! ¡Seguro es un pésimo abogado!_ dice Sofía sonriéndole con soberbia

_ ¡Sofía!_ grita Perla _ lo siento mi hija tampoco sabe controlarse!

_ Bueno, síganme. ¡Así hablamos de su caso! _ miro a su hermano _ acompáñame Michael

Ambos contrincantes se miran con furia, caminando juntos, detrás de sus respectivos familiares. En la oficina Perla expone su situación

_ lo único que quiero es que no me quiten mi casa _ concluyó

_ ¿tienen los papeles de la casa?_ pregunta Emiliano. Perla le entrega una carpeta, ambos abogados se dividen los papeles y hacen una lectura rápida

_ ¡Eres mi última opción, ya fui a 8 abogados y después de unos días me llaman para decirme que no pueden ayudarme!

_ ¿Ocho? _ exclamó Michael, mirando a su hermano y luego a las mujeres _ eso es extraño. Significa que alguien está impidiendo que te defiendan!_ sus ojos brillaron ante el desafío _ ¿Tienes algún enemigo poderoso?_ Perla agacha la cabeza con vergüenza y su hija toma su mano para responder ella.

_ ¡mi padre! Osvaldo Sanabria es un empresario muy importante, quizás este detrás de esto, para que mamá regrese con él

_ ¿Con qué respaldas tus suposiciones?_ pregunta el menor de los Villanueva

_ ¡Sé que ama a mi madre! ¡Más bien, está obsesionado con ella! Ya llevan varios años divorciados, pero desde hace unos meses está intentando recuperarla. Aunque ahora se volvió más insistente, me propuso ir a vivir con él, con el fin de que ella me siguiera.._ larga un suspiro _ me rehusé.

_ Él ¿te maltrato alguna vez!?_ Emiliano le pregunta a Perla, con un poco de furia en su voz

_ ¡no! ¡Siempre fue dulce, atento y amoroso! ¡Era un excelente esposo y padre por eso me costó aceptar su infidelidad cuando las descubrí! _ hace una pausa, su hija toma su mano _ Nos separamos por eso! _ omite hablar de otra situación que fue el detonante de su divorcio _ Pero desde hace unos meses no ha dejado de buscarme, a pesar de tener a tantas mujeres! Hace una hora me llamo diciéndome que su casa estaba disponible. Que no me molestaría si iba a vivir con él. Sé que no cumplirá su palabra en el hospital cuando Sofía estaba internada intento besarme.

Emiliano recuerda lo que vio, y también lo compara con su situación. Su exesposa no pierde oportunidad en insinuarse como si disfrutará de tener a dos hombres en sus manos. Sara sabe que él, aun la ama y utilizaba eso a su favor, por eso se sintió identificado.

_ ¿aún lo amas no?_ preguntó directamente y ella solo asintió como respuesta _ llevaré tu caso y no te cobraré!_ las mujeres sonrieron esperanzadas. Michael continuo

_ tengan en cuenta que si tantos abogados rechazaron el caso, es porque fueron amenazados o le ofrecieron dinero. Tratarán de hacernos desistir, harán lo mismo que con los otros bufetes de abogados. Sin embargo, nosotros, no nos rendimos fácilmente, así que necesitamos que nos informen el más mínimo detalle que les parezca sospechoso ¡Sinceridad es lo que pido de mis clientes!

_ ¡lo haremos! ¡Gracias!_ responde la más joven de la habitación, sonriente. Michael se pierde un segundo mirándola y otra vez esa extraña sensación recorre su cuerpo, la descarta con rapidez y decide no mirarla

_ No quiero ir a juicio otra vez contra el padre de mi hija, solo necesito conservar mi casa. Es lo único que quiero

_ ¡según esto tienen que desalojar en un mes! ¡Si se van a vivir a otro lugar no se olviden de avisarnos!_ les recuerda Emiliano

Madre e hija se van del lugar con las esperanzas renovadas y los hermanos quedan felices ante el desafío. Son abogados en un bufete pequeño, solo por amor a la carrera. Tenían dinero de sobra, eran los únicos herederos de una gran compañía que era dirigida por alguien de suma confianza, que ellos pusieron en el puesto de CEO.

Su padre fue un hombre golpeador, por eso su madre había escapado con los dos hace 23 años. Con la muerte de su padre biológico hace 3 años heredaron todo su patrimonio. Fue un pésimo padre y esposo, aunque un gran economista.

Sofia y Michael (reitero) es un aproximado, cada uno los imagina como quiere

Hubiera

Ese viernes por la tarde, Emiliano, llegaba a su casa cansado. Se arrojó al sillón, había tenido un día difícil. Desato su corbata y cerró los ojos, recostándose sobre el sillón bordo de la sala de estar

_ hola hijo _ su madre lo saluda y se acerca a él, con su vestido rosa floreado de mangas cortas, deja una taza en la mesita.

Era una mujer esbelta, de ojos marrones y piel tostada más parecida a Emiliano que a Michael. Tiene el cabello corto hasta sus hombros, totalmente blanco, a pesar de tener solo 55 años, aunque su piel se conserva perfecta con imperceptibles arrugas.

_ hola mamá _ respondió mirándola

_ toma ese té de manzanilla. Te ayudará a relajarte. Seguramente has tomado varias tazas de café en todo el día.

Él suspira, luego se acomoda para tomar la taza, cuando ve ingresar a su hijo. Demian pasa directamente a su habitación sin saludar, dejándolo sorprendido y detrás, viene Michael.

_ ¿qué pasó? ¿Por qué está aquí?_ pregunta Emiliano levantándose _ es su primera semana después de recuperarse. Se supone que Sara pasaría por él...

_ ¡Ya ves! No fue por el niño a la escuela _ toma la taza de té _ no la vas a tomar, ¿no? Yo la necesito más que tú _ bebe su contenido sentándose.

_ ¿Por qué no me llamaron a mí?

_ ¡Le dijo a su maestra que me llame a mí! Tiene vergüenza porque su madre nunca llego. No es la primera vez que pasa y lo sabes _ Emiliano al escucharlo camina hacia el dormitorio de su hijo.

Toca la puerta, al no obtener respuesta, decide entrar. Lo encuentra acurrucado llorando en la cama con su uniforme y la mochila puesta. Se acuesta frente a él, acaricia sus mejillas, secando sus lágrimas, lo que provoca que sus sollozos aumenten. Es idéntico a su padre, una pequeña fotocopia de sí mismo

_ ¿puedo abrazarte?_ pregunta Emiliano, el pequeño asiente.

Emiliano lo envuelve en sus brazos, mientras continúa llorando. Cuando se duerme, le retira su mochila, lo tapa con el cobertor de hombre araña, y baja a la cocina.

_ ¿cómo está?_ pregunta su madre

_ ¡Mejor! Se durmió después de llorar.

_ Estuve llamando a Sara _ explica Michael _ su teléfono me manda a buzón directamente, quizás deberíamos llamar a José

_ no es necesario. Demian está aquí y ¡está bien! Gracias por siempre estar para nosotros hermanito.

_ ¡de nada! ¡Espero que la próxima mujer que te consigas no sea una bruja desquiciada e infiel!_ su madre le jala el cabello _ ahh mamá eso duele! ¡Arruinas mi sedoso cabello!

_ ¡cállate y ve a poner la mesa!

_ ¡Siempre lo prefieres a él! ¿Es tu favorito no!?

_ ¡por favor Michael ya tienes 29 años para seguir con tus escénitas!_ lo reprende su madre

_ ¡buenas noches!_ exclama Marcelo ingresando a la cocina.

Es el padrastro de ambos desde hace 18 años. Llega junto a Daniel su hijo, quien es un hermano más para los dos. Ambos son hombres altos, pasan el metro ochenta. Rubios y de ojos azules, aunque el joven aún conserva su cabello intacto, mientras, el mayor ya tiene muy pocas canas

_ ¡Buenas noches! _ saluda Daniel _ ¿Qué paso Michelcito? ¿Ya estás celocito otra vez?_ se burla y luego se acerca a su madre _ hola mamá ¿qué hay de rico?_ le da un beso

_ lasaña _

_ ¡oye es mi madre no la tuya! _ gruñe Michael otra vez.

_ tú no cambias más _ exclama Emiliano tomando los platos, de su mano. Mientras Marcelo besa a su esposa y se murmuran palabras cariñosas en voz baja, los tres miran con asco y caminan hacia el comedor.

Su padre los siguió con la bandeja colocándola en la mesa y se sentó en la mesa, en tanto su esposa comenzó a servir

_ ¿Demian donde está?_ pregunta su abuelo al notar su ausencia.

_ ¡la bruja se olvidó de él otra vez!_ responde Michael.

El silencio invade la sala.

_ ¡Vamos a comer!_ habla la mujer terminando con la incómoda tensión, al ser la única mujer su palabra era sagrado, sin mencionar que Sara, no era del agrado de ninguno de la familia. Todos comienzan a cenar,

_ Niños _ espeta Marcelo, mientras Daniel levanta la mesa y Cesarina va en busca del postre _ ¿recuerdan los terrenos que fuimos a comprar el mes pasado?... Cuándo ocurrió el incidente de Demian _ Michael y Emiliano lo miran y asienten _ ya está todo listo para empezar a construir

_ Excelente papá ¿necesitas que firmemos algo?_ pregunta Emiliano

_ No, pero ¿ya pensaron en lo que les pedí? ¡Es momento de que sepan que son los dueños de todo!

_ ¿te hicieron problemas otra vez?_ interroga Michael.

_ no _ responde Daniel regresando a la mesa _ están oponiéndose a muchas decisiones. ¡Insinúan que papá y yo somos estafadores! ¡Inclusive nos mandaron a seguir! ¡Por eso llegamos más tarde hoy! Dimos varias vueltas hasta perderlos

_ Dame un mes papá. Debo acomodar algunos casos _ menciona Emiliano

_ Daremos la cara y nos uniremos a la empresa en todo lo que concierne, a lo legal _ habla Michael _ Sin embargo, ¡Dani seguirá siendo el vicepresidente y tú el CEO!

_ ¡como ustedes digan hijos! Ahora, ¿cuál es el postre cariño? _ mira a su esposa con una gran sonrisa cuando ella coloca frente a él su postre favorito isla flotante con frutillas y unas líneas de chocolate. Cesarina le sirve a él primero, mientras el sonido de un celular interrumpe la cena, Emiliano desconoce el número, aun así atiende.

-hola

- hola Emiliano soy Sofía, la hija de Perla

- sí. ¿Dime que necesitas?_ mira la hora preocupado pensando que quizás ocurrió algo con ellas.

- lo llamo por su esposa. Está en el bar desde que abrimos totalmente alcoholizada, la reconocí, por eso le pedí su número a madre y lo llame. ¿Puede venir a buscarla?_ él se pone de pie y le hace gestos a Michael, este bufa al entender

- ¿cuál es el bar?

-Bar las Margaritas está ubicado en Nazca y Martínez número 3729.

- gracias estaré ahí lo antes posible _ ella corta la llamada.

_ Michael. Vamos. Llévame.

_ ¡no quiero! Que vaya Dani

_ Lo siento, yo tengo una cita _ dice el mencionado _ debo ducharme y volar o no llegaré a tiempo _ sale corriendo hacia su habitación.

_ ¿Quién era?_ pregunta su hermano resignado caminando hacia él, con las llaves en su mano

_ Sofía, la hija de Perla.

_ ¿Esa es la muchacha que ayudo a mi nieto?_ pregunta su madre

_ sí mama. Encontró a Sara borracha en un bar. Iré a buscarla, puedes encargarte de Demian seguro se despertará con hambre

_ vayan, yo me ocupo.

Después de casi una hora llegan al lugar. Buscan con la vista hasta que Sofía levanta una mano. Michael se sorprende al verla vestida de barman, con camisa blanca con tirantes y pantalones de jean negros

Se aproximan a Sara, sin embargo, solo Emiliano le presta atención, porque Michael no despega sus ojos de Sofía.

_ ¡gracias por llamarme! _ menciona Emiliano. La madre de Demian está totalmente desmayada, con un vestido negro al cuerpo muy corto.

_ ¡de nada! Por favor llévenla

_ Así que.. ¿Trabajas aquí?! _ pregunta el menor, mientras su hermano le entrega la cartera de la mujer, Michael la toma sin dejar de mirar a la rubia de pelo corto

_ ¡no! ¡Hago pasantías por diversión!_ exclama, cruzando sus brazos para mirarlo con el ceño fruncido _ ¿acaso no sabes que hay mujeres que trabajan?

_ ¡qué maleducada! ¿No puedes responder bien?

_ ¡uy.. Lo lamento!_ dice cubriendo su boca con una mano en tono de burla _ ¿Lo ofendí!? Señor sensible.

_ ¡vamos Michael, deja de pelear!_ gruñe Emiliano, observándolo indignado, con la mujer en sus brazos. Su hermano lo mira

_ no soy yo quien está peleando, es ella _ la apunta y gira a verla, pero Sofía ya está en la barra, sonriente, hablando con un cliente.

_ así que la loca también ¿sonríe? _ [Y su sonrisa es hermosa] piensa.

_ ¡Michael!! ¡Vámonos!!_ grita su hermano.

Al llegar a su casa, Emiliano la lleva hasta una habitación. La acuesta en la cama y la cubre con una manta. Luego baja al comedor, su hijo estaba terminando de cenar, con su pijama puesto. Esa noche duermen junto a Demian, no le menciona que su madre vino, ya que quizás no esté cuando se despierte, no era la primera vez que pasaba, siempre desaparecía al amanecer.

La mañana siguiente, al ser sábado, Emiliano no iría a trabajar, por lo que durmió demás. Se toma una ducha y baja, encontrando a su hijo feliz junto a Sara, se detiene a observarlos varios minutos desde lejos.

[Si tan solo ese imbécil no se hubiera metido en nuestra relación, esa sería la rutina de mis mañanas]

La sabía razón, le recuerda que ella fue quien le falló. José no la obligo a nada, Sara decidió dejarlos por un mejor ingreso económico, ya que Emiliano no podía comprarle las carteras de marca y demás elementos de lujo que Sara codiciaba y acostumbraba.

[¿Quizás si le decía que tengo más dinero que su amante no me hubiese dejado?] Se preguntó. Otra vez su conciencia le remarca que una mujer así no vale la pena. El día que iba a contarle sobre su herencia fue el mismo día que descubrió su infidelidad

_ buenos días, papá _ habla Demian con una enorme sonrisa en su rostro.

_ ¡buenos días!_ le responde y va en busca de una taza. Al girar para servirse café, Sara le pasa una taza _ gracias _ dice y se sienta.

Toma una tostada con mermelada, al probar un sorbo de café, se da cuenta de que contiene azúcar. Mira la taza y se ríe. Al fin y al cabo después de años nunca noto que no le gusta el café con azúcar

_ ¿te gusta?_ pregunta ella expectante y él nota que algo está mal

_ Demian me muestras tus cuadernos, ¡por favor!_ menciona al ver que el niño ya terminó de desayunar

_ si papá, ya los traigo _ corre hacia las escaleras para ir a su habitación. Conoce a su hijo si tiene una tarea sin hacer, se quedará a terminarla y bajará solo al estar seguro de tener todo hecho.

_ Acompáñame _ le menciona a Sara y esta lo sigue.

Una vez en su despacho ella se arroja a sus brazos y comienza a besarlo, su cuerpo le corresponde al instante. Sus manos suben el vestido mientras baja por su cuello dejando besos. Al sentir la mano de Sara dentro de sus pantalones, se separa de ella recuperando la cordura.

_ ¡basta! ¡Deja de jugar conmigo! Estás en pareja con otra persona. Ya no seré tu amante, ni tu juguete _ acomoda su ropa

_ ¡yo lo siento! Estoy muy arrepentida, ayer lo descubrí con otra mujer _ él se ríe.

_ ¿qué esperabas? ¿Fidelidad de un hombre que conociste siendo infiel? ¿Creíste que contigo cambiará?

_ yo me sentía sola, tú solo trabajabas y yo me ocupaba del niño.

_ ¡no necesito tus excusas! ¡Pero no vuelvas a fallarle a nuestro hijo! ¿Por qué no fuiste a buscarlo ayer?

_ iba a ir a buscarlo, cuando vi el mensaje que llegó al celular de José. Al parecer aprovecha los momentos que estoy con mi hijo para engañarme _ Emiliano se ríe desordenando su cabello.

_ entonces preferiste ir a ver con tus ojos que te engañan, antes de ir a buscar a tu hijo de la escuela _ fija su mirada en ella, para escuchar su respuesta que nunca llega. Sara únicamente agacha la cabeza con arrepentimiento _ ¿descubriste qué tenías razón y te emborrachaste? No es la primera vez. Siempre que descubres algo sobre él, regresas a mí.

El timbre los saca de su conversación y ambos salen hacia el comedor. Cesarina había abierto la puerta y de inmediato, un golpe derriba a Emiliano, quien se acercaba a la puerta

_ ¡Basta! _ grita Sara parándose frente a José

_ ¿no puedes entender que ella me ama a mí? ¡No a ti!_ grita el castaño recién llegado eufórico. Emiliano se levanta del suelo riéndose de sí mismo y de su estupidez

_ ¡sí! ¡Lo entiendo muy bien, tanto que nos dejó por ti! Por eso no comprendo el motivo del golpe.

_ No te hagas el inocente, sé que aún la amas y harás lo que sea por tenerla.

_ ¡basta! Jose. Estoy aquí, porque descubrí tus engaños y él me encontró tirada en un bar _ Su exesposo frunce el ceño preguntándose como lo sabe, si se supone estaba borracha. [Otra vez caí en su juego, como el idiota que soy]

_ ¡no es lo que crees!_ espeta José mirando a Sara _ ¡Esa mujer es solo una clienta! ¡Ella se insinuó y yo la rechace! Llegué a casa y no estabas.

_ Sara _ interviene Cesariana _ Llévate a tu marido de aquí y recuerda que eres madre por una vez en tu vida.

_ ¡Lo siento señora!_ menciona sosteniendo a su pareja, mira a su hijo, quien baja las escaleras justo en ese momento, con el cuaderno en la mano acompañado de su tío Michael _ vendré por ti el próximo fin de semana ¿sí?_ este solo asiente y los dos salen de la casa.

_ Demian _ habla Michael _ muéstrame tu cuaderno, ¡yo te ayudaré con tu tarea hoy! _ le hace señas a su madre para que hable con Emiliano. El pequeño no contesta solo camina detrás de su tío

En la cocina, Cesarina le entregaba una bolsita de hidrogel a su hijo mayor. Emiliano se la coloca en la mandíbula.

_ debes dar vuelta la página y buscar una buena mujer para que ella entienda que ¡no eres su juguete!

_ no puedo salir con alguien que busca una relación de verdad, ¡cuando yo no puedo brindarle lo mismo!

_ muy bien te prepararé citas a ciegas, no tienes que salir con esas mujeres. ¡Ahora la mayoría solo busca sexo! Al menos haz eso, pero que ella te vea, así deja de joder. Si Jose hubiera llegado minutos, antes, seguramente, los encontraría en otra situación, ¿o me equivoco?

_ ¡no me acosté con ella, madre!

_ esta vez, pero ¿la siguiente? ¿Si te acuestas con ella y la embarazas?

_ eso no ocurrirá madre

_ Pues debemos asegurarnos. Si vas a tomar tu identidad ante el público, quiero que lo hagas con una mujer a tu lado, si debo contratar una actriz lo haré. No quiero a esa bruja interesada cerca de ti ¡Ni de tu dinero! Porque te aseguro que cuando sepa quién eres en realidad, se convertirá en una santa y eres tan idiota que te arrojarás a sus pies ¡otra vez!

[Si supieras que la sigo viendo, a veces me matarías mamá. Pero ya no lo haré, ¡No caeré otra vez!]

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