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El Dolor De Una Partida

#1

¡-Buen día, don José! Como está usted?

-Buen día, hijo, te he dicho que no tienes que ser formal conmigo, eres como mi hijo.

-Agradezco todo lo que has hecho por mí y es por respeto que lo trató de usted. Además, usted es el jefe.

-Pero eso no será por mucho tiempo hijo

-Don José quería verme?

-Sí hijo. ¡Necesito que hablemos!

! Cecilia!

-dígame señor Rivero.

-por favor no me pases llamadas y que nadie nos interrumpa, gracias

-como usted ordene señor Rivero

-Así de importante es lo que tiene para decirme don José? ¿qué pasa? ¿En que le puedo ayudar?

-Alejandro eres como un hijo para mí, te tengo mucho cariño y me siento orgulloso de en quién te has convertido.

-Todo es gracias a usted don José.

-no muchacho es a tu esfuerzo y dedicación algo que siempre se ha visto reflejado en todo lo que haces, no por nada te graduaste con honores, convirtiéndote en el mejor de la universidad.

-fue mi manera de agradecerle que me diera un techo, alimentación y pagar a mis estudios además de su tiempo y cariño.

-era lo menos que podía hacer para recompensar un poco lo que tu padre hizo por mí cuando éramos jóvenes.

-muchacho sabes que mi fortuna es bastante grande, no solo las empresas sino también las muchas propiedades aquí y en el exterior, también sabes que el mundo de los negocios puede ser bastante oscuro y que mucha gente se deja segar por el dinero que los lleva a traicionar y cometer todo tipo de trampas y bajezas.

Hace 10 años me detectaron un tumor en la cabeza el cual está en un lugar donde no se puede operar por lo que todos estos años he estado bajo tratamiento médico, sabiendo que solo retrasaba su crecimiento y Por ende mi muerte, los medicamentos me ayudaron a disimular los dolores y demás síntomas de esta enfermedad.

— porque no me lo había dicho Don José?. No sé talvez lo hubiera podido ayudar.

- no muchacho esto no tiene cura, intenté con muchos tratamientos, pero el resultado siempre fue el mismo hace unas semanas los síntomas se han incrementado por lo que me hicieron análisis y arrojaron que me queda aproximadamente un mes de vida.

¡Que!, eso no puede ser don José... dijo el joven levantándose de su silla bruscamente y sintiendo un dolor agudo en su pecho.

Tranquilo hijo no te saltes La verdad estoy muy agradecido con todo lo que viví y de mi muerte solo me preocupa una cosa y es donde te necesito.

Don José, lo que se ajuste necesite de mí estoy dispuesto a hacerlo.

-lo sé muchacho... lo sé!..

-en este mundo solo me duele dejar a quien es mi mayor tesoro y es mi hija Adhara, es mi princesa, cuando supe de mi enfermedad la envié al exterior con la excusa de que estudiara, pero en realidad es que no quería que sufriera por mi enfermedad por eso nunca le conté nada. Aunque muchas veces me preguntó Por qué le había enviado lejos a sus 9 años, siempre le decía que era para qué se prepara académicamente porque un día manejaría este imperio. Afortunadamente, se dedicó a sus estudios y me enorgullecen sus excelentes notas siempre ha sido igual de inteligente que tú.

Sé que nunca te hablo de ella y tampoco te la presenté pero cuando te encontré tuve toda la intención de llevarte a vivir con nosotros una vez mi esposa diera a luz pero ella murió durante el parto y quedar solo con una bebé fue muy difícil para mí.

-no tiene ni que decirlo Don José, usted siempre mantuvo personas que se encargaran de mi cuidado y nunca me faltó nada.

Mi princesa no pudo disfrutar de su madre por lo que yo siempre la consentí y la llene de lujos. Reconozco que se me pasó la mano y por eso es un poco malcriada y caprichosa pero en el fondo es muy dulce, ella, es realmente lo que más amo en este mundo. Alejandro no quiero morir sin dejar protegida a mi hija, como te dije antes este mundo de los negocios es cruel y aunque ella está capacitada no tiene la experiencia necesaria para manejarlo todo, Por lo cual quiero pedirte que te cases con ella.

#2

Los ojos de Alejandro Se abrieron de par en par y su mandíbula casi caía al piso, se preguntaba si había escuchado bien, que le estuviera dando a su hija en matrimonio le demostraba la gran confianza que le tenía, pero a la vez se sentía complicado, ya que eso implicaba dejar su vida de soltero que tanto disfrutaba al poder salir con quien quisiera.

-casarme con su hija don José?

-Sí hijo, Nadie mejor que tú para qué cuides a mi princesa. ¡Verás!, te dejaré como albacea de mi hija, tú manejarás toda mi fortuna, pero para eso deben estar casados, mediante un contrato de matrimonio el cual será por cinco años, durante ese tiempo deberás enseñarle a manejar las empresas con todo lo que eso implica, luego de eso se podrán divorciar si así lo desean y tú recibirás el treinta por ciento de las ganancias de todo mientras tú estás enfrente. Aunque yo desearía que nunca tuvieran que divorciarse y que se convirtieran en un matrimonio de verdad- dijo el hombre con una gran sonrisa, pues para él no existía un mejor esposo para su hija que ese muchacho de buen corazón, leal, honesto y trabajador que había criado.

-Don José muchas gracias por su confianza, pero... Alejandro no terminó de hablar cuando don José le dijo yo me encargo de que ella acepte, como si pudiera leer sus pensamientos.

-Hijo, en tres días iré a visitar a mi princesa y llevaré conmigo los documentos del matrimonio ya firmados por ti si es que aceptas casarte, estaré con ella por dos semanas, será mi despedida, luego. Volveré a dejar toda la documentación de las empresas y demás bienes en orden, por supuesto que tú quedaras a cargo de todo mientras yo no estoy. Aunque ya se va a graduar no la dejaré volver hasta que yo haya muerto para ahorrarle el sufrimiento de verme morir.

-Don José, realmente cree que es necesario el matrimonio? Lo digo porque yo puedo cuidar a su hija y enseñarle todo sin necesidad de estar casados.

Alejandro hijo Qué crees que va a pasar cuando yo muera y a una millonaria joven y soltera además de hermosa cara a ella para tratar de conquistarla Y dejarla sin nada o lo que es peor sumirlas en un matrimonio lleno de maltrato donde solo se beneficie su esposo, y no es que mi hija sea tonta, pero no conoce nada del amor y en este campo cualquier lobo vestido de Oveja la puede embaucar, por eso es mejor que sea una mujer casada por lo menos hasta que entienda Cómo es todo este mundo.

-entiendo Don José, acepto su propuesta quiero que tenga toda la tranquilidad de que cuidaré a su hija de todo y de todos.

-Muchas gracias muchacho, sabía que podía contar contigo, mañana a primera hora te espero para que firme los papeles que te convertirán en el esposo de mi hija, será de esta forma porque creo que es mejor que mi hija se entere de todo cuando yo ya no este.

-quiere decir Don José, que ella firmará sin saber que se está casando?

Sí así será Pero no te preocupes yo le dejaré todo explicado a través de un video al que ella tendrá acceso después de mi muerte.

Muy, pero muy lejos de aquella oficina donde estos dos hombres estaban hablando algo tan importante se encuentra una rubia hermosa de ojos azules como el cielo, un cuerpo con curvas exquisitas pareciera que hubiera sido tallado por los mismos dioses, su cabello es largo y liso que cae por su espalda hasta llegar a la punta de sus caderas como una cascada liviana que mueve el viento. Es tanta su belleza que atrae la mirada de todos los hombres y la envidia de las mujeres. La chica disfruta del agradable clima en la piscina donde es atendida por las personas del servicio como toda una princesa, algo a lo cual está acostumbrada pues desde niña siempre ha sido así. Adhara Rivero es una joven de diecinueve años que está a días de graduarse de economía, su vida se basa en estudiar y en disfrutar de los lujos que le otorga ser la hija única del Magnate José Rivero, el hombre más rico de su país y con gran influencia en el exterior, ella sabe que un día deberá hacerse cargo de todo por lo que se esfuerza en ser la mejor de su clase pues no quiere defraudar al ser que más ama en el mundo, su padre, ella se prepara día a día para cuando ese momento llegue, pretende estar a la altura y saber manejar el imperio que su padre ha creado durante tantos años.

-señorita Adhara, Perdón por molestarla, pero su papá está el teléfono- dijo una de las empleadas

-¡oh descuide! Todo lo que tenga que ver con mi padre es importante, puede retirarse... Muchas gracias- dijo la joven.

-padre que alegría escucharte, no te imaginas cuánto te extraño- dice la joven haciendo un puchero.

-Tranquila princesa Nos veremos pronto, te llamo para avisarte que en tres días iré a verte.

-que alegría papá, sabía que vendrías a mi graduación que será el sábado.

-Por supuesto mi amor que ahí estaré sé que será la más hermosa de la ceremonia y por nada del mundo me perdería ser el hombre más envidiado del evento- el hombre habla con su hija teniendo el altavoz puesto lo que le permitía a Alejandro escuchar la conversación, por alguna razón la voz de aquella joven le parecía dulce y era muy agradable a sus oídos.

-Ya pensaste en el regalo que quieres por tu graduación mi princesa?

-sí, quisiera que tú y yo viajáramos juntos a conocer París- dijo la joven con mucha emoción.

-hija a París debes ir con el amor de tu vida, es una ciudad para enamorados.

-padre tú eres el gran amor de mi vida y nunca nadie va a ocupar tu lugar.

-ya veremos cuando te enamores mi princesa.

-estoy segura de que en mi vida siempre serás el hombre más importante y mi esposo si es que algún día me caso se debe conformar con el segundo lugar, te amo dijo la joven seguido de un beso que hizo que su padre sonriera.

— nos vemos hija! Cuídate mucho.

— nos vemos papá, no olvides que te amo

-ves Alejandro lo dice que es mi niña.

-El joven asiente con la cabeza. Gracias esa conversación Alejandro entendió la preocupación de Don José realmente se amaban padre e hija y sería un golpe devastador para la joven la muerte de su padre, si para el mismo seria duro para joven mucho peor y entendia que en esas condiciones no tendría cabeza para nada que tenga que ver con negocios, en ese estado de vulnerabilidad cualquiera se aprovecharía de ella.

...Adhara ...

#3

Tres días después...

Papito lindo! Mira nada más que guapo estas, ya me imagino a cuantas mujeres debes tener suspirando por ti.

-Adhara, mi princesa, la única dueña de mi corazón y mis pensamientos eres tú- Ambos se hunden en un abrazo profundo lleno de amor y ternura, realmente se aman y tienen una relación muy bella.

-Bienvenido señor Rivero- Saluda el chófer que es también el encargado de la seguridad de Adhara y un viejo y leal trabajador.

-Muchas gracias Rubén, como está tu familia?

-Muy bien señor, muchas gracias, saludos le envía mi esposa.

-Dile que igual de mi parte- Don José siempre fue muy amable con todas las personas sin importar si tenían o no dinero, para él, la gente vale por lo que es y no por lo que tiene y es algo que le inculcó a su hija. Una vez llegaron a la mansión donde vivía Adhara, Don José subió a su habitación y se instaló, luego bajó a cenar, pues ya era de noche, en la mesa lo esperaba a su hija con una gran sonrisa y con todo listo, para ella no había mayor felicidad que estar junto a su padre.

-Hija quiero que hablemos algo importante, pero eso será mañana después de tu graduación.

-Y no puede ser hoy papá?

-No mi amor, ya es tarde y debemos descansar para poder levantarnos temprano, mañana será un día agitado para ti, cuando la ceremonia termine hablaremos.

-Bueno papá, como tú digas! - luego de cenar ambos se dirigieron al piso de arriba entre conversaciones y risas, al llegar a la puerta de la habitación de Adhara su padre le da un beso en la frente seguido de las buenas noches.

Estando dentro, Adhara entra a la ducha y por un momento recuerda lo de la conversación con su padre y se pone intranquila, suelta un suspiro y se dice así misma "espero que no sea nada malo". Cuando termina de asearse sale del baño se coloca su pijama y entra a la cama a la vez que suena su teléfono y al mirar en la pantalla de quien se trata, sonríe y se apresura en contestar.

-Hola cariño! -contesta Adhara.

-Hola cariño, ¿cómo estás? Llevo toda la tarde y noche esperando que te acuerdes de mí y por lo visto pensabas dormir sin hacerlo- le responden.

-No te pongas así, recuerda que hoy llegaba mi padre y me entretuve hablando y compartiendo con él.

-sí ya sé, que cuando él viene, me desplaza en tu vida- Adhara suelta una sonora carcajada.

-No seas dramático, tú sabes que te quiero mucho, nos vemos mañana en la graduación, descansa cariño.

-Igualmente, cariño- le responden.

A la mañana siguiente, la joven despierta muy temprano, llega hasta la habitación de su padre y se recuesta a su lado, a ella siempre le había gustado escabullirse en la cama de su padre. cuando era niña se asustaba fácilmente por cualquier ruido, trueno o Relámpago que hiciera, por lo que salia corriendo de su habitación y llegaba hasta la cama de su padre, ella sentía que él la protegería de cualquier amenaza, para ella él era su héroe invencible.

-Otra vez metida en mis cobijas?

-Lo siento papi, no quise despertarte- dice la joven un poco avergonzada.

-Descuida! No me despertaste, estoy acostumbrado a despertar temprano para ir a la oficina.

-Pero hoy no tienes que ir, puedes dormir un poco más.

No, hay que levantarse, debemos organizarnos, tu graduación es ahora en la mañana, así que arriba- Le dijo Don José Adhara, quién hizo una mueca de desagrado, realmente quería disfrutar de estar acostada junto a su padre, como cuando era niña y llegaba buscando refugio. Todos estos años de vivir lejos de su padre le habían ayudado a superar sus miedos aunque hay uno que nunca pudo superar.

-Horas más tarde... Al final de una escalera se encuentra un padre esperando a su princesa para llevarla a su graduación, sin hacerse esperar mucho, baja la joven luciendo un hermoso vestido azul celeste, qué hace un perfecto juego con sus ojos, también un ligero maquillaje que en realidad no necesita para verse hermosa, puesto que sus labios son de un tono rosa natural, su cabello rubio que llega hasta su pequeña cintura y su piel blanca y perfectamente suave, toda ella es como si fuera de porcelana, lo que la hace ver como un ángel.

-Qué hermosa estás mi niña!, sin duda alguna seré el más envidiado de los hombres por tan hermosa compañía.

-Gracias papá, vamos!- dice ella tomándolo del brazo.

Luego de la ceremonia donde Adhara se graduó con honores, padre e hija se fueron almorzar para celebrar, no sin antes invitar al único joven que don José dejó acercarse a su hija, pues sabía la relación que había entre ellos.

-Vienes con nosotros muchacho?- pregunta don José.

- Es muy amable señor Rivero, pero no los puedo acompañar, mi familia me espera para celebrar.

-Entiendo, será entonces en otra ocasión- respondió el hombre.

-¡Oh sí claro que sí! Dijo el joven- Sin más se despiden.

-Estando de regreso en casa, Adhara se duchó y se puso algo más cómodo y fue en busca de su padre quien la esperaba en el estudio. Se escucharon dos toques, seguido de la palabra "adelante"

-Toma asiento mi princesa- respondiendo de inmediato Adhara se ubicó frente a su padre quien está detrás del escritorio.

-mi amor, como es de esperarse ahora que te graduaste debes volver a nuestro país y tomar el control de las empresas y de todo lo demás, ya este viejo quiere retirarse a descansar, por eso debes firmar estos documentos y así todo quedará en tus manos- dijo el hombre a la vez que le pasa una carpeta con los papeles.

-la joven toma los documentos Pero al intentar firmarlos se percata de lo que realmente es- Confundida y sorprendida reacciona.

-papá me puedes decir por qué me estás dando a firmar un acta de matrimonio?

Dime qué pasa papá, exijo una explicación y más vale que sea de peso porque no pretendo casarme con nadie y menos con alguien que ni siquiera conozco- Adhara estaba molesta.

- Perdóname hija! No quería engañarte, solo no quería causarte dolor.

-dolor? De qué hablas papá?

-hija, hace algunos años me detectaron una enfermedad en la cabeza, un tumor para ser exactos, desde entonces he estado bajo tratamiento médico, ya que el tumor está ubicado en un lugar imposible de operar, he intentado de todo, pero nada ha funcionado. Esa fue la razón principal por la cual te envié a estudiar aquí, no quería que sufrieras al verme con los tratamientos y con la enfermedad, espero me puedas perdonar- dijo el hombre con tristeza en sus ojos.

Adhara, al escuchar lo que su padre había dicho sentía como si le faltara el aire, un dolor inmenso le impedía respirar, de sus ojos bajaban lágrimas en torrentes.

-No, no, no... No puedo ser... no!- decía la joven con una de sus manos tocando su adolorido pecho que bajaba agitado.

-Como, como pudiste ocultarme algo así papá?, como es posible que me alejaras de ti? ¡No entiendo! Dijo la joven muy alterada, su padre al verla así, la abrazo fuertemente dejándose ambos caer al piso de rodilla, en aquel estudio solo se escuchaban al padre e hija llorar amargamente mientras su abrazo se hacía más fuerte.

Después de un largo rato, Adhara pudo calmarse y volvieron a sentarse en sus sillas, la joven con su rostro totalmente rojo y sus ojos algo hinchados le preguntó a su padre...

-Papá porque lo del matrimonio?

-Hija será solo un contrato que durarán 5 años, durante ese tiempo él te enseñará a manejar tus bienes a la perfección, luego de esos años se pueden divorciar si es lo que desean, como es un contrato, él no puede tocarte si tú no estás de acuerdo. Este hombre es de mi entera confianza y sé que te ayudará y te cuidará cuando yo ya no esté. Espero puedas cumplir está que es mi última voluntad, no podría irme tranquilo sin qué quedes con el respaldo que representa tener un buen esposo como sé que lo será Alejandro.

La joven envuelta en llanto, vuelve a abrazar a su padre y entre sollozos le decía, no me dejes papi! No me dejes! Palabras que hacían que el corazón de su padre doliera infinitamente.

-Yo siempre estaré contigo mi niña!

La joven aceptó firmar los documentos, solo por cumplir la última voluntad de su padre, pero por supuesto que no pensaba tener una relación más allá de lo laboral con aquel hombre, hasta cumplirse los cinco años establecidos y luego recuperaria su libertad, estaba segura de no necesitar a un hombre para hacerse cargo de todo.

Estando Alejandro sentado frente a su computadora trabajando, recibió la notificación de un correo, que al abrirlo le mostraba el acta de matrimonio firmada por Adhara y por él con una pequeña frase que decía "Ya están casados". El joven hace un leve suspiro y continúa trabajando, pues para él es solo un favor que le hace al hombre al que tanto le debía.

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