Salvaje, así me llaman aquellos que quieren mi muerte.

Camino con una marca no solo en mi piel en mi alma, la marca del hombre que trato de quitarme la vida. El hombre que me odia por el pasado de mis padres, el hombre que me dio el mejor regalo del mundo, un hijo.

Jamás he buscado venganza, pero la vida me pone de nuevo frente a él, en una lucha por recuperar las tierras de mis padres.

Esta es mi historia, la historia de una mujer que siempre ha sido abandonada, por sus padres, su abuela y por el hombre que era su mate.

Esta historia inicia el día en que mis padres se marchan a la gran batalla que enfrentaría contra los Worms.

Dónde el dolor de una madre de perder a su hija, nubla su razón, provocando abandonar a la única familia que le quedaba.

- Hija, sé que quieres venganza, pero tienes a tu Mate, ustedes son papás de una hermosa niña, por favor piensa en tu hija.

- Eso estoy haciendo madre, Leltxu y su familia no han hecho otra cosa que humillar a mi padre y a mí. Mi mate también ha sido víctima de esa familia, mataron a su hermano y ahora piensan quitarle sus tierras, esas son de mi hija.

- Pero no creo que ellos quieran las tierras de Elin, yo siento que el padre de Elin solo manipula a su hijo para que inicie una batalla.

- Elin es un alfa muy inteligente, yo creo en el, cuando haga un ejército poderoso, no habrá quien lo detenga y entonces ellos pagarán por todas sus humillaciones.

Elin entro a la habitación donde se encontraba Serena con la pequeña en brazos.

— És hora de marcharnos mi amor, dijo Elin besando a Serena.

Erin y Serena miraban con dulzura a su hija.

- Nadie te va quitar lo que te corresponde mi princesa, dijo Elin acariciando la mejilla de la pequeña bebé.

Serena le entrego la bebé a su madre.

- Cuídala mamá, te llamaré cuando todo termine.

El padre de Serena entro a la habitación, se acercó a su esposa y le dio un beso con pasión.

— Cuídate por favor, regresa a mi.

— No temas amor, regresaré a ti.

La madre de Serena se quedó sola en la habitación del hotel, miró a su familia partir al laboratorio que Elin habia armado en esa ciudad.

Los días pasaron y Salomé la madre de Serena no recibía noticias de su familia.

Ella tenía mucho miedo, miraba a su nieta, la niña no dejaba de llorar ella pedía a su madre, trataba de alimentarla, pero era inútil la pequeña lloraba todo el día.

Salomé estaba desesperada, ya no podía más, comenzó a llorar.

Al día siguiente recibió una nota de que su esposo y su hija estaban muertos, ella tomó a su nieta y salió del hotel, camino sin rumbo.

La rabia invadió su corazón, quería vengarse de esa horrible familia que le había arrebatado lo que más amaba su mate y su hija.

Dejo a su nieta en las puertas de un orfanato, la pequeña no tenía futuro, era la primogénita.

Salomé no estaba enterada de que la maldición del hijo primogenito se rompió cuando el hijo de la princesa de la luna llegará al mundo; se alejó sin mirar a su nieta, la pequeña lloraba tan fuerte que dos mujeres abrieron la puerta y tomaron a la pequeña en sus brazos.

Salomé corría por el bosque transformada en lobo, un grupo de hombres que cazaban se atravesó en su camino, ellos trataron de atraparla, Salomé termino con sus vidas en un instante.

Uno de los hombres logro clavar una daga de plata en su pata trasera.

Salomé regresó en su forma humana, miró la daga en su pierna, la quitó y perdió el conocimiento.

Salomé comenzó a escuchar gritos de algunas mujeres, al abrir los ojos se dio cuenta de que una de ellas llamaba a la policía.

Salomé se levantó, tenía que escapar ella era la culpable de la mutilación de todos esos hombres. Las mujeres la miraban asombradas, como ella de un salto se volvió una bestia y corría por el bosque.

Se escondió en una de las cuevas que se encontraban afuera del poblado, miró su pierna, la herida seguía abierta, trato de curarla pero sanaba muy lento.

Culpó a la familia de Leltxu por todas sus desgracias.

Después de varios días ocultándose de la policía, salió de nuevo en su forma de lobo, miró a su alrededor y todo parecía estar tranquilo.

Sintió pequeños alfileres en todo su cuerpo, la sangre bajaba por su pelaje, la mirada se nubló, su cuerpo se desplomó.

La policía se acercó y miraron el cuerpo de una mujer desnuda, estaban asombrados.

La policía llevó el cuerpo de la mujer a la morgue, justo al momento de hacer la autopsia, un grupo de hombres altos y vestidos de negro se acercaron con una orden en su mano, está decía que ellos tenían órdenes de llevarse el cadáver de Salomé, para que su organización se hiciera cargo de la investigación.

Después de varios días, los hombres de negro llegaron con un expediente para la policía, donde se les informó de que la mujer practicaba brujería y que solo utilizo sus trucos para que ellos la vieran con ojos de bestia y que los que mataron a los hombres, fue una mamada de lobos salvajes que habitaban en la zona.

En el orfanato la pequeña huérfana era alimentada con leche de una vaca flaca que tenían las mujeres del orfanato, provocando que la bebé no aumentará de peso.

Parecía que la fortuna le iba a sonreír, ella fue adoptada antes de cumplir ocho meses, pero parecía una pequeña de tan solo seis meses, su cuerpo era pequeño.

Su madre adoptiva la miró y la llamo Nilsa, ella estaba muy emocionada de ser madre por varios años había intentado darle un hijo a su esposo, pero no lograba quedar embarazada, su esposo no estaba tan feliz, él pensaba que no era justo darle casa y comida a un niño desconocido, pero quería que su esposa tuviera en que entretenerse mientras él pasaba las noches con sus amantes.

Hola de nuevo lectores, estoy muy emocionada de esta nueva historia después de casi un año de la primera parte por fin decidí darle vida de nuevo a estos personajes, espero disfruten mucho está novela, por favor dejen su calificación no importa si es buena o mala me ayuda a esforzarme más. Saludos y bendiciones, Joss Riverant

Los primeros meses Nilsa lloraba demasiado lo que provocó que su padre adoptivo odiara llegar a casa.

Su madre adoptiva se sentía molesta con la pequeña, cuando cumplió un año ella dejó de llorar ya se había acostumbrado al aroma de la mujer que la golpeaba cada vez que ella lloraba.

La madre adoptiva de Nilsa a los dos años, comenzó con náuseas y vómitos, ella esperaba un varón.

Le informo a su esposo sobre la noticia que por muchos años habían esperado. El hombre al saber que pronto llegaría a su vida un hijo varón, comenzó a pasar más tiempo con su esposa.

La madre adoptiva de Nilsa ya no tenía tiempo de cuidarla, la servidumbre era la que se encargaba de darle comida a la Nilsa, cuando el hijo de su familia adoptiva nació toda la atención era para el pequeño, Nilsa estaba emocionada por qué tendría un hermano con quién jugar, cuando se acercó a él su madre la empujó, le dijo que él no era su hermano y que ella no podía estar cerca de él.

La pequeña niña salió llorando de la habitación y corrió a los brazos de la cocinera, ella le tenía mucho cariño a Nilsa, pues miraba como la trataba su madre.

Le dijo que su madre estaba cansada y por el embarazo, reaccionaba de esa manera, que su hermano aún era pequeño para jugar que lo mejor era estar lejos de un bebé llorón, Nilsa miraba a la cocinera con sus enormes ojos y por alguna razón a la edad de dos años podía entender lo que la cocinera le platicaba.

Antes de irse la cocinera le preparaba la cena a los señores de la casa, a Nilsa le daba de comer en la cocina, la sentaba en una pequeña silla y ella se sentaba en el suelo, le enseño a tomar la cuchara.

Después que los señores se marchaban a su habitación con su hijo, tomaba a la niña en sus brazos y la subía a su recámara, le colocaba su pijama, le contaba historias mágicas para dormir y cuando ella dormía le cerraba la puerta con seguro para que ella no saliera a molestar a los señores de la casa. Nilsa cuando tenía pesadillas, abrazaba a su pequeño oso que la cocinera le había regalado, lloraba en silencio o su padre entraba con el cinturón en mano para golpearla.

Solo bastó una noche para que la pequeña Nilsa aprendiera a dormir en silencio, la cocinera cuando vio las piernas marcadas de Nilsa la abrazo y lloraba en silencio. Nilsa le dio un beso en la mejilla, le dijo; ya no voy a gritar nani.

Los años fueron pasando, Nilsa se volvió la ayudante de Nani, pasaba el tiempo cocinando y lavando platos, cuando llegaban las visitas de la familia Nilsa tenía prohibido aparecer, a la edad de seis años la mandaron a dormir al sótano, jamás cruzó una palabra con el hijo de su familia adoptiva, el la miraba como un sirviente más. La poca ropa que tenía Nilsa era ropa que Nani le regalaba.

Nilsa sabía que esa familia no la amaba y que ella solo era un estorbo para ellos, le rogó muchas veces a Nani que la llevara con ella, pero Nani tenía miedo que sus jefes la acusaran de secuestro al final Nilsa tenía su apellido.

A la edad de diez años Nilsa se sentía extraña, empezó a temblar, su cuerpo tenía fiebre, sentía que le faltaba aire, no quería hacer ruido, sabía que si ella salía a pedir ayuda le iba a ir peor. Pero su cuerpo necesitaba sentir el aire fresco de la noche, se acercó a una pequeña ventana, la abrió y saco su rostro, su cuerpo seguía temblando, comenzó a sentir que sus pequeños huesos se quebraron, ella quería gritar de dolor, pero el miedo a despertar a su padre la aterraba más, mordió sus labios y lloraba en silencio, de pronto el dolor fue tan fuerte que perdió el conocimiento.

En la mañana Nani entro a su habitación, ya era tarde para el desayuno y Nilsa no estaba despierta.

Al entrar observó a la pequeña niña tirada en el suelo con su ropa desgarrada, ella pensó en lo peor, tomó a la niña en sus brazos, Nilsa despertó y le contó a Nani que sus huesos se quebraron, Nani la miró y pensó que alguien había abusado de la niña, que la habían dañado al grado de romperle los huesos.

- ¿quién te daño Nilsa?, preguntó enojada Nani.

- Nadie, estoy enferma no podía respirar y mis huesos comenzaron a tronar, pensé que despertaría a los señores de la casa, pero creo que no me escucharon, dijo Nilsa cansada.

- Vístete hija, tenemos que salir de aquí.

Nilsa tomó ropa limpia y se cambió, Nani tomó de la mano a la niña. Salieron de la mansión hasta llegar a una estación de policía.

- ¿qué hacemos aquí Nani?

- vamos a denunciar a tus padres, ya no puedo permitir que te hagan más daño. Se podía mirar el rostro de Nani muy molesto.

Se acercó a un policía y le contó todo lo que la familia Armands le hacía a la pequeña Nilsa.

Nilsa miró asombrada a Nani, ella sabía que sus padres se iban a molestar mucho por lo que la cocinera le contaba a la policía. Asustada miró a Nani.

- ¡Ellos no me dañaron!, gritó mientras salía corriendo de la comisaría.

Nani y el policía corrían detrás de ella.

- detente niña te vamos a ayudar, decía el policía al correr.

- ¡Nilsa detente cariño!, gritaba Nani

Nilsa sabía que sus padres iban a castigarla por decirle a la policía, corría con lágrimas en su rostro, ella sabía perfectamente que ellos no eran sus padres, a la edad de seis años el señor Armands le gritó que ella era una niña huérfana y que gracias a ellos tenía un apellido, pero que ella no era digna de recibirlo.

Mientras ella permaneciera callada, los señores no la golpeaban, sabía cuál era su lugar, la cocina y ayudando en la limpieza del hogar eran sus oficios para pagar la comida que se le daba.

Nilsa entro al bosque que se encontraba en la siguiente salida, no quería regresar a su hogar, por su mente pasaba una idea, ser devorada por una bestia.

Sus pasos eran cada vez más rápidos, de pronto se perdió entre los arbustos y sintió que sus huesos se quebraron, pero ella seguía moviéndose no quería parar quería seguir adelante, de pronto se dio cuenta de que su cuerpo era peludo y que corría en cuatro patas, se detuvo y comenzó a aullar de miedo.

Al escuchar su aullido se asustó y se quedó callada.

Camino lento, escuchaba a lo lejos un río que corría a la mitad del bosque, moría de sed.

Al llegar al río, miró el reflejo de su rostro, se asustó y retrocedió.

- ¿Qué enfermedad es está?, pensaba.

Nilsa se sentó a la orilla del río y pensaba que no podría regresar así a su casa, los señores la iban a correr como un perro callejero.

Después de pasar varias horas sentada, en la orilla del río, tratando de pensar en pedir ayuda, una manada de lobos salvajes se le acercó y comenzaron a gruñir.

Ella se levantó asustada, los lobos comenzaron a oler su rostro, Nilsa se movía temerosa, una loba gris se acercó a ella, Nilsa cerro los ojos, no se movió; pensaba que el lobo iba a morder su rostro, la loba gris pasó su lengua sobre su hocico en señal que era bienvenida a la manada.

Pero Nilsa no entendía nada, observó que todos los demás lobos se alejaban, la loba gris camino lento y giro para mirar a Nilsa para que la compañera, ella caminó atrás de la loba, la loba la guío a la enorme cueva donde se encontraban otros miembros de la manada, Nilsa tenía miedo por qué ella no era un lobo, era una humana transformada en lobo.

No sabía cómo regresar a su forma humana, pensó que no podía regresar a su casa de esa manera, así que decidió pasar la noche en la cueva junto a la manada.

En la mañana todos salían a cazar su desayuno, Nilsa observó como la loba gris atrapaba a un pequeño conejo, el aroma de la sangre fresca la llamo, tenía tanta hambre que miraba al conejo como un manjar.

Trato de atacar a otro pequeño conejo que saltaba, pero no lo consiguió.

La loba se quedó sentada mirando como ella volvía a intentar cazar un conejo.

A lo lejos miraba a los otros lobos saltando sobre su presa, bajo su cuerpo a la tierra y camino lento entre los arbustos, después salto y con su hocico atrapó al pequeño conejo.

Cuando enterró sus colmillos sobre la carne fresca, sintió una sed enorme de comer de un bocado el pequeño animal.

Primero devoró la cabeza y después el resto del cuerpo, ella pasaba su lengua sobre su hocico lleno de sangre fresca.

Después la loba gris camino por el bosque, se dirigió al río y comenzó a beber.

Nilsa se acercó a mirar y la imitó, ella moría tanto de sed que bebía con rapidez, lo que provocó que sus patas delanteras se tambalearan, haciendo caer su cuerpo al río.

Se levantó con rapidez, sintió un escalofrío por su cuerpo, el agua estaba helada, sacudió su cuerpo.

La loba se levantó y comenzó a correr por el bosque, Nilsa iba tras ella con el pelaje húmedo, sentía el frío en su piel, pero no quería detenerse, ella estaba emocionada de por fin permanecer a una familia.

Aquí los lobos no se burlaban de ella, nadie decía nada, todos eran libres de moverse en el bosque.

Siempre cazaban en manadas y cuando estaban en peligro atacaban todos juntos, Nilsa aprendió a moverse como un lobo y atacaba de manera ágil, los días seguían pasando, ella aún no encontraba la manera de ser humana, pero eso ya no le importaba estaba feliz de ser un lobo, cuando tomo confianza con la manada la loba gris dormía a su lado, se había convertido en su madre.

Nilsa colocaba su hocico en sus patas y la loba colocaba su cabeza sobre su cuerpo.

Cuando salían de la cueva, Nilsa jugaba con la loba gris como los otros cachorros jugaban con sus madres.

Aunque no había palabras Nilsa observaba a la manada y sus comportamientos, se dio cuenta de que aunque la loba gris era respetada ella no tenía crías como las otras lobas, el alfa de la manada llegaba y tomaba a Nilsa del cuello, para alejarla de la loba, se le acercaba y le mostraba cariño a la loba.

En algunas ocasiones ellos se marchaban fuera de la cueva y la tomaba como suya.

Nilsa pensaba en el día que llegara un lobo a reclamarla como su pareja sentía escalofríos y aullaba de miedo, por qué para ella era algo asqueroso.

Ya había transcurrido un año y Nilsa aún no lograba regresar a su forma humana.

Ella no tenía intenciones de regresar a su lado humano, era feliz siendo un lobo.

Un día mientras la manada estaba cazando, ella se alejó para obtener una presa más grande, corría por el bosque y entonces se encontró a un oso enorme que gruño y atacó para hacerle daño.

Ella no pensaba retroceder y atacó al animal este la golpeó y la arrojó entre los árboles, Nilsa se encontraba tirada con dolor en sus costillas, el oso se acercaba, Nilsa puedo levantarse con esfuerzo pues tenía una pata lastimada, comenzó a correr por el bosque temerosa que el oso la alcanzará, de pronto sus huesos volvieron a quebrarse y cuando se dio cuenta se encontraba desnuda corriendo por el bosque, se escondió en una pequeña abertura de una roca donde el oso no podía llevar.

Se quedó ahí hasta que la bestia se marchara, el oso paso de largo.

Nilsa recupero la respiración miró su cuerpo y su brazo lastimado.

Entonces entendió que el miedo era lo que la convertía en lobo y en humana.

No entendía lo que era, pero ahora que comprendía cómo volver a ser humana, quiso experimentar si podía volver a ser lobo, salió de su escondite, entonces pensó en el gran oso que la seguía, después en el miedo que le causaba cuando su padrastro la golpeaba. Entonces sus huesos comenzaron a quebrarse y se encontraba en sus cuatro patas.

Escucho el aullido de la loba gris, llamándola salió corriendo y se acercó a ella, comenzaron a jugar con sus hocicos, Nilsa estaba feliz por fin descubrió la manera de ser humana de nuevo y ser un lobo.

Ya no tenía miedo de aparearse con un animal, le encantaba estar junto a ellos pues era su familia, pero al final ella era una humana.