Las luces, el alcohol y la buena música, hacen que tu cuerpo se mueva al son de ella, olvidas el ayer y vives el momento, sin pensar que pasara mañana, ¿te arrepentirás? Puede ser y aun así sigues disfrutando de esa sensación de tranquilidad, donde no sientes nada y el porqué estás así.

_Que bien te mueves._

Una sexi y ronca voz sintió ella en su oído, una que logro que su cuerpo sintiera una corriente eléctrica fuerte, el aliento en su oído provocó que su cuerpo se calentará y esas manos que tocaban su cintura, pegándola más a él, lograron que no le importará nada, solo disfrutar esa noche sin control, sin arrepentimientos.

_Aaah ya..._

La chica disfrutaba del placer que le estaba dando ese hombre en su intimidad, llegó a su límite y sin esperar el hombre entró en ella, era grande, pero su interior lo disfrutaba, el hombre sabía cómo satisfacer a una mujer, con sus toques, como ponerla, cuando parar y continuar, toda la noche y madrugada fue suficiente para amanecer sin poder levantarse, pero de algo estaba segura, jamás se iba a arrepentir de eso, aunque no quisiera verlo más, valía la pena.

Al despertar, no había nadie a su lado, se vistió y al tomar sus cosas, vio una nota.

📝 olvida lo que pasó.

_Maldito, como si quisiera verte o tal vez, sí, pero te pagaría las noches._

La chica arrugó la nota que le dejo, como si ella quisiera saber con quién pasó la noche por dejarse llevar por el alcohol, despecho y la abstinencia.

_¿Ja, ja, ja, te acostaste con un desconocido y te dejo una nota, que no lo buscaras? Amiga, solo a ti te pasan tantas cosas en menos de 48 horas._

_Imbécil, como si deseara buscar amor en estos momentos, por mí que no aparezca en toda su miserable vida._

Su mejor amiga se reía de ella, no solo la engañaba su prometido, también se acuesta con un hombre que no sabe nada de él y le pide no la busque, pero así salieron a su destino.

Me llamo Andrómeda del Río, hija de un piloto de aviación muy reconocido, quien murió en un accidente automovilístico, increíble, no murió por aire para morir por tierra, mi madre se fue con otro, no soporto el trabajo de mi padre, yo seguí el camino de mi padre, antes de morir me dijo que no siguiera su camino, que no me serviría si quería tener una familia, tenía razón, no todos aman sinceramente, dispuesto a comprender a quien desea hacer lo que le gusta.

Flash

_Le daré una sorpresa a mi Josué, ya son 3 meses sin vernos._

Perla hablaba con Roberta, su loca y mejor amiga.

_Ja, ja, ja, yo solo quiero conocer a un chico malo, que me haga disfrutar de estos tres meses de abstinencia._

Ambas salieron riendo y con la mejor sonrisa, cada una tomo su rumbo, perla salió muy feliz, le pediría a su novio que se casarán y fueran a vivir a Colombia, donde ella trabajaría como piloto privada de un empresario, pero su sorpresa fue grande, cuando espero a su novio en el apartamento que le compro.

_ Lista para irnos de luna de miel señora de López? _

Perla sintió un balde de agua fría, al escuchar esas palabras, pero puso su mejor sonrisa y salió aplaudiendo.

_Felicidades, cariño, quise venir personalmente a darte mis más sinceras felicitaciones._

_Andro..._

El chico no sabía que decir, le mintió a ambas chicas, una le daba dinero, con eso mantenía a la que le daba amor.-

_¿Quién es ella, mi amor?_

_Mucho gusto, soy su prima, vine a darle mi regalo._

Le dio 2 billetes grandes, ella sabía que no tenía cómo llevar a su esposa de viaje, pues esperaba que ella le mandara el dinero al día siguiente y su sorpresa fue ver qué llegó Antes._

_Que disfrutes "primo"._

Andrómeda salió con su corazón destrozado, su papá tenía razón, le pasó lo mismo que a él, aguanto las ganas de llorar, no lloraría por ese imbécil.

_Andrómeda, espera por favor, puedo explicarlo._

El chico salió en busca de ella, quien sabe que excusa le dio a su esposa.

_Así escuché miles de explicaciones, ya eres casado y yo puedo buscar a miles mejores que tú que estén solteros._

Lo dejó hablando solo cuando subió a su auto y se marchó, buscaría sus cosas en casa y se iría a Colombia, nueva vida, nuevo trabajo, no sin antes ir a un buen club y despedirse de su Venezuela.

Fin del flash

_¿Cómo te fue en Venezuela cariño?_

El hombre levantó su vista, qué descarada se atrevía a pisar su empresa.-

_No mejor que a ti cariño._

Se acercó a ella y paso su mano acariciaba su mejilla hasta bajar a su cuello.

_Me pregunto qué sentirás si te apretó aquí hasta morir._

La chica se río asustada, Matteo no hablaba así.

_Ja, ja, ja cariño, me asustas._

_Recoge tus cosas y piérdete de mi vista para toda tu vida, no hagas que tu dignidad se vaya al carajo._

El hombre vio sus ojos, tenía miedo y eso le gustaba, pero era una lástima que ella no sintió ese miedo antes de cometer ese gran error, en ese momento se encargó de que jamás volviera aparecer por su vista, no la quería ver jamás.

Flash

¿🤳 Qué pasa? Te dije que espero a un cliente importante.

Matteo cambio su semblante, el chico que lo llamo volteo el teléfono para que viera algo muy importante, el silencio reino en el lugar y solo se escuchó el sonido de cuando la llamada fue colgada.

Solo bastó terminar de hablar con el cliente y poder hacer de esa noche inolvidable, su gente se encargó de cuidarlo, sin dejar que tomara todo el alcohol que su cuerpo resistiera, a la chica que quisiera, cosa que no dudo en hacer, ya había olvidó lo que se sentía disfrutar de todo el placer en una noche.

Fin del flash

_¡Emma y Manuel!_

_Te lo dije, Emma._

_Ya no seas llorón Manuel, solo diremos la verdad._

La niña de cinco años, salió de su habitación con una mirada que hacía sentir culpable a cualquiera, seguida por su hermano, quien no podía fingir otra expresión, no tenía ese talento de su hermana, al ser mellizos, cada uno tenía su personalidad.

Su madre se quedó viéndolos, sin saber que decir primero, era complicado para ella, una piloto que había pasado por muchos obstáculos para lograr la vida de lujo que tenía, gracias a su amada amiga, quien siempre estuvo para ella, durante su embarazo, dándole todo sin decir nada.

_Dios, niños, ¿por qué le dijeron todo eso a José?_

_Por qué es la verdad, mamá, ese no puede ser tu novio, gana menos que tú y no le gustan los niños._

Andrómeda no aguantó y soltó una risita.

_Mamá, ¿tú lo amas?_

Manuel se preocupaba más por los sentimientos de su mamá, eso le llenaba el corazón.

_Mis amores, yo no haría nada que los sintiera incómodos y José solo era un amigo, que no pienso traer a casa._

Los niños sonrieron y abrazaron a su madre, estaban feliz de saber que nadie les quitaría su amor, si deseaban un padre, pero querían a alguien que representara a su madre, cosa que su tía loca les decía a menudo, debían cuidar de su madre a toda costa.

La vida de Andrómeda cambió desde la llegada de sus tesoros, su amor era solo para ellos, en esos seis años, desde el embarazo y la crianza de sus hijos, solo tuvo dos parejas, pero ninguna llegó a pisar su casa, había dejado de creer en el amor, para ella, la sinceridad y la compresión, hacían el amor y eso nadie lo quiero entregar y ahora con sus niños, no esperaba nada de ningún hombre.

_Matteo, creo que es el piloto, quien te vendió, si bajabas hoy a ese lugar, estarías en manos de unos secuestradores._

El hombre alto de metro ochenta, barba, cejas pobladas, frente fruncida, labios carnosos, pero no tanto, su cuerpo bien trabajado, de traje perfecto a la medida, lanzaba un vaso de whisky a la pared, ya eran tres pilotos, que lo vendían, siendo un empresario muy reconocido, con muchas empresas de diferentes cosas, cualquiera quería tomarlo de rehén y pedir mucho dinero, cosa que él sabía y por eso tenía gente que lo cuidaba en todas partes, agradecía que su hermana viviera con su esposo lejos de todo eso o ya moriría de preocupación.

Su mirada quedó perdida, era difícil confiar en otro, cualquier método usaban para comprar a sus pilotos, no entendía el porqué no les era suficiente, lo que él les daba .

_¿Por qué no contratamos a una de las chicas que recomiendan bastante?_

Una carcajada salió de él, ¿poner su vida en manos de una mujer? Eso era una ofensa para él, un hombre machista, quien solo veía a una mujer como su instrumento para quitar sus ganas, cocinar sus comidas y mantener sus mansiones brillantes.

A Su amigo no le quedó de otra de buscar a otro piloto, pero estaba tan cansado, que decidió hacer algo que le podría costar la vida o su trabajo, era una manera exagerada de él pensar.

_¿Buenos días, estará disponible una de las pilotos para mañana?_

_Si, señor, la señorita Andrómeda del Río._

El hombre sonrió al ver la foto que le mostraba, ya la chica encargada de esa agencia de pilotos, sabía quién era, Arturo Lugo, el mejor amigo y asistente de Matteo Santos.

_Llámela por favor, y dígale que la espero en el hangar XXxx a las 10:00 am de mañana sin falta._

La chica asintió y Arturo se retiró, disfrutaría ver la cara de su amigo o tal vez ver cómo lo asesinaba frente a todos.

📲 _ Sí, no hay problema, ahí estaré._

Andrómeda colgó el teléfono y sus niños estaban con una carita de tristeza, casi no veían a su madre, por estar de un lugar para otro, a ella le dolía más, su sueño era poder ser contratada por alguien que no viajará a menudo, así poder pasar más tiempo con sus hijos.

La noche fue muy especial, los tres compartían de todo un poco, jugaban a distintos juegos, hasta quedar rendidos, mientras Andro, prepara su pequeña maleta.

Un nuevo día, Andrómeda se levantó y prepara el desayuno de sus preciados tesoros, arregló sus uniformes y los despertó, los tres se arreglaban mientras cada uno decía su sueño a futuro, era como una niña más.

Desayunaron juntos y el chófer llevo a los niños al colegio, luego a ella, la nana se despidió prometiendo cuidar de sus tesoros, faltando cinco para las diez, la mujer rubia de ojos claros, piel blanca, 1:70 llegó donde estaba Arturo, elegante, sonrisa encantadora, metro setenta de altura y un cuerpo que ella no paso desapercibida.

_Buenos días, señor._

_Puntual, me gusta._

Ella le sonrió por segundos, para luego ponerse sería, amaba su trabajo y eso requería responsabilidad, compromiso y respeto.

_Hay unas cosas que quiero que sepas._

Andro, levanto una ceja, imagino que era carga de drogas.

_Si es una carga de drogas, no acepto, tengo mucho que perder._

_No, no, ja ja ja, como crees, es solo que mi jefe es a quien vas a llevar y necesito que se entere que eres mujer, cuando ya no se pueda bajar._

La mujer se echó un risita sarcástica volteando para un lado, suspiro profundo y volteo a él.

_Bien, si el señor se quiere bajar, detengo el avión y me paga igual._

Arturo le dio la mano con una sonrisa, subió al avión con el copiloto y esperaron a que llegara Matteo, una media hora después, llegaron tres camionetas negras blindadas, bajando el con unos lentes, camino directo al avión, tomo asiento y saco unos ducumentos de su maletín, sin decir una palabra, la asafata se presentó y el no se inmutó en ver su rostro, solo asintió.

_Que esperamos para irnos._

Arturo soltó el aire, al ver que no le pregunto por el piloto, agradecía esa confianza que se podía perder en unos pocos minutos.

Y justo eso pasó, el hombre al escuchar la voz de la mujer, casi le daba algo, la asafata trataba de tranquilizarlo ya que el avión estaba tomando vuelo, Arturo se había sentado lejos, pero la mirada de su amigo decía todo, unos segundos después, se sentó, pero el vuelo de casi cinco horas, fue eterno para el, imaginaba caer y moría por culpa de una mujer.

Al llegar bajo y agarró a su amigo por el cuello, hasta que la mujer se acercó y sin pensarlo, hablo.

_Dejelo, ¿sabe que número de vuelo es este para mí como piloto?_

Andrómeda contaba con sus dedos y chasqueó la lengua.

_Perdi la cuenta señor, usted solo pierde la vida y su ¿Dinero? ¿Tiene hijos? Pues yo si, tengo dos y no quiero morir sin antes verlos cumplir sus sueños y tener su propia familia y solo tienen cinco años._

La chica hizo una reverencia y se fue, ya había recibido su pago, se dirigió a un aeropuerto, sabía que ese hombre buscaría otro piloto, con tal de no subir con ella, al pagar un poco más, pudo conseguir un vuelo de regreso a la ciudad donde estaban sus tesoros.

Los más felices fueron sus niños, al ver que su madre regreso en la noche con ellos, perla no dejaba de pensar en ese hombre, su perfume le hizo recordar esa noche loca, dejo de pensar y continuó disfrutando de sus hijos.

_Es tu culpa, si no te molestará tanto que sea mujer el piloto, ya hiriamos de regreso._

_No me dijiste nada._

Hablo Matteo apretando los dientes.

_Por que no la aceptarías._

Matteo y Arturo discutían por no encontrar un piloto, aunque llamaban a Andrómeda, está le decía que ella estaba en su casa, cuando ya estaban resignados a quedarse, Arturo recibió una llamada.

📱__Sr Arturo, hay una piloto amiga, que está en esa ciudad a punto de compar un boleto, le envío su nombre para que la invesgue, puede traerlos._

La chica le colgó y le mando su hija de vida completa, Arturo le decía a su amigo, quien no podía creer que ahora las pilotos lo persiguieran, tanto dar, hasta que acepto, repitiendo y llamando a sus abogados, diciendo que si moría, toda su fortuna hiria a manos de su hermana y abuela, causando mucha risa en Arturo.

_Buenas noches, señores._

Arturo quedó flechado por la chica, metro setenta, cabello rojizo, piel no tan blanca, causando que Matteo lo golpeará.

_Buenas noches, bella dama, ¿está lista?._

Roberta asintió muy seria, que si su amiga la hubiera visto, estaría muriendo de risa.

Horas después, ya estaban de regreso, Matteo bajo como loco, pisando fuerte el suelo, su vida no había tenido tanta adrenalina, en un solo día, Roberta se despidió y se fue a casa de su amiga, donde apenas llegó, fue abrazada por sus niños, sus terremotos.

_Tiaaaa, conociste a un chico guapo?_

_Siiiii, dos honbres muuyyy guapos._

_Al asistente del hogro?_

Hablo Andrómeda, haciendo que su amiga se soltara una carcajada.

_Hogro y todo, está como le da la gana._

Ambas llevaron a los niños a dormir, era muy tarde y al día siguiente irían al centro comercial, disfrutarían sus dos días libres con sus tesoros.

_Oye, no puedes negar, que esas dos pilotos, son todas una mujeres bellas._

_No me interesan y menos si son casadas._

Arturo negó con su cabeza y salió, no dejaba de pensar en Roberta, era hermosa para sus ojos, tenía algo que le gustaba y en su mente estaba el querer contratarlas a ambas.

Matteo no se quedó atrás, sentía mucha intriga por Andrómeda, por primera vez recordaba la noche con esa mujer en ese país, donde solo fue por negocios, aunque solo fueron segundos, ya que se negó a él mismo seguir pensando en eso, no caería nuevamente en las garras de una mujer y continuó con su trabajo.