--Temporada 1 capítulo 27
*Pablo las seguía viendo a la distancia*
*Iba a intervenir, pero se arrepintió y se fue*
*Y ellas seguían hablando*
*Por otro lado*
*En casa de Chiara*
*Thiago entraba ahí con enojo*
*Y Giuliana entra detrás de él*
Giuliana: ¡Ey!
Thiago: Uy, ¿ahora qué, nena?
Giuliana: ¿Me podrías decir qué bicho te picó allá?
Thiago: ¡No me picó nada, dejame en paz!
Giuliana: ¿Qué te pasa que estás tan enojado?
Thiago: ¿Qué te importa?
Giuliana: Me importa, además, a esta hora siempre trabajás. ¿Qué hacés que no fuiste a trabajar?
Thiago: ¿Sabés por qué no fui a trabajar? Porque cerraron el taller. Por eso no fui.
*Giuliana estaba confundida y sorprendida*
Giuliana: ¿Es en serio?
Thiago: Yo no jodo con esas cosas. Me quedé sin trabajo, y estoy frustrado, porque no es justo.
Giuliana: Entiendo que estés enojado, yo también lo estaría, pero eso no es para que te la agarres con el resto. No tenemos la culpa nosotros.
Thiago: Vos no, pero acá hay gato encerrado...
Giuliana: ¿De qué hablás?
Thiago: De que cerraron el taller porque encontraron irregularidades. En los 2 años que trabajo ahí, jamás hubo ninguna irregularidad, siempre estuvo todo bajo control.
Giuliana: ¿Y qué querés decir con eso?
Thiago: Que alguien está atrás de esto, y lo hizo para perjudicarme.
Giuliana: No creo, Thiago, eso es mucho...
Thiago: Yo apostaría que sí, es más, hasta me la juego en decir quién creo que es...
Giuliana: ¿Quién?
Thiago: Tu amiguito, Giuliana. Tu amiguito el mozo.
Giuliana: Pero, ¿qué decís, Thiago? ¿Estás loco? Mariano sería incapaz de hacerte una cosa así.
Thiago: Vos sabés muy bien lo jodido que es tu amiguito cuando odia a alguien. Lo comprobaste con los Santander.
Giuliana: Esas son difamaciones, además, Mariano no es el único enemigo que tenés, sin ofender.
*Entonces, César se asoma y mira la discusión*
Thiago: No me ofendo, creé en tu amiguito si querés, pero yo sé que fue él. Porque está celoso de mí y porque me odia. Y voy a llegar al fondo de esto...
Giuliana: Te voy a pedir por favor que no te metas con Mariano, porque él no te hizo nada.
Thiago: Bueno, bueno, ¿qué pasa? Lo defendés mucho.
Giuliana: Sí, lo defiendo, ¿y qué tiene?
Thiago: Pareciera que es más que tu amigo. Es más, yo diría que te gusta.
*César estaba confundido y molesto*
Giuliana: Pero, ¿vos estás loco? ¿Qué te pasa por la cabeza para decir una cosa así? ¡No te olvides que soy casada, y que él es un amigo mío de cuando los dos estábamos en el jardín!
Thiago: Bueno, bueno, tranquila. Yo nomas dije lo que parecía.
Giuliana: La próxima, tené cuidado con lo que decís. Y más aún, dentro de estas cuatro paredes. ¿Entendiste?
Thiago: Sí, hermanita, sí entendí. Ahora relajate un toque, ¿sí? Tomate un té, mirá alguna novela, y calmate, ¿dale?
Giuliana: Yo no estoy alterada. Vos lo necesitás, vos sos el que anda gritando por ahí.
Thiago: Vos haceme caso, ¿sí? Yo me voy a acostar, porque tuve un pésimo día.
*Por otro lado*
*En casa de Pablo*
*Él entra a la casa, con las dos bolsas en las manos*
*Tenía una molestia visible en su cara, y también frustración*
*Gina y Lorenzo estaban ahí, conversando, y cuando llega Pablo se giran a verlo*
Gina: ¡Ey, volviste, Pablo!
Pablo: Sí, volví.
Gina: ¿Pudiste comprar las cosas por mí?
Pablo: Sí, ya está todo...
Gina: Gracias, fue solo por esta vez, porque estoy enferma. La próxima lo sigo haciendo yo.
Pablo: No pasa nada.
*Gina y Lorenzo estaban confundidos*
Gina: ¿Todo bien, Pablo?
Pablo: Sí, sí, todo bien.
Lorenzo: ¿Por qué estás enojado, papá?
Pablo: No estoy enojado.
Gina: Pablo, vos no sabés mentir. En eso sos igual a tu sobrina. ¿Qué pasó?
Pablo: Nada, es solo que... a veces quisiera que las cosas fueran más fáciles...
Gina: ¿Por qué decís eso?
Pablo: Porque sí, porque es la verdad.
Gina: ¿Qué viste? O mejor, ¿a quién viste?
Pablo: No malpienses las cosas, no tiene nada que ver con ella.
Gina: ¿Entonces?
Pablo: Tiene que ver con Antonella.
Gina: ¿Qué pasó con ella?
Pablo: Esa mujer se está acercando a ella a propósito.
Gina: ¿Qué mujer?
Pablo: ¿Quién va a ser? Su madre. Iba caminando por la calle, después de comprar, y las vi juntas en la plaza, conversando.
*Gina reacciona con enojo*
Gina: ¡Pero yo no te puedo creer! ¡El descaro de esa mujer es increíble!
Pablo: Lo está haciendo a propósito. Le quiere endulzar el oído, la quiere engañar, y yo no lo voy a permitir.
Lorenzo: ¿No cabe la posibilidad de que... capaz sí quiera ver a su hija?
Pablo: Sí, dale, ver a su hija. No la quiso ver en 17 años, ahora menos. Lo hace para provocarme, porque sabe que me encariñé con ella.
Gina: ¿Vos decís que le va a contar la verdad?
Pablo: Yo no voy a permitir que eso pase. De ninguna forma.
Gina: Pablo, capaz deberías hablar con Antonella y decirle la verdad. Una cosa es mentirle, pero esa mujer vive en el mismo pueblo que nosotros. No podés impedir que se vean, que se crucen, ni que hablen.
Pablo: Ella no tiene por qué saber de una mujer que nunca la quiso. Por más que sea su madre, ya bastante sufrimiento tuvo en su vida, y no voy a ser yo quien le traiga más.
Gina: Esto no puede terminar bien. Si ella quiere, puede contarle la verdad, y te puede costar la relación con Antonella. Vos sabés que ella odia las mentiras, el otro día lo comprobaste. ¿Te vas a arriesgar a eso?
Pablo: Yo solo la estoy protegiendo.
Gina: Capaz mentirle no es la solución, Pablo.
Pablo: La solución es alejar a esa mujer de nuestras vidas, y yo me voy a encargar de eso.
*Él deja las bolsas y se va de ahí*
Gina: Pablo, ¿qué vas a hacer? ¡Pablo!
Lorenzo: Esto no puede terminar bien...
Gina: ¿Vos decís? Uff, encima es un terco... se queja de Antonella y son tal para cuál. A veces hasta veo el calco de él en ella.
Lorenzo: Sí, ellos dos son más parecidos que él y yo...
Gina: Tampoco tanto, querido.
*Por otro lado*
*Antonella seguía caminando por la plaza*
*Entonces se encuentra con Daniel, que estaba muy feliz*
*Y ella también se pone feliz*
Daniel: ¡Anto, hola!
Antonella: Hola, Dani. ¿Cómo estás?
Daniel: ¡No sabés, re bien!
Antonella: Ey, ¿y eso?
Daniel: Fui a buscar un trabajo, llegué a un lugar, y con ayuda de alguien, mañana tengo una charla con el dueño.
Antonella: ¿En serio me decís? ¡Eso es re bueno! ¡Te felicito!
Daniel: Muchas gracias, no tenés una idea de lo contento que estoy. Por fin voy a poder salir de esto, ¿entendés? Es lo que siempre deseé
Antonella: No sabés cuánto me alegro. ¿Y a Rafa? ¿Cómo le está yendo?
Daniel: Ni idea, él me dijo que iba a intentar conseguir algo. Y que más tarde nos encontrábamos acá en la plaza.
Antonella: Yo, la verdad, estoy muy contenta de que hayan avanzado tanto los dos. Cuando te volví a ver, estabas robando, y ahora mirate...
Daniel: Sin tu ayuda nada de esto iba a ser posible.
Antonella: Eso también me deja contenta. Igual, el crédito es de mi tío... *riendo*
Daniel: De tu tío y tuyo... ¿y vos como estás?
Antonella: Ehh... bien...
Daniel: ¿Segura? Estás un poco rara... ¿estás triste por algo?
Antonella: No, no... bueno, un poco, pero... no es nada.
Daniel: ¿Qué te pasó?
Antonella: Nada, nada. Problemas con... con un chico...
Daniel: ¿Cómo que "con un chico"? De casualidad... ¿mi hermana está enamorada y yo no sabía nada?
*Antonella empieza a reír*
Antonella: No, no, bueno, es un chico del que estuve enamorada antes. Pensé que en algún momento podríamos recuperar lo nuestro pero... pero él me defraudó así que...
Daniel: Uff, qué feo lo que me decís. El amor a veces es re complicado.
Antonella: ¿Vos alguna vez te enamoraste?
Daniel: Ehh, no sé qué decirte... antes no...
Antonella: ¿Cómo que "antes no"? ¿O sea que ahora sí?
Daniel: Es complicado... no sé si estoy enamorado, pero siento una fuerte atracción por una chica.
Antonella: ¿En serio? ¿Y quién es?
Daniel: No sé, es que a veces confundo mucho su nombre... pero es una chica muy hermosa. Es un poco temperamental, pero cuando no lo es, es muy linda.
Antonella: Qué lindo lo que me contás, ojalá tengas alguna chance de conocerla mejor.
Daniel: Es lo que intento. A veces intento poner alguna excusa, por ejemplo, le pedí que mañana me guíe hasta dónde era el lugar.
Antonella: Ay, ay, Dani...
Daniel: Y yo quiero que mañana me acompañes a ese lugar.
Antonella: ¿Acompañarte? Pero es una charla entre vos y el dueño, ¿por qué iría yo?
Daniel: De última te quedás en alguna mesita o algo... te necesito conmigo, Anto. Estoy muy nervioso y tu presencia me va a ayudar y a tranquilizar.
Antonella: Bueno, está bien, mañana te voy a acompañar. ¿Te dijeron a qué hora es?
Daniel: Como a las 8 de la mañana, me dijo.
Antonella: Perfecto, mañana yo te acompaño, ¿te veo acá en la plaza?
Daniel: Sí, sí.
Antonella: Bueno, tengo que irme a casa... nos vemos mañana, Dani.
Daniel: Bueno, Anto, nos vemos mañana.
*Antonella se va de ahí, triste pero con una sonrisa*
*Por otro lado*
*Pablo iba caminando con mucho enojo por la calle*
*Hasta que llega a la casa de Sandra*
*Él va hacia la puerta y toca el timbre*
*Sandra abre la puerta, muy confundida, y cuando ve a Pablo estaba defensiva y enojada*
Sandra: ¿Vos? ¿Qué hacés acá?
Pablo: Vos y yo vamos a hablar.
Sandra: ¿Estás loco? ¡Está mi hija acá en casa!
*Entonces Malena se acerca a ellos, y cuando ve a Pablo, estaba confundida*
Malena: ¿Mamá? ¿Qué hace este tipo acá?
Sandra: Nada, hija, ya se va...
Pablo: No, de acá no me voy hasta que vos y yo no hablemos.
*Sandra lo mira con mucha furia*
Malena: ¿Qué tiene que hablar usted con mi mamá?
Sandra: Hija, haceme un favor, dejanos solos y andá a darte una vuelta.
Malena: Pero mamá...
Sandra: Shh, haceme ese favor, ¿sí?
*Malena mira con sospecha a ambos*
Malena: Bueno...
*Ella se va de ahí, muy confundida*
*Una vez que Malena se va, Sandra se acerca a él*
Sandra: ¿Vos te volviste loco? ¿Cómo vas a hacer esto delante de mi hija? ¡Nadie debe saber de nuestra relación! ¡Y menos ella!
Pablo: Aunque no lo creas, yo tampoco quiero que me relacionen con vos. Pero tengo que hablar y de acá no me voy hasta que no lo haga.
Sandra: ¿Ahora de qué querés hablar?
Pablo: Creo haber sido muy claro cuando te dije que te alejaras de mi familia.
Sandra: Ay, a ver, ¿yo cuándo me acerqué a tu familia?
Pablo: Hoy, precisamente hoy, y te acercaste a la persona que no debías.
Sandra: ¿Podés ser más claro por favor?
Pablo: ¡De Antonella estoy hablando! ¡De Antonella!
Sandra: ¿Ahora qué pasa con esa chica?
Pablo: ¡Hoy, estabas con ella en la plaza! ¡Yo te vi! ¡Hablando muy cómodamente las dos!
Sandra: Ahh, ya entiendo. ¿Y qué? ¿Estás celoso?
Pablo: ¡No estoy celoso, pero no te quiero cerca de ella! ¡No voy a permitir que la lastimes, que la confundas!
Sandra: Te recuerdo que es MI hija, y yo su madre. Y si me quiero acercar a ella, me acerco.
Pablo: ¡Estás muy equivocada, eh! ¡Cuando una es madre, es madre para todo! ¡Nunca la quisiste, nunca te hiciste cargo! ¡Así que no quiero que vengas ahora, a acercarte, para lastimarla!
Sandra: ¿Ah sí? ¿Y quién tiene más poder acá? ¿Su tío o su mamá?
Pablo: Dejame recordarte que Antonella está bajo mi custodia, bajo MI cuidado. Así que el que tiene "poder" acá soy yo.
Sandra: Tranquilamente yo podría acercarme a ella y reclamarla como mi hija.
Pablo: Vos NO vas a hacer eso.
Sandra: ¿Ah, sí? ¿Quién me va a obligar?
Pablo: La misma persona que le va a decir TODA la verdad a tu hija si te acercas a Antonella de nuevo.
Sandra: Con Malena no te metas, Pablo.
Pablo: ¿Querés que le cuente toda la verdad? ¿Acaso querés que le cuente que...?
Sandra: Shh, callate. Con mi hija no te vas a meter.
Pablo: Entonces vos no te metés con Antonella. ¿Viste que fácil que son las cosas?
*Sandra estaba muy furiosa*
Sandra: Está bien, nunca más me voy a acercar a tu preciada sobrina. ¿Listo? ¿Feliz?
Pablo: Más que feliz, un placer haber llegado a un acuerdo con vos.
Sandra: Ahora, andate de acá. Dale.
Pablo: La verdad, me olvidaba lo fácil que era llegar a un acuerdo con vos.
*Pablo se va de ahí, y Sandra le cierra la puerta*
Sandra: También te olvidaste, de que yo hago lo que quiero y nunca cumplo acuerdos.
*Sandra sonríe*
*Más tarde*
*Antonella regresa a la casa*
*Cuando entra, ve a Pablo y Gina conversando*
*Y cuando la ven, se quedan callados*
*Y Antonella se da cuenta*
Pablo: ¡Hola, Anto!
Gina: ¡Volviste re temprano! ¡Recién son las 7! ¡Te hacía llegando más tarde!
Antonella: Hola... ¿por qué se callaron cuando yo llegué?
Pablo: ¿En serio? No, te debe parecer.
Antonella: Entonces, ¿de qué hablaban?
Pablo: Ehh... ¿nosotros? De... de nada. De temas sin sentido.
Antonella: Si no me quieren contar, por lo menos díganmelo directamente.
Pablo: No es que no te queramos contar, es que... son temas de grandes, Antonella. Temas de adultos.
Antonella: Claro... ¿me estás diciendo que soy una nena?
Pablo: No dije eso, pero... son temas de grandes. Y por más que te queramos contar todo, no podemos.
Antonella: Claro... entiendo...
*Antonella se estaba volviendo a ir*
Pablo: ¿A dónde vas?
Antonella: Al galpón.
*Ella se va de ahí*
*Y Gina y Pablo se miran mutuamente*
Gina: Me parece que se ofendió, eh.
Pablo: Sí, se ofendió. Pero no le podía contar.
Gina: Un día se te va a ir de las manos esa mentira.
Pablo: No va a pasar, lo tengo TODO bajo control.
Gina: Uff, ay ay, Pablo. Tan terco como siempre...
*Gina suspira*
*Por mientras*
*Antonella va al galpón, y a lo lejos ve a Lorenzo allí dentro, sentado*
*Él estaba tomando una copa de vino*
*Y ella se acerca a él*
Antonella: Hola, Lorenzo...
Lorenzo: Hola, Anto. ¿Cómo andás?
Antonella: Bien... ¿qué estás haciendo?
Lorenzo: ¿Eh? Nada... tomando un poco de vino.
Antonella: ¿Y está rico?
Lorenzo: La verdad es que sí.
*Antonella se sienta a su lado*
Antonella: ¿Me dejás probar?
Lorenzo: ¿Cómo?
Antonella: Sí, quiero probar un poco...
Lorenzo: No sé, Antonella, papá me mata si se entera que te estoy dando alcohol.
Antonella: Pero es solo un poco de vino. Dale, me da curiosidad, quiero probar...
Lorenzo: Si es por probar, bueno, pero solo un poco, eh...
*Entonces él le da la copa*
*Y ella toma toda la copa*
*Hace gestos de incomodidad, pero después de aprobación*
Antonella: Ehh, está bueno, eh... ¿estos son los que hacen ustedes?
Lorenzo: Ehh, sí... pero es obvio que papá no toma mucho.
Antonella: Sí, entiendo... está muy bueno...
*Lorenzo se levanta*
Lorenzo: Qué bueno que te guste... ¿vos te quedás acá?
Antonella: Sí, me quedo un rato más...
Lorenzo: Bueno, yo me voy, ¿guardo yo la botella o la guardas vos?
Antonella: Yo la guardo, tranquilo...
Lorenzo: Bueno, nos vemos ahí en la casa, Anto.
*Lorenzo se va de ahí y Antonella se queda pensativa*
*Por otro lado*
*En la casa de Malena*
*Estaban Sandra y Malena allí*
*Malena estaba un poco confundida*
Malena: Mamá...
Sandra: ¿Qué pasa, Malena?
Malena: ¿Qué hacía Pablo Santander acá?
Sandra: Ehh... nada, ¿por qué?
Malena: Porque claramente tenía muchas ganas de hablar con vos.
Sandra: Sí, Malena, son... problemas pendientes que tenemos...
Malena: No sabía que justo con él tenías problemas pendientes.
Sandra: Bueno, los tengo, todo el mundo puede tenerlos...
Malena: Me llama la atención, porque supuestamente lo odiás, y ahora...
Sandra: Malena, ¿vas a estar insistente con lo mismo todavía?
Malena: Es que me cuesta entenderlo...
Sandra: No hay nada qué entender. Y mejor, ocupate de lo tuyo, de tus cosas.
Malena: Bueno, bueno. No te pregunto nada más entonces...
*Malena miraba con sospecha a Sandra*
*Por otro lado*
*En la cafetería de Mariano*
*Mariano estaba terminando de ordenar algunas cosas, estaba de mal humor*
*Luna lo miraba a lo lejos, y después de unos segundos se acerca a él, con falsa preocupación*
Luna: Mariano...
*Mariano mira a Luna*
Mariano: Ehh, hola, Luna... ¿necesitás algo?
Luna: Quería hablar con vos en realidad...
Mariano: ¿Ah sí? ¿De qué?
Luna: De lo de hace un rato...
Mariano: ¿Qué cosa?
Luna: Te quería pedir disculpas. No fue mi intención dejarte mal con Antonella. Yo no la había visto llegar...
Mariano: Ah, por eso no te preocupes. No es tu culpa. Yo debí haberme quedado callado y no hablar. Ella es mi amiga, no tuya.
Luna: Lo sé, pero capaz, si yo no hablaba de Antonella, no habrías dicho nada y no tendrías ningún problema con ella.
Mariano: Igual no te preocupes, yo creo que se le va a pasar. Ella nunca guarda rencor de nadie...
Luna: Yo solo quería disculparme y... también podría hablar con ella, si estás de acuerdo...
Mariano: No hace falta, Luna. Yo voy a intentar arreglar las cosas con Antonella, es lo que corresponde.
Luna: Insisto...
Mariano: ¿Por qué?
Luna: Porque sí... porque me equivoqué y no quiero que tengas problemas.
Mariano: Sos muy buena, Luna, gracias por eso.
*Luna apoya su mano en la mano de él*
*Él la miraba un poco confundido*
Luna: Imposible no ser buena frente a alguien como vos...
Mariano: ¿Alguien como yo? ¿Cómo soy?
Luna: Sos lindo, bueno, y también tenés algo... algo que me vuelve loca...
*Mariano estaba confundido y Luna se acerca cada vez más a él*
*Ellos estaban a punto de besarse*
*Pero antes de que puedan besarse, se escucha un aplauso*
*Ellos se giran a ver y estaba Antonella ahí, aplaudiendo y sonriendo*
Antonella: Qué copado...
*Mariano va muy confundido hacia ella*
Mariano: ¿Antonella? ¿Qué hacés acá?
Antonella: Me invitaron al cine a ver una película de romance... pero no me avisaron que los protagonistas eran unos idiotas...
Mariano: ¿Qué te pasa?
Antonella: Era obvio que iban a terminar juntos... dos desagradecidos y traicioneros...
Mariano: ¿Te pasa algo? Estás rara...
Antonella: No, vos estás raro.
Luna: Ehh, ¿me voy?
Antonella: Sí.
Mariano: Ehh, Luna, andá unos segundos afuera, por favor. Ella y yo tenemos que hablar.
Luna: Bueno, está bien...
*Luna se estaba yendo, y sin que Mariano vea, hace un gesto de burla y provocación a Antonella*
*Antonella la mira con una sonrisa*
*Mariano estaba enojado y confundido*
Mariano: ¿Qué te pasa? ¿Por qué te comportas así?
Antonella: Perdón, creo que interrumpí el momento romántico...
Mariano: Estás rara... ¿tomaste algo?
Antonella: ¡No me hagas reír! ¿Sabés qué? Sí, y ese vino seguro estaba mejor que el tuyo.
Mariano: ¿Qué pasa? ¿Estás con ganas de contar chistes? No hay vino mejor que el mío. Te voy a llevar a tu casa.
*Mariano iba a agarrar el brazo de Antonella y ella se corre*
Antonella: No necesito que me lleves a ningún lado. ¡Mejor llevá a Luna, que se ve que se muere de ganas de que la lleves a algún lado!
Mariano: ¿Estás celosa, Antonella?
Antonella: ¡Sí, me muero de celos de esa desagradecida!
Mariano: ¿Por qué la llamás así?
Antonella: Vos no la conocés, yo sí...
Mariano: Mirá, no te entiendo, pero lo que sí entiendo, es que no podés venir en este estado a mi cafetería. Y mucho menos a reclamarme.
Antonella: Ah, pero vos podés hablar mal de mí, ¿no? Con esa tonta que ni conocés...
Mariano: Si vamos a discutir, claramente no va a ser así.
Antonella: ¿Entonces cómo va a ser?
Mariano: No sé, pero así no.
Antonella: Ohh, qué triste... ahora me voy a ir a llorar a la plaza porque Mariano Santana quiere estar con Luna antes que conmigo...
Mariano: No me obligues a hacer algo que no quiero.
Antonella: Ay, ¿qué? ¿Me vas a echar?
Mariano: No, pero me vas a forzar a llamar a tu familia.
Antonella: ¡Ja! ¡No te animás!
Mariano: Vos no sabes las cosas que haría solo por vos.
*Mariano saca su teléfono y empieza a marcar un número*
Mariano: No puedo creer que voy a hacer esto.
*Entonces él empieza a llamar*
Mariano: Quedate quieta acá, por favor...
*Antonella se reía*
*Entonces atiende*
"Lorenzo: ¿Hola?"
Mariano: Hola, Santander.
"Lorenzo: ¿Sos vos, Santana? ¿Qué hacés llamando?"
Mariano: Escuchame una cosa, tenés que venir acá.
"Lorenzo: ¿Vos estás loco? ¿Por qué tendría que ir donde estás vos? ¿Querés pelear o qué te pasa?"
Mariano: No, no me interesa pelearme con vos. Si te llamé, era para decirte que tu prima está acá.
"Lorenzo: ¿Antonella? Imposible, si está acá en la casa."
Mariano: No está en tu casa, porque está acá conmigo. Y no se encuentra muy bien que digamos.
"Lorenzo: ¿Cómo que no está bien? ¿Qué le hiciste?"
Mariano: Uh, pará un poco. No le hice nada, sino no te estaría llamando, pensá un poco.
"Lorenzo: Es imposible que Antonella esté allá. Si hasta recién, estaba acá."
Mariano: ¿Vas a venir a buscarla o no? Si no, voy hasta tu casa.
"Lorenzo: No, no, en mi casa no te quiero. Ahora voy yo para allá."
Mariano: Bueno, dale. Te espero.
Antonella: Mandale los saludos de mi parte. *riendo*
*Rato más tarde*
*Mariano estaba con Antonella, esperando*
*Es entonces que aparece Lorenzo allí*
*Entonces, al entrar, ve a Antonella ahí, enojada, junto a Mariano*
*Él se sorprendió cuando vio a Antonella*
Lorenzo: ¿Antonella?
*Ellos se giran a verlo, Antonella sonríe y va hacia él*
Antonella: ¡Ey! ¡Viniste! ¡Te extrañé!
*Él la mira confundido*
Lorenzo: ¿Qué te pasa? ¿Qué tenés?
Antonella: ¡Nada! Solo algunos dolores de panza...
Lorenzo: ¿Tomaste?
Antonella: ¡Sí! ¡Después de todo, ya no soy una nena!
*Él va muy furioso hacia Mariano*
Lorenzo: ¿Vos le diste alcohol?
Mariano: ¿Cómo le voy a dar alcohol? ¿Estás loco? ¡Además, esto es una cafetería, acá no hay alcohol!
Antonella: Primo, no te enojes...
Lorenzo: ¿Entonces por qué está así?
Mariano: ¡No tengo idea! Ella ya vino así acá. Así que si de algún lado tomó alcohol, fue de tu casa.
*Entonces Lorenzo recuerda que le dio vino a Antonella, y se frustra*
Lorenzo: Ay, no puede ser, soy un tarado...
*Lorenzo va hacia Antonella*
Lorenzo: Vamos a la casa, Antonella.
Antonella: Gracias, ya no quiero estar acá con él...
*Antonella caminaba y se tambaleaba, pero Lorenzo la ayudaba*
*Entonces ellos dos se van de ahí, y Mariano la mira con tristeza*
*Después*
*De camino a casa*
*Antonella y Lorenzo seguían caminando*
Lorenzo: Ay, Anto, te dije que no tomaras...
Antonella: Es que... ya estoy harta...
Lorenzo: ¿De qué estás harta?
Antonella: Ya estoy harta de ser una nena a los ojos de todo el mundo...
*Lorenzo se entristece*
Antonella: Quería demostrarles que no soy ninguna nena... que yo también puedo hacer cosas de adultos...
Lorenzo: Pero si no tenés que demostrar nada.
*Entonces ellos llegan a la casa*
*Entonces Lorenzo la sujeta para subir las escaleras*
*Ellos entran a la casa*
*Entonces Pablo y Gina van hacia ellos*
Pablo: Lorenzo, ¿dónde te habías ido?
*Entonces él ve a Antonella, confundido*
Pablo: ¿Y qué hacés con Antonella?
Lorenzo: Ehh, mirá, tiene una explicación todo esto...
Pablo: Eso quiero escuchar. Una explicación de por qué son las 11 de la noche y venís con Antonella.
Antonella: Tío, cortala, no sos mi papá. Mi papá está muerto, ¿sabías? ¡Mis dos papás!
*Pablo estaba muy confundido y Gina también*
Pablo: Antonella, ¿por qué decís esas cosas?
Antonella: ¡Porque es la verdad! Tu hijo... tu hijo es Guenzo, mi primito, no yo...
Pablo: ¿Guenzo?
Lorenzo: Creo que se refiere a mí...
Pablo: A ver, Antonella, acercate.
*Él se acerca a Antonella y siente olor a alcohol*
Pablo: ¿Por qué tenés olor a alcohol?
Antonella: ¡Ay, dale, tío! ¿Por qué va a ser?
Pablo: Lorenzo, quiero YA mismo una explicación.
Lorenzo: Ehh...
Antonella: Pero debo reconocer que estaba buenísimo tu vino, tío...
Pablo: ¿Cómo que mi...?
*Entonces se da cuenta y mira con enojo a Lorenzo*
Pablo: ¡Lorenzo! ¿Vos le diste alcohol?
Lorenzo: ¡No, pará, no es así! ¡Yo estaba tomando un poco de vino en el galpón, ella vino y me dijo que si le daba de probar un poco! ¡Y le dije que sí! ¡Después me fui y se ve que cuando yo me fui tomó de más!
Pablo: ¿Ah, sí? ¡No me digas!
Gina: Pablo, calmate.
Pablo: ¿Cómo me voy a calmar? ¡Es una nena! ¡No tiene edad para tomar alcohol! ¡Y menos para emborracharse!
*Antonella lo mira a Pablo con enojo*
Antonella: Gracias, tío, eh, sos de oro, te quiero.
*Antonella va hasta el sillón*
Pablo: ¿Cómo fuiste capaz de hacerle a tu prima una cosa así?
Lorenzo: ¡Pero es que no fue mi intención que pasara todo esto! ¡Te juro!
Pablo: Mirá, por hoy, no te quiero escuchar más.
Gina: Pablo, no seas tan duro. Son adolescentes...
Pablo: Yo NO quiero involucrar a Antonella en este mundo. Hubiese preferido que ni conociera el vino.
Antonella: ¡Mirá el lado bueno, tío! ¡Ya no soy una nena!
*Pablo mira a Antonella confundido*
Pablo: ¿De qué estás hablando?
Gina: Mejor le voy a hacer un café...
Pablo: ¿De qué está hablando?
Lorenzo: De nada, papá, dejala...
Pablo: Estoy tan decepcionado de que ni siquiera hayas cuidado a tu prima...
Lorenzo: Papá, ella sabe cuidarse sola. Ya es grande, no la trates como una nena.
Pablo: ¡Claro! Y mirá cómo le va cuidándose sola.
Lorenzo: Bueno, sí, este no es el mejor ejemplo...
Pablo: ¿Y por qué volvías con ella? ¿Dónde estaba?
Lorenzo: Ehh, estaba en el galpón, tranquilo...
*Entonces Gina se acerca a ella*
Gina: Vení conmigo, nena.
Antonella: Ay, Gini, te quiero, vos sos como mi mami que no tengo...
*Ellos se entristecen al escuchar eso*
*Y Gina le agarra la mano y la levanta del sillón*
Gina: Vení, nena, vamos a tomar un café...
*Entonces Pablo se acerca a ella*
Pablo: Anto, ¿cómo te sentís?
Antonella: Shh... vos nunca... nunca vas a reemplazar a mi papá...
*A Pablo le dolió eso, y se entristeció*
*Gina y Antonella se van a la cocina*
*Pablo se queda pensativo*
*Al día siguiente*
*En el cuarto de Antonella*
*Ella se despierta allí, con mucho dolor de cabeza, y confundida*
Antonella: Ay... pero, ¿qué pasó?
*Ella se sienta en su cama, muy confundida*
*Entonces Gina toca la puerta de su cuarto*
Antonella: Adelante...
*Gina se asoma*
Gina: Hola, Anto, ¿cómo te sentís?
Antonella: Me duele mucho la cabeza...
Gina: Tu tío quiere hablar con vos. Te espera abajo.
*Gina se va del cuarto*
*Entonces Antonella se levanta y busca ropa para cambiarse*
*Dentro de unos minutos*
*Ella baja las escaleras y va al comedor*
*Cuando va al comedor, ve a Pablo muy serio allí, en una silla, cruzado de brazos y con molestia*
*Ella estaba un poco confundida*
Antonella: Hola, tío... ¿querías hablar conmigo?
Pablo: Sí, con vos quiero hablar.
Antonella: ¿Estás... enojado?
Pablo: ¿Y vos qué crees, Antonella?
Antonella: Que sí, pero no entiendo por qué...
Pablo: ¿De verdad no sabés por qué? ¿Qué habíamos hablado vos y yo con respecto al alcohol?
Antonella: Ah, es por eso...
Pablo: Obvio que es por eso. La verdad me decepcionaste. Vos y Lorenzo me decepcionaron. Vos por no hacerme caso y él por no haberte cuidado.
Antonella: Pero, ¿por qué? No hice nada malo, solo quise probar un poco y se me fue la mano, es todo...
Pablo: Yo te dije que en este mundo NO te vas a meter. Nunca.
Antonella: No entiendo por qué no podría.
Pablo: Porque lo digo yo, Antonella. Porque te voy a cuidar.
Antonella: Y todavía me seguís tratando como a una nena...
Pablo: ¿Y qué querés que haga, Antonella? Yo no puedo tratarte como una persona adulta después de lo que hiciste ayer.
Antonella: Las personas que toman alcohol no son nenes...
Pablo: ¿De dónde sacaste que por emborracharte o tomar alcohol sos adulta?
Antonella: Eh... de mi papá...
*Él se sorprende*
Antonella: Mirá, yo me arrepiento mucho de lo que hice ayer. Solo que me tiene harta que me traten como nena. Vos, Lorenzo, Mariano. Los hombres que más aprecio son los que me tratan así.
Pablo: Yo solo te quiero cuidar. Nada más. Es una promesa que me hice y que pienso cumplir.
Antonella: Pero ya soy grande y sé lo que hago...
Pablo: La gente es muy mala allá afuera, Antonella. Yo lo único que hago es protegerte.
Antonella: ¿Sabés la cantidad de personas malas que conocí en mi vida? No te lo podés imaginar.
Pablo: Por eso mismo. Yo quiero que tu vida acá sea distinta a todo lo que viviste. Y si para eso tengo que protegerte, no tengo ningún problema.
*Antonella se queda pensativa unos segundos*
Pablo: ¿En qué pensás?
Antonella: En cómo sería mi vida si no te hubiera conocido...
*Ella se va de ahí, emocionada y triste*
*Luego de un rato*
*En la plaza*
*Daniel estaba allí esperando a Antonella*
*Entonces Antonella se aparece allí*
*Y él se alegra*
Daniel: ¡Anto, viniste!
Antonella: Hola, Dani.
*Ellos se abrazan*
Antonella: Perdón haber llegado un poco tarde.
Daniel: No pasa nada, vení, acompañame.
*Ellos se van de ahí juntos*
*Luego de un rato caminando*
*Ellos llegan a la cafetería de Mariano*
*Y Antonella estaba confundida*
Antonella: Dani, ¿qué hacemos acá?
Daniel: ¡Este es el lugar, Anto!
*Antonella estaba sorprendida*
Antonella: No, no puede ser...
Daniel: ¡Vení conmigo!
*Daniel la agarra de la mano, emocionada, y van hasta dentro*
--Temporada 1 capítulo 28
*En la cafetería de Mariano*
*Entran ellos dos ahí*
*Estaban Luna y Mariano allí, conversando*
*Antonella estaba muy incómoda y enojada*
*Mariano los ve y estaba confundido*
*Decide ir hasta Antonella y Daniel*
Mariano: Hola...
Daniel: ¡Hola! ¿Viste que llegué a horario?
*Antonella evitaba mirar a Mariano, con molestia y enojo*
Mariano: Sí, veo... ¿qué hacés con Antonella?
Daniel: ¡Ahh, le pedí a mi hermana que me acompañara! Espero que no te moleste.
*Mariano estaba muy confundido*
Mariano: ¿Cómo? ¿Antonella es tu hermana?
Daniel: ¡Claro!
*Mariano miraba a Antonella con confusión y tristeza*
Mariano: Escuchame, andá a sentarte en esa mesa de allá al fondo, ahora voy a hablar con vos.
Daniel: ¡Bueno, dale! Quedate acá, Anto, eh. No te me vayas.
*Daniel se va a la mesa del fondo y quedan Mariano y Antonella allí*
Mariano: No me dijiste nunca que tenías un hermano...
Antonella: ¿Qué? ¿Ahora tengo que darte explicaciones a vos?
Mariano: Antonella...
Antonella: ¿Qué?
Mariano: Qué bueno que volviste, tenemos que hablar.
Antonella: Vine acá por mi hermano, no por vos. Es más, preferiría que no me dirijas la palabra...
Mariano: Pero... basta, por favor, no estemos más así...
Antonella: Lo lamento, en serio... pero lo que hiciste me dolió, así que prefiero que no me hables...
Mariano: Pero es que... vos y yo éramos amigos...
Antonella: Si éramos amigos, ¿por qué hablaste mal de mí, eh?
Mariano: Me equivoqué, y lo reconozco.
Antonella: Y lo peor, ¿hablar de mí con alguien que ni conocés?
Mariano: ¿Por qué hablás de Luna así?
Antonella: Porque ella es el problema. Ella se puso a hablar mal de mí a propósito. Y vos sos un tarado que ni siquiera se da cuenta.
Mariano: Perdón, ¿me estás atacando? ¿Qué te pasa, Antonella? Ayer viniste casi a la medianoche a hacerme un escándalo por estar con Luna, ahora vengo, intento hablar con vos y me atacas. No entiendo qué te pasa.
Antonella: ¡Pasa que ella es una mala persona y no te das cuenta!
Mariano: ¿Y por qué? A ver, explicame.
*Antonella iba a hablar pero justo llega Luna y toca a Mariano*
Luna: Mariano, el chico te está esperando. ¿Le tomo un pedido o...?
Mariano: No, viene a charlar conmigo. Ahí vuelvo.
*Entonces él va con Daniel*
*Cuando se va, Luna se acerca a Antonella, furiosa*
Luna: ¿Qué le estabas diciendo de mí, eh?
Antonella: Le estaba diciendo la verdad.
Luna: ¿Ah, sí? Mirá, dejá de meterte en mi camino, porque si no...
*Entonces Giuliana entra allí, y se acerca a las dos*
Giuliana: Disculpame, ¿qué pasa acá?
Luna: Ehh... es un problema mío y de ella, no te metas.
Giuliana: ¿Ah, sí? Los problemas que tenés con ella los tenés también conmigo.
*Luna las mira con enojo a las dos*
Luna: Ya voy a hablar con vos cuando estés sola, eh.
*Entonces Luna se va de ahí al mostrador*
Antonella: Gracias...
Giuliana: No me agradezcas. ¿Te estaba molestando?
Antonella: Sí, es que... por alguna extraña razón me odia, no entiendo por qué...
Giuliana: No le hagas caso... ¿y Mariano no hace nada?
Antonella: ¿Por qué a Mariano le importaría? Está muerto con Luna. En cambio yo soy una "nena".
Giuliana: Ay, ay, Mariano... si no fuera TAN mujeriego.
*Después de un rato*
*Mariano ya había terminado de hablar con Daniel, Daniel se levanta de la silla feliz y va hasta Antonella*
*Ella estaba pensativa y triste*
Daniel: ¡Anto! ¡Lo tengo! ¡Tengo el trabajo!
*Entonces Antonella se sorprende, se pone feliz y lo abraza*
Antonella: ¡Qué bueno, Dani! ¡No sabés cuánto me alegro!
*Luna estaba a lo lejos, enojada, mirándolos de reojo*
Daniel: ¡Le voy a contar a Rafa!
*Daniel se va corriendo de ahí*
*Antonella se queda allí, con Giuliana, pensativa y triste*
*Entonces Luna agarra una jarra de café y va disimuladamente hacia Antonella*
*Entonces ella se choca con Antonella a propósito, y le derrama el café en su ropa*
*Giuliana y Antonella estaban muy sorprendidas*
Giuliana: ¡Ey! ¿Qué te pasa?
Luna: Ay, lo que pasa es que... es tan invisible que ni siquiera la vi... que la próxima ni se ponga en mi camino y ya está...
*Entonces Luna se va al mostrador, Antonella estaba furiosa*
Giuliana: Calmate, Anto, no le hagas caso.
Antonella: Ya estoy harta de ella.
*Luna llevaba en sus manos una bandeja con comida*
*Entonces Antonella va muy furiosa hasta Luna*
*De pasada yéndose, le da un empujón que la hace tirar la bandeja*
*Mariano estaba confundido y enojado y va atrás de ella*
*Luna estaba furiosa*
Luna: Ah, no, yo a esta petisa quilombera la voy a agarrar...
*Entonces Giuliana se pone adelante de ella*
Giuliana: Vos no vas a agarrar a nadie.
*Luna la miraba con mucho enojo*
*Afuera de la cafetería*
*Antonella se estaba yendo muy enojada de ahí*
*Y Mariano la perseguía*
Mariano: ¡Antonella!
*Antonella se da la vuelta a donde estaba él, enojada*
Antonella: ¿Qué? ¿Qué querés?
Mariano: ¿Cómo vas a hacer una cosa así? ¿Estás loca?
Antonella: ¡No estoy loca, estoy harta! ¡Yo también tengo mis límites!
Mariano: ¿Harta de qué? ¡Si no te hace nada! ¡Además me frustraste un pedido!
Antonella: ¿¡No me hace nada!? ¿¡Me estás hablando en serio!? ¡Mirá lo que me hizo!
*Ella señalaba su remera*
Mariano: ¡Eso fue un accidente! ¡No podés ser así de dramática! ¿No será que el problema lo tenés vos, porque estás celosa?
Antonella: ¿Qué decís? ¡El problema no soy yo, sos vos y ella! ¿¡Tan caído de amor estás por ella!? ¿¡Tanto te gusta!?
Mariano: ¿Y qué si me gusta? ¿A vos qué te importa?
Antonella: No, ¿sabés qué? Tenés razón, no es mi problema. ¡Si querés estar con "Medialuna" y aceptar todo lo que me hace, perfecto!
Mariano: ¡No te burles de ella!
Antonella: ¿O qué?
Mariano: La verdad no te reconozco, Antonella. Pensé que eras más que esto.
Antonella: Ya me cansé de ser la buenita que aguanta todo. Me cansé. Me cansé de ser la idiota a la que siempre hacés quedar mal.
Mariano: ¡Yo no te hago quedar mal! ¡Me equivoqué y me disculpé! ¡Y si vos sos una rencorosa que no puede aceptarlo, no es mi culpa!
*Antonella lanza una sonrisa irónica y enojada*
Antonella: Vos y "Medialuna" se pueden ir bien saben dónde. ¡Olvidate de mí!
*Antonella se va corriendo de ahí, enojada*
Mariano: ¡No te preocupes! ¡Eso voy a hacer!
*Él después de decir eso se entristece*
*Por otro lado*
*En casa de Marco*
*Él estaba ocupado en la computadora*
*Entonces César entra a su despacho*
César: Hola, señor Marco.
Marco: César... ¿qué formas de entrar son esas?
César: Disculpe, es que la puerta estaba medio entreabierta.
Marco: Bueno, ¿qué pasa?
César: Mire, tengo que hablar de algo con usted.
Marco: ¿Hablar? ¿De qué cosa?
César: Quiero que me hable de una persona...
Marco: A ver, decime, capaz lo conozco.
César: De Mariano Santana.
Marco: ¿Qué pasa con él?
César: Quería que me cuente cuál es la relación entre él y Giuliana.
Marco: ¿Entre él y Giuliana? Por más raro que parezca, son amigos desde que son nenes.
César: ¿Y él tiende a enamorarse?
Marco: Ni hablar, es el picaflor del pueblo.
César: Ah, o sea que es mujeriego.
Marco: Sí, eso.
César: ¿Y está la posibilidad de que entre él y Giuliana pase algo?
Marco: ¿Por qué preguntas eso?
César: Porque escuché una conversación entre Giuliana y su hermano, y sospecho que en el fondo le gusta Santana.
Marco: Si es por eso, ni te preocupes. Giuliana está muy enamorada de vos.
César: No lo dudo, pero tenía esas sospechas.
Marco: Mirá, de parte de él siempre es posible algo. Porque él es capaz de enamorarse hasta de una musa. Pero de parte de mi hija, lo dudo mucho.
César: Ella está yendo mucho a la cafetería de él. Es más, ahora mismo está ahí. Y me preocupa.
Marco: Si tanto sospechas, no los pierdas de vista. Viste que con Santana, todo es posible.
*César se queda pensativo y enojado*
*Por otro lado*
*Antonella iba caminando por el parque, muy triste y frustrada*
*Entonces empieza a llorar*
Antonella: ¿Por qué siempre tiene que ser así?
*Ella seguía llorando y se sienta en una banca del parque*
*Entonces Miguel, quien la veía a lo lejos, se acerca a ella*
Miguel: Antonella, ¿estás bien?
*Cuando ella lo ve, se limpia las lágrimas*
Antonella: ¡Miguel! Sí, sí, todo bien, no te preocupes...
Miguel: ¿Por qué estás llorando? ¿Qué te pasó?
Antonella: Nada, nada, es una estupidez...
*Entonces él se sienta a su lado*
Miguel: ¿Qué te pasa, Anto? Contame...
Antonella: Nada, solo es que... soy una tonta que se ilusiona y termina lastimada...
Miguel: ¿De quién hablás? ¿De Mariano?
*Ella asiente con la cabeza*
Miguel: ¿Qué pasó con él? ¿Te dijo algo?
Antonella: No, es que...
*Ella se sigue limpiando las lágrimas*
Antonella: La culpa es mía, por haberme ido a enamorar de él...
Miguel: ¿Qué te hizo?
Antonella: Es que... por alguna razón no le caigo bien a Luna, me odia... ella me hace cosas y él la defiende y se pelea conmigo.
Miguel: ¿En serio? ¿Luna, la chica nueva?
Antonella: Sí... siempre me dice cosas feas o me intimida. Y él no hace nada porque está muerto con ella...
Miguel: No creo que sea así, ¿le dijiste a Mariano?
Antonella: Sí, le dije y no me quiso escuchar. Me dijo que el problema lo tengo yo.
Miguel: Él siempre se deja llevar por las chicas.
Antonella: Pero no es justo... a mí me conoce, no a ella... ¿qué le cuesta creerme?
Miguel: Luna lo tiene influenciado, para mí. Él no suele ser así, él siempre te defendía de cualquiera.
Antonella: Pero ahora se olvidó de mí, porque evidentemente... Luna es más linda que yo, y más adulta que yo...
Miguel: No te enrosques, Anto. No te compares.
Antonella: No estoy diciendo mentiras...
Miguel: Siendo sincero, sos una chica muy linda. El problema no sos vos, el problema lo tiene Mariano. Es tan irracional a veces.
Antonella: Yo pensé que él me quería... pero me falló, y me sigue fallando.
Miguel: Yo te aconsejo ya no hacerle caso. Concentrate en otra persona.
Antonella: ¿En quién? Si nadie quiere estar conmigo...
Miguel: Yo quiero estar con vos. ¿Querés que vayamos a dar una vuelta?
Antonella: No, Miguel... muchas gracias, pero no... prefiero irme a mi casa.
Miguel: Bueno, Anto. ¿Vas a estar bien?
Antonella: Sí, claro, siempre estoy bien... ¿no?
*Miguel la miraba con preocupación y ella sonreía*
Antonella: Chau, amigo. Nos vemos.
Miguel: Chau, Anto...
*Antonella se va de ahí*
*Y Miguel se queda preocupado*
*Por otro lado*
*En casa de Malena*
*Ella estaba frente a un espejo, midiendose la cintura con un centímetro*
*Y ella se alegra*
Malena: Bien, estoy más flaca... 2 centímetros menos...
*Ella deja de medirse y se mira en el espejo*
Malena: ¿Pero por qué si bajé me sigo viendo gorda?
*Ella siente frustración*
*Y de la nada se acuerda de algo*
Malena: ¡Ah! Me acordé que le tengo que pedir esa crema a mi mamá, para la cara...
*Entonces ella va hasta el cuarto de ella*
*Y toca la puerta, pero parecía que no había nadie*
Malena: Mamá, ¿estás acá?
*Entonces ella entra a su cuarto pero no hay nadie*
Malena: Ah, debe haber salido... bueno, entonces la busco yo, no debe ser tan complicado.
*Entonces ella se acerca a su mesa de luz y empieza a mover las cosas*
*Después abre el primer cajón, pero estaba lleno de aretes, collares, y broches*
Malena: No, acá no está, a ver acá...
*Entonces ella abre el segundo cajón de su mesa de luz y encuentra algo raro*
Malena: ¿Qué es esto?
*Ella encontró fotos de Sandra de joven, y en esas fotos se podía ver a Sandra con Pablo*
*Y ella al ver la cara de Sandra estaba muy sorprendida*
Malena: No puede ser, pero... era idéntica a Antonella cuando era joven...
*Entonces se confunde al ver a Pablo en las fotos*
Malena: No puede ser... ¿mi mamá conoce a Pablo Santander desde que son jóvenes?
*Ella seguía muy confundida, entonces entra Sandra a su cuarto*
*Malena se sorprende cuando escucha el ruido*
*Y Sandra estaba sorprendida, enojada y nerviosa*
Sandra: ¡Malena! ¿Qué hacés revisando mis cosas?
*Sandra se acerca a ella, le saca una foto de la mano y la guarda en el cajón*
Sandra: ¿Quién te dio permiso de entrar y revisar mis cosas, eh?
Malena: ¡No lo puedo creer! ¡Sos una mentirosa! ¡Me dijiste que no tenías relación con Pablo Santander!
Sandra: ¿De qué estás hablando? ¡Claro que no tengo relación con él!
Malena: ¿Entonces por qué en esta foto están juntos, de jóvenes? ¡No me trates como tarada!
*Sandra le saca la foto de sus manos, muy enojada*
Sandra: ¡Escuchame una cosa! ¡Dejá de meterte, nena!
Malena: ¿Cuál es tu relación con Pablo Santander? ¡Contestá!
Sandra: ¡No te voy a contestar, son mis asuntos y te prohíbo que te metas!
Malena: ¡Y qué curioso que seas idéntica a Antonella cuando eras más joven!
*Sandra se pone más nerviosa*
Sandra: ¿Pero qué decís? ¡Ni siquiera sé de quién estás hablando!
Malena: Te juro, mamá, que voy a llegar al fondo de esto.
Sandra: Te prohíbo que te metas en mi vida.
Malena: Yo tengo derecho a saber...
Sandra: No, no tenés derecho, porque es mi asunto, MI vida.
Malena: ¡Pero mamá, por favor!
Sandra: ¡Nada, Malena, nada! ¡Y dejá de meterte porque me estoy empezando a enojar!
Malena: No voy a parar hasta llegar al fondo de esto, con o sin tu permiso.
*Malena se va de ahí, muy enojada*
*Y Sandra se queda muy nerviosa y asustada ahí*
Sandra: (No, no, no puede ser...)
*Ella se queda preocupada allí*
*Mucho más tarde*
*En casa de Pablo*
*Lorenzo estaba afuera del baño, esperando, preocupado*
*Entonces toca la puerta del baño*
Lorenzo: Antonella, ¿estás bien? Estás hace como una hora ahí adentro...
"Antonella: ¡Sí, sí, estoy bien! ¡Esperame unos segundos que ahí salgo!"
*Después de unos segundos, ella sale, con lágrimas en su cara*
*Lorenzo la ve y se preocupa*
Lorenzo: Antonella, ¿estás bien? ¿Estás llorando?
Antonella: No, no, para nada... ahí te dejé el baño...
*Entonces ella se va de ahí hasta su cuarto*
*Entonces Lorenzo entra al baño*
*Cuando entra, mira al suelo, y había algo raro*
*Había unas gotitas de sangre en el suelo*
*Él se preocupó muchísimo cuando vio eso*
*Entonces sale del baño y va hasta el cuarto de Antonella*
*Y toca la puerta*
Lorenzo: Antonella, ¿puedo pasar?
*Ella se limpia las lágrimas y se sienta casual en su cama*
Antonella: Claro, adelante...
*Entonces él entra al cuarto y va hasta ella*
Lorenzo: ¿Estás bien?
Antonella: ¡Sí, sí, claro! ¿Por qué?
Lorenzo: ¿Te pasó algo? ¿Te lastimaste con algo?
Antonella: No, no, ¿por qué lo decís?
Lorenzo: Porque había sangre en el baño...
*Ella se pone nerviosa*
Antonella: No sé de qué hablás...
Lorenzo: ¿Está todo bien? Podés contarme...
Antonella: ¡De verdad! No me di cuenta que había sangre, capaz que ya estaba de antes.
Lorenzo: ¿Estás segura?
Antonella: ¡Sí, claro!
Lorenzo: Bueno... espero que esté todo bien...
Antonella: Sí, sí, tranquilo, no te preocupes.
*Lorenzo se va de ahí, algo preocupado*
*Luego de que se va, ella suspira*
*Por otro lado*
*En la cafetería*
*Luna se fue de ahí unos minutos*
*Giuliana aprovecha y empieza a hablar con Mariano*
Giuliana: Che, Mariano...
Mariano: Sí, decime.
Giuliana: ¿Por qué la dejás que sea así?
Mariano: ¿A quién? ¿De quién hablás?
Giuliana: De Luna.
Mariano: ¿Ahora qué pasa con Luna?
Giuliana: Es tu cafetería, y lo entiendo. Pero no me parece que tenga esas actitudes.
Mariano: ¿Qué actitudes?
Giuliana: ¿No te das cuenta? Habló mal de Antonella, intentó hacerte pelear con ella, y hace un rato, se desubicó, agarró y le tiró un café encima.
Mariano: Luna no le hace nada. Antonella exagera. Y eso lo hace porque está celosa.
Giuliana: No digas boludeces, Mariano.
Mariano: A ver, no sé si sabías, pero ayer, más o menos a la medianoche, vino borracha, a hacerme un reclamo porque estaba con Luna.
Giuliana: ¿Ah sí?
Mariano: Sí, y empezó a decirme que Luna era mala, desagradecida, que ella la conocía bien y yo no.
Giuliana: ¿Y por qué pensás que Antonella no dice la verdad?
Mariano: Porque vos sabés lo inmadura que es. Es una chiquilla inmadura y celosa. Además, se la pasa mintiendo.
Giuliana: No puedo creer que hables así de ella. Era tu amiga hace un par de días...
Mariano: Era, agarró y se hizo la enojada por lo que escuchó que le dije. Intenté hablar con ella y lo único que hizo fue atacarme. No me interesa hablar con ella así...
Giuliana: Pero quien la cagó fuiste vos, no ella, y lo sabés.
Mariano: Sí, yo la embarré, pero ella es una nena inmadura y rencorosa que prefiere atacarme antes que escucharme. Y yo no le voy a andar rogando.
Giuliana: O sea que al final Luna tenía razón. Eso es lo que pensás de ella.
Mariano: No es culpa mía si ella me da la razón con esos comportamientos inmaduros.
Giuliana: La verdad es que cuando estás así de cerrado, no vale la pena hablar con vos. Porque sos un terco. Pero un día te vas a dar cuenta que esa piba no es una buena persona.
*Entonces Giuliana se va de ahí, molesta*
*Mariano se queda pensativo y un poco molesto también*
*Luna estaba escondida, escuchando todo, con enojo*
*Por otro lado*
*Lorenzo se encontraba en el comedor, pensativo y preocupado*
*Pablo estaba leyendo el diario y Gina estaba tomando un té*
*Entonces Gina se da cuenta*
Gina: Querido, ¿qué te pasa?
*Entonces Pablo se gira a verlo y también se da cuenta*
Lorenzo: Nada, nada.
Pablo: Hijo, tenés cara de preocupación, ¿qué pasa? Contanos...
Lorenzo: Es que estoy un poco preocupado por Antonella...
Pablo: ¿Por Antonella? ¿Qué pasa con ella?
Lorenzo: Me tiene preocupado. Hoy estuvo como 1 hora en el baño. Cuando salió, creo que estaba llorando...
*Ellos se preocupan*
Pablo: ¿Llorando?
Gina: ¿Estás seguro?
Lorenzo: No sé, eso parecía...
Gina: ¿Y no le preguntaste que le pasaba?
Lorenzo: Me esquivó y me dijo que nada, pero después entré al baño y vi unas gotas de sangre...
*Pablo y Gina se asustan*
Pablo: ¿Sangre? ¿Seguro?
Lorenzo: Sí...
Gina: ¿Y qué pensás que le pudo haber pasado?
Lorenzo: No sé, tengo miedo de que alguien la haya agredido o algo... cuando vino a la casa estaba rarisima...
*Pablo se frustra*
Pablo: No me extraña si alguien le hizo eso. Pero voy a hablar con ella.
*Él se levanta de ahí y se va hasta las escaleras*
*Por otro lado*
*En la casa de Chiara*
*César estaba sentado, esperando, un poco molesto*
*Entonces Giuliana entra allí*
*Cuando entra, César se levanta y va hacia ella*
Giuliana: ¡Ey, hola amor!
César: Hola, ¿dónde estabas?
Giuliana: En lo de Mariano, te dije, ¿no te acordás?
César: Ahh, sí, me dijiste. ¿Y por qué te fuiste tanto tiempo?
Giuliana: Solo me fui unas 2 o 3 horitas. Quería volver para la merienda.
*Giuliana nota que César está enojado*
Giuliana: ¿Estás bien, amor? Pareces enojado o algo...
César: Sí, estoy un poco enojado. Porque me molesta que pases tiempo con él.
Giuliana: ¿Te molesta? Pero, ¿por qué?
César: Porque yo estoy al tanto de que tu amiguito es un picaflor que le encanta estar con todas.
Giuliana: Sí, con todas, pero no conmigo. Somos amigos de chicos.
César: Me molesta que estés con él.
Giuliana: Pero, ¿no confias en mí?
César: No es ese el punto. Sí confío en vos, en él no confío. Así que no quiero que le sigas hablando.
Giuliana: Pero... él es mi amigo, no le puedo dejar de hablar así como así.
César: ¿Y cómo sé yo que él no se te va a tirar encima ni bien yo me dé la vuelta?
Giuliana: No lo va a hacer, porque lo conozco, y si lo hiciera, yo no le daría calce.
*Él suspira*
Giuliana: No tenés que ponerte así, amor. Sabés que te amo a vos.
César: Es que tenés que entenderme... justo tenés que ser amiga del picaflor más grande del pueblo...
Giuliana: Y sí, pero acá importa lo que yo haga. Y si alguien se me tirara, yo no lo aceptaría.
*Ellos dos se sonríen y se besan*
*Segundos después dejan de besarse*
Giuliana: ¿Vamos a merendar, amor?
César: Dale, vamos...
*Ellos dos se van de ahí al patio*
*Por otro lado*
*En casa de Pablo*
*Antonella estaba en su cuarto, pensativa y triste*
*Entonces Pablo toca la puerta de su cuarto*
"Pablo: Anto, ¿puedo pasar?"
Antonella: ¡Sí, claro!
*Entonces ella finge una sonrisa antes de que él entre*
*Él entra al cuarto, y va hacia Antonella*
Pablo: Hola, querida... ¿cómo estás?
Antonella: ¡Hola, tío! ¡Estoy bien!
Pablo: ¿Estás segura?
Antonella: ¡Sí, sí, claro!
Pablo: ¿Nadie te hizo nada o...?
Antonella: No, ¿por qué?
Pablo: No, por nada. Es que Lorenzo estaba un poco preocupado, porque dice que te vio llorar...
Antonella: No, le habrá parecido...
Pablo: Yo quiero que seas sincera conmigo...
Antonella: Y lo soy, tío. De verdad.
Pablo: Bueno, si vos me lo decís yo te creo. ¿Sabés que estaba pensando, Anto?
Antonella: ¿En qué? Contame...
Pablo: Se me ocurrió una idea. Podemos hacer una fiesta en tu honor...
*Antonella estaba confundida*
Antonella: ¿Cómo sería eso? No entiendo...
Pablo: Como vos sabés, soy conocido en el pueblo, y puedo hacer una fiesta donde vayan todos, y así presentar a mi hermosa sobrina. ¿Qué pensás?
Antonella: Es... lindo... me gusta...
Pablo: Sos muy importante para mí, y presentarte con los demás para mí es un gran honor...
Antonella: ¿En serio?
Pablo: Claro, Anto, ¿qué decís?
Antonella: Me encanta...
*Ella lo abraza*
*Entonces los dos se abrazan*
*Por otro lado*
*En la cafetería*
*Miguel estaba entrando ahí, y ve a Mariano besarse con Luna*
*Entonces se acerca a ellos dos*
Miguel: Mariano.
*Ellos se separan y lo miran*
Mariano: Hola, Miguel. ¿Cómo andás?
Miguel: Bien, ¿qué onda? ¿Ahora estás con ella?
Mariano: No, no estamos ni dejamos de estar. Solo es química.
Miguel: Entiendo... ¿y por qué trataste así a Antonella? ¿Por "química"?
Mariano: No me digas que también fue a llorar con vos.
Miguel: Mariano, ¿qué te pasa? ¿No te das cuenta lo mal que está Antonella por vos y por ella?
Luna: Perdón, pero yo no le hice nada...
Miguel: Conmigo no finjas, ¿sí? Ya me contó lo que le hacés.
Mariano: Un momento, no le hablés así.
Miguel: Ay, Mariano, por favor. ¿No te podés dar cuenta de las cosas que hace?
Mariano: ¡Luna no hace literalmente nada! ¡Es un ángel!
Miguel: ¿Un ángel? Un ángel es Antonella, y no hace nada por dañar a nadie.
Mariano: ¿Estás hablando de la misma Antonella que me mintió una y otra vez?
Miguel: Vos sabés que Antonella te quiere, no podés hacerla sentir mal así.
Mariano: Yo no le hice nada. Ella es la que está rara, solo porque yo dije que me parecía inmadura. ¿Y sabés qué? Me dio toda la razón.
Miguel: Pareciera que no la conocés a Antonella.
Mariano: No, ¿sabés que no? No la conozco. No la entiendo, y nunca la entendí. Desde que la conocí solo se la pasó mintiendome, ahora intento arreglar las cosas con ella y se comporta como una nena de 8 años. La verdad que así no da.
Miguel: Tanto que decías que la querías...
Mariano: ¿Sabés qué? De hecho, es mejor. Después de todo es una Santander, ¿no? Capaz nunca tuve que involucrarme con ella...
Miguel: La verdad es que no entiendo qué te pasa.
Mariano: A mí no me pasa nada. Y si estás del lado de Antonella, andá con ella.
Miguel: Estás tan cerrado, Mariano. Y la última vez que te advertí me terminaste dando la razón. Así que no sé, vos fijate.
*Miguel se va de ahí, Mariano lo miraba con molestia y Luna tenía una sonrisa de maldad disimulada*
--Temporada 1 capítulo 29
*4 días después*
*En casa de Malena*
*Ella estaba en su cuarto*
*Estaba frente a su espejo, sin playera y con sujetador, observándose en el espejo*
*Ella se miraba con tristeza y frustración*
Malena: (Ay, Malena, no puede ser que sigas siendo una gorda.)
*Entonces ella se pone una remera, y no le gusta cómo se ve*
Malena: (Era de esperarse. Soy horrible.)
*Entonces ella se cruza de brazos, enojada*
Malena: (Bueno, Malena, se terminó. Ahora por esto, vas a tener que ayunar lo más que puedas.)
*Malena se miraba seriamente en el espejo*
*Por otro lado, en la plaza*
Rafael: Estoy muy contento del trabajo que conseguiste. Te pagan muy bien ahí.
Daniel: La verdad que sí, y todo gracias a esa chica...
Rafael: ¿Qué chica?
Daniel: ¿No te conté?
Rafael: No, solo me contaste que llegaste a ese lugar, hablaste con el dueño y un día después te dieron el trabajo.
Daniel: Es una chica tan linda... tiene un poco de mal genio pero no sabés lo linda que es.
Rafael: ¿Cómo se llama?
Daniel: Ni idea, siempre le confundo el nombre. Creo que era "Malena"...
Rafael: Lindo nombre, ¿y cómo la conociste?
Daniel: La encontré un día, en el suelo, se ve que estaba haciendo mucho ejercicio y se agotó. Entonces la invité a la plaza para que descanse un poco y le ofrecí para comer.
Rafael: Es tan lindo... ¿por qué nunca me habías hablado de ella?
Daniel: Porque soy medio despistado con esas cosas. Y después le dije si conocía algún lugar para trabajar, y me invitó a la cafetería de un amigo de ella.
Rafael: Qué bueno... ¿y cómo es?
Daniel: Es hermosa, tiene el pelo castaño, lacio, unos ojos muy lindos, y una sonrisa hermosa. Lástima que nunca me va a dar bola...
Rafael: ¿Por qué decís eso?
Daniel: Porque es una chica con plata. Y en general, las personas que tienen plata no se fijan mucho en chicos como nosotros.
Rafael: Pero capaz ella es diferente. Por lo que me contás, es buena con vos.
Daniel: Sí, no sé... sé dónde vive y me gustaría ir a verla pero no quiero ser invasivo... además, me contó que su madre es prejuiciosa y que no pensaría bien si la ve con alguien como yo.
Rafael: A ver, lo que tenés que hacer es ir a los lugares que a ella le gusta ir, ¿tenés más o menos una idea de eso?
Daniel: Bueno, ella naturalmente viene a esta plaza, a hacer ejercicio. O sino, a 3 cuadras de la cafetería se va a pasear.
Rafael: Bueno, te la podés encontrar "por casualidad" e invitarla a tomar algo.
Daniel: ¿Invitarla a tomar algo? Primero, no va a querer. Y segundo, tendría que pagar ella.
Rafael: Amigo, dejá de verle lo negativo.
Daniel: Lo sé, lo sé. Pero es que ella es una chica tan linda... nunca le daría bola a alguien como yo.
Rafael: Si no probas, nunca lo vas a saber.
*Por otro lado*
*En la cafetería de Mariano*
*Luna y él estaban ahí, coqueteando*
*Y Malena llega al lugar*
Malena: Hola, Mariano.
*Ellos se separan y miran a Malena*
Mariano: Hola, Malena.
Malena: ¿Qué hacían?
Mariano: Nada importante.
Malena: ¿Todavía no vino Daniel a trabajar?
Mariano: Ehh, justamente en media hora tiene que venir.
Malena: Ahh, bueno...
*Malena mira para todos lados, confundida*
Malena: ¿Y la petisa? ¿Dónde está? Tiene tiempo que no viene...
Mariano: ¿De qué petisa hablás?
Malena: A ver, ¿cuál es la única petisa que conocemos? De Antonella hablo...
Mariano: No sé, ni me la nombres...
Malena: ¿Por qué?
Mariano: Porque no quiero saber nada de ella. Es una chiquilla.
Malena: Epa, ¿desde cuando vos hablás mal de ella?
Mariano: El otro día intenté arreglar las cosas con ella y solo me atacó y atacó a Luna. Así que no quiero saber nada de ella.
Malena: Ahh, bueno, mejor, ¿no?
Mariano: Sí, después de todo, ¿para qué estar con una Santander?
*Malena miraba a Mariano, confundida*
Luna: Ay, Mariano, ¿y si Antonella vuelve y me ataca de nuevo?
Mariano: No te preocupes, eso no va a pasar. Yo te voy a cuidar.
*Malena los miraba, muy incómoda*
*Por otro lado*
*Antonella iba paseando por la plaza, triste*
*Entonces se cruza a Dani y Rafa*
*Daniel estaba feliz de verla, y Rafael también se alegra*
Daniel: ¡Hola, Anto!
*Ella sonríe, con tristeza*
Antonella: Hola, Dani...
*Daniel al ver que Antonella estaba triste, se preocupa*
Daniel: ¿Qué pasó, Anto? ¿Está todo bien?
Antonella: Sí, sí, solo un poco cansada...
Rafael: Perdón que me meta, pero estás rara.
Antonella: ¿Yo? Para nada...
Daniel: Vos sabés que me podés contar todo, Anto.
Antonella: En serio, no se preocupen, solo estoy exagerando.
Daniel: Contame que te pasa, tengo tiempo todavía.
Antonella: Nada, es que... es por un chico...
Daniel: ¿Un chico? ¿Qué pasó?
Antonella: Es que... es largo de explicar...
Daniel: No importa, tiempo tengo.
Antonella: Yo... ¿te acordás al lugar al que fuiste a conseguir trabajo?
Daniel: Sí, me acuerdo.
Antonella: Bueno, yo tengo una historia con el dueño del lugar... el que te dio el trabajo...
*Daniel se queda muy confundido*
Daniel: ¿En serio?
Antonella: Sí, y justo da la casualidad de que Luna también trabaja ahí.
Daniel: Uff, ni me contes, la vi.
Antonella: Bueno, lo que pasa es que... Luna me hace cosas feas, le digo a Mariano y él no me cree, piensa que lo estoy inventando porque estoy celosa y cosas así...
*Ellos dos se preocupan*
Daniel: ¿Cómo que te hace cosas feas? ¿Qué te hace?
Antonella: No importa, en serio...
Daniel: No, dale, decime...
Antonella: No sé, me humilla, me insulta, o sino... bueno, la otra vez, después de que te fuiste a contarle a Rafa, ella agarró y me tiró un café encima...
*Rafael y Daniel estaban sorprendidos e indignados*
Daniel: Pero, ¿cómo puede ser que me cuentes esto recién ahora, Anto?
Antonella: Porque estabas muy feliz con el trabajo nuevo, no te lo quería arruinar...
Daniel: Pero vos no arruinas nada, vení...
*Él le agarra la mano izquierda, y la acerca a ellos*
*Pero los dos alcanzan a ver que Antonella tenía una pulsera de tela en la muñeca, que estaba manchada de sangre*
*Y los dos se preocupan*
Rafael: ¿Por qué tenés manchado ahí?
Daniel: ¿Qué te pasó, Anto?
*Antonella estaba muy sorprendida y avergonzada*
*Entonces esconde la mano en su bolsillo*
Antonella: Nada, no me pasó nada. El otro día me caí contra un árbol y se me hizo así, nada más.
Daniel: ¿Estás segura?
Antonella: ¡Claro! Yo nunca te mentiría, Dani, lo sabés...
*Daniel la miraba confundido y con sospecha*
Antonella: Bueno, ¿no tendrías que ir a trabajar?
Daniel: Sí, me tendría que estar yendo ahora...
*Entonces él choca los cinco con Rafael, se levanta y le da un beso en la mejilla a Antonella*
Daniel: Sabés bien que siempre podés contar conmigo...
Antonella: Sí, lo sé, tranquilo...
*Él la mira con preocupación y después se va*
*Entonces quedan Rafael y Antonella ahí*
Antonella: ¿Y vos qué onda? ¿No tenés trabajo?
Rafael: Estoy a nada de conseguir un buen trabajo, nada más tengo que charlar con el dueño, como Dani, y listo.
Antonella: No sabés cómo me alegro. Te deseo suerte.
*Entonces Antonella se va de ahí*
Rafael: Gracias...
*Por otro lado*
*En casa de Pablo*
*Estaban todos en el comedor, menos Antonella*
Lorenzo: Papá, ¿estás seguro de hacer la fiesta?
Pablo: Sí, claro que estoy seguro.
Gina: Yo creo que deberías pensarlo mejor, Pablo...
Pablo: ¿Por qué?
Lorenzo: Porque capaz... no es lo que Antonella necesite. Además, al hacer una fiesta en su honor la estás exponiendo muchísimo.
Pablo: Al hacer esto quiero incluirla. Ya estoy harto de que la hagan sentir mal y la lastimen, quiero que sepan que tiene una familia que la apoya y la quiere mucho.
Gina: Es buena tu intención, pero, ¿le preguntaste a Antonella si le parecía bien?
Pablo: Le planteé la idea, y me dijo que le encantaba.
Lorenzo: Yo sigo pensando que esto no es muy buena idea...
Pablo: Che, dejen de tirarme mala onda.
Gina: Es que a mí me preocupa, Pablo. ¿Y si esta fiesta hace que ella se encierre todavía más? Ella no sabe cómo es la gente con la que vos te ves. Se puede sentir agobiada.
Pablo: Yo creo que están exagerando, a Antonella y a mí nos pareció buena idea.
Lorenzo: ¿Y a quiénes vas a invitar?
Pablo: A todos los conocidos, Lorenzo.
Lorenzo: Quiero creer que no vas a invitar al ladrón, ¿no?
Pablo: Dejá de expresarte así de ese chico. Y sí, lo voy a invitar. La voz se va a correr por el pueblo y si él quiere venir no lo voy a impedir.
Lorenzo: Pero papá, ¿para qué querés que venga él? Digo, yo creo que ya conoce a Antonella bastante.
Pablo: A mí no me gusta la idea de hacer fiestas y excluir a la gente.
Lorenzo: Bueno, entonces, vas a tener que invitar a los Montero.
*Pablo suspira*
Pablo: Tenés razón, es más, a ellos también los iba a invitar.
Gina: Sí, invitalos si sos capaz de controlarte.
Pablo: Ay, Gina, ¿de nuevo con lo mismo?
Gina: Solo digo, porque si invitás a los Montero va a venir cierta persona...
Pablo: Sí, lo sé, y me puedo controlar. No soy un nene.
Gina: Sin embargo, te portas como un adolescente enamorado.
*Pablo suspira cansado*
*Por otro lado*
*Antonella seguía caminando por ahí*
*Es entonces que se cruza con Thiago*
Thiago: Antonella...
Antonella: Thiago... hola...
Thiago: Tiempo sin vernos... ¿podemos hablar?
Antonella: ¿Qué querés, Thiago?
Thiago: Charlar quiero... vení, sentate...
*Entonces ellos dos se sientan en una banca de la plaza*
*Antonella estaba incómoda y molesta*
Antonella: ¿De qué querés hablar?
Thiago: De lo que pasó la otra vez.
Antonella: Ah, ¿de cuándo dijiste que mi dibujo era horrible?
Thiago: Antonella, yo nunca quise decir que era horrible. Pensé que Mariano lo había dibujado, y como nos llevamos mal, se lo dije para provocarlo.
Antonella: De todas formas está bien, no dijiste nada que fuera mentira...
Thiago: Pero si tus dibujos no son feos.
Antonella: Para mí sí, además, ya ni siquiera vale la pena que me enoje...
Thiago: ¿Por qué?
Antonella: Mariano ya no es nada mio, así que...
Thiago: ¿Y eso? ¿Me querés contar?
Antonella: Nada, él prefirió a otra chica y a mí me descartó.
Thiago: ¿Y te sorprende, Antonella? Con todo respeto, vos misma admitiste que era un mujeriego.
Antonella: Sí, pero quise pensar que él era diferente...
Thiago: Bueno, por lo menos ya viste lo que es en realidad.
Antonella: Sí, ya no quiero saber más nada de él...
Thiago: ¿Y de mí?
Antonella: De vos... no sé, todavía me duele lo que dijiste...
Thiago: Pero ya te dije que no pienso así. Y yo no te cambiaría por nadie...
*Antonella lo mira a los ojos*
Thiago: ¿Me perdonás?
Antonella: Está bien...
Thiago: ¿Quedamos bien, entonces?
Antonella: Sí, sí, no te preocupes...
*Ellos dos se quedan unos segundos en silencio*
Thiago: ¿Querés que vayamos a caminar por ahí? Así te distraes un poco y nos ponemos al día.
Antonella: Bueno, está bien...
*Entonces Thiago se levanta de la banca*
*Le da la mano a Antonella, ella se la da, la ayuda a levantarse y los dos se van de ahí*
*Por otro lado*
*En la cafetería*
*Malena estaba pensativa allí, sentada en un taburete, con mala cara*
*Y Daniel se acerca a ella, preocupado*
Daniel: ¿Todo bien, Malena?
*Malena vuelve a mirarlo, confundida*
Malena: ¿Qué?
Daniel: ¿Está todo bien?
Malena: Sí, todo re bien...
Daniel: ¿No vas a querer nada?
Malena: No, gracias, estoy a dieta.
Daniel: Pero es que hoy no te vi comer nada...
Malena: Comí en mi casa, no te preocupes...
Daniel: ¿Segura que no...?
Malena: Segura, Daniel. Y ahora andá a trabajar antes de que se enoje el jefe... *riendo*
Daniel: Bueno, está bien... cualquier cosa estoy acá así que si por ahí querés algo, nomas llamame...
Malena: Bueno, no te preocupes...
*Daniel se aleja de Malena, entonces se choca con Luna*
*Y ellos dos quedan mirándose mal*
Luna: ¿Qué me mirás?
Daniel: Vos me chocaste.
Luna: Uy, qué sensible estamos, eh...
*Luna se iba a ir pero Daniel la detiene agarrandola del brazo*
Luna: Ay, ¿qué te pasa?
Daniel: No está Mariano, así que no hace falta que aparentes nada, ¿verdad?
Luna: ¿Me podés soltar? Acaban de hacer un pedido y tengo que avisarle a Mariano...
Daniel: Ya sé lo que le hacés a mi hermana.
*Luna se sorprende y se enoja*
Luna: ¿A vos también te fue con el cuento?
Daniel: Sí, me contó. Con ella no te metas más, ¿me escuchaste?
Luna: ¿Ah, sí? O sino, ¿qué?
Daniel: Yo por mi hermana soy capaz de todo. Y si no querés que todo el mundo se entere de lo que sos, dejá de meterte con ella.
Luna: No es como si alguien te fuera a creer...
Daniel: ¿Querés probar?
Luna: Ni siquiera es tu hermana.
Daniel: Eso a vos no te importa. En serio, dejala en paz, no quiero volver a verla triste por tu culpa.
Luna: Yo hago lo que yo quiera, y será mejor que dejes de amenazarme, porque sino, voy a hacer todo lo posible para que te echen. ¿Querés eso? Sé lo que te costó conseguir un trabajo...
*Entonces Malena se acerca a ellos dos, enojada*
Malena: ¿Qué está pasando acá?
Daniel: Nada, Malena, tranquila...
Malena: Mirá, no sé que pasa con él, lo que sé es que yo le ayudé a conseguir el trabajo, así que delante mío no lo amenaces con eso.
Luna: ¿Ah sí? ¿Querés que te cuente algo de él? No creo que lo sigas defendiendo cuando te enteres...
*Malena escuchaba atentamente, confundida*
*Entonces se aparece Mariano ahí*
Mariano: Hola chicos... ¿pasa algo?
*Entonces todos dejan de discutir y lo miran*
Luna: Es que... no sé qué les pasa a Malena y a Daniel...
*Malena estaba confundida y Daniel enojado*
Luna: De la nada empezaron a hablarme mal...
*Malena estaba enojada*
Malena: Pero si yo no te hice nada, ¿de qué hablás?
Mariano: ¿Es en serio, Malena? Primero te metes con Antonella, ¿y ahora con Luna?
Malena: Ehh, a ver, a ver, esta vez yo no hice nada. Sé que puede ser difícil de creer, pero no hice nada.
Mariano: ¿Y a vos te voy a creer, Malena?
Daniel: Yo estaba acá, y ella no hizo nada.
Mariano: A ver, terminemos con todo esto. Malena, Luna y yo estamos teniendo algo, y tenés que respetar eso.
*Malena estaba muy confundida*
Mariano: Y vos Daniel, sé que sos el hermano de Antonella. Pero acá quiero que se lleven bien. O por lo menos que tengan un trato cordial, ya después del trabajo hablan lo que quieran.
*Malena estaba muy confundida al escuchar eso*
*Mariano se va de ahí al mostrador y Luna va atrás de él*
Malena: ¿Qué? ¿Vos sos el hermano de Antonella?
*Daniel se gira a verla*
Daniel: Sí, ¿por qué?
*Malena estaba muy sorprendida, entonces se va de ahí, un poco indignada*
*Daniel estaba confundido*
*2 días después*
*En casa de Pablo*
*Pablo estaba en el comedor, charlando por teléfono*
*Entonces Antonella se acerca a Pablo*
Antonella: Tío, ¿podemos hablar?
*Pablo le hace a Antonella una señal de que espere*
Pablo: Sí, claro, los esperamos. Nos vemos.
*Entonces Pablo corta la llamada*
Pablo: ¿Qué querías, Antonella?
Antonella: Quería pedirte que no invites a algunas personas.
Pablo: Mirá, Anto, se lo dije a Lorenzo y ahora te lo digo a vos, a mí no me agrada la idea de hacer fiestas y desinvitar gente.
Antonella: ¿Eso quiere decir que vas a invitar a Malena? ¿Y a Luna? ¿Y también a Mariano?
Pablo: No los voy a invitar, pero si ellos quieren venir, yo no voy a hacer nada.
Antonella: Por favor, no las invites...
Pablo: Pero Antonella, yo no puedo excluir a personas de la fiesta. Fijate que Lorenzo no quiso que invitara al chico ese, Mariano, pero lo tengo que hacer igual. Tampoco quiero que venga la familia Montero, y sin embargo, los tengo que invitar igual.
Antonella: No, no tenés que hacerlo...
Pablo: Antonella, ya te dije, vamos a seguir discutiendo sobre lo mismo?
Antonella: ¡Pero es que ellas son malas! ¡Ellas son la definición misma del mal!
Pablo: Y yo sé que no mentís, pero no puedo hacer nada.
Antonella: ¡No, pero tío, ey! ¡Es injusto!
Pablo: No, Antonella, no quiero berrinches ni caprichos, ya estamos grandes.
Antonella: ¡Si ellas están, yo no estoy!
Pablo: No seas terca y caprichosa. La fiesta literalmente es por vos.
Antonella: ¡Pues te quito un alivio de encima! ¡De nada!
*Antonella se estaba yendo de ahí*
Pablo: Antonella, pará un segundo.
Antonella: ¡Es mi última palabra! ¡Ellas están ahí, y yo no voy a tu fiesta!
Pablo: ¡Pero Antonella, la fiesta es tuya, no mía!
Antonella: ¡Bueno, si es mi fiesta, respetame! ¡Yo no quiero que vayan ellas! ¡Y mucho menos Mariano! ¡No quiero ver a ninguno de los tres!
Pablo: Antonella, llevo 3 días organizando esto. Te lo pido por favor.
Antonella: No me hagas esto, tío, por favor...
Pablo: Anto, calmate, ¿por qué no querés que vengan? Quiero saber por qué tanto rechazo.
Antonella: No te lo puedo decir...
*Pablo le agarra la muñeca a Antonella y la acerca a él, con cariño*
*A ella le duele y se separa de él, y Pablo se preocupa*
Antonella: ¡Ay!
Pablo: ¿Estás bien?
*Ella se tapa la muñeca*
Antonella: Sí, sí, estoy bien, tranquilo.
Pablo: ¿Segura? ¿Qué tenés ahí?
*Pablo le agarra la muñeca y le saca la pulsera de tela*
*Cuando le saca la pulsera de tela, ve unas heridas en la muñeca de Antonella*
*Y él se asusta cuando ve eso*
Pablo: ¿Y esto? ¿Qué te pasó, Antonella?
Antonella: Ehh...
Pablo: ¿Con qué te lastimaste?
Antonella: Ehh... es que el otro día me caí contra un árbol y me lastimé.
Pablo: Ay, Anto, tené más cuidado...
*Antonella esconde su muñeca*
Antonella: ¿Qué me ibas a decir?
Pablo: Vos sabés que a mí me podés contar todo. ¿Por qué no querés que ellos vengan?
Antonella: Porque... porque me peleé con Mariano. Con Malena sabes bien que me llevo mal, y con Luna también.
Pablo: Igual, yo no creo que vayan a venir si te llevas tan mal con los tres.
Antonella: Sí, puede ser...
*Antonella se va de ahí preocupada*
*2 horas más tarde*
*En la cafetería*
*Estaban Malena, Luna y Mariano ahí*
Malena: ¿Vos vas a ir, Mariano?
Mariano: ¿Ir? ¿A dónde?
Malena: ¿No te enteraste? Los Santander van a hacer una fiesta donde va a ir todo el pueblo, para presentar a Antonella.
*Mariano miraba con rechazo a Malena*
Mariano: ¿Fiesta de presentación? ¿Nos quedamos en el siglo XIX o qué?
Malena: No sé...
Mariano: ¿Y vos por qué irías?
Malena: Porque supongo que si Daniel es el hermano de Antonella, va a estar ahí...
Mariano: ¿Y a vos qué te pasa con él?
Malena: ¿A mí? Nada, ¿por qué?
Mariano: Porque vos nunca irías a la casa de los Santander ni siquiera de paseo. Y para que quieras ir, debe significar mucho para vos.
Malena: Bueno, tampoco exageremos. Él me cae bien, por eso quiero ir y verlo.
Luna: ¿Con que fiesta de presentación? Mariano, ¿y si vamos?
Mariano: ¿Y vos por que querés ir?
Luna: Porque nunca estuve en una de esas fiestas, y quiero ver qué onda.
Mariano: No sé, yo no quiero ir a ver a Antonella.
Luna: Ay, olvidá que va a estar Antonella. Vas a estar conmigo toda la fiesta y ni te vas a enterar.
Mariano: Bueno, puede ser... ¿a qué hora es?
Malena: Es a esta hora.
Luna: Vamos entonces...
Mariano: Bueno, esperame que limpio algunas cosas y voy con vos.
Malena: Yo voy a mi casa a cambiarme y después voy.
*Malena se va de ahí*
*Por otro lado*
*En la casa de Pablo, en el patio*
*Empezaba a llegar gente al lugar, y Antonella estaba sentada en una mesa, incómoda, tenía un jardinero y una remera a rayas*
*Y Pablo se acerca a ella*
Pablo: Antonella, está llegando gente... ¿no vas a cambiarte?
Antonella: Es que esta soy yo, Pablo. Aparte, no tengo qué ponerme.
Pablo: Tranquila, tengo un vestido muy lindo para que uses. Vení, acompañame.
*Antonella se va con él adentro, con incomodidad*
*Después de un rato*
*Antonella tenía un vestido negro, que le llegaba hasta las rodillas*
*Llega Malena y su madre al lugar, Antonella cuando la ve llegar se sorprende y se frustra*
*Malena tenía un vestido blanco, también le llegaba hasta las rodillas, su madre estaba vestida formalmente también*
*La madre de Malena se pone a charlar con unos adultos*
*Antonella va frustrada hacia Malena*
Antonella: Malena.
Malena: Hola, miniatura.
Antonella: ¿Qué hacés acá?
Malena: ¿No estaba todo el pueblo invitado? Bueno, decidí venir.
Antonella: Malena, por favor, si venís a molestarme...
Malena: Ay, Santander, no sos tan importante. No vine a verte a vos, supuse que en esta fiesta iba a estar tu hermano así que quise venir.
Antonella: ¿A mi hermano? ¿Qué te pasa con él? ¿Cómo lo conoces?
Malena: Si no fuera por mí, no habría conseguido ese trabajo. Yo se lo recomendé a Mariano.
*Antonella estaba confundida*
Antonella: ¿Qué?
Malena: Sí, la verdad es que tu hermano me cae muy bien.
Antonella: Malena, si se te ocurre meterte con él y lastimarlo...
Malena: Ay, ay, tranquila. Tengo la voluntad de venir a esta fiesta y ya me estás amenazando. Yo no me voy a meter con tu hermano. Lo aprecio, no es como vos.
*Entonces Malena se va de ahí, a una mesa*
Antonella: (Ay, por favor, esto tiene que ser una joda...)
*Entonces llega su hermano ahí, corriendo*
Daniel: ¡Anto, hola!
*Ella se alegra al verlo*
Antonella: Dani... viniste...
Daniel: ¿Cómo no voy a venir? ¡Me enteré que hicieron una fiesta en tu nombre! ¿Te gusta cómo vine vestido?
*Entonces Antonella lo mira de pies a cabeza, tenía una camisa gris y unos pantalones negros*
Antonella: La verdad, bastante bien. Me gusta...
Daniel: Qué lindo que te guste, Anto. Estás muy bonita vos también.
Antonella: Gracias, hermanito, te quiero.
*Antonella le da un abrazo a Daniel*
*Entonces los dos se abrazan por unos segundos*
*Después se separan, y Daniel mira a Malena, con una sonrisa*
Daniel: Mirá, hermana, ahí está la chica de la que te hablé.
*Antonella mira a Malena, frustrada*
Antonella: Por favor, decime que es joda...
Daniel: Es de verdad, ¿o no que es linda?
Antonella: Sí, hermosa...
*Entonces Daniel se aleja de ahí y va donde está Malena*
*Antonella seguía incómoda ahí*
*Por mientras*
*La mamá de Malena miraba a lo lejos a Malena y Daniel, mientras conversaba con otras personas*
*Sandra miraba a Daniel con rechazo y de forma despectiva*
*Minutos después*
*Llegan Luna y Mariano allí*
*Cuando Antonella los ve llegar, se frustra y se pone mal*
Antonella: (No, no, no puede ser...)
*Pablo la miraba a lo lejos, y preocupado se acerca a ella*
Pablo: Anto, ¿qué pasa?
Antonella: Al final sí vinieron...
*Entonces Pablo se gira a ver donde miraba Antonella*
Pablo: Tranquila, Anto, ignoralos nomas. Ahora te voy a presentar a la gente...
*Pablo se aleja un poco de ella*
*Entonces se acerca Gina a él*
Gina: Pablo, Antonella no parece cómoda... ¿estás seguro de que es buena idea todo esto?
Pablo: Gina, no empeces por favor...
Gina: Mirala, Pablo, parece que la está pasando mal...
Pablo: Está así porque llegó ese chico Mariano y ella no quería que viniera, nada más...
Gina: Yo hace rato la veo incómoda... desde que le pediste que se cambie...
*Pablo mira a Gina con molestia*
Pablo: ¿Cuando va a ser el día que apoyes UNA de las decisiones que tomo?
Gina: Cuando sean razonables, no dudes que te voy a apoyar. Pero este no es el caso.
Pablo: A veces, Gina, es agotador que lo único que hagas es cuestionar todas las decisiones que tomo con respecto a Antonella.
Gina: Yo digo las cosas que digo por tu bien y por el de ella.
Pablo: Bueno, los dos estamos bien. Así que dejá de cuestionar todo el tiempo lo que hago o no con Antonella.
*Gina estaba un poco molesta también*
Gina: Bueno, está bien, Pablo, como quieras. Yo no me meto más, vos sabrás lo que hacés.
*Gina se aleja de él con molestia*
*Y Pablo se queda pensativo*
*Después de un rato*
*Antonella miraba a Mariano a lo lejos, con tristeza*
*Y Pablo se acerca a ella*
Pablo: Antonella, vení conmigo...
*Entonces Antonella se levanta incómoda de ahí*
Antonella: Pablo, por favor, no estoy muy cómoda...
Pablo: Tranquila, Anto, son solo 2 minutos...
*Entonces Pablo agarra a Antonella de la mano y caminan unos pasos hacia adelante*
Pablo: ¡Atención todos!
*Entonces los que estaban allí se giran a ver a Pablo y Antonella*
Pablo: Esta es mi hermosa sobrina, Antonella.
*Entonces algunos aplauden y otros la saludan*
*Mariano la miraba, sorprendido por su belleza*
*Luna se daba cuenta y estaba enojada*
*Más tarde*
*Antonella no paraba de mirar a Mariano, coqueteando con otras chicas*
*Lo miraba con molestia y tristeza*
Antonella: (¿Por qué? ¿Por qué siempre tiene que ser así? ¿Y por qué siempre tiene que afectarme?)
*Entonces Luna se acerca a Antonella por detrás*
*Luna le toca el hombro a Antonella, Antonella se da vuelta y Luna la mira con maldad*
Luna: Bueno, bueno, ¿así que a la nena le hicieron una fiesta de presentación? Que ridículo...
*Antonella estaba enojada*
Antonella: ¿Y a vos qué te pasa, eh?
Luna: Nada, solo que escuché que había una invitación a esta ridícula fiesta y quise venir...
Antonella: ¿Por qué viniste?
Luna: Para ver las fiestas ridículas que hacen los ricos.
Antonella: Si viniste a molestar, andate.
*Luna empieza a reír*
Luna: Ahora, me parece muy ridículo que hagan una fiesta a alguien tan impresentable como vos.
Antonella: ¿Cómo?
Luna: Claro... ¿tu tío sabe todo lo que fuiste en el pasado?
Antonella: ¿De qué estás hablando?
Luna: De que si supiera todo lo que fuiste antes, no creo que te haga una fiesta.
Antonella: ¿Y vos qué sabés de mi pasado, eh?
Luna: Yo sé todo, nena. Daniel me lo contó antes. Me habló del pasado de los dos.
Antonella: No, no creo que Daniel te haya contado nada...
Luna: Cuando éramos amigos, sí me contó. ¿Qué diría tu tío si se enterara que antes fuiste una chorra que se afanaba verduras y frutas de la verdulería? ¿Que vos y tu hermano le robaban a personas inocentes todo por tu papá?
*Antonella se acerca a ella y la agarra por los brazos, furiosa*
Antonella: Callate la boca. En ese terreno no te metas...
Luna: ¿Ah sí? Qué miedo. O sino, ¿qué? ¿Me vas a pegar como tu papá hacía con ustedes?
*Antonella la miraba con mucha furia*
Luna: ¿Qué diría tu familia si supieran que le hicieron una fiesta de presentación a una pobre ridícula, chorra, y deshonesta?
Antonella: ¡Basta! ¡Basta ya! ¡Basta!
*Entonces Antonella agarra a Luna de los pelos*
*Todos los de la fiesta voltean a ver a Antonella, sorprendidos*
*Giuliana, Mariano y Pablo van corriendo hacia ellas dos*
Pablo: ¡Antonella! ¡Basta! ¿¡Qué hacés!?
*Pablo la agarra y la separa de Luna*
*Mariano agarra a Luna, sorprendido*
Mariano: ¿Qué hacés, Antonella? ¿Estás loca o qué?
*Entonces Lorenzo se acerca a él, con furia*
Lorenzo: ¿Qué le dijiste a mi prima?
Mariano: ¡Vos no te metas, chorro!
Lorenzo: ¿Cómo me dijiste?
Mariano: ¡Chorro!
*Entonces Lorenzo agarra a Mariano de la ropa e iba a pelear con él, pero Gina lo agarra por detrás*
Gina: ¡No, no, tranquilo!
*Y Giuliana agarra a Mariano también*
*Todos cuchicheaban de fondo*
Giuliana: ¡Mariano, basta!
*Antonella estaba insistente en pelear con Luna, y Pablo la seguía agarrando*
*Ella ve que todos la miraban con sorpresa y rechazo*
Pablo: ¡Antonella, cortala!
*Entonces Pablo y Antonella se van adentro*
*Y Lorenzo y Mariano se miraban con furia*
Lorenzo: Te volvés a meter con mi prima y vas a ver.
Mariano: Uy, qué miedo, ¿qué vas a hacer?
Lorenzo: ¿Querés ver lo que voy a hacer?
Giuliana: ¡Basta de una vez, los dos!
*Por otro lado*
*Adentro de la casa*
*Pablo y Antonella van hasta la cocina*
*Pablo estaba muy indignado y Antonella enojada*
Pablo: ¿Vos estás loca, Antonella? ¿Cómo vas a hacer una cosa así?
Antonella: ¡Pero si fue ella quien empezó!
Pablo: ¿En serio? ¡Porque yo te vi a vos golpeándola a ella, no al revés!
Antonella: ¿¡Pero no ves que ella me estaba molestando!? ¡Por algo te dije que no la invitaras!
Pablo: Bajá el tono, dejá de gritar. ¿Querés que todos sigan viendo el escándalo que armaste?
Antonella: ¿El escándalo que YO armé? ¡Ella se metió conmigo, con mi hermano, con mi pasado! ¡Me llevó al límite de mi paciencia!
Pablo: ¡Y las cosas se arreglan a golpes! ¿No?
Antonella: Dejá, es evidente que no sos capaz de entender. Yo te dije que no la invitaras y no me respetaste. ¡Te dije que ella me molestaba!
Pablo: ¡Claro! ¡Y por eso tenías que armar semejante bochorno y dejarme en ridículo delante de todos los demás! ¿Verdad?
*Antonella se sorprende con eso*
Antonella: ¿Cómo? ¿Qué estás diciendo?
Pablo: ¡Lo que escuchaste!
Antonella: ¿Qué me estás diciendo, Pablo? ¿Qué te avergüenzo? ¿Eh?
Pablo: Esta vez sí que me avergonzaste. No puede ser que todos los problemas los quieras arreglar a golpes.
*Antonella se frustra y empieza a llorar*
Antonella: Si te avergüenzo tanto, ¿por qué me expusiste con esta fiesta? ¿Eh? ¡Primero, me quisiste imponer una fiesta a la que yo ni siquiera estaba de acuerdo! ¡Después, me hiciste cambiar de ropa y ahora me decís que te avergoncé!
Pablo: ¿Qué? ¿Ahora resulta que yo tengo la culpa? ¡Yo te quise hacer un bien! ¡Lorenzo me dijo que pensaba que alguien te había lastimado, y yo hice esto por tu bien! ¡Para que vieran la familia que tenés, y que no estás sola!
Antonella: ¡Vos sos el que me lastima! ¡Vos y los demás! ¡Al final, sos como todos los demás! ¡No podés aceptarme como soy y tenés que cambiarme!
Pablo: ¿De qué estás hablando?
Antonella: ¡Yo no soy esto, Pablo! ¡Esto es lo que VOS querés que yo sea! ¡Pero no soy esta!
*Entonces Antonella se saca el vestido, y abajo tenía una remera y unos pantalones cortos, de jean*
*Y le da el vestido a Pablo*
*Pablo estaba muy confundido y triste*
Pablo: ¿Qué hacés?
Antonella: ¿Sabés qué hago? Me voy. Me voy a mi cuarto, quedate con tus amigos igual de superficiales que vos. Yo no me voy a prestar para esto.
*Antonella iba a irse y Pablo la detiene agarrandole la mano*
Pablo: ¡Antonella, pará! ¡No te podés ir así!
Antonella: ¡Sí que puedo irme! ¡Y andá aceptando las cosas como son!
Pablo: ¿Cómo sería eso?
Antonella: Yo soy esta, Pablo. Yo soy esta, y si no te gusta, es tu problema.
*Antonella se va corriendo de ahí*
*Pablo la miraba irse con tristeza y arrepentimiento*
*Segundos después, con Antonella*
*Ella se encierra en su cuarto, se sienta en el piso apoyada a su puerta y empieza a llorar*
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