Enamore al hombre equivocado .

Capitulo 1

Mi nombre es Carol era una joven de 22 años con una enfermedad terminal que me ataco cuando apenas entraba a la pubertad sin duda mis padres quedaron devastados por la noticia lo único que me alegraba era que tenían mas hijos suena cruel pero ser la hija única por 10 años no fue lindo, le hice prometer a mis hermanos que cuidaran a nuestros padres me alegraba que nunca hice amigos hubiera sido muy injusto para ellos irme asi, los doctores solo me dieron meses de vida y aunque trataron de salvarme ningún tratamiento me ayudo para mantenerme mas tiempo en este mundo cruel. Así que todo el tiempo en el que pase en el hospital me la pasaba leyendo historias de internet sobre todo novelas de romance y la ultima que leí fue “Misterios del Nilo” una novela que me encanto tanto que me la había memorizado de memoria ya que no era una típica novela donde la protagonista derrota a la villana y se queda con el protagonista masculino si no que todo lo contrario, la protagonista se sacrificaba para el bien del pueblo y la villana se quedaba con el protagonista masculino y el villano se remide con su muerte por supuesto, una historia llena de amor e intrigas que me daban alegría en momentos tan difíciles y aunque el ultimo día que pase en mi mundo fue junto a mi familia prometiendo que los protegería en el mas haya parece que no podre cumplir esa promesa con mi familia.

-¡Te puedes apurar Shani! – una mujer frente mío me miraba con molestia por quedarme en lo que creía era una cama ya que estaba llena de cojines y una especie de sillón muy grande con toques dorados.

-…¿Shani?- pregunte angustiada tenia poco de haber despertado pero el ambiente inspirado en Egipto y la ropa que traía puesta se me hacia raro pero el hecho de que ella entrara gritando ese nombre y diciendo que debía apurarme para presentarme frente al faraón esa fueron mis afirmaciones pero ¿Y si estoy equivocada?

-¿Acaso lo olvidaste?- no podía reaccionar aparte de que no sentía cansancio en absoluto como cuando estaba en cama en el hospital mas que un leve dolor en mis manos -Fuiste un regalo para nuestro Faraón deberías dejar esas tonterías de querer escapar- ¿Un regalo? Por un demonio… ¡no lo digas! ¡no lo digas! -y que no se te olvide tu nombre ya no es Hori, el sacerdote te bautizo como Shani – toda esa nueva información me dejo en blanco ya que me afirmaba que estaba dentro de “Misterios del Nilo” que inmediato comencé a temblar y todo se volvió negro de nuevo.

Cuando volví abrir los ojos estaba viendo una tela fina al parecer estaba acostada boca arriba y también escuche voces de gente extraña o al menos una de ellas ya que la otra era de esa mujer gritona

-La fiebre debe bajar en un rato, la sacerdotisa vendrá mas tarde para aplicarle un poco mas de magia curativa-

-Pensé que hacia un berrinche por como llego al palacio pero al parecer si estaba enferma- la conversación siguió y yo solo pude quedarme quieta demasiado quieta ya que la magia, el nombre y el origen que tengo no son muy buenas señales de que este en el paraíso, ¡Maldición! ¡¿Acaso no pudiste dejarme descansar maldito destino? ¿Tenias que mandarme a esta novela nada segura?! ¡¡Y COMO LA PROTAGONISTA!!

Capítulo 2.

Ya era demasiado noche para que alguien me viera asi que me levante de la cama donde estaba y vi que traía puesto un vestido color blanco bastante fresco con bordes dorados, no sabia i era ropa para dormir o era vestimenta normal pero eso podía averiguarlo el dia de mañana, revise todo el lugar para ver que es lo que había en ese lugar y si que era diferente a mi antiguo cuarto ya que aquí los colores son cálidos y el techo era enorme demasiado enorme y no había mas que unas pequeñas ventanas que dejaban entrar un poco de luz de luna pero era opacada por las linternas o antorchas que habían en el lugar era un lugar cómodo aunque sabia que era una prisión, busque en todos lados y encontré papel y lo que parecía ser una pluma muy antigua, lo tome y comencé a escribir todo lo que recordaba en primer lugar.

El protagonista masculino, hermano menor del Faraón, algo muy raro en esta novela es que el hermano mayor siempre será el heredero al trono de Faraón y los demás hermanos serian sus generales liderando con el todo el Reino, Aaron era su nombre un guerrero valiente dedicado totalmente a proteger a su hermano mayor hasta que este se obsesiono con el poder absoluto y querer a muchas mujeres hermosas para el, Aaron era el encargado de llevarle las mujeres hermosas y Shani junto a otra fueron las ultimas en presentarse aunque el Faraón al ver a Shani decidió ya no recibir a nadie mas y estaba decidido a convertirla en su esposa verdadera pero la villana quien era la que estaba destinada a ser la esposa le comenzó a ser la vida imposible pero Aaron encargado también de la protección se hizo muy cercano a Shani incluso hasta enamorarse eso le peso ya que no podía tenerla.

El villano, el Faraón Asim nombre de un protector, un hombre ambicioso escondiendo un secreto muy profundo que incluso en la novela no lo revelan, era cruel con sus subordinados también con sus concubinas y lo era mas con Shani sin motivo alguno pero la quería para él al enterarse del enamoramiento de su hermano decidió destruir la aldea originaria de Shani en forma de castigo casi cayo en la obsesión pero al ver que los dioses lo castigarían aniquilando a toda su gente decidió morir y entregarle el trono a su hermano pensando asi que los dioses lo perdonarían pero ahí fue cuando se entera que Shani era quien debía morir para salvar a todo un castigo que lleva al final esperando que su hermano menor pueda hacer un mejor trabajo.

La villana Nailah prometida elegida por los sacerdotes del tembló para el Faraón confundiéndola por una profecía mal contada era obsesiva con el Faraón alejando a las concubinas mandándolas con los soldados en sus noches mas salvajes y haciendo que las mataran por ser tocada por un hombre mas, odia a Shani con toda su alma por tener la atención del Faraón aunque no conocía el maltrato físico que le daba hasta que el día que enloqueció y vio como la golpeaba frente a todo el consejo se dio cuenta que u amor era mal, al saber el castigo de los dioses vio que como ella leyeron mal y antes de que llegara a donde el Faraón se quitaría la vida la detuvo Aaron ya que era un proceso privado pero grito que quien debía morir era Shani Aaron se enojo por lo que dijo y le grito que detuviera sus celos pero ella le dijo que leyeron mal el mensaje de los dioses y a pesar de que no le creyeron al verificar si debía morir, cuando todo paso de todos modos se caso con el nuevo Faraón Aaron al ya no haber primogénito, prometió apoyar a su pueblo completamente.

Y por ultimo Shani la protagonista femenina de un pueblo guerrero, de cabello rubio y ojos azules y piel blanca muy común en su pueblo ella hija de el general de nombre Hori se preparaba para ser la siguiente para proteger al pueblo hasta que llegaron esos invasores, algo que jamás pensaron ya que vivían en las montañas pero lo hicieron y sometieron a muchas ella al ser hermosa fue llevada como regalo al Faraón y aunque el hermano se disculpo le prometió que con su belleza tendría todo, su carácter la mando a ser castigada muchas veces pero fue amenazada con matar a su padre y aunque lo hicieron perdiendo la fuerza de vivir dejándose llevar como una muñeca vacia pero el convivir con el hermano del Faraón sano su corazón roto y aunque sufría los fuertes maltratos del Faraón no le importó nada incluso cuando el Faraón murió y ella debía morir lo hizo feliz salvando al reino completamente.

Cuando termine de escribir todo lo que recordaba me quede totalmente en blanco tenia miedo la vida me daba una oportunidad lejos de estar encerrada en hospitales y estar lejos de esos horribles tratamientos y me daban la vida de una protagonista que si o si debía morir por el bien del reino y eso no me gustaba en nada ya que quería vivir mas tiempo, tenia que buscar una forma de sobrevivir ya que para que todo eso pase son dos años y ahora en el espejo que tengo en este cuarto me veía de 17 años más o menos que chasco, decidí acostarme de nuevo esperando que llegara el día de mañana y poner mi plan en marcha perdí un día por enfermarme y según la historia primero me presentaban a mi y luego a la otra chica pero ahora esa chica pudo haber tomado mi lugar tenia pocas esperanzas pero no me rendiré y usare estos encantos femeninos para enamorar demasiado al hermano menor y matar al Faraón para que no pase nada o el mejor de mis casos escapar antes de que la historia avance mucho.

El día siguiente lo pase normal nadie vino a buscarme así que después de mucho pensarlo la opción de escapar era la mas factible, tome algunas cosas que estaban en el lugar y con mucha concentración logre llegar a las pequeñas ventana que había, supongo que la memoria muscular de este cuerpo ayudaba, agradecía que fuera delgada ya que logre pasar por esos pequeños orificios, al mirar abajo vi que no eran tanto asi que dejando todo a la memoria muscular me deje caer y con una voltereta llegue a salvo, mire a los alrededores y no había nadie asi que comencé a correr a donde se veía una barda enorme, pero al llegar me tope con un enorme problema, los muros eran gigantescos, era entendible ya que era el palacio

-¡Por un demonio y ahora donde debo ir!- mire a los alrededores y alcance a ver como unos niños desaparecían, camine rumbo a ese sitio y al ver eran orificios donde pasaba el rio, era perfecto solo debía buscar uno donde pueda escapar.

-¿Quién eres tu? – una voz profunda me dejo helada ya que al mirar era un soldado del palacio o eso creía por su vestimenta

-Nadie solo una intrusa- dije algo nerviosa por eso pero el soldado solo comenzó a irritarse mas

-Si ese es el caso debo llevarte a los calabozos por invadir la casa del Faraón- la voz fría y la amenaza si que no me gustaba nada

-Pe..pero yo… prometo no hacerlo- trate de disculparme peor solo se cruzo de brazos, esto se ponía intenso, pero pronto se escucho como varios soldados se acercaban ya que decían que busquen en todos lados hasta encontrar algo, ¿Tan rápido supieron que me escape?

-Parece que se acercan- dijo mientras me tomaba de la mano y se escondía junto conmigo detrás de una columna

-¿Qué haces?- pregunto bajo para que el solo me escuchara

-Esconderme y tu eres un problema – respondió irritado acercándome mas a su cuerpo pero era tanta la cercanía que podía sentir la respiración del hombre en su cabeza no pude evitarlo pero me sonrojo demasiado es la primera vez que me acerco a un hombre y uno que era tan lindo.

-¡¿Quién ANDA AHÍ?!- grito un soldado lo único que nos cubría era la columna y un arbusto pequeño y para que no nos atrapen el me tiro al suelo y para evitar que gritara me beso dejándome en blanco ya que cuando junto sus labios con los míos paso unos pocos segundos para comenzar a besarme más intensamente quitándome el aliento y mis pocos pensamientos coherentes, no se cuanto paso pero se que fue suficiente tiempo como para que los soldados se hubieran ido, cuando recupere mi sentido común empuje a ese hombre con todas mis fuerza y antes de que me hiciera algo o detuviera Sali corriendo de nuevo y volví a la habitación donde me tenían encerrada la adrenalina hizo que subiera sin problemas, todo lo que paso me dejo muy sorprendida ni siquiera en mi vida pasada había vivido un beso como ese y ahora con un completo extraño me bese intensamente, maldita sea.

Capítulo 3.

Decir que estaba histérica era poco, estaba tan roja que incluso podrían decir que mi piel es de ese color podría pasar como cierto, tan rápido como llegue a ese cuarto me mire al espejo y vi el color que abundaba en mi cara y como mis labios estaban tan rojos, prácticamente era una manzana roja demasiada roja camine tratando de que desapareciera pero con el calor que hacia en ese maldito lugar nada mejoraba, incluso para descargar mi histeria grite con una almohada que había en el lugar y aun así sentía mis manos temblar ligeramente y mis labios hormiguear por lo sucedido comencé a respirar lentamente para controlarme y pensar un poco las cosas.

En primer lugar mi plan de escape fallo por culpa de ese hombre que por cierto era demasiado lindo para mi propio bien, tenia unos ojos color amarillo y lo que dejaba ver el casco o eso creo que era, su cabello era negro como la noche una apariencia bastante normal aunque no se porque tenia que preocupare por el color de sus ojos y cabello, por ahora no me importaba solo quería salir de ese sitio lo mas pronto posible.

-¡¿Y ahora como saldré?!- lance mi pregunta frustrada viendo las cortinas que había en esa cama

-Por ahora no saldrás en un buen rato hasta que se decida que se hará contigo – estaba tan sumergida en mis pensamientos que no escuche como habían entrado a ese cuarto

-¿Por qué no saldré?- pregunte viendo aquella mujer que había visto unos días antes.

-El faraón ordeno ya no ver a ninguna mujer, ya encontró a la única que quiere en su cama- la arrogancia de esa mujer fue irritante pero eso no me importo nada mas que el hecho de que ya no tendría que ver a ese hombre tan horrible fue tanta mi emoción que grite y me lance a esa mujer agarrándola de los brazos

-¡¿No me está mintiendo?!- de estar muerta de vergüenza pase a casi un infarto de felicidad por lo que escuchaba sentía que el corazón estaba a punto de explotarme

-No te hagas ilusiones niña ya que no servirás como concubina serás enviada a satisfacer a los soldados- decir que mi felicidad se esfumo como una burbuja al ser reventada y como si medusa existiera reencarnándose en la mujer que seguía tomando de los brazos mirándome con burla y satisfacción me dejo petrificada

-¿Qué?- logre decir aunque solo eso salió de mi boca

-Soldados llévensela – dijo de la nada mostrando una sonrisa malévola mirándome con desprecio -Enciérrenla junto con las 10 concubinas desechadas-

-¡¿Qué? NO, ALEJENSE!- grite mientras me tomaban de los brazos pero con los pocos recuerdos de lucha que tenia en mente comencé a poner a prueba con esos soldados pero al darle a uno, llegaron mas sometiéndome completamente y amarrando mis manos con una cuerda y ambas piernas, trate de gritar para pedir ayuda pero nadie me ayudaría en este sitio.

-¿Qué crees que haces Nali?- un hombre entro a donde me tenían ya amordazada y esa mujer sonriendo horriblemente

-¡General Aaron!- La mujer de inmediato se arrodillo frente a ese hombre de cabello azulado y ojos entre azul y amarillo

-Te hice una pregunta Nali-

-Ll…evamos a la esclava a los centros de… placer- su voz temblaba por estar frente a ese hombre yo no dejaba de temblar por lo que podría sucederme

-Yo no veo ninguna esclava aquí Nali, - su voz era fría y demostraba poder ante los demás

-¿Ge…General?- pregunto muy asustada

-Suelte a la mujer y lárguense- en menos de unos segundos cortaron la cuerdas y me quitaron la mordaza de la boca y sin ayudarme a parar salieron corriendo de ese sitio -¿Te encuentras bien?- me ofreció su mano yo la tome ya mas relajada

-Me duelen las muñecas-

-Siento como te trataron –

-No fue usted quien me hizo esto-

-Aun a si es mi responsabilidad prometí proteger a las mujeres que traje así que no dejare que te lleven a los centros de placer- ¿Cómo no enamorarse de este tipo? Eran tan dulce y guapo que sentía mi corazón latir por solo su apariencia pero estar con este hombre me llevara a la perdición aunque no estoy muy segura

-Gracias pero ¿Qué será de mi?- tenia intrigas sobre mi futuro

-Buscaremos algo en lo que puedas ayudar al igual que las demás por ahora solo descansa vendré en la noche- se despidió de mi volviendo a dejarme sola en la habitación pensé que tenia mi futuro resulto al saber que el Faraón ya no quería a ninguno tal cual en la historia pero eso implicaba que mi futuro puede ser peor que la muerte, me quede en el suelo recargada en la pared pensando en lo que pueda pasarme asi que para defenderme tome una antorcha y la deje aun lado mío me quede todo el día en la misma posición seguía abrumada por todas las emociones del día.