Mientras me alejo de la ciudad observó el camino que el

autobús recorre tornándose cada vez más alejado de la ciudad, la tormenta que

se escuchaba no era nada comparado con el dolor que sentía en mi corazón, los

otros pasajeros deben creer que estoy loca porque no he parado de llorar desde

hace cuatro horas, algunos estaban esperando la salida desde entonces, en la

sala de espera al abordar me miraron como diciendo “oh no, vamos con la loca

que llora sin parar”. En otro momento me causaría gracia, en otro momento ni

hubiera necesitado tomar un autobús, más bien usaría mi automóvil, mi amado

mercedes lo perdí durante la mañana, estaba sin dinero básicamente, apenas unos

miles, fui al único lugar donde creo que estaré feliz o al menos donde podré

escapar de la presión que estaba sintiendo en ese momento, estaba sola, por

completo en el mundo, este sentimiento me está matando.

Después de un viaje de tres horas, los otros pasajeros que

llegaron al pequeño pueblo se bajan desesperadamente, y yo sólo puedo seguir

sollozando, no quiero rentar un vehículo, mejor dicho no puedo darme el lujo de

rentar un vehículo, tomo mi pequeño equipaje, apenas logré rescatar mi

ordenador portátil, algunas joyas (herencias familiares que escondí bajo mi

ropa) y unas fotos, no traigo más ropa que la que tengo puesta, compro algo de

comida, no lo he hecho desde ayer, lo que más me duele es la mirada de Lorenzo

esta mañana ¡Hoy era el día de mi boda! Se suponía que sería el más feliz de mi

vida y en cambio…

Llego a la cabaña que fue testigo de los momentos más

felices de mi infancia, donde estuve con mi prometido Lorenzo Castellanos y mi

mejor amigo Lucas Armenta, entro sin encender las luces ya no tenía lágrimas,

sólo esperaba tomar un poco de té e irme a la cama y esperar a despertar antes

de armar algún plan, ni siquiera puedo soñar con visitar a mi padre que ahora

está enfermo en el hospital y mi madre ha estado desaparecida desde hace seis

años. Mi hermano menor al menos tiene su beca de la universidad fuera del país;

le pedí que se mantuviera lejos. Apagué mi móvil y me retraje para lamer mis

heridas y sanar.

Al entrar una voz llama mi atención, en el sofá encuentro a

un hombre sentado, la sábana que cubría al mueble ha sido recorrida, esa voz es

de Lucas. Sin poder contenerme corro hacia el hombre que se ha levantado y

extiende sus brazos hacia mí, me entierro en su pecho con desesperación

comenzando a llorar de nuevo.

-          Eli – dice con su voz ronca – lo lamento tanto

-          Lucas – exclamo a media voz y llorando a mares

nuevamente

-          Te tengo listo un poco de café

-          ¿Por qué? – pregunté más a la nada que a mi

amigo, no sobre el café, sino por lo que estaba viviendo, él me entendió

completamente pero fingió que no

-          Eli, debes sentarte y beber el café – me explicó

Lucas con una expresión muy seria en el rostro, no sé cuándo pero estaba

sentada en el sofá que él había ocupado apenas unos minutos antes, tomé el

café, estaba delicioso o al menos lo pareció a mi gusto ya que estaba helada y

cualquier cosa que me diera calor en ese momento me parecería lo mejor del

mundo.

¿Cuánto tiempo estuvo Lucas sin hablar hasta que fui capaz

de volver a la realidad? no estoy segura, sin embrago, calculo que al menos un

par de horas ya que bajé a las ocho de la noche del autobús e hice casi una

hora hasta la cabaña lo que me deja unas dos horas hasta las once y media que

eran en este momento, cuando caí en cuenta ahí estaba mi mejor amigo Lucas, él

junto con Lorenzo me llevan cinco años y ahí recuerdo a Lorenzo.

-          Lucas,… Lorenzo, él no confió en mí – susurré

traicionada, mi amigo me miró impotente, se levantó despacio llevando una

carpeta en la mano.

-          Mira lo que hay en esta carpeta y después

hablamos peque – me dijo, así me decía de cariño “peque”, el diminutivo de

pequeña, para él siempre sería la pequeña niña que le perseguía a todos lados

-          Juro que mi familia no le robó a los Castellanos

-          Lo sé, por favor, lee la carpeta – repitió

mirándome con dulzura

-          De acuerdo – dije fijando mi atención en los

documentos que tenía en la mano

En los archivos estaban los datos que inundaron las noticias

por la mañana que mi padre malversó los fondos de las industrias CASTTOR que

eran en realidad las primeras letras de Castellanos por parte de la familia de

Lorenzo y Torres mi apellido, quienes fueron socios por treinta años.

Originalmente nuestros padres se hicieron amigos y por lo

tanto Lorenzo, Lucas y yo nos hicimos casi inseparables en las vacaciones,

bueno, Lucas se unió ya que era el mejor amigo de Lorenzo, nos comprometimos

hace seis meses, pero en realidad mantuvimos nuestro noviazgo por tres años en

secreto, los Castellanos y Los Torres se separaron cuando mi padre fue a Belgi

a lidiar con las empresas de mi madre cuando cumplí los doce años de edad y

viví en esa ciudad hasta los 18, con ansias de ver mundo y estudiar en la mejor

universidad del mundo la que se encuentra en Galy me mudé a un pequeño

departamento, y me mantuve con el esfuerzo de mi trabajo, no era que mi padre

no pudiera pagarlo, pero yo deseaba probar el mundo así que sólo pagaba la

matrícula a petición mía de mis necesidades diarias yo me encargaba.

Cuando estaba por terminar el primer año choqué

accidentalmente saliendo de un café en el que laboraba como mesera con un

chico, extremadamente atractivo con hermosos ojos azules como el cielo y una

sonrisa perfecta, me disculpé y estaba a punto de marcharme porque debía

asistir a la última hora de clase cuando me llamó el chico.

-          Isa ¿eres tú? – preguntó con voz ronca y muy

varonil, sin poder evitarlo me di media vuelta y al fijarme bien en el chico me

di cuenta que era Lorenzo, de inmediato esbocé una sonrisa y me acerqué

-          ¡Enzo! – que así le había dicho siempre, sólo le

digo Lorenzo cuando estoy molesta – ¿qué haces aquí?

-          Lo mismo que tú, estudio en la universidad de

Galy

A partir de ese momento intercambiamos número de teléfono,

eso no pareció gustarle a la chica que le esperaba con otros tres amigos

pasando la calle, él los ignoraba y cuando se marchó para alcanzarlos me gritó

“cuídate peque” y yo sólo sonreí como una boba. Dos de esos jóvenes iban a ser

una constante en la vida de Lorenzo, la chica en cuestión era Amanda Serna una

joven que tenía cuerpo de modelo y alma de demonio, pero que Lorenzo no era

capaz de ver, enamorada hasta el tuétano del que después sería mi prometido,

una heredera muy cotizada, el segundo era Armando Lemus, gran amigo de Lorenzo

que se convertiría en su secretario particular y desplazando a Lucas como su mejor

amigo.

Los asuntos con Lucas eran complicados ya que su padre era

un capo famoso de la mafia y si para esos momentos se estaba saliendo de los

mismos, Lucas siempre estaba asociado al bajo mundo por lo que no podían hacer

muy pública su amistad, creo que la única aparte de ellos dos que lo sabía era

yo y eso porque obviamente estaba en este círculo cercano.

Mi relación inicial con Lorenzo estaba en la carpeta, fruncí

el ceño, eso pude decírselo yo a Lucas, pero él sólo me miró y tomó un sorbo de

su café, llegamos a mi cumpleaños 24 y por lo tanto mi padre volvió a ciudad

Glory junto a su querido socio Arnaz, padre de Lorenzo, como la comunicación

con mi ex prometido seguía al principio con pequeñas salidas y después sólo por

llamadas o mensajes ya que Lorenzo volvió a casa; pues al vernos en la

celebración de mi cumpleaños apenas nos reencontramos creo que ambos sentimos

chispas, él ya tenía 29 años y era todo un hombre, por mi parte me acababa de

graduar de una maestría en relaciones exteriores, así que me sentía llena de

vida y energía, Amanda asistió y se colgó todo el tiempo de Lorenzo, sin

embargo, al empezar el baile, este me invitó a bailar con él y no volvimos a

separarnos en toda la noche, recordé esos momentos mi precioso vestido blanco con

detalles dorados que mi padre mandó hacer en especial, para entonces mi madre

llevaba tres años desaparecida y no teníamos noticias, mi hermano también vino

a casa así que era lo más parecido a tener a toda mi familia junta.

Ese día al terminar la velada Lorenzo me pidió ser su novia,

sin más, me dijo que desde que volvió a verme en la universidad sintió una fuerte

atracción por mí y supo que deseaba que yo correspondiera sus sentimientos, no

se hincó ni hizo nada raro, sólo me dijo eso y fue lo único que necesité para

aceptar sus sentimientos ya que yo también deseaba ser su novia.

Mantuvimos nuestra relación en secreto ya que no deseábamos

darles falsas esperanzas a nuestros padres si no funcionaba, pero tres años

después nuestra relación era más sólida que nunca y decidimos contárselo a

nuestros padres, sólo la madre de Lorenzo parecía reacia a que nos casáramos,

creí que le caía bien a la señora Estela, pero creo que subestimé sus

sentimientos ya que cada que podía me sacaba en cara que mi madre nos abandonó,

mi padre, mi hermano y yo nunca entendimos lo sucedido pero no creíamos que nos

hubiera abandonado. Llegó un día antes de la fecha fijada para la boda y todo

estalló, llegó la policía acusando a mi padre de malversar fondos de CASTTOR,

el padre de Lorenzo y mi padre ambos cayeron enfermos, al primero le dio un

derrame cerebral, embolia y al mío le dio un infarto, así que las autoridades

confiscaron todo, cuando llamé al celular de Lorenzo me contestó Amanda y me

dijo que estaba con él en el hotel consolándolo porque yo le había traicionado.

Como era de esperarse la ceremonia de boda se canceló así

que busque a Lorenzo en casa y así fue llegó acompañado de Amanda, intentó

hablar conmigo, pero ¿qué caso tenía?, todo estaba claro, así que me fui a mi

casa, cuando llegué vi que venían coches patrulla así que con un mal

presentimiento tomé lo más valioso y escapé por la puerta trasera y por fin

llegué a la cabaña. Todo de manera increíble estaba documentado en esas

carpetas, incluidas fotografías que mostraban a Lorenzo en el hotel. Rompí a

llorar, Lucas me instó a seguir leyendo.

Lo que estaba a continuación me dejó con la boca abierta,

miré a Lucas y el encabezado “La venganza de Eloisa” plan detallado a dos años.

***Esta es mi primera obra\, espero que les guste y comenten\, les informo que normalmente cuando escribo ya tengo la historia en la cabeza por lo que será difícil modificarla\, sin embargo\, leeré sus comentarios para futuras publicaciones***

Lo que contenían las páginas siguientes eran indicaciones

precisas de un organizado plan a ejecutarse en un plazo medio de dos años, lo

revisé de manera consciente, dos veces antes de fijar mi mirada en Lucas.

-          ¿Crees que esto funcionará? – la incredulidad se

había apoderado de mí

-          Claro peque, funcionará nos encargaremos que así

sea, los culpables pagarán todo lo que te ha hecho a lo largo de los años, a ti

y a tu familia

-          Pero ¿Cómo es que te enteraste de todo esto? –

dije cerrando mis puños con furia, apenas pude creer lo que había en las

páginas del plan

-          Sospeche cuando Lorenzo y tú hicieron público su

compromiso, me tardé en reunir toda la evidencia, lamento no haber hecho algo

antes, y que tu padre y el señor Castellanos estén en esta situación, pero

quien nos ayudó a elaborar el plan no se equivoca así que creo que funcionará –

observé el nombre de quien lo elaboró y sonreí, era verdad era el mejor en

todos los sentidos

-          Podemos llevar esto ante la ley

-          Todo es evidencia circunstancial por lo que

jamás le condenarían peque no seas ingenua, la pregunta es ¿llevarás a cabo el

plan?

-          Si, lo hare si estás conmigo – contesté con

resolución

-          Siempre – replicó en voz baja y me dio otro

abrazo – llamaré para confirmar que has aceptado, mi padre y sus hombres te

protegerán confía en ellos

-          Con mi vida Luc – no pude evitar llorar de

nuevo, esta vez por la ayuda que recibía

Era todo lo que soportaba así que me retiré a mi antigua

habitación que ya había sido preparada por Luc, y él se retiró a la que solía

ocupar cuando nos visitaba, no pude evitar echar un vistazo a la que antes

ocupaba Lorenzo, Luc lo notó y sonrió con tristeza.

Mientras tanto en ciudad Glory un apesadumbrado Lorenzo

estaba flanqueado por su madre y Amanda que no dejaban de hablar pestes de la

familia Torres, ambas tenían desde la mañana a la noche, la investigación que

había hecho Armando indicaba que el padre de Eloisa era culpable y además ella

parecía estar enterada, finalmente el hombre se sacudió a todos diciendo que

debía dormir, pero en realidad a mitad de la noche se fue de casa diciendo que

se marcharía de viaje para “sobreponerse” de la traición que sufrió, había

dejado claras instrucciones y de vez en cuando se conectaba en video llamada

con Armando que le mantenía al tanto de todo lo que ocurría dentro de la

empresa y en su casa, la hermana mayor de Lorenzo le había aconsejado que

investigara bien ya que dudaba de la implicación de Eloisa, la segunda y menor

que Lorenzo en cambio le enviaba mensajes de odio, con impotencia ya que la

crisis de las empresas CASTTOR había menguado, aviso que cortaría comunicación,

así fue por tres meses donde no se supo nada del joven, ni siquiera usó las

cuentas bancarias que Armando conocía aunque el amigo de este sabía que tenía

unas de uso exclusivo y personal desconocía los bancos y el número por lo que

no le fue posible ayudar en esta investigación a la madre o a la “amiga” de

Lorenzo.

Habían pasado seis meses desde que Eloisa Torres se había

marchado de ciudad Glory dejando tras de sí un terrible panorama para su padre

que ahora fue trasladado a una prisión de mínima seguridad, se había sometido a

una operación de corazón y sufrió otro infarto por lo que seguía en la

enfermería. El señor Arnaz no fue tan suertudo, falleció después de seis meses

en coma, había recuperado la conciencia sólo una semana antes de fallecer,

habló incoherencias con Lorenzo que volvió tres semanas atrás y falleció de

causas desconocidas, el hijo y sus dos hermanas estaban devastados mientras la

madre mantenía la mayor calma que podía en estos momentos, Amanda permaneció al

lado de Lorenzo y por compromiso el joven la invitó a la cena de la familia,

Estela estaba encantada, las dos hermanas de Lorenzo la miraron extrañadas, la

mayor no simpatizaba con la joven por un altercado años atrás, mientras que la

segunda por el simple hecho de estar enamorada de su hermano mayor.

Los días pasaron como el agua que se escurre entre las

manos, uno después de otro y para estos momentos Lorenzo había desarrollado una

rutina: mantenía un ritmo de trabajo frenético en el cual se enterraba en el

trabajo, entrando a las siete de la mañana y saliendo a las once de la noche, a

veces en la madrugada y después de que se pusiera mal de salud; su amigo Javier

le recomendara reposo por al menos una semana le hacía caso, en este tiempo

nadie lograba localizarlo, él siempre decía que simplemente tomaba su auto y

viajaba, pero ni Armando sabía a dónde iba, simplemente aparecía al lunes

siguiente con ánimo redoblado y extrañamente feliz, Amanda intentaba seguirlo

algunas veces, sin éxito en cada intentó, lo mandó vigilar, pero tampoco le

llevaron noticias, era como si en este tiempo la tierra se lo tragara. El ciclo

se repetía cada dos meses.

-          Ya volviste hijo – dijo Estela desde el sofá ese

lunes por la mañana, habían pasado tres años desde que su boda se había roto y

no había ninguna mujer en su círculo social más que Amanda, lo cual hacía feliz

a su madre – llamaré a Amanda a cenar

-          Si gustas madre, me voy a dormir, hoy terminé

agotado - contestó de mala gana

-          Pero … no siempre llegas temprano a casa –

insistió su madre nerviosa

-          Me iré a dormir y es todo, que pases una linda

cena con Mandy – le había dado por llamar así a Amanda, ella se lo había pedido o mejor dicho ordenado

-          Hijo… ya es hora que te cases – la madre notó

como su hijo se crispaba, eso ocurría cada vez que tocaba el tema, pero para

ser francos cada día era más viejo, ella quería nietos – creo que Amanda y tú

harían una hermosa pareja, ya han pasado tres años deberías olvidar esa mujer

-          Madre, no te metas en lo que nadie te llama –

exclamó molesto – esa mujer como la llamas, es la única a la que he amado, aunque

sé que no puedo estar con ella, aún no puedo superarla, Amanda no es mi novia

siquiera, olvida que nos casemos de una vez

-          Lorenzo – gritó la madre, mientras observaba que

Amanda era introducida a casa por el mayordomo

-          Olvídalo estoy muy cansado – giró hacia el

segundo piso y se perdió de vista al entrar en su habitación

-          Aún no olvida a esa mujerzuela – exclamó Estela

enfurecida, Amanda miró hacia las escaleras - ¡incluso me gritó! – se quejó

-          Quizá sea por esto futura suegra – la mujer

entregó su celular que indicaba la noticia de que Eloisa Torres estaba de

regreso en la ciudad, además venía en compañía de su prometido Lucas Armenta

Ambas mujeres cenaron solas ya que Lorenzo como bien lo

sentenció no bajó a cenar y Lala (la hermana menor) salió con amigos, Sheila

estaba casada y no era su día de visita por lo que no acudiría, las mujeres entonces

planearon que era momento de acelerar las cosas entre Lorenzo y Amanda, es

decir, la mujer llevaba quince años de su vida tras el hombre y nada que él

mostrara interés.

-          Estela debes hacer que Lorenzo se case conmigo –

dijo amenazante

-          Ya no sé qué hacer, tú lo sabes mejor que yo,

incluso lo hemos drogado, no puedo hacer milagros, sólo quedamos que yo te

ayudaría a estar en casa, que te daría oportunidades en las fiestas familiares,

que te metería pues hasta el cansancio en la vida de mi hijo, que él no se fije

en ti no es culpa mía – contestó exasperada

-          Estamos juntas en esto y sabes lo que sucederá

si yo no me caso con él – Amanda alzó la voz

-          ¡No necesitas amenazarme! Lo sé, me arrepiento

cada maldito minuto – las mujeres estaban tan concentradas que no notaron una

persona que les escuchaba, así que había algo que obligaba a Estela a estar de

lado de Amanda

-          Me voy y ya lo sabes, si quieres seguir impune

deberás hacer que Lorenzo se case conmigo

-          No te entiendo, sabes que mi hijo no te ama,

jamás lo hará, en treinta años sólo ha tenido ojos para Eloisa – Amanda la miró

con odio – es la verdad, nosotras lo sabemos ¿por qué no lo dejas en paz?

-          Es el amor de mi vida

-          Pero tú no eres el suyo

-          Ese no es mi problema, con que esté a mi lado

para siempre me conformaré

-          Ambas sabemos que no será así, siempre lo

celarás y querrás matar a Eloisa

-          Quizá tengas razón – se quedó pensativa Amanda,

quizá la única manera sea que ella desapareciera, la sombra del rincón dejó de

grabar y envió la información a un contacto configurado como LA

El por qué la señora Castellanos ayudaba a Amanda era un

misterio que Lucas no podía resolver, rastreo sus llamadas y estas se

conectaban a 9 años atrás, cuando descubrió las fechas Eloisa se dio cuenta de

dos cosas, comenzaron en la ciudad de Aris y coincidían con la fecha de

desaparición de su madre, a su madre le dejaron grandes cadenas de almacenes de

ropa, fábricas de textiles y casas de moda que constituían el imperio LUXMODA,

en ciudad Belgi, por lo que no era raro para su madre estar ahí, pero ¿qué

hacía la madre de Lorenzo?

En estos tres años que llevaban tras la pista de lo que

había hecho Amanda los dos descubrieron muchas cosas por ejemplo, en realidad

su padre tenía fuertes conexiones con el bajo mundo, más allá de eso,

personalmente parecía estar implicada en la desaparición de muchas personas,

lastimosamente no había más que evidencias circunstanciales, por ello tenían a

mucha gente que les estaba apoyando.

En la casa de los Castellanos tenían infiltrados a dos

personas, uno de los jardineros y una de las sirvientas, en casa de Amanda

estaban tres la cocinera, una de las sirvientas y el chofer principal que por

los momentos hacía de amante de la mujer que en realidad parecía insaciable

Pavlov debió cumplir con esta penosa labor ya que debía mantener su disfraz,

cuando Lucas se enteró le pidió que grabara todos los encuentros, incluso que

de pronto se hiciera el celoso de Lorenzo y tratara de sacarle información,

pero Amanda era una persona cerrada que no permitía a nadie entrar en su mente,

sin embrago, Pavlov descubrió de manera paralela que Amanda tenía un segundo

amante uno que era secreto para casi todos; el problema es que no determinaban

quién era, pero tenían algo claro, estaba muy cerca de Armando o Lorenzo.

Por su parte Estela despertó en su cuarto sudando frío tenía

los ojos abiertos, gritaba con voz trémula “Clara no”, ¿por qué recordó esto?

Había logrado mantener alejada de su mente esa noche desde hacía un año,

debería estar relacionado con el hecho que Eloisa volvió, se encogió llena de

miedo ¿y si lo descubría?, esa noche que odiaba, Clara la madre de Eloisa la

vio en uno de los casinos, perdió más de la mitad de lo que llevaba y además

dejó en garantía parte de la empresa de su esposo (lo mismo que luego dirían

que hizo la familia Torres), como aún se conservaba como una mujer hermosa un

hombre adinerado que luego conocería como el tío de Amanda le dijo que le

ayudaría a saldar parte de la deuda pero debería ser su amante por tres meses.

Esa noche era la última y podría volver al lado de Arnaz,

diciéndose a sí misma que nadie se enteraría, pero Clara apareció, no sólo eso

cuando Estela le suplicó que se quedara callada tuvo el descaro de recriminarle

y de amenazar con decírselo a su esposo, desesperada forcejeó con la mujer que

tiempo atrás consideraba su amiga, la mujer cayó por el balcón lastimándose la

cabeza, era una caída desde el sexto piso, y claro que perdió la vida, esta vez

el mismo hombre apareció dispuesto a ayudarle, se desharía del cuerpo, a cambio

sería su amante cada vez que visitara ciudad Glory.

La mujer miró su cuerpo, estaba asqueada consigo misma, el

accidente de Arnaz y su muerte sospechaba que eran obra de Ramy, el tío de

Amanda, cuándo ésta se enteró también solicitó su parte del botín había estado

enamorada de su hijo desde que lo conoció en la secundaria y no lo soltaba,

incluso asistió a la universidad en ciudad Galy por él, las lágrimas inundaban

sus ojos, ella era despreciable, lo sabía, pagaría su hijo por sus errores, ya

llevaba dos muertes a cuesta, por eso comenzó a odiar a Eloisa, era tan

parecida a su madre que la culpa la carcomía a tal grado que prefería odiarla o

terminaría confesándolo todo.

Por lo pronto los tres que iniciaron la venganza se

reunieron en una antigua bodega.

-          Todos estamos en posición – habló alegremente

Lucas – somos más de veinte y la lista sigue aumentando, se acaba de unir la

madre de la anterior secretaria de Lorenzo, la chica fue violada, creo que

Amanda tuvo que ver, después que Lorenzo y ella se quedaron hasta tarde en el

trabajo, la dejó inválida y por lo pronto no saldrá del hospital.

-          Dile que pagaremos sus gastos – dijo el hombre

que estaba en las sombras con un alterador de voz y una máscara, sólo Lucas y

Eloisa lo conocían

-          Ya lo hicimos, a cambio hará relevos con Jacinto

en seguir a nuestros dos objetivos, en concreto diez personas siguen a esos dos

mientras el resto se concentra en sus puestos de trabajo – Eloisa tenía una

mirada brillante

-          Escuché que Lorenzo contratará a un hombre para

que haga las veces de secretario, eso está bien para nosotros así evitaremos

más víctimas – dijo Lucas mientras que el otro hombre asentía con la cabeza

-          ¿Crees que realmente harán una conferencia de

prensa? – preguntó la mujer

-          Lo harán, la familia Serna tiene una gran

cantidad de influencia en los medios de comunicación, Lucas y tú deberán estar

preparados

-          Lo estamos – dijeron al unísono.

Se separaron junto con los hombres del bajo mundo que

protegían a Eloisa y Lucas, estos dos volvieron al hotel por la puerta trasera

y se metieron en sus habitaciones, en eso las cámaras volvieron a funcionar

captando a un par de hombres entrando con sigilo, cuando llegaron a la

habitación de la señorita Torres cuatro hombres los rodearon y se los llevaron

con total sigilo, poco después los pasillos estaban desiertos.

En las habitaciones los ocupantes de las mismas se

encontraban sacando la ropa que se pondrían por la mañana siguiente, hablaban

por teléfono, Lucas hizo una pausa mientras revisaba el mensaje en su pantalla

frunció el ceño, contestó “ya saben que hacer” y continuó con su amiga por el

teléfono, una tercera persona se unió a la llamada y solicitó que terminaran de

una vez y se durmieran.