Sally Miller se encontraba en la cama de un hospital y entre sus manos estaba un libro que su esposo le compro hace un tiempo, los años del tiempo se reflejaban en su rostro de 45 años, ella sabía que su vida se estaba apagando lentamente, pero no tenía ningún remordimiento vivió siempre muy feliz, nunca le hizo mal a nadie, así que porque debería arrepentirse.
En eso escucho que alguien tocó la puerta, ella le había pedido eso, ya que era algo quisquillosa con ello.
- Adelante - *Dijo Sally*
La puerta se abrió y la persona que entró fue su esposo Jackson, un hombre de 48 años el cual tenía canas en su cabello, pero apresar de ello se seguía viendo muy atractivo.
- Hola cariño, ¿cómo se encuentra mi bella dama? - *Dijo Jackson con un ramo de rosas rojas en sus manos*
- Me ciento un poco débil, pero es soportable y ya te he dicho que no me digas bella dama, ya no estamos en esos tiempos - *Dijo ella con un puchero, pero sonrojada*
- Ja, ja, ja ya sé, pero para mí siempre serás la mujer más hermosa del mundo - *Dijo él besando sus manos*
- Como siempre eres un romántico, el tiempo en que te tomas en verme deberías gastarlo en algo más, de todas formas falta poco para que yo muera - *Dijo Sally agachando la mirada*
- Ahg y sigues con eso, amor sabes que tú eres mi prioridad, eh incluso si mueres hoy, mañana o en unos años yo quiero estar contigo durante todo ese tiempo - *Dijo Jackson sonriendo dulcemente*
Sally en ese momento comenzó a llorar, como siempre ese hombre hacía de sus emociones un delirio, así lo hizo desde que lo conoció y eso hizo que ella lo amara con gran locura.
- Cariño lo siento dije algo malo, de verdad lo siento no fue mi intención hacerte llorar - *Dijo Jackson muy asustado*
Pero en lugar de recibir algún insulto o queja por parte de ella, Sally simplemente lo abrazo con fuerza.
- No te disculpes, solo me sentí vulnerable yo estoy bien - *Dijo ella sonriendo*
- Está bien si gustas puedo leerte el libro que te traje - *Dijo él riéndose*
- Si aunque yo te pedí un libro fantástico de crímenes, y tú me trajiste un libro de romance fantástico - *Dijo ella riéndose maliciosamente*
- Que, pero la muchacha, Ahg, maldita mocosa me estafó - *Dijo Jackson algo molesto*
- No importa, ya casi termino de leerla, así que no te preocupes van acuéstate cerca de mi y comienza a leer - *Dijo Sally haciéndose aún lado*
Jackson solo sonrió eh hizo lo que ella le pidió, al cabo de un rato ambos estaban disfrutando del libro, pero Sally comenzó a sentir sueño así que comenzó a cerrar los ojos, para cuando los volvió a abrir vio como su esposo salió de manera desesperada de la habitación mientras lágrimas caían de sus ojos, ella logró entender lo que pasaba, así que solo volvió a cerrar los ojos y acepto su muerte.
Pudo sentir como su cuerpo caí sobre un inmenso lugar de oscuridad y en aquella oscuridad había muchos espejos los cuales comenzaban a relatar toda su vida, desde el momento de su nacimiento, su primer día de escuela, el momento en el que conoció a Jackson, hasta el día de su boda con él, pero ahora que los veía había algo que siempre soñó y eso fue tener aunque fuera un hijo con él, pudo haberlos tenido, pero ella no se sentía lista y él siempre acepto eso.
Hasta que al final llegó ante un gran espejo que reflejaba una luz intensa, por lo que ella sintió que esa era la luz que todos decían que veían después de morir, así que camino hacia ella, en ese lugar estaría esperando a Jackson el tiempo que fuera.
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Después de cruzar, sintió que alguien la cargaba y ella lloraba, no entendió nada pues su llanto era el de un bebé, cuando abrió sus ojos noto a una anciana la cual sonreía, para después alzarla en el aire y decir.
- La heredera del Clan Oscuridad Eterna a nacido te nombro a ti Cahya De Osiris, como la futura heredera - *Dijo la anciana feliz*
Mientras Sally solo quedó confundida y preguntándose el como rayos todo termino de este modo.
Sally después de aquel momento se quedó dormida y para cuando despertó noto algunas cosas extrañas para ella, pues estaba acostada sobre una cuna de bebé, eso era de imaginarse, pero ella misma se preguntaba el porqué había vuelto a nacer acaso cuando mueres no vas al paraíso y te hacen vivir otra vez, esas eran muchas cosas que le rondaban por la cabeza.
Aunque al mirar bien su habitación está era bastante gran y lujosa para ser de unas simples persona.
(Pero claro, aquella mujer anciana dijo sobre la heredera del Clan, no se a que se refiera, pero será como heredar algo de la realeza, fortuna, terrenos o algo por el estilo) *Pensó Sally*
Ella trataba de hablar, pero lo único que salían de sus labios eran simples balbuceos, esto sí que no ayudaría mucho, pero una cosa la estaba inquietando y eso era su nombre pues este era Cahya, no sabe que significa aunque este nombre se le hace conocido, pero no sabe de dónde.
En eso escucho a alguien entrar a su habitación, al girar un poco la cabeza pudo ver aún hombre alto, joven, de piel blanca y cabello negro, lo más distintivo de el, era que sus ojos estaban cubiertos con una tela oscura, como si él no quisiera que lo mirarán directamente a los ojos.
Al mirar su imponente porte junto con esa aura oscura y hostil que estaba a su alrededor, hizo que tuviera un inmenso miedo por su culpa, así que hizo lo que todo bebé haría al sentirse asustado o amenazando, llorar.
Sus llantos se comenzaron a escuchar por toda la habitación, ella trataba de llorar con todas sus fuerzas para que alguien la rescatará de esa persona porque tenía el presentimiento de que ese hombre le haría algo mal.
- Shu, shu, tranquila mi pequeña, no llores soy tu papá, no hay nada que temer si yo estoy contigo - *Dijo el hombre con voz dulce y amable, para poder cargarla entre sus brazos*
Sally de inmediato se calmó, ya no tenía ese sentimiento de miedo, por el contrario, se sentía a salvo entre sus brazos, hasta que alguien interrumpió el agradable momento y entro otro hombre parecido a su nuevo padre el cual también llevaba un venda en los ojos.
- Hijo que paso ya nació mi nieta?? - *Dijo el señor bastante ansioso*
- Jejeje si mírala, es idéntica a mí - *Dijo el padre con una sonrisa en el rostro*
Y mostrándome ante mí ¿Abuelo?, el cual si lo fuera no parece, este hombre sé ve que no pasa ni los treinta años, pues cuántos años tenía cuándo nació mi padre y cuántos años tiene mi padre ahora que nací.
- Oh es verdad, hola pequeña cosita hermosa, yo soy tu abuela Alak, hay, pero si es tan linda, muchas felicidades Umbra por tu hermosa hija - *Dijo el abuelo jugando con la manita de Sally*
- Gracias papá, su nombre es Cahya, es un nombre especial para mi niña especial - *Dijo el padre con una gran sonrisa en su rostro*
Sally miraba como esos dos hombres la miraban con ternura y amor, era lindo saber que su nuevo padre la quería muchísimo y también su abuelo, pero y su madre porque no ha venido, no será que la mato al nacer o porque no la quiere, cosas y más cosas rondaban por su mente que sin darse cuenta comenzó a bostezar por el cansancio, vaya que tiene poca energía.
- Hija ya acuesta a la niña en su cuna, tiene mucho sueño - *Dijo el abuelo Alak*
- Por supuesto, tranquila pequeña duerme un rato en otro momento vendré a verte - *Dijo su padre Umbra el cual le dió un beso en la frente*
Ella al sentir las sábanas de su cuna se durmió de inmediato.
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Al abrir sus ojos se encontraba en un lugar extraño, era una pradera que parecía no tener fin, eso era algo muy bello de ver.
- Veo que te gusta - *Dijo una voz desconocida*
- Oh quien es?? - *Sally al escuchar su voz puso sus manos sobre su boca, aquella voz era muy aguda*
- Bueno deja me presento - *Dijo una luz, la cual bajo de un árbol y se transforma en un zorro negro*
- Mi nombre es Cefrik, soy el zorro demonio protector de la familia Osiris a tus órdenes nueva heredera - *Dijo el zorro haciendo una reverencia*
- Pero porque dicen que soy la heredera, no entiendo eso - *Dijo Sally confundida*
- Si, sé que estás confundida, solo deja te digo algo olvídate que eres Sally está bien, ahora eres Cahya la hija del líder del Clan Oscuridad Eterna, al momento de nacer con su sangre despertarás un inmenso poder que acompaña a tu nueva familia - *Dijo el zorro sentado y firme*
- Oye espera, pero como sabes que mi antiguo nombre es Sally - *Dijo ella molesta*
- Lo sé porque yo puedo ver las vidas pasadas de las personas y tú tienes 21 reencarnaciones, ninguna las recuerdas solo la número 20 que fue tu vida como Sally Miller - *Dijo el zorro sonriendo*
Sally en ese momento quedó en shock que tanto hizo en sus otras vidas y porque solamente recuerda su vida anterior y no las otras.
- Si te preguntas por qué solo recuerdas tu vida anterior, el responsable fui yo al momento de nacer utilice mi poder como ser demoníaco que poseo, por ello recuerdas todo con gran detalle - *Dijo el zorro*
- Así que fuiste tú, pero porque lo hiciste - *Dijo Sally buscando una respuesta*
- Simple si te lleno la cabeza con otros recuerdos tuyos te volverás loca, pero sobre todo el linaje de la familia termina contigo y es mi deber evitar eso, por ello necesito que hagas memoria de tu otra vida, ya que en unos de tus recuerdos está el motivo de la caída del Clan de tu familia y con ellos su muerte - *Dijo el zorro bastante serio*
- Espera estás diciendo que yo tengo la respuesta, a decir verdad mi nombre, el de mi padre y mi abuelo son conocidos para mí, pero no sé en dónde - *Dijo Sally tratando de recordar*
- Bueno si los conoces es porque los viste, leíste o talvez escuchaste, no te presiones si no... - *No termino de hablar el zorro cuando vio la cara de disgusto que puso su rostro*
- No ya recordé y sé cómo evitarlo, quieres que te diga cómo comienza todo - *Dijo Sally muy seria*
- Claro adelante - *Dijo el zorro*
Sally por supuesto que lo sabía, era la estúpida historia que leyó en el hospital, lo peor de todo es que ella era un simple extra en la historia, pero al final termino muriendo a causa del amor enfermizo que se tenían los protagonistas.
Sally miro al zorro y después volteo la mirada, vaya que se había ido a una historia tan estúpida, el motivo por el cual siguió leyendo fue para saber si el Clan Oscuridad Eterna lograba matar a los protagonistas.
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Bueno la historia si, es de época antigua en dónde existen los reinos, imperios, magos y la iglesia, todos ellos mantienen el orden de los seres humanos, animales y plantas, excepto por los espíritus, son seres llenos de maldad que salen del Inframundo, también salen demonios, pero esto no es muy común y las personas que se enfrentan a estos seres son los hechiceros son personas con poderes sobrenaturales los cuales solo afecta a los seres malditos, cada hechicero es muy importante para el mundo, ya que sin nosotros el mundo hubiera muerto hace cientos de años.
La novela habla sobre la protagonista Linda la hija de unos sirvientes en un Ducado muy rico, así que ella también comenzó a trabajar en el mismo lugar de sus padres, solo que la señorita que vivía ahí le agrado la presencia de ella y pidió que ella fuera su nueva doncella, ya que la anterior quiere marcharse para poner un negocio y ella lo acepto, su padre le dio el visto bueno a Linda y comenzó a ser la nueva doncella de la hija del Duque su nombre era Teodora, ambas tenían la misma edad por lo que sus personalidades amigables se compactaban muy bien.
No fue hasta que la señorita Teodora fue al palacio Imperial, pues la Emperatriz quería verla y claro que fue porque ella era la prometida del príncipe heredero Arturo y digo era porque Linda se cruzó con él y ambos entablaron una bonita amistad, Teodora los había visto, pero no le dio importancia pues se decía a sí misma que solo Linda quería tener amigos y la dejo ser con el príncipe, vaya error.
Pero solo se tuvo que dar unos 3 meses para que el príncipe anunciará ante todo los nobles que él no amaba a Teodora y que él se quería casar con la doncella de ella, ósea con Linda, todo esto lo hizo en la fiesta de cumpleaños de Teodora y de la cual también era su debut de 18 años, Teodora no dijo nada solo se tapó la cara y salió corriendo del lugar, algunas señoritas reían de lo que pasó y otras tenían lástima por Teodora, pues al ser una chica sumamente dulce y amable con cualquier persona sin importar el estatus o apariencia a todos los traba por igual y que el príncipe le haya hecho tal cosa el día de su cumpleaños era algo muy bajo.
Pero ni el príncipe ni Linda se sintieron culpables por lo sucedido, al contrario, estaban muy sonrientes y tomados de la mano, pasó un tiempo y la señorita Teodora firmo el anulamiento del compromiso, no quería que sus padres entrarán en una discusión con los Emperadores y mucho menos estar con el príncipe heredero, ya que con eso le acabo de demostrar que él no tiene corazón.
Después se enfrentaron los protagonistas a los típicos enfrentamientos para poder casarse, que los nobles, sus familias, el pueblo, una mujer que quería lastimar a la protagonista, asesinos y cuánta tontería más y la protagonista siempre fue la damisela en peligro y el príncipe heredero su fiel cabello, cabe aclarar que el Imperio está protegido por una barrera especial que hace cada Clan de hechiceros para mantener a salvo el imperio que se les fue otorgado, hay en total unos 28 clanes y hay 28 reinos contando con los imperios.
A pocos meses de la boda de los protagonistas ambos fueron de viaje cerca de donde se encontraba la barrera, todos los humanos podían pasar sin problemas excepto los espíritus y demonios que estaban fuera de la barrera, Linda se fue a explorar y llegó hasta la barrera la cual para ella era bonita, pues se podía ver un brillo a todo el alrededor, muchas personas le advirtieron que no debía cruzar la barrera, ya que podrían aparecer seres malignos y la matarían, ella no los escucho y cruzó de todos modos porque solo penso que los espíritus malignos no existen y los adultos solo lo dicen para asustar a los niños, vaya estúpida.
Al estar del otro lado vio que la vegetación era muy bella había flores y arbustos de colores llamativos y en su camino encontró un conejo el cual comenzó a perseguir como una niña, hasta que el conejo se detuvo al estar de frente con una mujer de cabello largo, ondulado y tan oscuro que no la luz del sol se podía reflejar en él, Linda quiso ir por el conejo, pero rápidamente el conejo callo al suelo agonizando y vio que unos símbolos negros se comenzaron a esparcir por todo su cuerpo.
Linda se molestó eh hizo que la persona que cometió tan pecado la mirara a los ojos al hacer se encontró con el rostro de la mujer y ella era Cahya de adulta, pero sus iris eran rojos y alrededor de ellos era de color negro.
Cahya la empujó al suelo y se colocó la venda que llevaba en la cara, enseguida los mismos símbolos que aparecieron en el conejo se empezó a marcar por su brazo derecho.
- Tú que eres, que me hiciste eres un monstruo - *Grito Linda muy molesta*
- Eso que te acabo de hacer es una maldición, esos símbolos te consumirán de poco porque miraste mis ojos, el estúpido conejo que seguías era una maldición disfrazada que te iba a comer, solo yo puedo quitarte esos símbolos así que no te muevas - *Cahya se acercó pues ella la había maldecido por error*
- No, no te acerques monstruo - *Linda tomo una roca y golpeó en la cara a Cahya*
Cahya cayó al suelo inconsciente el golpe había sido fuerte, mientras la protagonista se fue corriendo del lugar muy asustada, al llegar hasta el príncipe le dijo que una mujer malvada le lanzó un hechizo y trato de matarla, el príncipe se enfureció y se llevó a Linda para que los antendieran y salvar la vida de su amada.
El Emperador mandó a llamar a todo el Clan Oscuridad Eterna, el cual los protegía, aunque no le agradará Linda no podía permitir que ellos lastimaran a sus súbditos, el líder del Clan llegó y este era Umbra el padre Cahya el cual también estaba molesto porque aquella mocosa estúpida lastimo a su hija y de no ser porque alguien del Clan la encontró ella hubiera muerto siendo devorado por un demonio.
- Líder Umbra de Osiris, de la manera más respetuosa le digo que su hija es un peligro para nosotros, se atrevió a maldecir a la futura Emperatriz - *Dijo el Emperador muy serio*
Todo el mundo comenzó a susurrar pues estaban todos los nobles del imperio en el castillo, algunos conocían el Clan y otros no tenían ni idea de quiénes eran.
- Eso también le digo a usted es mujer se atrevió a cruzar la barrera, golpeó a mi hija y por poco muere al casi ser devorada por un demonio, todo eso por la imprudencia de ella, si no hubiera cruzado la barrera sabiendo que detrás de ella hay seres malditos que siempre buscan comer personas - *Dijo Umbra defendiendo a su hija*
- No es verdad ella me atacó y quiso matarme, puede ser que esté enamorada del príncipe y por eso lo hizo ya que quiere estar con el - *Dijo Linda tratando de excusarse y con una mirada adorable*
Todo el mundo volvió a murmurar pues eso sería lógico porque todo el mundo siempre quiere más poder.
- Sabes que lo que dices es erróneo, creo que no te enseñaron nada de historia básica, en este mundo hay 28 clanes cada uno repartidos para proteger a las personas, nuestra sangre es especial, ya que con ello acabamos con espíritus malignos - *Dijo Cahya y alzando su mano de la cual fuego de color rojo y negro broto*
Todo el mundo quedó sorprendido y aterrorizado por su control de magia.
- Para aclarar esto no es magia, es esencia maldita solo aquellos que tengan pueden matar seres malignos, ningún clan se puede relacionar con otro y mucho menos con la familia imperial, por lo tanto, tu idea de que yo te quise matar por un amor no correspondido no es válido al menos no para el clan, porque de que sirve ser reina o Emperatriz si estarás encerrada haciendo papeleo, si yo soy la heredera de unos de los clanes más poderosos de todos - *Dijo Cahya comenzando a levitar en frente de todos demostrando su enorme poder*
Muchos quedaron fascinados con el semejante poder de Cahya incluso los Emperadores la miraron con gran entusiasmo y admiración, Linda miro todo esto y se molestó mucho.
- Entonces porque me maldijiste - *Grita Linda muy molesta*
- Eso te le dije antes de que me noquearas, la razón por que usamos vendas en los ojos es para evitar maldecir a alguien con nuestros ojos, ya que tenemos esa habilidad, también te dije que yo podía quitártelo, pero no quisiste, así que ahora sí lo haré para que ya se acabe todo este lío - * Dijo Cahya y se acercó a ella*
Linda se asustó ahora todos creían que ella no es digna del trono y lo noto por la mirada de los Emperadores pues estaban muy enojados porque había acusado falsamente al siguiente líder y si ellos pierden al Clan el imperio caerá en desgracia, Linda tomo una daga que siempre llevaba, talvez si la lastimaba su poder se haría débil y ella sola se sanaría cuando Cahya estaba tan cerca ella no miro y solo la apuñaló todos vieron eso y los símbolos que cubrían gran parte de su cuerpo se comenzaron a desvanecerse
Linda sonrió y al mirar al frente Cahya tenía la daga en el corazón por lo que ella cayó al suelo sin vida y debido a que acabo con su vida la maldición desapareció.
Umbra rápidamente fue hasta el cuerpo de su hija, tratando de hacer que vuelva, pero ella ya no estaba, Umbra tomo el cuerpo de su hija en sus brazos y se quitó la venda de los ojos y al abrirlos eran los mismos que los de su hija.
Todos quedaron aterrados y más cuando entre lágrimas del hombre decía que los maldecía a todos, los símbolos comenzaron a aparecer en los rostros de cada persona incluyendo a los Emperadores solo el príncipe y Linda no recibieron daño pues ellos apartaron la mirada.
Después de un tiempo comenzó una guerra entre el Clan y el reino que ellos protegían, mientras el príncipe y Linda escaparon de todo este caos, sin imaginarse que entre ambos lados se estaban destruyendo, unos por eliminar el peligro y otros por venganza porque Cahya era la primera mujer en nacer en ese Clan y para muchos era una niña especial y de buen corazón que no merecía morir, Umbra rompió la barrera dejando así que muchas maldiciones y demonios acabarán con el reino...
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