Prólogo
Youha es una joven de veinticinco años de edad, modelo reconocida internacionalmente, con casi veinte años de experiencia. Después de pelear con su novio y tras ser presionada a dejar el modelaje debe comenzar casi obligada a incursionar en la actuación, conoce a Jean. Un actor algo más joven que ella y con un talento abrumador en el arte de la actuación. Quien tiene la misma popularidad que ella.
Para su suerte conoce a este hombre, quien le declara su amor prácticamente en el acto, dejándola anonadada. Ya que ella piensa que él solo trata de jugar con ella, hasta que se da cuenta de que en realidad sus sentimientos son sinceros. Con su ayuda tratarán de hacer florecer este bello amor superando los retos que implica ser dos personas extremadamente famosas. Reto que no será sencillo, pero tampoco imposible, si ambos logran abrirse entre ellos. Algo que claramente le costará más a Youha.
Nota de la autora
Bienvenidos a esta novela del 2023. Gracias por acompañarme en este proceso de escritura y aprendizaje constante. Voy a dejar algunas aclaraciones para que podamos transitar este momento especial de la mejor manera posible. Mis historias se caracterizan por siempre tener una vuelta de turca, algo que haga que te sorprendas. Por lo que siempre recomiendo llegar hasta el final si van a dar una calificación baja. Ya que me estás palabras son el producto de mucho esfuerzo y horas frente a la computadora. Y muchas veces pasan cosas que podrían parecer chocantes, incluso nos enojamos con los personajes. Pero al final todo tiene una respuesta.
Algunas aclaraciones
Esta novela fue pensada para un concurso, por lo que es posible que comparta algunas características con otras que hayan leído. Mi intención es dar mi perspectiva y tratar de sorprenderlos. No quiere decir que comparto el pensamiento, ni concuerdo con las acciones que realizan los personajes.
Sus opiniones y mensajes son bienvenidos, ya que enriquecen a la historia, sobre todo mientras la estoy escribiendo. Recuerden hacerlo desde el respeto.
Trataré de responder a sus comentarios y dudas siempre que esté a mi alcance.
Por último
Si mi novela les gusta, no se olviden de dejar sus votos y sus me gusta; porque eso me hace saber a cuantas personas he llegado, posibilitando así también a que más personas me lean. Puesto que es inmenso el tiempo que le dedico a crear historias que ustedes son capaces de devorar en días. Desde ya muchas gracias por ser parte de estas aventuras junto a mí.
**Otras novelas completas **
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“La malquerida” 2020-10-16
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“Una niñera para el CEO II” 2022-09-12
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Saludos, Osaku
Capítulo uno
Youha estaba durmiendo después de regresar de una fiesta casi a las cinco de la mañana. Cuando su hermano ingresó a su cuarto pidiéndole que se levantara, como lo hacía siempre que tenía ganas de molestarla. Lo adoraba, pero a veces quería asesinarlo.
—Tenemos que asistir a una entrevista en menos de dos horas —le recordó su hermano mirando su agenda. Youha había dormido prácticamente tres horas. Algo que para una persona normal parecería poco, pero para ella era suficiente. El problema era que venía bastante deprimida después de terminar su relación con su novio. El maldito había hecho todo lo posible para que ella no pudiera volver a conseguir empleo. Había puesto en su contra a cada uno de los empresarios que podía, solo porque ella se negó a tener una noche de intimidad con él.
—¿No puedes morir y revivir dentro de tres horas? —le preguntó Youha, pero su hermano le respondió quitándole el edredón y dejándola expuesta. Ella rápidamente le arrojó una almohada, la cual él, logró esquivar.
—Eso te pasa por regresar tan tarde —la reprendió Junas. Aunque sabía que ella había estado triste, no quería dejar que se deprimiera aún más.
—Tú me pediste que fuera a esa estúpida fiesta —dijo ella tomando la pastilla que su hermano le había traído.
—Te pedí que asistieras, no que te quedaras a levantar los manteles —le recordó él mientras le pasaba la botella de agua para que pudiera tomar la medicación.
—Sabes que no me dejan volver una vez que me ven, en esos lugares debería haber toque de queda para ciertas personas. Hubieras ido a rescatarme —le reclamó ella y se puso de pie.
Le dolían las piernas por culpa de los tacones que había tenido que llevar. Una empresa muy conocida había ofrecido patrocinarla, pero le habían enviado el número de zapatos equivocados.
—¿Rescatarte? Tú no necesitas ayuda para meterte en problemas. Te dije que no salieras con ese maldito fracasado, ahora estoy siendo linchado por nuestros patrocinadores —le explicó a su hermano de mala gana, pero Youha lo abrazó.
—Sé bueno conmigo o no iré a la entrevista —le pidió ella haciendo puchero, pero a modo de advertencia y él sonrió.
—Ve a darte una ducha que ya llamé a la modista y la estilista para que te asistan —le indicó él y ella volvió a salirse con la suya—. ¿Qué quieres desayunar?
—Tengo el estómago revuelto por el alcohol. Mejor un té de rosas, amargo —dijo Youha y su hermano la miró, aun así, no dijo nada.
—Bien, te espero abajo. —Él le dio un beso en la frente y luego salió del cuarto de Youha.
Ella era modelo, tenía veinticinco años y estaba en un buen momento de su carrera. Le había costado un poco más llegar a la cima, ya que su cuerpo no seguía la normativa para el modelaje. Tenía piernas gruesas y un trasero prominente. Por lo que había sido rechazada muchas veces y siempre le decían que si quería modelar en las grandes pasarelas tenía que hacer algo con sus piernas. Como si fuera fácil modificar tu cuerpo de esa manera, aun así. La madre de Youha había sido modelo durante su juventud, por lo que la había encaminado, en esa misma dirección, aunque casi obligándola.
La mujer se había casado dos veces con empresarios con muchos recursos, por lo que llevaba un buen pasar y quería que su hija viviera algo similar. Así que no había perdido el tiempo cuando Youha era pequeña, la inscribió en cada concurso de belleza que existía, haciéndola creer que la apariencia era lo único que importaba en su vida si quería tener excito. Algo que Youha había descubierto que no era del todo cierto, aunque en parte le daba la razón a su madre. Ya que había compartido la pasarela con muchas chicas que habían tenido que abandonar después de subir de peso, embarazarse, o tener algún accidente cosmético. Su trabajo era verse bien y la sociedad se la pasaba juzgándola. Algunos buscando la perfección en algo que claramente no podía serlo nunca, porque las modelos son personas, no máquinas, y otros odiándola por ser bella.
Junas era su medio hermano por parte de su padre, el primer esposo de su madre. Del cual se había divorciado después de que ella naciera, ya que no le gustaba que él le dedicara tanto tiempo al hijo de su primera esposa cuando estaba por darle una hija que quería que fuera la única para él. La madre de Youha quería estar con un hombre que la considerara lo más importante en su vida, pese a que conocía su pasado. Algo que Youha no compartía, puesto que ella quería mucho a Junas. Siempre había sido un gran hermano y la había tratado bien cuando iba a casa de su padre. Incluso la había ayudado a salir de problemas en los que su madre la metía. Ya que Junas había sido quien la había ido a buscar a varias fiestas a las que Youha asistía, ciento menor de edad.
Por lo que el drama había comenzado en su familia antes de que ella tuviera uso de razón, durante su adolescencia el padre de Youha peleó con su madre hasta conseguir la custodia de ella. Así que Youha y Junas se habían criado juntos desde entonces, mejorando los hábitos de la joven. Eran grandes hermanos y se apoyaban todo el tiempo.
Tal fue su conexión que cuando Youha cumplió la mayoría de edad despidió a su madre como su representante y contrató a su medio hermano, que aún estaba estudiando en la universidad. Lo que le costó la enemistad con su madre por unos cuantos años. Algo que a Youha no le importó, ya que cuando la había necesitado, su madre nunca había resultado ser de apoyo para ella. En cambio, su padre y Junas sí, incluso la madre de este, era siempre muy amable con ella. Pese a que no tenían ningún laso sanguíneo. Solía invitarla a su casa a cenar cada Navidad, ella, Junas y su madre. Ya que, aunque su padre la quería, siempre estaba trabajando sin parar. Y pocas veces lograban verse. Actualmente, Youha vivía en un departamento con su hermano.
Autora: Osaku
Capítulo dos
Después de ducharse y colocarse las cremas faciales que tenía indicada cada mañana. Youha sacó de su neceser uno de sus aceites hidratantes y lo colocó por todo su cuerpo. Esa rutina la hacía cada vez que se bañaba, ya que su piel era reseca y no era bueno que lo supieran. Cuando pasó la mano por su entre pierna notó su cicatriz y se odió por ello. Ella sentía que eso la había desfigurado, sin embargo, no notaba lo afortunada que había sido al sobrevivir tras cortarse esa zona donde había una arteria enorme. Si bien la cicatriz tenía casi diez centímetros de largo y cuando se lo había hecho había necesitado muchos puntos, estaba en el pliegue de su pierna, por lo que prácticamente era imperceptible, aunque para una chica que había crecido con una mujer que le medía las calorías a los ocho años era de esperarse que reaccionara de ese modo.
Salió del cuarto de baño llevando una bata. En su cuarto estaban todos esperándola. Estaba acostumbrada a una vida así. Por lo que mirar su móvil mientras la maquillaban era cosa normal en su día a día.
—¿Qué desea que hagamos hoy con su cabello? —le preguntó la estilista a Youha y ella miró a su hermano.
—Solo déjalo lacio y dale algunas ondas al final. Ya que después de la entrevista debemos ir a una sesión de fotos —indicó él y Youha lo miró de reojo. No le había dicho nada sobre una sesión de fotos—. No me mires así, después de que rompiste con ese desgraciado la gente quiere saber cómo estás. Eres una figura muy importante y todos están a la expectativa de lo que te ocurra.
—Sabes que no voy a hablar de él en la entrevista —explicó Youha a su insistente hermano.
—Solo di que fue de mutuo acuerdo y que estás bien con eso, y lo dejarán ahí —indicó su hermano.
Sin embargo, Youha les pidió a todos que salieran del cuarto para conversar con su hermano a solas. Una vez que todos se fueron, ella se puso de pie y ya teniéndolo de frente le dio una cachetada y él no dijo nada.
—Trató de abusar de mí, no terminamos de mutuo acuerdo —le aseguró ella con ganas de llorar.
—Lo sé, te entiendo, pero sabes que es un empresario con mucho poder. Si te quejas como lo hicieron las anteriores, solo te hundirá.
Su hermano no quería actuar así, pero ya había hablado con sus conocidos y con sus abogados. No había manera de que le creyeran a Youha que él había tratado de abusar de ella. Sobre todo, porque hacía seis meses que salían. Muchos hablarían mal de ella y la expondrían, lo que le causaría demasiado estrés, algo que quería evitarle.
—Sabes que si fuera por mí ese tipo estaría bajo tierra —le dijo Junas y la abrazó—. Alguna vez perderán esos malditos, no siempre las mujeres van a tener que esconderse, pero ahora no es el momento. Bajaste cuatro kilos desde que se separaron. Me preocupa tu salud.
—Entonces, pídeles que no mencionen a ese maldito en la entrevista —le exigió ella y él acarició sus mejillas.
—Está bien, no lo harán; sin embargo, al menos no lo insultes o te quedarás sin trabajo por el resto de tu vida —le rogó su hermano sabiendo cómo era ella.
—Déjame en paz, tengo que elegir que ponerme —dijo Youha a su hermano para molestarlo.
—Las dejaré trabajar —indicó él mientras atendía su móvil después de abrir la puerta.
—Su hermano la quiere mucho, no se enoje con él —le pidió la modista.
—Lo sé, gracias —le respondió Youha al verla entrar, ella era muy amable con todos menos con su hermano. Su confianza estaba más allá de la simpatía.
—Sabía que nos llamaron de una empresa esta mañana, querían contratarme para un proyecto nuevo. Les dijimos que no, ya que nos encanta trabajar contigo —dijo la asistente de la modista, quien le traía los vestidos para que Youha se los probara.
—Porque molestas a la señorita Youha con esas cosas? —le preguntó la modista a su asistente llamándole la atención.
—¿Crees que sea él? —le preguntó Youha.
—Sí, le ha ofrecido trabajo a cada una de las personas que tú conoces —le dijo la mujer algo amargada.
—Si la propuesta es buena pueden ir, rescindiremos contrato sin problema. No quiero que se aten a mí después de esto —aseguró Youha.
—Cariño, estamos contigo desde que tu hermano es tu representante. No vamos a dejarte ahora porque un par de tontos quien en controlarnos con algo de dinero.
Escuchar eso hizo feliz a Youha. Muchos le habían dado la espalda después de que su ex se enojara porque ella no deseaba darle una segunda oportunidad. Ya habían pasado tres meses y Youha esperaba que ya se hubiera calmado porque había dejado de enviarle flores, al menos, consideraba que eso era una buena señal, pero no. Al parecer, no se rendiría todavía.
Por suerte para ella, ese día la entrevista salió bien, ya que la conductora del programa era su seguidora. Por lo que la hizo sentir muy cómoda. Y no le hizo preguntas maliciosas ni tocó una fibra íntima como quizás hubieran intentado hacer otros en su lugar.
Después de concluir con eso, salió con su hermano y sus guardaespaldas. Había muchísimos reporteros preguntando por qué ocultaba la razón del rompimiento con el famoso y encantador empresario. Youha estaba segura de que habían sido enviados por él, quería que ella se desbordara y contara lo que había ocurrido, para poder tener el derecho de arruinar su vida, como lo había hecho con otros en el pasado.
—Disculpen, no podemos dar entrevistas ahora —dijo Junas haciendo que Youha subiera al coche. Entre los empujones de los medios y los fans de su hermana. Era muy difícil para ella salir en público sin que las personas hicieran un alboroto al verla en la calle. Lo que había hecho que se quedara en casa durante su duelo. Incluso muchos hombres se trataron de comunicar con ella una vez que había salido el comunicado que ella y su novio ya no eran pareja. Algo a lo que estaba acostumbrada cada vez que se separaba de alguien.
—Gracias a todos por venir, pero se nos hace tarde —dijo ella, de la manera más amable que pudo desde dentro del coche.
Autora: Osaku
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