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La Villana Ya No Quiere Vivir

Capítulo 1

Las noches en la ciudad siempre fueron agitadas y concurridas, pero extrañamente hoy había muy poca gente afuera. Quizás tenga que ver con que está lloviendo a cántaros.

Caminaba por esas calles solitarias, empapada hasta los huesos. Podía saborear la sangre que salía de mi labio partido y sentía el dolor del golpe en mi cara y costillas. Mis lágrimas se mezclaban con las gotas de lluvia que caían.

Después de ser traicionada por las personas que amaba, golpeada, herida y miserable, ya no tenía ganas de vivir. ¿Para quién? Ni siquiera puedo hacerlo por mí misma.

Pensamientos suicidas invaden mi mente.

No quiero seguir viviendo.

Deseo arrancarme este dolor que tengo en el pecho.

Súbitamente, paré de caminar cuando llegué al puente más grande de la ciudad. Sin pensarlo dos veces, me lancé al vacío, la velocidad a la que caía era increíblemente rápida.

Antes de darme cuenta, mi cuerpo golpeó una roca y todo se volvió oscuro.

...

Desperté en un lugar oscuro, sin poder ver nada ni a nadie. Me preguntaba si esto era lo que había después de la muerte.

Toqué mi rostro y me di cuenta de que ya no tenía los moretones ni las costillas rotas.

-Estrella, la vida te ha dado golpes duros, pero te daré una segunda oportunidad. Sé feliz y no te aísles en ti misma, o lo lamentarás- escuché una voz antes de que mi cuerpo empezara a desaparecer.

...........

Volví a despertar, pero esta vez en un lugar que olía horriblemente, como un sótano en descomposición. Me acostumbré al olor, ya que he estado en lugares peores. Me levanté de la cama en la que estaba y me acerqué a un pequeño espejo que se encontraba en ese espantoso lugar.

Al verme, mis ojos se abrieron de par en par. Esta no era yo. Tenía el pelo negro que caía hasta mis hombros y unos ojos verdes opacados. Era tan hermosa como antes, incluso diría que más.

Aún estaba procesando todo. No quería esto, solo quería descansar y morir de una buena vez.

Golpeé con fuerza el espejo, haciendo que se rompiera en pedazos. Tomé uno, con la intención de acabar con mi vida.

Pero alguien entra al cuarto y al ver lo que intento hacer, grita. Era una mujer vestida de sirvienta, parecida a las que había en mi antiguo hogar... No, ese lugar nunca fue mi hogar. Ese lugar era el maldito infierno y yo lo estaba viviendo.

La mujer, al ver cómo corto un poco mi brazo, grita:

-¡Señorita!

Eso es lo último que escucho antes de desmayarme...

............

- Estrellita, acércate. No te haré nada malo. Di un buen dinero a tu padre para que no te preocupes. Si me gustas, lo que haces, te casarás conmigo.

Luis, a quien creí ser mi mejor amigo, había pagado por mi virginidad.

Él empieza a acercarse, yo no pude moverme. Las lágrimas bajaban por mis mejillas enrojecidas por los golpes anteriores que mi madre me había dado.

Él me jala hacia él y destroza mi camisa. Intento taparme los senos mientras sollozo.

—Por favor, no lo hagas —hice todo lo posible para resistirme, pero él no me escuchó.

Destrozó mi ropa interior para luego introducir a su miembro de una estocada. El dolor era indescriptible y yo solo gritaba y lloraba, rogando que me dejaran ir, pero en vez de eso, solo golpeó mi rostro, costillas y otras partes de mi cuerpo.

Él daba estocadas violentamente, mientras gemía. Verlo hacer eso me dio tanto asco que vomité. Después de unos minutos, sentí un líquido en mi interior y vi cómo él se estremecía.

Pensé que había acabado, pero lo hizo incontables veces. Pero llegó un momento en que se durmió, así que aproveché y me levanté como pude. Por cada paso que daba, sentía un fuerte dolor y podía ver sangre en mi zona íntima. Salí de esa casa con moretones y destrozada.

.................

- ¡No, POR FAVOR, NO ME TOQUES! - Las lágrimas no paraban, tenía miedo.

Miré a mi alrededor, pero esta vez no estaba en aquel asqueroso lugar. La habitación era lujosa y bonita, pero no me interesaba, yo solo quería salir de ese lugar. Ni siquiera sé dónde estoy. Veo mi brazo, que está vendado con delicadeza.

La puerta se abre y entra la misma sirvienta de antes.

- Señorita Evelin, por fin despertó - En sus ojos había alivio y felicidad. Yo en algún punto de mi vida los tenía igual, pero eso fue antes.

- Señorita, ¿me escucha?

- No sé quién es Evelin - fue lo único que dije en un tono seco y rasposo.

---------------nota del autor---------------

esta novela ya estaba publicada pero, después de pensarlo decidí eliminarla para poder seguir escribiendo la gracias por su apoyo.

Besos y abrazos 😚💋.

Capítulo 2

"Las llamas de la princesa" es una novela de fantasía que trata sobre cómo una princesa de un imperio viaja hacia el Imperio Zafiro para lograr la paz entre los imperios. En el camino, ella juega con cada uno de los protagonistas, pero en ningún momento se siente atraída por ninguno de ellos; solo los utiliza para su beneficio.

Uno de ellos es el Gran Duque del Norte, quien tiene una prometida, la hija de uno de los cuatro duques más importantes del imperio. Sin embargo, cuando él conoce a la princesa Soraya, se enamora perdidamente de ella y quiere romper el compromiso, algo que su prometida no acepta.

Evelyn, prometida del Gran Duque, empieza a hacer lo imposible para que la princesa desaparezca. En una ocasión, intentó envenenarla, pero fue descubierta. Sin embargo, como hija de un duque, no encontraron suficientes pruebas para culparla. Por ello, la encerraron en un sótano sin comida, solo con agua, durante tres semanas, el mismo tiempo que duraron en encontrar un antídoto.

Aunque ella es la hija de un duque, ellos no tienen ningún tipo de relación. Y para acercarse a ella, él la ayuda para deshacerse de la protagonista, pero le cuesta la vida. Él muere antes que su hija debido a su traición a la familia imperial, y ella muere por intento de envenenamiento. Después de su muerte, el ducado queda en manos del hijo mayor del duque, quien es uno de los protagonistas. Él odia a su hermana menor por intentar hacerle daño a la protagonista, pero al final ella no se queda con ninguno de los protagonistas, solo los usa para evitar el inicio de una guerra.

.........

-No sé quién es Evelyn- responde su doncella Sara sorprendida por la respuesta de su señorita. Los ojos de Evelyn se quedan mirando hacia el vacío, ya no quería vivir.

-¿Señorita, me reconoce?- pregunta Sara con cautela.

Evelyn niega con la cabeza sin mirarla.

A ella le resulta conocido el nombre, pero no recuerda de dónde. Pero tampoco le importa, ella solo piensa en lo que le hizo ese animal.

Sus lágrimas salen de sus ojos, sorprendiendo aún más a Sara, que sale corriendo de la habitación hacia el despacho del duque.

Sara corre con desesperación. Al llegar al segundo piso de la mansión, toca la puerta de la oficina del duque.

-Pase- el duque la deja ingresar con una voz seria.

Sara, al entrar, lo encuentra ocupado con unos papeles. Él los baja al verla.

-¿Qué necesitas, Sara?- pregunta el duque.

Sara, agitada, intenta hablar pero no puede. Las lágrimas brotan.

-Mi señorita...

El duque ama a su hija, pero está claro que ella lo único que hacía era apartarlo. Sin dejar terminar a Sara, sale de su despacho para ir a ver a Evelyn.

El duque, sin tocar la puerta de la habitación, entra, pero en la cama ya no había nadie, ni en el baño, ni en el armario. Solo queda el balcón, y él se acerca a él.

Evelyn, que estaba a punto de saltar del balcón, lo ve al sentir la presencia de alguien. El duque se asusta al notar su mirada sin ganas de vida de su hija.

Y sin esperar a que él haga algo, ella se lanza desde el tercer piso.

-¡EVELYN!- grita, pero ya era demasiado tarde.

Evelyn cae en los brazos de alguien.

Adric, el hijo mayor del duque, había visto todo mientras entrenaba. No pensaba que su hermana menor haría una locura, pero verla caer hizo que su cuerpo inconsciente se lanzara hacia ella, atrapado la.

Evelyn, al sentir cómo alguien la toca, comienza a gritar.

-¡NO ME TOQUES, NO ME HAGAS DAÑO, POR FAVOR!- Adric la suelta e intenta acercarse a ella.

-ALÉJATE, NO TE ACERQUES.

-Evelyn, cálmate, soy yo, Adric.

Ella no lo reconoce.

-No te conozco, por favor te lo pido, no te acerques. Yo debí estar con David, no aquí, no te conozco- murmuraba mientras se tocaba desesperadamente la cabeza.

El duque corrió hacia ellos agitado.

-Adric, ¿qué le pasa a Evelyn?- El hombre veía a su hija con tristeza; ella había cambiado mucho.

-Papá, ella no me reconoce...

-¿QUÉ?- Él miró a Evelyn. -Cariño, ¿sabes quién soy?- Ella niega con la cabeza. -Soy yo, papá-

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-Vamos, Estrella, papá no te hará daño.-

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-No, papá, por favor, no lo hagas.-

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-Aléjate de David, si no quieres que ese mocoso termine muerto.-

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-Estrella, no puedes decirle a nadie lo que hace papi, porque si no, papi se sentirá triste, ¿me entiendes?- Asiente.

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-Me dieron un buen dinero por ella, al final me sirvió de algo criar a esa mocosa.-

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-No, papá, no, papá, no, no, no- niego alejándome de ellos.

Todos los sirvientes vieron lo que pasaba, estaban preocupados. La señora se acercó a su señorita con una manta e intentó taparla.

-Señorita, entremos, hace frío. Por favor, no vuelva a hacerse daño- ella permite que Sara se acerque y se va con ella.

Sara mira al duque y a su hijo que están pasados en su lugar.

---------------nota del autor---------------

Segundo capítulo eh corregido los errores de la escritura pero si tiene pueden decírmelo

Gracias por leer.

Capítulo 3

Después de ese día, Evelyn no salió de su habitación. La única persona que entraba era Sara, su doncella, quien se desmorona cada vez que ve a su señorita.

Los recuerdos del ayer espantan a Evelyn todas las noches. Sus fuertes sollozos inundan su habitación y detrás de la puerta un padre preocupado, al no saber qué es lo que su hija tiene, le causa impotencia y también llora, mientras que el hijo mayor se cuestiona por qué odió a su hermana todo este tiempo por una mujer. Esos días se volvieron los más silenciosos de todos estos años.

EVELYN

Recuerdos que no pertenecen se apoderan de mi mente, la propietaria original. Todos esos nombres se me hacían tan conocidos como si ya los hubiera visto o leído...

"Las llamas de la princesa."

Lo recordé, esto es esa maldita novela que David me regaló en mi cumpleaños número 16, pero la verdad no me gustó para nada. De hecho, ni siquiera la terminé de leer. Solo la empecé a leer porque David me la regaló. Ese libro es una de las pocas cosas que me quedaban de él.

Un nudo se formó en mi garganta al recordarlo, la culpa me carcomía. Si no fuera por mí, él no hubiera muerto. Soy una maldita que destruye todo lo que le importa. No quiero sufrir más. Yo solo quería descansar y quizás me volvería a encontrar con él, pero ahora estoy aquí.

Por más que quiera centrarme en el aquí y ahora, no puedo, porque toda esa mierda me persigue. Hubiera deseado no recordar.

_____________________

—Adric, te ves horrible.

Adric había salido de la mansión que ahora parecía que vivían fantasmas. Hasta los mismos sirvientes se unieron a la miseria.

El príncipe heredero luce preocupado por el estado de su amigo que hace unos días estaba feliz.

—¿Qué pasó ahora, Adric?

—......

Sus ojeras eran notables, su barba creciente y sus facciones más delgadas.

—Evel...

—No te atrevas a hablar de mi hermana, ella no está bien —Alex frunce el ceño.

Evelyn había sido encerrada por el intento de envenenamiento hacia Soraya.

—Volvió a hacer algo malo. Si lo hizo, sabes que esta vez no se salvará. Él sabe que su padre, el emperador, no la juzgó porque es la hija de su mejor amigo, pero si vuelve a atacar, él no podrá hacer nada.

Adric, que ahora tiene los ojos llorosos, deja caer una lágrima por su mejilla, mostrando su tristeza.

—Ella... no está bien. Algo le pasó, pero no sabemos qué es porque no nos deja acercarnos a ella —Alex mira a Adric buscando una explicación—. El día que ella salió del encierro, Sara, su doncella, la encontró cortándose con trozos de vidrio rotos —El príncipe abre los ojos de par en par—. Se desmayó, pero cuando despertó, no recordaba a Sara ni su propio nombre. Así que Sara fue a buscar a padre, pero cuando llegó, ella se había tirado del balcón de su habitación. No se causó mucho daño porque yo estaba entrenando cerca y corrí a atraparla.

Alex había sido el mejor amigo de Adric desde niños, pero durante un tiempo se separaron porque ambos estaban interesados en la misma mujer. Sin embargo, hoy Adric fue a buscarlo, pero no esperaba todo lo que él le estaba contando.

—Ella no dejó que ni padre ni yo nos acercáramos. Se fue con Sara y se encerró en su habitación. Hasta ahora, Sara es la única que entra e informa sobre lo que ella hace.

El príncipe también conocía a Evelyn desde hace tiempo porque es amigo de su hermano, pero el comportamiento que su amigo describía no era para nada como la chica que él conocía.

—¿No sabes si alguien le hizo algo?—preguntó el príncipe. Adric negó con la cabeza.

—Ella perdió la memoria. Créeme, Alex, la mirada que ella me dio cuando la atrapé era tan vacía y triste, y su cara preguntaba el porqué no la dejé morir —de solo contarlo, un escalofrío recorrió la columna de Adric.

—Yo, Adric, no sé qué decirte. Es tan extraño, pero si necesitas ayuda para encontrar a la persona que causó esto, estoy aquí para ti, amigo.

Adric pensó un poco y recordó.

—No te conozco, por favor te lo pido, no te acerques. Yo debí estar con David, no aquí. No te conozco —murmuraba mientras se tocaba desesperadamente la cabeza.

—Ella dijo un nombre, pero yo no conozco a nadie con ese nombre, David —los dos se miraron y pensaron lo mismo.

—El duque. —El duque.

El prometido de Evelyn, el gran duque del norte, quien odia a Evelyn por un compromiso no deseado y por el intento de envenenamiento a Soraya.

A Adric nunca le gustó Daven, ya que sabía que a él no le gustaba su hermana. Trató de decírselo, pero a ella no le importó y fue a suplicarle a su padre, quien después de mucha insistencia, aceptó.

Claramente, los nombres David y Daven son diferentes, pero ellos pensaron que fue un error de ella. Tan solo pensar en que ese imbécil le hizo algo a su hermana llenaba de rabia a Adric, al igual que a Alex, quien apreciaba a Evelyn.

Justo en ese momento, alguien entró a la habitación donde los dos hombres hablaban.

Adric, al verlo, se levantó rápidamente y corrió hacia él, pero Alex lo agarró para evitar que se hicieran daño.

—¡Hija de puta, qué le hiciste a mi hermana! Yo sabía que no debía permitir ese compromiso, pero esta vez te pasaste, Daven—Adric escupió más palabras de odio hacia el hombre que recién había llegado.

—¿De qué hablas? Yo no he tocado a Evelyn, y si te refieres al encierro, ella misma se lo buscó—habló el desconcertado.

—Ah, ¿no sabes? Por qué no vamos todos y lo vemos juntos...

______________________

Evelyn, después de estar todo este tiempo en su habitación, salió a petición de Sara, pero con la condición de que ella fuera sola. Sara aceptó, pero se quedó cerca para observarla y evitar que se hiciera daño.

Evelyn se sentó debajo de un árbol, y de repente, un recuerdo vino a su mente.

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—Mamá, ¿por qué papá...?

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El sonido de la cachetada resonó en la habitación

—Te dije que no le dijeras nada a nadie, pero es lo primero que haces, correr hacia tu madre. Más te vale que no vuelvas a mencionar nada, ¿ME ENTIENDES?— asintió y el hombre la agarró del cabello y la tiró a la cama.

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El hombre empezó a desabrochar su cinturón del pantalón...

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Los tres hombres que habían utilizado un artefacto mágico para llegar más rápido a la mansión vieron cómo Elise gritaba y se agarraba la cabeza, intentando arrancarse el cabello. Pero justo a tiempo, Sara corrió hacia ella y comenzó a tranquilizarla.

Daven y Alex no pudieron ocultar su sorpresa. Nunca antes habían visto a Evelyn de esta forma. No solo lucía más delgada y descansada, sino que sus ojos verdes, que ya eran un poco opacos, ahora parecían aún más apagados. Adric, por su parte, solo observó la escena con tristeza, como si ya hubiera presenciado algo similar antes.

-Yo no le hice esto- dijo Daven con voz temblorosa. -Saben que ella no me agrada, pero no haría algo que la dejara así-.

-Entonces, ¿por qué aunque ella haya perdido la memoria, te recuerda? Ella mencionó tu nombre-cuestionó Adric.

-Adric, ella no dijo Daven, dijo David- intervino Alex, aún en estado de shock, y se acercó para apoyar a Daven.

-Entonces, ¿quién es David?-preguntó Adric, confundido.

-----------nota de la autor---------------

Hola espero que les allá gustado el capítulo de hoy besos y abrazos 💋😘

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