Eran aproximadamente las 7 de la noche cuando la luz roja del semáforo me detuvo, vengo perdido en mis pensamientos, golpeo el volante de mi auto y al mismo tiempo la veo cruzar la calle allí delante de mí... ¿No puede ser ella? Me pregunté mentalmente y a la vez reaccioné... ¡Sí, sí es ella! La sigo con la mirada mientras cruza la calle, se veía tan bella o más que antes con su hermosa y larga cabellera negra azabache hasta la cintura con unas pocas ondas en las puntas, sentí que el tiempo se detuvo en un instante hasta que los pitos y los gritos de otros conductores me hicieron caer en cuenta que estaba a media calle obstaculizando el tránsito, trate de seguirla, pero esa calle era flecha entonces tuve que dar toda la vuelta a la otra cuadra y tomar la calle por donde la vi perderse, pero no la encontré tal vez tenía su auto estacionado por esa calle o alguien la estaría esperando o simplemente tomó el bus o un taxi, lo único cierto fue que la perdí de vista...
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Soy Alejandro de Jesús San Ferrer Maldonado médico traumatólogo con especialidad en pediatría tengo mi consultorio privado, pero me encantan mis guardias en el hospital público. Al morir mi abuelo nos dejó a mi hermana y a mí una herencia para nuestro futuro profesional, mi hermana Kendra es Psicóloga.
A mis 28 años de edad estoy divorciado y tengo un hijo de 3 años de edad, la verdad me casé muy enamorado de Cecilia o eso pensaba yo, al principio nuestro matrimonio fue toda una maravilla, todo era hermoso, todo era color de rosa cada vez que podíamos viajábamos, hacíamos vacaciones relámpago, inventábamos un fin de semana en la playa, en el campo, en la montaña, en la piscina.
****TIEMPO ANTES****
A Cecilia le encantaba ir de tiendas, muchas veces compraba por comprar hasta que en un momento me puse a pensar y al revisar mis estados de cuenta, pero en especial los movimientos de la tarjeta de crédito de mi adorada esposa; entonces me di cuenta de que los gastos eran demasiado elevados, empecé a recortar un poco todas las cosas y desde allí todo empezó a cambiar entre nosotros...
- Amor? --Estoy recostado en mi cómodo mueble de la sala de estar viendo un programa de televisión un tanto interesante, ella coloca algunas bolsas en otro mueble de las pocas compras pudo realizar ese día--
- ¡Hola! Buenas noches, como te fue hoy? --le digo con mi mejor sonrisa porque ya sabía por dónde venía por su seriedad--
- Amor, hay algo malo en tu tarjeta?
- No! Por qué lo dices? --mientras tomo un poco de mi delicioso café--
- Porque hoy quedé en pena en el centro comercial, no pude comprarme los zapatos que tanto quería y me encantaron porque la tarjeta no paso.
- Bueno amor si tanto te gustaban, hubieses devuelto otra cosa que no necesitarás.
- Es que todo lo que compré realmente me gustaba... ¡Amor! ¿Podrías darme dinero para mañana ir por los zapatos?
- Lo siento Cecilia, amor ya te consumiste el límite mensual vas a tener que esperar el próximo mes.
- Pero Ale! Aún falta mucho para el próximo mes.
- Amor! Entonces vas a tener que tener un poco de paciencia porque a partir de este momento ese será tú le mete mensual.
- Qué? Amor estás de juego verdad?
- No amor, te lo estoy diciendo muy seriamente tenemos que reducir los gastos ya no tenemos mucho dinero... --bese su mejilla y me fui a acostar a dormir--
A partir de ese momento Cecilia empezó a cambiar conmigo, Bueno! Realmente nuestra relación meses después se fue transformando totalmente, fui reduciendo los gastos paulatinamente hasta llegar al extremo, al punto que le tuve que pedir ayuda a mi hermana porque Cecilia no quería colaborar, se esmeraba por hacer compras innecesarias y dejaba de lado los gastos de la casa y la comida...
- Kendra, eso será por unos pocos meses...
- Ale, no quiero decir te lo dije, pero sí te lo dije --mientras me abraza de lado-- Hermano sabes que cuentas conmigo para lo que sea pero deberías de consultarlo con un abogado no vaya a ser que después tengas problemas.
- Ya hablé con Gregorio, él dice que no hay problema porque nosotros nos casamos por separación de bienes.
- Pero no entiendo, Ale?
- Es que Cecilia ha estado gastando mucho más de la cuenta, cantidades demasiado altas ya ni le importa lo que compra, el otro día tenía 3 vestidos del mismo color, modelo, marca, talla con la etiqueta pegada en el clóset... Hermana tengo que conseguir la forma de controlarla porque de seguir así me va a llevar a la ruina.
- Bueno ya sabes que cuentas conmigo...
Kendra y mi amigo Gregorio abrieron una cuenta mancomunada donde iba destinado la gran parte de mi ingreso, le hicimos creer a Cecilia que la compañía iba mal y por eso las ganancias eran más bajas.
Llegó el momento que Cecilia casi siempre estaba de mal humor, ya no me atendía, no me hacía ninguna comida, el departamento estaba hecho un desastre total, la ropa sucia tiraba por todo el cuarto de lavado y pare contar... Llegamos al punto que hasta ni relaciones íntimas teníamos, nuestra vida matrimonial se fue de picada, parecíamos en par de extraños viviendo en el mismo lugar.
Un día llegué al departamento después de tener un largo día atendiendo la emergencia de un bus escolar que se volcó, gracias a Dios no hubo muertes pero sí muchos niños heridos de gravedad; estaba bastante cansado y lo único que quería era darme un baño de agua tibia y acostarme a dormir pero al abrir la puerta me encontré con un desorden total y Cecilia llorando pegada a una botella de licor, me sentí bastante mal al verla en ese estado...
- Cecilia que haces? --mientras trato de quitarle la botella--
- Llegaste? --mientras se ríe-- Te estoy esperando desde temprano.
- Disculpa amor, se me presento una emergencia... Te mandé mensaje por qué no contestaste?
- Estoy embarazada --me soltó así sin más-- Pero no quiero tener este bebé.
- Qué? --pensé que por la borrachera que tenía estaba diciendo disparates, no sé que me sorprendió más si la noticia del embarazo o de que no quería tener al bebé; pero dicen que los borrachos y los niños siempre dicen la verdad-- Vamos a darte un baño amor, lo necesitas, ya te preparo un café bien cargado --la metí en la tina y le di un baño, luego la cambie y se quedó dormida--
De verdad estará embarazada?... Voy a ser padre?... ¿Justo en este momento tan crítico de nuestra relación?... Eran algunas de las interrogantes que tenía, no podía evitar sentirme emocionado pero muy preocupado a la vez...
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Alejandro
Esa noche con Cecilia en ese estado fue patética, yo que pensaba llegar a casa y descansar, pero lo que me encontré fue una triste realidad; luego de ayudarla y que se durmiera empecé a recoger todo el desastre que había. No sabía qué tan cierta era la noticia, pero lo que si es cierto es que me preocupa el estado de salud de Cecilia que en ese momento era muy deplorable, al día siguiente no fui a trabajar espere que despertara, por obvias razones despertó con un fuertísimo dolor de cabeza, luego cuando descanso y pudimos hablar... Sí efectivamente es cierta la noticia y también me confirmo que no quería tener al bebé; estuvimos hablando y logre convencerla de continuar con el embarazo.
El tiempo fue pasando pero nuestra relación ya no era la misma, a la final Cecilia decidió seguir con el embarazo porque tenía un problema en sus ovarios y era muy probable que no pudiera volver a embarazarse...
Cecilia era la encargada de la tienda de Telefonía celular, por sus crisis y terapias había tenido muchas faltas laborales justificadas, sus jefes le asignaron solo una tienda para no estresarla durante ese periodo.
A medida que fueron pasando los meses nuestro matrimonio empeoró de tal manera que Cecilia no me quería ver ni en pintura, fue algo bastante deprimente para mí porque yo quería acompañarla durante todo el proceso de embarazo, estar con ellos, vivir su día a día, sus amaneceres, sus madrugadas y ver crecer poco a poco su vientre. La Doctora dijo que en algunas mujeres esto era normal...
- Doctora no entiendo?
- Señor San Ferrer ella está pasando por una crisis Prenatal bastante fuerte, que es muy normal en algunos embarazos debe tenerle mucha paciencia y tratar de no forzarla a compartir espacios con nadie.
- Es decir, que es muy posible que me pierda el proceso de embarazo? ...Yo no puedo estar cerca de ella, cambié mi loción, mi champú, jabón, hasta la fragancia del detergente, del desinfectante y nada, esa mujer no me soporta a su lado...
Y así fue... Me tuve que mudar a vivir con mi hermana Kendra para evitar que Cecilia agarrara alguna rabieta solo por el hecho de compartir el mismo espacio, en pocas palabras por mi culpa. Ella empezó a ir a terapias individuales y luego en pareja, pero no logramos avanzar nada, bueno lo único que avanzaba era el embarazo y yo tenía que conformarme con verla de lejos, por fotos y videos, yo quería estar allí para abrazarla y sentir a mi bebé creciendo dentro de ella. Llegamos hasta el punto de que tuve que mandarle el mercado con mi hermana Kendra, con mi amigo Gregorio, con la cuñada o con mi suegra, o en caso más dramático le depositaba el dinero o pedía un servicio de entrega a domicilio.
Cecilia tenía una dieta estricta ya que era vegetariana, tuvo que obligarse a comer pocas porciones de carnes durante el periodo de gestación.
El día del parto todo se complicó porque Cecilia se puso bastante nerviosa, se le subió la tensión y tuvieron que practicarle una cesárea de emergencia, después de eso todo salió muy bien, Cecilia estaba en el área de recuperación mientras los doctores monitoreaban su presión arterial; logré tener a mi hijo en brazos mientras estuvo en la clínica, fue el día más feliz de mi vida tener ese pedacito de nosotros en mis brazos y más con la tranquilidad que está sano y saludable. Ya en casa Cecilia seguía con la misma actitud hacia mí. Unas semanas después fuimos a terapia y luego a otras tantas pero Cecilia ya no era la misma, aunque decía que era algo que no podía controlar...
- Ale, de verdad que he estado poniendo bastante de mi parte pero esto es algo que no puedo controlar... estar cerca de ti me produce algo que no sé cómo explicarlo --me decía mientras estábamos en la sesión de terapia, ella no podía estar a mi lado, estábamos prácticamente de extremo a extremo--
- Ceci yo creo que con un poco más de tiempo y con la ayuda de las terapias podemos arreglar nuestra situación... --yo no quiero separarme de mi esposa porque muy aparte de lo que últimamente no sé que siento por ella, está nuestro hijo y no podré compartir al máximo de su tiempo y crecimiento mientras no viva en casa--
- Ale, es que esto es algo totalmente incontrolable... --respiro profundo-- Mira! Cuántas sesiones de terapias llevamos? 6, está es la sexta y siento que no he avanzado nada; no puedo tenerte ni a 2 metros de distancia... Estar cerca de ti me produce una sensación --se quedó callada por un rato, me imagino que buscando la palabra que describe todo lo que siente, obvio la doctora y yo nos quedamos en silencio esperando a que ella termine de completar la frase-- Alejandro, mejor no te lo digo lo que está pasando por mi mente para no ofenderte, porque tú eres una gran persona, has sido excelente esposo, compañero --mientras unas lágrimas ruedan por sus mejillas-- Has sido una gran compañía y ahora sé que eres un excelente padre pero yo no puedo más, nuestra relación o mejor dicho lo que quedaba de ella llegó hasta aquí... Tú te mereces algo mejor que estás peleas injustas y sin sentidos de mi parte, pero es algo que no puedo controlar, no soporto la idea de tenerte cerca de mí... Y por tu salud, la mía y la de nuestro bebé te pido que nos separemos definitivamente...
Eso para mí fue un duro golpe, pero que más se podía hacer si ya estábamos separados, yo iba a visitar a mi hijo cuando ella no estaba o ella se encerraba en la habitación. Nuestro hijo Cesar ya tenía 8 meses y pasaba unas tardes conmigo, cuando yo no tenía guardia en el hospital. Logramos llegar a un acuerdo y finalmente terminamos firmando el divorcio. Meses después nuestro hijo cumplió su Primer añito y estuve presente pero un poco alejado de Cecilia, fue incómodo pero era lo mejor para no dañar la celebración.
Me compré un departamento a unas cuadras del departamento de Cecilia para estar lo más cerca posible de mi hijo, mi suegra o mi cuñada en las tardes lo bajaban al parque y yo en muchas oportunidades pude compartir con él. Siempre había alguien que nos ayudaba a Cecilia y a mí para mantener la "comunicación" entre nosotros, estaban mi suegra, la cuñada, mi hermana y no podía faltar mi amigo y compadre Gregorio...
Voy de regreso a casa bastante cansado después de una larga jornada en el hospital, hoy no pude ir a visitar a mi príncipe... La luz roja del semáforo me detiene y no puedo evitar pensar en ella nuevamente, desde hace unos meses que la vi cruzar está calle y que la perdí de vista, Gregorio me dijo que estaba bien pero que desde hace mucho no tenían contacto porque por su trabajo no se la pasa en la ciudad, pero cuando puede pasa algunos días con Leticia, me he cohibido de preguntarle que fue de su vida desde que mis padres me obligaron a irme de viaje a estudiar en el extranjero...
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Ivanna Valentina Méndez Figueredo, 27 años, Asesora de contratos de seguros, trabaja en una empresa Multinacional. Larga cabellera negra, ojos cafés, morena clara de una estatura promedio de 1,60. Tengo una adorable madre que a pesar de tener 60 años no se le nota por ningún lado, es bastante activa y tiene un alegre espíritu bastante contagiante, mi hermano es ingeniero industrial, tiene casi 40 años ya está casado, tiene 2 hijos y vive en otra ciudad.
Mi vida no ha sido muy interesante que digamos o tal vez necesite algún cambio para salir de la monotonía...
****TIEMPO ANTES****
Desde que estudiaba el bachillerato hicimos un grupo Leticia, Gregorio, Alejandro y yo, bueno al principio fuimos asignados así en una materia para hacer un trabajo y así nos quedamos hasta que nos graduamos; hacíamos prácticamente todo juntos, nos hacíamos compañía para ir o regresar del liceo, tomábamos nuestras meriendas juntos, íbamos a las bibliotecas, éramos un grupo bastante unido, y claro que compartimos con el resto de los compañeros, pero nuestro grupo era especial, muy especial; estuvieron conmigo cuando mi padre falleció, me acompañaron, me reconfortaron y no me dejaban sola ni un segundo. No éramos los cerebritos de la clase, pero si éramos buenos o tratábamos de serlo.
El día de nuestra graduación habían muchas emociones encontradas, todo estaba realmente hermoso, yo tenía un largo y suelto vestido rojo que tenía un sencillo, pero bonito bordado en el pecho, unas sandalias trenzadas en color negro con unos pequeños detalles brillantes, mi cabello suelto, un bonito suave maquillaje; mi amiga Leticia vestía de verde olivo con unas sandalias plateadas y su cabello con un broche brillante de lado, un poco más maquillada que yo y los chicos de traje, se veían muy guapos. Para sorpresa de todos cuando estaban entregando los méritos a los mejores lugares yo era la 3 mejor de la clase, así que fui merecedora de 3 medallas la de grado, 3.er mejor lugar y la de mejor amigo.
Nuestro regalo de graduación fue un fin de semana a la playa, mejor dicho era una hermosa isla. Fueron 3 espectaculares e inolvidables días, dónde compartimos todo el grado, nos quedábamos hasta el amanecer en la fogata, echando cuentos entre lágrimas y risas; desde ese momento Ale y yo nos "unimos" un poco más por así decirlo, Ah! Porque el día de la graduación sin querer entre abrazos, besos, felicitaciones, alegrías y lágrimas Ale y yo nos abrazamos y felicitando cuando de pronto sucedió algo inesperado... ¡Bueno! Alejandro y yo es sin querer nos dimos un beso en los labios, nos quedamos mirando a la cara o sea prácticamente fue algo como que a la vez los dos pensamos que fue por la emoción del momento, nos dijimos a la vez "disculpa no lo quise hacer" nos echamos a reír y lo pasamos desapercibido y nos dimos un gran abrazo de amigos, pero Leticia luego me preguntó que había sucedido allí...
- Señorita Ivanna! Usted, me estás ocultando algo? --me interroga mientras estamos en el baño-- Que parte del cuento entre tú y Ale me perdí? Desde cuándo comenzaron que no me dijiste nada, mala amiga... --dice cruzando sus brazos y con su cara de puchero--
- Leti, no te estoy ocultando nada amiga, lo que acabaste de ver entre Ale y yo fue... Fue...
- Fue algo que esperabas desde hace mucho tiempo! --dice con su gran sonrisa mientras aplica su labial--
- No! Leti como crees, nosotros somos amigos...
- Si, unos tontos amigos que se gustan y ninguno quiere dar el primer paso, mejor ya regresemos que nos vamos a perder la fiesta.
Desde ese momento me quedé pensando en lo que me había dicho Leti en el baño sobre lo que sucedió con Ale y en todos estos meses atrás que mientras hacíamos trabajos, investigaciones o salíamos por alguna razón Ale y yo siempre estamos juntos, siempre nos tomábamos de las manos, íbamos, veníamos, buscábamos, compartíamos, pero siempre juntos, Siempre...
Luego en la isla nos pasaron tantas cosas, casi me ahogue y Ale me salvó, me caí de la lancha y él me rescató; comíamos, lavamos los platos, salíamos, paseamos, nos bañamos en la playa, tomamos las siestas juntos, lo único que nos faltó fue ducharnos juntos... Íbamos de arriba a abajo juntos, los compañeros decían en juego que éramos pareja y nosotros decíamos que si solo por seguirle la corriente.
La noche antes de regresar de nuestro viaje, nos quedamos sentados en la orilla de la playa, uno al lado de otro, apoye mi cabeza en su hombro...
- Y ahora que va a pasar con nosotros? --pregunto mientras emitía un gran suspiro--
- No creo que porque terminamos este ciclo de nuestras vidas, nuestra amistad se tenga que terminar --le dije muy tranquila aún recostada en su hombro--
- Tienes toda la razón! --nos quedamos en silencio, solo se escuchaba el oleaje y el soplar de la brisa-- Ivanna?
- Sí!
- Nada, olvídalo... --allí nos quedamos hasta tarde despidiéndonos del lugar--
Al siguiente día teníamos que regresar, viajamos juntos, compartimos puestos uno al lado del otro, veníamos tomados de la mano como cualquier pareja enamorada, al llegar a nuestro destino nos despedimos con un gran abrazo, llorábamos y nos abrazamos todos a la vez, hicimos abrazos de oso entre varios, y de verdad no nos queríamos separar; luego quedamos en visitarnos constantemente, pero antes de que Ale y yo nos terminamos de despedir totalmente volvió a suceder lo mismo que en la graduación, tuvimos un roce de labios, pero esta vez fue como un poco más duradero fue como un verdadero beso rápido pero un verdadero beso y luego un gran abrazo.
Días después nos reunimos los 4 fuimos por unos helados conversamos un rato la pasamos súper bien, después de esa salida tuvimos unas tantas, por un café, por unos helados, a comprar unas cosas, en unas salidas faltaba Gregorio en otras Lety hasta una oportunidad que tuvimos unas 2 salidas solamente Ale y yo porque ya Lety había empezado a trabajar y Gregorio pronto estaba por comenzar clase y bueno en una de esta última salida, Alejandro y yo estuvimos hablando de todo y de verdad que no lo quería admitir, pero sí sentía una atracción muy especial por él, pues tenía miedo mucho miedo de perder a mi amigo, ese día fuimos por unas compras, nos sentamos a hablar un rato en un café una cosa llegó a la otra y no sé qué nos pasó, pero nos dimos un beso; después Alejandro nos invitó a ver una película en su casa, estábamos los 4, la película era de acción y estábamos bastante entretenidos ya para la segunda película Lety no se quiso quedar porque se le hacía muy tarde y Gregorio la acompañó, total fue que nos quedamos Ale y yo solos viendo la otra película que era un poco romántica con unas escenas fuertes... No sé qué nos pasó, debe ser que se nos fueron un poco los tragos a la cabeza y cuando nos dimos cuenta habíamos tenido relaciones fue una locura pero sucedió; fue muy bonito, tierno, besos, caricias, hicimos el amor... Si todo, toda mi primera vez fue con él, con Alejandro...
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