Daiki, un joven de 17 años, se encontraba caminando solo por una ciudad, oscura y deshabitada. Parece asustado, y camina mirando a su alrededor, encapuchado y con sus manos en los bolsillos. Daiki, p,arece ser alguien introvertido y de pocos amigos. Sin embargo, su miedo se debe a algo. Algo, que Daiki no puede ver, pero puede sentir.
...Daiki...
Daiki: Esa sensación de nuevo... No entiendo.
¿Qué me está pasando? Últimamente, me siento más cansado que de costumbre.
Daiki se detiene, apretando sus puños con fuerza. Respira y continúa. Daiki se quita su capucha y comienza a correr. En el primer desvío, Daiki dobla a su derecha y corre a gran velocidad, entrando a un edificio. Daiki sube las escaleras, muy nervioso y llega frente a una puerta.
Daiki: Esa sensación... ¿Porqué no se quita? Ya estoy... Ya estoy en casa. Donde solo mis pensamientos importan.
Daiki entró al departamento. Cerró la puerta y tiró las llaves en la mesa. Daiki se dirigió a la heladera y tomó un refresco. Bebiendo el refresco, se dirigió a su habitación y se sentó frente a su ordenador. Daiki respiraba y pensaba, mirando su ordenador, sin hacer ningún movimiento.
Daiki: ¿Qué es lo que quiero para mi vida?
Daiki se puso se pie y se dirigió al baño. Se quitó sus zapatos y su ropa y se metió en la bañera, tomando un baño caliente. Daiki cerró sus ojos y se relajó.
Daiki: ¿Y sí tan solo es mi mente? Quizás... Sea mi imaginación. Debería relajar la mente y enfocarme en lo importante.
Daiki se viste y se prepara para dormir. Al entrar en la cama, Daiki siente un extraño sonido. Un zumbido. Un zumbido muy particular. Demaciado agudo y parece acercarse más y más.
Daiki: ¿Qué es ese zumbido? ¡Cada vez es más fuerte! ¡Es muy molesto!
Daiki corre a su balcón y abre el ventanal.
Daiki: ¡¿Acaso soy el único que puede escucharlo?!
Daiki mira al cielo, viendo una extraña luz. Asombrado, Daiki queda mirándola fijamente.
Daiki: ¿Y esa luz?
De repente, nota que la luz se está dirigiendo directamente hacía el, asustándose.
Daiki: ¡Espera!
La luz golpea directamente en Daiki, causando una enorme explosión de luz en todo el lugar. El impacto fue tan fuerte que Daiki cayó al suelo, inconsciente.
Al amanecer, Daiki abre sus ojos, lentamente.
Daiki: ¿Qué pasó?
Daiki miraba sus manos, algo confundido y aturdido. Daiki se sienta en el suelo, tocando su frente.
Daiki: Estoy vivo. Pero...
Daiki ve el sol saliendo y brillando.
Daiki: Recuerdo que fui golpeado por ese meteorito. Un segundo... ¡¿El meteorito?! ¿Fue todo un sueño? ¡No puede ser! ¡Hasta sentí el impacto! ¡Creí que mis huesos se romperían!
Daiki se relaja. Se pone de pie y cierra el ventanal. Cerrando sus ojos, piensa que todo fue un sueño a causa del cansancio. Toda la habitación se cubrió de oscuridad cuando Daiki cerró las cortinas.
Daiki: Tengo que descansar.
Daiki levanto su mano y desde la punta de su dedo, una pequeña chispa hizo encender la bombilla de su techo. Daiki quedó completamente sorprendido.
Daiki: ¡¿Qué?!
...Continuará......
Daiki se encontraba caminando por las calles de la ciudad, esta vez de día, cuando hay más movimientos de personas. Sin embargo, Daiki caminaba encapuchado y con sus manos en los bolsillos, sin mirar a nadie.
Daiki: ¿Qué me está pasando?
Daiki frena justo en un semaforo en rojo, junto a una multitud de personas.
Al pasar los minutos, Daiki comienza a perder la paciencia.
Daiki: Maldición... ¿No entiende que estoy apurado? Está tardando demaciado.
El semaforo seguía en rojo, haciendo que Daiki enfurezca por completo.
Daiki: ¡Cambia ya!
Daiki expulsó pequeños chispas, haciendo que el semaforo se ponga en verde, dejando confundida y algo asustada a las personas cercanas.
Daiki: No fue mí... Lo siento, yo... ¡Olvidenlo!
Daiki comienza a correr por la ciudad, esquivando a las personas.
Daiki: ¡Abran paso! ¡Tengo prisa!
De repente, Daiki, sin poder ver, choca con una joven, haciendo que ambos caigan al suelo, tirando los papeles que la joven llevaba en sus manos.
Daiki: ¡Lo siento! ¡Lo siento mucho!
Daiki se sonroja al ver que se trataba de una hermosa chica de cabello rosado. Daiki, algo nervioso, ayuda a la joven a levantarse.
Daiki: En verdad, lo siento.
Rumi: Tranquilo. No fue nada.
...Rumi...
Daiki: Dios, es muy hermosa.
Rumi: ¿Cómo es tu nombre?
Daiki se sorprende, sonrojándose al instante.
Daiki: ¿Mi Nombre?
Rumi: Así es.
Daiki: Daiki.
Rumi: Daiki. Un gusto, soy Rumi. En este momento tengo prisa, pero espero podamos dialogar un poco más en la próxima ocasión.
Daiki: Próxima... ocasión.
Rumi se aleja. Daiki queda petrificado. Mientras ve a Rumi alejarse, Daiki levanta uno de los papeles que Rumi olvidó. Daiki voltea, pero ve que Rumi ya no está.
Daiki: ¿Qué es esto?
"Fuiste seleccionada para el Torneo Elemental que se realizará en treinta días a partir del recibimiento de la invitación".
¿"Torneo Elemental"? Jamás escuché de algo parecido.
Daiki observa detalladamente la invitación, y de un segundo para otro, comienza a lucir muy sorprendido.
Daiki: No puede ser... Esta invitación es para...
Es para mí.
Daiki queda asombrado y durante su camino a casa, no paró de pensar ni un solo momento en lo que había leído.
Daiki: ¿Qué está pasando? Primero, esa luz y ahora, esta invitación. Me pregunto... ¿Qué será eso del Torneo Elemental?
De repente, Daiki vuelve a sentir esa misma sensación de que alguien lo observa, haciendo que quede en alerta.
Daiki: Esa sensación de nuevo.
Samishi: No deberías hablar tan alto... Si alguien descubre sobre el torneo, se complicarían las cosas.
Daiki salta al notar que un joven se encuentra detrás de el, mirándolo fijamente.
...Samishi...
Daiki: ¡¿Quieres eres tú?!
Samishi: Mi nombre es Samishi. Y he venido a probar tus habilidades.
Daiki: ¿Habilidades? ¿De qué hablas?
Samishi: No te hagas... Sé que eres alguien especial.
Daiki: ¿Especial? Te estás equivocando de persona. Sin embargo... Parece ser que sabes sobre el torneo. Puedes ser quién me de muchas respuestas.
Samishi: ¿Respuestas? Las respuestas no son gratis.
Daiki: Entonces, no me sirves.
Daiki voltea, intentando marcharse, pero una pared de fuego lo detiene, asustándolo.
Daiki: ¡Fuego!
Daiki ve a Samishi sonriendo.
Samishi: Tendrás que pelear por ellas.
...Continuará......
Daiki se encontraba frente a Samishi, quién había creado una pared detrás de él, evitando que se marchara. Daiki se veía sorprendido y asustado, sin entender que sucede.
Daiki: ¡¿Qué te pasa?! ¡¿Cómo haces eso?!
Samishi: Ya te lo dije... Si quieres respuestas, tendrás que pelear por ellas.
Daiki: ¿Pelear? Yo no soy de esos... Solo soy...
De repente, Samishi aparece frente a Daiki, lanzando un puñetazo directo hacía el. Daiki se sorprende al ver la velocidad de Samishi, saltando hacía su izquierda, logrando esquivar el puñetazo.
Samishi: Vaya...
Daiki: ¡¿Estás loco?!
Samishi: Eres rápido... Veremos si eres fuerte.
Samishi lanza varios puñetazos hacía Daiki, pero muy asustado, este logra esquivar todos los ataques.
Daiki: ¡Ya basta!
Samishi: ¡Quédate quieto!
Samishi le da una patada en las piernas a Daiki, haciendo que caiga al suelo. En el suelo, Samishi lanza una patada directo a la cara de Daiki, pero este se cubre con sus brazos, recibiendo el impacto, volando varios metros.
Daiki: ¿Qué está pasando? Este tipo no es humano. Su fuerza... Su fuerza es increíble.
Samishi miraba fijamente a Daiki y sonriendo macabramente. Daiki enfurece.
Daiki: ¡¿Qué es lo que quieres lunático?!
Samishi: Demuestra tu poder... ¡Ahora!
Daiki se pone de pie, tambaleando un poco por los mismos nervios y por la patada que recibió de Samishi. Apretando sus puños con fuerza, Daiki comienza a sonreír mirando a Samishi.
Daiki: Si lo que quieres es pelear... ¡Pelearé!
Samishi: Al fin.
Daiki sale a toda velocidad hacia Samishi. Samishi se pone en guardia con una enorme sonrisa en su rostro.
Samishi: ¡Eso es!
Daiki lanza un puñetazo directo hacía Samishi, pero este lo esquiva con facilidad. Samishi lanza una patada contra Daiki, pero este logra esquivarlo a tiempo. Samishi lanza un puñetazo directo al estómago de Daiki, pero este logra detener el puñetazo con su mano. Daiki se queja de dolor.
Samishi: ¡¿Escuchaste eso?! ¡Esa fue tu mano, quebrándose!
Daiki: Maldito... ¡No tengo miedo!
Sin poder verlo, Samishi recibe un poderoso rodillazo de Daiki en el mentón, que lo deja sin poder moverse al instante.
Samishi: No puede ser.
Samishi cae al suelo. Daiki se toma su mano, sintiendo un fuerte dolor y respirando a una velocidad preocupante. Daiki cierra sus ojos.
Daiki: Ya estoy cansado... De tener miedo. De ser un antisocial sin amigos, a causa de mi cobardía y mis inseguridades. Ya no quiero eso... Quiero una vida normal. ¿Qué está pasando? ¿En qué momento? ¿En qué momento?
De repente, una bola de fuego impacta en Daiki, causando una enorme explosión. Con su cuerpo, herido, Daiki cae al suelo.
Samishi: Idiota... Jamás bajes la guardia en una pelea. ¿Y qué tanto balbuceabas? Eres patético.
Daiki: Maldito...
Daiki se encontraba muy herido en el suelo. Samishi se acercó a Daiki y lo tomó del cuello, levantando. Con una sonrisa en su rostro, Samishi miraba a Daiki.
Samishi: No entiendo que es lo que ven en tí... No tienes nada de especial.
Daiki: Suéltame...
Samishi apretaba con más fuerza el cuello de Daiki. Daiki casi no podía respirar, ni moverse.
Daiki: ¡Te dije que me sueltes!
Daiki enfurece, y en cuestión de segundos, crea una enorme descarga eléctrica que cubre a Samishi por completo. Samishi grita de dolor, dejando caer a Daiki.
Samishi: ¡No puede ser!
Samishi cae al suelo, con su cuerpo expulsando un leve humo.
Samishi: ¡Maldito! ¡Me las pagarás!
Samishi desaparece. Daiki se encuentra en el suelo, muy herido y sin poder respirar.
De repente, un joven aparece, estirando su mano hacía Daiki.
Daiki: ¿Quién eres?
Kenji: Nadie importante.
...Kenji...
Kenji: Puedes confíar en mí.
...Continuará......
Download MangaToon APP on App Store and Google Play