Leonel Sampayo de 27 años hijo de familia adinerada, dueños de clínicas y hoteles a nivel nacional, vive junto a sus padres y hermano de 24 años, era médico y se encargaba de las clínicas, su nombre es Will Sampayo y vivian en Barcelona de indias Cartagena Colombia.
LEONEL.
Leonel había quedado plantado por su novia, ella lo llamó a cancelar la salida porque iba a salir con su madre, a él no le quedó de otra que quedarse en su casa, él era muy serio en su relación, no le gustaba tener malentendidos con su novia y por esa razón no salía sino con ella.
Estaba sentado en la terraza de su casa, bebiendo una copa de vino cuando escuchó que sonaba su teléfono en el interior de su cuarto, cuando iba a levantarse a contestar el teléfono dejó de sonar, por lo que siguió bebiendo y pensando porque su novia no le avisó antes y espero último momento para decirlo.
Mientras él pensaba con una copa de vino en sus manos, una joven de 25 años entraba a una discoteca agarrada de manos con un hombre muy espontaneo que solo que gustaba disfrutar del dia adia con la mujer que se frusara en su camino, al ubicarse en una mesa ella comenzó a besar al joven de 26 años y se reían porque ella dejó a su novio plantado por irse con él.
DAYANA
— tú eres mala Dayana, mira que dejar a tu fiel novio por venirte conmigo no es de mujer seria.
DAYANA: hay deja a ese santurrón en su casa tranquilo, disfrútame tú, él es muy... serio, no es atrevido conmigo y eso no me gusta; seria si soy, peto con él.
La mujer se reía de su fiel novio, sin saber que entre cielo y tierra no hay nada oculto, ellos continuaron con conversación, pero más íntima.
RICHARD: ¿te gusta lo perverso?
DAYANA: sí... que me lo hagan donde sea, como sea y rudo.
RICHARD: y.. ¿Por qué no lo dejas? Si no cumple a tus expectativas no veo el porqué sigues con él.
DAYANA: porque me da mis caprichos, lo que quiero me lo compra.
Richard solo escuchaba cada palabra que salía de los labios de Dayana y pensó:
💭 Ojalá que tu novio te descubra, no eres digna de un buen hombre, que se entere y busque otra que si lo quiera y lo respete porque aquí no fue, pero igual te voy a disfrutar.
Él no sabía quién el novio de ella, no le interesaba saberlo, pero él quería disfrutar de ella esa noche; sabía que tenía que protegerse, porque así como se le regalo a él también andaba abriéndole las piernas a cualquier niño bonito de plata, y contagiarse de alguna enfermedad era lo menos que quería. Ella era muy lanzada con los hombres, por eso no le caía bien a su cuñado.
Leonel volvió a escuchar el sonido de su celular y fue a contestar, cuando vio la pantalla era su amigo Henry, quería que lo acompañará a tomar a una discoteca.
LEONEL: no sé, ves tu otro día te acompaño.
HENRY: pero si estás solo, vamos.
Él se quedó pensando, no iba a hacer nada malo él sabía respetar a su novia y sabía hasta donde podía tomar, decidió acompañar a su amigo para también distraerse un poco.
LEONEL: está bien ¿entonces dime donde nos encontramos?
HENRY: en ***** hay te veo en una hora.
Leonel terminó tomar su copa y salió, se encontró con su hermano que lo interrogó porque se le hizo raro la seriedad que llevaba, su hermano menor era muy insistente a sí que le dijo a donde iba y con quien.
Henry es ingeniero y traba en una empresa petrolera, tiene 27 años.
LEONEL: voy con Henry a tomar, ¿satisfecho?
WILL: no.. Porque yo también quiero ir, aprovechamos que no está la garrapata y disfrutamos como hermanos y también con tu amigo.
LEONEL: ¿por qué no te cae bien Dayana? O.. ¿Es que te gusta?
WILL: ja, ja, ja ¿gustarme Dayana? No hermanito, solo no me cae bien y ya, hay algo en ella que no me cuadra es como.... muy lanzada.
LEONEL: ¡deja de decir estupidez!
WILL: no es estupidez, ojalá este equivocado.
Leonel lo miró y siguió su camino, pero su hermano lo perseguía y se subió al carro con él, al llegar Henry lo esperaba en la entrada y sonrió al ver a Will, sabía que se iba a divertir con las ocurrencias de él.
Cuando ya estaban hubicados en una mesa Will vio a una pareja cerca besándose y el hombre tenía las manos metidas bajo su vestido acariciando sus glúteos, el sonrió por el espectáculo y le dijo a su hermano y amigo para que presenciaran la escena.
WILL: ves hermano, aquí nos vamos a divertir jajajaja esa mujer no tiene pudor ni respeto por ella misma.
HENRY: esas son mujeres de la vida fácil, les gusta ganar dinero fácil, uno tiene que ver bien con quien tener una relación seria, y da miedo hasta de tener un desliz por las enfermedades de transmisión sexual.
WILL: jajajaja te pones seis gorritos jajajaja
HENRY: jajajaja que bueno que viniste Will, mira la cara de tu hermano.
Leonel está pensativo y no dejaba de ver como aquella chica se dejaba tocar de aquel hombre en público, cuando se movieron la mujer quedó de perfil y vio que se parecía a Dayana, su hermano y Henry también notaron lo mismo.
WILL: ¿son ideas mías? esa mujer es la garrapata de Dayana o es su gemela.
HENRY: yo pienso igual, pero de pronto se parece mucho.
La mujer quedó de frente sin percatarse de los tres hombres en la mesa y camino con su acompañante perdiéndose entre la gente, Leonel no podía creer que era su novia, le había mentido para salir con otro, su amigo y hermano lo miraron sorprendidos y notaron la tristeza en él.
Leonel se levantó de su silla en busca de Dayana, Henry y Will lo siguieron, él buscaba entre la gente y no la veía, continuó caminando hasta llegar al pasillo que daban a los baños, miró a todas partes y se dio cuenta de una puerta al final; al llegar la abrió con cuidado y se quedó en shock al ver a su novia recostada en la pared siendo penetrada por aquel hombre, Henry y Will también presenciaron la escena, Will miró a su hermano llorando y quiso hablarle, pero Leonel salió corriendo del lugar.
Ellos salieron también en busca de Leonel que los necesitaba más que nunca, Leonel salió del lugar decepcionado y al ver pasa un carro se lanzó, Henry y Will vieron todo y corrieron, el hombre del carro bajo a ayudar y lo subieron para llevarlo a la clínica más cercana que era de ellos, Will lloraba al ver a su hermano inconsciente y con sangre en su rostro, Henry se encargó de avisarle a los padres de Will y Leonel.
En la discoteca Dayana disfrutaba de todas las perversidades que le hacía aquel hombre, Henry, Will y Leonel no alcanzaron a tomar ni un trago del whisky que habían pedido.
Al llegar a la clínica, Leonel fue atendido de inmediato porque empezó a convulsionar, Henry se preocupó al igual que Will y el hombre que lo había atropellado.
Los padres llegaron muy asustados, no entendían lo que pasaba hasta que su hijo les explicó, la madre de Leonel se confesó al decir que nunca le había caído bien pero no podía hacerle gestos por respeto a su hijo.
A la media hora salió un doctor y les dijo que ya estaba estable, que fue el duro golpe que lo hizo convulsionar y los hematomas que tenía en la cabeza, pero todo estaba bien, solo había que esperar que despertara.
Leonel despertó decepcionado, no podía borrar la imagen de Dayana con aquel hombre, no podía seguir viviendo con la decepción, más porque su hermano y amigo presentaron todo, comenzó a golpearse contra la baranda de la cama y gritaba fuerte; su familia escuchó y todos corrieron a verlo.
WILL: hermano tranquilo.
LEONEL: ¿por qué, por qué? Tenías que dejar que muriera, no quiero vivir.
HENRY: ¡Leonel tranquilízate! No vale la pena que estés así por una cualquiera.
HENRY
LEONEL: yo le di todo Henry, ¿por qué me hizo eso?
MA/ GIANA: porque no te quería hijo, era una interesada, pero no por ella te vas a morir hay mujeres que valen la pena y puedes encontrar una hijo, una decente, que te quiera por lo que eres, no por lo que tienes.
PA/ ROLAND: hijo mejor fue que te distes cuenta de lo que era, o de no seguiría burlándose de ti, tranquilo que eso se te pasa, pero no intentes quitarte la vida por alguien que no vale la pena.
LEONEL: ¡largarse todos! No quiero vivir, apenas tenga la oportunidad me mato, largo todos de aquí, largo.
Todos salieron preocupados por su estado, era un hombre que no merecía sufrir por una mujer sin pudor.
El seguía golpeándose la cabeza y vio la canasta de los desechos y busco, encontró un tenedor plástico y se corto las venas de la mano pero antes puso seguro a la puerta, poco a poco iba perdiendo la fuerza hasta que quedó dormido, nadie se atrevía a mirar como se calmó y lo dejaron tranquilo como el lo había pedido.
Un doctor que había escuchado los gritos se preocupó cuando sintió demasiado silencio, se acercó a la familia y le sugirió que entraran a ver que pasó, nadie se atrevió y el doctor intento entrar pero la puerta estaba asegurada, eso lo preocupó más y busco al doctor encargado de esa habitación para que abriera.
La familia de Leonel estaba preocupada, Giana lloraba por el estado de su hijo; los doctores metieron la llave para abrir y los demás tras ellos, cuando entraron se sorprendieron al ver a Leonel dormido y un charco de sangre en la cama y en el piso, la madre al ver eso pego un grito desgarrador que asusto a muchos pacientes incluyendo los médicos, Will al igual que su padre y Henry lloraban, el conductor que lo atropelló no podía creer hasta donde había llegado un joven por una mujer que no valía la pena.
Los médicos lo atendieron de inmediato, hicieron todo lo posible para salvarlo.
Will le dijo al que atropelló a Leonel que se podía ir porque no iban a levantar cargo contra él porque no habia sido su culpa, le pidió disculpas porque le hicieron perder tanto tiempo y no le dijeron antes, ya eran las 12 pasadas.
Después de una hora los médicos salieron y les dijeron que está estable, la madre estaba preocupada porque sabía que su hijo estaba muy dolido y no entraba en razón por lo sucedido, tenían que estar pendiente de él para que no siguiera atentando contra su vida.
Después de tres días de lo sucedido a Leonel su familia lo tenían bien vigilado, en ningún momento lo dejaban solo, a ninguno le importaba que los corriera a gritos de su habitación en la clínica, no había aceptado hablar con los psicólogos, en su mente estaba acabar con su vida para no sufrir más.
La madre con los nervios arrebatados no sabía como darle ánimos a su hijo, no soportaba verlo llorar por una mujer que solo se aprovechó de su buena fe, Giana no pudo más y le habló.
MA/ GIANA: ¡hijo por favor recapacita! Me duele verte así destrozado, tú eres un muchacho bueno, de buen corazón, no pierdas tu vida ni tus lágrimas por alguien que no lo merece, si ella lo mereciera no estuvieras así.
LEONEL: ¿tú crees que es fácil? No puedo olvidar todo de la noche a la mañana, no puedo olvidar la vergüenza que pase, mi hermano y mi amigo vieron todo; ¿dime como crees tú que me siento? ¿cómo voy a olvidar?
MA/ GIANA: ¡por ellos no te preocupes! Preocúpate por ti, por nosotros tu familia que te queremos, yo sé que no es fácil olvidar, pero tienes que poner de tu parte hijo.
LEONEL: ¡ya mamá!! Déjame en paz, vete y déjame solo.
MA/ GIANA: ¡pues no o voy a hacer!! Te guste o no me voy a quedar contigo.
Giana sabía que le esperaba días difíciles junto a su hijo, Roland está a cargo de los negocios en el cual se desempeñaba Leonel, era la cadena de hoteles.
Ella miraba a su hijo callado y muy pensativo, quería estar en su mente para saber que está pensando o que plan ideaba para atentar contra su vida, en esos momentos ella deseó tener el poder de leer la mente, pero sabía que era algo imposible, lo que si era posible para ella era cuidar de su hijo las 24 horas del día.
En otra parte de la ciudad estaba también una mujer con el alma destrozada, había encontrado a su novio en la casa de una vecina teniendo sexo; ella llegó porque iba pasando y encontró el hijo de su vecina en la calle y la puerta abierta, el niño tenía dos años de edad, ella lo cargo y entró, no vio a nadie por ningún lado y continuó caminando al escuchar gemidos y una voz conocida para ella; decidio mirar, no habia puerta en el cuarto solo una cortina, la movió encontrándose con su novio y la vecina que era su supuesta amiga, ella con el niño en brazos los enfrentó.
La supuesta amiga le sonrió con burla, mientras que el novio asustado le decía que todo tenía una explicación, pero la mujer en sus brazos le dijo que le contará la verdad, él negaba todo y decía que lo perdonara que no volvería a pasar, la novia solo miraba y escuchaba con el niño en brazos, la supuesta amiga cansada de ser la segunda le dijo que ya tenían 3 años juntos y que él era el padre del niño que ella tenía en sus brazos y estaba embarazada nuevamente, que tenía dos meses, esa fue lo último que escuchó la mujer para poner al niño al piso y salir de esa casa.
Ella no podía creer lo engañada que estuvo, tomó fuerza de donde no tenía y limpió sus lágrimas para llegar a su casa donde la esperaba su hermana que un día antes cumplió sus dieciocho años y su madre Edit, ella no sabía que estaba pagando, no sabía que mal había hecho para que se juntaran todos sus problemas el mismo día, encontró a su madre y hermana llorando porque la habían mandado a desalojar la casa, ella no entendía nada porque la casa era de ellas, la madre le explicó que su padre la perdió por apostar en un casino, tenían que desocupar y para eso le dieron una semana, su hermana yesmi le dijo que su padre se fue diciendo que eran unas buenas para nada y que se olvidarán que él existía.
El hombre lo hizo porque su hija no le daba dinero, ella sabía que era para su vicio en el juego, las mujeres tuvieron que enfrentar su realidad y buscar un apartamento pequeño para las tres, no podían buscar algo mejor porque Yesmi estaba estudiando, como no tenían suficiente recursos Yesmi estudiaba medicina en una universidad pública, en la misma donde Yolima habia realizado su carrera de medicina, la mujer de 25 años no tuvo otra opción que enfrentar su cruda realidad, lo mejor era que iba a comenzar a trabajar al día siguiente y entraba a las 7 de la mañana en una clínica privada y su trabajo le ayudaría a aliviar un poco el golpe que se había llevado de su padre y exnovio, tenía que continuar con su vida, ella se dio ánimo y se dijo así misma que cada quien está donde quiere; por parte de su exnovio con él fue una mala experiencia y no se iba a echar a morir porque no valía la pena y menos sus lágrimas, no era el único hombre sobre la faz de la tierra.
Ella le pidió a Dios fortaleza para enfrentar las batallas de la vida que nunca acaban y nunca las gana el más fuerte, sino el que en ningún momento duda de que es Dios quien le da la victoria. ella era muy creyente en Dios, asistía a la iglesia católica esporádicamente.
Al siguiente día siete de la mañana recibia su turno, le informaron que le tocaba un paciente que intento suicidarse.
Yolima Coronado de 25 años médico general quien llegó a trabar con su mejor disposición, era una mujer guerrera que no se dejaba de nadie, enfrenta sus problemas, sabe que la vida sigue a pesar de las adversidades y mientras tenga vida fe en Dios y salud las enfrenta y busca soluciones.
Ella entró a revisar al paciente que quería quitarse la vida, este se puso a la defensiva y no se dejaba revisar, a Leonel le pareció una doctora hermosa, pero cambió de opinión cuando le dijo:
YOLIMA: ¡mire señor!! La verdad yo no sé porque se quiere quitar la vida tan cobardemente, aquí hay pacientes con enfermedades que luchan y piden un milagro para seguir viviendo, usted se ve sano, no sé si estoy equivocada, y no sé que problema lo ha llevado a semejante locura.
Leonel empezó a reaccionar, y más cuando le llamó cobarde.
La madre de Leonel sólo escuchaba como la doctora le hablaba a su hijo, y lo que más la sorprendió fue que su hijo se le veía cara de arrepentido por lo que había hecho, la doctora continuó hablándole fuertemente que las personas fuera de la habitación podían escuchar, el más sorprendido fue Will y Henry que iban llegando. Leonel no aguanto más y le dijo:
LEONEL: ¿me va a pegar?
YOLIMA: ¡no! solo quiero que entienda que la mayor parte del sufrimiento es creado por uno mismo, hay que templarnos ante las dificultades, hay que vivir para enfrentar un problema tras otro, la forma en que uno lo encara hace la diferencia.
Giana escuchaba cada palabra que decía la doctora, se dio cuenta que ella lo estaba haciendo entrar en razón y continuó.
YOLIMA: no hay que ser cobarde, quitarse la vida es lo más estúpido que puede hacer, eso no lo perdona Dios y quien sabe a donde irán las almas de esas personas, no sé si usted está así por cuestiones amorosas, pero créame, si yo no me quisiera, hoy estaría tres metros bajo tierra; ayer pasaba por la casa de una supuesta amiga, su hijo de 2 años se había salido de la casa, yo lo llevé en mis brazos y entré a su casa y allí encontré a mi supuesta amiga con mi novio en la cama teniendo sexo, lo peor fue que lo estaba viendo y él me decía que tenía una explicación. ¿ que explicación podía tener lo yo estaba viendo?
Leonel y Giana escuchaban a Yolima, él se dio cuenta que ella también estaba sufriendo, él miró a su madre que no quitaba la vista de la doctora, ella continuó contando lo que vivió.
YOLIMA: lo peor fue que ella me sonrió con burla, me confesó que el niño que tenía en mis brazos era hijo de mi novio y que tenía 2 meses de embarazo, me vieron la cara de estúpida durante 3 años o no sé si más, salí de allí para mi casa y limpie mis lágrimas para que mi familia no se diera cuenta, al llegar encontré a mi mamá y mi hermana llorando, porque habíamos perdido la casa, mi papá la apostó en un casino y para terminar antes de irse dijo que éramos unas buenas para nada, y que para nosotras ya no existía, hoy va mi mamá y mi hermana a buscar un apartamento para mudarnos, así estoy aquí, con mi mejor energía y la fe en Dios que todo va a ser mejor, las cosas no pasan porque si, hay que tener fe que todo es para algo mejor. La vida no pregunta, golpea y ya.. uno decide si se rompe como el cristal o nos forjamos como el diamante.
Hay que seguir adelante, yo me quiero y quiero a mi familia, ese par no valen la pena, no valen mis lágrimas y mucho menos mi odio, para mí la vida continua, yo me retiro para que pueda cumplir con su deseo de quitarse la vida, que le vaya bien en su viaje, pero recuerde que no tiene boleto de regreso.
Yolima miró a Giana y le guiñó el ojo, después dijo con toda seguridad.
YOLIMA: ¡señora! Es mejor dejarlo solo, él es responsable de sus actos, en ese viaje tiene que rendir cuentas, vamos.
Giana salió dudosa, no quería dejar a su hijo solo porque temía que cumpliera lo que quería, pero también confiaba en la doctora, cuando Giana salio Yolima quedó sola con Leonel y le dijo:
YOLIMA: bueno aquí te dejo estas medicinas, te las tomas todas y en una hora vengo para llevarte a donde preparan los cuerpos de los fallecidos, que te vaya bien y recuerda que no hay regreso.
Ella salió y le dijo a Giana que estaba junto a Will y Henry que se le veian que ya no tenía ganas de suicidarse, que entraran en tres minutos a ver que pasaba, les dijo que le había dejado medicina para que se suicidara, pero que estuviera tranquila que solo eran dulces en forma de pastillas que la capa era simple porque el dulce lo tenía dentro y era chocolate. Ella se despidió de ellos y se fue.
Todos la vieron entrar a un consultorio, después se acercaron a la puerta para entrar a ver a Leonel pero ninguno se atrevía, Henry lo hizo y también Will y su madre; Leonel los miró y les dijo:
LEONEL: cuando salga de aquí esa doctora me las va a pagar por metida, quien se cree ella para tratarme como un idiota.
Todos los presentes se miraron y se dieron cuenta que había desistido de su locura, su madre estaba feliz porque la doctora había llegado como un ángel a salvar a su hijo.
Como lo había dicho Yolima volvió pasada la hora con personas de medicina legal, al entrar se dio cuenta que Leonel estaba dormido, ella sonrió por la pesada broma que le iba a hacer, con toda seguridad y profesionalismo se acercó, lo tapo como si fuera un cadáver y dijo:
YOLIMA: ya está listo, lo preparan que la familia firme para que sea llevado a la funeraria.
Leo escuchó lo que dijo la doctora y se destapó, Yolima y los de medicina legal fingieron asustarse, Yolima dio un grito y cayó sentada en un mueble, Leonel la miró enojado y le dijo:
LEONEL: !!estás loca!! ¿Me quieres matar?
YOLIMA: ¡no! Eso era lo que tú ibas a hacer, yo solo vine para hacer entrega del cuerpo, pero veo que no fuiste capaz, pero hoy es tu día de suerte, ellos te van a hacer el favor.
LEONEL: ¿ah? No entiendo como tienen una loca de Doctora en mi clínica.
YOLIMA: ¿será porque uno de los dueños es más loco?
Los que llegaron con Yolima salieron porque ya le habían cumplido a ella, la dejaron en su discusión con Leonel, ella no aguanto más y soltó una carcajada, él la miró sorprendido porque apesar de que estaba pasando por una situación difícil no lo demostraba, era una mujer fuerte que buscaba darle sentido a su vida, él la vio tan divertida burlándose de él que le dijo:
LEONEL: sigue burlándote, voy a pedir tu despido.
YOLIMA: Ja, ja, ja ya nada me sorprende, ya espero lo que sea y tengo que afrontarlo con valentía, no soy como otras personas que no afrontan los problemas, porque todo lo quieren fácil, yo no me acobardado ante las adversidades.
LEONEL: huy.. doctora, ese es un golpe bajo.
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