— risa, me voy yendo

dice un hombre de mediana edad mientras toma un portafolio.

— claro, jefe no se preocupe yo cierro respondió una mujer en sus 23 años,

la mujer sonreía mientras el hombre salió de la oficina cuando la puerta se cerró, la mujer giro su silla y abrió otra ventana en el ordenador.

"Al fin, el último capítulo sale hoy no puedo perdérmelo, bueno la historia que estoy leyendo es un tanto, no.

tanto no, es demasiado cliché con la típica heroína, la villana, y los típicos chicos lindos, es bastante común la verdad, pero aunque la trama es la misma es divertido, la verdad la heroína me parece un tanto estúpida, siempre con su.

" fragilidad"

— me enferma, pero a los protagonistas masculinos no les importa así que lo soporto, en fin la trama de la novela es bastante común la heroína era una hija bastarda del vizconde de Prieto, después de que su madre muriera el vizconde la llevó a su casa, dentro a una prestigiosa escuela, enamoró a los hombres más importantes.

"por no decir que la mayoría de ellos estaban comprometidos"

— uno de ellos era un príncipe prometido de la villana, hija de un primer ministro, la villana

"por celos" la trata mal,según la historia y al final la villana tiene tres rutas hacia su final.

*la primera muere en manos de su prometido.

*la segunda es exiliada

* la tercera se autodestruye llevándose con ella a la supuesta mejor amiga de la heroína.

luego se olvidan de esa pobre chica y la heroína se convierte en princesa y fin, este fin me cabreó demasiado

quién se olvida de su amiga que le ayudo todo este tiempo y por lo enojada que estaba".

Por error dañé el portátil Lo único que pensé fue.

— estoy jodida.

Di un salto alejando la silla hacia atrás

 — pero que he hecho el jefe va a matarme...tranquila si lo oculto y tomo otro no se darán cuenta.

cerré el portátil y me dirigí a las bodegas donde se ponen los equipos dañados, la verdad creo que la mayoría los había enviado yo creo ,en fin mientras caminaba pase por un pasillo largo y silencioso no había un alma, camine lo más rápido posible además quién en mi lugar no lo haría y si se aparece un fantasma, un demonio o algo peor, creo que por estar pensando demasiado olvide las escaleras y pues sucedió lo inimaginable

"volé"

No, es mentiras rodé desde el segundo piso y pues no supe nada más lo último que recuerdo es escuchar unos sollozos creo que eran de una mujer, si me preguntan cómo lo sé, les diría que son muy suave casi tranquilizadores creo.

en fin cuando desperté estaba en una habitación bastante lujosa, supuse que el jefe me había encontrado, ya que es el primero en llegar y me había llevado a un hospital de gente adinerada dicen que esos hospitales son geniales en fin me quite la cobija y trate de tocar el suelo y lo único que sentí fue dolor.

— maldita cama que tan altas son estas cosas,

me di de cuenta de algo irregular, si caí por las escaleras y estaba en el hospital porque no había tubos pequeños saliendo de mi cuerpo, cuando me fijé en mis manos eran muy pequeñas como las de una niña de 7 o 6 años.

— joder, como pasó esto

me levanté rápidamente me dirigí al enorme espejo que está al lado

— no puede ser me convertí en el personaje secundario" emerald"

¡No puede ser!, ¡no puede ser! Cabello blanco, ojos azul oscuro, piel morena, ¿pero cómo? Espera, si esto es cierto.

Se sentó de nuevo en la cama con dificultad por supuesto, cruzó las piernas y dijo

— la desagradecida de mi sirvienta, tía entrará por esa puerta.

En ese momento una figura alta dentro era una mujer en sus 36 con pecas y una piel trigueña.

—emerald, levántate los otros jóvenes maestros no tienen el tiempo para esperarte, arréglese rápido para que baje a desayunar.

dijo ella con una voz fuerte de mando.

— Tía... ¿Con quién crees que estás hablando?

Esa fue la respuesta más rápida que pude darle, literalmente esta sirvienta es de lo peor la inseguridad de este personaje se desató exactamente por la sirvienta.

"Emerald" fue seriamente maltratada por esa sirvienta, siempre llevaba vestidos con mangas largas para ocultar las marcas qué le dejaban las agujas qué está sirvienta utilizaba para maltratarla, a veces ni siquiera le llevaba alimento alguno en todo el día por lo que ella desarrolló una enfermedad que la dejó bastante delgada al crecer.

— por supuesto que contigo emerald, date prisa y vístete

— sé su ponía que eso era lo que tú tenías que hacer no yo, después de todo eres mi criada y no al revés

 la criada dejo de doblar las cobijas de mala gana y observo atentamente a la niña frente a sus ojos, era esa la niña indefensa que tanto tiempo le costó manipular

— te estoy diciendo que cambies tu tono de hablar conmigo soy tu ama

 la voz de la sirvienta se puso más siniestra y dijo

— talvez" la joven ama necesita un castigo apropiado"

  la sirvienta sacó de su delantal una pequeña aguja, el cuerpo de la niña comenzó a temblar 

"que tanto le temes a esta maldita criada" pensé

 la criada comenzó acercarse con la aguja en sus manos 

"pobre emerald sufrió mucho, pero a hora yo estoy en su cuerpo"

arrebate la aguja de sus manos y mientras ella estaba en shock se la clave en el hombro ella gritó bastante fuerte

— ahhh, maldita niña que hiciste,

— guarda silencio o la hundiré más, a hora organiza mi cabello date prisa, me senté junto a una pequeña mesa de madera, era una madera bastante fina, la cual llevaba un pequeño espejo y ella comenzó a arreglar mi cabello.

En realidad no soy muy buena siendo mala, pero está criada realmente merece sufrir más

en la novela ella intentó tomar el lugar de la esposa (o sea mi madre) pero mis hermanos la aniquilaron por desgracia se dieron de cuenta muy tarde de como trataba a su hija y cuando trataron de consolarla la mirada que les daba no era de felicidad, sino que sus ojos reflejaban un vacío inquebrantable, en fin cuando termino de arreglar mi cabello salí de la habitación y grité 

— ¡dónde están las demás sirvientas dense prisa! De pronto, cuatro mucamas y un aprendiz de mayordomo salieron y se inclinaron

— saludos a la joven señorita

— tomen a esa criada y castigue la

— que dijo mi señorita, dijo una de ellas mientras los demás hicieron una cara de

"que le pasó a la señorita"

Era imposible no descifrar si lo hacían tan obvio, prosiguió otra sirvienta.

— ella ha sido su niñera desde que usted nació.

— ¡estás desobedeciendo mis órdenes! Entonces toma su lugar.

La cara de las mucamas se puso pálida no entiendo cómo pude aguantar el no reír, cuando se escucha una voz muy clara y sencilla acercándose

— que fue lo que perturbó a mi pequeña princesa

— ¡madre!

Corrí a sus brazos y ella me cargó.