Iba saliendo de la universidad cuando, voy apurada y mi amiga me detiene para proponerme que nos fuéramos de fiesta, y me muero de ganas por decirle que si; anhelo salir de fiesta, a divertirse para olvidar mi desastrosa vida pero mi realidad es otra y mi libertad cuesta mucho dolor. Puesto que mi padre se enfada y a pesar de que ya soy una adulta me maltrata como si fuera una chiquilla. Estoy ansiosa por conseguir un buen trabajo, así podría dejar de depender de él.
—Vamos Camila, al menos por hoy di que sí—Sofia insiste y yo niego con movimientos agitados de cabeza.
—Le tengo miedo, mientras viva a su lado mantendré la calma, se muerdo el labio inferior con algo de pena ahora está peor, sale más constante, su borrachera y adicción a las sustancias prohibidas son más intensas y pierde por completo el control hasta el punto de volverse cruel y despiadado — Comenta a Sofía lo que le toca que vivir día a día Camila con su padre.
Sofía preocupada de su amiga Camila, decide no insistir, caminan juntas para irse a casa.Después de un largo día de clases.. Camila sentía un mal presentimiento que algo iba a suceder pero decidió no decirle a su mejor amiga.
Se despiden y ella ve una camioneta de lujo en la entrada de su casa, no le dió importancia y siguió caminando.
—papá ya llegué ¿dónde estás? — grita Camila y Observa que su padre no responde Siente un escalofrío en su cuerpo, decide ir a buscarlo.
A llegar a la sala ve a su padre, arrodillado con golpes, Camila se asombra de ver cómo está su padre, ve a todos los hombres que están vestidos de negro y en el pasillo ve una sombra de un hombre que no puede ver quién está ahí.
—¡¡papaaaa!!— grita ella al verlo en ese estado.
—¡¡Mira nada más quién está aquí!!— habla una voz muy varonil , que ella apenas escucha.
—¿Quién eres.? Pregunta Camila mirando al hombre ,ella retrocede y se tropieza con la columna
El se acerca más a ella, y se asombra de verlo, hermoso caballero esculpido por los mismos dioses con una mirada penetrante...
El no responde al verla a ella, le detalla su rostro angelical, cabello sedoso ojos verdes, con un hermoso cuerpo él niega y frunce el ceño.
—Tráiganmela aquí— ordenó él hombre muy arrogante
—Como ordene jefe.— responde su mano derecha
Camila es forzada a acercarse al hombre desconocido, ella siente que los nervios la consumen.
—Por favor no me haga nada—súplica Camila, sintiendo que se le va a salir el corazón.
Los hombres vestidos de negro agarran a Pablo el padre de Camila, lo tiran al piso todo golpeado, y el escupe sangre.
—¡¡papaaaaaaaaaa!!— gritó Camila desesperada al verlo en ese estado.
—¡¡Cállate!! no te mandé hablar
Tu papá me debe dinero y más eso me debe drogas, Díme tú ¿cómo me pagarán lo que tu padre me debe..?— habla el hombre fijando su intensa mirada en ella.
Enciende un cigarrillo, fuma e inhala el humo en la cara de camila... Ella tose y él se ríe. Observa todo siente que el mundo se le está cayendo encima al escuchar lo que dice aquel hombre.Del desespero le responde.
—Yo.yo te pagaré — dijo ella con los nervios de punta.
—jajaja si haber como, no tienen trabajo, tu padre vive de una simple pensión, no trabaja y tú estudias en una universidad becada. ¡Al menos que me pagues tú!— dijo él con una mirada profunda.
Camila pasa saliva, con ganas de matarlo, pero a la vez sabe que todo lo que ha hecho su padre ha sido producto del vicio y de sus apuestas.El se acerca más a ella tocando el mentón.
—No,no,no me toques con tus asquerosas manos ¿cuánto es la deuda...? le grita y él se ríe.
—Mírame nada más cómo responde la fierecilla, me debe muchísimo más de lo que te imaginas, con decirte que es el triple que vale está casa — le habla molesto el hombre
No podía creer, que esto le esté pasando, no entendía que abría hecho mal, porque su padre actuaba sin pensar, tanto sufrimiento que ella vivió con su madre y ahora le pasa lo mismo a ella, debe pagar por algo que no ha cometido.
—Llevensela trabajará para mí y esta escoria desaparecerá de la faz de la tierra— ordena él hombre.
—¡¡Noooo!! Espera, padre cómo pudiste, mira lo que acabas de hacer, que te crees primero matas a mi mamá y me quieres vender es eso— dijo entre llantos Camila, todo lo que ella soportó por él y así le paga.
—¡¡Callate!!, tu madre y tú son unas perras que no sirven para hacer nada —dijo su padre lleno de odió.
—Nunca nos amaste,siempre nos usaste... Te odioooo — habla con desprecio Camila sintiendo dolor en su corazón.
—Llevenselo, yo me encargo de esta niñita — grita Santiago.
—Niñita y todo, pero me defenderé... No te me acerques porque te mato— habla Camila a la defensiva.
—jajaj haber que me vas hacer....?
El se acerca cada vez más a ella y su respiración es agitada, le toca su rostro y ella voltea la cara.Los dos sienten corriente en todo su cuerpo, él le encanta su aroma de flores y ella por su grandioso cuerpo y físico. Ve que se agacha y la alza como saco.
—Bájame, ya ¡¡auxilio!!— dijo Camila pataleando
—¡¡Cállate!!— Santiago le da nalgadas leves a Camila
—Cretino, eso dolió , te odio — gritó Camila que no se quiere dejar por nada del mundo.
—Para hacer una niña , tiene un cuerpazo hermoso, glúteos grandes, cintura pequeña y pechos grandes — pensando Santiago mueve su cabeza en negación.
—Dios mío por favor ayúdame mamá, me iré a la casa de un tipo que no sé quién es—Camila en sus pensamientos.
Abre la puerta de la camioneta, la mete a la fuerza.
—Espera déjame despedirme de mi amiga si. — pide ella , por qué si Sofía no la ve de aseguró se va a preocupar más.
—No vamos rápido—ordenó él a su mano derecha sin acceder a la súplica de Camila.
—Mal***"to!!—dijo ella en susurro
—¿Qué dijiste? —Se acerca a ella y le toca las piernas.
—¿Qué haces?— preguntó camila agitada.
—Tocandote, serás mía, trabajarás para mí un año si cumples yo cumplo, sino cumples no cumplo.
Firmaras un contrato, nadie te puede tocar solo yo — Grita Santiago fuerte que Camila se asusta
—No soy de tu propiedad ¿qué crees?— dijo Camila aguantando las ganas de llorar.
—si lo eres porque tú papá te vendió, me vas a complacer como mujer sino te enseñaré —hablo Santiago y luego le regala una sonrisa seductora
—Me niego a eso —dijo Camila a la defensiva
El la alza y la sube en su regazo, hace señas que suban el vidrio, que divide el asiento de atrás
—¿Por qué estás tan nerviosa..? — Santiago la observa detalladamente
—no claro ... Claro .. que no —responde Camila tratando de zafarse
—¿Por qué tartamudeas...? — le comenta Santiago y
Camila se sonroja,él la agarra y la suelta muy duro, ella se sienta con un gesto de dolor y le tuerce los ojos.
—Mírame niñita mugrosa, tu no me inspiras ni los malos pensamientos eres insípida, detestable y muy pero muy fea. nada con lo que me gusta y estoy acostumbrado a tener — le levanta la voz y sus ojos se vuelven más fuertes.
Camila lo mira con odio, él fija su mirada en ella igual ella en él, no se deja intimidar por nadie y menos por él. Esas palabras que dijo, se acuerda de su padre cuando humillaba y le decía las peores palabras que existía en el mundo hacia su madre.
—Prefiero ser fea, que Un mal****to sicópata, orangután me das asco que me toques con tus asquerosas manos, eres un imbécil de mi*****da te odiooooo —Camila le grita todo lo que siente ella y él la observa.
Santiago la mira con ganas de matarla, aprieta la mano con toda la fuerza de escuchar como ella se expresa de él, lo que él no sabe es que consiguió la misma horma de su zapato hasta peor.
Camila al ver la mirada tan penetrante de Santiago siente un miedo recorrer su cuerpo con una corriente eléctrica que le causa esa mirada, ella retrocede al ver qué él se está acercando como una fiera y el miedo se apodera de ella, Santiago coloca su mano en el cuello de Camila y acerca su rostro bien cerquita de ella donde pueden ambos sentir su respiración, el pecho de Camila sube y baja con intensidad el miedo es otra sensación que ella está sintiendo y no lo comprende Santiago muy cerca le dice haciendo un poco de fuerza su cuello.
—No te atrevas a querer pasar de lista conmigo, porque no sabes quién tienes aquí al frente te aconsejo que baje tus humitos — Frunce el ceño Santiago
—Jamás no quiero déjame ir , yo ya quiero ser libre ya no quiero vivir más así — se queja Camila y suplicándole que la deje ir.
—¡¡No!!u vas hacer mía hasta que me aburra de ti, vas hacer todo lo que yo diga... Entendido.? — se ríe Santiago con malicia.
Camila llora y siente mucho miedo al saber que su padre la vendió con el peor hombre.
Llegan a la mansión, Camila de tanto llorar se queda dormida, Santiago sale del auto se acerca a uno de sus guardaespaldas y le dice que la lleven a la casa.
La Nana lo ve llegar se acerca y ve que entran a una joven, la suben a la habitación de Santiago..
—Hijo se puede saber quién es la joven que sube ..? —Pregunta la Nana curiosa
Santiago no le puede mentir a la Nana, y le cuenta lo que sucedió..
—Por Dios hijo, la vas a tener en la casa haciendo que..? su familia debe estar preocupada —le dice molesta
—no te preocupes esa niñita insolente me va pagar todo lo que su padre me debe, además no tiene madre y tampoco tendrá padre — Santiago mirando a la Nana con nervios.
—Santiago ¿por qué hablas así..? — frunce el ceño
— Nana yo sé lo que te digo quédate tranquila, ella trabajará en esta casa y está prohibido dejarla salir, para eso puedes enviar a Liliana a Victoria o Adriana a hacer compras. Quiero que la vigiles, una cosa más por favor sube llévale ropa y algo de comer debe de estar con hambre.Me iré al despacho, no puedo con mi dolor de cabeza — Santiago se acerca a la Nana le da un beso en la cabeza.
La Nana de ver lo que Santiago está haciendo ella niega, se va a la cocina hacerle algo de comer, y subirle ropa para que se cambie.. Mientras que Santiago está en el despacho tomando, piensa en todo lo que sucedió, no se imaginó conocer a una niña tan altanera cómo es Camila.
Su manera de expresarse, hermosa en todos los sentidos, sus ojos azules cabello castaño olor a flores, él se ríe.No puede creer que él esté pensando en ella como si fuera una mujer, podría ser hasta su propia hermana... Niega y sigue tomando...
Camila está en la habitación de Santiago, siendo un hombre que le gusta estar entre mujeres nunca ha llevado a ninguna mujer a su dormitorio...
Ella se despierta se ve en un cuarto oscuro queda mucho miedo, al sentarse le llega un olor de perfume de Santiago, no puede creer que este acostada en la cama de ese mal****to hombre.. se levanta abre las cortinas y entra luz a la habitación, decide buscar la manera de escapar, para irse dónde su amiga Sofía, se acerca y ve que las ventanas están selladas, la puerta está con seguro.Maldice una y otra vez esconde su rostro en sus rodillas llorando.
—¿Porque mamá? Me dejaste sola con un padre que no le importa ver a su hija en manos de otro hombre, por sus pu**os vicios .. Siento que no voy a poder salir de este infierno.Sofi, debí escucharte muchas veces pero yo de terca. No quise te extraño amiga.. dios no permita más que este hombre me tenga aquí encerrada.. se que mis días aquí van a ser infernales cada vez más. — Camila ve que alguien está en la puerta
La Nana llega a la puerta de la habitación la escucha llorar mientras que habla con unos sentimientos y mucho dolor.. entra y cierra la puerta.
—hola
Camila sube la mirada, y le bajan las lágrimas con mucha nostalgia, se limpia la carita y no le responde..
—te traje ropa y comida mi niña debes de tener hambre — la Nana me habla con mucha nostalgia.
—no quiero nada, déjenme sola — llora desconsoladamente Camila
—¿Cómo te llamas..? — Pregunta la Nana
—¿ Me llamo Camila y tú? — Camila curiosa por saber quién es ella
—Lupe, ven mi niña mira como estás por favor déjame ayudarte si.? — la Nana la trata de sentar pero Camila al oír eso, se emocionó pensó que la iba dejar salir de la casa..
— señor Lupe enserio me vas ayudar a escapar de aquí.? Dígame qué si? Le prometo que no diré nada que usted me ayudó a escapar — Camila le agarra las manos con mucha súplica,Lupe prefiere ser sincera con ella..
—no hija por más quisiera no lo puedo hacer, te aseguro que nadie se va meter contigo mientras que tú estés aquí, ven a comer te bañas y te cambias..si.? — La Nana le acerca la bandeja de comida y Camila la tira al piso, se escucha los platos partirse, con unos gritos fuertes.
Santiago suspira y sale del despacho para ir a la habitación. Quería tener una noche tranquila, pero ya que, los problemas aún no terminan..
—¡nooooooo! No quiero nada no entiendes.? , Sino me vas ayudar quiero morirme de hambre que estar viviendo aquí, con ese mal***to.... — grita desesperada Camila
—cálmate hija, tranquila no te haré nada, te lo prometo Santiago tampoco, no se que está pasando, acepta mi ayuda por favor — habla la Nana preocupada por ella
Santiago abre la puerta y frunce el ceño...
—¿Qué pasa aquí? ¿Cuáles son esos gritos..? — Santiago está cabreado y sus ojos se oscurecen una vez más....
— no pasa nada Santiago, se me cayó la bandeja.. voy a recogerla verdad hija? — Camila asiente con mucho odio mirando hacia él..
— Nana por favor déjenos solos — frotándose la sien santiago
—hijo no vayas a cometer una locura, déjame con ella — Lupe está preocupada por la reacción de Camila Y a la vez por Santiago..
—¡Nooo!, Nana ve por favor no me colmes la paciencia, más de la que la tengo — Levanta la voz a la Nana Lupe
—¡Está bien.! Enviaré a alguien que limpie la habitación — Lupe sale de la habitación, no sabe si volver a entrar o irse a dormir, tiene miedo de que se desate una pelea, dejarlos a ellos solos no será nada bueno.. suspira y sigue a la cocina
En la cocina llega Liliana con Adriana
— Lupe que sucede porque se oyen gritos..? — Liliana preocupada
— ahí mis niñas por favor ayúdenme a hacerle algo de comer a Camila, lo que lleve no le gusto.Después les cuento, si.? — ellas dos asienten la Nana asustada por camila
—Lupe porque no le hacemos unos panqueques con huevos, tocino y un jugo que dices..? — Comenta Adriana
—gracias hija, si vamos hacerlo.. se que le gustará. No quiero comentarios a respecto de lo que ustedes escucharon — les dice la Nana con autoridad
—tranquila, no diremos nada—habla Adriana y Liliana al mismo tiempo...
Las tres decidieron consentir a Camila a pesar de no saber lo que le estaba pasando.. Santiago agarra una silla y se sienta al frente de ella.. camila no lo mira sigue sentada con su mirada perdida...Se acerca y la agarra del cabello..
—¡ahhhh! suéltame por favor — llora Camila
— ¡¡Cállate!! de una mal**ta vez —Santiago la agarra más fuerte del cabello... Camila llora cerrando los ojos...
—Su su suéltame por favor, ya no más te lo suplico — la suelta con rudeza y cae al suelo. Ella aguanta el dolor para no demostrarle que le dolió, tiembla de miedo que ni siquiera podía articular ninguna palabra.
Santiago entra al baño, se quita la ropa, mientras se ducha, cierra los ojos, y ve a Camila riéndose. Él suspira sigue duchándose y sale del baño, con la toalla en la cintura, Camila al verlo se sonroja, él levanta una ceja y ríe de ver qué está su rostro todo rojo sin que ella lo vea.
Se viste delante de ella, Camila sigue mirando a otro lado para no verlo.. Camina para estar frente a ella, e hincó una rodilla tratando de quedar a su altura.
—A partir de hoy en adelante dormirás aquí conmigo, ¿Entendido.?
—Ella asienta con muchos nervios..
Santiago sale tirando la puerta de la habitación. Baja las escaleras y llega a la cocina. Ve a la Nana sola y se asombra por la comida que hizo.
—¿Qué haces mi viejita? — pregunta observandola
—¿Que hago?, Estoy arreglando la comida de mi niña
—Te lo prohíbo, ella no quiere comer pues pasará hambre días semanas y meses..
—¡¡Baja el tono!! Santiago Andrade podre estar vieja, pero te puedo dar tus madrazos para que no te pongas de altanero tu a mi no me ordenada ¡ok!
—Está bien. No quiero que te encariñes con ella ¡por favor!.
—No te prometo nada, ¿vas a comer?
—No tengo hambre, pero si comeré alguito te aviso, si se me quita mi dolor de cabeza necesito descansar.
—Ok hijo
Lupe le sirve a Santiago, lo acompaña para que se coma todo, ella se levanta para ir a llevarle la comida a Camila, él sabe que no le puede contradecir a su Nana, ni dar órdenes ella es como una madre para ellos, debido que sus padres murieron cuando eran muy chicos, lo que no se imaginaron ellos es conseguir a una madre que los ame más que su propia vida y ellos con ella igual, a pesar de no ser su madre de sangre Lupe siempre ha estado para Santiago y Tomás en todo momento.
La Nana sube ve a Camila que está recogiendo el plato, ella la mira con nervios y se levanta.
—No hija ven deja eso, siéntate por favor, vamos y te bañas ven te acompaño si.?
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