La vida realmente es impredecible.
Karla no pudo evitar suspirar ante este pensamiento mientras miraba su reflejo en el espejo.
La chica delante de ella se veía hermosa, sus cabellos negros se encontraban decorados con pequeñas flores dispersas que la hacían lucir como una princesa, sin embargo, sus ojos dorados tan parecidos a la luz del sol no mostraban la alegría que una novia debería tener.
Karla lanzó un suspiro mientras trataba de abrir la boca un par de veces con la intención de emitir un sonido, sin embargo, fue una tarea imposible, no más bien, fue inútil hacerlo.
Ella no podía hablar.
No podía hacerlo desde hace mucho tiempo.
Karla no nació así, tampoco tiene algún problema con sus cuerdas vocales. Su condición es el resultado de vivir uno de los acontecimientos más trágicos que cualquier niño pudiera presenciar jamás.
La muerte.
Cuando Karla tenía siete años sufrió un accidente automovilístico en el que sus padres perdieron la vida. Desde aquel incidente ella no ha podido volver a hablar.
Es como si hubiera algo atorado dentro de su garganta que le impide hacerlo.
Las personas que trataron su caso dijeron que quizás el accidente fue algo demasiado traumático para ella, que su mutismo fue un mecanismo de defensa.
Tal vez aquello sea cierto o quizás no.
Karla no puede estar segura de ello porque no recuerda nada de lo que pasó aquella noche en la que sus padres murieron, y a pesar de que ella ha intentado rememorar, no puede hacerlo.
Al final, tuvo que aprender a vivir de esta manera.
Karla bajó la mirada mientras contemplaba el ramo de flores sobre la cómoda.
Flores blancas y carmesís.
Hoy era el día de su boda, sin embargo, ella no podía sentirse reconciliada con este hecho. Después de todo, el matrimonio no había estado en ninguno de sus planes cercanos o lejanos, incluso en algún momento llegó a pensar que se iba a quedar soltera toda la vida.
Érase una vez pensó que había encontrado a su alma gemela, a alguien que la amaba con todo sus defectos y virtudes, pero, para él, solo fue una apuesta.
Por lo que desde hace mucho tiempo su corazón le cerró las puertas al amor.
Al menos, ese era su caso.
Karla ha sido despreciada incontables veces, las personas a veces la miran con lástima, a veces con condescendencia debido a su discapacidad.
Muchas veces se acercaban a ella con un objetivo en mente.
Karla había sufrido demasiados desplantes que ya se había dado por vencida. Por lo que pensó que el matrimonio no era una opción para ella.
Sin embargo, sucedió lo imposible, Karla se iba a casar, aunque no por amor, estaba siendo forzada a casarse por conveniencia.
Karla negó con la cabeza antes de cerrar los ojos y pensar en todo los acontecimientos que habían ocurrido en los últimos días.
Hace una semana ella había asistido a la ceremonia de inauguración de un hotel, en dónde habían sido invitadas innumerables personas influyentes, también artistas de reconocimiento mundial.
En un principio ella no quería ir, después de todo, ese tipo de eventos no era algo que Karla disfrutará demasiado.
Pero su prima Camila insistió tanto que no pudo negarse.
Después de todo, desde que ella había empezado a vivir bajo las alas de sus tíos, ellos se habían portado de manera amable.
Le dieron comida, un techo para vivir, educación y… amor.
Camila no fue la excepción.
Esa prima de ella era una chica dulce de 25 años que se creía la protagonista de algún comic.
Por lo que, la mayor parte del tiempo, Karla terminaba cediendo ante sus peticiones.
Además, en cuanto Camila mencionó que Dominik Powell estaría presente, el cual era un actor que Karla idolatraba.
Ella ya no pudo seguir negándose.
Incluso se sintió emocionada por asistir a este tipo de evento.
Sin embargo, nunca pensó que esa noche pasaría algo que iba a cambiar su vida por completo.
Karla aun no estaba segura de lo que pasó, el recuerdo dentro de su memoria es difuso hasta cierto punto.
Parece que en un momento se encontraba admirando los ojos azules de Dominik Powell tratando de conseguir una manera de que le dé un autógrafo sin parecer patética y al siguiente estaba bebiendo un jugo de sandía que le ofreció un camarero, después de eso, todo era tan difuso y turbio.
Parece que alguien se estaba burlando de ella.
Parece que estaba corriendo, no más bien parece que estaba huyendo de alguien.
Parece que entró a una habitación y chocó con un pecho firme y cálido, no, hirviente, parecía que había chocado con un volcán a punto de erupcionar.
Luego, ella no recordaba nada.
Pero, el que ella no recuerde no significa que no haya sucedido algo.
Es más, parece que en ese lapso de tiempo que perdió paso de todo.
A la mañana siguiente despertó sintiendo un dolor fuerte de cabeza. El dolor era demasiado intenso que hizo que no se fijara en el torso desnudo del hombre que se encontraba a su lado.
Bueno…
Hasta que él habló.
— ¡Maldita sea! — gruñó aquel hombre haciendo que Karla saliera de sus pensamientos algo desorientados y se diera cuenta del tipo de situación en la que se encontraba.
Sin embargo, antes de que ella pudiera asimilar lo que estaba pasando al notar el rostro malhumorado de aquel tipo, su mente se quedó en blanco.
Ojos oscuros que parecían contener miles de secretos.
Labios gruesos como si pidieran un beso.
Cuerpo musculoso que parecía haber sido esculpido por Afrodita, la diosa de la belleza.
Él no era nada más ni nada menos que el jodido Jeremy Cash.
Mi némesis.
Bueno, eso estaba mal.
Karla pensó para sus adentros.
Era el némesis mi ídolo, Dominik Powell.
Por lo que yo era su mayor hater.
¿Cómo fue que termine acostándome con este hombre? ¡Cielos!
Jeremy Cash era una estrella en ascenso, un joven de ojos oscuros que era popular en el círculo de entretenimiento debido a su trasfondo familiar y algunas series populares que había protagonizado.
Él era el hijo menor de los Cash, una de las familias más ricas de la capital que tenían sus narices en casi todas las industrias y negocios.
Un príncipe en pocas palabras.
— ¡Esos infelices se atrevieron a drogarme e incluso arrastraron a una pobre mujer! — exclamó aquel hombre en un tono severo mientras miraba a Karla.
Los ojos de Jeremy eran demasiado atrayentes que Karla no pudo evitar mirarlo embobada.
Sin embargo, en cuanto asimilo el significado de sus palabras ella tuvo una epifanía, por lo que se dio cuenta de que ella también había sido drogada.
Esa era la única explicación para su estado descompuesto.
Pero…
¿Por qué lo hicieron? ¿Quién fue el que le tendió esta trampa?
Karla tenía tantos nombres en mente.
Pero uno resonaba más.
Es solo que ella no estaba segura, por lo que no se iba a poner a especular.
Karla lanzó un suspiro antes de fruncir los labios mientras se tapaba con la sábana y trataba de ocultar su desnudez.
— ¿Por qué no dices nada? ¿No me digas que estás detrás de esto también? — cuestionó Jeremy.
Nadie podía culparlo por pensar aquello. Después de todo, él se había encontrado con muchas mujeres de ese tipo, que no les importaba ir en contra de sus principios para obtener dinero, poder o fama.
Sin embargo, él no quería pensar que la chica delante de sus ojos era ese tipo de mujer, después de todo, se veía inofensiva como un conejo.
Pero, de nuevo, no era como si él pudiera confiar en las apariencias.
Después de todo, su padre se veía tan noble y no era más que un malnacido.
Karla lo miró confundida, ella aún estaba tratando de asimilar su situación. Sin embargo, antes de que ella pudiera hacer algún movimiento para contradecir las palabras de Jeremy. Aquel hombre que desprendía una belleza salvaje se levantó de la cama y empezó a vestirse de manera rápida.
— ¿Cuánto te pagaron para que te metas en mi cama? ¿Acaso no tienes dignidad? — señaló.
Jeremy al notar el mutismo de la chica en la cama pensó que ella había aceptado sus acusaciones.
Karla a su espalda sacudió la cabeza tratando de negar sus acusaciones.
No es así.
Esa frase ella quería decirle, pero era imposible.
— ¿Es porque soy famoso? Sabes, lo que más odio en el mundo es el tipo de persona que abandona sus principios por dinero, poder o fama.
No es así.
Karla intentó hablar y defenderse, pero no pudo hacerlo, sus palabras, sus gritos no iban a ser escuchados.
Siempre había sido así.
Jeremy ya había sacado sus propias conclusiones con respecto a este asunto, por lo que Karla decidió no insistir más debido a que solo estaba perdiendo su tiempo.
Él no la iba a escuchar.
Así como muchos no lo hicieron.
— Espero no volver a verte nunca — gruñó aquel hombre.
Luego de que dijo aquello le dio una mala mirada antes de salir de la habitación.
Bueno.
Karla también esperaba no volver a verlo jamás. Ella solamente quería pensar que este tipo de incidente era una pesadilla.
Nota de Autora
Bienvenidas a esta nueva aventura, tomen asiento y disfruten de la historia de Karla y Jeremy.
Recuerden que todo es ficción.
Además, si son del tipo de persona que es sensible vayan preparando su corazón :) debido a que habrá situaciones que lo ameriten.
Gracias por mostrar interés y por pasarte por aquí, espero que tu estadía sea agradable :)
No se olviden de dejar un bello comentario o voto :) también si les agrada califiquen con ⭐⭐⭐⭐⭐ eso ayuda mucho a los autores para traerles más contenido.
Luego de que Jeremy saliera de la habitación. Karla se levantó de la cama con la intención de lamer sus heridas en silencio tal como siempre lo había hecho.
Después de todo, esta no era la primera vez que ella pasaba por este tipo de situación.
En el pasado vivió una escena similar, cuando le entregó su virginidad al hombre que creyó que la amaba, pero que cuando aquel hombre obtuvo lo que quiso la dejó abandonada en una habitación de un motel mientras le dijo que lo hizo por una apuesta.
Karla se vistió con pulcritud esperando que todo lo que había pasado entre Jeremy y ella quedase en el olvido.
Sin embargo, aunque ese fue su deseo, este no fue concedido.
En la tarde del mismo día, mientras ella miraba las actualizaciones de Dominik con la finalidad de limpiar su mente y alma luego de regresar de aquel hotel y enfrentar el cuestionamiento de sus tíos, del que solamente se salvó debido a la oportuna llamada de un inversionista chino. Karla vió una noticia que hizo que dejara caer el celular, incluso casi sintió que se desmayaba de la impresión.
“Video de Jeremy Cash en un hotel”
“Jeremy Cash se acostó con una fan”
“Jeremy Cash tiene una amante”
“Jeremy Cash y su video prohibido”
Todo el internet estaba inundado con el nombre de Jeremy Cash.
Karla no pudo evitar tener un mal presentimiento con respecto a este asunto.
Cuando ella hizo clic en un enlace todas sus suposiciones fueron ciertas.
¡Esto no puede estar pasando!
Karla pensó para sus adentros mientras sentía que su mundo se vino abajo de un momento a otro.
El vídeo del que todo el mundo estaba hablando era uno sobre Jeremy y ella.
Y aunque Karla había tenido la ligera esperanza de que las imágenes hayan sido distorsionadas, incluso censuradas, pero no fue así. Ese no fue el caso.
Él y ella se veían tan claros que incluso un ciego podía darse cuenta de quién era quién.
Lo único que la consoló fue que el vídeo no era lo suficiente comprometedor hasta ser escandaloso, aunque, la insinuación subyacente era algo que hasta un tonto lo podía entender.
De un momento a otro el teléfono de Karla empezó a zumbar de manera intermitente que la única opción que le quedó fue apagarlo.
Ella podía entender que cualquier persona que la llamara en este momento era alguien que solamente quería desenterrar la información sobre lo que realmente había pasado entre Jeremy y ella.
Karla trató de pellizcar su brazo con la intención de tratar de despertar.
Pero, ella no estaba soñando.
No iba a despertar.
Porque esto que estaba pasando era real.
No era un sueño.
Justo cuando Karla iba a recostarse en la cama y hacerse una bolita, la puerta de su habitación fue abierta de manera abrupta.
Era Camila, su prima.
Aquella chica se veía preocupada.
Y no era para menos, después de todo, el ver a un familiar en este tipo de situación te dejaba un mal sabor de boca.
— ¡Karla! — exclamó antes de atrapar a su prima entre sus brazos.
La mirada en los ojos de Camila hizo que Karla se sienta temerosa.
Ante los ojos de Karla, Camila parecía algo loca como si quisiera destruir el mundo, como si quisiera regañar a alguien.
Bueno…
Karla también quería hacerlo.
Quería regañar a la persona que la drogó a ella y Jeremy, quería destruir a la persona que subió ese tipo de vídeo tan comprometedor. Ella quería hacer tantas cosas.
— ¿Estás bien? — cuestionó Camila con la voz llena de preocupación — ¿Ese tipo se aprovechó de ti? ¿Fue consensuado? ¿Cómo fue que se difundió ese tipo de video? Responde, prima — siguió cuestionando con apremio.
Karla optó por sacudir la cabeza al escuchar sus palabras para luego utilizar el lenguaje de señas y decirle todo lo que había pasado.
Ella le contó a Camila cómo fue que después de beber un jugo de sandía todo su mundo se volvió confuso. Además, también le dijo, que ella no era la única que había sido drogada, sino también Jeremy.
Camila negó con la cabeza antes de abrazar a su prima.
— Es bueno que estés bien, prima. No deberías revisar tu celular, te están regañando demasiado, yo… papá quería venir a hablar contigo sobre este asunto, pero logré convencerlo de que era mejor que yo lo haga. Él va a tratar de eliminar este tipo de noticia de la red. Sin embargo, en solo unas horas ha explotado como si fuera un tema nacional, por lo que es una tarea casi imposible.
Karla asintió ante sus palabras.
Ella no era tonta, sabía muy que este asunto era serio. Pero, de nuevo, no había nada que pudiera hacer por el momento.
Su voz, no podía callar la de millones.
Tampoco podía deprimirse, después de todo, era una fiel creyente de que luego de una tormenta sale el arcoíris.
Por lo que a pesar de que la situación era demasiado desfavorable, ella no podía ahogarse en un mar de autocompasión.
— Parece que alguien está trabajando muy duro para reprimir a Jeremy Cash — continúo hablando Camila —. Hace unos días, salió la noticia de que había dejado a una mujer embarazada. Antes de ayer, dijeron que lo habían visto golpear a unos fans. Ha estado perdiendo seguidores y la gente lo ha estado regañando como si fuera su diario vivir. Y ahora esto. Sin embargo, por qué tuvieron que arrastrarte en este tipo de lucha sin sentido. Al menos debieron censurar tu rostro.
Karla bajó la mirada al escuchar aquello. Parecía que ella había sido arrastrada a los problemas de aquel hombre por lo que no pudo sentirse un poco resentida.
Camila conversó un rato más con ella antes de salir de la habitación.
Aunque Camila le había dicho a Karla que no revisará el celular. Karla no le hizo caso por lo que luego de unos minutos encendió su teléfono y empezó a navegar por internet.
La curiosidad la mataba, así que nadie podía culparla. Además de que este era un asunto que le correspondía resolver o al menos tratar de entender que tan mal estaba su situación.
Sin embargo, en cuanto Karla miró los artículos que estaban saliendo en tiempo real, no pudo evitar sentirse sorprendida.
“Algunas personas que analizaron el vídeo dicen que la acción de J hacia X no es consensuada”
“Jeremy Cash está siendo investigado”
Sí…
Karla no pudo evitar pensar que Camila tenía razón, debía dejar de revisar su celular, eso solo la iba a volver loca.
Incluso los comentarios estaban llenos de insultos.
Karla no pudo evitar sentirse deprimida. No solo por ella, sino por Jeremy.
Después de todo, en el pasado ella había pasado por una situación similar en la que todos la juzgaron sin conocer la realidad de los hechos.
Alguien había dicho una mentira que todo el mundo terminó creyendo que era verdad.
Después de todo, si una mentira se dice demasiadas veces, se acaba convirtiendo en la realidad.
Karla negó con la cabeza mientras miraba la imagen de aquel hombre de ojos oscuros.
Ella no pudo evitar pensar que la carrera de Jeremy como actor parecía que iba a terminar.
Karla se levantó de la cama y se dirigió hacia el piano blanco que la había acompañado durante mucho tiempo. Cerró los ojos antes de empezar a tocar.
Ella no sabía que estaba tocando, mezcló un montón de melodías, lo único que ella quería hacer era sacudir de su médula toda la frustración que había sentido con todo lo que estaba pasando.
Solamente se detuvo cuando era la hora de comer.
Mientras Karla llevaba una cucharada de arroz a su boca no pudo evitar sentirse incómoda debido a la mirada de sus tíos, ambos la miraban con ojos llenos de chismes. Parecía que querían que ella les contará todo lo que había pasado ayer.
Pero, Karla sintió que no había nada que contar, ya ella le había dicho todo lo que había pasado a Camila.
Jeremy y ella ni siquiera se conocían hasta ayer.
Incluso ella era su hater.
Él y ella era una combinación que no existía ni existirá jamás.
Después de todo, el tipo ideal de Karla era alguien como Dominik, el tipo de belleza amable que parecía calmar los corazones de las personas. Alguien como Jeremy que parecía inaccesible no era su tipo.
Pero…
Parecía que el destino estaba empecinado en unirlos.
Debido a que después de dos días, Camila entró de nuevo de manera abrupta a la habitación de Karla.
Ella tenía una sonrisa de oreja a oreja en el rostro como alguien que había ganado la lotería, incluso el tío de Karla que parecía haber venido con ella parecía feliz.
Y eso era realmente algo raro, debido a que lo único que podía hacer feliz a ese hombre era el dinero.
La mirada azulada de tanto la hija como el padre parecía iluminar el cielo.
¿Qué estaba pasando?
Karla se preguntó para sus adentros.
— El joven Cash estuvo aquí. Él vino a hablar conmigo, Karla — comentó su tío haciendo que Karla tuviera un mal presentimiento.
Sus sospechas no fueron infundadas.
— Te vas a casar, Karla — enunció Camila con una sonrisa de oreja a oreja.
Espera…
¿Qué estaba pasando? ¿Cómo era eso que me iba a casar y ni siquiera sabía la razón?
Karla se preguntó para sus adentros.
El tio de Karla se dió cuenta de el estado de confusión de su sobrina. Por lo que se acercó a ella y le dió un par de palmaditas en la cabeza.
— Sé que estás confundida hija. Incluso has de pensar que soy un dictador al no tomar en cuenta tu opinión, pero sé que aceptarás cuando escuches lo que te voy a decir.
Bueno…
Karla lo instó con gestos para que no se vaya por las ramas y hablé.
Aquel hombre de mediana edad y de ojos azules sacudió la cabeza ante el comportamiento de Karla mientras empezaba a explicar el meollo del asunto.
— Aquel joven me explicó cómo debido al incidente del hotel ha estado en el ojo del huracán. También me contó como le tendieron una trampa para destruir su reputación. Incluso me ofreció disculpas por arrastrarte a sus asuntos. A su manager la única solución que se le ocurrió fue que se case contigo, ella cree que si se inventan una historia de fondo todos los malos rumores que tiene desaparecerán. Al final, la noticia que tuvo más impacto en su carrera es lo que pasó entre tú y él.
¿Qué?
Karla no sabía que este asunto se había vuelto tan mediático en tan solo unos días.
Ella pensó de manera ingenua que con el paso del tiempo las aguas turbulentas se iban a calmar. Pero, al parecer no fue así. Parecía que el asunto entre ella y Jeremy incluso empeoró más.
— Al principio, no quise aceptar este tipo de trato. Pero cuando me mostró lo que estaba dispuesto a dar no tuve más opción que aceptar. Karla, él está dispuesto a apoyar a nuestra compañía en el futuro. Además, invertirá en el nuevo hotel que estaré construyendo, ya sabes, desde hace mucho tiempo el financiamiento de la obra me había dado dolor de cabeza, pero está opo…
Parece que los beneficios son solo para usted tío.
Karla pensó sintiéndose algo amarga para este tío tan codicioso que tenía.
Parece que su tío se había dejado deslumbrar con la fortuna.
— Papá, no le digas eso. Karla pensará que la estás vendiendo. Vamos, dile los beneficios que tendrá ella.
Aquel hombre de mediana edad bajo la mirada avergonzado ante el regaño de Camila. Luego soltó un carraspeo antes de empezar a hablar.
— Él mencionó que este matrimonio será como un trabajo en dónde tu único papel es fingir ante el público que estás enamorada de él. No tienes que cumplir con ninguna de las obligaciones conyugales. Además, tiene un tiempo límite de dos años. Cuando se cumpla la fecha podrán divorciarse. Y… también dijo que esto también te beneficia a ti, podrás limpiar tu reputación ante los medios. Ya sabes, algunos fans acérrimos han iniciado una campaña en contra de ti, incluso están haciendo marchas.
Camila sacudió la cabeza antes de colocar una mano sobre el hombro de su padre.
Solo el cielo sabía lo frustrada que a veces se sentía con el hombre que le dio la vida que solo parecía pensar en el mismo, su pensamiento parecía ir en una sola dirección: la del dinero.
— Pero, si no estás de acuerdo, no aceptes, prima. Ya sabes lo importante es lo que tú quieres.
Karla sonrió al escuchar aquello.
— Pero, yo ya acepté…
Karla negó con la cabeza al oír el comentario de su tío.
Ciertamente, este par de tío y prima eran un espectáculo para sus ojos.
Ella bajó la mirada mientras trataba de pensar en el futuro, luego volvió a mirar al par de personas que se encontraban enfrente de ella.
Entonces...
Asintió antes de sonreír de manera radiante.
Karla estaba de acuerdo con el arreglo de su tío, sin embargo, ella tenía sus propias razones para aceptar este tipo de trato de ganar y ganar.
Hace unos días Karla pensó que su futuro sería oscuro, después de todo, luego de que este tipo de escándalo estallará, las personas que sabían de su identidad empezaron a acosarla en sus redes sociales, incluso visitaron su blog para dejar malos comentarios y no contentos con aquello fueron a publicar mensajes de muerte en el sitio en donde publicaba los cómics que ha estado dibujando.
La acusaban de zorra, prostituta e inmoral.
Por lo que Casarse con Jeremy Cash era la mejor opción para limpiar su nombre y poner algo de luz en su vida.
Pero, a pesar de que su futuro que había sido oscuro había cambiado y ahora parecía más brillante, Karla no pudo evitar sentir que estaba entrando a un camino sin retorno, incluso más sombrío de lo que había sido en un principio.
….
La boda fue planificada en menos de cinco días.
En un principio Karla pensó que iba a tener más tiempo para adaptarse, pero no fue así. Cuando menos lo espero ya se encontraba usando el vestido de novia mientras esperaba que la ceremonia de inicio.
Ni siquiera tuvo el tiempo de aprender la historia de fondo que se había inventado Jeremy para justificar este matrimonio. Aunque eso no era importante, después de todo, nadie podía cuestionar acerca de lo que un Cash estaba haciendo cuando los hechos eran más que claros.
— Luces hermosa — susurró su prima Camila haciendo que saliera de sus pensamientos.
Karla sacudió la cabeza mientras recogía el ramo de flores sobre la cómoda.
— Lo digo en serio — insistió Camila.
Karla ante su entusiasmo soltó una risita mientras le daba la mano.
Camila sonrió mientras la ayudaba a llegar hasta la limusina en dónde se encontraban sus tíos platicando.
— Karla, estás preciosa — comentó la tía haciendo que Karla sonría por su halago.
Realmente, ella no estaba acostumbrada a que la halaguen demasiado, por lo que escuchar a cada rato que le digan bonita o cualquier otro apelativos hacia que se Karla se sienta nerviosa.
Aunque Karla sabía que esta no era una boda real, le era imposible no sentirse ansiosa.
Ya sea falso o real.
Nunca se había casado, por lo que había cierta expectativas en su corazón.
— Alrededor habrá algunos paparazzi, por lo que sonríe y trata de ser cariñosa con Jeremy, al menos ante el ojo público. Sé que puedes hacerlo.
La animo su tío.
Karla asintió mientras miraba por la ventana a los árboles pasar.
— Ya sabes, pequeña, aunque te estás casando, esto no significa que dejaremos de ser tu familia. Puedes contar con nosotros siempre — añadió su tía.
Karla volvió a asentir como si entendiera lo que le decía su tía.
Después de todo, Karla sabía eso, además de que estaba claro de que este tipo de matrimonio era un fraude, por lo que ella no estaba tan preocupada por cómo sobrellevar su vida conyugal.
¡Cielos!
Karla tenía tantos pensamientos en mente.
Pero el que más hacía mella en su memoria era el de si estaba haciendo lo correcto al casarse.
No…
Karla sacudió la cabeza mientras pensaba para sus adentros que ya no había tiempo para arrepentimientos, por lo que ella se concentró en pensar en las flores, la melodía nupcial.
Y el novio.
Pensar en él la hacía sentir amarga.
Después de todo, desde aquel incidente en el hotel Karla no lo había vuelto a ver.
Las palabras que le había dicho aún rezumaban en su memoria.
¿Jeremy seguirá pensando que soy una buscadora de oro?
Quizás si…
Karla no pudo evitar pensar para sus adentros.
Después de todo, el comportamiento de su tío cuando se trataba de dinero no era el más correcto.
Él se volvía completamente loco.
Por lo que de seguro seguirá pensando que ella tuvo parte en el complot de la perdida de su reputación.
Cuando llegaron a la capilla, Karla se dio cuenta de la brecha gigante que existía entre su familia y los Cash.
Los cuales estaban podridos en dinero.
Después de todo, hicieron en un par de días lo que le hubiese tomado meses planificar a una persona con un ingreso promedio.
Las decoraciones, las flores, los meseros e incluso el lugar parecía de ensueño, como si hubiera sido sacado de un cuento de hadas.
Todo era tan mágico.
Que por un momento Karla se dejó llevar por las emociones dentro de su corazón y empezó a sonreír de manera sincera.
Bueno…
Su sonrisa no duró demasiado debido a que enfrente de ella se encontraba Dominik Powell, su ídolo.
¿Por qué él estaba aquí?
Karla no tenía cara para verlo, después de todo, sintió que no era digna de ser su fan debido a que ahora se estaba casando con el rival de su ídolo.
Aunque Karla sabía que estaba siendo tonta, no podía evitar sentirse como una mujer que había sido atrapada haciendo trampa.
Por lo que no pudo evitar disculparse mentalmente mientras pasaba a lado de Dominik.
— ¡Felicidades! — proclamó aquel hombre con una mirada amable en sus ojos azulados.
Ante estas palabras y expresión, Krska sintió que se derretía.
¡Él era tan guapo!
Karla asintió ante su felicitación antes de gesticular un gracias mediante el lenguaje de señas.
Dominik la miró confundido por un momento antes de fruncir el ceño.
Sus ojos azules parecían desconcertados.
— ¿Acaso estás maldiciéndome? — susurró antes de eliminar por completo la sonrisa amable de su rostro y añadir — ¿Por qué estás haciendo señas? ¿Acaso no puedes hablar? ¿Eres muda?
¡Eh!
¿Por qué parecía que se estaba burlando de mi condición?
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