°... Siguiendo la ruta de tus mentiras pude al fin hallar la verdad, esa triste verdad que yo misma quise tratar de apañar, tan solo por no perderte, tan tonta fui todo este tiempo.
Y tu perdón hoy no significa nada, quizás si antes me hubieses dicho que no era verdad lo que yo decía, o lo que yo me imaginaba, nuevamente te perdonaría. Pero cariño mío y de alguien más, muy bien sabes que está es la última vez que yo te vuelvo a mirar a los ojos, esos ojos celestes cielo de los cuales era yo su único reflejo y amaba tanto verme en ellos.
Por otra parte, no, ya no más mentiras, no más pretextos, no más encuentros llenos de una pasión desbordante en el cual te gustaba que grite tu nombre, no más vivir en una relación plagada de irregularidades, de errores y de recuerdos penosos que uno a uno se vienen a mi mente. Fui todo este tiempo la tonta a la cual le viste la cara y aquella mujer de trasero proporcionado también compartía la burla de verme hacer ese papel.
No me vuelvas a buscar... Jamás.
Mecer Santiagués Prada.
° Dices eso porque estás herida, ella para mí no vale nada, tú tienes lo que yo quiero, eres la mujer de la cual me enamore y me supo amar con ese amor sincero, no me dejes, me voy a quitar la vida sin ti, no quiero respirar si tú no estas a mi lado, quiero necesito sentir el olor de tu piel, ese olor que me embriaga. No lo hagas Lizzie Thever Alcázar recapacita y déjame demostrar que solo son mentiras de esa mujer y lo que ella busca es dinero solo le importa el dinero y a mí me importas tú...
Lo observo y escucho atentamente cada palabra que sale de su boca; sin embargo, la confianza está deteriorada, no puedo seguir con él, fue mi novio durante seis años y faltando únicamente tres días para que nuestra vida se realice, descubro que no solamente era yo la mujer que él tenía, no era yo la única, no lo era. Había una sonrisa que a él le hacía feliz cada vez que observaba esos labios curvarse para esbozar palabras a su oído, era una más...
Me giro, mi cuerpo tiembla, mis pasos son lentos, pero seguros me doy cuenta de que ya no veré más al hombre que sería mi esposo en unos días, ya no hay vida, ya no hay banquete, ya no hay viaje, ya no hay nada, él se queda con el crédito de lo que acaba de suceder.
Escucho decir mi nombre una y otra vez...
LIZZIE
LIZZIE
LIZZIE...
Tomo mi bolso, depósito en sus manos aquel anillo que me dio en una cena maravillosa, salgo del departamento, y mi camino es frío y oscuro, fueron seis años que estuve con él y faltaba poco para ser su esposa.
_________________
Veo que ella se va y está vez está decidida, tantos años de construir una confianza sólida y un amor puro, se fue al vacío por culpa mía. Quiero que sea mi esposa, quiero volver a la noche anterior dónde cenamos felices y prometimos ser los mejores padres para nuestros futuros hijos y hoy veo que todos esos planes se fueron a la mierda por esa mujer. Recuerdo que me dijo que se llamaba Siri. Estaba en mi oficina revisando los últimos reportes de contabilidad y ella, la chica nueva fue a dejarlos, se sentó en mi silla, mientras yo estaba de espaldas.
Cuando me giro, ella está con las piernas abiertas, haciéndome la invitación para yo intimar con ella, yo trato de alejarme y mi torpeza sale a flote, ella se acerca y me besa, mi intimidad esta lista, con solo besarme ya siento que el calor va en aumento. Pienso y me digo así mismo que horas más tarde tendré una cita con mi futura esposa.
Siri me besa y juega con mi lengua, yo cedo ante ella como un estúpido y la sujeto de la cintura bruscamente y le levanto aquel vestido corto que lleva puesto, me bajo el cierre de mi pantalón y dejo ver ante sus ojos mi pronunciada erección. La subo en mi escritorio y la embistió bruscamente una y otra vez ella tira de mi cabello, eso me prende y voy cada vez más rápido, hasta que llegó al punto.
Inundó su interior con semen, ella se muerde el labio y baja lentamente, coloca mi intimidad en sus labios y va laminando, limpia con su lengua cada residuo que he dejado. Eso me vuelve a encender y siento como mi erección está dura otra vez.
Ella se lo lleva a la boca y entra y sale, cada vez más y más rápido. Su lengua es toda una experta, juega con mi masculinidad, muerde suavemente y yo me rindo ante ella por segunda vez. Caigo en su pecho, ella se coloca su diminuto vestido y sale de la oficina.
Cuando me quedo solo, veo en el lío que me acabo de meter. Estuve en mi oficina con otra mujer.
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° Mi teléfono no ha dejado de sonar, estoy en mi casa con los ojos hinchados de tanto llorar, pensé que era totalmente sincero conmigo ja que ilusa que fui. Soy una tonta por creer.
Cuando vi a aquella mujer que le hacía sexo oral en su oficina, me quise morir. Él disfrutaba hacerlo con ella, ella es una experta en lo que hace.
¡No más ya no más!
Es viernes por la noche, me maquillo, llamo a Ana, me colocó una minifalda junto a una blusa blanca casual.
Ana viene por mí y así nos vamos al bar "Copas".
Bebo como nunca lo hecho, bailo y me divierto, el alcohol dentro de mí hace que vea la felicidad aunque sea por unas cuantas horas y sé que mañana volveré a mi vida. Mi vida la cual ya no será igual hasta la que tenía hace unos días.
ANA Taichi...
° Si sigues tomando de esa forma considera que mañana tendrás un dolor de cabeza tremendo.
° Deja de ser aburrida y ven a bailar conmigo.
Ana ríe junto a mí y bailamos dos canciones seguidas, cuando de repente voy sintiendo que el vómito está en camino...
Salgo como una bala disparada con dirección al baño, en el camino tropiezo con alguien y ...
° ¿Está bien señorita?
Yo no puedo hablar, entro al baño y descargo todo lo que mi estómago regresa. Minutos después salgo, veo mi cara y está un desastre, me limpio con toallas de papel del bar.
Voy de regreso a nuestra mesa, pero hay un hombre mirándome fijamente...
° ¿Ahora estás mejor, no es verdad?
Pero quién es, no lo he visto jamás.
° ¿Me hablas a mí?
° Sí. Te, esperé porque hace un rato que chocamos dejaste caer tu teléfono y pues la pantalla ya no sirve, está estropeada.
Yo miro mi teléfono con tristeza, ya no sirve.
° Gracias y perdón por lo de hace un rato, me sentía mal y tenía que llegar a tiempo al baño.
° Pierde cuidado, mi nombre es Franco Pízquela.
Yo le estrecho la mano y recibo mi teléfono, y justo en ese instante los disparos se oyen junto a los gritos de las demás personas, él me cubre con su cuerpo, está sobre mí.
Los disparos y gritos no cesan. Franco se levanta me da la mano y me ayuda a pararme, me guía por un pasillo es oscuro, estamos en un pequeño espacio, abre una madera larga y es un escondite.
Franco entra y luego me ayuda a entrar. Me hace señas con su mano, para que no haga ruido, desde aquí se puede ver el gran salón del bar, hay varios encapuchados deben ser como ocho a diez hombres, Franco Pízquela hace una llamada y en cuestión de minutos llegan más hombres. Es terrible la vista desde aquí, no puedo distinguir quién está herido y quién está sin vida.
Busco a Ana y no la veo por ninguna parte. En la habitación donde estamos hay muchas cámaras, diviso una a una mientras Franco hace algunas llamadas más.
Y... ¡bingo! encontré a Ana está en la barra, un hombre la cuida y hay otros dos más.
Luego entran los hombres que debe ser a los cuales llamo Franco. Dicen algo en italiano, lo logro escuchar por el monitor y apunta al que al parecer es el hombre que dirige todo esto del ataque.
Dejan caer sus armas y uno a uno van siendo atados, las personas se mantienen en el piso por señal del otro hombre, así se da fin a este atentado, venganza o no sé que, ¡rayos está sucediendo!
° ¿Estás bien?
Quieres un vaso de agua.
Yo asiento, estoy con el corazón acelerado por lo que acabamos de pasar.
° Cuando me presenté olvide decirte que soy el dueño de este bar, desde aquí puedo ver lo que sucede en el salón.
De pronto voy sintiendo como todo va girando y me desmayó.
¡Hey!
Vaya al parecer fue una gran impresión. Llevo en brazos a esta mujer que es muy bella, subimos a mi Penthouse que está en el piso diez de mi edificio, la acuesto en mi cama y le bajó el cierre de su falta, para que esté más cómoda.
Estoy agotado, hoy no fue nada fácil, me voy preparo un baño de tina, mientras estoy sumergido puedo ver los ojos de esa mujer, su piel es tan suave, su cabello largo y sus labios, juro que tuve que contenerme para no tratar de besarla.
Después de algunos minutos salgo de la tina y voy a ducharme con agua fría. Escucho música suave, mientras termino de bañarme.
Lizzie Thever Alcázar.
° Despierto y estoy en un lugar distinto, es muy lujoso y hay un aroma a lavanda y menta. Escucho una melodía proveniente del baño, dudo en seguir el ruido, pero tengo que salir de aquí.
Tomo mi teléfono roto, pero la curiosidad en mi es tan grande, termino por ir al baño, cuando llego...
Me pierdo en el cuerpo que tiene este hombre, con la luz clara puedo ver lo guapo que es y vaya el porte que tiene y ese trasero tan perfecto, wow que hombre.
Se gira y yo me atragantó con mi propia saliva. Tiene un miembro enorme, será real...
Salgo y me regreso a la cama donde estaba. Me decido por esperar.
Minutos después sale con una toalla en la cintura y trae el cabello húmedo.
Siento que me va a dar un ataque en este mismo instante, que cuerpo tan trabajado y tiene un tatuaje en su bien marcado pectoral. Le miro su rostro y él está sonriendo. Creo que sigo con los efectos del alcohol.
° ¿Te sientes bien?
En la cocina hay agua, te traeré un vaso o prefieres jugo de naranja.
Yo lo sigo mirando, siento que mis mejillas están rojas, ya que mi rostro empieza a quemar.
° Si, si me quedo con el agua, gracias. Sabes dime... Yo... Me iré a mi casa y no sé nada de mi amiga y lo mejor es que me vaya.
Él me mira y sacude su cabello húmedo.
° Primero te traeré un vaso de agua, y luego te diré sobre tu amiga Ana.
No sé que se trae este hombre conmigo, estoy confundida y aún mi mente está mezclando los recuerdos del día de ayer, fue como una ruleta de acciones precipitadas.
Él regresa con un vaso de agua en sus manos, yo lo recibo y me lo bebo todo.
° Bueno a tu amiga Ana la llevaron a su casa, uno de mis hombres le dio mi mensaje. Le dije que tú estabas conmigo y ella sin titubear acepto y se fue con Rally...
Por cierto Rally es mi empleado de confianza, así que no te debes preocupar, ahora quiere que te lleve a tu casa o prefieres ir a otro lugar.
° No. Yo prefiero ir a mi casa, pero no te debes molestar, puedo tomar un taxi e ir de regreso.
° Si a ti no te molesta pues yo te puedo llevar de regreso.
Vaya... No puedo decirle que no. Acepto y él se dirige a su clóset se viste y se ve tan bien con esa camiseta blanca y pantalón holgado, se coloca una gorra y esos lentes que lo hacen ver como un chico malo...
Salimos y al llegar al estacionamiento, me quedo boca abierta viendo la clase de auto que tiene es tan para él... Ja es impresionante.
Me abre la puerta y me subo con cuidado de no estropear el tapizado del auto.
° Bueno y a qué dirección vamos.
° O si está bien, es en los claveles del prado ala norte...
Me lleva en su auto y así salimos del estacionamiento, vaya que si es un auto muy cómodo. Me siento rara, coloca música clásica, vaya que es perfecto. Sin embargo, no puedo olvidar que mi pasado aún está fresco y que en tres días se iba a realizar mi boda y aún no canceló nada y para ser sincera no sé por donde empezar.
° ... Y dime algo... El silencio está bien... O quizás prefieras conversar conmigo de lo que eres o a que te dedicas o no sé lo que quieras contarme.
¡Claro como no!, piensa que yo le contaré que fui dejada por un hombre que era mi futuro esposo y que me hacía ciega, cuando sabía que se revolcaba con la secretaria y no solo ella si no muchas más.
° Si te es difícil poder contarme no te preocupes yo entiendo... Cambiando de temas incómodos.
Dime Lizzie te parece si paramos en aquella cafetería, ya que hoy no me dio tiempo de desayunar y bueno siento que mi estómago me empieza a pedir alimento.
° Bueno sí... He... Por mí está bien, un buen café sería espectacular para poder controlar mis sentidos que aún permanecen dormidos.
Franco es muy amable y muy atento, no puedo negar que es guapo, pero no estoy lista para que me pueda gustar alguien si hasta ayer por la mañana yo era una novia y bueno tan solo hoy soy una ... Una mujer sin novio a la cual le terminaron por no ser suficiente para ese desgraciado.
° Bueno Lizzie, pasemos, aquí tienen un café recién pasado que es muy exquisito y especial, ya lo vas a degustar y me dirás que si estoy en lo cierto.
Yo sonreí tímidamente ante lo que Franco me dice...
° Que bueno, ya que necesito un buen café.
Llega una señorita con una falda corta y una blusa con un escote recatado, es muy linda por cierto y al ver a Franco ella se pierde en sus ojos y lo mira con muchas ganas, ja. Yo también soy mujer y me imagino que es lo que ella está pensando, mientras observa a Franco. Pero él ni siquiera se inmuta en levantar el rostro para verla, solamente le recibe la carta y hace el pedido.
° Listo. Un desayuno americano para mí, pero los huevos que estén bien fritos. Lizzie tú qué vas a pedir.
° Yo, bueno un café con tostadas y mermelada de naranja.
Él le entrega la carta y después de casi siete minutos regresa con nuestros pedidos.
Él come con muchas ganas y yo trato de no parecer hambrienta ante él, ya que sería desastroso que piense que soy una mujer sin modales o que sé yo.
Franco me va contando un poco sé sus negocios, que también tiene una empresa extranjera y que la cadena de hoteles Pilares, le pertenece.
Poco a poco me voy sintiendo en confianza, Franco me lleva hasta mi casa y yo agradecida por su amabilidad.
Lo miro irse antes que de la vuelta en su auto y él parece que me vio, ya que sacó su mano para despedirse nuevamente.
Subo a mi habitación y me encuentro con mi mundo, no tengo ganas, me dejó caer sobre mi cama y siento en lo que me sucedió y pongo en una balanza lo que tiene peso.
- Mi dignidad.
-Amor propio.
- Hacerle saber que yo sabía todo lo que hacía.
Después me quedo dormida y despierto cuando el sonido del teléfono de casa suena.
... La llamada es de Ana, no deja de preguntarme que porque rayos desaparecí el día de ayer.
Y aquí estoy yo tratando, de explicar en un resumen lo que viví ayer. Pero está mujer es tan terca que no cree que solo me quedé a dormir con aquel hombre que según ella le dijo que yo estaría bien junto a él.
° ¡Por Dios mujer, cuántas veces te debo decir que solo fue un café y nada más!
Estás tan histérica y aún pareces bajo los efectos del alcohol, sabes toma una ducha fría y hablamos luego que yo aún tengo sueño.
Ella al otro lado del teléfono solo refunfuña y yo no puedo lidiar más, tengo un dolor de cabeza y estás ganas de vomitar que no se me pasan.
Pienso que mi día de ayer me cambio totalmente y también hizo que yo me haga valer por lo que en realidad soy, por lo que valgo.
Decido no trabajar en estos dos días, me la he pasado sumida en mi habitación, únicamente comiendo sopas instantáneas, junto con el poco helado. Voy hacia la cocina y veo que ya no me queda helado, eso me deprime aún más.
En la mañana recibí un mensaje de la secretaria de mi exnovio avisándome que todo lo relacionado con nuestro matrimonio se ha quedado suspendido, me lo dice de una manera tan fría, que bueno para mí no es nada raro ya hasta este punto de la situación. La muy cínica se atreve a llamarme después que estuvo con... Ya ni mencionar sirve a ese hombre.
Me voy a la cocina y al ver el desorden que tengo, solamente puedo ver qué no estoy siendo una mujer valiente y que no puedo caer en la depresión, camino hasta el living enciendo la música, tomo una bolsa de basura y voy recogiendo todo lo que no sirve y junto a la basura tiro también el cuadro de su fotografía, la limpieza me ocupa todo el resto de la tarde, estoy contenta conmigo porque al respirar el olor a desinfectante y ambientador de menta y vainilla fresca pues me anima un poco, luego me siento en el sofá con vista a la gran ciudad, abro mi computador y veo una noticia que me llama la atención, trata sobre el ataque que sufrió el bar al cual fuimos con Ana y hasta donde sé, le pertenece a Franco Pízquela, de repente el sonido de la puerta me saca de mis pensamientos. Dudo en pararme del sofá, pero lo hago, voy lentamente hacia la puerta y veo que él que está afuera es Mecer, me llama la atención que después de decirme tantas cosas y verlo junto a su secretaria pues este aquí como si nada hubiese sucedido. MALDITO IDIOTA.
° Se que estás dentro, por favor Lizzie necesito hablar contigo y no quiero seguir esperando, te vi que llegaste con un tipo, veo que rápidamente me olvidaste.
...Por Dios yo no puedo creer lo que dice, o sea yo lo vi en su oficina y hoy me dice esto, vaya que caradura que es. Voy dejando caer la venda de mis ojos por fin.
Dudo en su contestarle o permanecer callada hasta que se vaya, pero él insiste me llama una y otra vez por mi nombre y yo estoy aún rota, pero él sigue pisoteando lo que queda de mí.
A mi mente se viene aquel encuentro pasional asqueroso entre la zorra de Siri y el occiso de Mecer.
Mi estómago se contrae por las náuseas que me provoca ese recuerdo.
° Lizzie Thever, necesito hablar contigo, nuestra boda se ha cancelado hasta que resolvamos esto.
...Yo ya no puedo más y salgo a gritarle todo lo que tengo dentro.
° Dime a qué vienes, que piensas que voy a regresar contigo después de lo que pasó.
¡VETE! SAL DE MI VIDA... Tú no me diste una explicación razonable y ahora quieres hablar, a qué juegas Mecer, sabes vete de aquí y olvídate de mí, no regreses jamás ya no quiero verte porque cada vez que lo hago el recuerdo se hace presente, ese recuerdo en el que tú y la zorra barata de tu nueva secretaria tenían sexo en la oficina y que bien que disfrutaban, vete de aquí, no puedo odiarte, ya que a buena hora me di cuenta de que hombre tendría por marido.
Él se asombra al escucharme decir todo, se toma de la frente y con una mano al bolsillo se mueve en negación, pensó que yo no sabía nada acerca de lo que ocurrió en su oficina, después de que yo salí.
Me giro para entrar y él me toma de mis brazos me presiona en la pared y acerca su rostro al mío, siento el olor a alcohol, trata de besarme, pero yo no quiero nada de él. Lo empujó con mi cuerpo y no puedo ante su fuerza él huele mi cabello y me presiona aún más, me empuja hasta llegar a mi sofá y siento su erección sobre mí...
° Déjame no quiero nada de ti maldito perro asqueroso déjame.
Él no lo hace y ya mis brazos empiezan a dolerme.
° Te haré mía una vez más Lizzie y así recordarás que el único que te hace sentir soy yo...
° ¡Jamás! dejaré que me vuelvas a tocar suéltame y vete con tu zorra de turno yo no quiero nada de ti, me oyes jamás quiero saber de ti.
Mecer insiste y se lleva la mano al cierre de su pantalón, yo grito y él me tapa mi boca con sus manos que huelen a tabaco.
Cierro mis ojos y siento que su peso ya no está sobre mi cuerpo. Oigo un fuerte golpe me giro y veo a ¿Franco? Si, si es él.
Veo como Franco saca de mi departamento a Mecer lo toma del brazo y se lo coloca detrás de su espalda, Mecer pide que lo suelte y tantas palabras que a Franco ni le causan interés.
Veo por la ventana como un taxi lleva a Mecer, Franco saca un billete y se lo llevan.
Franco sube nuevamente hasta mi departamento, me ve como estoy y me abraza.
Solo en ese instante veo lo frágil que puedo llegar a ser, mis lágrimas caen una a una por mis mejillas y lloro no puedo contenerme, Franco me coloca sobre su pecho acariciando mi cabello.
° Tranquila Lizzie toda estará bien, ya tranquila deja salir lo que te causa dolor vamos tranquila...
Mis lágrimas siguen saliendo, me lleva hasta el sofá y nos sentamos él golpea suavemente mi espalda en una acción de calmarme, escucho sus palabras de ánimo...
° Vamos Lizzie siempre hay un nuevo mañana después de una larga noche, así la noche esté acompañada de lluvia al día siguiente el amanecer será fresco, vamos sé tú ese amanecer fresco que después de una fuerte lluvia al día siguiente será mejor.
Escucho cada palabra de Franco que me dice hasta que me quedo dormida.
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